Oncocercosis: de lo básico a lo clínico

Onchocerciasis: From basics to clinical

Oncocercose: do básico ao clínico

Julián Carvajal Fernández 12
Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia
Juan Guillermo Zambrano Saldarriaga 12
Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia
Juan Camilo Suárez Escudero 23
Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia
Daniel Duque Restrepo 12
Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia

Oncocercosis: de lo básico a lo clínico

Medicina U.P.B., vol. 35, núm. 2, pp. 111-119, 2016

Universidad Pontificia Bolivariana

Recepción: 12 Abril 2016

Aprobación: 29 Junio 2016

Resumen: La oncocercosis es una de las enfermedades tropicales desatendidas, producida por el nemátodo filárico Onchocerca volvulus y transmitida por la picadura de la mosca negra del género Simulium. Es considerada la segunda causa mundial de ceguera prevenible y está presente en 35 naciones de tres continentes: África, América y Asia. Existen tres países declarados libres de oncocercosis: Colombia, Ecuador y México. Las principales manifestaciones clínicas son dermatológicas y oculares; sin embargo, también se han descrito alteraciones linfáticas y neurológicas. El diagnóstico se realiza por identificación de microfilarias en biopsia de piel o esclerocorneal, nodulectomía para buscar gusanos adultos o con lámpara de hendidura y observar el parásito en el ojo. Existe tratamiento farmacológico con ivermectina o quirúrgico con extracción directa de los nemátodos adultos de los oncocercomas. Los programas mundiales se basan en control vectorial y farmacoterapia. Con los conocimientos actuales y esfuerzos mundiales, la oncocercosis continúa siendo un grave problema de salud pública y causa de discapacidad. Por estas razones, se hace necesario una actualización en el tema.

Palabras clave: oncocercosis, Simuliidae, ivermectina.

Abstract: Onchocerciasis is one of the neglected tropical diseases; it is produced by the filarial nematode Onchocerca volvulus and is transmitted through the bites of infected black flies of the Simulium genus. It is considered the second leading cause of preventable blindness and is present in 35 countries on three continents: Africa, America, and Asia. The following three countries have been declared free from onchocerciasis: Colombia, Ecuador, and Mexico. The main clinical manifestations are dermatological and ocular; however, lymphatic and neurological alterations have also been described. Diagnosis is made by identification of microfilariae in skin or sclerocorneal biopsy, by nodulectomy in search of adult worms, or by using a slit lamp to observe the parasite in the eye. There is pharmacological treatment through the use of ivermectin or surgical treatment by direct removal of adult nematodes from the onchocercomas. World programs are based on vector control and drug therapy. Despite current knowledge and global efforts, onchocerciasis remains a serious public health issue and an important cause of disability. Thus, an update on the topic is warranted.

Keywords: onchocerciasis, Simuliidae, ivermectin.

Resumo: A oncocercose é uma das doenças tropicais desatendidas, produzida pelo nemátodo filárico Onchocerca volvulus e transmitida pela picada da mosca negra do gênero Simulium. É considerada a segunda causa mundial de cegueira evitáveis e está presente em 35 nações de três continentes: África, América e Ásia. Existem três países declarados livres de oncocercose: Colômbia, Equador e México. As principais manifestações clínicas são dermatológicas e oculares; apesar disso, também se há descrito alterações linfáticas e neurológicas. O diagnóstico se realiza por identificação de microfilárias em biopsia da pele ou esclerocorneano, nodulectomia para buscar larva adultas ou com lâmpada de fenda e observar o parasita no olho. Existe tratamento farmacológico com ivermectina ou cirúrgico com extração direta dos nemátodos adultos dos oncocercomas. Os programas mundiais se baseiam no controle vectorial e farmacoterapia. Com os conhecimentos atuais e esforços mundiais, a oncocercose continua sendo um grave problema de saúde pública e causa de deficiência. Por estas razões, se faz necessário uma atualização no assunto.

Palavras-chave: oncocercose, Simuliidae, ivermectina.

INTRODUCCIÓN

La oncocercosis hace parte de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETDs), un grupo de 17 patologías infecciosas que proliferan en minorías étnicas1 y en condiciones de pobreza, especialmente en el área tropical, en la que predominan el calor y la humedad2. El concepto de ETDs es resultado de la iniciativa entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Alemana de Cooperación Técnica en 2003, que delegó responsabilidades para el control y tratamiento preventivo3,4 en el ámbito mundial. Entre 2003 y 2009 se trataron 887 millones de personas, del total de un billón de afectados con ETDs5,6.

Las ETDs tienen un alto impacto social, producen sufrimiento y son altamente discapacitantes, a pesar de tener una tasa de mortalidad menos significativa que otras enfermedades infecciosas como la malaria, el VIH/SIDA o la tuberculosis7,8. Actualmente, se estima que ocho millones de personas están ciegas por tracoma y 300 000 por oncocercosis, ambas ETDs de fácil prevención9,10.

En este artículo se realiza una revisión sobre oncocercosis, se alude a varias generalidades como epidemiología, biología, manifestaciones clínicas, métodos de diagnóstico, tratamiento y programas de control y eliminación.

Generalidades

La oncocercosis es una enfermedad tropical parasitaria producida por el nemátodo filárico Onchocerca volvulus11,12. Se transmite por la exposición repetida a picaduras de moscas negras del género Simulium infectadas, que requieren de ríos de corriente rápida y aguas bien oxigenadas para desarrollarse, de ahí uno de los nombres de la enfermedad: ceguera de los ríos13. Asimismo, se denomina enfermedad de Robles, por el médico guatemalteco Rodolfo Robles, quien fue el primero que documentó la relación causal entre O. volvulus y pérdida de la visión y ceguera y, además, descubrió el agente etiológico12,14. Se considera la segunda causa de ceguera prevenible en el mundo15,16.

Los principales sitios de afectación en el humano son la piel y el ojo17,18, pero causa enfermedades dermatológicas crónicas, prurito severo y lesiones oculares que pueden progresar a ceguera irreversible19. Para comprender la morbilidad de la enfermedad se deben tener presentes todos los síntomas del paciente, puesto que la afección extraocular puede potenciar las limitaciones en la actividad y promover restricciones en la participación, lo que conlleva a pérdida de la calidad de vida y de años de vida por causa de un síntoma20,21.

Epidemiología

En 1993, el comité experto de la OMS reportó 360 000 casos de ceguera por oncocercosis y enfatiza que el 99.5% se ubicaba en el África subsahariana y 0.5% en América Latina y el Caribe22. Para 2013 el Center for Disease Control and Prevention (CDC) estimó que existían aproximadamente 123 millones de personas en riesgo de infección en los países endémicos y, al menos, 25.7 millones estaban infectados, de los cuales 300 000 estaban ciegos y 800 000 tenían discapacidad visual grave10,11,19.

Actualmente, reportes oficiales de la OMS indican que la parasitosis está presente en 35 naciones de tres continentes: en África, en el que esta enfermedad es endémica en 31 países; en América existen tres países con focos dispersos (Brasil, Venezuela y Guatemala); y en Asia, específicamente en Yemen14,17.

Sólo hay tres países declarados libres de oncocercosis: Colombia en abril de 2013, tras dosificar, desde 1996 hasta 2007, ivermectina bianualmente a toda la población de López de Micay, Cauca23,24,25,26. Ecuador en septiembre de 2014 y México en julio de 201514. Guatemala interrumpió las intervenciones en 2012 y se espera su notificación de resultados en 201610,17. Brasil y Venezuela continúan sus esfuerzos por erradicar la enfermedad ocular27.

Es preciso manifestar que en Colombia se cuenta con un protocolo de vigilancia de Salud Pública para esta infección, lo que demuestra el compromiso de asegurar la sostenibilidad de la eliminación de la oncocercosis con vigilancia epidemiológica en el único foco que existió hasta eliminarla de América26.

Programas para el control y la eliminación de la oncocercosis

Las estrategias están encaminadas al control (reducción de la incidencia, prevalencia, intensidad y morbimortalidad) y eliminación (reducción de la incidencia de una infección a cero en un área geográfica definida, con mínimo riesgo de reintroducción) de la patología14,28. Mientras el control vectorial y la nodulectomía se aplicaron en el pasado, la actual estrategia de intervención se basa en la administración masiva de medicamento, en este caso, ivermectina (disponible a partir de 1987 con la donación de Mectizan® de la casa Merck) en al menos 85% de la población en riesgo de sufrir la enfermedad. Todo esto direccionado por diferentes guías de la OMS14,29,30. Por medio de los siguientes programas se ha buscado el control y la eliminación de la parasitosis:

· África occidental: Onchocerciasis Control Program (OCP) que funcionó de 1974 hasta 2002, fundamentado en el uso aéreo de insecticidas para eliminar las larvas del vector y aplicación de Mectizan® a partir de 1989. Previno la infección de 40 millones de personas, la ceguera de 600 000 y logró que 18 millones de niños nacieran libres de la amenaza de esta patología17,31,32.

· África: African Program for Onchocerciasis Control (APOC) activo desde 1995, enfocado en el uso del antiparasitario en las personas y en la lucha antivectorial con métodos inofensivos para el medio. A partir de 2009 se modificó la meta de control por la de eliminación17. Los resultados son alentadores porque se advierte una disminución de los años de vida ajustados por discapacidad, que pasaron de 23.1 por 1 000 personas en 1995 a 8.6 por 1 000 personas en 2010. Para 2015 se estima una reducción a 3.7 por 1 000 personas31,32,33.

· América: Onchocerciasis Elimination Program for the Americas (OEPA) vigente desde 1992 en 13 focos de seis países31, en los que se ha administrado semestralmente ivermectina. Los resultados demuestran la efectividad del tratamiento al reportar el último caso de ceguera infecciosa en 199517,34 y al pasar de 500 000 dosis del medicamento inicialmente a 20 000 en 2013. En la Tabla 1 se muestran estos lugares28,35.

Tabla 1. Estatus de transmisión de la oncocercosis en América.
Foco Población en riesgo Estatus de transmisión
Oaxaca, México 44 919 Eliminado y verificado
Norte de Chiapas, México 7 125 Eliminado y verificado
Sur de Chiapas, México 117 824 Eliminado y verificado
Huehuetenango, Guatemala 30 239 Eliminado
Centro de Guatemala 124 498 Eliminado
Escuintla, Guatemala 62 590 Eliminado
Santa Rosa, Guatemala 12 208 Eliminado
Norte y centro de Venezuela 14 385 Interrumpido
Noreste de Venezuela 95 567 Interrumpido
Área de Yanomami (sur de Venezuela y Amazonas, Brasil) 27 625 En curso
López de Micay, Colombia 1 366 Eliminado y verificado
Esmeraldas, Ecuador 25 863 Eliminado y verificado

Ciclo de vida

El parásito pasa por tres formas que se dan en el hombre, quien es el hospedero definitivo. Comienza cuando el vector pica y le transfiere al humano las larvas estadio 3, que progresan a la adultez en nódulos subcutáneos, en tres meses a un año. El macho mide de 2-5 cm, mientras la hembra tiene una longitud de 33-50 cm y puede dar de 1 300 a 1 900 microfilarias por día, durante nueve años en promedio. Los adultos pueden vivir en los nódulos por 15 años, aproximadamente10,36.

Las microfilarias miden de 0.02-0.03 cm y migran a distintos lugares como globos oculares, canales linfáticos y dermis, en los que pueden vivir de 12 a 18 meses37, de allí son succionados por el hospedero intermediario, la hembra del género Simulium, para pasar a larvas estadio tres (proceso que demora de 10-12 días) y completar el ciclo10. El período prepatente (entre el inóculo y la aparición de microfilarias) es de 15 meses en promedio11. En la Figura 1 se resume el ciclo de vida del nemátodo.

Figura 1. Ciclo de vida de Onchocerca
volvulus. 

Adaptado de Hopkins DR. Disease eradication. N Engl J Med.
2013 Jan 3;368(1):54-63.

Figura 1. Ciclo de vida de Onchocerca volvulus. Adaptado de Hopkins DR. Disease eradication. N Engl J Med. 2013 Jan 3;368(1):54-63.

Mosca negra Simulium spp

Vector díptero, con actividad diurna y que pica principalmente en la mañana38. Se ha demostrado el origen de la enfermedad en América por el comercio de esclavos en el siglo XVI. Las especies más importantes en el mundo son: el complejo Simulium damnosum en África, S. ochraceum en Guatemala y México, y S. exiguum y S. guianense en América del sur12. Al picar, usa su mandíbula y da mordidas que laceran la piel y generan un cúmulo de sangre, del que se pueden alimentar por cuatro o cinco minutos11.

Manifestaciones clínicas

Entre las manifestaciones clínicas descritas de la oncocercosis se encuentran las de compromiso dermatológico, linfático, ocular39 y se ha relacionado en estudios con trastornos neurológicos como la epilepsia40.

Manifestaciones dermatológicas

El hallazgo dermatológico clásico de la enfermedad son nódulos subcutáneos, denominados oncocercomas. Se presentan usualmente en la cabeza, torso y miembros inferiores41. Los oncocercomas son de evolución crónica, indoloros y ausentes de inflamación, su tamaño varía generalmente de 1-2 cm, suelen presentarse menos de cinco nódulos, no obstante, algunos pacientes pueden presentar más de 100. Son de consistencia inicialmente blanda39, pero pueden calcificarse si el parásito muere41. Existen otros hallazgos dermatológicos que pueden aparecer en pacientes infectados tales como la piel de leopardo (despigmentación en miembros inferiores)20, la dermatitis, también llamada “sarna filariana”, que se presenta usualmente como una inflamación papulonodular altamente pruriginosa, se le atribuye su causa a la reacción alérgica desencadenada por el movimiento de las microfilarias por la dermis, puede acompañarse de atrofia epidérmica, descamación, edema y cambios en la coloración de la piel. Se presenta principalmente en hombros, cadera y glúteos. Varias formas clínicas de la dermatitis han sido descritas, entre ellas: papular aguda con pústulas o vesículas, papular crónica con lesiones de gran tamaño y pruriginosas, en ocasiones hiperpigmentadas e hiperqueratósicas39. En algunos pacientes es posible encontrar placas liquenificadas41.

Manifestaciones linfáticas

Las microfilarias eventualmente se pueden acumular en los canales linfáticos y provocar su inflamación y ocasionan en la ingle un fenómeno llamado “ingle colgante”. Por la obstrucción ganglionar linfática se puede causar elefantiasis, en la que, en ocasiones, cuando se da en el escroto, se asemeja a una filariasis linfática39.

Manifestaciones oculares

La oncocercosis tiene la capacidad de producir baja visión y ceguera secundaria a las lesiones oculares resultantes de la migración de las microfilarias al ojo y la respuesta inflamatoria desencadenada por su muerte37. La enfermedad ocular activa atribuible a oncocercosis se define con una prevalencia mayor al 1% de microfilarias en la córnea o cámara anterior del ojo27. El segmento anterior del ojo se ve principalmente afectado por la presencia de las microfilarias vivas o muertas. Las microfilarias muertas pueden ocasionar una uveítis anterior grave con formación de sinequias, cataratas, glaucoma secundario y degeneración retinal42. La córnea se puede ver eclipsada por opacidades confluentes, que conducen, en última instancia, a una queratitis esclerosante con pannus fibrovascular y reducción marcada de la función visual43. A su vez, se ha descrito la presencia de una relación simbiótica entre la bacteria Wolbachia y los parásitos adultos, que podría estar involucrada en la patogénesis del segmento anterior. En la patogénesis del segmento posterior se involucran la neuritis óptica con posterior atrofia del nervio y coriorretinitis44. Adicionalmente, se puede manifestar como atrofia del epitelio pigmentario de la retina, asociada con cicatrices coroidorretinianas y fibrosis subretinal43.

Manifestaciones neurológicas

Se ha descrito una asociación de la parasitosis con el síndrome de asentir con la cabeza, en el que hay paroxismos de cabeceo36,45,46. Se plantean dos hipótesis principales: a) los anticuerpos generados para luchar contra la oncocercosis, pueden reconocer una proteína cerebral en los niños vulnerables y estimular las convulsiones; b) la mosca negra transporta un patógeno desconocido, como un virus neurotrópico47,48. Este síndrome es un trastorno epiléptico de etiología desconocida, con alta prevalencia en África Oriental (específicamente en Tanzania, Uganda y Sudán del Sur), que afecta, generalmente, a personas entre cinco - 15 años40,49. Concomitantemente con esto, los menores presentan diferentes grados de discapacidad intelectual, retraso en el crecimiento y falta de diferenciación sexual secundaria. Los infantes son sanos hasta los episodios de convulsiones, que pueden resultar mortales50.

Diagnóstico

El diagnóstico de la enfermedad se realiza mediante varias técnicas: a) identificación de las microfilarias en biopsia de piel (de la zona escapular, cresta ilíaca y los miembros inferiores) o esclerocorneal, que se incuba por 24 horas, tras las cuales los parásitos son visibles al microscopio (este es el estándar de oro vigente); b) nodulectomía en busca de gusanos adultos y c) uso de una lámpara de hendidura, para observar el nemátodo en la córnea, cámara anterior o en humor vítreo51. Rara vez se encuentran microfilarias en orina52 y en líquido cefalorraquídeo40,53. Asimismo, en centros especializados de investigación se cuenta con estudios altamente sensibles y específicos como10,54,55:

1. Pruebas de anticuerpos: antígeno OV-16 y el sistema de inmunoprecipitación luciferasa de OV, que demuestran un contacto previo pero no infección y tendrían valor en áreas endémicas. No ha sido aprobado para el diagnóstico en Estados Unidos.

2. Pruebas de antígenos.

3. Reacción en cadena de polimerasa (PCR).

Anteriormente se utilizaba la prueba de Mazzotti, en la que se administraban 50 mg de dietilcarbamazina al paciente y se notaba una exacerbación del rash cutáneo y prurito por la rápida muerte del parásito49,56.

Por el lado de los paraclínicos básicos, se encuentra eosinofilia y aumento de la inmunoglobulina E, que son hallazgos poco específicos56. En la Figura 2 se muestran las principales recomendaciones diagnósticas elaboradas por el CDC10.

Figura 2. Algoritmo
diagnóstico de oncocercosis. Tomado de CDC10.

Figura 2. Algoritmo diagnóstico de oncocercosis. Tomado de CDC10.

Tratamiento

Las principales metas son prevenir el desarrollo de secuelas irreversibles y contrarrestar los síntomas57, basados en dos pilares fundamentales: el farmacológico y el quirúrgico. El primero incluye el uso de ivermectina, que remplazó la dietilcarbamazina y suramina por sus menores efectos adversos11. Como alternativa se puede usar doxiciclina 100 mg/día por seis semanas, que disminuye la longevidad de los parásitos adultos a dos-tres años y permanentemente esteriliza a las hembras, con un efecto macrofilaricida al eliminar la bacteria endosimbionte Wolbachia58. En cuanto al segundo, se limita a la extracción de adultos de los oncocercomas ubicados en la cabeza (por la proximidad con el globo ocular)49,57. Actualmente, no hay vacunación o fármacos que eviten la infección49.

Ivermectina:

Es un antihelmíntico derivado de la lactona macrocíclica avermectina, producido por el hongo Streptomyces avermitilis59. Se da por vía oral 150 μg/kg (se ha demostrado que dosis más altas no tienen mayor eficacia) cada seis a 12 meses, por mínimo 10 años, aunque al administrarlo cada tres meses se disminuye el riesgo de efectos adversos60,61,62,63.

Actúa mediante la apertura de los canales de cloruro dependientes de glutamato asociados con la membrana neuromuscular, que provocan la hiperpolarización celular y parálisis muscular, principalmente de la faringe del nemátodo, que impide la ingestión de alimento64. No tiene actividad macrofilaricida; sin embargo, tiene actividad microfilaricida y larvicida tanto en piel como en ojo, lo que explica los años que se debe dar para evitar la proliferación de la progenie de la especie mientras vive el parásito adulto (longevidad mayor a 10 años)60,65.

Es bien tolerado por los pacientes porque tiene efectos adversos leves como: fiebre, prurito, urticaria, mialgias, edema, hipotensión postural y linfadenopatía (posiblemente por la reacción al helminto muerto), además de tener un riesgo mínimo de causar una reacción de Mazzotti (respuesta inflamatoria severa)52.

Es menester resaltar que está contraindicado en pacientes coinfectados con Loa loa, que tengan una carga parasitaria >8 000 microfilarias/mL, porque puede provocar reacciones graves y facilitar su paso al sistema nervioso central y producir meningoencefalopatía57. Además, no se recomienda el uso en embarazo, lactancia y niños pequeños37.

Moxidectina:

Derivado semisintético de nemadectina, que es producido por Streptomyces cyanogriseus66. Es un antiparasitario usado en animales, con mecanismo de acción similar al de la ivermectina, no obstante, se ha encontrado que tiene acción tanto microfilaricida como macrofilaricida, por lo que se ha buscado usar en humanos58. Recientemente ha entrado en estudios fase III, con resultados prometedores67.

CONCLUSIONES

El plan de salud ocular universal de la OMS plantea como objetivo general “reducir la discapacidad visual evitable como problema mundial de salud pública y asegurar el acceso a los servicios de rehabilitación para las personas con deficiencia”, a través de la identificación de la magnitud y causas de discapacidad visual, elaboración y desarrollo de políticas, planes y programas nacionales integrados que permeen todos los niveles de atención hospitalaria y la participación multisectorial. Para mayor información ver el Plan de Acción Mundial 2014 - 2019: Salud ocular universal de la OMS.

Con base en lo anteriormente expresado, es oportuno concluir que se ha combatido arduamente la oncocercosis por medio de los programas implementados para controlarla y eliminarla, que han arrojado resultados prometedores y han disminuido su incidencia y han presentado los tres primeros países libres de la patología; no obstante, continúa siendo un grave problema de salud pública y la segunda causa de ceguera infecciosa.

Por consiguiente, se hace necesario que los países con eliminación de esta entidad supervisen continuamente la no reaparición de esta afección por medio de la vigilancia activa para identificar oportunamente, confirmar o descartar la patología y activar las acciones necesarias para contenerla.

La prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son los eslabones para impactar en la historia natural de la enfermedad, por lo que se requiere educar y actualizar a todos los miembros del personal de salud en el tema y lograr el compromiso de todos para tener un tratamiento adecuado.

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Notas de autor

1 Estudiante pregrado Medicina, Facultad de Medicina, Escuela de Ciencias de la Salud, Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia
2 Línea de investigación en discapacidad, Grupo de Investigación Salud Pública, Escuela de Ciencias de la Salud, Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia
1 Estudiante pregrado Medicina, Facultad de Medicina, Escuela de Ciencias de la Salud, Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia
2 Línea de investigación en discapacidad, Grupo de Investigación Salud Pública, Escuela de Ciencias de la Salud, Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia
2 Línea de investigación en discapacidad, Grupo de Investigación Salud Pública, Escuela de Ciencias de la Salud, Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia
3 Médico, especialista en rehabilitación neuropsicológica. Docente facultades de Medicina y Psicología, Universidad Pontificia Bolivariana. Docente postgrado Universidad CES e Institución Universitaria ITM. Medellín, Colombia
1 Estudiante pregrado Medicina, Facultad de Medicina, Escuela de Ciencias de la Salud, Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia
2 Línea de investigación en discapacidad, Grupo de Investigación Salud Pública, Escuela de Ciencias de la Salud, Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia

juanca.suarez@upb.edu.co

Información adicional

AGRADECIMIENTOS: A la estudiante de Medicina UPB, Laura Segura, por la realización de la Figura 1 del ciclo de vida del parásito.

DECLARACIÓN DE CONFLITCO DE INTERESES: Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Forma de citar este artículo: Carvajal J, Zambrano JG, Suárez JC, Duque D. Oncocercosis: de lo básico a lo clínico. Med U.P.B. 2016;35(2):111-119.

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