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Elencos de la economía social. Aproximación prosopográfica a los emprendedores de San Luis, Argentina
Ana Laura Hidalgo
Ana Laura Hidalgo
Elencos de la economía social. Aproximación prosopográfica a los emprendedores de San Luis, Argentina
Casts of the social economy. Prosopographical approach to the entrepreneurs of San Luis, Argentina
CIENCIA ergo-sum, Revista Científica Multidisciplinaria de Prospectiva, vol. 30, núm. 3, 2023
Universidad Autónoma del Estado de México
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Resumen: Se explora la constitución del grupo de emprendedores de la economía social y solidaria en San Luis, Argentina. Para ello, se lleva a cabo una aproximación prosopográfica de los actores que realizan actividades en el marco del Programa Nacional de Microcrédito para la Economía Social (Ley 26.117). El abordaje prosopográfico se desarrolla en tres ejes de lectura posibles y simultáneos: los aspectos morfológicos del colectivo, las representaciones arquetípicas y los estereotipos que se proyectan. El artículo sistematiza el trabajo de campo efectuado de 2012 a 2019.

Palabras clave: historias de vida, representaciones, economía social y solidaria, emprendedores, prosopografía.

Abstract: This work aims to explore the constitution of the group of entrepreneurs of the Social and Solidarity Economy in San Luis, Argentina. For this, a prosopographical approach is made to the actors who carry out activities within the framework of the National Microcredit Program for the ESS (Law 26,117). The prosopographical approach will be developed in three possible and simultaneous reading axes; the morphological aspects of the collective, the archetypical and the stereotypes representations that are projected. The article systematizes the fieldwork carried out from 2012 to 2019.

Keywords: life stories, representations, social and solidarity economy, prosopography, entrepreneurs.

Carátula del artículo

Ciencias Sociales

Elencos de la economía social. Aproximación prosopográfica a los emprendedores de San Luis, Argentina

Casts of the social economy. Prosopographical approach to the entrepreneurs of San Luis, Argentina

Ana Laura Hidalgo
Universidad Nacional de San Luis, Argentina
CIENCIA ergo-sum, Revista Científica Multidisciplinaria de Prospectiva, vol. 30, núm. 3, 2023
Universidad Autónoma del Estado de México

Recepción: 03 Mayo 2022

Aprobación: 04 Agosto 2022

Introducción

En los últimos años la llamada economía social y solidaria (ESS) ha sido promovida por distintos organismos internacionales, regionales y nacionales con diversos niveles de incidencia en los territorios. Por mencionar algunos, se encuentran las convocatorias propuestas por el CONICET (Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) a partir de 2011, becas orientadas a promover la investigación de temas estratégicos para el desarrollo nacional, entre los que se encuentra la economía social (ES). En esta línea destacan también los proyectos adjudicados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, quien también definió a la ES como un tema estratégico en el Plan Argentina Innovadora 2020.[1]Estas acciones del Estado pueden enmarcarse en las declaraciones de las Naciones Unidas acerca de la promoción de la ES para el alcance de los ODS (Objetivos del Desarrollo Sostenible), entre otras.

A estos impulsos subyace un paradigma de desarrollo dominante concebido como un proyecto político con sentido único (Madoery, 2012; Hidalgo, 2017). Estas intervenciones del Estado en lo público basadas en estos paradigmas, se constituyen en expresión de otros (¿nuevos?) modos de concebir las relaciones sociales que se establecen en los territorios, y que adquieren materialidad en las múltiples prácticas discursivas que despliegan los elencos de la ESS (Hidalgo, 2016). Estas prácticas expresan alcances materiales y simbólicos en los haceres que se proyectan en los territorios de implementación de la política pública.

En consideración con lo anterior, este artículo tiene como propósito indagar en la conformación del grupo de emprendedores de la ESS en San Luis, a efectos de repensar: ¿quién/es es/son el/los sujeto/s de la ESS promovido/s? ¿Cuáles son sus rasgos comunes que permiten identificarlos como un colectivo? ¿Qué hitos conflictuantes se pueden reconocer en sus trayectorias? ¿Qué modelos arquetípicos proyectan los otros actores sobre estos? ¿Qué lugares del sentido común sobre sus haceres son estereotipados?

Para dar respuesta a estos interrogantes y con el objetivo de generar otros, este artículo trabajará con una aproximación prosopográfica al grupo de emprendedores de la ESS que desarrollan sus actividades en el Programa Nacional de Microcrédito para la Economía Social (Ley 26.117). El proceso de recolección de datos aconteció entre 2013 y 2019 en la ciudad de San Luis.

El trabajo se organiza en cuatro momentos. En primer orden, se explicitan las decisiones metodológicas asumidas para desarrollar este argumento. En segundo lugar, se presentan los alcances del método en trabajos destacados. En tercero, se articula lo expuesto con la evidencia empírica recogida en el trabajo de campo. Para finalizar, se presentan las consideraciones finales de este recorrido y los interrogantes emergentes del estudio.

1. Presentación de la temática

Este artículo forma parte de una problematización de mayor alcance que fue desarrollada en la tesis doctoral Expresiones de las Desigualdades Sociales Situadas (DSS) en las concepciones de comunicación y desarrollo. Un estudio multiescalar de las prácticas de la Economía Social (ES) en San Luis (2012-2017) (Hidalgo, 2019). Como se desprende de los propósitos planteados, se trata de una investigación que responde a un diseño cualitativo de abordaje de la cuestión social. De acuerdo con Vasilachis de Gialdino, la investigación cualitativa puede asumir diferentes enfoques, tradiciones, perspectivas, por lo cual

esa presencia simultánea de distintas orientaciones que difieren en cuanto a su desarrollo, presupuestos y métodos, en cuanto a sus concepciones acerca de la realidad social y respecto de aquello que constituye una evidencia cuando se trata de conocerla, determina la imposibilidad de sostener que la validez de la investigación cualitativa está ligada exclusivamente a una determinada forma de hacer investigación, que responda a las prescripciones de una entre esas variadas perspectivas y tradiciones. (Vasilachis de Gialdino, 2007: 25).

De este modo, el hacer del investigador cualitativo requiere una profunda comprensión de los fenómenos sociales, de los entramados, lo significados culturales y de las formas de interacción social de los actores.

Por tanto, la investigación cualitativa se constituye en una forma de pensar antes que en una colección de estrategias técnicas; una cosmovisión unida a una perspectiva de interpretar la realidad que debe analizarse de modo vinculante con las redes de sociabilidad de las cuales forman parte. De este modo,

las narrativas, como género de acción y de representación verbal en la vida cotidiana, deben ser consideradas como instancias de la acción social, como actos de habla o sucesos con propiedades comunes, estructuras recurrentes, convenciones culturales y géneros reconocibles. Las historias personales son, entonces, formas de acción social con sentido, construidas en circunstancias concretas cuya realización tiene lugar en determinados contextos y organizaciones y que ocupan un lugar relevante entre las diversas formas en las que se lleva a cabo la vida cotidiana (Vasilachis de Gialdino, 2007: 31)

De tal modo, en este artículo la propuesta consiste en comprender las trayectorias y los itinerarios de los emprendedores de la ESS de San Luis en relación con su contexto particular en el cual participan; esto conlleva a considerar la incidencia que éste pudiera tener sobre la vida de estos actores, la necesidad de comprender los procesos por los cuales los sucesos y acciones tienen lugar, pero, al mismo tiempo, retoma actos de hablas concretos que circulan socioterritorialmente y que proyectan modelos del plano de lo ideal que pugnan por el sentido en esos espacios. Así, el propósito de fondo de esta indagación parcial es explorar las relaciones sociales en un momento como el actual tomando en cuenta la diversificación y pluralidad de mundos de la vida que se desarrollan en un espacio social determinado y los modelos ideales o ingenuos que compiten con la morfología de un colectivo particular.

Por ello, la consideración del reconocimiento del espacio situado donde se desarrolla el proceso social, las acciones, las interacciones y experiencias de los sujetos a efectos de construir una mirada situada adquiere un papel relevante. Si bien este artículo se complementa con el análisis que pretende generar teoría y pondera la identificación de tipologías diversificadas en los emprendedores de la ESS de San Luis (Hidalgo, 2019), a su vez pretende recuperar ciertas homogeneidades entre ellos. De esta manera, se intenta privilegiar “lo profundo sobre lo superficial, lo intenso sobre lo extenso, lo particular sobre las generalidades, la captación del significado y del sentido interno, subjetivo, antes que la observación exterior de presuntas regularidades objetivas” (Vasilachis de Gialdino, 2007: 49).

En conformidad con esto, se señala que el poder no puede explicarse a partir de los atributos que poseen los actores territoriales, sino que es una dimensión relacional entre dos o más partes intervinientes (Massey, 2007). Por este motivo, se procura destacar la centralidad de los actores, sus interacciones y los vínculos establecidos entre ellos. Los abordajes prosopográficos permiten sistematizarse en biografías colectivas; no es sólo cómo los emprendedores se insertan en el sistema, sino que implica el reconocimiento de los lazos de interdependencia recíproca que se establecen, un mapa de interacciones que se reactualiza de manera permanente y que engendra sentidos particulares respecto a lo que es “ser emprendedor de la ESS en San Luis”.

2. ¿Que es la prosopografía?

La palabra prosopografía se utiliza como sinónimo de biografía colectiva e implica “el estudio del fondo común y características de un grupo de actores en la historia por medio de un estudio colectivo de sus vidas” (Rizo Patrón Boylan, 1996: 362). Este término fue empleado por el historiador inglés Lawrence Stone,[2] quien estudió fundamentalmente temas vinculados con la elite, la familia, el matrimonio y otros en la Inglaterra del siglo XVI.

Stone definía la prosopografía como un tipo de investigación practicada desde comienzos del siglo XX a través de la cual se recaban las características comunes que hacen al background de un grupo de individuos con el objetivo de hacer un estudio de sus vidas en tanto colectivo (Ferrari, 2010: 529).

Para llevar a cabo este tipo de estudio, Stone recomendaba que los grupos sean pequeños y sean identificables con facilidad (Rizo Patrón Boylan, 1996). La prosopografía parte del reconocimiento de un universo por indagar sobre el cual se originen preguntas de investigación. La información obtenida de los distintos sujetos de la muestra debe ser yuxtapuesta a efectos de reconocer elementos significativos y correlaciones.

Respecto a lo anterior, los alcances del trabajo con el método implican una aproximación microanalítica a un corpus de individuos que forman parte de un actor colectivo. De acuerdo con los propósitos, a cada individuo se le aplicó un cuestionario común que indaga en las características y atributos.

En este artículo importa también recuperar particularidades de sus trayectorias que ayuden identificar su multiposicionalidad (Boltanski, 1973). El procesamiento de esta información contribuye a distinguir los perfiles emergentes del colectivo, reconocer las relaciones entre los individuos de la misma tipología u otra, lo cual ayudaría describir rasgos comunes e hitos conflictuantes del actor colectivo como una configuración social histórica y situada que desempeña sus haceres simbólicos y materiales en un tiempo determinado.

3. Estado de la cuestión

Ferrari (2010) destaca que la prosopografía es tributaria de diversas disciplinas, tales como la historia, la sociología, la ciencia política y la antropología. En este sentido, menciona el desarrollo de la microhistoria propiciado por este método, el cual facilitó un procesamiento de datos en una escala reducida de análisis y el reconocimiento de diversas dimensiones de las relaciones sociales. De tal modo, Stone atribuía a la prosopografía la capacidad de develar el sentido de la acción política, así como también la de ser una ayuda para expresar el cambio ideológico o cultural, identificar la realidad social, describir y analizar con precisión la estructura de la sociedad y el grado y la naturaleza de la movilidad social (Ferrari, 2010).

Este enfoque se diferencia de los alcances propuestos por Christophe Charle, quien centra sus abordajes en las elites políticas; su trabajo da cuenta de un desplazamiento de los grupos –privilegiados por Stone– hacia los actores quienes constituyen el centro de sus trabajos. Charle (1994) reconstruye biografías individuales para luego abordar las colectivas y, de esta manera, describir las lógicas de las estructuras sociales y las formas en las que estas varían con el tiempo; “los condicionamientos que traducen las trayectorias, los lugares de formación, los lazos intelectuales o sociales indican cuáles son los márgenes de juego del sistema” (Charle, 1994:12).

Si bien para ambos enfoques prosopográficos el tiempo es una variable que se debe considerar, existen diferenciaciones entre sus concepciones. Stone planteaba que debía indagarse el background de los actores para explicar la intencionalidad de la acción política. Charle por su parte, recuperaba tres elementos simultáneos: la centralidad del actor, las relaciones entre los individuosy cómo éstos configuraban el sistema.

De acuerdo con Ferrrari (2010), los estudios de biografías colectivas en Argentina han sido protagonizados por sociólogos y, en un segundo momento, por historiadores. En ocasiones, las aproximaciones a la técnica han sido espontáneas con motivo de describir las características sociales de un colectivo social. De modo más riguroso, Ferrari menciona otros estudios recientes que utilizan algunos criterios prosopográficos en grupos sociales de elite, tales como los trabajos de Losada (2008), los de Aelo (2004; 2002), quien estudia la composición de las legislaturas, Valentina Ayrolo (2007) y su estudio de trayectorias de los miembros del cabildo catedralicio en relación con las afiliaciones políticas. Por su parte, Pilar González Bernaldo (2001) abordó las mutaciones de la sociabilidad entre 1829 y 1862.

Los trabajos de Ferrari (2008) han utilizado el método prosopográfico para estudiar el proceso de profesionalización de la política a comienzos del siglo XX. Acerca de esto, precisa que es necesario determinar quiénes serán los sujetos incluidos en el análisis; “la pertenencia a asociaciones, a una institución o el desempeño de una función suelen ser algunos de los criterios de construcción del colectivo a seguir” (Ferrari, 2010: 541).

El modo de hacer prosopografía varía respecto a su relación con el tiempo. Una variante es la de abordar un colectivo en un determinado momento; esto implica privilegiar un análisis transversal. Otra alternativa es decidirse por un estudio que reconozca su evolución a lo largo de un periodo particular; este tipo se conoce como longitudinal y puede incluir a la anterior si se opta por hacer cortes en momentos significativos y se realizan estudios comparativos, tal como fotografías. En el caso de este este artículo se ha elegido un estudio con la primera variante descripta a efectos de conseguir una descripción densa que contenga más variables del corpus seleccionado. Estos alcances serán problematizados por las representaciones de los arquetipos y estereotipos que circulan acerca de los aspectos morfológicos del colectivo con el cual se trabaja.

De este modo, el grupo de emprendedores es caracterizado por varias categorías; no basta con considerar su nivel de estudios, ocupación previa o edad. Estos elementos, sumados a otros microsociales y simbólicos, caracterizan las particularidades de este elenco y lo posicionan en un mapa de poder particular respecto a otros.

4. Desarrollo empírico

En los acápites anteriores se describió el método utilizado para confeccionar este artículo. La muestra está constituida por los emprendedores de la ESS de la ciudad de San Luis, que realizan sus actividades en el Programa Nacional de Microcrédito (Ley 26.117); han sido encuestados 112 y 52 entrevistados. Se incluyen en esos números emprendedores, promotores, referentes de las organizaciones administradoras (OA) y organizaciones ejecutoras (OE), agentes del Centro de Referencia (CDR) del Ministerio de Desarrollo Social (MDS) de la Nación en San Luis y del municipio de la ciudad de San Luis.

En la tabla 1 se observa la población determinada, donde, de un total de 52 entrevistas, el 61.54% correspondió a los destinatarios de los fondos de la ES que dependen de las OA que tienen sus domicilios en la ciudad de San Luis. La diferencia manifiesta se debe a que el grupo de los destinatarios de los fondos es mayor que los otros identificados.

Tabla 1
Clasificación nominal de los actores entrevistados

Fuente: elaboración propia.Nota: ES = economía social, OE = organizaciones ejecutoras , MDS = Ministerio de Desarrollo Social.

El programa de financiamiento analizado se implementa en todo el territorio nacional por medio del MDS de la Nación; en su metodología promueve el involucramiento de organizaciones sociales en la descentralización de la implementación de la política. Las organizaciones reciben los fondos directamente del MDS y se encargan de otorgarlas a los emprendedores organizados en grupos solidarios de cinco personas, los cuales se constituyen en garantes solidarios de sus compañeros, aunque desempeñen actividades individuales. Cada grupo es acompañado por un promotor quien percibe una beca por sus tareas. El Programa también prevé un Consejo Nacional integrado por miembros de todos los ministerios nacionales y representantes de las provincias que adhieren a la Ley 26.117 (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, 2021a); en la actualidad, San Luis es el único distrito del país que no manifestó su adhesión (Hidalgo, 2014, 2016, 2019).

La muestra que constituye este trabajo responde a un criterio no aleatorio; en consecuencia, los resultados que se presentan a continuación expresan tendencias antes que conclusiones definitivas acerca las características biográficas de los actores.

La información del caso de estudio se encuentra dispersa en diversas fuentes primarias y secundarias: fuentes normativas, legajos de las organizaciones sociales, notas periodísticas, biografías individuales, memorias colectivas, actas de asambleas, historias locales de los actores barriales, entre otras. Por tanto, se confeccionó un instrumento que ayudó a sistematizar las fuentes consultadas y organizar los datos en un programa informático.

El formulario elaborado contempla el registro de cada emprendedor de la ESS en relación con diferentes ejes considerados relevantes: datos personales, edades, sexo, constitución de grupo familiar, nivel educativo alcanzado, lugar de procedencia, tipo de emprendimiento, antigüedad en el Programa, desempeño en las organizaciones, trayectoria laboral, trayectoria en otros programas municipales, provinciales o nacionales, lugar de trabajo, descripción de formalidad o informalidad de las tareas ejecutadas, horas de trabajo dedicadas al emprendimiento, otros satisfactores reconocidos, caracterización de la relación familia/comunidad, necesidades reconocidas y opiniones destacadas. Por otra parte, también se deja un registro particular a las “observaciones”, en el cual se apuntan las preguntas planteadas en el proceso de recolección de datos que fueron volcadas en el cuaderno de campo.

Esta sistematización fue un instrumento complejo que ayudó a condensar un abanico de información dispersa en diversas fuentes, lo cual facilitó leer las condiciones prosopográficas de los emprendedores de la ESS en San Luis. De manera simultánea, se esperó que la cantidad de fuentes consultadas proporcionaran datos acerca de otros espacios a partir de los cuales se recrean las prácticas cotidianas de los individuos; en palabras de Boltanski (1973), es comprender las multiposiciones ocupadas por los sujetos emprendedores en San Luis.

Los datos obtenidos se organizaron en tres apartados: la morfología de los emprendedores de la ESS, las representaciones entorno a su arquetipo básico y las representaciones en clave de estereotipos que circulan en las redes de sociabilidad establecidas entre los emprendedores y otros actores. Cabe resaltar una vez más que no hay una única voz en las versiones presentadas; por el contrario, se constituyen en palabras habitadas por polifonías diversas (Bajtin, 1974); por ende, no quedan ajenas a las contradicciones y variabilidades dentro del mismo colectivo. En este sentido, este artículo intenta expresar tendencias en relación con las categorías presentadas sin pretensiones de generalización de los alcances argumentales de este trabajo de aproximación.

4. 1. Morfología de los emprendedores de la economía social y solidaria: diversidad y desplazamientos en sus trayectorias de vida

Los datos morfológicos de este apartado han sido sistematizados con un software informático que permitió organizar el instrumento aplicado a los emprendedores, las entrevistas y las fuentes de datos secundarias. Por ello, en algunas categorías se expresan los datos en referencia a los porcentajes obtenidos a efectos de identificar las frecuencias de las respuestas obtenidas; en otras categorías se ha optado por reconocer la generalidad en las biografías.

Los emprendedores de la ESS constituyen un universo de sujetos de entre 18 a 69 años de edad. Sin embargo, el mayor número se concentra en las edades de 32 a 58 años. Esta franja etaria de sujetos de mediana edad resulta amplia y se destaca por sobre las franjas de los extremos.

Las mujeres en su mayoría desempeñan los emprendimientos, quienes representan el 78.6% de los casos; esto podría advertir que la modalidad del Programa se acerca más a las necesidades de trabajo de estos grupos, lo que favorece la articulación con las labores cotidianas de reproducción de la vida cotidiana y las tareas de cuidado (Hidalgo, 2017).

La mayoría de los emprendedores de la ESS manifestó que no nació en la provincia de San Luis. En sus historias de vida se reconocen diversas provincias de procedencia, tales como Mendoza, San Juan, Buenos Aires, La Pampa, La Rioja, entre otras. En las entrevistas las motivaciones para desplazarse a San Luis están dadas por las oportunidades de trabajo relativas a la promoción industrial en la provincia que tuvo su inicio en 1983 por la Ley 22.021 (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, 2021b),[3] las políticas de vivienda provincial y el entorno natural que rodea a la ciudad.

Los emprendedores de la ESS integran familias numerosas; la mayor frecuencia se registró en las de cuatro a seis integrantes, incluso hasta ocho miembros. En todos los casos, estos grupos comparten la convivencia en el hogar.

En cuanto al nivel educativo alcanzado, la mayor frecuencia se ubica en el nivel secundario incompleto (35.7%), seguido por primario completo (25.9%) y secundario completo (18.8%).

Si bien el Programa contempla el acceso a los microcréditos principalmente de los emprendedores de la ES en los cuales se priorice el trabajo familiar o asociativo, el 72.3% de los emprendimientos es de carácter individual y sólo el 6.3% es de tipo asociativo. Esta característica morfológica será recuperada en particular en los análisis arquetípicos y de estereotipo construidos en torno a la noción de emprendedor de la economía social.

En cuanto a la antigüedad, se reconoce que hacia 2014, el grupo de emprendedores que por primera vez accedía al Programa era mayor; en ese año, este colectivo representaba el 56.3%. En las operatorias posteriores se reconoce una estacionalización o permanencia de los grupos que han accedido al Programa; esto se evidenció en un bajo nivel de refrescamiento de los actores que integran la operatoria. Pero, por otro lado, los referentes de las OA y las OE manifestaron que ha sido una decisión política de las organizaciones no sumar a nuevos emprendedores, sino garantizar el “recrédito” a los que venían desempeñando tareas. Esto tiene que ver con la discrecionalidad que la política proporciona a las OA; sobre este tema no se profundizará (Hidalgo, 2019).

Los emprendedores no destacan en sus historias de vida una participación activa en organizaciones sociales; entre los hitos que reconocen con mayor incidencia en su sociabilidad ponen en primer lugar sus ambientes de trabajo o relaciones laborales durante su etapa como trabajadores en relación de dependencia. En ningún caso se manifestó que hayan pertenecido a las organizaciones sociales que descentralizan la implementación del Programa con anterioridad.

Por otra parte, destaca que para muchas de las mujeres que desempeñan emprendimientos en el marco de la ESS se trata de su primer trabajo remunerado. En este sentido, las redes de sociabilidad que favorecen crear esta actividad son genuinamente novedosas en relación con su periodo previo. En sus hojas de vida identifican con un lugar central su inserción en esta actividad no sólo por los ingresos económicos que implicaría esto, sino por la posibilidad de construir redes colaborativas y solidarias.

El emprendimiento no es la única actividad que representa ingresos en las familias; el 64.2% declaró percibir otros fondos para el sostenimiento de las familias. Esto implica que la actividad no les posibilita afrontar los requerimientos de las familias; por este motivo, los emprendedores no se dedican en exclusivo al emprendimiento. Un grupo manifestó que posee otros trabajos en relación de dependencia de tipo informales (31.1%), lo que evidencia un porcentaje significativo de sobreocupación. En promedio, el emprendimiento aporta aproximadamente el 50% de los gastos familiares.

En relación con lo anterior, los emprendedores dedican en general unas quince horas a la actividad del emprendimiento por semana; de este modo, las horas productivas no son dedicadas sólo al desempeño de esta actividad, lo que advertiría cierta recursividad en este punto: los ingresos provenientes de sus emprendimientos no alcanzan para cubrir los gastos familiares, o bien estos no bastan porque no se dedican tantas horas a su desempeño. De todos modos, esto también señala la sobreocupación por parte de los actores.

Sólo el 20% manifestó que el emprendimiento cubre los requerimientos de las familias; este dato es significativo si consideramos que el Programa se propone fomentar actividades de la ES como alternativa real de subsistencia de las familias.

El 10.7% de los emprendedores forma parte de otro programa provincial o municipal. Un grupo manifestó pertenecer al Plan de Inclusión Social, un programa que depende de la provincia de San Luis creado en 2003 y con vigencia en la actualidad;[4] otros perciben pensiones no contributivas y pasantías en cooperativas municipales.

El 62.5% conoce la existencia de otros programas nacionales y el 50% no ha logrado acceder a ellos; entre los principales motivos, el 23% refiere a una falta de conocimiento sobre ellos y otros señalaron que no accedieron por falta de cupo.

Los emprendedores reconocen otros satisfactores asociados al desarrollo del emprendimiento más que los ingresos devenidos de éste, lo cual podría constatar que los sujetos identifican otros beneficios desprendidos de la actividad que superen lo monetario; sobre esto, se mencionan algunas consideraciones respecto a la redes establecidas por parte de las mujeres que acceden al primer empleo a su mediana edad desarrollando actividades en la economía social y solidaria.

Referente a la vinculación con la comunidad, los emprendedores reconocen dificultades, puesto que sienten una situación de marginalidad por desempeñar actividades no reconocidas en la provincia de San Luis. Esta omisión por parte del Estado es recurrente entre sus respuestas e indica estrategias alternativas de producción, circulación, venta y promoción que no serán desarrolladas en este artículo. Sin embargo, se señala que sus tareas relativas a la venta de los productos los ubican en condición de itinerancia en gran medida, pues asisten a ferias y a la estacionalidad. Las tareas de producción, por su parte, son relativamente más fijas y se desarrollan en sus viviendas, lo cual representa el 77.7% de las personas relevadas.

En relación con las necesidades reconocidas, los emprendedores identifican que las mayores carencias están ligadas a las maquinarias, utensillos o herramientas y, en menor medida, la capacitación particular para desempeñar sus tareas como saberes específicos relativos a sus emprendimientos.

En cuanto a la formalidad de la actividad desempeñada, el 75.9% de los encuestados no posee habilitación para sus tareas en el emprendimiento. Un grupo realiza registros personales de los gastos hechos, pero de modo informal en cuadernos o tablas propias (40.2%). Entre las necesidades reconocidas, se encuentra la falta de capacitación para obtener mejores registros que hagan posible tener un seguimiento del desempeño del emprendimiento.

Sólo el 7.1% está inscripto en el MSCC (Monotributo Social Costo Cero), por lo cual las actividades que desempeñan los trabajadores de la ESS son elevadamente informales en San Luis. Entre los motivos, el que más destaca es el de deber el crédito a las OA y que, por tanto, se encuentran en periodo de evaluación de esas experiencias. Otros números significativos muestran que el 8.9% posee alguna obra social; el 8% aporta ingresos brutos; el 4.5% tiene las liquidaciones impositivas al día; en un porcentaje menor, 0.9% diferencia entre impuestos y requisitos municipales.

En cuanto a las opiniones destacadas de su experiencia en el Programa, sólo el 8% informa que es de mucha ayuda para las familias y el mismo porcentaje solicita mejorar la producción. El 5.4% requiere maquinarias, insumos y herramientas y 4.5% manifiesta la necesidad de acceder a mayor información acerca de otros planes y capacitaciones. El 2.7% pide que se agilicen trámites referidos al MSCC y otros impuestos. El 1.8% demanda conocer la producción de otros emprendedores de la ESS. En menor medida, los emprendedores expresaron que han recibido un apoyo importante de los promotores y también la necesidad de participar en el dictado de talleres acerca de sus oficios o actividades comerciales y que sus opiniones sean consideradas al respecto. Por último, un porcentaje menor indicó que la capacitación recibida por el Centro de Referencia resultó de interés.

Entre las demandas solicitadas destaca una mayor cantidad de capacitaciones, la necesidad de conocer la producción de sus pares y también la posibilidad de asociación entre ellos como un mecanismo para fortalecerse en el mercado y para ofrecer sus productos.

4. 2. Aproximación a las representaciones de los actores de lae economía social. Hacia un reconocimiento de su arquetipo

En este acápite se indaga sobre los patrones de los cuales derivan otros elementos que permiten reconocer las nociones simbólicas a partir de las cuales se gestan algunas de las consideraciones arquetípicas acerca del ser emprendedor de la economía social y solidaria.

Como emergente del trabajo de campo se reconoce que circulan modelos arquetípicos que moldean conductas y modos de pensar sobre los emprendedores por parte de los otros actores que intervienen en el Programa Nacional de Microcrédito para la ESS, que son los promotores, los referentes de las OE, los referentes de las OA, los agentes técnicos del CDR del MDS de la Nación en San Luis y del municipio, y la articuladora del CDR, quien ejerce el rol directivo. Estas ideas arquetípicas construyen modos de pensar acerca de los haceres simbólicos y materiales de los emprendedores en la medida en que moldean concepciones acerca de los mismos como sujetos trabajadores por búsqueda de semejanzas o imitación. Las nociones acerca de lo que llamamos arquetipos, expuestos a continuación, han sido extraídas de las prácticas discursivas y entrevistas desarrolladas con los otros actores relevantes del Programa. Por criterios de extensión no se incluirán fragmentos de sus discursos o citas directas de sus palabras.

Las ideas arquetípicas constituyen pensamientos compartidos de modo colectivo que resultan incuestionables, los cuales emergen como expresiones de pensamientos individuales a partir de los cuales se corresponden acciones puntuales que ordenan y clasifican de algún modo a los emprendedores. Estos tipos ideales derivan en intervenciones concretas y en prácticas discursivas materializadas en diversas instancias.

¿Qué alcances tienen estas disonancias entre lo real y lo ideal? ¿Está pensada la política para generar interfaces entre estas diferentes identidades emprendedoras? ¿Cómo influyen en los elencos de la ESS los modelos arquetípicos que son impulsados por parte de otros actores de la política pública?

De este modo, las bases del Programa destacan como destinatario arquetípico del mismo a los grupos asociativos o familiares; sin embargo, en la evidencia morfológica anterior se recalcó que son minoritarios respecto a los microcréditos de tipo individual. Con esto, se reconoce cierta identidad en los sujetos que reflectan en ellos una transpersonalización: la distancia entre las biografías colectivas arquetípicas y las biografías colectivas reales construyen un umbral de posibilidad que condiciona las bases materiales y simbólicas de los emprendedores de la ESS. Las nociones arquetípicas atraviesan las narraciones y las redes de sociabilidad esperadas. En cierto modo, éstas se refractan con intenciones de cierta equivalencia pero que devienen en una permutabilidad de quienes efectivamente acceden al Programa; así, los emprendedores, por ejemplo, desempeñan sobre todo funciones de carácter individual que tensionan las condiciones de sostenibilidad de las actividades productivas.

La mayor parte de los emprendedores de la ESS está conformada por mujeres; las tareas de producción se desarrollan en las viviendas donde ellas se encargan de las tareas de cuidado; las horas de trabajo desempeñadas se articulan con otras tareas del hogar; sin embargo, no se les reconoce como sujeto privilegiado de esta política en los modelos arquetípicos. Esto implica considerar que la política podría estar atravesada por una mirada en clave de género en función de los hallazgos enunciados que a la fecha no se reconoce.

La retribución económica es planteada por los otros actores del Programa como suficiente para los requerimientos de las familias; sin embargo, la sobreocupación, mencionada en el apartado morfológico, y la presencia de otros instrumentos de política social en los territorios dan cuenta de que los ingresos no son suficientes para los emprendedores. Asimismo, los objetivos de la Ley 26.117 que indican la necesidad de la promoción de la ES como alternativa para el sostenimiento de las familias se presenta como frágil en una red de interacciones que visualiza vínculos débiles (Granovetter, 1973).

El desarrollo del emprendimiento de ES se inserta en una serie de programas y decisiones de política pública que debieran acompañar su crecimiento en el marco de la formalidad de las tareas que realizan los emprendedores. De acuerdo con los actores consultados en las OA, OE y CDR, se encuentran los resortes para acompañar este proceso; sin embargo, aquí se revela otra idea arquetípica que se aleja de las prácticas morfológicas descriptas en el apartado anterior.

Por otra parte, la sociabilidad en el espacio barrial donde se encuentran las OA y las OE que descentralizan la implementación del Programa también se constituye en otro elemento que permite pensar en la presencia de arquetípicos reflejados en las biografías colectivas. Como se apuntó en el apartado morfológico, los emprendedores de la ESS no referencian redes de sociabilidad comunes previas a su participación en el Programa; por el contrario, su inclusión han sido indicada como gestora de espacios sociales de nuevos entramados de actores, relaciones, experiencias, expectativas que configuran su vida cotidiana.

En estos territorios habitados por relaciones de poder social, en palabras de Massey (2007), se establecen vinculaciones de reciprocidad y de disputa, de identificación como de diferenciación o competencia en términos de mercado. Estos espacios de implementación de la política son, asimismo, dinámicos y atravesados por permanentes cambios. En este punto se evidencia un emergente de disonancia con los modelos arquetípicos de la ESS, la cual es calificada como “solidaria” en su nominalidad.

De este modo, el arquetipo de emprendedor en el marco de este Programa al tiempo que tiende a la unidad de los colectivos intervinientes, se caracteriza por su fragmentación y complejidad, por la presencia de prácticas diferentes y no necesariamente contradictorias. Estas dinámicas se gestan en consecuencia atravesadas por las relaciones políticas y las ideologías encontradas que llevan adelante los instrumentos de política pública nacionales, provinciales y municipales.

4. 3. Aproximación a las representaciones. Hacia un reconocimiento de los estereotipos de la economía social

La noción de estereotipo se asocia a predicciones acerca de grupos relativamente homogéneos respecto a alguna de sus cualidades; en este sentido, son pensamientos que imprimen una ilustración caricaturesca sobre un colectivo que se caracteriza por conservar una imagen estructurada de sus cualidades.

Las ideas estereotipadas son aceptadas por la mayoría como representativas de un grupo y se asocia a una conceptualización estática de sus condiciones. Por tanto, se trata de un conjunto de creencias fijas que un grupo tiene a cerca de otro. De este modo, un estereotipo reúne en su interior un conjunto de características que asocia rasgos sociales, culturales, raciales, religiosos en un mismo envase significante. Este tipo de ideas circulan en el sentido común y son recreadas y reproducidas haciendo posible una simplificación que se desarrolla sobre los grupos.

Estos pensamientos materializados en prácticas discursivas se constituyen en predicciones, en el caso de los emprendedores; con frecuencia, se han reconocido en los fragmentos discursivos de los actores anticipaciones de sentido relativas a la permanencia en el Programa, a las condiciones de precariedad en las cuales desarrollan sus tareas de producción o a la comercialización o servicios relativas al emprendimiento, etc. Estas nociones son predictivas respecto a estos colectivos, por lo que anticipan su condición de informalidad e itinerancia de las tareas.

Por otro lado, también se han reconocido estereotipos en los propios emprendedores que conforman el colectivo: la necesidad de manifestar su necesidad para pertenecer al grupo de emprendedores, las estrategias de estetización de la pobreza y las prácticas relativas a la demostración del empobrecimiento estructural a condición de entrar en el grupo. De este modo, los estereotipos internos o externos limitan las posibilidades de despliegue de las condiciones bajo las cuales éstas podrían desplegarse socioterritorialmente; esto caricaturiza las prácticas sociales de los emprendedores y limita a un patrón de comportamiento particular descontextualizando sus alcances.

Además, cabe subrayar que los estereotipos sobre los emprendedores de la ESS no siempre son peyorativos; en ocasiones se ha reconocido un enfoque positivo en las prácticas discursivas de los actores. Así, visiones más ingenuas observan en los emprendedores un espíritu de camaradería y solidaridad en sus redes de sociabilidad que no es tal, lo cual ya se ha mencionado. Como se expuso en el acápite sobre los arquetipos, las redes de interacción entre los emprendedores revelan relaciones de competencia y contradicción profundas que no son resueltas de modo mágico. Por el contrario, revelan, antes que la construcción de estructuras sociales, la simultaneidad de redes en las dimensiones biográficas en la multiposicionalidad (Boltanski y Chiapello, 2002) y en distintos tipos de entramados

Prospectiva

Los estudios propsopográficos en los procesos sociales, desde una perspectiva situada en las particularidades del espacio social de trabajo, posibilitan encontrar regularidades en las historias de vida de los sujetos que contribuyan a generar nudos de sentido problemáticos, los cuales están presentes en los haceres simbólicos y materiales de todos los actores de las políticas públicas y condicionan en última instancia los objetivos que procuran garantizar derechos. Así pues, este artículo permite trazar las importantes contribuciones que este tipo de abordajes a recorridos teórico-conceptuales de las biografías individuales y posibilita explorar cómo se vivencian las actividades de la economía social por parte de los actores que le dan vida a a las configuraciones sociales situadas.

Consideraciones finales

La propuesta de este artículo consiste en el recorrido de una aproximación prosopográfica de los elencos de la ESS en San Luis y así sistematizar la evidencia empírica recogida en el trabajo de campo en tres momentos. Primero, se indagó en los aspectos morfológicos del colectivo; después, se pusieron a consideración ciertos arquetipos que circulan entre los grupos intervinientes en la implementación de la política y, por último, se discutieron con algunas de las nociones estereotipadas que circulan en el sentido común respecto a los emprendedores de la ESS y en relación con ellos mismos.

Este abordaje se llevó a cabo tomando en cuenta que las investigaciones cualitativas se centran en la práctica real “observando cómo las interacciones son realizadas rutinariamente. Sin embargo, el análisis de cómo las personas ‘ven’ las cosas no puede ignorar la importancia de cómo ‘hacen’ las cosas” (Vasilachis de Gialdino, 2007: 26). De acuerdo con estas consideraciones, el argumento se centra no sólo en las trayectorias de las biografías colectivas que se reúnen en este Programa, sino también en sus prácticas discursivas en torno a las redes de sociabilidad que se evidencian por parte de otros actores con los cuales se establecen entramados sociales sobresalientes. De este modo, la descripción densa a partir de los haceres simbólicos y materiales del elenco estudiados que permiten desprenderse en otras con el objetivo de profundizar en su explicación como actor colectivo en los espacios microsociológicos de interacción (Polanyi, 1992).

El elenco de la ESS se configura desde el enfoque social como una entidad histórica y situada tejida en relaciones de poder social cambiantes y de fronteras difusas. Esta opacidad que la caracteriza debe ser situada histórica y espacialmente, nunca armónica ni homogénea, sino que habitada por diversos actos de habla encontrados.

Por esa razón, este abordaje no pretendió aportar enunciados explicativos de la estructura social con intención de generalizar los rasgos destacados, dado que no conlleva intenciones de representatividad de la muestra. Por el contrario, se pretende expresar tendencias en el colectivo con la aplicación de una técnica que permite aproximarse a la configuración social de un grupo desde un sitio situado. Un sitio de indagación que debe ser enriquecido con las preguntas del investigador en relación con la asequibilidad de las fuentes disponibles para la indagación.

De este modo, esta mirada microanalítica del colectivo acerca a una comprensión de los elencos que no pretende agotar el objeto de estudio; vincula las biografías individuales con los trazados institucionales o delimitados por instrumentos de política pública que delinean otras categorías que explican sus comportamientos y prácticas. Así, y siguiendo a Latour, el sujeto también se construye, no sólo el objeto.

Aunado a lo anterior, eso supone un horizonte de comprensión que ubica en el centro a los actores de modo no verticalista que observa cómo se integran en el Programa los sujetos que le dan vida a estas intervenciones en el territorio y sus interacciones, lo cual admite, al mismo tiempo, considerar las trayectorias reales, sus prácticas y comportamiento en diálogo con las configuraciones sociales.

Este artículo partió del reconocimiento de las trayectorias reales de los emprendedores de la ESS y considerar su esfera relacional a partir de la vinculación con otros espacios de sociabilidad al reconocer la mutiposicionalidad de los actores en diversos espacios. Entonces, la prosopografía da la posibilidad de identificar de qué manera la participación en redes de sociabilidad genera en los individuos solidaridades, prácticas y lógicas de acción que, en ocasiones, difieren de las esperables en el espacio donde se desempeñan y a partir del cual fueron seleccionados (Ferrari, 2010: 548).

Así, los arquetipos explorados permiten reconocer la presencia de racionalidades o relaciones en los juegos de poder social que se establecen en relación con otros actores relevantes y con imaginarios propios en una inserción social particular que los supera, relaciona, vincula, contiene. Así pues, no hay una relación directa unilateral entre el origen de los emprendedores, su pertenencia al grupo de estudio y sus trayectorias, lo cual implica superar la mirada estática de los individuos.

De este modo, el espacio de lo posible para estos grupos considera las posibilidades que los emprendedores tienen de sostenerse, los valores con los que cuentan para permanecer y cómo son apreciados. Pero, por otro lado, es oportuno apuntar que este posible desplazamiento hacia otros colectivos que integran el Programa demanda transformaciones y otras demandas en capacidades para los emprendedores de la economía social y solidaria.

Estas consideraciones intentan aportar a la creación de teoría situada a las relaciones de la ESS en San Luis (Glaser y Strauss, 1967). Sin embargo, esto conduciría a que se replanten y problematicen los alcances de los arquetipos y las predicciones de los estereotipos respecto a los haceres simbólicos y materiales de los emprendedores en el marco del Programa.

Siguiendo a Vasilachis, este aproximamiento a la temática permite repensar al propio sujeto que investiga, repensar sus propios arquetipos y sus propios estereotipos en relación con el caso de estudio, cada vez que “es, entonces, la completa y compleja identidad de quien investiga, al igual que la de los participantes, la que se pone en juego, la que se transforma en el proceso de conocimiento” (Vasilachis de Gialdino, 2007: 36). Finalmente, quisera señalar que este tipo de estudio que procura el reconocimiento de las regularidades en las historias de vida se complementa con uno ulterior acerca de las discontinuidades que favorecen la identificación de itinerarios y trayectos diferenciadores.

Material suplementario
Agradecimientos

Agradezco a los árbitros pares anónimos por el compromiso manifiesto en las devoluciones y las observaciones enviadas a este manuscrito, las cuales mejoraron significativamente este artículo, así como también a los actores sociales que formaron parte de este estudio.

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Notas
Notas
[1] Disponible en http://www.argentinainnovadora2020.mincyt.gob.ar/. Recuperado el 29 de noviembre de 2017. Disponible en https://www.argentina.gob.ar/ciencia/argentina-innovadora-2030/plan-argentina-innovadora-2020. Recuperado el 8 de abril de 2020. La información es retomada de dos sitios de modo complementario.
[2] Entre sus obras se destacan La crisis de la aristocracia, Familia, sexo y matrimonio en Inglaterra de 1500 a 1800, Una elite abierta y El pasado y el presente.
[3] La ley fue promulgada en 1979 y solamente otorgaba estos beneficios a la provincia de La Rioja. Luego, entre 1982 y 1983 se sancionó la extensión y vigencia del régimen de promoción fiscal para Catamarca, San Luis y San Juan (Martínez y Aguirre, 2016; Cerioni, 2000). Hasta 1973 no se registró radicación en la provincia de industrias de modo considerable. Las fuentes de trabajo de la población urbana estaban ligadas en general a actividades comerciales, de administración pública y, en menor medida, servicios. Por tanto, por estos años la urbe transitó por una relativa meseta en términos de cantidad de habitantes. De acuerdo con los datos oficiales propiciados por el INDEC, de 1914 a 1980 su población se incrementó en poco menos de cien mil.
[4] De acuerdo con el gobernador de la provincia, “el Plan de Inclusión es el centro de las políticas sociales en la provincia de San Luis”. http://agenciasanluis.com/notas/2017/06/07/el-plandeinclusion- social-es-el-centro-de-las-politicas-sociales-del-gobierno/
Tabla 1
Clasificación nominal de los actores entrevistados

Fuente: elaboración propia.Nota: ES = economía social, OE = organizaciones ejecutoras , MDS = Ministerio de Desarrollo Social.
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