Artículos
Ecología política en/sobre/desde Centroamérica: una revisión de literatura
Political Ecology in/on/from Central America: a Literature Review
Ecología política en/sobre/desde Centroamérica: una revisión de literatura
Anuario de Estudios Centroamericanos, vol. 49, pp. 1-38, 2023
Universidad de Costa Rica
Recepción: 06 Abril 2022
Aprobación: 14 Agosto 2022
Resumen: Este trabajo se propone discutir las principales cuestiones teóricas, metodológicas y políticas del campo de la ecología política (EP) desde una perspectiva centroamericana. Para ello, se llevó a cabo una labor de búsqueda y sistematización de literatura académica existente en el campo de la EP, cuya área de estudio empírico está ubicada en Centroamérica. A partir de esta búsqueda, se recogió un amplio volumen de publicaciones (377), las cuales fueron analizadas a partir de un conjunto de variables clave, haciendo énfasis en las relaciones entre saber, poder y lugar de enunciación (quién escribe y desde dónde). Los resultados obtenidos revelan, entre otras cosas, una tensión entre la producción académica elaborada sobre la región y aquella elaborada desde la región.
Palabras clave: ecología política, Centroamérica, revisión de literatura, saber-poder, lugar de enunciación. .
Abstract: This paper aims to discuss the main theoretical, methodological and political issues in the field of political ecology (PE), from a Central American perspective. For this, it was carried out a search and systematization of existing academic literature in the field of PE, whose area of empirical study is located in Central America. From this search, a large volumen of publications (377) was collected, which were analyzed based on a set of key variables, emphasizing the relationships between knowledge, power and place of enunciation (who writes and from where). The results obtained reveal, among other things, a tension between the academic production elaborated on the region and that elaborated from the region.
Keywords: political ecology, Central America, literatura review, knowledge-power, place of enunciation.
Introducción
En las últimas décadas la ecología política (EP) ha experimentado un crecimiento vertiginoso como campo académico y práctica política. No obstante, así como es evidente su crecimiento y expansión –con expresiones propias en diferentes partes del mundo–, resulta una tarea más compleja el intentar definir y delimitar este campo teórico-político, el cual tiene como uno de sus rasgos distintivos su diversidad y heterogeneidad internas. El término “ecología política” se aplica a una amplia gama de cuestiones que tienen que ver con las relaciones entre las sociedades humanas y el entorno natural/no humano, lo cual abre la interrogante acerca de qué es lo que en última instancia le da algún tipo de coherencia interna (Bridge, McCarthy y Perreault, 2015). Asimismo, los autores citados señalan que la EP no tiene el monopolio en el estudio de las relaciones sociedades-naturaleza, sino que el campo se ha constituido de forma concomitante, en diálogo –y en ocasiones en antagonismo con– otros campos que indagan cuestiones similares, pero con enfoques distintos, tales como la historia ambiental, la economía ecológica y los estudios de sustentabilidad, entre otros.
Este trabajo persigue un doble propósito. En primer lugar, busca definir, situar y caracterizar el campo de la EP, en sus dimensiones teórico-epistemológica, metodológica y política. Para ello, se rastrean sus orígenes y las trayectorias que ha experimentado en las últimas décadas, al mismo tiempo en que se identifican algunos elementos distintivos que le dan cohesión y lo dotan de especificidad. Dentro de esta discusión, se hace hincapié en la existencia de diferentes corrientes o tradiciones dentro de la EP. Estas fueron elaboradas desde diferentes espacios geográficos o lugares de enunciación y cada una dotada de un corpus teórico-metodológico específico, en buena medida, en función de los propios contextos políticos y sociales desde donde se elaboran. En concreto, se exponen las principales aportaciones y se analizan de forma comparada dos corrientes/tradiciones dentro de la EP: la de matriz anglófona (political ecology) y la latinoamericana. La primera da origen al campo de la EP como tal y ocupa un lugar dominante en términos del volumen de publicaciones académicas a nivel mundial. Mientras, la latinoamericana es una corriente que, si bien se inspira en y toma elementos de la primera, en las últimas dos décadas ha adquirido un perfil singular, constituyéndose, en palabras de Joan Martínez Alier, en un “terreno de pensamiento propio de relevancia internacional” (Toro-Pérez y Martín, 2017, p. 13).
En segundo lugar, el texto busca aportar a la discusión teórico-metodológica y política sobre EP a través de un trabajo de revisión y sistematización de literatura académica publicada en este campo, cuya área de estudio está empíricamente localizada en Centroamérica. Para ello, se realizó un levantamiento de bibliografía, en el cual se identificaron y registraron un total de 377 referencias, las cuales fueron posteriormente clasificadas y analizadas a partir de un conjunto de variables clave: año/fecha de publicación, formato, idioma1 sexo de las personas autoras, escala de análisis, país objeto de estudio, país sede de la publicación, país de origen de las personas autoras, acceso al conocimiento, enfoque analítico y temática tratada. El análisis de dichas variables, tanto de forma independiente como cruzada, permite visualizar algunas de las principales tendencias en la producción de conocimiento en el campo de la EP en el contexto centroamericano. Cabe reconocer, dicha labor de revisión y sistematización de literatura representa una aproximación exploratoria al estado del arte, la cual puede ser ampliada y profundizada en futuras investigaciones.
Entre los diferentes aspectos que se podría analizar a partir de la revisión y sistematización de literatura, este trabajo ha dado énfasis en uno en particular: las relaciones entre saber, poder y lugar de enunciación. Interesa indagar acerca de quiénes escriben la EP y desde dónde, con el propósito de dilucidar en qué medida Centroamérica es apenas una “región objeto de estudio” (investigaciones realizadas en/sobre la región, pero elaboradas desde afuera, sobre todo, desde la academia del norte global) y en qué medida es una región que se estudia, se piensa y habla sobre sí misma. En términos generales, los resultados obtenidos revelan una tensión entre lo que se ha escrito sobre Centroamérica y lo que se ha escrito desde Centroamérica. En donde, si bien se observa un crecimiento en la cantidad de publicaciones elaboradas por personas autoras centroamericanas, sigue siendo predominante la producción académica elaborada por autores externos a la región. La EP elaborada desde Centroamérica es todavía incipiente y poco sistemática, no obstante, se muestra como un campo fértil y dinámico, con gran potencial de crecimiento y consolidación hacia el futuro, proyecto al cual el presente trabajo busca aportar.
El campo de la ecología política: teoría, metodología y política
La EP es un campo diverso y heterogéneo, se ocupa de estudiar una amplia gama de cuestiones que giran alrededor de las relaciones entre las sociedades humanas y los entornos naturales. Uno de los rasgos distintivos de la EP es su carácter interdisciplinario, de ahí que se haga referencia a esta como un campo y no como una disciplina. De acuerdo con Alimonda (2006):
El punto de vista de la Ecología Política trasciende las fronteras disciplinarias establecidas en el interior del campo científico, intenta vincularlas, más que superponerse a ellas. En ese sentido, no estamos proponiendo un nuevo recorte disciplinario, sino un nuevo espacio de diálogo entre las disciplinas establecidas (p. 48).
En efecto, la emergencia de la EP no se ha traducido en la creación de nuevas carreras universitarias que lleven esa etiqueta, sino más bien en la conformación de redes y comunidades académicas, compuestas por personas con formaciones disciplinares diversas (en su mayoría, aunque no exclusivamente, dentro de las ciencias sociales), articuladas en torno de temas y cuestiones en común. A lo largo de las últimas tres décadas se han multiplicado los proyectos e iniciativas académicas autoidentificados como EP: revistas, congresos, eventos, grupos de trabajo, publicaciones, etc., de manera que no estamos frente a un campo emergente o novedoso, sino más bien de un campo consolidado o, como mínimo, en proceso de consolidación.
Comúnmente la literatura ubica la fuente originaria de la EP anglófona en la década de 1980, desarrollada a partir de la antropología ecológica, la geografía cultural y los estudios agrarios (Leff, 2017), no obstante, sus raíces teóricas y fuentes de inspiración son diversas y se remontan a un pasado más lejano. De acuerdo con Bridge, McCarthy y Perreault (2015), si bien hay un conjunto de obras clásicas que suelen ser consideradas como “marcas de origen” de la EP (anglófona),2 la emergencia de este campo se inscribe dentro de un contexto más amplio, tanto intelectual como político. En lo intelectual, la EP es apenas una manifestación dentro de un proceso de revisión y reflexión crítica acerca de la cuestión ambiental y las relaciones sociedades-naturaleza, la cual toma elementos de diversas perspectivas teóricas como el marxismo, el feminismo y los estudios poscoloniales. En lo político, la EP brota de los movimientos sociales y ecológicos de los años 1960 y 1970, en un contexto caracterizado por una fuerte agitación social y política y por la irrupción de la crisis ambiental. Según los autores citados, la genealogía de la EP se asemeja más a una enredadera con múltiples ramas entrecruzadas entre sí que a un arbusto claramente identificable.
Según informa Palacio (2006) el término “ecología política” aparece por primera vez en 1972, en un texto del antropólogo estadounidense Eric Wolf. En sus inicios, el término se asoció con el estudio de problemas derivados del mal uso de la tierra y del acceso y control de recursos, incorporando planteamientos de la economía política crítica a los enfoques ecológicos más tradicionales. En palabras de Moreano, Molina y Bryant: “La ecología política emerge en el mundo anglosajón como una disciplina crítica que analiza las múltiples desigualdades que se traducen en un acceso dispar a los recursos naturales y los conflictos asociados resultantes” (2017, p. 197). Centra su atención en el concepto y las prácticas del poder alrededor de las relaciones sociedad-naturaleza y se distancia críticamente de aquellos análisis que se enfocan únicamente en aspectos técnicos de las crisis ecológicas y el cambio ambiental. De esta manera, la EP se aleja de la definición convencional de ecología como una rama de la biología, la cual excluye o relega a un segundo plano el papel de las sociedades humanas en las dinámicas ecológicas (Palacio, 2006).
Esta diversidad de influencias y temas de interés torna difícil una definición simple del campo de la EP. De acuerdo con Robbins (2012), es posible identificar una variedad de definiciones, con importantes diferencias de énfasis, lo cual abre la interrogante: ¿qué es lo que en última instancia define la EP? Un primer aspecto por destacar es que, en buena medida, la EP se configura en contraposición con otros enfoques dedicados al estudio de las relaciones sociedades-naturaleza. La EP busca entender y visibilizar las fuerzas políticas y las relaciones de poder que están en juego en el acceso, manejo y transformación del ambiente, a diferencia de aquellos enfoques más tradicionales o conservadores, que tienden a “naturalizar” el orden socio-ecológico dominante. De hecho, Robbins (2012) sugiere que una forma de definir la EP es en contraposición con lo que se podría denominar “ecologías apolíticas”, es decir, aquellas interpretaciones de los fenómenos ambientales que ignoran el papel de los procesos sociales, culturales, políticos y económicos, a pesar de que, en el fondo, suelen estar comprometidas con agendas político-ideológicas muy definidas. El autor citado hace referencia a dos expresiones dominantes de ecologías apolíticas, correspondientes con el pensamiento neomalthusiano –y su discurso de la “sobrepoblación” y la “escasez de recursos”– y el paradigma de la “modernización ecológica”, que busca compatibilizar la cuestión ambiental con el pensamiento desarrollista y economicista de mercado.
De esta manera puede afirmarse, con base en Bridge, McCarthy y Perreault (2015), que la EP no se define tanto por un tema de investigación o por una escala de análisis en particular, sino por una serie de compromisos –teóricos, metodológicos y políticos– que atraviesan el trabajo de la EP en su conjunto. En lo teórico: un compromiso con la teoría social crítica y una comprensión “postpositivista” de la naturaleza y de la producción de conocimiento acerca de esta, concibiéndola como inseparable de las relaciones sociales de poder. En lo metodológico : un compromiso con la realización de estudios en profundidad (in-depth), al realizar observaciones directas, hacer uso de análisis cualitativos, usualmente en combinación con métodos cuantitativos o análisis documental. En lo político: un compromiso con la justicia social y con un cambio político radical/estructural, tradicionalmente del lado de sectores sociales subalternizados y oprimidos.
Surgida a partir de un contexto histórico-geográfico particular (academia crítica del norte global), la EP ha experimentado una evolución constante a lo largo de las últimas décadas, ha explorado nuevos espacios, escalas y temas de investigación, no obstante, articulada alrededor de los compromisos/principios citados líneas atrás.
Más allá del mundo anglófono –y en un diálogo más directo con la realidad latinoamericana– uno de los grandes referentes en este campo es el catalán Joan Martínez Alier. Su obra, ubicada en la interfase entre EP y economía ecológica, hace hincapié en el carácter eminentemente material de la economía (en específico, de la economía capitalista), cuyo crecimiento implica una extracción y un consumo crecientes de materia y energía, el cual se asocia también con una expansión geográfica de las fronteras de extracción de recursos y deposición de residuos. Uno de los planteamientos más conocidos en la obra de este autor es la idea de un “ecologismo popular” o un “ecologismo de los pobres”. Este hace referencia a movimientos de base local –en su mayoría de comunidades campesinas e indígenas del sur global- que luchan contra los impactos ambientales provocados por la reproducción globalizada del capital y la expansión de la frontera extractiva sobre sus territorios, los cuales colocan en riesgo su base material de sustento. Desde la perspectiva de este autor, el objeto de estudio por excelencia de la EP son los “conflictos ecológico-distributivos”, o conflictos por distribución ecológica, es decir, aquellos suscitados por las asimetrías y desigualdades sociales, espaciales y temporales en el uso que hacen los grupos humanos de los recursos y servicios ambientales (Martínez Alier, 2004).
Por otra parte, en las últimas dos décadas la EP ha tenido un notable desarrollo en América Latina, desde donde se han hecho importantes contribuciones, al punto que es posible identificar la existencia de una corriente o tradición propia, autodenominada ecología política latinoamericana (EPL). Un espacio que resultó clave en la construcción de la EPL como campo teórico-político es el Grupo de Trabajo Ecología Política del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), creado a inicios de la década de 2000, el cual con el pasar del tiempo se ha reproducido en la creación de nuevos Grupos de Trabajo con propuestas afines.3 En palabras de uno de los fundadores del grupo originario, el argentino Héctor Alimonda, el objetivo de esta iniciativa fue el “integrar un espacio de intersubjetividad reflexiva, una comunidad académica no institucionalizada en su sentido más pleno, de científicos/as sociales latinoamericanos/as que investigan y trabajan sobre las relaciones entre nuestras sociedades y la naturaleza” (Alimonda, 2006, p. 46). A la fecha, se registran numerosas publicaciones, eventos, encuentros y otro tipo de actividades asociadas a la EPL, consolidándose como un campo sumamente fértil y activo de producción de conocimiento e incidencia política a escala regional. Entre los referentes pioneros/as de la EPL se puede mencionar a Alimonda (fallecido en 2017), Carlos Walter Porto-Gonçalves, (Brasil), Enrique Leff (México), Maristella Svampa (Argentina) y Arturo Escobar (Colombia), quienes a su vez han formado nuevas generaciones de personas académicas que han dado continuidad al trabajo.
De acuerdo con Alimonda (2017), la EPL forma parte de una tradición más amplia de pensamiento crítico latinoamericano, dentro de la cual se puede hacer referencia a la teología de la liberación, la pedagogía del oprimido de Paulo Freire, la teoría de la dependencia y las reflexiones en torno del llamado giro descolonial.4 Se entiende por “pensamiento crítico” aquel que se fundamenta en la disconformidad con el estado de cosas existente y en la búsqueda de alternativas para su transformación, lo cual implica también una epistemología crítica, un cuestionamiento de las categorías y procedimientos de los discursos científicos dominantes. Según el autor citado, lo novedoso y diferencial de la EPL es precisamente el elaborar sus reflexiones ecológico-políticas desde un lugar de enunciación latinoamericano, cuya marca de origen se asienta en “el trauma catastrófico de la conquista y la integración en posición subordinada y colonial en el sistema internacional” (Alimonda, 2017, p. 41).5 Aunque con raíces similares a la EP anglófona, la EPL ha tomado un camino propio influenciado, igual que otras ciencias sociales, por el papel histórico que le fue asignado a la región como proveedor de materias primas para el capitalismo europeo, primero, y norteamericano, después (Moreano, Molina y Bryant, 2017). De esta manera, la EPL constituye una tradición político-intelectual específica, que tiene como una de sus características distintivas el encuentro y el diálogo entre la tradición del pensamiento crítico latinoamericano y las vastas experiencias y estrategias de los pueblos en defensa de sus territorios, frente al saqueo y la economía de rapiña.
Una de las definiciones más concisas de la EPL la podemos encontrar en declaraciones brindadas durante el lanzamiento del Grupo de Trabajo Ecología(s) Política(s) desde el Sur/Abya Yala de CLACSO en 2019, citada por Roca-Servat (2020):
Se trata de un campo de análisis crítico y de enunciación plural que se ha ido constituyendo a partir de la conformación de redes académicas latinoamericanas, ubicadas en relación de continuidad con las tradiciones regionales del pensamiento crítico y de la problemática compleja de la construcción de la identidad de nuestras sociedades. Esta Ecología Política es tributaria de la historia y del pensamiento crítico latinoamericano, a partir del abordaje de las relaciones sociedad-naturaleza bajo una perspectiva teórica interdisciplinaria construida en la intersección entre la historia ambiental y política, la economía política, la geografía crítica, los estudios culturales, el indigenismo latinoamericano y el pensamiento ambiental Sur, buscando ajustar cuentas hacia atrás, expandiendo el presente y diseñando alter-nativas al patrón moderno-capitalista-occidental-patriarcal (p. 30).
Moreano, Molina y Bryant (2017) hacen referencia a tres “marcadores de identidad” que permiten identificar lo que distingue la EPL de la EP anglófona. En primer lugar, la descolonialidad: se identifica con una línea teórica que cuestiona las “grandes narrativas” de la modernidad euro-norteamericana; desafía el pensamiento moderno y sus pretensiones de universalidad, en particular, la forma -instrumental y utilitaria- en que este ha conceptualizado la naturaleza, reconociendo la existencia de diferentes “racionalidades ambientales”. En segundo lugar, la posicionalidad de la persona investigadora: da continuidad a una tendencia de producción teórica que busca comprender la realidad social para transformarla; plantea un diálogo estrecho entre reflexiones académicas y luchas sociales, en donde se observa una clara correlación entre la efervescencia de la disciplina y la intensificación de conflictos socioambientales. Asimismo, muestra una gran apertura hacia la construcción de conocimientos fuera de la academia, en particular, en espacios de activismo político. En tercer lugar, la territorialidad: presenta un fuerte desarrollo teórico asociado a la cuestión territorial, entendida como apropiación material y simbólica del espacio geográfico, a través de relaciones sociales de poder; la noción de territorialidad no solamente tiene un valor teórico/analítico sino también político/estratégico, como instrumento de resistencia, la cual “emerge como una respuesta local a la explotación de recursos naturales y las relaciones desiguales de poder, adquiriendo especial relevancia en el marco de los conflictos socioambientales” (Moreano, Molina y Bryant, 2017, pp. 202-203).
Para finalizar este apartado, es oportuno hacer hincapié en la dimensión epistemológica de la EP, en general, y de la EPL, en particular. Como se mencionó líneas atrás, uno de los compromisos teóricos de este campo es el reflexionar críticamente sobre las formas de producción de conocimiento acerca de la naturaleza, interpelando el paradigma moderno-positivista dominante, el cual establece una separación artificial entre sociedad y naturaleza, acompañado de una perspectiva instrumental y utilitaria, con miras a la explotación de bienes naturales para la acumulación capitalista. Alejándose de esta perspectiva extractivista y unidimensional de la naturaleza, Leff (2017) reivindica la “racionalidad ambiental” y la “reapropiación social de la naturaleza” como elementos centrales de la EPL: “La ecología política es el lugar de encuentro de racionalidades diferenciadas y de un diálogo de saberes, entendido como la práctica de una ontología de la diversidad, una política de la diferencia y una ética de la otredad” (Leff, 2017, p. 155). En una línea similar, Delgado-Ramos (2017) subraya la coproducción de conocimiento como un pilar de la EPL. Se caracteriza por un continuo diálogo de saberes entre actores sociales, tanto aquellos que están formalmente reconocidos dentro de la academia como aquellos que están fuera, pero que pueden o tienen algo que decir y aportar. La propia figura del “experto” es puesta en cuestión, no porque deje de ser importante, sino porque no es suficiente para hacer frente a dinámicas y problemas cada vez más complejos, como lo es la crisis ecológica/climática global.
Ecología política en/sobre/desde Centroamérica
Una vez expuesto, a grandes rasgos, el campo de la EP en sus dimensiones teórica, metodológica y política, el presente apartado busca hacer un aporte novedoso a esta discusión a través de un trabajo de revisión y sistematización de literatura, en el cual se analiza el universo de publicaciones académicas en el campo de la EP, cuya área de estudio está empíricamente localizada en Centroamérica. En un primer momento, se describen los procedimientos metodológicos empleados para llevar a cabo dicha tarea, así como algunos de los criterios mediante los cuales se definió tal estrategia. En un segundo momento, se hace exposición de los principales hallazgos resultantes de la revisión/sistematización de literatura, los cuales permiten captar las principales tendencias en la producción de conocimiento en el campo de la EP en/sobre/desde Centroamérica.
Procedimientos metodológicos
La decisión de trazar la región centroamericana6 como recorte geográfico obedece a dos motivos. Primeramente, se busca contribuir a la construcción de conocimientos desde una perspectiva regional con la intención de superar el llamado “nacionalismo metodológico”, una tendencia muy arraigada en las ciencias sociales que asume la escala estatal-nacional como unidad de análisis por excelencia de investigación social, dejando en segundo plano (y perdiendo de vista) procesos y dinámicas que operan más allá de los límites territoriales de un determinado país. En segundo lugar, estudiar Centroamérica implica colocar el foco de atención sobre una subregión de América Latina caracterizada por padecer una gran invisibilidad en el contexto latinoamericano, incluso dentro del mismo pensamiento crítico. En el caso específico de la EPL, es posible constatar que la gran mayoría de la producción académica está concentrada en un grupo de países de la región de grandes dimensiones y con estructuras académicas más sólidas –Brasil, México, Argentina y Colombia, principalmente–, mientras que el istmo centroamericano, en conjunto con otras subregiones como el Caribe insular, resulta mucho menos conocido.
En lo que respecta al recorte temático, también conviene hacer algunas aclaraciones metodológicas. Se optó por incluir solamente publicaciones académicas, es decir, aquellas que hayan pasado por algún tipo de revisión de pares con comité editorial (artículos, libros, capítulos de libro, informes y ponencias). Ello implica que un vasto universo de publicaciones no-académicas relacionadas con EP ha quedado fuera del alcance de este trabajo, tales como notas periodísticas, artículos de opinión, pronunciamientos y comunicados de organizaciones y movimientos socioambientales, programas de radio o televisión, mapas, producciones audiovisuales, etc. El motivo para no incluir este tipo de materiales obedece a una cuestión de viabilidad, considerando que ello implicaría procesar un volumen de información mucho mayor, del cual no se tiene capacidad de dar cuenta. No obstante, es importante dejar claro que esta decisión no implica ningún tipo de juicio de valor hacia las publicaciones no-académicas, ni tampoco pretende establecer una jerarquía entre estas y las publicaciones académicas. Al contrario, se reconoce que la EP –sobre todo la EPL– se alimenta del diálogo de saberes, y que tanto las publicaciones académicas como aquellas elaboradas desde otros lugares de enunciación hacen un aporte significativo en la construcción de este campo teórico-político, cada una a su manera.
Por otra parte, el trabajo de levantamiento y revisión de literatura implicó establecer algunos criterios de inclusión y exclusión. Como ya se mencionó, resulta difícil y compleja la tarea de definir y delimitar de forma precisa el campo de la EP, por lo tanto, los criterios de inclusión y exclusión utilizados en el presente trabajo obedecen, en buena medida, al criterio personal de los investigadores, lo cual quiere decir que, si otra persona realizara el mismo ejercicio, posiblemente haría una selección distinta. Podría decirse que este trabajo parte de una definición bastante amplia de lo que se entiende por EP. El criterio principal de inclusión es que las publicaciones abordan las relaciones sociedad-naturaleza, en las cuales se hace hincapié en las relaciones de poder, independientemente si llevan o no la etiqueta de EP. En el transcurso de las labores de levantamiento bibliográfico, se identificó un universo de publicaciones en un conjunto de áreas afines a la EP, que tienen enfoques distintos, lo cual condujo a su exclusión: economía ecológica, historia ambiental, gestión ambiental, derecho ambiental, estudios agrarios, entre otros. De esta manera, se fue construyendo una lista de referencias bibliográficas en un documento Word, la cual se fue afinando y experimentó sucesivas modificaciones: mientras se incorporan nuevas referencias, otras eran excluidas luego de pasar por un filtro más riguroso. En total fueron incluidas 377 referencias bibliográficas.7
En cuanto a la estrategia empleada para hacer el levantamiento bibliográfico, se utilizó una combinación de recursos: (a) búsquedas a través de repositorios y bases de datos académicas, como: Redalyc, Jstor, Dialnet, Scielo, Latindex, DOAJ, La Referencia.info, EBSCO-ERIC, Proquest, E-libro, Kímuk, Academia.edu, Research Gate, biblioteca digital de CLACSO, entre otros; (b) búsquedas a través de algunas revistas académicas en específico: Ecología Política (España/Catalunya), Anuario de Estudios Centroamericanos (Costa Rica), Letras Verdes (Ecuador), Anuario del Centro de Investigación y Estudios Políticos (Costa Rica), Revista de Ciencias Sociales (Costa Rica), Journal of Political Ecology (Estados Unidos), Journal of Latin American Geography (Estados Unidos), entre otras; (c) búsquedas a través de personas autoras en específico, sobre todo, en sus perfiles personales en Google Académico; (d) biblioteca personal digital de las personas autoras.
Para orientar las búsquedas, se realizó un levantamiento cruzado utilizando algunos descriptores que aluden a temas tradicionalmente estudiados en EP, tanto en idioma español como su correspondiente en inglés: “ecología política”, “conflictos socioambientales”, “extractivismo”, “gobernanza ambiental” y “justicia ambiental”, en conjunto con recortes geográficos: “Centroamérica/América Central”, así como de los siete países de istmo por separado.
Posteriormente, se definió un conjunto de variables clave, a partir de las cuales se analizó y se sistematizó la bibliografía: 1) año/fecha de publicación, 2) formato (artículo, libro, capítulo, informe o ponencia), 3) idioma (español e inglés), 4) sexo de las personas autoras, 5) escala de análisis (local, nacional y regional), 6) país objeto de estudio, 7) país sede de la publicación, 8) país de origen de las personas autoras o de la institución donde laboran, 9) acceso al conocimiento (abierto, privado o indirecto), 10) enfoque analítico y 11) tema. La mayoría de estas variables son fácilmente identificables y no son objeto de interpretaciones distintas, sin embargo, en el caso específico de las variables “enfoque” y “tema”, sí fue necesaria una labor analítica de definición previa de sus categorías, a partir del criterio personal de los investigadores.
La lista de 377 referencias fue incorporada en un documento Excel, en el cual se fue dilucidando, para cada una, las diferentes variables clave. Una vez completada esta fase, se hizo la cuantificación de las diferentes variables, de manera manual. Y finalmente, a partir de las variables cuantificadas, se realizaron cruces entre estas, que informan sobre algunas tendencias en la producción del conocimiento, de las cuales se ha hecho hincapié en las relaciones entre saber poder y lugar de enunciación.
Análisis de los resultados
En este apartado se analizan los resultados de la revisión/sistematización de literatura de EP en/sobre/desde Centroamérica. Se exponen los hallazgos correspondientes con cada una de las variables clave por separado y también se hace referencia a algunos cruces entre variables distintas, que resultan sugerentes para entender cómo este campo se ha venido configurando en la región. Para organizar y visualizar la información, se elaboró un conjunto de gráficos y una tabla, todos los cuales tienen como fuente la elaboración propia a partir de la base de datos con la literatura recopilada por los autores, motivo por el cual se omite indicar la fuente al pie de cada uno de los gráficos y la tabla, al ser esta una información redundante.
Año/fecha de publicación
Se observa una tendencia muy clara: conforme más nos acercamos al momento presente, mayor es la cantidad de publicaciones. Ello indica que la EP es un campo que se encuentra en pleno crecimiento en la región centroamericana, en donde habría que considerar también que, cuanto más reciente es una publicación, más asequible suele ser. Puede haber fluctuaciones entre un año y otro, pero la tendencia general es hacia un aumento en la producción y socialización de conocimiento en el tiempo (Figura 1). Hay dos años para los cuales no se encontró ninguna publicación (1993 y 1997), mientras que el año con mayor cantidad de publicaciones es 2020, con un total de 39. La base de datos abarca un período de poco más de tres décadas, entre 1990 y 2021. En el caso del año 2021, se registra una disminución notable con respecto a 2020; sin embargo, ello obedece a que el trabajo de levantamiento bibliográfico fue realizado cuando 2021 aún estaba en curso.
Si lo agrupamos por quinquenio y por década, la tendencia resulta aún más clara. En la década 1990-1999 hay 17; entre 2000-2009 hay 77; y entre 2010-2021 hay 283 (Figura 2). Por su parte, en cuanto a los quinquenios, se observa lo siguiente: 1990-1994 con 4; 1995-1999 con 13; 2000-2004 con 24; 2005-2009 con 53; 2010-2014 con 94; y 2015-2021 con 187 (Figura 3).
Formato
Se clasificó la bibliografía en función de su formato: artículos en revistas, capítulos de libro, tesis, libros, informes y otros como ponencias y entrevistas. La cantidad de publicaciones por formato sigue ese mismo orden: 205 artículos, 75 capítulos de libro, 46 tesis, 27 libros, 20 informes y 4 “otros” (ponencias y entrevistas) (Figura 4).
Idioma
Se revisaron publicaciones en dos idiomas, español e inglés, al ser estos los que más se han aproximado a la realidad centroamericana en el campo de EP. De las 377 referencias registradas en la base de datos, 218 son en español (58 % del total) y 159 en inglés (42 %) (Figura 5). La variable idioma revela tendencias interesantes, al cruzarse con otras variables. Por ejemplo, si analizamos la cantidad de trabajos a la luz del año/fecha de publicación, se puede observar que la tendencia en ambos idiomas es hacia un aumento en la cantidad de publicaciones conforme nos acercamos al momento presente. Sin embargo, dicho crecimiento es más expresivo para el idioma español: mientras que en los primeros dos quinquenios analizados (1990-1994 y 1995-1999) hay más publicaciones en inglés, a partir del año 2000 predominan los trabajos publicados en español, en particular, durante el último (2015-2021), en el cual casi lo duplica: 122, contra 77 en inglés (Figura 6). La creciente predominancia del español en el campo de EP en el istmo podría atribuirse a diversos factores, entre ellos, un mayor protagonismo de personas autoras centroamericanas en este ámbito, así como al auge de la EPL.
Sexo de las personas autoras
Se clasificó la bibliografía en función del sexo de las personas autoras, en la cual se definieron tres categorías: hombre, mujer y autoría colectiva. El primer paso en esta tarea fue identificar el número total de personas/colectivos autores (340), el cual no corresponde con el número total de referencias registradas (377), debido a que existen publicaciones con varias personas autoras, así como personas que son autoras de dos o más trabajos. La distribución por sexo es bastante equitativa, con una leve mayoría de autores hombres (176) sobre las autoras mujeres (158), mientras que se registran 6 publicaciones cuya autoría se atribuye a colectivos (Figura 7). Asimismo, es posible observar diferencias en esta variable, en función del país/región de origen de las personas autoras, con mayor paridad de género en autores no centroamericanas (97 hombres y 96 mujeres), que en autores oriundos de la región (79 hombres y 62 mujeres) (Tabla 1).
Escala de análisis
Esta variable hace referencia a la escala geográfica en la que un determinado proceso o fenómeno es estudiado. Se definieron tres categorías: (1) estudios a escala local, (2) estudios a escala estatal-nacional y (3) estudios a escala regional-centroamericana. Los resultados revelan una notable predominancia de las escalas estatal-nacional (182) y local (159), muy por encima de la escala regional (36) (Figura 8). A su vez, dentro de la escala estatal-nacional se identificaron 17 estudios comparados (realizados en dos o más países) y dentro de la escala local se identificaron 12 estudios en regiones transfronterizas, que no se limitan a un solo país.
De cierta manera los resultados eran los esperados, teniendo en cuenta el afincado nacionalismo metodológico al que se hizo referencias líneas atrás, así como la tendencia tradicional de la EP de realizar estudios de caso, empíricamente localizados, dejando en segundo plano las investigaciones con perspectiva centroamericana. Asimismo, es posible observar algunas diferencias en la escala de análisis, en función de la variable idioma, en donde las publicaciones en inglés muestran mayor predominancia de estudios a escala Estatal-nacional (87) en comparación con la escala local (63), mientras que las publicaciones en español presentan paridad en las dichas escalas (96 cada una), siempre por encima de la escala regional (9 en inglés y 27 en español) (Figura 9).
País objeto de estudio
Para cada una de las publicaciones, se revisó en qué país/espacio geográfico el estudio está empíricamente localizado. El país que registra mayor cantidad de estudios realizados en su territorio es Costa Rica (con 132), seguido de Guatemala (69), Nicaragua, Honduras (ambos con 31), Panamá (26), El Salvador (14) y Belice (7). Por su parte, se identificaron 36 publicaciones cuya escala de análisis es regional-centroamericana y 29 correspondientes con estudios nacionales comparados y estudios transfronterizos, los cuales no se ubican en un país en específico, sino simultáneamente en varios (Figura 10). Se podría hipotetizar que las grandes diferencias registradas en esta variable obedecen a diferencias en las condiciones y posibilidades para hacer investigación entre los diferentes países centroamericanos, no tanto a aspectos de su realidad socioambiental. En otras palabras, los temas, procesos y fenómenos estudiados desde la EP no son exclusivos de un país, sino que atraviesan a la región en su conjunto; no obstante, en algunos países dichos temas/procesos/fenómenos han sido más estudiados que en otros.
País sede de la publicación
Incumbe al país/espacio geográfico en donde fue lanzada la publicación (sede de la revista o empresa editorial). Al cruzarse con la variable anterior (país objeto de estudio), esta variable revela que no necesariamente el país donde se localizan empíricamente los estudios corresponde con el sitio donde fue editada la publicación. De hecho, hay muchas más publicaciones cuya sede se ubica fuera de Centroamérica (254, correspondiente con un 67 %) que adentro (123, correspondiente con un 33 %), lo cual revela una tensión entre lo que se escribe sobre la región y lo que se escribe desde la región. De esas 254 publicaciones cuya sede se ubica fuera de Centroamérica, 183 (48 % del total) se ubican en el norte global y 71 (19 % del total) en el sur global, en otros países de América Latina (Figura 11).
El país sede de la mayor cantidad de publicaciones es Estados Unidos (87), luego Costa Rica (72), México (28), España (23), Guatemala (23), Argentina (18) e Inglaterra/Reino Unido (16). En lo que respecta a los demás países centroamericanos, se registran 12 publicaciones con sede en Panamá, 9 en El Salvador, 4 en Honduras, 3 en Nicaragua y ninguna en Belice (Figura 12).8
País de origen de las personas autoras o de la institución donde laboran
Al igual que la anterior, esta variable revela tendencias en lo que concierne a las relaciones entre saber, poder y lugar de enunciación. Se registra mayor cantidad de personas autoras oriundas de países externos a la región (195, correspondientes con un 57 % del total), en comparación con las centroamericanas (145, correspondientes con el 43 %). De esas 195 extrarregionales, 163 son del norte global (Europa y Norteamérica), 30 del resto de América Latina y 2 de otros continentes.
Estados Unidos es el país con mayor cantidad de personas autoras, con 97. Por su parte, en cuanto a las personas autoras centroamericanas, se registran 63 costarricenses, 39 guatemaltecas, 15 salvadoreñas, 10 nicaragüenses, 9 hondureñas y 9 panameñas (Tabla 1). No se registran personas autoras oriundas de Belice. Estas grandes diferencias en la cantidad de personas autoras según su país o región de origen se reproducen en diferentes escalas: a nivel macro, una predominancia de la academia del norte global sobre la academia endógena, y a nivel centroamericano, una predominancia de algunos países sobre otros, en particular, el caso de Costa Rica.
Región / País | Autoras mujeres | Autores hombres | Colectivos | Total |
Norte Global | 80 | 81 | 2 | 163 |
Canadá | 7 | 6 | 1 | 14 |
Estados Unidos | 47 | 49 | 1 | 97 |
España | 12 | 11 | 0 | 23 |
Francia | 3 | 1 | 0 | 4 |
Italia | 1 | 0 | 0 | 1 |
Países Bajos | 1 | 5 | 0 | 6 |
Alemania | 1 | 6 | 0 | 7 |
Inglaterra | 3 | 1 | 0 | 4 |
Noruega | 2 | 0 | 0 | 2 |
Suecia | 3 | 0 | 0 | 3 |
Escocia | 0 | 2 | 0 | 2 |
América Latina | 77 | 94 | 4 | 175 |
América Central | 62 | 79 | 4 | 145 |
Belice | 0 | 0 | 0 | 0 |
Guatemala | 18 | 20 | 1 | 39 |
El Salvador | 7 | 8 | 0 | 15 |
Honduras | 4 | 3 | 2 | 9 |
Nicaragua | 5 | 5 | 0 | 10 |
Costa Rica | 26 | 36 | 1 | 63 |
Panamá | 2 | 7 | 0 | 9 |
Resto de América Latina | 15 | 15 | 0 | 30 |
México | 8 | 13 | 0 | 21 |
Argentina | 3 | 2 | 0 | 5 |
Brasil | 1 | 0 | 0 | 1 |
Chile | 1 | 0 | 0 | 1 |
Colombia | 1 | 0 | 0 | 1 |
Perú | 1 | 0 | 0 | 1 |
Otros continentes | 1 | 1 | 0 | 2 |
Australia | 1 | 0 | 0 | 1 |
India | 0 | 1 | 0 | 1 |
Total por sexo | 158 | 176 | 6 | 340 |
Por otra parte, si analizamos el país o región de origen de las personas autoras a la luz del año/fecha de publicación, se puede observar algunas dinámicas sugerentes. En términos generales, la tendencia se dirige hacia un aumento sostenido en el número de publicaciones, conforme más nos acercamos al momento presente. Esta tendencia atraviesa tanto a la producción de autores centroamericanos como de autores externos/as a la región. Sin embargo, en todos los períodos analizados es mayor el número de personas autoras no-centroamericanas: 3 contra 1 (en el quinquenio 1990-1994), 13 contra 0 (1995-1999), 19 contra 8 (2000-2004), 38 contra 33 (2005-2009), 60 contra 57 (2010-2014) y 141 contra 102 (2015-2021) (Figura 13). En otras palabras, hay un crecimiento de la comunidad académica centroamericana en el campo de la EP, no obstante, sigue siendo dominante la producción académica elaborada por autores extrarregionales.
Acceso al conocimiento
Esta variable hace referencia a la cuestión del acceso al conocimiento académico producido, para el cual se establecieron tres categorías: abierto, privado e indirecto. Abierto significa que las publicaciones se encuentran accesibles de manera gratuita en internet. Privado refiere que las publicaciones están reguladas por derechos de autor o editoriales, para los cuales es necesario incurrir en gastos económicos para poder acceder. Indirecto alude que las publicaciones son en principio privadas, pero que las personas autoras, por voluntad propia, han colocado a disposición en algunos sitios (por ejemplo, Research Gate y Academia.edu), bajo la condición que el texto sea solicitado directamente a la persona autora. Se identificaron 224 publicaciones de acceso abierto (59 %), 112 de acceso privado (30 %) y 38 de acceso indirecto (10 %) (Figura 14). Esta variable muestra una correlación con el idioma: las publicaciones en español son predominantemente de acceso abierto (199, vs. 18 de acceso privado y 2 indirectas), mientras que las publicaciones en inglés muestran lo contrario: 93 de acceso privado, 35 indirectas y 29 abiertas (Figura 15).
Enfoque analítico
Para esta variable fue necesaria una labor de interpretación de la literatura, en la que se estableció un conjunto de categorías que dan cuenta del abordaje teórico-metodológico de los estudios, o bien, del criterio de ingreso con que las personas investigadoras se aproximan a un determinado tema. Se identificaron tres enfoques predominantes, correspondientes con estudios que enfatizan la cuestión de los conflictos/luchas socioambientales (105 referencias), el extractivismo (93) y la gobernanza ambiental (90).
Vale mencionar que la definición de estas categorías obedece a una finalidad de organización y análisis de la información; en la práctica, hay numerosos traslapes entre los diferentes enfoques, y se puede constatar que mucha de esta literatura aborda simultáneamente los conflictos/luchas socioambientales, el extractivismo y la gobernanza ambiental, en diferentes proporciones. Por su parte, se identificó un conjunto de publicaciones que no encajan en los tres enfoques predominantes, para los cuales se establecieron categorías específicas: estudios sobre movimiento ecologista/ambientalista (21), cuestión agraria (21), imaginarios ambientales (10), degradación ambiental (8), comunidades tradicionales (7), salud (7), recursos marinos (6), ecología política urbana (6), ecología política feminista (2), residuos sólidos (1) y ecología política lingüística (1) (Figura 16).
Asimismo, se observan diferencias en cuanto al enfoque analítico en función del idioma. La literatura publicada en español muestra una inclinación hacia la cuestión de los conflictos/luchas socioambientales (81) y el extractivismo (76), muy por encima de la gobernanza ambiental (28), movimiento ecologista/ambientalista (20) y las demás categorías (14). La literatura anglófona, en cambio, presenta una predominancia de estudios que enfatizan la gobernanza ambiental (62), seguido de conflictos/luchas socioambientales (24), cuestión agraria (21), extractivismo (17) y el restante (35) (Figura 17).
La preponderancia de los enfoques sobre conflictos/luchas socioambientales y extractivismo en la literatura en español es coherente con el abordaje teórico-metodológico-político de la EPL, el cual suele prestar atención en los procesos de despojo y defensa comunitaria de los territorios, muchas veces, en un diálogo estrecho con los actores sociales en lucha.
Tema
La última variable hace referencia a los temas u objetos de estudio abordados en la literatura. Cabe hacer un par de aclaraciones. 1) No hay una correspondencia cuantitativa entre los temas y el número de publicaciones, es decir, para algunas referencias se identificaron dos o más temas simultáneamente, mientras que para otras no se identificó un tema en específico, sino que reflexionan sobre aspectos de carácter general –por ejemplo, “extractivismo en Costa Rica”–. 2).
Un mismo tema puede ser abordado desde diferentes enfoques analíticos, por ejemplo, dentro del conjunto de trabajos que estudian la minería, algunos colocan el énfasis en la cuestión de los conflictos/luchas socioambientales, otros en el extractivismo, otros en la gobernanza, etc. El tema que más se repite es precisamente minería (tanto metálica como no metálica), abordado en 46 publicaciones. Le siguen: agua (33), conservación (30), turismo (29), hidroeléctricas (29), agronegocios (26), mercantilización de la naturaleza (23), infraestructuras (16), cambio climático (10), manejo comunitario de bosques (9), pesticidas (8), semillas y transgénicos (8), pesca (6) y petróleo (3) (Figura 18). Al igual que en la variable anterior, hay constantes traslapes entre los diferentes temas, de manera tal que la separación entre estos responde a una finalidad analítica.
Reflexiones finales
Este trabajo representa un esfuerzo analítico y reflexivo direccionado a discutir las principales cuestiones teóricas, metodológicas y políticas del campo de la EP, desde una perspectiva centroamericana. Para ello, se llevó a cabo una labor de búsqueda y sistematización de literatura académica existente en el campo de la EP, cuya área de estudio empírico está ubicada en Centroamérica. A partir de esta búsqueda, se recogió un amplio volumen de publicaciones (377), las cuales fueron posteriormente analizadas a partir de un conjunto de variables clave, haciendo énfasis en las relaciones entre saber, poder y lugar de enunciación (quién escribe y desde dónde). Se trata de un ejercicio exploratorio, que ha tenido por objetivo hacer un mapeo amplio y panorámico del estado del arte, a partir del cual se puede identificar algunas tendencias generales en la producción de conocimiento en este campo. De forma sintética se puede destacar los siguientes aspectos:
Existe una tendencia hacia un aumento sostenido en la cantidad de publicaciones conforme más nos acercamos al momento presente. En otras palabras, la EP es un campo que se encuentra en franco crecimiento en la región centroamericana.
La producción de conocimiento en el campo de la EP en/sobre/desde Centroamérica está elaborada mayoritariamente en dos idiomas: español e inglés, de los cuales se registra una leve mayoría numérica del primero frente al segundo.
La literatura analizada muestra una predominancia de estudios realizados en dos escalas de análisis: estatal-nacional y local-estudio de caso, muy por encima de estudios a escala regional centroamericana.
Se verifican grandes diferencias en cuanto a la cantidad de estudios realizados en los diferentes países del istmo, lo cual –a manera de hipótesis– no obedece a la realidad socioambiental propiamente sino a las condiciones y posibilidades de hacer investigación en cada país.
Se observa una tensión entre la producción académica elaborada sobre Centroamérica y aquella elaborada desde Centroamérica. Tanto en lo que respecta a los países sede de las publicaciones como los países de origen de las personas autoras, domina la producción académica elaborada desde fuera de la región. Al mismo tiempo, se observa un crecimiento sostenido en la cantidad de trabajos producidos por personas autoras centroamericanas.
Los enfoques analíticos predominantes, a través de los cuales se abordan diferentes temáticas, corresponden con la cuestión de los conflictos/luchas socioambientales, seguido del extractivismo y la gobernanza ambiental, entre otros. La predominancia de uno u otro enfoque analítico varía según sea el idioma de la publicación.
El universo de publicaciones analizado abarca una gran diversidad de temas, dentro de los cuales destacan, en orden numérico: minería, agua, conservación, turismo, hidroeléctricas, agronegocios y mercantilización de la naturaleza, entre otros.
En síntesis, la EP escrita en/sobre/desde Centroamérica consiste en un conjunto de trabajos que abordan las relaciones sociedades-naturaleza-poder en territorio centroamericano, elaboradas desde diferentes lugares de enunciación, tanto dentro como fuera de la región. Se observa una gran heterogeneidad en cuanto a las líneas de investigación, los temas abordados y las perspectivas teóricas utilizadas o, dicho en otras palabras, se observa un campo todavía poco sistemático y con escasa cohesión interna, el cual aún no se ha traducido en la conformación de una comunidad académico-política a escala regional. No obstante, también se trata de un campo que ha experimentado un crecimiento muy significativo en tiempos recientes, cuyas reflexiones e indagaciones ayudan a visibilizar problemáticas y conflictos socioambientales que se viven en el istmo, al mismo tiempo en que arrojan luz sobre discusiones de fondo alrededor de la cuestión ambiental y los modelos de desarrollo de alta relevancia académica y social. En fin, se trata de un campo en proceso de consolidación, al cual el presente texto procura aportar.
Considerando lo anterior, podría decirse que no existe una EP propiamente centroamericana, es decir, una propuesta teórico-metodológica coherente y específica para el conjunto de la región, que la distinga de otras corrientes y tradiciones dentro de este campo. Sin embargo, más que “inventar” una nueva corriente dentro de la EP –en este caso, centroamericana– puede resultar aún más provechoso trabajar en dirección a “centroamericanizar” la EP latinoamericana (o bien, “latinoamericanizar” la EP en Centroamérica), lo cual augura beneficios en ambas vías. De un lado, las personas académicas y activistas de Centroamérica nos podemos ver beneficiadas del rico patrimonio teórico de la EPL, elaborado en contextos marcados por problemáticas muy próximas a las nuestras, el cual nos puede proporcionar herramientas útiles y adecuadas para entender e incidir en la cuestión socioambiental. Por otro lado, la EPL –tradicionalmente elaborada desde unos pocos países de la región– podría enriquecerse incorporando en su patrimonio teórico una mayor diversidad de contextos empíricos y lugares de enunciación, en este caso, provenientes del istmo centroamericano, poco conocido y estudiado desde los grandes centros de producción académica latinoamericana.
Para finalizar, algunas reflexiones en torno a las relaciones saber-poder-lugar de enunciación. Como se ha discutido ampliamente en los últimos años (Mignolo, 2005; Porto-Gonçalves, 2020; Haesbaert, 2021), la producción de conocimiento –y las relaciones de poder en las que dicha actividad se inscribe– no ocurre “en el aire”, sino que está localizada en espacios geográficos concretos, los cuales también son parte constitutiva de las relaciones sociales de poder. En este trabajo se ha hecho hincapié en analizar desde qué lugares de enunciación se escribe la EP en el contexto centroamericano, motivo por el cual se ha utilizado el recurso lingüístico “en/sobre/desde” para dar cuenta de esas dinámicas. A grandes rasgos, podemos observar dos niveles de jerarquía y desigualdad geográfico-epistémica: 1) a nivel macro, una predo-minancia de la producción académica exógena –principalmente del norte global– por encima de la producción académica endógena; 2) a nivel interno, una gran asimetría dentro de la propia región, en donde aparecen, en extremos opuestos, Costa Rica y Belice. En el campo de la EP, Centroamérica pareciera estar en una posición intermedia, híbrida, entre ser meramente una “región objeto de estudio”, estudiada desde afuera, y una región que se estudia, se piensa y habla sobre sí misma.
A través del presente trabajo pretendemos contribuir en la construcción de una EP desde Centroamérica, que reivindique su lugar de enunciación y que reconozca tanto las generalidades que atraviesan al conjunto de la región como las particularidades de los diferentes contextos nacionales y locales. Al mismo tiempo, pretendemos contribuir en la construcción de canales de diálogo e interlocución entre diferentes actores y tradiciones de pensamiento, dentro y fuera de la región, en dirección a una “ecología política global” (Moreano, Molina y Bryant, 2017) que reconozca los múltiples aportes desde todas las geografías, de manera horizontal. Ello plantea el desafío de establecer diálogos e interlocuciones que rompan con las tradicionales fronteras jerárquicas a través de las cuales se han construido históricamente las relaciones saber-poder, en varios niveles al mismo tiempo: entre la academia del norte y del sur global, así como dentro de la propia academia latinoamericana (en donde Centroamérica ocupa un lugar marginal) y, por supuesto, entre el saber académico y los saberes populares-tradicionales, asunto sobre el cual la EPL posee vasta experiencia y valiosas reflexiones.
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Notas
Información adicional
Acerca de la persona autora: Alberto Gutiérrez Arguedas. Costarricense. Bachiller en Geografía por la Universidad de Costa Rica (UCR) y Máster en Geografía por la Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN), Brasil. Actualmente cursa estudios de doctorado en el Programa de Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central de la UCR. Se desempeña como docente e investigador en la UCR, en la Sección de Historia y Geografía de la Sede de Occidente y en el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP).
Acerca de la persona autora: Christopher Angulo Espinales. Costarricense. Bachiller en Enseñanza de Estudios Sociales y Educación Cívica por la Universidad de Costa Rica (Sede de Occidente) y Licenciado en Enseñanza de Estudios Sociales y Educación Cívica por la Universidad Internacional San Isidro Labrador. Actualmente cursa estudios de maestría en el Programa de Posgrado en Historia de la UCR. Se ha desempeñado como docente en el Ministerio de Educación Pública de Costa Rica.
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