En Foco

Migración venezolana. Retorno en tiempos de Pandemia (COVID 19)

Venezuelan migration. Return in time of Pandemic (COVID 19)

Emilio Osorio Álvarez
Universidad Central de Venezuela, Venezuela
Mauricio Phélan C.
Universidad Central de Venezuela, Venezuela

Migración venezolana. Retorno en tiempos de Pandemia (COVID 19)

Espacio Abierto, vol. 29, núm. 4, pp. 118-138, 2020

Universidad del Zulia

Recepción: 18 Agosto 2020

Aprobación: 24 Septiembre 2020

Resumen: Miles de venezolanos han regresado al país en el contexto de una crisis humanitaria y la pandemia de Covid-19. Desde 2015, la huida de venezolanos, principalmente a países latinoamericanos, ha quintuplicado a los que se fueron durante el período 1999-2014. La pandemia y sus consecuencias políticas, económicas y sociales en los países de acogida paralizaron la movilización de la población venezolana y obligaron a muchos de ellos a regresar, principalmente por vía terrestre. Este trabajo exploratorio, cualitativo y documental investigó las causas subyacentes que motivaron el regreso de las personas de sus países de acogida. El documento presenta los testimonios de 31 migrantes extraídos de la prensa digital, comentarios en redes sociales, de dos entrevistas en profundidad y estadísticas internacionales. El artículo se ha organizado en cuatro partes: la primera ofrece una perspectiva de la migración venezolana, ubicándola en dos grandes momentos marcados por hitos políticos y económicos que serán determinantes en el tipo y destino de la movilidad venezolana. La segunda sección proporciona la base teórica para la explicación del retorno migratorio; luego, el diseño metodológico ayudó a responder las preguntas planteadas; finalmente, se comparte una visión integral de los resultados, la discusión de los mismos y algunas reflexiones finales. Uno de nuestros principales hallazgos asociados a los migrantes que han regresado a Venezuela es que son principalmente personas vulnerables y necesitadas, aquellas que, en los momentos más críticos de su proceso de inserción, se sintieron paralizadas o frustradas por causas ajenas a ellos.

Palabras clave: Migración de retorno, Covid-19, movilidad internacional, población, Venezuela.

Abstract: Thousands of Venezuelan have returned to the country in the context of a humanitarian crisis and the Covid-19 pandemic. Since 2015, Venezuelans’ flight, mainly to Latin American countries, has quintupled those who left during the 1999-2014 period. The pandemic and its political, economic, and social consequences in the host countries paralyzed the Venezuelan population’s mobilization and forced many of them to return, mainly by land. This exploratory, qualitative, and documentary work investigated the underlying causes that motivated people’s return from their host countries. The document presents the testimonies of 31 migrants extracted from the digital press, comments on social networks, from two in-depth interviews, and international statistics. The article has organized into four parts: the first offers a perspective of Venezuelan migration, placing it in two great moments marked by political and economic milestones that will be decisive in the type and destination of Venezuelan mobility; The second section provides the theoretical foundation for the explanation of migratory return; then, the methodological design helped answer the questions posed; finally, a comprehensive vision of the results, the discussion of the findings and some final reflections are shared. One of our main findings associated with the migrants that have had returned to Venezuela is that they are mainly vulnerable and needy people, those who, in the most critical moments of their insertion process, felt paralyzed or frustrated by no fault of their own.

Keywords: Return migration, Covid-19, international mobility, population, Venezuela.

INTRODUCCION

El retorno al país de origen está imbricado en el mismo proyecto migratorio: es parte vital de este proceso. Hasta comienzos de 2020, con base a cifras de OIM/ACNUR, se estimaba que habían salido de Venezuela más de cinco millones de personas entre migrantes, refugiados y solicitantes de asilo. El mayor flujo de esa movilidad de salida ocurre a partir de 2015, en especial hacia países de Latinoamérica, manteniéndose durante el 2020 hasta la llegada del Covid-19. El impacto de esta pandemia a nivel global ha afectado, de una manera u otra, casi todos los aspectos de la vida de millones de personas. Uno de estos efectos fue truncar los proyectos personales y familiares de cientos de miles de migrantes que procuraban rehacer sus vidas en diferentes países de acogida. Miles de venezolanos movilizados o desplazados hacia países del subcontinente se vieron de pronto a la deriva, confinados, sin empleo, sin casa y sin protección social. Los que pudieron buscaron mecanismos de sobrevivencia en la solidaridad, bien de ayudas oficiales o privadas. Otros, tomaron la decisión de regresar. En marzo de 2020 comenzó el retorno hacia Venezuela por diferentes medios, pero especialmente por vía terrestre, caminando, en transportes públicos y/o privados.

La interrogante que impulsa este trabajo consiste en indagar sobre las causas o las motivaciones subyacentes para retornar a un país que padece o soporta una crisis humanitaria, una crisis económica y una crisis política sin precedentes en la región. Ahora su población enfrenta y sufre una crisis migratoria. Si bien las causas para el retorno parecen obvias, se ha querido ahondar un poco más sobre éstas, valiéndose de la abundancia de reportes, artículos y testimonios para sostener las ideas que se comparten en este documento.

El documento se estructura en cuatro partes: (i) en la primera se presenta una perspectiva de la migración venezolana en el tiempo, ubicándola en dos grandes momentos signados por hitos políticos y económicos que serán determinantes en el tipo y destino de la movilidad venezolana; (ii) a continuación se presenta la fundamentación teórica sobre el retorno, entendido como una parte del proceso migratorio; (iii) luego se expone el diseño metodológico para responder a las interrogantes planteadas; (iv) finalmente, se discuten los resultados sobre las razones y las condiciones del retorno de los venezolanos, presentándose unas reflexiones finales.

Recorridos y etapas de la emigración venezolana.

Desde 1936 a 1999 Venezuela se caracterizó por ser un país receptor de población extranjera, hecho explicado en gran medida por el auge de la explotación petrolera y por las condiciones políticas prevalecientes, Desde mediados del siglo pasado el país recibió inmigración de Europa, Medio Oriente y de países vecinos. Los censos de Población y Vivienda de Venezuela para el lapso 1950 2011 dan cuenta del aumento de los inmigrantes provenientes de países latinoamericanos. Cerca del 90 % de éstos procedían de Colombia, Perú, República Dominicana, Chile, Ecuador, Argentina y Brasil. Sin embargo, a inicios del siglo XXI la situación se revirtió observándose que las poblaciones de los países latinoamericanos que experimentaron vivencias emigratorias hacia Venezuela, décadas atrás, se convierten en la actualidad en receptores de la migración venezolana. Una movilidad internacional que ocurre en el contexto de un conjunto de circunstancias políticas, económicas y sociales, como brevemente se reseña a continuación.

En el primer momento (1999 – 2014) que coincide con el periodo presidencial de Hugo Chávez y con un boom petrolero que se traduce en elevados ingresos para el país. En contraste, suceden paros, huelgas y manifestaciones. Son años en los cuales se produce la salida del país de empresas transnacionales, bancos, fundaciones y representaciones internacionales. Retornan a sus países de origen migrantes europeos y sus descendientes, empresarios. comerciantes y profesionales de diferentes áreas. En estos años la movilización de venezolanos al exterior alcanzó las 768.000 personas (14% del éxodo total). Es una emigración que tiene, de manera predominante, un sentido Sur-Norte (extrarregional). Fue una emigración impulsada por la percepción de riesgo como consecuencia de estatizaciones, expropiación de empresas, medidas económicas y políticas que afectaron derechos y libertades.

Un segundo momento que coincide con el gobierno del presidente Nicolás Maduro (2014 – 2020). El contexto es de crisis económica, recesión, baja de producción petrolera y bajos ingresos, hiperinflación y sanciones internacionales. Los conflictos políticos se agudizan con manifestaciones, huelga y represión. Las condiciones políticas y económicas señaladas conducen a una crisis humanitaria, especialmente en materia de salud y alimentación. Con base a las estimaciones de OIM/ACNUR, fuente R4V, salieron de Venezuela 4.721.822 personas entre migrantes, refugiados y solicitantes de asilo (86% de la diáspora actual). La emigración venezolana se moviliza en sentido Sur-Sur (intra-regional). La composición predominante de los migrantes de este segundo momento está constituida por personas de escasos recursos y alta vulnerabilidad que escapan de difíciles condiciones de vida buscando la manera de sobrevivir. (Ver Cuadro N°1).


Cuadro N°1

Para tener una idea de la composición social de los retornados es importante destacar la diferencia entre los tipos de movilizados venezolanos para cada momento. La población que salió del país durante el primer momento (1999 – 2014) puede categorizarse en su mayoría como migrantes económicos, ya que su salida se explica predominantemente por razones económicas. A estos migrantes se les llegó a conocer como “Balseros del Aire”. La mayoría de los venezolanos que salen del país en el segundo momento (2015 – 2020), por su condición de riesgo o vulnerabilidad son migrantes pobres, migrantes indígenas y, sobre todo, solicitantes de refugio y asilo. La salida se debe a razones de sobrevivencia. Con la llegada de la pandemia miles de los movilizados recientes toman la decisión de regresar y son ahora retornados. Se desplazan, en la mayoría de los casos, por vía terrestre en búsqueda de refugio y de asilo; es una población vulnerable. A estos migrantes venezolanos se les conoce como “Caminantes”.

Sobre la migración de retorno

Para la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) la migración de retorno, en el contexto de la migración internacional, es el movimiento de personas que regresan a su país de origen después de haberse mudado de su lugar de residencia habitual y cruzar una frontera internacional (IOM 2019; página 186)² . Pero, también, la migración de retorno puede ser entendida como un nuevo proyecto, que se inicia con el estudio de los pros y contras del regreso. La decisión de regresar se concreta con la llegada al país de origen y la activación del reconocimiento territorial y social del que regresa. La bibliografía relacionada con la temática sobre la migración de retorno distingue la motivación o intención de retornar y el comportamiento de aquellos que han retornado. Algunos autores sugieren que los determinantes de la intención del retorno pueden ser distintos de los que incentivan el retorno en sí (Waldorf, 1995;Renault E, 2010; Bastia T, 2011).

Para Cerase (1967) el migrante que regresa a su lugar de origen ha vivido algunas experiencias negativas que les han impedido asentarse y adaptarse a lugar de acogida. Estos migrantes incursionaron en el mercado de trabajo colocándose en labores poco cualificadas; con limitadas posibilidad de alquilar una vivienda, teniendo como opción para residir las habitaciones en casas de huéspedes, o algún local en el lugar donde trabajan. Estos migrantes, para Cerase, regresan con la marca de retornados fracasados³. Por su parte, Gmelch (1980), entiende que hay unos migrantes que, aunque no tienen la intención de regresar a su lugar o país de origen, retornan obligados por condiciones adversas que encuentran en el lugar de destino. La diversidad de situaciones de carácter adverso son aquellas relacionadas con la falta de redes de apoyo, la dificultad de obtener un empleo, la poca capacidad de adaptación o nostalgia, hechos éstos que los inducen a regresar, siendo caracterizados como retornados voluntarios.

El concepto de retornados temporales desarrollado por King (1986), está referido a aquellos migrantes que regresan a su lugar de origen por un tiempo determinado. El autor señala que este migrante define su estadía en el lugar de destino de acuerdo con la actividad laboral que va a desempeñar. Culminado dicho lapso, el retornado temporal regresa al lugar de origen.

Stark (2018) sugiere que el retorno ocurre más por una combinación de razones que por una sola de ellas. Este autor identifica doce razones para regresar al lugar de origen: poder adquisitivo; acumulación estratégica de capital humano; estatus laboral y prestigio social; información asimétrica; comparaciones sociales; preferencias ordinales, privación relativa y preferencias cardinales; coincidencia en el mercado matrimonial y el divorcio; recibo de herencia; cumplir con un objetivo; choques adversos en el hogar; separación costosa causada por migración y fracaso. Sin embargo, como afirma el mismo Stark, las razones de la migración de retorno son más que la simple dicotomía entre éxito y fracaso, voluntaria o impuesta, planificada o forzada (Stark 2018).

Todo ello supone la existencia de una “Lógica del movimiento migratorio” (Sayad 1998). En dicho supuesto el migrante vive entre diversos dilemas que lo llevan hacia una experiencia del contrasentido, del estancamiento y del encierro. Todo ello hace que el migrante valore el proceso migratorio como una experiencia de dislocamiento espacio temporal donde este debe hacer consigo un arreglo entre su cosmovisión y las relaciones personales y sociales que van surgiendo en el lugar de acogida.

Para Blanco, hay diferencia en la concepción del retornado entre investigadores norteamericanos y europeos. Para los primeros, la migración es concebida como una experiencia que posee un carácter definitivo, dentro de la cual el retorno es considerado un residuo de experiencias fracasadas. Los migrantes son personas que se asimilan, se organizan y toman la decisión de permanecer definitivamente en su lugar de acogida. Para los europeos, las migraciones se conciben como un elemento transitorio en las biografías, en el cual el retorno, lejos de representar un fracaso, puede entenderse como un éxito migratorio (Blanco, 2000)

Métodos y técnicas utilizados en el análisis

El presente trabajo es cualitativo con uso de fuentes de datos secundarios (portales de noticias y documentos electrónicos) y con dos (2) entrevistas a profundidad. Los altos costos de traslado a las zonas del recorrido y de albergue de los retornados venezolanos, sumado a limitaciones impuestas durante la pandemia, representan un obstáculo para obtener información de primera mano. Como alternativa se optó por buscar testimonios de migrantes en tránsito hacia Venezuela a través de noticias, reportajes y entrevistas publicadas en la Internet. Es decir, aprovechando la cobertura que la prensa internacional realizaba sobre los retornados como fuente de información, se procedió a recabar testimonios que respondieran la pregunta: ¿Por qué regresan o regresaron a un país que atraviesa una crisis humanitaria sin precedentes en la región?

Para responder a esta interrogante se acopiaron declaraciones en primera persona de los propios retornados. Se descartaron opiniones, interpretaciones, narraciones hechas por los autores de los documentos respectivos. El trabajo de recolección de la información se realizó entre mayo y julio del 2020. Se recabaron 31 testimonios que cubrieron el criterio de saturación de la información. Los testimonios fueron clasificados con base a país de origen, fecha y fuente de información. Una vez fueron sistematizados y organizados los testimonios se procedió a realizar un análisis de contenido con la finalidad de encontrar categorías y evidencias que contribuyeran a la comprensión de las causas del retorno. Una vez obtenidas las categorías se realizaron conversaciones con informantes calificados en Colombia y Ecuador quienes aportaron interpretaciones complementarias y relevantes para este análisis.

Durante el análisis de los testimonios fue inevitable revisar los comentarios de los lectores, los cuales resultaron sorpresivos y a la vez reveladores para entender la percepción que tienen, tanto la población local como la venezolana, sobre los retornados. Se copiaron los comentarios en una suerte de lista libre (free list). No se registró la autoría de cada comentario. De la lectura de cientos de estos comentarios se excluyeron aquellos que no estaban relacionados con los migrantes retornados, como, por ejemplo, solicitudes de ayuda, críticas a líderes políticos o expresiones peyorativas contra los países. Con la lista de comentarios seleccionados se realizó una categorización de atributos, desde la más positiva a la más negativa, divididos entre los emitidos por personas desde los países de acogida y por personas viviendo en Venezuela.

EL RETORNO DE LOS VENEZOLANOS.

1.El Contexto de residencia de los emigrantes venezolanos en el exterior

La Pandemia del COVID 19 para muchos fue un rinoceronte gris; es decir, estaba advertida por científicos y especialistas. Para otros fue un cisne negro; es decir, llegó por sorpresa impidiendo que las instituciones y las propias personas se prepararan de manera adecuada para enfrentarla. Con independencia de la forma como llegó, la pandemia ha afectado el funcionamiento de casi todos los sectores de los países. La paralización de la economía, con el consecuente quiebre o cierre de empresas y comercios, ha dejado sin empleo a millones de personas. Crisis a la que simultáneamente se añaden problemas como la caída de las exportaciones, prácticamente la desaparición del turismo y tensiones políticas como consecuencia de las medidas de confinamiento. El sistema de salud colapsó en la mayoría de los países. Para agosto de 2020, Latinoamérica era una de las regiones con mayores casos, tanto de contagios como de decesos.

A fin de evitar la propagación de la enfermedad durante los primeros meses de la pandemia se restringió el tránsito nacional e internacional, y se optó por el confinamiento de la población como medida preventiva. La adopción de estas medidas en países en los cuales un alto porcentaje de la población vive en tugurios o en asentamientos populares urbanos, con elevada densidad poblacional, con dificultad para acceder a los servicios públicos, representó un serio desafío las instituciones gubernamentales, muchas veces imposible de alcanzar. Si además se considera que un porcentaje importante de la población trabaja en el sector informal con todas las implicaciones en cuanto a condiciones de inseguridad y desprotección que ello significa la situación se complicó aún más. Dentro de esta población en condiciones de pobreza y vulnerabilidad se encuentran los migrantes venezolanos.

Es importante destacar que antes de la pandemia, el arribo masivo y también repentino de venezolanos especialmente a partir de 2015, representó para los países de acogida una difícil carga, dado que buena parte de esta población se ubicó en asentamientos populares urbanos y encontró oportunidades de empleo dentro del sector informal. (Eguren et alter 2018; Stefoni et alter 2018;Louidor 2018). Un número importante están en condición de refugiados o como solicitantes de asilo, situación que los hace aún más indefensos. El acceso a servicios básicos como salud y educación están limitados al no estar en situación regular. La Gran Encuesta Integrada de Hogares –(GEIH– 2019, Colombia) señala que el 77,0% de los migrantes venezolanos en ese país no están afiliados a la Seguridad Social de Salud, y el 37,9% de la población entre 5 y 16 años no está dentro del sistema educativo

Con base a un estudio del BBVA, en Perú el 92% de la población venezolana no cuenta con ningún seguro de salud y el 62% de la población en edad escolar o formativa no se encuentra dentro del sistema educativo (BBVA 2019).

• En Chile el 15% de los migrantes venezolanos viven en condiciones de hacinamiento y 89,7% están en viviendas arrendadas con contrato y 6,9% sin contrato (SMJ 2020).

• En Ecuador el BM refleja las dificultades que presenta la población venezolana para acceder a los servicios de salud. “… el 39,2 por ciento de la población migrante no puede acceder a este servicio debido a las barreras relacionadas con la oferta, que corresponden a los problemas con la obtención de citas en los centros de salud” (BM, 2020, 114).

Estos indicadores son una evidencia de los niveles de inseguridad en la cual se encuentra la mayoría de los venezolanos en los respectivos países de acogida para el momento de la pandemia. Según Carolina Jiménez, cerca del 90 % de los migrantes venezolanos se encuentran en trabajos informales y/o precarios. El panorama para los países de acogida es, por lo tanto, el de afrontar una pandemia en un momento en el cual deben atender a miles de venezolanos en situaciones críticas. En tal contexto -de arribo masivo de migrantes venezolanos y de pandemialos gobiernos latinoamericanos tomaron medidas de emergencia, algunas de las cuales se presentan a continuación:

• En Ecuador se concedió una prórroga de 60 días a los ciudadanos venezolanos para culminar su proceso de regularización mediante la obtención de la visa de residencia temporal por razones humanitarias (VERHU).

• En Perú, antes de la pandemia, la Superintendencia de Migración (SNM) autorizó la emisión de certificados a ciudadanos extranjeros para la obtención del Permiso de Estancia Temporal (PTP), documentos que facilitan la situación de migrantes y refugiados sin documentación regular.

• Chile, previamente a la pandemia había implementado para los venezolanos la “visa democrática” y, posteriormente, en plena pandemia, emite el estampado Provisorio Electrónico (EPE) que es un registro con una duración de seis meses, que antecede a la obtención de visas de residencia.

• Por su parte Colombia y Brasil como países fronterizos con Venezuela, reforzaron medidas y acciones de carácter humanitario que se venían poniendo en marcha antes de la pandemia (Cubillos, A 2018; Louidor 2018).

Cinco millones y medio de personas que es la diáspora venezolana para el primer semestre del 2020 con base a cifras de ACNUR/OIM, es un volumen importante. Como referencia, es equivalente a la población de Costa Rica para el año 2020. La heterogeneidad y diversidad es enorme; son distintas biografías con sus bondades y sus defectos, con valores, hábitos, habilidades y necesidades. Con base a la información de prensa, Colombia, Ecuador, Perú y Chile son los países donde se ha registrado, hasta el momento, el mayor número de personas que están retornando o tienen intención de hacerlo. En estos países con base a cifras de ACNUR/OIM, R4V se encuentran 2.879.558 entre migrantes y refugiados de nacionalidad venezolana, representando el 60,3% del total de la población migrante venezolana. A comienzos de la pandemia miles de venezolanos en condiciones precarias y de vulnerabilidad, como consecuencia de ese fenómeno, tomaron la decisión de regresar por medios propios.

2. Los medios de regreso

Plantearse una travesía internacional en momentos de pandemia, con restricciones de tránsito y movilidad, con cuarentena y cierre de fronteras es una misión casi imposible. Cuando se consigue un medio para salir éste puede ser costoso y representa un gasto que en muchos casos sobrepasa los escasos ahorros, si es que los hubo. La alternativa para muchos es regresar por tierra y por medios propios. Es la aventura de desandar miles de kilómetros por vía terrestre como lo hicieron, muy posiblemente, cuando salieron de Venezuela. Otra opción, en especial para los que se encuentran en destinos más lejanos y cuentan con redes o recursos, consiste en la búsqueda de apoyo institucional, bien sea del gobierno venezolano (Plan Vuelta a la Patria) o de organismos internacionales, para regresar por vía área. Las concentraciones de venezolanos esperando repatriación, en especial en Chile, fueron notables por la cantidad de personas y de días plantados en refugios adaptados para albergarlos.

Transitar en tiempos de cierre de fronteras representa además un obstáculo duro de vencer, porque significa cruzar miles de kilómetros, fronteras, poblaciones confinadas y la amenaza de grupos irregulares. Es un trayecto por etapas que convierte el retorno en un desafío monumental y, en muchos casos, peligroso. Los que hicieron el recorrido terrestre lo realizaron a través de diferentes medios, combinando, en muchos casos, la caminata con trayectos en transporte públicos o privados. Hay casos en que se hizo en bicicleta. La distancia más larga de retorno es desde Argentina y Chile para lo cual se deben atravesar tres países con sus controles fronterizos (Ver Cuadro N° 2). El recorrido, además, conlleva pasar la cordillera andina con altas elevaciones y que presentan condiciones de frio y viento que hacen el trayecto duro y peligroso, obligando a quienes no cuentan con recursos para alojamiento a buscar refugios en descampados.


Cuadro N° 2
Fuente: R4V Plataforma para refugiados y migrantes de Venezuela. Febrero 2020 https://www.geodatos.net/distancias/paises. (1) Es la distancia en Km desde el centro de Venezuela al centro del país de destino

En muchos casos la travesía se realiza en grupos, conformados antes de emprender el regreso o conformados durante el mismo. Los caminos y carreteras se llenan de personas de diferentes edades, algunas de ellas integrantes de la misma familia. Durante la travesía encuentran apoyo y solidaridad de poblaciones y autoridades locales, pero también expresiones de rechazo, posiblemente sustentado en el miedo y en la desinformación sobre una pandemia recién llegada. Los testimonios dan mayores muestras de apoyo materializados en cobijo, alimentos, transporte, entre otras. Sin apoyo del grupo y el recibido en el trayecto difícilmente se hubiese podido transitar tantos kilómetros y cruzar tantas fronteras en condiciones no siempre cordiales.

En cuanto al Plan Vuelta a la Patria, éste ha respondido a las solicitudes de apoyo para el retorno por vía aérea de venezolanos, principalmente de Chile, Ecuador y Perú, y para noviembre de 2020, se había facilitado el regreso a Venezuela, por vía aérea y terrestre, de 37.820 personas.

3 ¿Por qué regresan?

Con base a los testimonios recuperados de las diferentes fuentes digitales, el retorno de los venezolanos puede explicarse por causas objetivas y subjetivas que se retroalimentan.

• Las causas objetivas que se identificaron son: pérdida de fuentes de ingreso, expulsión de las viviendas por falta de pago, carencia de redes de apoyo, dificultad para regularizar su situación legal.

• Las causas subjetivas son: el miedo ante una situación de incertidumbre y de indefensión, el rechazo basado en un estereotipo negativo que se manifiesta en xenofobia y aporofobia, en un contexto agravado por la incertidumbre y temores como consecuencia del Covid-19.

• Pero, así como hay causas para el retorno, también se identificaron dos factores de atracción y de protección: las redes de apoyo familiar y la casa o la vivienda como refugio y seguridad.

• Condiciones Objetivas

Pérdida de Fuentes de Ingreso.

Como medidas preventivas para la expansión de la pandemia, los países receptores de migrantes confinaron a buena parte de la población en sus lugares de residencia, y restringieron el tránsito tanto a nivel interno como internacional. Estas medidas tuvieron efectos inmediatos sobre la economía, tales como el cierre de empresas y de comercios, algunos de manera momentánea mientras se llevaban a cabo los controles epidemiológicos; otros cerrados de forma definitiva. La consecuencia inmediata fue el despido de trabajadores, por una parte, y la imposibilidad de desarrollar actividades por cuenta propia, por la otra. El desempleo tanto desde el sector formal como informal trae como consecuencia directa la pérdida o la disminución de ingresos, con las consecuencias lógicas en perjuicio para cubrir necesidades de vivienda y alimentación.

Testimonio 1:

“La mayoría de los migrantes que estamos acá vivimos del día a día. Yo trabajaba en un restaurante antes de la cuarentena y me botaron. Ahí ganaba salario mínimo…eso generó un problema porque estuvimos cuatro días sin agua. Aquí están nueve niños, dos mujeres embarazadas y una persona de la tercera edad. Tuvimos que llamar a la Defensoría del Pueblo y a la Policía para resolver la situación” (https://venezuelamigrante.com/historias/venezolanos-vulnera bles-en-ecuador-alredor-de-350-familias-han-sido-desalojadas-al-no-po-der-pagar-alquiler/)

9 Para más información al respecto ver: http://www.mppre.gob.ve/temas/vuelta-a-la-patria/

Testimonio 2:

“Llegamos un día al trabajo y ya nos tenían las cartas listas para firmar. Nos dijeron que sólo sería temporal, y una vez que se estabilice la situación, nos volverían a llamar… si no nos agarra el virus, nos agarra el hambre” (https://efectococuyo.com/coronavirus/en-ecuador-si-no-nosagarra-el-virus-nos-agarra-el-hambre/)

Expulsión de las viviendas por falta de pago.

Muchos migrantes venezolanos, especialmente los que tienen menos recursos económicos, pagan arrendamientos con contratos basados en acuerdos verbales. En muchos casos se trata de piezas o dormitorios con acceso a ciertos servicios. La pérdida de las fuentes de ingreso fija o eventual se tradujo en no poder asumir el pago del alquiler. Algunos llegaron a acuerdos con los caseros, pero en otros casos no fue así.

Testimonio 3:

“Aunque la situación en Venezuela no es la mejor, en Bogotá es imposible lograr pagar el arriendo y que por ahora lo que más necesitan es un techo” (Noticias Caracol, Bogotá, 3 de abril de 2020)

Carencia de redes de apoyo.

Una de las consecuencias de la migración es la pérdida de redes de familiares y amigos que puedan prestar apoyo y ayuda en momentos determinados. Muchas actividades que requieren el apoyo familiar se deben asumir en soledad, más aún cuando se trata de madres sin pareja. La falta de redes dificulta, además, la integración social y laboral.

Testimonio 4:

“Una señora, al norte de la ciudad (Quito) se ofreció a cuidarme los niños mientras yo salgo a la calle a trabajar. También, a darnos un lugar donde dormir. Yo sí me quiero regresar. No aguanto más esto”. (https:// venezuelamigrante.com/historias/venezolanas-migrantes-en-ecuador-resistir-al-desempleo-y-desalojo/)

Dificultad para regularizar su situación legal.

Las medidas de confinamiento y la restricción de la movilidad dentro del territorio nacional y fuera de este, incluyó también la paralización de actividades de los organismos públicos. El caso de los migrantes que buscan regularizar su situación se tradujo en un retraso en los trámites para la obtención de documentos. En ocasiones la situación se agrava porque no se cuenta con documentos de identidad como el pasaporte, se tiene problemas con su vigencia, o tampoco se posee la certificación de antecedentes penales. Todo esto impide o retrasa la regularización en los países de acogida, limitando el acceso a servicios básicos como la salud. Procesos de solicitud de residencia y de reunificación quedaron paralizados o pospuestos.

Testimonio 5:

“Yo no tengo seguro de salud. Mi hijo se ha enfermado dos veces y me ha tocado sacar plata y llevarlo a algo privado y comprar la medicina; para sacar la cédula de extranjería debo tener cierto tiempo en el país Debo pagar una cuota, llevar todos los papeles, tener todos los antecedentes, es bastante engorroso el proceso del trámite.” https://docs.bvsalud.org/biblioref/2019/05/996729/migracion-proce-dente-de-venezuela-crcscb-2.pdf

Testimonio 6:

“Por todo esto de la cuarentena y que además no hemos podido registrar a nuestro hijo porque no tenemos PEP ni pasaporte, decidimos irnos caminando hasta Venezuela”, agregó Yorman. (https://migravenezuela.com/ web/articulo/una-mano-solidaria-a-los-caminantes-/2026 julio 2020)

• Condiciones Subjetivas.

La pandemia y sus efectos se perciben como un evento externo a la voluntad y a las decisiones de las personas. Es un acontecimiento epidemiológico masivo cuyo control excede a las posibilidades de la población. Las respuestas borrosas de algunas autoridades locales, así como información procedente de medios de comunicación masiva y redes sociales, reforzó la incertidumbre. Con base a los testimonios analizados se identificaron dos causas subjetivas que acompañan a las causas objetivas expuestas supra, son: el miedo y el rechazo.

El Miedo.

El miedo frente a la pandemia, que es el temor a la enfermedad y posiblemente a la muerte, combinado con la falta de recursos económicos para enfrentar un eventual contagio, o el no tener acceso a los servicios de salud pública, son las razones fundamentales que aducen las personas para su retorno al país. A todo ello se añaden dificultades en el proceso de integración social y laboral, para lo cual no existen suficientes redes de apoyo que les ayuden a mitigar la situación. Es la indefensión frente a problemas de salud y empleo fundamentalmente.

Testimonio 7:

“No tenemos los recursos para sostenernos en cuanto a la alimentación. Están llegando recibos y recibos y uno no tiene para comer. No voy a tener para un recibo ni un arriendo” (Euronews, Bogotá 13 de abril de 2020)

Testimonio 8:

“No puedo seguir viviendo así. En Venezuela al menos conozco a la gente, tengo una red de apoyo más grande y prefiero estar allá que pasando trabajo acá. No sé en qué momento al hijo de la señora le da la locura y me bota con todo y ropa.” (https://efectococuyo.com/coronavirus/en-ecuador-si-no-nos-agarra-el-virus-nos-agarra-el-hambre/ mayo 2020)

Rechazo (Xenofobia – Aporofobia)

En cuanto al rechazo, sobre los venezolanos se han ido tejiendo estereotipos negativos, en especial desde 2015 cuando aumentó el éxodo de población10. Esta imagen negativa y muchas veces distorsionada sobre una nacionalidad ha tenido expresiones como la xenofobia y la aporofobia. El rechazo en ocasiones se manifiesta con acciones de violencia, con agresiones, sin distinguir ancianos o niños, los cuales muchas veces se han visto obligados a permanecer ocul-

tos.

Testimonio 9:

“Nos discriminan, no quieren que uno lo salude, y con esto del coronavirus menos quieren a los venezolanos.” (https://migravenezuela.com/web/articulo/preocupacion-por-aglomeracion-de-extranjeros-en-frontera-con-ecuador-/1863, mayo 2020)

Testimonio 10:

“Me decía que si no estaba haciendo nada en Perú; si no podía mandar dinero a la casa, no podía pagar comida ni alquiler, ¿qué estaba haciendo entonces?”. Y también se sumó el maltrato. “A uno cuando es migrante, le pueden decir cosas feas, que si qué hace aquí, que si váyase para su país.” (Efecto Cocuyo https://efectococuyo.com/la-humanidad/familiares-de-fallecida-en-arrollamiento-en-lima/ INTERNACIONALES · 6 MAYO, 2020

20:55 “No sabemos nada, solo tenemos dudas”, familiares de fallecida en arrollamiento colectivo en Lima Texto por Ayatola Núñez)

• Factores de atracción

En respuesta a las causas que provocan el retorno a Venezuela, en los testimonios analizados se encontraron dos factores de atracción para el retorno: la casa y las redes de familiares y amigos.

La casa

La opción de la vuelta a la casa, al hogar, hace suponer el regreso tanto en términos macro a “mi país”, como micro a “mi casa”. Si bien Venezuela está atravesando una prolongada crisis de múltiples facetas, aún representa para muchos el lugar donde está la casa y con un clima y una temperatura cálida durante todo el año. En la distancia se tiene la percepción de que la pandemia se sobrelleva mejor bajo techo propio, en compañía de familiares y amigos y sin frio. La casa propia, independiente de los materiales de construcción, significa en definitiva seguridad.

Testimonio 11:

“… allá pienso que vamos a estar mejor, porque acá estamos en la calle, no tenemos nada, no tenemos trabajo, en cambio allá, con lo poquito que podamos trabajar, tenemos un techo seguro, estamos con la familia y no nos va a sacar nadie de nuestra casa”https://elmercurioweb.com/noticias/2020/5/15/cientos-de-venezola-

nos-en-chile-claman-por-vuelo-humanitario-a-caracas)

Las Redes de Apoyo

El segundo factor de atracción para el retorno son los lazos familiares y de amigos. Muchas familias se separaron; quienes salieron lo hicieron buscando mejores condiciones de vida e ingresos mientras que quienes se quedaron en buena medida lo hacen sobreviviendo gracias a las remesas que llegan del exterior. Además, quedaron amigos y vecinos que conforman redes comunitarias de solidaridad y apoyo. Es la percepción de que la pandemia se sobrelleva mejor en compañía y de ser posible en la propia casa o la de un familiar cercano y sin frío.

Testimonio 12:

“No puedo seguir viviendo así. En Venezuela al menos conozco a la gente, tengo una red de apoyo más grande y prefiero estar allá que pasando trabajo acá” (https://efectococuyo.com/coronavirus/en-ecuador-si-nonos-agarra-el-virus-nos-agarra-el-hambre/mayo 2020)

Testimonio 13:

“Sabemos que en nuestro país las condiciones económicas están aún peor que cuando la mayoría se fue o peor que en otros países, pero en este momento preferimos estar en nuestra casa con nuestra familia, que estar en la incertidumbre que te echen por no tener con que pagar el arriendo y los servicios por estar desempleado y peor aún sin esperanza de un nuevo empleo” (NTN24, 24 abril 20202)

4 Comentarios al margen

A los reportajes de prensa colocados en las redes (Facebook, Instagram), los lectores escriben comentarios hacia los migrantes retornados. Lectores desde los países de tránsito y desde Venezuela. Son comentarios hechos de manera coloquial por cientos de lectores que posiblemente reflejan lo que percibían muchas personas en los caminos, pueblos, barrios por donde los retornados pasaban. También el sentir de los lectores que desde Venezuela seguían las no-


Estos comentarios de alguna manera sustentan las expresiones que se tiene hacia los migrantes venezolanos, de rechazo y xenofobia, pero también de compasión y solidaridad. Desde las sociedades de acogida como de salida ambas expresiones están presentes, es decir el rechazo hacia los retornados no solamente es de un lado, se da también desde el propio país de origen.

Para finales del mes noviembre de 2020, la OEA estima que se han movilizado hacia Venezuela cerca de 130.000 personas, la mayoría a través del puente internacional Simón Bolívar11. Los migrantes que se desplazan por vía terrestre encontraron una suerte de embudo en Cúcuta por el cierre parcial de la frontera por parte de las autoridades venezolanas. Los que pasaron por la frontera siguiendo los controles aduanales debieron permanecer durante semanas en campamentos, muchas veces expuestos a situaciones difíciles con consecuencias en su salud física y mental. El ingreso a Venezuela es restringido y sujeto a los criterios sanitarios de las autoridades venezolanas. Otros eligieron ingresar por una frontera de 2219 Km, a través de las trochas muchas de ellas controladas por grupos irregulares y traficantes lo que representó un alto costo material y emocional.

Reflexiones finales

La decisión que las personas tomaron para salir de Venezuela, en una coyuntura de crisis humanitaria, política y económica, o la de retornar de diferentes países de destino en medio de una pandemia sanitaria, no han sido en paz y con libertad de elección. No ha sido una decisión procesada y planificada, sino basada en la urgencia y el miedo. El retorno se hizo y se hace con pocas garantías de derechos y de seguridad. Las autoridades venezolanas hicieron y hacen poco para proporcionar esas garantías; al contrario, estos acontecimientos parecen reforzar la conjetura de que el éxodo de población ha sido impulsado por el gobierno venezolano o, en todo caso, le presta poca importancia al no impedir la salida y, en este caso, facilitar el retorno. (Phélan y Osorio, 2020)

La mayoría de los retornados son personas que emigraron de Venezuela recientemente, durante el segundo momento. Son predominantemente pobres, sin recursos, en algunos casos sin los papeles de identificación (pasaporte), situándolos como migrantes en condición irregular con todas las limitaciones que ello implica. La llegada de la pandemia extremó las condiciones de vulnerabilidad o fragilidad en sus actividades laborales y de hábitat. Muchos de ellos en un estatus “events alienated refugees”, o como se los ha denominado en situación de tránsito, lo que limitó su proceso de regularización con todas las implicaciones que ello tiene.

De las doce causas que expone Stark (2018) para retornar al país de origen, dos ayudan a explicar el retorno de miles de venezolanos. De una parte, el impacto o choque adverso para sostener el hogar (Shocks at home); por otra, lo que podría considerarse un fracaso (Failure), ante las dificultades para obtener un estatus jurídico regular, un trabajo, la falta de opciones para una vida digna, insuficiencia de recursos para sostenerse por más tiempo. Sin embargo, es importante agregar al enfoque de Stark de que en este caso las condiciones adversas son consecuencia de una situación que los desborda en cuanto a sus posibilidades, son fuerza mayores. Es decir, la mayoría de los retornados son personas vulnerables y pobres que estaban en un proceso de inserción el cual se frustró por causas externas a ellos.

El inmigrante en tanto problema social viene a mostrar lo que no funciona (nuestro sistema de salud, educación, empleo etc.) y hace aparecer lo que no queremos ver. Así se pueden interpretar los discursos xenofóbicos, en tanto

“se habla objetivamente de saber de nuestros extranjeros nacionales: aquello que nos muestra nuestra pobreza, nuestra precariedad, nuestro color y raza. La presencia del inmigrante en la ciudad resulta molesta y perturbadora en sociedades identificadas con la homogeneidad étnica, racial, social y cultural, como un valor” (Sayad en Lara, 2010: 21).

La pandemia mostró sentimientos de temor frente a lo desconocido lo que provocó la desconfianza hacia el otro, en este caso hacia el migrante pobre. Esto se tradujo en muchas ocasiones en acciones de rechazo como la xenofobia y la aporofobia. Estas manifestaciones pueden interpretarse con base a lo afirmado por Sayad, en cuanto a que el extranjero se constituye en la sociedad de llegada, en el campo del Otro, ahí nace como extranjero. La pandemia también puso en evidencia una vez más que hay migrantes aceptados, los que tienen recursos y migrantes rechazados, los que son más vulnerables y pobres.

“… por un lado, existen los inmigrantes a los que conviene insertar o integrar, aquellos que serían los buenos inmigrantes, aquellos que sólo pedirían esta medida y aprobarían, encantados, una iniciativa de lo más beneficiosa para ellos, tal y como se suele argumentar, y por otro lado, los inmigrantes un tanto díscolos que no desearían beneficiarse de esta ventaja, pero a los que convendría ayudar, de una forma u otra, para que volvieran a su país de origen, se reinsertaran en su sociedad y en su economía… ”(Sayad en Gil 2010; 273).

En el caso de los venezolanos, la cercanía cultural, la misma herencia histórica, el idioma, no ayudaron o facilitaron el proceso de integración; porque ser migrante, con independencia de la nacionalidad de origen, entraña la condición de diferente, de extraño en la sociedad de acogida.

Pero el rechazo se siente igualmente desde el propio país, expresado en los comentarios recogidos en las redes, como en las voces del propio gobierno. Las autoridades venezolanas, en un exceso de protección sanitaria, difundieron a través de diferentes canales de información que los retornados, en especial lo que ingresan por las vías alternas llamadas trochas, pueden ser fuentes potenciales de contagio. En tal sentido deben ser “denunciados” ante las autoridades para su detención como “bioterroristas”. Acusaciones de este tenor pueden contribuir con esa percepción negativa. Afirma sobre esto Sayad,

“También puede ocurrir que cuando los emigrantes se reincorporan al país de origen sean vistos allá como seres desnaturalizados, portadores de todas las perversiones posibles (culturales entre otras) por haberse pervertido al contacto con el extranjero; y también de las subsiguientes subversiones para el orden social, que es también necesariamente un orden moral.” (Sayad en Gil 2010; 269).

Pero, así como hubo diversas expresiones de rechazo, también hubo de apoyo y solidaridad. La primera, desde los propios migrantes que se organizaron previamente o durante el trayecto sobre todo terrestre. Se organizaron y conformaron grupos como mecanismo de protección y apoyo para un regreso más seguro. Las imágenes son claras al mostrar a grupos de varias edades, familias enteras cargando con sus equipajes por la carretera. El apoyo mutuo y solidario de los mismos retornados llenó el vacío institucional y la falta de protección por parte de las autoridades venezolanas. Durante la travesía también encontraron ayuda de poblaciones y autoridades locales. Apoyos materializados en cobijo, alimentos, transporte, medicamentos, entre otros. Organismos nacionales e internacionales brindaron auxilio. Sin la ayuda recibidas por éstos en el trayecto, difícilmente se hubiese podido transitar tantos kilómetros y cruzar

fronteras en condiciones no siempre cordiales.

Más que el país, los migrantes se sienten atraídos de vuelta por la casa porque esta tiene un valor central para el venezolano. La casa es seguridad, protección, resguardo, cobijo. Como señala González sobre el valor de la vivienda “Para los venezolanos la vivienda es una prioridad que va más allá de una necesidad, al relacionarse con valores profundos que son predominantes en la cultura” (González 1984; 78). Muchos migrantes venezolanos dejaron sus casas como si su regreso estuviese previsto de un momento a otro. Dejaron muebles, plantas, ropa, adornos, entre otras muchas cosas, para el eventual regreso. Pero es que además en momentos de pandemia, como dice Daniel Innerarity, el territorio real de protección no son las fronteras nacionales, ni las fronteras municipales, el territorio real es el “doméstico” (Innerarity, 2020). En esta idea se integra la vivienda como cobijo, con el hogar en el sentido de la protección, al involucrar a familiares, amigos y vecinos.

En tiempos de comunicación digital la cobertura de la prensa y de organismos locales e internacionales fue abundante y temprana. Dieron voz a quienes no la tenían. Esto significa dos cosas. La primera es que todo el trayecto estuvo monitoriado y registrado. La denuncia sobre abusos y vulneración de derechos se hizo pública. Hay relatos personales y periodísticos que recogen con detalle lo que significó el retorno. En segundo lugar, estaban advertidos sobre las dificultades y privaciones que encontrarán al llegar al país. Esto permite inferir que la decisión de retornar no estuvo soportada sobre la ilusión de encontrar mejoras o cambios positivos en el país, sino todo lo contrario. De manera que el retorno de los venezolanos es de sentimientos encontrados. Si bien están conscientes de las condiciones que deberán enfrentar a su regreso al país, también tienen la certeza de hallar seguridad y protección en su casa y en sus redes sociales de afecto.

En términos metodológicos se utilizaron recursos disponibles en Internet para la obtención de testimonios que permitieron responder a las interrogantes del estudio de manera económica. La recolección y sistematización de estos testimonios fue posible por la cobertura periodística dada al retorno a través de diferentes medios digitales. La información recabada y analizada se trianguló con entrevistas calificadas en Ecuador y Colombia.

Hacia finales de 2020 hay señales del control definitivo de la pandemia a nivel mundial con al menos cuatro vacunas efectivas para el Covid. Sin embargo, sus impactos en cuanto al deterioro de la economía, al incremento de la desigualdad, a los efectos emocionales en la población, a la desconfianza de las instituciones políticas, entre otros, demandará tiempo y recursos. En un panorama complejo global y específico para Venezuela, país en el cual los factores y condiciones que han propiciado la emigración se acentuarán, cabe la interrogación de si se trata de un retorno definitivo o de una suspensión temporal del proyecto migratorio. Cabe también preguntarse si para los migrantes y refugiados venezolanos se abrirán procesos de re-emigración como máxima expresión de rechazo.

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Notas

1 LArtículo vinculado al Proyecto: CDCH/UCV PG 007/2016: Sistematización y análisis de Índices alternativos del desarrollo y el bienestar
2 “Return migration. In the context of international migration, the movement of persons returning to their country of origin after having moved away from their place of habitual residence and crossed an international border”
3 El retorno involuntario o directamente forzado, que se presenta bajo la modalidad de expulsiones desde los países de destino, generalmente basadas en normativas nacionales ejercidas al margen del derecho internacional de los derechos humanos. O migrantes que tuvieron que salir debido a factores externos.
4 El retorno espontáneo o voluntario, es de libre elección, se entiende como una opción que forma parte del ciclo de vida laboral y familiar. Las condiciones adversas en el lugar de destino los llevan a tomar la decisión de regresar.
5 De acuerdo con el Banco Mundial, una de cada tres personas residentes en mercados en desarrollo (sobre los 900 millones de habitantes) viven en asentamientos informales o populares urbanos.
6 Carolina Jiménez, de Amnistía Internacional. https://www.ntn24.com/programas/la-tarde/es-inaceptable-amnistia-interna-cional-rechaza-maltrato-del-regimen-de-maduro
7 Cifras de Tendencias Migratorias OIM
8 Para mayor detalle ver: https://www.revista5w.com/temas/migraciones/volver-a-venezuela-en-bicicleta-
9 Para más información al respecto ver: http://www.mppre.gob.ve/temas/vuelta-a-la-patria/
10 Para tener una sobre el sentimiento anti venezolano ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Sentimiento_antivenezolano
11 OEA Informe de Situación, noviembre 2020. Crisis de migrantes y refugiados venezolanos
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