Revisiones
Recepción: 18 Diciembre 2020
Aprobación: 23 Marzo 2021
DOI: https://doi.org/10.18566/medupb.v40n2.a09
Resumen: En los últimos años se ha evidenciado un aumento en la incidencia y prevalencia de la enfermedad inflamatoria intestinal, que comprende dos entidades: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa. Ambas, y paradójicamente su tratamiento, pueden desencadenar manifestaciones cutáneas con una amplia variedad de manifestaciones clínicas en piel, que son un reto diagnóstico para el médico. Solo el conocimiento de estos fenotipos clínicos permitirá el diagnóstico temprano, con el objetivo de lograr el abordaje diagnóstico y el tratamiento oportunos y de evitar secuelas a largo plazo.
Palabras clave: enfermedades inflamatorias del intestino, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, manifestaciones cutáneas, efectos colaterales y relaciones adversas con medicamentos.
Abstract: In recent years, there is evidence of an increase in the incidence and prevalence of inflammatory bowel disease, in which two entities are involved: Chron disease and ulcerative colitis. Both of these diseases and, paradoxically, their treatment with anti-TNF may trigger skin manifestations, whose variety of clinical presentations on the skin can represent a diagnostic challenge for the clinician. Only the knowledge of these clinical phenotypes will allow an early diagnosis to be carried out, in order to achieve a timely diagnostic approach and treatment, and to avoid long-term sequelae.
Keywords: inflammatory bowel diseases, Crohn disease, colitis ulcerative, skin manifestations, drug-related side effects and adverse reactions.
Resumo: Nos últimos anos, tem havido um aumento na incidência e prevalência da doença inflamatória intestinal, que compreende duas entidades: doença de Crohn e colite ulcerosa. Ambos, e paradoxalmente o seu tratamento, podem desencadear manifestações cutâneas com uma grande variedade de manifestações clínicas na pele, o que constitui um desafio diagnóstico para o médico. Somente o conhecimento desses fenótipos clínicos permitirá o diagnóstico precoce, com o objetivo de alcançar uma abordagem diagnóstica e terapêutica oportuna e evitar sequelas a longo prazo.
Palavras-chave: doenças inflamatórias intestinais, Doença de Crohn, colite ulcerativa, manifestações cutâneas, efeitos colaterais e relações adversas com medicamentos.
INTRODUCCIÓN
La colitis ulcerativa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC) hacen parte del espectro de entidades que se conocen como enfermedades inflamatorias intestinales. Son crónicas, progresivas y mediadas inmunológicamente, en las que existe una compleja interacción de factores genéticos, ambientales y de la microbiota intestinal. Generalmente debutan en la edad adulta temprana, con múltiples manifestaciones intra y extraintestinales y se caracterizan por remisiones y recaídas1,2.
Entre las manifestaciones extraintestinales se describen las formas cutáneas, que según su etiología son: específicas, reactivas, asociadas, e inducidas por medicamentos1,2.
A continuación, se plantea una revisión con el objetivo de lograr un mayor reconocimiento de las manifestaciones cutáneas de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
TEMA CENTRAL
Epidemiología
Se desconoce la prevalencia real de las manifestaciones extraintestinales de la EII, pero se calcula que entre el 6% y el 47% de los pacientes tiene una o más de estas1,2. El compromiso de la piel se ha reportado como una de las principales manifestaciones extraintestinales. No existen datos concluyentes en la literatura sobre la proporción en la que se presenta, sin embargo se estima que hasta el 15% de los pacientes cursa con afecciones cutáneas. Además, la prevalencia de estas varía según el subtipo de enfermedad inflamatoria intestinal1,3.
Patogénesis
La patogenia de las manifestaciones extraintestinales de la EII no ha sido completamente dilucidada. Se han planteado diferentes hipótesis, entre las que se incluye la que implica la presencia de un antígeno común en el tracto gastrointestinal y en la piel, que desencadena una respuesta autoinmune determinada por factores genéticos, lo que explicaría por qué algunas personas tienen solo manifestaciones intestinales y otros expresarían además las manifestaciones extraintestinales. También, se ha descrito la asociación entre dichas manifestaciones de la enfermedad inflamatoria intestinal y el complejo mayor de histocompatibilidad4. Otra de las hipótesis consiste en que la alteración de la mucosa gastrointestinal desencadena una respuesta inmune extraintestinal, debido a los epítopos compartidos5.
Manifestaciones extraintestinales de la enfermedad inflamatoria intestinal
Se sabe que la EII no está limitada al tracto gastrointestinal. Otros órganos comúnmente afectados son: piel, sistema musculoesquelético, ojos, y tracto hepatobiliar. Las manifestaciones extraintestinales son entidades inflamatorias que afectan tanto el tracto gastrointestinal como lugares diferentes. Estas son frecuentes, llegan a afectar hasta casi la mitad de los pacientes1,6,7,8,9,10,11,12.
Una cohorte en Suiza, que incluyó 950 pacientes, reportó que el 38.1% presentaba una o varias manifestaciones extraintestinales6 (43% de los pacientes con EC y 31% de los pacientes con CU).
Las manifestaciones extraintestinales aparecen incluso antes de haber un diagnóstico establecido de EII, por lo que la presencia de estas debería aumentar la sospecha diagnóstica. Un retraso en el diagnóstico parece estar asociado a un curso complicado de la enfermedad13,14.
Enfermedades dermatológicas
Las manifestaciones cutáneas de la EII se clasifican según la asociación entre la patogenia y la EII de base en las siguientes cuatro categorías: específica, reactiva, asociada, e inducida por medicamentos (Tabla 1)15,16.
Las reacciones específicas poseen las mismas características histopatológicas que la EII subyacente, como es el caso de la inflamación granulomatosa en la enfermedad de Crohn perianal y metastásico, que conduce a abscesos y fístulas. Las manifestaciones específicas se presentan de forma similar a la EII, pero con afectación fuera de tracto gastrointestinal17.
Se cree que las manifestaciones reactivas comparten mecanismos patogénicos; sin embargo, exhiben diferentes características histopatológicas. La similitud en la patogenia parece deberse a una función anormal de los neutrófilos o a la inmunidad celular deteriorada, como se ha propuesto para la inflamación autoinmune mediada por neutrófilos en el caso del pioderma gangrenoso18.
Las reacciones cutáneas no comparten relación con la patogenia de la enfermedad, pero se observan con mayor frecuencia en la EII, como en el caso del eritema nodoso y las aftas orales15.
Las manifestaciones inducidas por medicamentos son un fenómeno inmunomediado, descrito recientemente. Pueden ocurrir con cualquier tipo de tratamiento con antagonistas del factor de necrosis tumoral (anti-TNF) y no están asociadas con la actividad subyacente de EII17.
Las manifestaciones en piel se clasifican también según su relación con la actividad de la EII y su momento de aparición (Tabla 2)7,16,19,20.
Tanto el eritema nodoso como las aftas orales están comúnmente relacionadas con la EII, sin embargo, en el caso de las lesiones cutáneas inducidas por anti-TNF es rara su asociación. Por otra parte, la relación entre el pioderma gangrenoso y la actividad de la enfermedad es controvertido, debido a que puede ser paralelo a la actividad de la EII o puede tener un curso independiente21,22.
La mayoría de las manifestaciones extraintestinales ha sido reportada en la EC, no obstante, el pioderma gangrenoso es más común en la CU23,24,25,26,27.
Manifestaciones específicas
Comparten las características histológicas (granulomas no caseíficantes) de la EII y pueden encontrarse en la EC, mas no en la CU, ya que esta última no se extiende a las superficies externas de la mucosa15,27.
- Manifestaciones mucocutáneas contiguas:
Este tipo de manifestaciones mucocutáneas se presenta en continuidad con el intestino, principalmente en las regiones periostomales, orofaciales y perianales15. En este grupo se incluyen abscesos, fístulas, fisuras y úlceras, que contribuyen considerablemente a la morbilidad de la EC28.
- Enfermedad de Crohn metastásica
Contrario a lo anterior, no ocurre en continuidad con el intestino, sino en sitios extraintestinales. Sin embargo, tiene presentación clínica similar con abscesos, fístulas, úlceras o nódulos con las mismas características histopatológicas que en la EC. La enfermedad metastásica no tiene actividad paralela con la enfermedad29.
Las lesiones metastásicas de la EC se dan en cualquier localización. Sin embargo, son más comunes en extremidades inferiores, área submamaria y área intertriginosa, rara vez se han reportado en cara y genitales30,31,32,33.
Las opciones de tratamiento son limitadas y se sustentan en reportes de casos, se han utilizado corticosteroides tópicos y sistémicos, antibióticos, inmunomoduladores y agentes anti-TNF34,35,36.
Manifestaciones reactivas
Pioderma gangrenoso
Se ha encontrado frecuentemente CU. Es la segunda manifestación dermatológica más común de la EII; sin embargo, la proporción de pacientes con EII que desarrollan pioderma gangrenoso parece ser pequeña24,25,26,27,37,38.
Los mecanismos patogénicos del pioderma gangrenoso siguen siendo desconocidos. Se piensa que hay función anormal de los neutrófilos y deterioro de la inmunidad celular que juegan un papel en su formación18. Suele ir precedido de un trauma, que puede ser menor como en el caso de una venopunción, fenómeno al que se le atribuye el nombre de patergia7. Inicialmente se presenta como pápulas o pústulas eritematosas dolorosas, únicas o múltiples que luego de la necrosis dérmica, conducen a ulceraciones con excavación profunda y material purulento estéril (Figura 1)17.
En pacientes con EII activa y pioderma gangrenoso, la terapia con glucocorticoides sistémicos por lo general lleva a la curación. El pioderma gangrenoso también responde a los anti-TNF39,40.
Debe considerarse el tratamiento con anti-TNF cuando el paciente es refractario a glucocorticoides, aunque se haya informado en ciertos pacientes efectos adversos a estos medicamentos. En niños la aproximación terapéutica es similar a la de los adultos17,41.
Síndrome de Sweet
También conocido como dermatosis neutrofílica febril aguda. Es una manifestación cutánea rara en pacientes con EII, se caracteriza por un inicio súbito de fiebre, aumento de glóbulos blancos, y exantema papuloescamoso o nódulos en brazos, piernas, manos, tronco y cara. Estos pacientes pueden cursar con manifestaciones sistémicas como fiebre, artritis o conjuntivitis. La biopsia de la lesión revela un infiltrado neutrófilo intenso en dermis superior, sin evidencia de vasculitis7,42
Es una entidad rara, su prevalencia es desconocida. Las mujeres parecen verse afectadas con mayor frecuencia, con el 87% de los casos reportados43.
Se asocia con numerosas afecciones, como tumores malignos hematológicos y no hematológicos, medicamentos, infecciones, embarazo o enfermedades sistémicas distintas de la EII, como lupus eritematoso sistémico o artritis reumatoide. Entre los diagnósticos diferenciales se incluyen el pioderma gangrenoso, el eritema multiforme, varias infecciones cutáneas y los tumores malignos de la piel44.
El síndrome de Sweet puede aparecer en paralelo a la actividad de la enfermedad intestinal y puede diagnosticarse antes (20%), simultáneamente (28%) o después (52%) de establecer un diagnóstico de EII45. Actualmente, la EII se considera el tercer trastorno más asociado con el síndrome de Sweet (después de tumores malignos e infecciones), con numerosos reportes de casos publicados46.
Manifestaciones asociadas
Eritema nodoso
Esta es la manifestación cutánea más común de la EII, ocurre entre el 3% y el 10% en la colitis ulcerativa y del 8% al 15% en la enfermedad de Crohn. Se sugiere que hay una predisposición por el sexo femenino3,37,47,48.
El eritema nodoso se caracteriza por nódulos subcutáneos, eritematosos y dolorosos, que miden 1-5 centímetros de diámetro, localizados sobre todo en la superficie extensora anterior de miembros inferiores, rara vez afecta el tronco. Se da en paralelo con la actividad de la EII, sin embargo, la gravedad no necesariamente es paralela a los brotes de la EII (Figura 2)3,49.
En contraste con el pioderma gangrenoso (y a pesar de los reportes de caso de eritema nodoso con anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos (ANCA) positivos), el eritema nodoso no se asocia a ANCA o a anticuerpos anti-Saccharomycescerevisiae (ASCA), tampoco con títulos altos o bajos de ANCA y ASCA, respectivamente, en pacientes con EC50.
Los casos leves del eritema nodoso responden al reposo, a los analgésicos, al yodo potásico, a los corticosteroides sistémicos y a medias de compresión44. En casos graves o refractarios debe indagarse por otras causas como infecciones por estreptococos, Yersinia pseudotuberculosis, Yersinia enterocolítica, sífilis, sarcoidosis, enfermedad de Behcet y el uso de anticonceptivos orales u otros medicamentos. Después de la exclusión de otras causas, se requieren corticosteroides sistémicos, terapia inmunosupresora o manejo anti-TNF. La terapia con infliximab y adalimumab se ha documentado en varios reportes de caso51,52,53,54.
Lesiones orales
La cavidad oral se afecta de manera importante en pacientes con EII, especialmente en EC. Se ha descrito la periodontitis y otras lesiones como estomatitis aftosa y, en casos más graves, la pioestomatitis vegetans, que se observa en hasta el 10% de los pacientes con EII6,11,55.
En la cohorte suiza de EII, previamente mencionada, se demostró una prevalencia del 10% en la EC, pero solo del 4% entre pacientes con CU12.
Ambas enfermedades siguen el curso de la EII subyacente. Las lesiones aftosas generalmente se localizan en la mucosa labial y bucal, pero también pueden afectar la lengua y la orofaringe. Puede presentarse también como pioestomatitis vegetans con múltiples erupciones pustulares, en ocasiones hemorrágicas, en cualquier parte de la mucosa oral, con un patrón de adoquín6,11,55.
El diagnóstico de las úlceras orales se establece en función de la presentación clínica. Sin embargo, las enfermedades infecciosas como el herpes simple (VHS) o el VIH deben ser excluidas. Para el diagnóstico de herpes simple es útil un cultivo de frotis o PCR 44.
Como las lesiones orales están asociadas con la actividad de la EII, primero debe controlarse dicha actividad. La terapia incluye enjuagues bucales antisépticos y esteroides tópicos44,56.
Manifestaciones inducidas por tratamiento
Lesiones por Anti-TNF
Hace una década, las lesiones cutáneas inducidas por anti-TNF se consideraban un evento raro, sin embargo, con el uso generalizado de anti-TNF y un mayor conocimiento sobre esta relación, tales cambios en la piel se han convertido en un fenómeno frecuente57,58.
Las reacciones paradójicas en respuesta a manejo anti-TNF no se limitan a la piel, afectan también las articulaciones, el hígado o se expresan en cuadros sistémicos como el lupus o las vasculitis. Las lesiones cutáneas inducidas por anti-TNF no parecen estar relacionadas ni con la edad de los pacientes ni con la duración del tratamiento anti-TNF 17,57,59.
Los criterios diagnósticos incluyen: la aparición de lesiones cutáneas luego del inicio del anti-TNF, la desaparición de las lesiones, tras la retirada de la medicación y una reexposición a anti-TNF positiva para las lesiones. Se observan dos tipos de lesiones cutáneas: erupciones cutáneas eccematiformes y psoriasiformes. Las psoriasiformes casi siempre afectan el cuero cabelludo y las zonas flexoras en lugar de las extensoras, contrario a lo que se presenta en psoriasis, donde normalmente se dan en las superficies extensoras de las extremidades (Figura 3)17,58.
Se han reportado reacciones cutáneas paradójicas con todos los anti-TNF (infliximab, adalimumab y certolizumab), las cuales ocurrieron después de una mediana de 17 meses, para la presentación psoriasiforme, y de 11 meses, para la eczematiforme, en los pacientes tratados con infliximab60.
Aunque las lesiones cutáneas paradójicas son reversibles tras la retirada de la medicación, el tratamiento anti-TNF generalmente se puede mantener y las lesiones se controlan con tratamiento tópico. Las opciones de tratamiento tópico incluyen corticosteroides locales, queratolíticos, emolientes, análogos de vitamina D y terapia ultravioleta17.
CONCLUSIONES
Las manifestaciones cutáneas extraintestinales de la EII incluyen una gran variedad de presentaciones clínicas, que son específicas de la enfermedad, asociadas, reactivas o inducidas por medicamentos. La comprensión de su patogenia, la relación con la enfermedad y tratamiento permitirán un mejor abordaje de estos pacientes y, de esta forma, disminuir la morbilidad asociada.
Aquí se realizó una revisión sobre las principales manifestaciones cutáneas de la EII, con la que se busca que el lector agudice la sospecha diagnóstica. Esta revisión de tema es relevante dada la escasez de literatura local.
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Notas de autor
alejis.alvarez.92@gmail.com
Información adicional
Declaración de conflictos de intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés.