IMPACTO ECONOMICO DEL DETERIORO DE LOS RECURSOS NATURALES ASOCIADOS CON LA EFICIENCIA DE LA REPRODUCCION GANADERA

Salomón Moreno Medina
Universidad de Sonora,, México
Fernando A Ibarra Flores
Universidad de Sonora, México
Martha H Martín Rivera
Universidad de Sonora, México
Cyrenne Y Moreno Álvarez
Universidad de Sonora, México
Rafael Retes López
Universidad de Sonora., México

IMPACTO ECONOMICO DEL DETERIORO DE LOS RECURSOS NATURALES ASOCIADOS CON LA EFICIENCIA DE LA REPRODUCCION GANADERA

Revista Mexicana de Agronegocios, vol. XXI, núm. 40, pp. 649-659, 2017

Sociedad Mexicana de Administración Agropecuaria A.C.

Resumen: El estudio se realizó en Carbó, Sonora, México, durante el 2015 para evaluar las estrategias de producción de becerros: 1) Muy eficiente (95% de parición), 2) Regular (75% de parición) y 3) Deficiente (50% de parición); todas con destete precoz (DP). Las variables evaluadas fueron: (1) Peso al destete de los becerros, (2) Peso de las vacas al destete, (3) Peso a la venta de las crías; (4) Peso y Condición corporal de las vacas al destete, porcentaje de preñez e intervalo entre partos, (5) Costos de producción de kg de carne y (6) Proyección de la rentabilidad en tres escenarios en un predio con capacidad para 100 animales a fin de contrastar el impacto de la eficiencia en producción. Las variables se analizaron mediante ANVA (P≤0.05). Las corridas financieras se realizaron con un software para el análisis y evaluación de proyectos de Inversión. Se consideraron precios actuales de ganado, alimentos e insumos. Se encontró que, en el mismo predio, un productor muy eficiente logra ingresos anuales promedio de $4,464.1 pesos/vientre, uno de eficiencia regular $2,951.9 y uno con baja eficiencia $1,127.1 pesos/vientre. La alta eficiencia incrementa en un 296.1% los ingresos ($27, 808.0 mensuales) y la eficiencia regular el 161.9% ($15,206.0 mensuales). Se concluye que la baja eficiencia de producción genera bajos ingresos, $9,393 mensuales, lo que pudiera conllevar al deterioro del recurso a medida que el productor incrementa el número de ganado en el rancho con el fin de compensar la pérdida por la ineficiencia en la producción.

Palabras clave: Deterioro, ineficiencia, destete precoz, rentabilidad, porcentaje de preñez.

Abstract: The study was conducted in Carbo, Sonora, Mexico, during 2008 and 2016, in order to determine the strategies for calves production evaluating: 1) Very efficient (95 % of calving), 2) To regulate (75 % of calving) and 3) Deficiently (50 % of calving); all with early weaning. The variables evaluated were: (1) weaning weight of calves, (2) Weight of cows at weaning (3) Weight sale of offspring; (4) weight and body condition of cows at weaning, pregnancy rate and calving interval, (5) Production costs of kg of meat and (6) Profitability projection in two stages in an area with capacity for 100 animals in order to contrast the impact of the efficiency production. The evaluated variables were analyzed by analysis of variance (P< 0.05). Financial runs were performed using computer software for analysis and capital budgeting agricultural projects. One found that, in the same property, a very efficient producer achieves annual income average for $4,464.1 pesos/cow, one of regular efficiency $2,951.9 pesos and one with low efficiency 1,127.1 pesos/ cow. The high efficiency increases in 296.1 % the income ($27, 808.0 monthly) and the regular efficiency 161.9 % ($15,206.0 monthly). One concludes that the low efficiency of production generates low incomes, $9,393 monthly $, which it migth bear to the deterioration of the resource as the producer increase the number of cattle in the ranch in order to compensate the loss for the inefficiency in the production.

Keywords: Deterioration, inefficiency, Early weaning, profitability, pregnancy rate.

INTRODUCCION

La producción intensiva de ganado vacuno en los pastizales caracterizada por sobrepastoreo intenso y frecuente ha causado fuertes cambios en la vegetación. El pastoreo intensivo ha reducido la cantidad de especies más palatables y de mejor calidad forrajera en beneficio de las menos apetecibles, invasoras y frecuentemente tóxicas para el ganado y fauna silvestre (Ibarra et al., 2007; Ibarra et al., 2014).

Los sistemas extensivos de producción ganadera del norte de México tal y como es el caso de Sonora están basados en el pastoreo de tierras poco fértiles, donde la escasa precipitación pluvial, junto con las temperaturas extremas constituyen los factores limitantes para el crecimiento del forraje. De esta forma, se tiene una estación de crecimiento, que da comienzo entre los meses de junio y julio, con el inicio de las lluvias, y termina entre noviembre y diciembre, con la entrada de los fríos invernales donde el recurso forrajero casi exclusivo para la ganadería son los pastos naturales y su crecimiento es coincidente con la estación húmeda del verano y altamente dependiente de la cantidad de agua caída en esta estación.

Por lo que la producción estacional del mismo determina, en gran medida, el sistema de manejo del ganado, ante la necesidad de satisfacer los requerimientos nutricionales del hato ganadero en sus distintas etapas fisiológicas, con el forraje pastoreado, como única fuente de alimento. Dicha zona comprende áreas, en las que las condiciones de clima y suelo imponen restricciones naturales a la producción ganadera ya que presenta características muy particulares producto de la raquítica disponibilidad hídrica y la sobreexplotación de los recursos forrajeros aportados principalmente por el pastizal natural mismos que son la principal fuente de alimento para el ganado que en ellos pastan los cuales son limitantes que condicionan la sustentabilidad de los sistemas productivos de ganadería extensiva en la región y que actualmente presentan deficiencias tanto en infraestructura como en el manejo del pastoreo del hato ganadero, lo que se refleja en bajos índices productivos regionales.

En este contexto, el principal sistema productivo de la misma es la cría extensiva de ganado bovino principalmente. Como bien es conocido, el fenómeno de las sequias no es un elemento extraño en zonas áridas, antes bien es un componente ambiental familiar, volviéndose más importante en tanto más árido es el ambiente, y no debe confundirse como un fenómeno extraordinario en la región.

En este contexto, el principal sistema productivo de la misma es la cría extensiva de ganado bovino principalmente. Como bien es conocido, el fenómeno de las sequias no es un elemento extraño en zonas áridas, antes bien es un componente ambiental familiar, volviéndose más importante en tanto más árido es el ambiente, y no debe confundirse como un fenómeno extraordinario en la región.

Extensas áreas de agostadero que una vez fueron productivas y sostuvieron densidades importantes de ganado y fauna silvestre se encuentran actualmente deterioradas y presentan problemas de suelo desnudo, erosión y una reducción considerable de la cubierta vegetal. De acuerdo con Heady y Child (1994), Holechek et al., (2004) e Ibarra et al., (2005), factores tales como el sobrepastoreo, sequías prolongadas, reducción en la intensidad y frecuencia de fuegos naturales, desmontes excesivos para siembras de cultivos de temporal, tala inmoderada, falta de infraestructura en los ranchos y la sobreexplotación de otros recursos naturales, entre otros, han sido considerados los principales problemas asociados con la pérdida de vegetación y degradación del suelo.

El problema es aún más serio si se considera que, además de las bajas pariciones del ganado y del crecimiento acelerado de la población que causa que los predios se sigan fragmentando, la mayoría de los productores son pequeños y cuentan con predios de escasa superficie y productividad, que resultan generalmente insuficientes para soportar el número de ganado con el que cuentan para sobrevivir.

Ante esta situación, la mayoría de ellos han optado erróneamente por sobrecargar los predios buscando incrementar el número de nacimientos de crías y la ganancia neta, lo que no sólo ha fallado, sino que ha resultado en una fuerte sobrecarga del agostadero y en un alto riesgo de erosión de suelo y pérdida de vegetación. Se ha demostrado que la rentabilidad de los ranchos está directamente influenciada por el potencial de producción de forraje de los mismos (Ibarra et al., 2005) y que es económicamente impráctico hacer ganadería en predios deteriorados.

Ante esta situación, la mayoría de los ganaderos han optado erróneamente por sobrecargar los predios buscando incrementar el número de nacimientos de crías y la ganancia neta, lo que no sólo ha fallado, sino que ha resultado en una fuerte sobrecarga del agostadero y en un alto riesgo de erosión de suelo y pérdida de vegetación, por lo que se cae en un círculo vicioso en cual el único perdedor es el recurso natural (suelo, vegetación y agua) que está siendo sometido cada año a una mayor presión, con el consecuente efecto que esto trae consigo. Se ha demostrado que la rentabilidad de los ranchos está directamente influenciada por el potencial de producción de forraje de los mismos (Ibarra et al., 2005) y que es económicamente impráctico hacer ganadería en predios deteriorados.

Además, cuando exista un retraso en el inicio de las lluvias y se tenga conocimiento de que el año va a ser malo (bajas precipitaciones), se debe de planear las mejores estrategias para reducir los requerimientos totales del forraje. La decisión que se debe de evaluar es la venta o movilización de animales. No hay que olvidar el valor del ganado en el mercado tiende a la baja conforme avanza la sequía, por lo que es mejor sacarlo a venta tan pronto se manifiesten indicios de sequía. EL destete precoz es parte de algunas alternativas para reducir estos requerimientos de forraje. Por lo que la planificación y aplicación de prácticas de manejo ganadero de forma continua, independientemente de las precipitaciones que se presenten en un año particular, permiten atenuar los efectos de los años con escasez de lluvias, considerando que durante la sequía será necesario recurrir a prácticas de manejo para sobrellevarla, tales como el destete precoz o suplementación, dichas acciones tendrán efecto o darán mejores resultados si en el rancho existe un plan de ordenamiento y manejo del hato antes planeado. De no ser así, las acciones tardías pueden llegar a ser costosas y de baja incidencia en los resultados productivos y con efectos desbastadores y en ocasiones irreversibles en los recursos naturales existentes.

La decisión que se debe de evaluar es la venta o movilización de animales. No hay que olvidar el valor del ganado en el mercado tiende a la baja conforme avanza la sequía, por lo que es mejor sacarlo a venta tan pronto se manifiesten indicios de sequía. De no ser así, las acciones tardías pueden llegar a ser costosas y de baja incidencia en los resultados productivos y con efectos desbastadores y en ocasiones irreversibles en los recursos naturales existentes. Por otra parte factores relacionados con las severas sequías, crecimiento desmedido de la población, traslado excesivo de la población rural hacia las áreas urbanas, sobrepastoreo, bajos precios del ganado y altos costos de los principales insumos para el ganado y mantenimiento de los ranchos, mercados inciertos e inestables agudizan el problema de la baja producción y consecuentemente de la baja rentabilidad de los ranchos lo que hace que la ganadería en México atraviese actualmente por problemas difíciles (SAGARPA, 2002;FAO-UNESCO, 2003; Ibarra et al., 2005; Quintana, 2006; Aguirre, 2008).

Si la sequía se presenta durante la época de partos, el destete precoz ayudará a que las vacas entren en celo en un menor tiempo. Si la sequía se presenta cuando las vacas ya están preñadas, el destete precoz ayudará a que las vacas estén en buena condición en el parto y tengan suficiente producción de leche para que puedan alimentar bien al becerro (Anónimo, 2016).

Sin lugar a dudas, los bajos porcentajes de parición del ganado y los largos periodos abiertos entre partos han causado una baja productividad y rentabilidad en la mayoría de los ranchos en el norte de México. Varios estudios realizados en diversos países y ambientes sugieren que el destete precoz es una buena alternativa para aumentar la producción de becerros en los ranchos (Rodríguez et al., 1983; McSweeney et al., 1993; Loy y Maxwell, 1999; Feldkamp, 2006); sin embargo, se desconoce la rentabilidad como resultado de la aplicación de la práctica de destete precoz como una herramienta para incrementar las pariciones y la rentabilidad de los ranchos de Sonora.

En síntesis, esta práctica debe ser tomada por el productor como fundamental para optimizar su rentabilidad, sobre todo, en ranchos con poca oferta forrajera ya que la premisa fundamental para que un hato de cría sea eficiente, es que la vaca debe parir un becerro al año.

MATERIAL Y METODOS

El presente trabajo de investigación tuvo como objetivo general el buscar como contribuir a incrementar la eficiencia productiva de los sistemas ganaderos de la región centro norte del estado de Sonora, en un marco de sustentabilidad ambiental y socio-económica mediante el ajuste a las condiciones agro ecológicas locales la aplicación de tecnologías apropiables sobre aprovechamiento integral de recursos hídricos, manejo ganadero y utilización de recursos forrajeros en sistemas reales de producción bovina a fin de generar conocimientos en relación a estrategias de manejo del hato ganadero en áreas degradadas que han sido rehabilitadas, orientados a incrementar la producción ganadera de manera sustentable. Este estudio comparativo se llevó a cabo en el predio conocido como Rancho Grande durante los años 2008 y 2016 respectivamente, ubicado en el municipio de Carbó, Sonora (29º 43’ 31.9” Latitud Norte, y 111º 15’ 5.6” Longitud Oeste), localizado a 96 km al norte de la ciudad de Hermosillo. El área seleccionada corresponde a un Matorral Arbosufrutescente (COTECOCA, 1982) que fue intersembrada con zacate buffel (Cenchrus ciliaris L.) y resembrada exitosamente durante el verano de 2001. El sitio de estudio se encuentra a una elevación de 560 msnm en terrenos planos con pendientes ligeras (<3%). El clima dominante, según la clasificación de Köeppen, es Seco Semicálido Árido (Bs1h), con una temperatura promedio anual de 22.1 oC y una precipitación media anual de 325 mm (García, 1973; INEGI, 2000).

Se probaron dos opciones de producción de becerros bajo condiciones de agostadero durante los años de 2008 y 2016 respectivamente. Los tratamientos fueron: (1) Destete precoz de crías vacunas a 90 días de nacidos, (2) Destete normal de crías a los 7 meses de edad (Testigo). Se seleccionaron dos grupos de 30 vientres para cada tratamiento de un total de 60 animales escogidos al azar de un grupo de 100 vacas, paridas de 6 años de edad de la raza Charbray. Todas las vacas de igual edad y con igual condición corporal, para cada tratamiento, se formó un grupo de 30 becerros, los cuales presentaron 15 crías hembras y 15 crías machos. Los dos grupos de animales se pastorearon en potreros similares en tamaño y forma, así como en disponibilidad de forraje y agua. Las vacas y sus crías se aretaron para su identificación, e ingresaron a los potreros de 300 ha el día 15 de junio, permanecieron bajo igualdad de condiciones durante 7 meses en los potreros antes mencionados en ambos casos y las crías se destetaron y salieron a venta el 8 de enero de 2018 y el 15 de enero de 2016 respectivamente.

Las crías sujetas al tratamiento del destete precoz fueron destetadas a los tres meses de edad. En este punto las crías se separaron de las madres, las cuales se regresaron al mismo potrero que pastoreaban inicialmente. Los animales destetados fueron alimentados de los 3 a los 7 meses de edad, donde se les ofreció a libertad alimento concentrado con 16% de proteína cruda, 85% NDT, 8% extracto libre de nitrógeno, 7% de fibra cruda, 0.7% de calcio y 0.7% de fósforo, el cual se fue ajustando de acuerdo a los consumos diarios. Tanto las vacas como los becerros en DP y las vacas y los becerros del grupo testigo permanecieron durante los siete meses alimentándose además en las praderas de buffel. Los animales de los dos grupos se vacunaron contra las enfermedades más comunes, se les aplicó vitaminas ADE, se les desparasitó externa e internamente y se les brindó sal mineralizada y agua limpia a libre acceso. Las vacas y las crías de cada grupo se pesaron en forma individual una vez por semana durante el periodo del estudio en ambos escenarios de los años 2008 y 2016 respectivamente.

Las variables evaluadas fueron: (1) Peso al destete de los becerros, (2) Peso de las vacas al destete, (3) Peso a la venta de las crías; (4) Peso y Condición corporal de las vacas al destete, porcentaje de preñez e intervalo entre partos y (5) Costos de producción de kg de carne y (6) Proyección de la rentabilidad con los dos escenarios en un predio con capacidad para 100 vientres. Todas las crías se pesaron en forma individual al nacimiento, al destete y al momento de la venta. Las vacas de todos los tratamientos se pesaron al parto, destete y a la venta de las crías. La condición corporal de las vacas se estimó al inicio y final del estudio utilizando la escala descrita por Selk (2004). Se determinó el consumo diario de alimento concentrado por animal para estimar los costos. Se determinaron los costos de producción de carne en los dos tratamientos con base en los costos reales directos e indirectos en cada escenario.

El diseño experimental utilizado fue un completamente al azar con dos tratamientos y 15 repeticiones. Cada animal fue considerado como una unidad experimental. Todas las variables se analizaron en forma independiente mediante un análisis de varianza (P≤0.05). Cuando se detectaron diferencias significativas entre tratamientos se utilizó la prueba de rangos múltiples de Duncan para la comparación de medias (Steel y Torrie, 1980). Todos los análisis se realizaron con el paquete estadístico (COSTAT, 2002). Los precios de venta de los animales fueron a la venta se consideraron de acuerdo a la subasta semanal del Departamento de Comercialización de la Unión Ganadera Regional de Sonora para cada una de las fechas mencionadas con anterioridad (UGRS, 2016).

Se comparó la rentabilidad económica, en cuanto a potencial de producción ganadera de un rancho, con un pie de cría de 100 vientres y 5 toros, con otro rancho con capacidad similar. Puesto que los administradores no sólo deben tomar decisiones correctas, sino también deben tomarlas cuando es necesario y del modo más económico posible (Aguilar y Guerra, 2001), el primer escenario, analiza la rentabilidad considerando la capacidad de producción de carne aplicando la práctica del destete precoz (DP), y el segundo incluye la producción de becerros bajo el sistema tradicional. Se realizaron corridas financieras independientes para ambos escenarios con un software de computadora (UNISON, 2006), se proyectaron para los 10 años de evaluación, en cada escenario.

Los resultados económico-financieros se obtuvieron comparando los precios de venta y los costos de producción de los escenarios considerados para el año de 2008 vs el año de 2016 a fin de medir el efecto del incremento en los costos de producción y el precio de venta de los animales influenciado directamente por la relación en la cotización del peso frente al dólar.

RESULTADOS Y DISCUSION

El peso inicial de las vacas fue similar (P≥0.05) entre grupos al inicio del estudio, con medias que fluctuaron de 518.4 para el DP a 539.9 kg en el testigo para el año 2008 y 513.5 para el DP y 522.7 kg para el testigo en el año 2016 (Cuadro1). El peso final de las vacas fue diferente entre grupos con 509.05 kg para el tratamiento de DP y 476.7 kg para Testigo para el año 2008 y 535.2 kg para el tratamiento de DP y 448.7 kg para Testigo para el año 2016, respectivamente. Las vacas en la prueba del DP perdieron un promedio de 9.32 kg del inicio del estudio a la venta de las crías, mientras que las vacas en el Testigo perdieron 63.2 kg para el año de 2008 en tanto que las vacas en la prueba del DP ganaron un promedio de 21.7 kg del inicio del estudio a la venta de las crías, en tanto que las vacas Testigo perdieron en promedio 74.0 kg respectivamente para el año 2016. Está comprobado que la prolongada lactación deteriora la condición corporal de los vientres, retrasando su retorno a la ciclicidad estral e interfiriendo el objetivo productivo de destetar un ternero por cada vaca por año (La Torre 2001; Coppo, 2007). De acuerdo con Acosta y Randel (1992), es común que una vaca lactando pierda de 30 a 45 kg de peso hasta el destete de los becerros.

En este estudio, el peso de las crías fue similar entre grupos al inicio del estudio y fluctuó de 133.41 a 141.87 kg para el año de 2008 y 119.5 para DP a 125.3 kg en el Testigo para el año de 2016 respectivamente; sin embargo, el peso de las crías al final del estudio fue de 252.6 y 179.6 kg para los tratamientos de DP y Testigo en el año 2008 y de 255.1 a 179.4 kg para los tratamientos de DP y Testigo para el año 2016, respectivamente. Las crías en promedio ganaron 110.75 y 37.8 kg en el DP y Testigo para el año 2008 y 135.6 a 54.1 kg en el DP y Testigo para el año 2016, respectivamente. La ganancia diaria promedio de las crías fue de 1.32 y 0.43 kg/animal/día para los tratamientos DP y Testigo para el año 2008 y de 1.13 y 0.451 kg/animal/día para los tratamientos DP y Testigo para el año de 2016 respectivamente (Cuadro 1). El consumo diario de concentrado fue de 5.57 y 0 kg para los tratamientos de DP y Testigo, los que resultaron con un costo diario por cabeza de $18.14 y 0 para los tratamiento de DP y Testigo. El porcentaje de parición de las vacas fue de 95 y 75 y el número de días abiertos fue de 90 y 240 para los tratamientos de DP y Testigo para el año 2008, respectivamente, mientras que el consumo diario de concentrado fue de 4.3 ± 1.4 kg y 0 kg para los tratamientos de DP y Testigo, los que resultaron con un costo diario por cabeza de $19.50 y $17.6 para los tratamientos de DP y Testigo. El porcentaje de parición de las vacas fue de 98 y 74 y el número de días abiertos fue de 90 y 185 para los tratamientos de DP y Testigo, respectivamente durante el año de 2016.

Otros estudios muestran que atreves del destete precoz se pueden reducir los ingresos netos en el corto tiempos, sin embargo, evitando el sobrepastoreo y reduciendo la necesidad de vender la vaca por improductiva, pueden tener grandes y mejores beneficios en el largo tiempo (McSwweeney et al., 1993; Ibarra et al., 2011). De acuerdo con McSwweeney et al., (1993) y Mulliniks et al. (2013). El comparativo del análisis económico demostró que el costo total por becerro producido es similar entre tratamientos y varía de $17.60 pesos/kg para el testigo a $19.50 pesos/kg para el DP para el año 2016, siendo este último la práctica más rentable para la producción de carne. Blanco et al. (2009), encontraron que el destete precoz reduce los costos anuales de la vaca por becerro destetado, ellos tuvieron bajos costos de pastoreo y costos de alimentación durante invierno por vaca, así como un bajo costo de depreciación por causa de bajos porcentajes de no preñez en las vacas y de desecho de las mismas.

Los costos anuales totales de producción por vientre fueron de $2,682.86, $2,920.15 para las vacas de DP y Testigo respectivamente para el 2008, en tanto que fue de $9260.48 y de $7724.06 para las vacas de DP y Testigo respectivamente para el año de 2016 (Cuadro 1). Está demostrado que una buena condición de las vacas previo al empadre es necesaria para lograr porcentajes de parición aceptables (Morrison et al., 1999) y que ésta variable es generalmente aceptada como la determinante más importante en la parición del ganado (Stalker et al., 2007). De acuerdo con Short et al., (1996), entre más tiempo dure el becerro con la vaca, más pesada será la cría a expensas de la condición corporal de la madre.

En este estudio el mayor número de días abiertos en el tratamiento testigo (240 días para el año 2008 y 185 para el año 2016) hace que en la proyección a 10 años existan cuatro años sin producción de crías, lo que lo convierte en muy ineficiente, ya que prácticamente está trabajando al 60% de su productividad, esto es sin considerar que existe solamente el 75% de parición. El DP, por otro lado, presenta la máxima eficiencia ya que el número de días abiertos es de 90, lo que entra dentro del margen aceptable de producción (Cruz, 2006), dadas las condiciones ambientales de la zona. La alta eficiencia con esta práctica se debe al corto tiempo de periodo abierto que hace que las vacas permanezcan siempre cargadas y produciendo crías; este tratamiento presentó 95% de parición (Figura 1).

 Comparativo de Proyección de la
rentabilidad de la producción de un rancho con capacidad para 100 vientres
manejado bajo dos diferentes escenarios: (1) Destete Precoz y (2) Testigo
tradicional en Sonora, México durante los años 2008 y 2016.
Figura 1
Comparativo de Proyección de la rentabilidad de la producción de un rancho con capacidad para 100 vientres manejado bajo dos diferentes escenarios: (1) Destete Precoz y (2) Testigo tradicional en Sonora, México durante los años 2008 y 2016.
Elaborado con información propia

El ganado de carne es una forma común mediante la cual los ganaderos y manejadores de agostadero generan ganancias (Stalker et al., 2007), por lo tanto, la adopción de prácticas de manejo que incrementan las ganancias de la producción de carne es crítica para la sustentabilidad del manejo en el agostadero (Ibarra et al., 2014).

El tratamiento testigo presenta saldos negativos durante los 10 años de proyección (Figura 1). Durante los dos años iniciales existe un desfasamiento de la producción originado por la falta de producción de crías y ausencia de reemplazos, que permitan la venta de vacas de desecho, lo que se refleja en la baja producción, originando que las ventas no sean suficientes para cubrir los costos fijos de la explotación durante los años del proyecto. Las pérdidas anuales bajo este esquema son de $56,245 durante los primeros dos años de proyección. A partir del tercero y hasta el décimo año las pérdidas se siguen manifestando y fluctúan anualmente de $10,384.00 a $21,406.00 para el año 2008, mientras que en el escenario del año 2016 se refleja el alza en el precio del ganado derivado de la paridad del peso frente al dólar, donde los saldos anuales positivos van desde $221,324 en sus mínimos a $322,472 en sus máximos.

Bajo el modelo del DP se obtienen las mejores ganancias sobre tiempo, ya que esta práctica permite mantener la producción en forma sostenida durante los años del proyecto. En este tratamiento, al igual que en los anteriores, durante los dos años iniciales existe un desfasamiento de la producción originado por la falta de producción de crías y ausencia de reemplazos, que permitan la venta de vacas de desecho, originando que las ganancias sean relativamente bajas, comparadas con las que se obtienen a partir del tercer año y hasta el décimo, las cuales pueden fluctuar de $79,252.00 a 131,752.00 para el escenario de las corridas financieras del 2008, mientras que en el escenario del año 2016 se refleja el alza en el precio

del ganado por el efecto ya mencionado, donde los saldos anuales positivos van desde $369,273 en sus mínimos a $469,921 en sus máximos.

Al incrementar la eficiencia de producción en los agostaderos se reduce el riesgo de sobrepastoreo con lo que se beneficia el suelo y la vegetación de los ranchos (Ibarra et al., 2014).

CONCLUSIONES

Se requiere incrementar la eficiencia de producción en los ranchos, ya que es económicamente incosteable mantener animales improductivos con porcentajes bajos de parición en las explotaciones ganaderas a un costo muy elevado para el recurso natural.

Con la aplicación de prácticas como es el Destete Precoz realza los ganaderos pueden ganar adicionalmente $2,784.35 pesos por cabeza por año, bajo este régimen las vacas continuarán produciendo un becerro cada 12 o 13 meses. Por lo que resulta ser una alternativa viable para incrementar la productividad, rentabilidad de los ranchos y la utilización en forma eficiente de los recursos naturales en los predios, así como su conservación a largo plazo. Por otro lado, permite mantener la producción de becerros en forma sostenida durante los 10 años de la proyección y con ello diluir el efecto de los costos fijos en los flujos financieros, haciendo más eficiente económicamente la utilización de los recursos naturales.

El conocimiento de las repercusiones del manejo sobre los aspectos intangibles como lo es el deterioro del recurso natural en este caso el agostadero y su impacto económico principalmente asociado a los costos de operación dadas bajo ciertas condiciones de producción, resulta fundamental para planificar y adecuar las estrategias de manejo y comercialización en las explotaciones ganaderas que permitan ajustar la carga animal idónea a corto y medio plazo en función de las condiciones del agostadero y la disponibilidad de forraje.

Cuadro 1
Características generales del ganado, alimento, costos de producción y rentabilidad de producción de becerros bajo dos esquemas: 1) Destete precoz y 2 Testigo tradicional por 120 días, durante 2008 y 2016 en el Rancho Grande, Sonora, México.
Características generales del ganado, alimento, costos
de producción y rentabilidad de producción de becerros bajo dos esquemas: 1)
Destete precoz y 2 Testigo tradicional por 120 días, durante 2008 y 2016 en el
Rancho Grande, Sonora, México.
Elaborado con información propia

Referencias

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