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Cardona Zuleta, L. M. (2016): La culebra sigue viva: miedo y política.
Javier Duque Daza
Javier Duque Daza
Cardona Zuleta, L. M. (2016): La culebra sigue viva: miedo y política.
Cardona Zuleta, L. M. (2016): The snake is still alive: Fear and politics.
Reflexión Política, vol. 20, núm. 39, 2018
Universidad Autónoma de Bucaramanga
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Reseñas

Cardona Zuleta, L. M. (2016): La culebra sigue viva: miedo y política.

Cardona Zuleta, L. M. (2016): The snake is still alive: Fear and politics.

Javier Duque Daza
Universidad del Valle, México
Reflexión Política, vol. 20, núm. 39, 2018
Universidad Autónoma de Bucaramanga

Recepción: 22 Septiembre 2017

Aprobación: 27 Marzo 2018

Reseña:

Cardona Zuleta, L. M. (2016): La culebra sigue viva: miedo y política.

Libro:

Cardona Zuleta, L. M. (2016). La culebra sigue viva: miedo y política. Medellín: Universidad Nacional de Colombia.

Reseña:

Recibida el 22 de septiembre del 2017 y aceptada el 27 de marzo del 2018

Autor:

Javier Duque Daza. Politólogo, PhD en Ciencia política, profesor de la Universidad del Valle. FLACSO, México.

Reseña: Recibida el 22 de septiembre de 2017 y aprobada el 27 de marzo de 2018.

Correo electrónico: jduqued86@hotmail.co

Son escasos los estudios sobre liderazgo político en Colombia. Esto no deja de sorprender dada la alta personalización que impera tanto en los partidos, como en el gobierno, la gestión pública y, en general, en el sistema político. Pese a esta falencia, en la última década se han publicado diversos artículos y algunos libros sobre Álvaro Uribe Vélez, quien no solo atrae a electores y socios políticos, sino también a académicos de las ciencias sociales.

El libro de Luz Margarita Cardona, profesora de la Universidad Nacional, también se ocupa de este líder político, con un propósito central: analizar su ascenso y el ejercicio del poder durante sus dos periodos presidenciales (2002-2010). El foco de interés de la investigación es la relación entre el miedo y la política, específicamente la forma en que un líder político recurre, con éxito, a la manipulación del temor de la población como elemento central de su campaña a la presidencia y, asimismo, proyecta una imagen de salvador del orden y protector de la sociedad ante los enemigos que pretenden destruirla. El libro consta de cinco capítulos: I. "La elección de Álvaro Uribe Vélez: una nueva representación del conflicto"; II. "La utilización del miedo como una estrategia política"; III. "Las luchas se libran también en el campo de la representación"; IV. "Uribe y la oposición. El juego de la enemistad"; y V. "La reelección presidencial inmediata: el cambio en las reglas de juego". Hay que resaltar que está escrito en un lenguaje claro y sencillo y en su introducción se clarifican el objeto de indagación, las premisas de que parte, los presupuestos analíticos y la forma como se ordenan los argumentos.

El libro -resultado de una tesis de doctorado en Ciencia política de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina, defendida en el 2014- advierte que se ocupa de cuatro cuestiones centrales: (1) ¿Cómo y mediante qué mecanismos se utilizó el miedo a las FARC como instrumento de movilización política y como dispositivo que permitió reorientar la acción del estado y "legitimar" las acciones del Gobierno? (2) ¿Bajo qué formas y en qué medida la lucha por imponer determinadas representaciones sociales en torno al orden y la seguridad contribuyen a la polarización política de una sociedad (dialéctica amigo/enemigo) y sus fuerzas políticas organizadas? (3) ¿Sobre qué bases -discursivas, argumentativas y propagandísticas- se configuró un poder presidencial encumbrado, con dificultades para su control por parte de los otros poderes? Y (4) ¿cómo se impuso una imagen de la oposición política legal como similar o igual a la oposición de los grupos armados ilegales?

Estos interrogantes nos permiten, a su vez, evaluar el propio libro. Es decir, en primer lugar, si plantea y desarrolla las respuestas a las preguntas formuladas; cómo lo hace (esto es, a qué tipos de fuentes recurre y a partir de qué estrategias analíticas las aborda); dado que se trata de una tesis de ciencia política, cómo dialoga y debate con otras tradiciones teóricas distintas a la adoptada y, por último, a qué conclusiones llega el análisis.

En cuanto al punto inicial, el libro es claro en su análisis y está claramente sustentado y hay argumentos suficientes orientados a responder las dos primeras preguntas. Sin embargo, las respuestas a la tercera y cuarta pregunta no son claras, pues se diluyen los argumentos, se entrecruzan temas y se pierde el hilo planteado en la Introducción.

La primera pregunta es el foco del estudio, de acuerdo con el título del libro. Es clara la argumentación y adecuada la recurrencia a los discursos, entrevistas e intervenciones de Uribe, en las que se propone utilizar el recurso al miedo como "palanca movilizadora" de apoyos electorales. No obstante, se deja de lado la mención del respaldo de los gremios económicos y de sectores "bien" de la sociedad. Son pertinentes los fundamentos teóricos (enfocados a las representaciones colectivas sobre el poder y la legitimidad) y razonables los planteamientos. Es claro que Uribe recurrió al miedo como el mensaje central de su campaña, en la coyuntura del 2001-2002, tras el fracaso del proceso de paz de Andrés Pastrana y las FARC. El consecuente complemento fue ofrecer orden, seguridad y recuperación del país que consideraba al borde del abismo, lo que poco después entronizó como una tesis-arenga: Colombia no tiene un conflicto armado, sino que enfrenta una amenaza terrorista.

La segunda cuestión también se trata adecuadamente en el libro. La concepción de sociedad de Álvaro Uribe, que corresponde básicamente a una forma neoconservadora de asumir el orden, la seguridad y la convivencia, incorpora un alto grado de intolerancia propio de "las mentes rectas", que no ceden en sus posturas ante otras diferentes, ni conciben que pueden estar erradas. En tal sentido, como lo señala la autora, en la lógica amigo/enemigo se descalifica al otro y se utiliza el poder para combatir al otro, de forma leal o desleal. Esto sucedió con la oposición de los partidos Liberal y la izquierda del Polo Democrático Independiente (hasta el 2005) y del Polo Democrático Alternativo (desde el 2006). La polarización política alimentada por Uribe llegó a tener una alta intensidad y, en ocasiones, adquirió tintes personales. De esto se ocupa el capítulo IV, donde acierta el análisis al considerar que esta postura y estilo de liderazgo operó como causa y efecto de la alta popularidad del presidente. Lamentablemente, el argumento no se ilustra con cifras de encuestas, única forma disponible de medición del fenómeno.

La tercera pregunta, por su parte, queda sin tratamiento. Se propone indagar sobre las bases -discursivas, argumentativas y propagandísticas- que permiten configurar un "poder presidencial encumbrado", con dificultades para su control por parte de los otros poderes, pero no se da cuenta de ello. Se parte, a mi parecer, de un equívoco: considerar que las bases del "encumbramiento" son discursivas y no estratégicas. Si la pregunta fuera sobre las estrategias, la respuesta se podría encontrar en las acciones indebidas e ilegales adelantadas por el Gobierno, sus subalternos y allegados, en contra de los magistrados de las Altas Cortes, de la oposición y de periodistas (sobre lo cual hay muchas fuentes secundarias que no fueron consultadas). Debería evaluarse, asimismo, la búsqueda de apoyos de parte de actores ilegales (como voceros y emisarios del paramilitarismo), el cambio arbitrario de la Constitución para mantenerse en el poder, la apelación al pueblo buscando su aplauso y aprobación para apabullar a los opositores, arguyendo "legitimidad" popular. En cuanto a las "bases discursivas", habría que recurrir a una indagación sobre la concepción de democracia de Uribe, contrapuesta a las que defendían sus opositores o magistrados de las Altas Cortes, especialmente la Corte

Suprema, atacada de forma sistemática por Uribe y su círculo de allegados, que obraban como caja de resonancia en los medios de comunicación. Lo que se plantea en el punto 4.3. ("la combinación de todas las formas de lucha o la otra cara del poder") aborda parcialmente las estrategias, pero no en "términos discursivos", sino prácticos.

La cuarta pregunta parte de una confusión de planteamiento. ¿Cómo se impuso una imagen de la oposición política legal como similar o igual a la oposición de los grupos armados ilegales? No hay evidencias -por lo menos no en el libro- de que se hubiera impuesto esta imagen (¿a quién?). Hay muchos pronunciamientos de Uribe Vélez y de su círculo de allegados en esta dirección, como se puede leer siguiendo las columnas de opinión de José Obdulio Gaviria, Alfredo Rangel, Plinio Apuleyo Mendoza o Ernesto Yamhure. Sin embargo, más que indagar sobre una supuesta imposición -sin evidencias-, la cuestión se refiere, más bien, a la forma en que se recurrió a ciertos discursos para deslegitimar a la oposición, mostrándola como amiga, cercana o connivente con las guerrillas.

Respecto a las fuentes y las estrategias de análisis, el recurso a la prensa es pertinente y los cuatro medios seleccionados también lo son. Los dos primeros interrogantes pudieron abordarse a partir de los conceptos y perspectivas analíticas y el seguimiento y análisis de estos medios. No obstante, en algunos apartados se abusa de estos recursos y, un punto relevante, no se distingue entre opiniones (columnas y editoriales), artículos de análisis y artículos informativos. Estos últimos géneros son utilizados como soporte de muchas afirmaciones y, en ocasiones, también los dos primeros. En este proceder se evidencia un importante problema: una cosa es lo que plantean los actores en sus discursos, entrevistas e intervenciones y otra lo que dicen los medios sobre lo que dijeron los actores. Esta distinción no se observa en la investigación.

Sobre la forma en que la autora dialoga y debate con otras tradiciones teóricas distintas a la propia, la lectura del libro no es muy sugerente. Cuando se recurre a perspectivas teóricas y a conceptos (de forma muy parca y en exceso acotada), no se ofrecen al lector elementos de debate y argumentos persuasivos respecto a por qué se considera más acertado y pertinente el enfoque adoptado que otros que hacen parte del acervo de la disciplina de la ciencia política. La autora acierta al recurrir a presupuestos teóricos en la medida en que los argumentos lo vayan requiriendo (excepto en el Capítulo 4, en el que hay una redacción sin conector alguno entre el planteamiento conceptual y su desarrollo), pero dialoga muy poco con tradiciones teóricas diferentes. Asimismo, aunque el libro fue publicado este año, no hay referencia ni alusiones a análisis que comparten el objeto de estudio y que constituyen referentes que no se pueden desconocer, ya sea por lo que aportan o por lo que dejan de hacer. Tal es el caso, especialmente, de Galindo (2007), Fierro (2011) y López de la Roche (2014).

El tema del cual se ocupa el libro es importante y ha sido recurrente en los medios de comunicación, en columnas de opinión y en algunas investigaciones. No hay duda de que Álvaro Uribe Vélez y su círculo más cercano han obtenido réditos del recurso al temor como palanca de movilización electoral, asimismo, el manejo de este tema y las características de sus modos de obrar político han conducido a una polarización política y a alineamientos contrapuestos, cuyos actores centrales han estado poco dispuestos a una interlocución basada en razones y en argumentos. No obstante, aunque este manejo del miedo constituye un aspecto central para explicar el ascenso y el ejercicio del poder político, se tienden a desconocer otros factores igual o más importantes, tales como las estrategias de agregación de apoyos y de electores en un sistema altamente fragmentado, la incidencia de las relaciones entre la clase política y la criminalidad en el éxito de algunos líderes políticos cercanos a la coalición del denominado "uribismo" o el papel que ha tenido la debilidad organizativa de los partidos políticos en la alta personalización de la política y en el ascenso de algunos liderazgos regionales que logran proyectarse de forma exitosa a nivel nacional.

El libro de la profesora Cardona aporta a la comprensión del éxito que ha tenido Álvaro Uribe Vélez, tal vez el político de mayor influencia -para bien y para mal- en la política colombiana en los tres últimos lustros. Aunque pueden compartirse o no sus argumentos, su metodología o el manejo de las fuentes, es un aporte importante a los escasos estudios sobre liderazgo político en el país, específicamente a la comprensión de los liderazgos en entornos turbulentos y a sus estrategias o modos de obrar político.

Material suplementario
Referencias
Galindo, C. (2007). Neopopulismo en Colombia: el caso del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, Iconos, 27, pp. 147-162. doi: https://doi.org/10.17141/iconos.27.2007.205
Fierro, M. (2011). Álvaro Uribe Vélez: neopopulismo, retórica y asimilación de su discurso por los Bogotanos (tesis de maestría). Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.
López de la Roche, F. (2014). Las ficciones del poder. Patriotismo, medios de comunicación y reorientación efectiva de los colombianos bajo Uribe Vélez (2002-2010), Bogotá, Colombia, Penguin Random House.
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