SOCIEDAD Y NACIÓN

EROS AMORDAZADO Una mirada preliminar a la poética sexodiversa en Panamá

Luis Wong Vega

EROS AMORDAZADO Una mirada preliminar a la poética sexodiversa en Panamá

Tareas, núm. 155, pp. 67-93, 2017

Centro de Estudios Latinoamericanos "Justo Arosemena"

Resumen: Los autores examinados representan casos paradigmáticos dentro de la poética nacional. Tanto por sus aportes estéticos y estilísticos como por lo que representaron, como escritores de avanzada y como individuos que reivindicaron su derecho a ser diferentes, en su momento. Personalidades como Edison Simmons, Agustín del Rosario, Roberto McKay, Juan Dal Vera y Bertalicia Peralta han dejado su huella singular y valiosa en la literatura panameña, indiscutiblemente. Otros, representan voces que se consolidan día a día, como Javier Alvarado o nuevas promesas importantes como Rita Arosemena.

Palabras clave: Literatura, poesía, poética sexo diversa, Panamá.

Dos amores

(fragmento final)
Dulce joven,
Dime ¿por qué, triste y suspirando, vagas por estos apacibles lugares? Te ruego, dime la verdad,
¿Cuál es tu nombre? Él respondió: “Mi nombre es Amor.”
Inmediatamente, el primero se dio la vuelta hacia mí y gritó: “Está mintiendo, ya que su nombre es Vergüenza, pero yo soy Amor, y yo estaba acostumbrado a estar
solo en este bello jardín, hasta que él vino sin ser llamado durante la noche;
Después suspirando, dijo el otro: “Entonces permíteme, yo soy el Amor que no se atreve a pronunciar su nombre”.

Fuente: Alfred Douglas, “Bosie”, amante de Oscar Wilde.

Contexto

Panamá es, sin lugar a dudas, un país profundamente machista1 y, por ende, impregnado de una homofobia que permea a toda su sociedad, en forma pública o velada, pero igualmente omnipresente, persistente y fuerte. Y cuando decimos homofobia, incluimos a una estigmatización no solo limitada a los homosexuales y lesbianas, sino que afecta, por igual y con la misma contundencia, a toda manifestación de diversidad sexual que se aleje de la norma explícitamente heterosexual (bisexuales, asexuales, hétero-curiosos o héteroflexibles, pansexuales, poliamorosos, transexuales, intersexuales, etc.).

Citando a Ricardo Beteta, activista por los derechos de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgéneros (LGBT), el tema de la diversidad sexual “…sigue siendo un ‘tabú’ en el país… (en) donde hay una discriminación institucional y social muy fuerte hacia los homosexuales”.2 Y en cuanto a la homofobia: “Lo que pasa es que la homofobia está tan culturalmente aceptada que no la ves”.3

Las pautas de control de la sociedad conservadora e intolerante operan en todos los órdenes de la vida cotidiana en Panamá, en forma discreta pero muy eficaz. Como explica la activista venezolana Tamara Adrián, “…los mecanismos de sujeción, supresión y control socio-construidos, las tenazas heteronormativas se ponen en marcha para suprimir estos comportamientos, y en aquellos casos en los que no se puedan suprimir, para excluir (o) segregar a las personas que los adoptan de todas las estructuras sociales, convirtiéndolas en parias en sus propios países, regiones y ciudades…”.4

Las artes no has escapado de este control. A pesar de que siempre se ha visto a estos ámbitos como refugios de homosexuales, inadaptados y gente estrafalaria y ha habido cierta tolerancia condescendiente hacia ellos y su obra, la fuerza de los efectivos mecanismos represivos del establishment conservador han mantenido contención sobre intelectuales y artistas, reduciéndolo a muchos al closet (en sus vidas privadas) o al fenómeno público de excentricidad controlada (frikys anecdóticos o folklóricos tolerados en aras de la ‘diversidad’ y de la ‘conmiseración cristiana’). Y en cuanto a su obra, forzados a la autocensura y a la ambigüedad, so pena de recibir como castigo la trivialización, el escarnio o la invisibilización.

Las alusiones a la sexodiversidad dentro de la poesía panameña son extremadamente escasas y casi siempre muy desafortunadas. Hace ya casi veinte años, en una entrevista, el escritor Enrique Jaramillo Levi, hablando de su libro Tocar fondo, dijo: “Es una colección de ocho cuentos muy diversos entre sí, donde hay temas un tanto atrevidos para nuestro medio, al menos -el tema del incesto, el de la necrofilia, la homosexualidad…”, una pequeña lista de perversiones contra natura.5 Hace unos años, el poeta Héctor Collado también se refirió a ella en un breve trabajo periodístico diciendo que “(En cuanto a) la poesía amorosa, casi todos los poetas la han cultivado de una u otra forma. Puede ser platónica o erótica, referida fundamentalmente a una persona del sexo opuesto, aunque a últimas fechas surge en unos pocos poetas una poesía francamente homosexual o lésbica…”.6

Como hemos señalado antes, en Panamá coexisten una poética ‘oficial’,7 la del establishment literario tácito (y cuya existencia es muy difícil de probar, pero que pocos dudan que existe), junto a otras poéticas no menos vigorosas, prolíficas y de significativa excelencia cualitativa, pero mediáticamente marginadas exprofeso.8

El establishment literario panameño es definido por un grupo de custodios literarios autonombrados. Impone calladamente su influencia actuando como una especie de logia oculta, desde la Academia de la Lengua, desde el Consejo de Literatos, desde cátedras e institutos de la Universidad oficial, desde ciertos recovecos del Instituto Nacional de Cultura (INAC) y de la Biblioteca Nacional (BINAL), desde los comités organizadores de ferias y festivales, desde ciertos despachos ministeriales y desde algunas columnas en medios de comunicación escrita, también. Coludidos, ejercen su poder de censura bajo la política discreta del palo o la zanahoria.

La poética bendecida por el establishment es una poética racialmente mestiza (‘criolla’), de naturaleza cautelosamente sujeta a la heteronormatividad, ideológicamente conservadora, culturalmente dominante, cuasi totalitaria. También hipócrita y mojigata (reflejo de la doble moral que impera en el país), reiterativa en ciertos temas (patriotismo, pseudoerotismo heterosexual, escapismo, egocentrismo e individualismo hispter), redundante y creativamente agotada, desde hace mucho tiempo.

Junto a esta poética han cohabitado, calladamente hasta hace poco, otras poéticas ignoradas y despreciadas pero mucho más vigorosas y sanas: las de las minorías. Usualmente asociadas a grupos raciales y culturales ‘alejados de la norma’ (como los negros, chinos e indígenas), pero también (y mucho más silenciadas e invisibilizadas), aquellas de naturaleza aún más polémica, como la poesía que toca temas como el pensamiento de izquierdas (la poética de inspiración comunista, específicamente), el agnosticismo o el ateísmo y la divergencia sexual. En este caso, nos referiremos a la poética de la sexodiversidad.

La poesía gay panameña

En una sociedad que deliberadamente oculta la diferencia y la disidencia, es difícil que se guarde constancia o registro documental de tales ‘anomalías’. A pesar de rumores sobre la sexualidad de algún poeta de las primeras generaciones republicanas (Gaspar Octavio Hernández, para ser más precisos) no hemos identificado pruebas contundentes de tal cosa en ninguno de los poetas de las primeras décadas en el Panamá independiente.

Aunque, para ser honestos, creemos que en la poesía de Gaspar Octavio Hernández, sí se presentan indicios de una ambigüedad muy dolorosa, en el plano personal.

Ego Sum

(fragmento)
Soy un hijo del Mar... Porque en mi alma
hay -como sobre el marnoches de calma,
indefinibles cóleras sin nombre
y un afán de luchar conmigo mismo,
cuando en penas recónditas me abismo
¡pienso que soy un mar trocado en hombre!

El presentimiento del árbol

(fragmento)
Anochecía. Me detuve en el camino.
El viento húmedo sacudía
las frondas. Me detuve en el camino,
ante un árbol sin flores. Alto
como la más alta encina, aquel
árbol perdía su copa en las nubes.
De aquel árbol salían melancólicas
voces. Yo las comprendía.
Pues el árbol sufría, y habréis de
saber que todos los que sufren hablan
el mismo idioma, nazcan donde
nacieren y, aun perteneciendo a
distintos reinos de la Naturaleza.

Requiescat

(fragmento)
Imagen de mi vida! Abandonado
templo que al cielo muestras tu martirio,
mi corazón es templo desolado
donde ni apenas resplandece un cirio!
Corazón, corazón templo sin dioses,
tan sólo lleno de urnas funerarias;
ya no te arrullan celestiales voces;
ya no hay en ti murmullos de plegarias. . . .

Nuestro primer poeta claramente sexodiverso es un poeta relativamente desconocido, de la ciudad de Colón. En la década de 1930, el poeta colonense José María Vásquez10 publicó el poema siguiente:

Versos, versos raros

Versos,
Versos raros
Como mi vida
Enferma del mismo mal que inmortalizó a Verlaine
Fragante manojo de versos
Arrancados de mis rosales internos,
Plenos de sol,
De juventud
De indiferencia
Y de gloria

Dos cosas deben ser acotadas, inmediatamente, luego de una lectura de este hermoso pequeño poema: una, poemas como este le costaron al poeta que, a su fallecimiento, sus familiares, por vía del fuego, se deshicieran de toda su obra poética (según sabemos, por la presencia de otros poemas homoeróticos); y dos, vemos cómo, el mismo poeta, consideraba una enfermedad el compartir los gustos del poeta Verlaine (importante poeta simbolista francés, homosexual y amante del poeta Rimbaud). Aquello que los norteamericanos llaman self hate u odio a sí mismo, rechazo a su propia naturaleza.

Por esas épocas, era ya conocida en el país, la vida pública del púgil panameño Panamá Al Brown, nuestro primer campeón mundial de boxeo, que llevó una vida desordenada y dispendiosa y quien mantuvo una tórrida relación homosexual con el gran poeta y escritor francés Jean Cocteau. Su vida ‘escandalosa’ sirvió para reforzar la mala imagen de la sexodiversidad dentro de Panamá y abonó prejuicios muy acendrados en una época de mucha intolerancia.11

A mediados del siglo pasado y, quizás huyendo de una sociedad represora de su homosexualidad y de su creatividad, otro poeta colonense, Edison Simmons Quirós,12 emigró a Europa. Poeta errabundo, nunca ocultó su orientación sexual ni su obvio y acentuado afeminamiento. Su poética, una mezcla ecléctica y abrumadora (apabullante) de palabras y símbolos, nunca produjo poemas explícitamente homosexuales. Más bien, incrustados en sus textos hay pasajes esporádicos en los que asume y muestra, en forma descarnada y totalmente natural, su homosexualidad.

Mosaico LVII

(fragmento)
Déjame en paz,
Déjame en paz, olivo.
Tarde has dado conmigo,
compasión.
El cáliz.
Néreo, murmúreo, deletéreo, aéreo
solaz.
Nada es la muerte ¿sabes?
Un trago es el estrago
Feliz. Se me desliza
entre el esperma y la saliva
un trozo
de mundo…

Simmons también escribió un poema largo, honrando la memoria de Panamá Al Brown, denominado “OdaAlBrown”. Este plegable fue ilustrado por Alberto Dutary y publicado por la Librería Argosy en 1974.

La relación de Edison Simmons con Panamá fue siempre distante. Visitas esporádicas, un breve intento de residencia durante la década de 1970 y, finalmente, el abandono definitivo a la idea de reinstalarse en un país que le quedaba aparentemente chico.

A finales de los años sesenta e inicios de los setenta, aparece un grupo de poetas que, por primera vez, no ocultan su homosexualidad, masculina o femenina. Poetas de alta calidad y de una impronta significativa en las letras panameñas, como Agustín del Rosario, Juan Dal Vera, Roberto McKay y Bertalicia Peralta, formados y nucleados en torno a la Universidad de Panamá.

El primero, Del Rosario, fue un poeta, ensayista y teatrista muy importante. Desde el inicio, el sello cualitativamente diferente de este poeta se hizo notar. En 1971, el poeta y crítico Alfredo Figueroa Navarro, intuía “Es evidente que en… Agustín del Rosario, campea un áurea de silencios que se van adhiriendo… no nos tranquiliza por cuanto siembra un coeficiente de hastío, ese desaliento, esas máscaras de indefensión, alcanza -en Agustín del Rosariosu rojez…”.13

Pero uno de los hechos más relevantes respecto a la vida literaria de Agustín del Rosario fue su premiación en la categoría Poesía, en la versión del año 1972 del Premio Nacional de Literatura Ricardo Miró. Su libro De parte interesada contenía poesía claramente homoerótica, pero bastante sutil según los estándares actuales.14

Reencuentro I

A esa hora en que la luz
se viene encima como una cosa mansa
estrujas
mi mano sobre tu vientre
miro
aquello que oculta el minuto
entiendo
que hay cosas que atenúan
las penumbras
y que hay también
ademanes con los cuales sacudirse el cabello
enmudecidos ambos
en una sensación
de lenguaje fuera
de toda historia
y abres
esa puerta
y sientes
cómo tu cuerpo entero se va aflojando
para recibirme

Reencuentro VII

Es bueno dormir con él descansando descansando
la cabeza sobre su pecho sintiendo la respiración debajo
como
río subterráneo
y su
mano rondando tus nalgas
haciendo arabescos una vez
y otra vez diciéndote
qué suave tienes la piel qué suave

Sin embargo, su premiación desató una ola de críticas, descalificaciones y ataques homofóbicos sin precedentes. Es muy importante la defensa que, en su momento, hizo el poeta mexicano y jurado del Miró ese año, Efraín Huerta, sobre su dictamen favoreciendo la obra de Del Rosario, pues en ella desarma la naturaleza mezquina, prejuiciada y maliciosa de los detractores del fallo. Perplejo y golpeado por tanto odio, la respuesta del poeta fue el silencio.

Roberto McKay fue un importante actor, director de teatro y poeta, durante las décadas de 1960 y 1970. Aún cuando vivía una vida homosexual pública (viéndose incluso involucrado en un proceso penal de connotaciones sexuales, que le llevó a la cárcel), en su poesía, McKay era deliberadamente ambiguo y por momentos, castradamente asexual, dolorosamente neutro.15

Lisandro

Un buen día Lisandro desocupó el baúl de su carro
se vació los bolsillos;
a pesar de la lluvia torrencial
insistía en dejar abiertas todas las ventanas
su viaje debería ser limpio
sin orillas
alguna anciana enamorada le había estado contando
de la flor
y fue a buscarla.

Crítico mordaz y agudo de la realidad cotidiana, su poesía también queda como evidencia del peso de vivir en una sociedad intolerante.

Quizás lo mismo pudiésemos decir de Juan Dal Vera (John Ryan), otro laureado en la sección Poesía del Premio Ricardo Miró, en el año 1974. El poeta y crítico Aristides Martínez Ortega lo señala como un importante poeta de la llamada segunda generación poética postvanguardista panameña.16

La obra de Juan Dal Vera es una calmada mezcla de dolor, angustia y resignación, de quién sale de los infiernos de la locura a los infiernos de la vida cuerda. De quien vive la represión y la neutralización de su eros y quien, por momentos, pareciera no poder con semejante carga.17

Aperturas

(fragmentos)
Porque el hombre
aún en su aceptada circunstancia
se disfraza,
se percata,
de los momentos extraños
que hace
el nacer de las cosas…
……
Todo por la piel
erecto
tal inmensa forma
buscada…
…..
Cuando decidimos salir
la calle
de pronto
era herejía
¡Cuán confundido
parecía el mercado,
tu nombre resuelto,
el sueño tirado
entre tantos escombros!
….
Y si te decía adiós
y si era el buen amor
que tenía por tu figura
desvaneciéndose
entre el marco de la puerta
de algún pasillo interno
y si era que el tiempo precisaba
porque quedaba
mi amor por otra piel,
la debilidad por las caricias
en otras cosas
suave como la piel de los tomates,
era entonces
en silencio
por el dolor común que llevábamos
cuando juntos…

Como en una cohorte subsiguiente (mediados de los setenta a mediados de los ochenta), aparece otra hornada de poetas homosexuales, que repite el patrón de la cohorte anterior (vida pública abiertamente gay; vida literaria contenida y sujeta a la autocensura y a la circunspección temática y verbal). Formaban parte de este grupo poetas como Pedro Correa Vásquez, Gustavo Batista y Euclides Meléndez.

Pedro Correa Vásquez fue profesor universitario y activo promotor literario. Recibió varios premios poéticos en vida y fue un prolífico autor. Fue Premio Ricardo Miró en Poesía, en el año 1982. Fue colaborador del diario La Prensa, desde donde publicaba páginas literarias y difundió la obra de muchos poetas extranjeros, en su gran mayoría homosexuales, pues consideraba que solo eran interesantes los escritores homosexuales como él. Empero, no hemos encontrado ningún poema suyo de temática abiertamente homosexual.

Su poesía no tuvo los ribetes cualitativos de sus antecesores, pero tuvo una enorme influencia e impuso sus gustos literarios a un número importante de escritores jóvenes en su momento. Un poema como muestra de su obra:18

Papiro (dos)

Sin ti el fuego es la mentira
la ira es la salida que conduce a un mar
de locuras, lagartijas y figuras
insípidas pidiendo al mal la noche
y alguna otra destrucción
sin ti el fuego es solo fuga
y a veces desamor

Su muerte trágica y horrible (tan similar al asesinato del gran poeta italiano Pier Paolo Passolini), con apenas 41 años de edad y a manos de un prostituto y delincuente adolescente19 puso fin a una carrera literaria bastante diversificada (talleres, publicaciones, cátedra literaria), caso especial que refleja las habilidades e intereses múltiples del finado poeta.

Gustavo Batista, alumno de Pedro Correa, murió a los 29 años de edad, dejando una obra breve que representa una gran promesa inconclusa. Su poesía es eminentemente lírica y tampoco toca, en forma explícita, el tema homoerótico.20

Uno

Veo el invierno
y solamente somos
una tarde de colores.
Hoy escucho toda voz.
Quisiera sentir
los caminos iluminados
cuando el espacio sostiene
aquellos pensamientos
que abandonaron todo
para construir
la lentitud de las miradas.

83

Ser frágil y no serlo,
ser el agua y encontrarnos
con la roca;
Ser camino y descubrir
que el fuego puede
nacer de nuestras bocas.

Por un largo período, la poesía panameña de autores homosexuales cayó en un hiato incómodo, debido a la muerte de la mayoría de sus rostros más visibles, por diversas razones (incluyendo a varios que, lamentablemente, fueron víctimas del SIDA). No fue sino hasta finales de la década de 1990 e inicios de este siglo XXI cuando comienzan a emerger algunos jóvenes poetas de clara orientación homosexual y con más conciencia de autoafirmación.

El más importante de ellos es Javier Alvarado, licenciado en Español por la Universidad de Panamá, amante del teatro y de otras expresiones artísticas. Este joven bardo (ya en sus treintas, nació en 1982) ha sido premiado en múltiples certámenes de poesía, nacionales y extranjeros. Se autodenomina ‘poeta neobarroco’.

A diferencia de otros poetas como Agustín del Rosario o Pedro Correa, Alvarado ha desarrollado su labor mayormente centrada dentro del ámbito de lo individual, sin afiliarse a grupos ni dedicarse a tareas de formación literaria de otros escritores noveles.

Al igual que en el caso de Edison Simmons, en varios poemas suyos hay alusiones a su orientación sexual y señas de la impronta de su condición, dentro del tratamiento estético de los temas cubiertos en sus trabajos. La poesía de Alvarado21 aborda temas históricos, líricos, intimistas, etcétera pero incluye, también, poemas abiertamente homoeróticos.

La pintura al otro lado de la pared

(fragmento)
Atardecido por un bosquejo, ante un parque francés
dominando las silabas y el falso otoño
que empieza a reordenar las hojas
imaginándote desnudo en la cabalidad del soplo
como un soldado de terracota o como un noble escocés
llevando la boina de las banderas resurrectas
y un enjambre de zarzamoras silvestres en la boca
dominando mi palabra que se turba ante tu forma
murmurada o simbólica de expresar
tus pequeños cuchillos silábicos que se clavan al silencio
con el más comedido amor o como el sol que se columpia
en tu cintura, entre los retablos abandonados
o los campos repletos de ovejas, donde me posesiono
de una e imagino la lana de tus vellos dominando
el hálito del lago o del mar que se nos viene como un secreto
si tu cama es como una rueda donde puedo invocarte
como un signo zodiacal o como un niño quieto
en el ámbar de mi simbólico orgasmo
dejándote como el testigo imperecedero de mis cópulas pasadas…
…..
El cerebro no se guía de las bajas pasiones, dirás
tan energúmeno es que se esconde o apacigua sus deseos
en el ejercicio de la letra,
tus dibujos de cabezas antiguas
que no ansían mirarme, quizás no lo sé
todo es un vértigo increíblemente perseguido
he de ser un hada acomodándote los músculos del rostro
o un pequeño pedestal donde ha de dormir
tu cuerpo; puedes pensar de mí, un común homosexual
o una reprimida puta, tú puedes ser un cielo…
..…

Finalmente, nuevos poetas, muy jóvenes, tocan en forma cada vez menos velada, el amor homosexual. Poetas emergentes, algunos prácticamente inéditos, asumen su condición como gays, con naturalidad, fuerza y desenfado. Tal es el caso del joven poeta chorrerano Keylon Román (22):

Hoy

Hoy… sintiendo la fuerza de nuestras manos.
Soy… el anhelo de la flecha desapareciéndonos.
Quiero desaparecer en mil no verme más sin ti.
Ven...agárrate de mí, pero no me hieras las manos
Mira hacia arriba, todo eso es nuestro
No nos miren así, él y yo en ese lugar
Arrastrando nuestros cuerpos solos
No me digas tantas cosas para amar
Grito frente a ti déjame seguir
Voltea tu mirada hoy te conocí
Quiéreme, tú y yo somos iguales
Pero eso no impide que te puedas ir
No me des todo, espera un poco
Mira a tu alrededor: esto es nuevo
Tú no has caminado, yo llevo mucho
No pienses tanto, no te quedes solo
Grito frente a ti: déjame seguir
Voltea tu mirada hoy te conocí
Quiéreme, tú y yo somos iguales
Pero eso no impide que te puedas ir
Hoy quiero gritar y esconderme
Hoy quiero verte a través de esto
No me des tu corazón, respóndeme
Puedo llegar a amarte
Solo eso

También es el caso del joven poeta de Tocumen, Wesleys Madrid (íbidem), que posee una agraciada vena lírico-amorosa, la cual maneja con extrema facilidad y elocuencia.

Parque en diciembre

Alzo mis ojos y te veo recostado en la cama...
te buscaba en mis sueños despiertos, en el agua sucia de mis artesas.
Al viento caen las palabras de este poeta,
cual mariposas caen libres en su sutil revolotear....
Y tomas con tus manos mis anhelos
Y los haces tuyos en el rictus
en tu respirar

Confusión ontológica

Tus ojos me enamoran, y tu boca me confunde,
tus gestos me impresionan y tus silencios de mí se alejan...
Con mis manos heridas recogí las plumas de tus alas,
mi ángel caído,
gota a gota empieza a lloviznar en mis ojos...
te extraño y más extraño tu tarde veraniega,
Tómame tuyo, pájaro azul, y llévame contigo,
planta la semilla de tu amor en mi corazón
y puebla por fin los caminos de mi cabeza...
Con hilos de amor teje tu nombre de hombre en mi cuerpo
y que vuelva a ser el tiempo que era
antes de que tu melancolía y tu vacío
tomaran mi conciencia
y me hicieran dudar de mis certezas.

Otros, aún lo hacen con cierto sigilo y ambigüedad, a fuerza de prejuicios y complejos por superar del todo. Un ejemplo de ello lo vemos en poemas de Reynaldo Daniel García, novel poeta colonense.23

Octeto al amor sin nombre

Yo, tu dulce Apolo, camafeo sin nombre,
corredor de las agrestes selvas del deseo
bautizaré con el suave elíxir de mi juventud,
las trémulas sílabas de tu sexo;
al deletreo de los cuerpos
y a las telúricas vibraciones de los pechos,
cual un torrente doble de puñales y mariposas,
en un alma, por lazo carnal entrelazados.

Poema II

Contemplábame, novel marinero,
en el juvenil océano de los deseos;
¡Yo! un mar de certezas
¡Tú! vera segura y sosegada por do transitan
quemantes mis pasiones.
Cual amante embebido en un abismo
de carne y cielo
¡De esa suerte vagaba
el alma mía!
¡Ebria de amores!
¡Desprovista de mortal gravedad!
¡Loca de soles y mariposas!
¡Torna, pues, ¡oh luz sin ocaso!,
a la oscura noche del alma mía,
que quiero ser ayer,
que quiero ser alborada.

La poesía lésbica

Mucho menos ubicuas son las poetas abiertamente lesbianas. La literatura panameña conocía solamente dos hasta hace pocos años: Bessy Reyna y Bertalicia Peralta. A ellas se añade recientemente una poeta muy joven pero con una fuerza lírica y erótica muy interesante: Rita Arosemena Peretz.

La primera, Bessy Reyna, posee una obra poética relativamente breve y mucho menos abierta y directa en cuanto al tratamiento del tema lésbico.24

Segundo Preludio

Salgo
Hueco vacío negro
Implacable silencio
Tus manos operan el cambio
Nazco en ti
Humedad infinita
Primavera
Silenciosamente produces la ruptura
Llegas
Tocas la fibra
Me contienes.
Desde adentro tus manos destruyen
La ansiedad temida
A tu encuentro la búsqueda de siglos se detiene
Soy
La duda eliminada
No más sombra
Ni palabra no dicha
No más juego

La segunda, Bertalicia Peralta, es una prolífica escritora y tiene una extensa bibliografía, que incluye otros géneros además de la poesía (cuento, periodismo literario, etc.). Su poesía sí incluye múltiples poemas de temática abiertamente lésbica, tratados con un sentido estético de alto vuelo.

Incluimos cinco poemas cortos suyos, que son prueba bastante fehaciente de su calidad literaria y de su aceptación y validación de su condición como mujer homosexual.25

Huyendo de miradas imprudentes

Huyendo de miradas imprudentes amarnos con locura hasta nunca
jamás hasta hacernos un solo cuerpo: siempre hay alguien que difunde el rumor

Cómo negar su encanto

Cómo negar el encanto de esta mujer de labios finos entreabiertos
que habla como un suspiro e impulsa a acariciarla ¡Todo su amor sí
cabe en una copa de champán!

Ana tú eres

Ana tú eres la muchacha más hermosa no porque enciendas la vida con tu presencia morosa o porque vayas dando a cada día el significado urgente de los hechos o porque nos salves en las noches de la nave del olvido o por esa piel que dios te ha dado pero eres la que entiendes la que abre el pecho la que empuña el arma segura del mañana a cada instante

Safo I

A la orilla del sueño
emerge
plena de belleza
como
el
sol
que no digan palabra
que distraiga su placidez
su carne
uva abierta
su aceitunado perfume
rezago
del
amor

Safo II

Muéstrame el camino entre tus bosques
y follajes hazme correr corramos sobre
volcanes ardientes bajemos hasta las mieles
abiertas hasta la caramelosa lava de los
pies desfallezcamos desfallezco desfallecida
en noches que son días interminables que no
diga nadie que no hubo hartura de besos como
traspasadas vidas de abrazos como agujas
juntándonos

La joven poeta Rita Arosemena Peretz,26 al igual que los poetas homosexuales masculinos más jóvenes, asume su sexualidad con honestidad, fuerza y total naturalidad. Según el escritor Javier Stanziola,27Rita Arosemena “…se sale de la boca (ardiente) y del hueco (oscuro) para explorar lo que nos hace humanos…”. Este escritor considera la poesía de Arosemena Peretz como una verdadera exponente de la fluidez sexual postmoderna

La mujer que amo

La mujer que amo tiene pies como pájaros
y mis pies vuelan en ellos a islas secretas.
Manchas de colores que solo vemos en la noche
ella y yo
cuando hacemos noche con los pies.
La mujer que amo tiene columpios en los muslos
y en ellos van mis sueños
y también no-van,
son y no son,
ella y yo
pero siempre ella.
A la mujer que amo la buscan las sirenas,
la palabra que no se dijo,
los Santos que nadie reza.
A la mujer que amo la siguen por la calle
la sombra de las cosas
o la sigue mi sombra
que envuelve las cosas
para tejerle un abrigo
con la eternidad.

Instrucciones para amar a una mujer

Ama las estrías en su cadera, en todas sus formas, sentidos y direcciones, y ámalas cuando las veas, ámalas en su desnudez, y no cuando pieles falsas las escondan.
Ama cada cicatriz, marca de nacimiento, lunar y peca de su cuerpo, pero ámalas porque sí, porque son dignas de amor, y nunca “a pesar de ellas”.
Ama sus pies porque son suyos, porque son navíos de libertad, y hazlo sin importar a qué ritmo surquen las calles o junto a quién prefieran caminar.
Ama su dolor, su inconsistencia, sus horas más oscuras; ámala con las luces apagadas y no solo cuando ilumine como un sol.
Ámala porque ella, esa mujer, es perfecta en cada centímetro de su cuerpo, y lo es, también, en la suma total de ellos.
Ámala porque ella, esa mujer que vas a amar, es el universo entero contenido en forma humana durante un breve y mágico suspiro de tiempo que tu amor volverá eterno.

Otras caras poéticas de la sexodiversidad

La llamada postmodernidad ha provocado una eclosión de aproximaciones alternativas a la sexualidad en la vida y en las letras. Heterosexuales que se niegan a encasillarse, héterocuriosos o hétero-flexibles, bisexuales, asexuales, pansexuales, poliamorosos, además de los transexuales y cualquier otra opción derivada, que se plantee diferente y ajena a los dos polos básicos que encasillan la sexualidad humana, según el autor cubano Yoandy Cabrera Ortega.28 Ajena a ese otro ying . yang (percibido como limitado, extremista e intolerante) que representa la dicotomía heterosexualidad –homosexualidad.

Estos poetas, que no se consideran homosexuales ni se asumen como homosexuales, juegan con el abordaje de la poesía desde la perspectiva de la ambigüedad o la indeterminación sexual. A veces como acto deliberado de provocación, a veces movidos por la fuerza de impulsos ambivalentes efímeros (o no tan efímeros), a veces como experimento en un proceso de búsqueda individual. Otras veces, como acto artificial y oportunista para invadir nuevos territorios (auditorios) o como medio para concitar atención por vía de la duda morbosa y del escándalo o, sencillamente, porque quieren hacerlo (porque les da la gana).

Mostramos varios poetas que juegan con tal ambigüedad. La primera poeta es Yvette Modestin, poeta afropanameña, quien presenta un sobrio poema de corte homoerótico femenino:29

Bella y hermosa, tu fotografía

(fragmento)
Eres hermosa.
Eres negra.
Lo blanco en tu piel me recuerda la luz que aspiramos alcanzar.
Creo en ti.
Quiero que sepas que, por ese amor, por esa convicción, mi alma se
alimenta mientras doy, cada mañana, mi primer paso sobre la tierra…
Eres hermosa
Eres negra
Quiero cantar contigo
Bailar contigo,
jugar contigo Eres hermosa
Eres negra
Vivo para el momento en que pisas mi luz
Tal como hiciste hoy
Hermosa y negra…

El poeta del pueblo originario guna (o kuna) Maninaindi Roldán, también juega con la ambigüedad al hablar sobre el objeto de su deseo:30

3

El objeto que busca mi alma, es algo incierto, parece inalcanzable. El objeto que anhela mi alma esquiva mi mirada, se oculta en las profundidades de toda razón. El objeto que busca mi alma es frágil ventana, puerta a otros mundos, a otras sensaciones, a nuevas visiones.
El objeto que busca mi alma, no espera ser parte de mi alma, solo espera ser parte de la vida. El objeto que busca mi alma, cuando me canso de buscarla, aparece de su escondite y con una sola mirada regreso a mi búsqueda y se vuelve a esconder.
Este ser que anhelo, esta figura la cual idolatro; perverso, egoísta, mezquino, me da a probar el dulce néctar y caigo otra vez y otra vez y otra vez uno dos tres mil veces. Este ser, este objeto, este algo inalcanzable se desvanece, en humos y quimera, en palabras al viento; en ideas de promesa,...

También, un poema apologético del amor lésbico, escrito por un poeta afropanameño heterosexual: Winston Churchill James.31

Opus porque ellas decidieron ser libres 2

Ellas
Decidieron ser libres
Y ahora no hay pecados
Y no hay dogmas
Todas las escrituras son paganas
totalmente profanables
Y ahora el clero
A través de sus homilías
Con sus botafumeiros
En mano
Habla de la esclavitud
Del pecado
Y ellas en libertad
Con sus bragas en mano
Degustan las mieles
De sus sexos
Hablan de los pletóricos
Flamígeros orgasmos
Para ellas
El mundo no es suficiente
Y saben
Que el Paraíso puede esperar
Y ofrecen
Para sus indulgencias
Sus bragas sudadas
Olorosas a deleitoso salitre
Y a exquisito
Caviar rojo

3.

Ellas
Decidieron ser libres
Ahora
En su libertad Deciden follarse,
Condoleezza,
Y en los recovecos y los vericuetos de su orgasmos
Descubren
Que no tienen escapatoria
Que son esclavas de su sexo
Y que desean esa esclavitud
Solamente
La esclavitud de sus sexos
En libertad

El joven poeta veragüense Edwin Rubén Villarreal habla sobre su bisexualidad. Su poesía detalla lo que el autor percibe como “los avatares derivados de esta preferencia”.32

Uno/

¿Y qué será lo que hoy perturbará mi corazón? Diana o Apolo o
Venus o
Narciso o qué criatura andrógina o segundo u hora
manto o cabestrillo o pixel
o número binario
u horizonte bífido
¿Qué será lo que me espera
allí afuera
cuando salga girando al éter a buscar ojos
o torsos o pechos o palabras
en donde recalar?
Y halle lo que no quiero y vea lo que no puedo y ame lo que no debo

Finalmente, un pequeño poema que describe un instante poliamoroso, de la autoría de la poeta B.B.P. Betancourt.33

Espectro

Cervantinamente curioso, modernamente impertinente En la estrecha cama de sus deseos sólo tres y medio participan: ella, compartible al infinito, el otro, disponible y dispuesto, él, colmado de su visual apetito, y ella, frágil filmadora último modelo, fiel escriba del amor eterno.

Conclusiones

En Panamá (y posiblemente en la mayoría de los países centroamericanos y caribeños) el estado de la evolución de la poética sexodiversa no ha llegado aún a ese punto de quiebre que, como en el caso de México y España, produjo un salto cualitativo repentino e irreversible.

En México, “…se presentó un cambio en el paradigma de la expresión poética de los afectos diversos, derivado de un cambio cultural que tiene como antecedente social el movimiento estudiantil de 1968…”.33 En España, la transición de la dictadura franquista a la democracia creó el caldo de cultivo para que la sociedad civil y su supraestructura cultural (incluyendo a todos los entornos de la poesía), asimilasen en forma gradual pero relativamente rápida, la aparición y el crecimiento de la sexodiversidad.34 Quizás, en Panamá, ese momento traumático y definitorio fue la etapa post-invasión 1989 y fue dejada pasar, perdiéndose un momentum irrepetible, irreproducible.

Acá, ciertamente ha habido un cambio gradual hacia la tolerancia pero el mismo ha sido más lento, sujeto a los largos dolores de un parto social aún en etapas primarias de desarrollo (muchas veces, con largos períodos de estancamiento). No obstante, dentro del entorno de los poetas sexodiversos, sí es notoria la diferencia entre los poetas del ayer (signados por la represión, el closet y la autocensura) y los poetas del hoy (que asumen aceptación natural y hasta reafirmación de su condición sexual, sea cual sea, dentro de su vida y de su obra). Independientemente de ello, es obvio que queda mucho camino que recorrer y mucha tela que cortar, en cuanto a la integración natural (sin adornos ni desnaturalizaciones) de la sexodiversidad en las letras panameñas, en general, y en la poesía panameña contemporánea, en particular.

Por ejemplo, el número de poetas panameños que se asumen como sexodiversos es aún muy pequeño. Si creemos en las estadísticas, hay muchos creadores literarios, hombres y mujeres, en el closet. Pero la evolución de los cambios sociopolíticos internos y el influjo de factores culturales exógenos, siempre ha empujado hacia adelante al entorno reactivo de la cultura, del arte, de la literatura y de la poesía (al menos en Panamá). Y ni nuestro país ni nuestros creadores escapan a este fenómeno.

Respecto a los autores examinados en este escrito, algunos de estos poetas sexodiversos representan casos paradigmáticos dentro de la poética nacional. Tanto por sus aportes estéticos y estilísticos como por lo que representaron, como escritores de avanzada y como individuos que reivindicaron su derecho a ser diferentes, en su momento. Personalidades como Edison Simmons, Agustín del Rosario, Roberto McKay, Juan Dal Vera y Bertalicia Peralta han dejado su huella singular y valiosa en la literatura panameña, indiscutiblemente. Otros, representan voces que se consolidan día a día, como Javier Alvarado o nuevas promesas importantes como Rita Arosemena.

El tema es denso y complejo e invita a un abordaje ulterior, más enjundioso, intenso y seguramente polémico. Empero, esta primera aproximación al análisis de la poética sexodiversa en Panamá, ha servido para efectuar un recuento necesario, para tomar una primera mirada introspectiva largamente debida, para comenzar a dar nombre a esa poética que, hasta la fecha, no tiene nombre o no osa decir su nombre. Paso que, al decir de las letanías religiosas, es algo “realmente justo y necesario”, en ese excruciante proceso que conduce a superar los miedos, la ignorancia y los prejuicios en nuestra sociedad y en nuestra literatura.

Addendum

Como reacción a las afirmaciones de este ensayo y por el valor de sus observaciones, deseamos recoger las opiniones de dos prestigiosos escritores locales: Luis Pulido Ritter (novelista y ensayista) y Javier Stanziola (teatrista y novelista).

Luis Pulido35 señala que: “…he vuelto a leer el texto y me gusta porque recuentas y resumes un asunto interesante. Lo único que no veo muy claro es tu afirmación de que parte de las instituciones oficiales hay una suerte de exclusión de este tipo de poesía. La pregunta es ¿cómo lo demuestras?...”. Indicios y testimonios hay muchos, pruebas tajantes son difíciles de encontrar y de corroborar, porque la perversidad sabe que trabaja mejor a oscuras, cubriendo sus pasos. Pero como se ha dicho al principio, creemos que muy poca gente duda de que este tipo de prejuicios exista en los entornos literarios nacionales (especialmente en los más elitistas) ni que esto no se traduzca afectivamente en discriminación, pública o, mayormente, muy velada pero eficaz.

Al decir del reconocido intelectual, escritor y activista LGBT panameño Javier Stanziola37 ( op. cit.), “…los poetas homosexuales panameños se enfocan mucho en bocas ardientes y huecos oscuros. Y no salen de allí. Para mí eso revela mucho sobre el desarrollo del entendimiento de su orientación sexual (siguen la narrativa de que es un comportamiento), el contexto social (no se menciona) y repiten el mismo ritmo de poema de amor no correspondido... lo postgay sale de la boca y el hueco para explorar lo que nos hace humanos… lo postgay ahora es enfocarse en que el género y la sexualidad son un espectro, fluye, etc. El enfoque es en lo humano y su contexto…”. Nuestra pregunta sería, ¿hasta qué punto, una literatura sexodiversa aún en etapas primarias de desarrollo, como es la panameña, ha llegado a adentrarse ya (o no) en este terreno de lo post-gay?

Notas

3 Palabras de Ricardo Beteta, en Minorías sexuales reclaman sus derechos, Ana Teresa Benjamín, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2010.
7 “Rapsodia Antillana: Selección de poesía afroantillana de Panamá”. Ediciones VAE, Universidad de Panamá, 2013.
8 Vástagos del Dragón: 26 poetas chino-panameños. Coedición de la Embajada de China Taiwán y del Centro Cultural Chino-Panameño, 2015.
10 José María Vásquez, en Antología de la poesía colonense 1900-2012, Editorial La Antigua, Panamá, 2012.
12 Mosaicos, de Edison Simmons, Editorial Galaxia Gutemberg, Barcelona, 2009.
13 Figueroa Navarro, Alfredo, “Siete o grandeza y menoscabo de los vasos comunicantes”, Revista Lotería, julio de 1971, p. 63.
14 Del Rosario, Agustín, De parte Interesada, 2da. ed., Ediciones Pájaro Cascabel, México, 1972.
15 McKay, Roberto, Producción Tobango, INAC, Panamá, 1977.
16 http://www.panamaamerica.com.pa/content/segunda-generaci % C3% B3n-posvanguardista-juan-dal-vera
17 Juan Dal Vera (John Ryan), Poemas desde una casa para locos, INAC, Panamá, 1975.
18 Poemas de Pedro Correa, en Serie Poesía Panameña Actual No.1, INAC, Panamá, 1979.
20 Gustavo Batista, en “Poetas Jóvenes de Panamá”, Editorial Signos, Panamá, 1982.
22 Comunicación directa de ambos poetas, Keylon Román y Weslys Madrid, con el autor de este ensayo. Trabajos inéditos en ambos casos.
23 Reynaldo García en la sección “Anexo”, dentro de Novísimos: nuevas voces poéticas colonenses, Editorial la Antigua, Panamá, 2016.
24 Terrarium, de Bessy Reyna, Ed. Instrucción Programada de México, México DF, 1975.
27 Comunicación electrónica de Javier Stanziola dirigida a Luis Wong Vega, fechada el 3 de junio de 2016.
29 Nubian Butterfly, Yvette Modestin, Litho Editorial Chen S.A., Panamá, 2016.
31 “Opus porque ellas decidieron ser libres”, de Winston Churchill James,

En Temas de Nuestra América, No. No. 399, Universidad de Panamá, 2015.

32 Comunicación electrónica de Edwin Rubén Villarreal dirigida a Luis Wong Vega, fechada el 8 de junio de 2016.
33 Abrazos de una nariz sin olfato, B.B.P. Bethancourt, Ediciones Tragacanto, España, 2012.
36 Comunicación electrónica de Luis Pulido Ritter dirigida a Luis Wong Vega, 25 de febrero de 2016.

Notas de autor

Poeta y ensayista chino-panameño.
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