Artículos
Construcción de subjetividades en contextos de violencia: el caso de las y los adolescentes de Oblatos
The construction of subjectivities in contexts of violence: The case of the adolescents of Oblatos
Construcción de subjetividades en contextos de violencia: el caso de las y los adolescentes de Oblatos
Psicología Iberoamericana, vol. 30, núm. 2, e302498, 2022
Universidad Iberoamericana, Ciudad de México

Recepción: 18 Agosto 2022
Aprobación: 26 Octubre 2022
Financiamiento
Fuente: Posgrado del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
Nº de contrato: Beca Nacional
Beneficiario: Rosa Elena Zapata Sandoval
Resumen: ¿Qué significados tiene para las adolescencias de Oblatos vivir en un contexto de violencia crónica? El presente texto tiene como objetivo analizar desde la perspectiva de los y las adolescentes de Oblatos sus experiencias sobre la violencia, los espacios biográficos y su relación con el Estado. El diseño metodológico responde a los lineamientos de la Investigación Acción Participativa. La población de interés del estudio contempla a los y las adolescentes (de 12 a 17 años) que residen en la zona de Oblatos. Para la recolección de información se emplearon entrevistas semiestructuradas y grupos de discusión. Las categorías analíticas se formularon basándose en el dato empírico en congruencia con la teoría fundamentada, usando análisis narrativo. Las coordenadas geográficas y temporales son: la zona Oblatos, ubicada al nororiente de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y el periodo comprendido entre septiembre 2020 y julio 2022 y caracterizado por la crisis sanitaria por Covid-19. Sin embargo, este estudio forma parte de un proceso más amplio de investigación.
Palabras clave: juventudes, subjetividades, desigualdades, violencias, investigación acción participativa.
Abstract: What does it mean to live in a context of chronic violence for adolescents of Oblatos? The present text aims to analyze, from the perspective of adolescents of Oblatos, their experiences, with violence, the biographical spaces, and their relationship with the state. The methodological design responds to the guidelines of Participatory Action Research. The population of interest of this study includes adolescents (from 12 to 17 years old) who reside in the Oblates area. Semi-structured interviews and discussion groups were used to collect information. The analytical categories were formulated based on the empirical data in congruence with the grounded theory, using narrative analysis. The geographical and temporal coordinates are the Oblatos area, located in the northeast of the city of Guadalajara, Jalisco, and the period between September 2020 to July 2022, characterized by the COVID-19 health crisis. However, this study is part of a larger research project.
Keywords: youth, subjectivities, inequalities, violence, participatory action research.
Introducción
Oblatos es un barrio ubicado en la periferia nororiente de la ciudad de Guadalajara, México. Según la organización territorial y administrativa, la zona Oblatos abarca una superficie territorial de 1,786.52 hectáreas (Gobierno de Guadalajara, 2018) y en ella viven aproximadamente 268 mil 025 personas, con lo que se convierte en el subdistrito más denso de la ciudad (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2020).
De manera histórica, la zona Oriente de Guadalajara -en específico Oblatos- es reconocida por condiciones sociales y culturales específicas. Múltiples causas estructurales han generado la presencia de fenómenos de desigualdad, exclusión, marginación y discriminación, procesos que, lejos de disminuir, se han intensificado con el crecimiento desproporcionado de la mancha urbana (Marcial, 1996; Marcial & Vizcarra, 2017; Quintero, 2003). Las problemáticas sociales presentes en Oblatos generan condiciones de vulnerabilidad. Por ejemplo, según la información oficial, es posible mencionar la presencia de: alta densidad poblacional, precariedad e informalidad laboral, y zonas de peligro por riesgo de desastres ambientales (Gobierno de Guadalajara, 2018).
Aunado a estas condiciones se encuentra el contexto de violencia crónica (Comisaría de la Policía Preventiva Municipal, 2015; Gobierno de Guadalajara, 2018; Seguridad Map, 2021). Las manifestaciones de violencia pueden pensarse dentro de un continuo, debido a la intensidad, la frecuencia y la multiplicidad de los eventos y efectos de la violencia. Algunas de las expresiones más visibles de la violencia en Oblatos son: los riesgos asociados a las organizaciones narcomenudistas en la zona, el uso/abuso de sustancias en la zona, la violencia intrafamiliar, la delincuencia y la inseguridad (Comisaría de la Policía Preventiva Municipal, 2015). Debido a lo anterior, Oblatos es reconocida e identificada por la percepción ciudadana como una de las zonas más inseguras de Guadalajara (Moloeznik, 2012). En el barrio los homicidios juveniles han pasado a ser tan cotidianos que se han normalizado dentro de las narrativas de las propias juventudes y adolescencias (Marcial & Vizcarra, 2017).
Las problemáticas sociales mencionadas afectan de manera diferencial y desigual. Para el caso de estudio, el interés principal está puesto en la población adolescente, que según los indicadores del Instituto Mexicano de la Juventud (2021) son las personas que tienen entre 12 y 17 años. En zona Oblatos viven 268 mil 025 personas, de las cuales aproximadamente 39 mil 131 se encuentran en este rango de edad (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2020).
La atención estatal y la comprensión social de las adolescencias ha estado permeada por un sistema adultocéntrico, es decir, una sociedad organizada de tal manera que son las personas adultas quienes ocupan lugares centrales y jerárquicos en las relaciones (Vásquez, 2013). La organización adultocéntrica de la sociedad genera que las infancias, adolescencias, juventudes y personas adultas mayores queden excluidas o en lugares periféricos. Desde este sistema de poder, la opinión y las necesidades de las adolescencias se atienden de manera superficial, debido a que los y las adolescentes se consideran inmaduros o incapaces de tomar decisiones, como una ciudadanía incompleta. De ahí que en el diseño de políticas públicas en materia de juventudes las adolescencias sean consumidoras de programas y no sus creadoras (González & Taguenca, 2019).
Condiciones juveniles y violencia
Al hablar de “lo juvenil” o “los jóvenes” de manera homogénea, abstracta y en masculino, se reproduce una perspectiva patriarcal y adultocéntrica. En términos generales, la sociedad está marcada por un profundo orden adultocéntrico que reproduce condiciones de desigualdad por motivos de edad (Vásquez, 2013). Alrededor de “lo juvenil” se instituyeron discursos estigmatizantes que legitimaban prácticas de control y discursos orientados a conservar el orden social (Souto, 2007). Estos procesos de orden institucional permiten visibilizar lo que se describió como la invención de las juventudes, que hace referencia al proceso por el cual las juventudes se fueron produciendo como respuesta las intervenciones socioestatales (Vommaro, 2015).
En cambio, al hablar de “condiciones juveniles” y “juventudes” nos estamos refiriendo a un proceso; es decir, a una construcción social, histórica y política de lo etario, entendiéndola como una estructura junto con otras como son la clase, el género y la etnia (Chaves & Fidalgo, 2012). Cuando hablamos de “las condiciones juveniles” o “las juventudes” estamos asumiendo una postura teórico-política que reconoce que la categoría de edad no responde únicamente a nociones biológicas o naturalizadas, sino que, por el contrario, la comprensión de las juventudes está atravesada por factores sociohistóricos, culturales y situados en un territorio específico (Vommaro, 2015). Es decir, en el ser joven están implicadas múltiples crisis (de la modernidad, ambiental, sanitaria y económica).
Considerando a las adolescencias de Oblatos, las categorías interseccionales presentes son la edad, la clase y el género, de manera principal. Estas categorías se entienden como como sistemas de dominación desde los cuales se han producido discursos que universalizan, estigmatizan o invisibilizan las condiciones de vida de las personas jóvenes (Alpízar & Bernal, 2003). Estos discursos contribuyen a que algunos grupos juveniles se encuentren en lugares periféricos, de exclusión o vulnerabilidad. La comprensión de las juventudes y adolescencia desde las posturas adultocéntricas legitiman y son en sí mismas una forma de violencia.
Teóricamente, el concepto de violencia está asociado a otros términos como: poder, conflicto, dominación, explotación y discurso hegemónico. Para la comprensión del fenómeno de la violencia se han desarrollado explicaciones estructurales, culturalistas, antropológicas y políticas (Nateras, 2021). El estudio sobre la violencia plantea un acuerdo al pensarla en términos relacionales, multicausales y multidimensionales. Valenzuela (2019) realiza una sistematización de las múltiples formas de violencia que atraviesan la vida cotidiana de las y los jóvenes. El mismo autor identifica las siguientes: violencia económica, institucional, social, simbólica, discriminatoria, publicitaria, sexual, pragmática, trasgresora, política, barrial y criminal.
En cambio, Nateras (2021) reconoce que la violencia también se ha categorizado como: política, social, cultural, económica, delictiva, laboral, escolar, familiar, de género, racial o étnica, religiosa y policial. Además, indica la violencia sistémica, simbólica y subjetiva. Tal reconocimiento apunta a señalar aquellas formas de violencia que son legitimadas e institucionalizadas por el Estado a través del capitalismo y de los discursos hegemónicos. Siguiendo esa clasificación, se pueden mencionar los múltiples antecedentes de violencia institucional caracterizada por: la reproducción de narrativas estigmatizantes (Alpízar & Bernal, 2003), mecanismos de represión y exclusión (Marcial, 2012), abuso de autoridad, violencia, tortura, desapariciones forzadas y asesinatos de la población joven (Serrano, 2015).
Por ejemplo, en el caso de América Latina, la región se encuentra atravesada por condiciones de precarización, exclusión, marginación, desigualdades económicas, educativas y laborales (Hernández, 2021; Reguillo, 2008; Valenzuela, 2019). En México la violencia sistemática en contra de las juventudes se intensificó en la presidencia de Felipe Calderón (Fazio, 2016). Las condiciones mencionadas dan cuenta de la violencia entendida como un continuo con múltiples manifestaciones que no se dan en un plano abstracto, sino que forman parte de la vida cotidiana. De manera que América Latina, México y de manera específica Oblatos, han estado caracterizados por condiciones de violencia crónica que se ha intensificado a partir del 2016, lo que significa que los y las adolescentes de entre 12 y 17 años han vivido en un contexto en el que la violencia se agudizó; ¿qué impacto tiene esto en la configuración de sus subjetividades?
Configuración de subjetividad en contextos de violencia.
La construcción de una identidad es un proceso complejo, debido a la multiplicidad de significados y opciones posibles. En primera instancia asumimos una identidad como “adolescentes” y “jóvenes”, en plural. Al reconocer la diversidad de formas de ser joven, la configuración de las juventudes como sujeto social ha estado atravesada por la disputa entre los distintos discursos por el conflicto entre las producciones de lo juvenil generadas desde fuera, desde una lógica adultocéntrica que reproduce las concepciones de la condición juvenil como incompleta e incapaz en un periodo de caos y de preparación para el futuro (González & Taguenca, 2019), en oposición con los posicionamientos emergentes y trasgresores que disputan la posibilidad de configurar la juventud como una identidad subjetiva y autodefinida.
Durante la adolescencia se construye la identidad. Tal proceso no es simple, ni lineal. Por el contrario, es más cercano a una experiencia dinámica y generalmente caótica. Requiere un ejercicio intenso de introspección, pero eso no significa que esa reflexión se realice en solitario. La construcción de identidad es un proceso de elaboración y reelaboración interno, pero también externo. Se elabora en movimiento y a partir de los vínculos con la familia, las amistades y el barrio, se construye en el medio cultural, histórico y social (Aberastury, 2014). Durante el proceso de configuración de la identidad el barrio llega a ser una institución de gran influencia, debido a su capacidad para determinar los comportamientos sociales deseados o esperados (Berroeta, 2012).
Sin embargo, el territorio no es únicamente el escenario donde ocurre la acción social, sino que el barrio tiene el potencial de configurar los posicionamientos subjetivos. De manera que se conjugan las condiciones sociales (puestas en el orden de lo público) con el ejercicio introyectado de construir una identidad y una historia propia (orden de lo privado). De ahí la relevancia de pensar el espacio biográfico (Arfuch, 2002), por la posibilidad de pensar de manera interconectada ambos procesos. Lo anterior nos permite pensar la configuración de las juventudes en términos de la producción identitaria y, por lo tanto, en referencia a un proceso que se da en el espacio biográfico, según lo planteado por Arfuch (2002) que describe una ruptura con la dicotomía entre los espacios público/privados. La autora propone que el espacio biográfico da cuenta de cómo lo que pasa en el escenario de lo público está atravesado por la configuración de lo privado y viceversa.
Volviendo al barrio de Oblatos, investigaciones previas ya han estudiado el fenómeno de la violencia juvenil en esta zona (Marcial, 1996; Marcial & Vizcarra, 2017; Uribe, 2018). Sin embargo, las juventudes y adolescencias son grupos poblacionales en movimiento; se transforman, al igual que sus contextos. Entonces, es necesario actualizar la información disponible sobre violencia juvenil en Oblatos considerando la intensificación de la violencia en la última década y la emergencia de la crisis sanitaria por Covid-19.
La comprensión social sobre las juventudes es una producción socioestatal en conflicto con el ejercicio de autonominación juvenil. La configuración de la subjetividad es un proceso que no se da en el plano puramente psíquico, sino que se relaciona con los vínculos y los entornos inmediatos. Por lo tanto, ante este panorama, se plantean las preguntas: ¿Qué significados tiene para las adolescencias vivir en un contexto de violencia crónica? ¿Cómo ha sido la relación de las juventudes con el Estado? ¿De qué formas los conflictos públicos atraviesan los espacios biográficos?
El presente estudio tiene como objetivo analizar desde la perspectiva de los y las adolescentes de Oblatos sus experiencias viviendo en un contexto de violencia crónica, considerando tanto las repercusiones en sus espacios biográficos como la relación con el Estado. De manera que el presente artículo visibiliza las narrativas juveniles en torno a: 1) Las experiencias juveniles al habitar espacios caracterizados por múltiples formas de violencia. 2) La incidencia de las problemáticas sociales en los espacios biográficos. 3) La relación de las juventudes con el Estado y viceversa.
Método
El presente artículo forma parte de un proceso de investigación más amplio realizado en el 2020-2022. El diseño metodológico responde a los lineamientos de la Investigación Acción Participativa, desde el paradigma crítico-social. La adscripción del proyecto a esa perspectiva teórico-metodológica responde al reconocimiento de que, sobre todo en las ciencias sociales, los procesos de investigación son en sí mismos procesos de alteridad y la transformación (Trigueros, 2017). Como puede anticiparse, el acercamiento a la problemática no está dado en el plano teórico conceptual. Se trata de una investigación empírica y situada (Cruz et al., 2012).
La delimitación territorial del estudio estuvo acotada dentro del área conocida como Oblatos que, según la descripción realizada por el Gobierno de Guadalajara, México (2018), contempla los subdistritos: Barranca, Panteón Nuevo, Artesanos, Balcones y Oriente. La población de interés del estudio contempla a los y las adolescentes (de 12 a 17 años) que residen en la zona de Oblatos, desde septiembre del 2020 hasta julio del 2022. Sin embargo, vale aclarar que el proyecto no tuvo la pretensión de ser un estudio representativo sino que, por el contrario, la intención fue reflexionar de manera profunda sobre la problemática.
Diseño metodológico
Tal como quedó declarado, el proyecto se adscribe a la Investigación Acción Participativa. Por lo tanto, se trata de un diseño metodológico flexible sensible a las necesidades y objetivos de las y los participantes. Considerando esa aclaración, el desarrollo de la investigación estuvo orientado por fases, en apego a la propuesta de Martínez (2012): Una etapa previa del 2018 al 2020 para la comprensión de la demanda y el establecimiento de redes comunitarias; una etapa diagnóstica y de programación del 2020 al 2021; y una tercera fase propositiva del 2021 a la fecha. Conviene mencionar que, al ser un proyecto participativo, tiene la característica de continuar en desarrollo y replantear las fases de manera cíclica. El presente texto es un informe de los hallazgos construidos hasta el momento.
Criterios de inclusión y exclusión
Como criterios de inclusión se consideraron los siguientes elementos: (1) que las personas que participaron se identificaran como jóvenes o que estuvieran en una edad biológica dentro de los 12 a los 17 años[2]. (2) La disposición y voluntad para participar en el proyecto. De manera adicional, es importante precisar que no fueron criterios de exclusión el género, orientación sexual, condiciones biopsicosociales, nacionalidad, clase, posición política o religiosa.
| Caracterización sociodemográfica de las y los participantes | ||
| Edades | 12 años | 3 |
| 14 años | 40 | |
| 15 años | 15 | |
| 16 años | 4 | |
| Sexo | Hombres | 34 |
| Mujeres | 28 | |
| Ocupación | Estudiantes de primaria | 1 |
| Estudiantes de secundaria | 54 | |
| Estudian secundaria y trabajan | 5 | |
| Estudian preparatoria y trabajan | 2 | |
Descripción de las técnicas
Revisión documental
Búsqueda sistemática de información con dos delimitaciones: 1). De manera temporal acotada dentro del siglo XXI. 2). Según la dimensión territorial se consideraron de manera exclusiva estudios elaborados en América Latina, debido a la mayor cercanía cultural, social, política y económica con el caso de estudio.
Técnicas conversacionalesTécnicas conversacionales
La técnica empleada para la recolección de información fue la realización de entrevistas semiestructuradas. Las entrevistas tuvieron un guía de preguntas estructuradas en torno a momentos clave y preguntas generadoras para la reflexión: 1) Presentación del proyecto, lectura y firma del consentimiento informado. 2) ¿Qué lugares hay en la zona donde los jóvenes puedan reunirse y convivir? Problemáticas de las juventudes en el barrio a nivel micro y macro y posibilidades de incidencia. Las entrevistas semiestructuradas tuvieron una duración aproximada de 40 minutos o 1 hora y media. El contacto fue posible por medio de informantes clave y bola de nieve. Se recurrió al principio de saturación (Martínez, 2012).
Los grupos de discusión posibilitan la comprensión de lo social desde la inmersión en lo subjetivo, a través de la producción de discursos que den cuenta de las subjetividades (León, 2007). Para el caso de la investigación, los grupos de discusión se realizaron de manera autoaplicada, es decir, las y los adolescentes tuvieron oportunidad de organizarse de manera autónoma en torno a una guía de preguntas generadoras elaborada previamente, con la intención de recuperar las narrativas adolescentes con la mediación de una persona externa. La propuesta de los Grupos de Discusión Autoaplicados (GDA) responde a la creación de una herramienta metodológica y política que rompa con los planteamientos adultocéntricos.
Los grupos de discusión se realizaron en el plantel de la Secundaria Mixta 12. Los grupos estuvieron conformados de 4 o 5 personas; se reunieron por afinidad, por cercanía física o por indicación de su maestra. Las preguntas generadoras propuestas fueron: ¿Qué piensan sobre Oblatos? ¿Cómo es ser joven en Oblatos? ¿Qué lugares hay en la zona donde los jóvenes puedan reunirse y convivir? ¿Qué problemas hay en la familia, en el barrio, en el país y en el mundo? ¿Cómo te hacen sentir esos problemas? y ¿Qué se podría hacer para resolver esos problemas?
En ambas técnicas el foco de interés estuvo puesto en propiciar las condiciones para un ejercicio dialógico y reflexivo propuesto desde la Investigación Acción Participativa con el propósito de generar una reflexión compartida sobre la problemática, de manera que al tiempo que íbamos dialogando sobre la situación analizábamos las implicaciones y las posibles soluciones del problema. Un elemento importante que caracterizó las conversaciones fue la intención de generar un ambiente cercano e íntimo, para posibilitar la emergencia de lo íntimo y biográfico (Arfuch, 2002). Por lo tanto, vale aclarar que las intenciones del estudio no fueron generar un discurso representativo ni hegemónico, sino que, tal como lo señala Freire (1985), los procesos de reflexión compartidos tienen la posibilidad de conducir a la acción. En ese sentido, la metodología estuvo orientada a posibilitar encuentros dialógicos sobre la problemática.
La investigación se adhiere a la Declaración Universal de Principios Éticos para Psicólogos (IUPsyS, 2008). A todas las personas que participaron se les proporcionó una carta de consentimiento y la autorización sus padres y/o tutores. Además, se solicitó su aprobación para la grabación de audio de las conversaciones y de compartir sus experiencias por escrito cuidando la confidencialidad.
Estrategias de análisis
El proceso de producción de narrativas resultó en las siguientes unidades de análisis: 8 entrevistas semiestructuradas y 12 grupos de discusión autoaplicados. En total el corpus de análisis resultado de las técnicas conversacionales es un documento de 145 cuartillas de transcripción. Las categorías analíticas se construyeron a partir del dato empírico, en congruencia con los planteamientos de la teoría fundamentada (Páramo, 2015). El acercamiento al trabajo de campo hizo necesaria la reformulación de algunos de los planteamientos. Las categorías analizadas son: identidades juveniles, violencia, género, adultocentrismo, afectividad y relación con el Estado. Como auxiliar en el procesamiento y análisis de la información recurrí al empleo del software para análisis de datos cualitativos MAXQDA (2022).
Resultados
Juventudes y violencia
El siguiente apartado da cuenta de las experiencias y narrativas de las y los adolescentes de Oblatos en torno a tres preguntas principales. A saber: (1) ¿Qué significados tiene para las juventudes y adolescencias vivir en un contexto de violencia crónica? (2) ¿De qué maneras los conflictos públicos atraviesan los espacios biográficos y contribuyen a la construcción de subjetividad? (3) ¿Cómo ha sido la relación de las juventudes con el Estado?
En primer término, se analizará la cuestión sobre las experiencias de violencia en el barrio y los significados que las y los adolescentes les dan a dichas experiencias. El diálogo directo con (y entre) las y los adolescentes da cuenta de la multidimensionalidad de la violencia, así como de posicionamientos subjetivos diversos. Sin embargo, a través de diálogo y la reflexión compartida fue posible construir una narrativa común sobre dos categorías: ser joven . vivir en un entorno violento.Las adolescencias de Oblatos asocian las experiencias de violencia con agresiones físicas, homicidios, robos y con la percepción continua de amenaza. Con apoyo del software para análisis de datos cualitativos MAXQDA (2022) realicé la siguiente nube de palabras que organiza de manera gráfica la reflexión sobre las experiencias en torno a la violencia.

En la figura 1 es posible identificar verbos como “puedo”, “podemos”, “salir” y “sentir”. Según los diálogos construidos por las y los adolescentes de Oblatos, las múltiples formas de violencia son experimentadas como un elemento condicionante y/o limitante para realizar sus actividades cotidianas. Las posibilidades de habitar y permanecer en espacios públicos como los parques y la plaza, “hacer actividades”, estar con amigos”, dependen de las condiciones de seguridad de esos espacios.
Ser joven en Oblatos requiere del desarrollo de habilidades y estrategias de autocuidado, aunadas a la tolerancia del riesgo y vulnerabilidad constantes. Para habitar los espacios públicos es necesario aprender a convivir con las múltiples formas de violencia. Esto nos lleva a otro de los elementos presentes en la figura 1, en las discusiones y entrevistas fue recurrente la palabra “normal”. Los altos índices de violencia y la crudeza de sus manifestaciones han generado que los y las adolescentes la integren y la asuman como un elemento cotidiano. Esta situación quedó ejemplificada con mucha claridad en la entrevista con Edwin y Tania, quienes han residido toda su vida en zona Oriente. La siguiente viñeta es un fragmento de su entrevista. Estábamos analizando las problemáticas del barrio. Tania y Edwin hablaban del narcotráfico, los homicidios y el abandono institucional de la colonia, ante lo que pregunté:
Entrevistadora: ¿Y estas cosas cómo las saben?
Tania: Pues porque son de aquí de la colonia… de ahí de la escuelita…
Edwin: O sea, ni siquiera está escondido. Haz de cuenta… puedes ver a un vato madreándose a una vieja y es normal para nosotros.
Entrevistadora: Y a eso, ¿cómo le dirías?
Edwin: Eso ya sería más… maltrato.
Tania: Pos sí… pero… ¿qué más?
Edwin: ¡La inseguridad! ¡Ah! (Se ríe con sarcasmo).
Tania: Pos ni tanto… Bueno… ponle que de la inseguridad no tanto. Porque… ponle que dice … ahí los marihuanos pues ya te ubican y ya saben …. pues sí, con quién meterse y así…, con quién no…. Como quien dice pues, te cuidan… pues ya te conocen… son conocidos… los ubicas.
(Edwin y Tania, 12 y 15 años, comunicación personal, 19/11/2021, Pos. 1).
La cotidianidad de las múltiples formas de violencia ha permeado la manera de autopercibirse y de vincularse con los otros. Interiorizan la violencia como algo normal para nosotros. La noción de “violencia” se asocia la palabra “nosotros” a “todos”. La experiencia se vuelve plural y compartida. Por ejemplo: “lo que nos ha pasado a todos”, “lo que podemos hacer entre todos”, “lo que nos ha afectado a todos por igual”. En ese sentido, si volvemos a la figura 1 podemos observar que, de manera mayoritaria, la discusión abordó el carácter compartido de la violencia. Sin embargo, hay una experiencia desigual en razón de sexo/género. Según las narrativas adolescentes, el género instaura una condición diferencial en las maneras en las que se habita el barrio.
Al cuestionar sobre el uso de los espacios, para el caso de las mujeres adolescentes las posibilidades son limitadas o negadas. Las experiencias de violencia en el barrio se agudizan al habitarlo como mujer joven. Las condiciones de vulnerabilidad e inseguridad y la reproducción de discursos androcéntricos han generado procesos de individualización y un repliegue en los espacios privados. De manera que las experiencias de violencia en el barrio, tanto para hombres como mujeres, han favorecido a la desmovilización de la acción colectiva.
Por lo tanto, es posible reconocer que las múltiples formas de violencia no son cuestiones que se den en el plano abstracto, sino que están acuerpadas y son cotidianas para las personas que habitan el barrio. Las y los jóvenes de Oblatos han tenido que reorganizar su vida ante las experiencias de violencia. Ante esta situación, la siguiente pregunta de investigación explora de qué maneras los conflictos públicos atraviesan los espacios biográficos y contribuyen a la construcción de subjetividad.
Construcción de subjetividades en contextos de violencia
¿De qué maneras los conflictos públicos atraviesan los espacios biográficos y contribuyen a la construcción de subjetividad? La configuración de identidades juveniles en torno al barrio reproduce discursos adultocéntricos. Al igual que la violencia, los planteamientos adultocentristas se han interiorizado en las adolescencias y se utilizan como categorías identitarias. En las entrevistas y en los Grupos de Discusión Autoaplicados las autorreferencias estaban asociadas a la reflexión sobre las problemáticas del barrio. Es decir, las problemáticas públicas inciden en la configuración de las identidades juveniles del barrio. Al respecto, la siguiente nube de palabras da cuenta de las identidades juveniles autorreferidas. Esta discusión responde a la pregunta de análisis: ¿Cuáles son las formas en las que las juventudes y adolescencias de Oblatos se autonombran?

Tal como se observa en la imagen, al centro de las discusiones estuvo la palabra “problemas” como la más nombrada. Los y las adolescentes de Oblatos se autonombran como: problemáticos, desmadrosos, escandalosos, locos, marihuanos y jóvenes. Los discursos sobre las juventudes como problema social o como problema del desarrollo (Alpízar & Bernal, 2003) han sido interiorizados por las propias adolescencias. Ya no es necesario que los discursos adultocéntricos sean distribuidos o reproducidos por las instituciones, las propias adolescencias han introyectado formas despectivas para autonombrarse.
En la figura 2 se observa una identidad compartida en torno al barrio, en el sentido de que, en su mayoría, las referencias son nombradas en plural: “somos”, “andábamos”, “estamos”, “peleamos” y “todos”. El territorio emerge como un estabilizador de la subjetividad, una posibilidad para nombrarse. Sin embargo, el contexto de violencia crónica del barrio ha generado la configuración de identidades que reproducen y se apropian de esas condiciones violentas. Para analizar la incidencia de lo público en la configuración de los espacios privados es relevante la dimensión socioafectiva, en el sentido de que las condiciones de violencia presentes movilizan afectos como “inseguridad y miedo”.
En la figura 3 se observa la interrelación entre afuera y adentro. Es decir, la imbricación de lo público con lo privado. Ante la pregunta generadora sobre cómo es ser joven en Oblatos, las respuestas apuntaban a identificar las condiciones problemáticas del barrio como la inseguridad y la falta de ciertos servicios. Según lo observado, se puede interpretar una dificultad para pensarse por fuera de las problemáticas del barrio.

Al plantear la pregunta ¿Cómo es ser joven en Oblatos?, aparecen en la reflexión palabras que vuelven a remitirnos a la violencia; tal es el caso de “inseguridad”, “miedo”, “inseguro”, “peligroso” y “asaltos”. De manera que al pensar sobre las identidades juveniles del barrio se encuentran presentes algunos de los afectos provocados por la violencia. Como ejemplo es posible recuperar y visibilizar la experiencia de Emiliano, un chico de 15 años que vive, trabaja y estudia en la zona, y en la entrevista comentaba que hacía algunos meses lo acababan de asaltar por tercera vez.
Pues a mí eso sí me da como …. como desubicado porque yo a veces ya ni quiero salir, a veces ni de mi casa (…) como… como… miedo… pues sí, como inseguridad de que tengo que andarme cuidando siempre… como cuando me voy caminando de noche o ya como de tarde o, así como que ya voy caminando rápido o a veces nomás voy como viendo, hasta como por no pasar por lugares obscuros o así… pues sí, como miedo, no sé.
(Emiliano, comunicación personal, 4 de noviembre del 2021).
La violencia condiciona y determina la configuración subjetiva de las y los adolescentes. Además, reconfigura los afectos, la manera de pensarse a sí mismos y las formas en las que habita el barrio (los horarios, los lugares, las condiciones). Aunado a ello, se nombró al contexto pandémico como categoría para pensar las identidades: son la generación de la pandemia.

Las medidas de contención de la crisis sanitaria afectaron de manera diferencial a las adolescencias. Debido al cierre de los espacios de convivencia juvenil, fue necesario el desarrollo de formas de afrontamiento como la virtualización de la educación y de los vínculos. Sin embargo, esto trajo repercusiones en la subjetividad, tal como se observa en la figura 5: “afectado”, “extrañar (salir, amigos, escuela, andar en bici)”, “ser antisociales”, “convivir con enfermedades”. El Covid-19 resultó un elemento que reconfiguró sus subjetividades.
La relación de las juventudes y el Estado
Ante las múltiples violencias no es posible obviar ni minimizar el papel del Estado y sus instituciones, por lo que es fundamental preguntarnos: ¿Cómo ha sido la relación de las juventudes con el Estado? En los Grupos de Discusión Autoaplicados estuvieron reflexionando sobre estrategias para transformar la realidad de su comunidad. Como ejemplo es posible analizar la discusión de Renata, Ninive, Ashly, Ángel y Gerardo, jóvenes adolescentes de 14 y 15 años estudiantes de secundaria que viven y estudian en la zona de Artesanos. El siguiente fragmento da cuenta de una conclusión contundente.
(M) ¿Qué problema quisiera cambiar?
(H) La corrupción.
(M) ¿Qué puedo hacer yo?
Responden al mismo tiempo entre risas: Nada.
(M1) No nos hacen caso, ya han hecho eso muchas veces y a nadie le hacen caso.
(H) Los matan.
(M2) Nos matan.
(M) ¿Qué podemos hacer entre todas y todos?
Con energía y al mismo tiempo responden: Nada. (Su maestra interviene “No sean pesimistas, ¿cómo que nada?”).
(M) ¡Pues nada!
(M1) Nos van a matar.
(M2) Sí, no manchen, ¿cómo que nada? (entre risas).
(M) Ándale, pues ve a quejarte en el gobierno a ver si sobrevives.
(H) A ver. ¡Ve!
(M2) Pero va a contar mi opinión, aunque ya esté muerta.
(H) Habla sobre eso en las noticias.
(M1) ¿Quién va a saber tu opinión si ya te mataron?
(M2) Ustedes. Les voy a decir: voy a ir a dar mi opinión al gobierno y si no regreso, hacen huelga por mí (risa de angustia) (GDA-6, 23/02/2022).
Como observamos, la violencia aparece como un factor que condiciona y delimita las posibilidades de acción de las y los jóvenes de Oblatos. Las posibilidades de transformación comunitaria están dificultadas por la violencia. La acción colectiva se desmoviliza ante la comprensión de que lo que está en riesgo es la propia vida. Incluso otros aspectos como la socialización, el ocio y la recreación se encuentran dificultados por el riesgo latente y manifiesto de experimentar alguna forma de violencia en el espacio público. A esta discusión contribuyeron Alan, Armando, Jesús, Karen y Mónica, adolescentes que viven y estudian en Oblatos. En su Grupo de Discusión Autoaplicado estuvieron reflexionando sobre la condición de habitar el barrio y cómo ello está vinculado con la sensación continua de vulnerabilidad y la omisión del Estado. La siguiente viñeta da cuenta de esa reflexión:
(M) ¿Cómo es ser joven en Oblatos?
(M1) Yo siento que mucha gente te juzga porque eeeh…. como te juntas con muchos amigos que son como… pueden ser marihuanos y así, pues piensan que tú también eres igual y te van a robar.
(H) Yo siento que me pueden asaltar en cualquier momento.
(M) Ser joven en Oblatos es inseguro porque ya no puedes salir a gusto por tener miedo de que te asalten, te roben o equis cosa. (GDA-10, 2/03/2022).
Las maneras de habitar el barrio están permeadas por la angustia y el miedo: Yo siento que me pueden asaltar en cualquier momento. Alan, Armando, Jesús, Karen y Mónica realizan un análisis muy preciso y contundente al señar que la condición juvenil aumenta la vulnerabilidad, las desigualdades, además de los procesos de discriminación y estigmatización a los que se enfrentan de manera cotidiana sin que aparezca la figura del Estado.
En la figura 5 se describe la relación de las y los adolescentes con el Estado. En primer lugar, destaca el desconocimiento sobre la oferta institucional y/o la carencia de opciones disponibles, expresado con las palabas: “sabe”, “nadie”, “conoces”, lo que confirma la lejanía entre las instituciones y las juventudes. Sin embargo, al mismo tiempo posibilita la creación de narrativas compartidas. La palabra “todos” se encuentra al centro, visibilizando el compromiso y la responsabilidad compartida sobre las problemáticas del barrio. El fenómeno es interesante en el sentido de que, al pensar en los términos del Estado y la responsabilidad del gobierno, las juventudes de Oblatos asumen una postura más conciliadora que integra al Estado y sus instituciones, nombrados por las adolescencias como “gobierno”, “academias”, “centros culturales”.

Leonardo, Joel, Luis, Jonathan y Osvaldo reconocen la condición de obligatoriedad y la urgencia de una intervención por parte del Estado. Sin embargo, al mismo tiempo identifican la complejidad de la problemática debido a la crisis de credibilidad de las instituciones por la corrupción.
(H) Okey, yo opino que el problema de todos los países es la corrupción…
(H1) Sí, la corrupción, en todos los países, pero más en este estado y aquí en México, yo digo que está peor…
(H) También opino que hay muchas muertes y nos están controlando…
(H1) Y mucha gente…
(H2) Por eso mucha gente tiene miedo.
(H3) Muchas guerras sin sentido.
(H) Y que deberían de poner más leyes para quitarlas (...).
(H1) ¿De quién es responsabilidad resolver estos problemas?
(Dos chicos al mismo tiempo) Del gobierno.
(H) Sí, del gobierno.
(H1) Del Estado.
(H3) Que esté atento al crimen o de cualquier cosa que pase, para poder detenerlos (GDA-9, 2/03/2022).
Las experiencias de las adolescencias dan cuenta de formas de violencia institucional y sistemática: Ándale, pues ve a quejarte en el gobierno a ver si sobrevives. La relación de las juventudes con el Estado se caracteriza por desconocimiento de la problemática juvenil, ausencia y/o debilitamiento de las instituciones en los espacios comunitarios, la omisión, la precarización, la estigmatización y la homogeneización, que son, al mismo tiempo, otras formas de violencia institucional.
Discusión
El camino delimitado por los y las jóvenes de Oblatos nos lleva a pensar en términos de violencia social, discriminatoria, económica, simbólica, barrial y criminal, por mencionar las más evidentes (Valenzuela, 2019). El grave problema de violencia que afecta de manera diferencial a las juventudes no puede dejar fuera el cuestionamiento sobre el Estado y su intervención. Como analizamos, la relación entre el Estado y las juventudes se ha caracterizado por la reproducción de narrativas estigmatizantes, legitimando con ello mecanismos de violencia institucional como represión, control, autoritarismo, deslegitimación, exclusión y agresión física ejercida sobre la juventud. Sin embargo, las vinculaciones también han presentado una tendencia por sostener una postura ausente, desatendiendo y reduciendo las intervenciones a acciones de asistencia social o actividades recreativas y deportivas (Marcial, 2012).
En el caso de América Latina, la región se encuentra atravesada por condiciones de precarización, exclusión, marginación, desigualdades económicas, educativas y laborales (Reguillo, 2008; Valenzuela, 2019). Las y los habitantes de América Latina y el Caribe representan el 8% de población mundial; sin embargo, en el 2018 la región aportó el 50% de los homicidios a nivel mundial, por lo que se convierte en la más violenta del mundo.
México contribuyó con el 27% de los homicidios en América Latina (Hernández, 2021). La violencia sistemática en contra de las juventudes se intensificó en la presidencia de Felipe Calderón (Fazio, 2016). Las condiciones mencionadas dan cuenta de la violencia entendida como un continuo con múltiples manifestaciones que no se dan en un plano abstracto, sino que forman parte de la vida cotidiana. Durante la Guerra contra el narcotráfico en México se instituyó un terrorismo de Estado. Por medio del disciplinamiento social, la manipulación mediática y corrupción se instalaron necropolíticas que permitieron que ciertos grupos poblacionales se consideraran “individuos merecedores de ser secuestrados, torturados y finalmente eliminados físicamente, con o sin desaparición del cadáver” (Fazio, 2016, p. 29).
La situación llegó a niveles tan alarmantes que hizo necesario hablar de juvenicidios. El término juvenicidioda cuenta del proceso sistemático de exterminio y eliminación de las juventudes, tanto en niveles simbólicos (desciudadanización, criminalización, desacreditación identitaria, etc.) como la muerte física por vías violentas (precarización de la vida, vulnerabilidad y asesinatos sistemáticos) (Valenzuela, 2019). El concepto es propuesto para visibilizar la grave problemática de los homicidios juveniles y el trasfondo de la impunidad, la precariedad social y las estrategias bio y necropolíticas.
Un indicador para observar la relación del Estado y las juventudes son las políticas públicas en materia de juventudes. Históricamente han estado caracterizadas por el desconocimiento de la necesidades, intereses y condiciones juveniles (Marcial, 2012). Además, por realizar intervenciones reduccionistas y homogeneizantes, caracterizadas por la transmisión de ideología y la imposición de obediencia a los valores adultocéntricos (González & Taguenca, 2019). En las políticas públicas de juventud se encuentran prácticas discursivas institucionales que estigmatizan y legitiman actos de violencia dirigidos hacia personas jóvenes, a quienes se concibe como “problema de desarrollo” (Alpízar & Bernal, 2003).
De manera que se plantea la pregunta: ¿De qué forma los conflictos públicos atraviesan los espacios biográficos? Las construcciones identitarias de las juventudes de Oblatos se encuentran permeadas por la cotidianidad de los actos violentos en todas las escalas: violencia psicológica, familiar, comunitaria, social, estructural. Tal como lo afirmaron Alan, Armando, Jesús, Karen y Mónica: “ser de Oblatos” es construir una identidad en torno al barrio que implica la convivencia con afectos de angustia, miedo y vulnerabilidad. “Ser de Oblatos” conlleva la necesidad de generar estrategias para habitar un entorno “peligroso”. La problemática es más compleja cuando integramos la formulación de Valenzuela (2019), que indica que el fenómeno de la violencia en las juventudes tiene la característica de ser un proceso doble. Los y las jóvenes pueden llegar a ejercer ambos roles, tanto de víctimas como de victimarios.
El espacio biográfico propuesto por Arfuch (2002) nos permite pensar en la construcción de las juventudes sí en el escenario de lo privado, del desarrollo psicobiológico, de las historias de vida y de las cuestiones familiares, pero al mismo tiempo es un proceso social que implica las múltiples posibilidades de relacionarse con los otros, desde la reproducción, la integración, la irrupción o la trasformación del orden social. Por lo tanto, podríamos entender el proceso de la producción de las identidades juveniles como un proceso político.
Como sociedad hemos llegado a un punto en el que ya no es posible minimizar el problema de la violencia. Ello debido a la frecuencia, la intensidad y la multiplicidad de formas. Como analizamos, la experiencia de violencia tiene la condición de ser desigual y diferenciada. En el caso de las adolescencias tiene la condición de experimentarse de manera cotidiana y en sus espacios biográficos. Por lo tanto, interviene en el proceso de construir su identidad. Las reflexiones de los y las jóvenes y adolescentes de Oblatos nos muestran que las problemáticas sociales “ocurren en el barrio”, pero al mismo tiempo impactan en las configuraciones subjetivas y en las posibilidades de ser, hacer y sentir.
El concepto de espacio biográfico permite dar cuenta de la relación entre lo íntimo y lo público, con la intención de romper con la aparente dicotomía. El problema de la violencia es una cuestión social y pública, sin embargo, también tiene una condición personal e íntima que ha estado condicionando y delimitando las formas de ser joven.
Las limitaciones del estudio estuvieron centradas de manera principal en la no inclusión de niñas y niños. En esta investigación no estuvieron consideradas las infancias, lo que representa una práctica adultocéntrica. Además, ninguna de las personas que participó en la investigación forma parte de algún grupo u organización política, comunitaria, o algún movimiento social. La adscripción a un colectivo podría aumentar la capacidad de agencia y con ello la configuración identitaria y los posicionamientos sobre las problemáticas sociales.
Conclusiones
Según las experiencias de los y las adolescentes de Oblatos, habitar en un contexto de violencia crónica tiene un impacto en la manera de configurar la propia subjetividad. Las múltiples formas de violencia traspasan la dimensión colectiva, en abstracto; son interiorizadas y condicionan la manera de autopercibirse, de relacionarse con otros y de habitar el barrio. Aunada a esas formas de violencia, las adolescencias de Oblatos identifican la de tipo institucional y sistemática del Estado, a través de prácticas como homicidios, represión, omisión, corrupción y debilitamiento de su capacidad para intervenir de manera eficiente en la problemática. Por lo tanto, se configura una subjetividad en torno a ser joven en Oblatos, lo que implica convivir con las condiciones de violencia, naturalizarlas y normalizarlas dentro del espacio biográfico. La situación se ha intensificado en la última década y se agudizó por la emergencia de la crisis sanitaria y las medidas de distanciamiento social.
Adicionalmente, pese a que la problemática de la violencia juvenil ya ha sido explorada, todavía es necesario visibilizar las experiencias directas de las juventudes y adolescencias. Por un lado, reconociendo el proceso dinámico de la población y de la problemática; los y las adolescentes crecen y el contexto se transforma. Por otro lado, admitiendo que la intensidad y la frecuencia de la violencia juvenil está llegando a puntos críticos. Es urgente que las intervenciones de la sociedad civil y de las políticas públicas en materia de juventud integren las experiencias directas de las adolescencias para comprender las formas diferenciadas de violencia que perciben. Como futuras líneas de investigación se sugiere considerar con mayor profundidad las repercusiones de la violencia en la dimensión socioafectiva, la desigualdad de género en la experiencia de habitar el barrio para las mujeres y las consecuencias del contexto pandémico y la agudización de la violencia.
Agradecimientos
El presente articulo da cuenta de una de las vertientes de la investigación que realicé en el 2020-2022 en el marco de la Maestría en Gestión y Desarrollo Social. Dicho estudio fue financiado con la Beca Nacional para estudios de Posgrado del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. De manera adicional, declaro que presento un conflicto de intereses relevante en este artículo, debido a mi implicación con la comunidad. Sin embargo, la situación es congruente con la investigación acción participativa, que asumo como teoría y fundamento metodológico.
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