Hacia la formulación de una teoría general de las teorías subjetivas
Towards the formulation of a general theory of subjective theories
Hacia la formulación de una teoría general de las teorías subjetivas
Psicoperspectivas, vol. 15, núm. 1, 2016
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Recepción: 16 Agosto 2015
Aprobación: 28 Diciembre 2015
Resumen: El presente artículo tiene como objetivo avanzar en la formalización de una teoría general de las teorías subjetivas. Consiste en una propuesta que contiene los supuestos ontológicos, epistemológicos y metodológicos indispensables para sustentar la teoría, a partir de los cuales replantea los conceptos claves en uso y formula proposiciones básicas para enunciarla. Además de proporcionar soporte teórico en aspectos centrales para el estudio de las teorías subjetivas, el trabajo realizado tiene como propósitos ser de utilidad para la aplicación de la teoría en diversas áreas de la investigación psicológica, como también en la intervención para producir cambios en las teorías subjetivas y en cómo éstas orientan el comportamiento.
Palabras clave: teorías subjetivas, creencias, teorías implícitas, representaciones, metodologías cualitativas.
Abstract: This article aims at advancing in the formalization of a general theory of subjecive theories. It consists of a proposal that contains the ontological, epistemological and methodological assumptions that are essential in order to sustain the theory, based on which the proposal reconsiders the key concepts being used and formulates basic propositions to state it. Apart from providing theoretical support in central aspects for the study of subjective theories, the goal of our work is to be useful when applying the theory in a diversity of psychological research fields, as well as when intervening to produce change in subjective theories and in the way they orient behavior.
Keywords: subjective theories, beliefs, implicit theories, representations, qualitative methodologies.
Hacia la formulación de una teoría general de las teorías subjetivas
Lo que sigue, podría considerarse la propuesta de formulación de la teoría de las teorías subjetivas (de acá en adelante, TS) basada en investigaciones empíricas que declaran tenerlas como objeto de estudio, como también de diferentes referentes teóricos que utilizan el concepto teorías subjetivas, así como de otras concepciones afines. La dispersión de los fundamentos, sin que se disponga de un enunciado formal que los integre debidamente e inconsistencias de los planteamientos expuestos, como entre éstos y los usos de la teoría, hacen necesario realizar mayores esfuerzos para optimizar la formulación. El trabajo realizado pretende orientar las posibilidades de aplicación de la teoría, ya sea para efectos de indagación, como para la intervención, tanto para la generación de conocimiento científico, como para usos profesionales en el ámbito de la psicología. Si se considerase que lo abordado en este artículo es una tarea hecha por otros autores, cabe presentarlo como una nueva versión de la teoría o, más precisamente, una nueva teoría.
En forma recurrente, las publicaciones aluden a los estudios sobre las teorías subjetivas no como referidos a una teoría, sino como pertenecientes a un paradigma de investigacióno a un programa de investigación ( Flick, 2004 ; Groeben, Wahl, Schlee, & Scheele, 1988 ; Groeben, & Scheele, 2000 ). Considerando el grado de elaboración conceptual y proposicional alcanzado en más de veinte años de tradición investigativa, no correspondería identificarlas como un constructo sin una adscripción teórica específica, ni desconocer su diferenciación con otras teorías psicológicas relacionadas.
Los estudios sobre las TS son originalmente de procedencia alemana. Al igual que varios conceptos y teorías próximos, parecen tener como antecedente la teoría de los constructos personales de George Kelly ( Botella, 1995 ; Groeben, 1990 ; Gürtler, Kiegelmann, & Huber, 2007 ), quien establece una analogía entre el teorizar del científico y las explicaciones que las personas elaboran en su vida cotidiana ( Kelly, 1955 , 1966 ). En lengua hispana, en concordancia con una tradición anglosajona y como una profundización de ésta ( Dweck, 2012 ), estudios próximos se han desarrollado preferentemente utilizando el concepto de teorías implícitas, especialmente en el ámbito educacional ( Pozo & Scheuer, 1999 ; Pozo, et al., 2006 ; Rodrigo, Rodríguez & Marrero, 1993 ). En Chile, desde los noventa se han venido realizando varios estudios sobre teorías subjetivas, tanto teóricos como empíricos, que incluyen tesis de magíster y doctorado, básicamente a partir de la labor precursora de Mariane Krause ( Avendaño, Krause & Winkler, 1993 ; Krause,1998 , 2005 ), en las áreas de la psicología clínica y de la psicología educacional (entre otros: Castro & Cárcamo, 2012 ; Castro et al. 2013 ; Catalán, 1997 , 2010 , 2014 ; Cerpa, 2009 ; Cuadra, 2009 ; Godoy, 2014 ; Gómez & Haz, 2008 ; Moncada, 2007 ; Morales, 2012 ).
La denominación teoría general de las teorías subjetivasaquíempleada, obedece, por una parte, a la intención de enunciar los aspectos centrales de la teoría (de ahí su generalidad), integrando planteamientos diversos acerca de las teorías subjetivas como igualmente de conceptos, teorías y de aproximaciones afines; por otra parte, el carácter general también se relaciona con la pretensión de tener distintas áreas de la psicología como campos de aplicación de la teoría, y aun de otras disciplinas de las ciencias sociales.
Supuestos ontológicos, epistemológicos y metodológicos
Es muy difícil admitir que la investigación de las teorías subjetivas haya llegado a erigirse en un auténtico paradigma de investigación en la psicología, menos aún en las ciencias sociales; aun cuando el uso inicial de la denominación paradigmade los precursores de la investigación en teorías subjetivas apuntaba claramente a una concepción epistemológica, manifiesta en la pretensión de realizar un cambio paradigmático en la investigación psicológica de la época, tal como lo planteó Groeben en el año 1975 (como se citó en Groeben et al., 1988 ). En la Psicología, como en las Ciencias Sociales en general, se ha ido atenuando la hegemonía positivista, no por la alternancia en el sistema de creencias dominante, sino más bien por la coexistencia de paradigmas, entre los cuales no cabe incluir como uno más a las teorías subjetivas. Lo que síse puede sostener, es que éstas se inscriben en una epistemología que se aparta del positivismo, resultando más discutible su adscripción a otro paradigma; ya sea por la variedad existente, como por los criterios clasificatorios utilizados.
En un sentido amplio, los estudios sobre las TS se enmarcan en un enfoque constructivista y frecuentemente se han adscrito al paradigma constructivista de la clasificación de Guba y Lincoln (2000) . Intentando una mayor especificidad -y actualidad-y asumiendo la clasificación de Vasilachis de Gialdino (2006) que establece tres paradigmas: positivista, materialista-histórico (crítico) y el interpretativo, la presente propuesta para la formulación de la teoría de las teorías subjetivas se vincula estrechamente con el paradigma interpretativo, a partir de sus cuatro supuestos básicos: (a) resistencia a la naturalización del mundo social (reconociéndose lo social como una producción humana);(b) relevancia del concepto de mundo de la vida;(c) paso de la observación a la comprensión y del punto de vista externo al punto de vista interno y (d) la doble hermenéutica, mediante la cual los participantes utilizan los recursos de reinterpretación de los investigadores. Complementariamente, cabe la explicitación de otros supuestos que guían, o podrían guiar, la investigación de las teorías subjetivas, en aspectos teóricos y prácticos.
En el plano ontológico, la asunción de la proactividad humana ( Kelly, 1966 ); de la capacidad constructiva del sujeto, ejercida desde su habitaren el lenguaje ( Heidegger, 1987 , 1994 ) de la reflexividad para dar significado a la experiencia ( Groeben, et al., 1988 ), no sólo para adaptarse al entorno, sino también para modificarlo.
En el plano epistemológico, en virtud del carácter subjetivo de las construcciones, la adopción de una epistemología del sujeto conocido, por sobre la epistemología del sujeto cognoscente que ha predominado en los distintos paradigmas, considerando al sujeto investigado como agente de interpretación y no como objeto de interpretación ( Vasilachis de Gialdino, 2006 , 2009 ).
En el plano metodológico, la asunción del acceso a las TS preferentemente mediante la interacción verbal entre el sujeto investigado y el investigador, con recursos que promuevan la reflexión y la búsqueda de significados del sujeto conocido.
Enunciados conceptuales
El concepto de TS suele utilizarse asociándolo a las teorías científicas, siguiendo ampliamente los planteamientos de los iniciadores del programa de investigación, sin cuestionamientos; especialmente, la definición que sigue, presente en la mayoría de los estudios y, generalmente, poco más que eso como base teórica:
Las teorías subjetivas son cogniciones de la visión de símismo y del mundo, que se pueden entender como un conjunto complejo, que tiene una estructura argumentativa, por lo menos implícita, y que cumple las funciones de explicación, predicción y tecnología, contenidas también en las teorías científicas ( Groeben, et al., 1988, p. 19 ).
En síntesis, el enunciado establece quétipo de objeto son las teorías subjetivas, acerca de quése elaboran y para quésirven. Son elaboraciones de los sujetos, parecidas a las teorías científicas, se refieren al propio sujeto y a su entorno, y sirven para desenvolverse en el mundo.
Intentando alcanzar mayor consistencia con los supuestos en la formalización de las proposiciones constitutivas de la teoría, como igualmente mayor sustento pragmático para ésta, se propone modificaciones expresadas en nuestra definición: Las teorías subjetivas son cogniciones acerca de fenómenos de símismo y del mundo, que tienen una estructura argumentativa hipotética, por lo menos parcialmente explícita o explicitable, y que orientan el comportamiento.
Precisiones conceptuales de la definición
Cogniciones
Esta expresión corresponde al género común, condición esencial de una definición según la tradición aristotélica; en este caso, la clase de objeto psicológico a la que pertenece lo definido. Etimológicamente, las cogniciones son una forma de conocimiento, se asocian al procesamiento de la información y a la comprensión. Son algo propio de los sujetos, provienen de su subjetividad, son su elaboración o la incorporación de elaboraciones de otros.
Fenómenos de símismo y del mundo: Es decir, lo que atañe al símismo, al mundo y a sus interacciones. La expresión fenómenos esde mayor pertinencia conceptual que visión, a la que alude la definición de Groeben y Scheele; en la presente definición, se usa para hacer referencia al propio sujeto como objeto de teorización, como también a situaciones u otros objetos externos que de algún modo lo involucran.
Estructura argumentativa hipotética:Esta nota esencial de la definición, corresponde a la diferencia específica de las TS dentro de la clase de las cogniciones. Las TS tienen una estructura argumentativa, homologable a las hipótesis, que las hace parecidas a las teorías científicas.
Por lo menos parcialmente explícita o explicitable:La estructura argumentativa hipotética de las TS se expresa verbalmente; por lo cual, su identificación requiere de una manifestación explícita o de la posibilidad de hacerlas explícitas. Lo relevante para la definición es lo que hay de explícito o explicitable y no lo implícito.
Orientan el comportamiento: Constituyen potencialidad o posibilidades de acción. No son eminentemente “contemplativas”, sino que sirven para actuar en el mundo. Son una manifestación de la proactividad humana. Las TS cumplen un papel crucial en el carácter intencionado predominante del comportamiento. Ciertamente, las funciones de las TS pueden asimilarse a las de las teorías científicas; pero lo importante no es cuán cerca están de éstas (por lo menos, en la definición), sino -como rasgo psicológico esencial- cómo las TS se relacionan con lo que las personas hacen.
Otras definiciones básicas para esta propuesta
Teorías subjetivas de contenido explícito
Una TS es de contenido explícito, cuando su estructura argumentativa estáexpresada verbalmente, ya sea por iniciativa del propio sujeto elaborador o por la intervención de algún otro que lo lleva a enunciarla.
Teorías subjetivas de contenido implícito
Una teoría subjetiva es de contenido implícito, si aun cuando no tiene estructura argumentativa explícita, el discurso, la acción, o ambos contribuyen a inferirla.
Observaciones acerca de lo explícito o lo implícito de las teorías subjetivas
- Que una TS se considere explícita, no significa que sea una proposición hipotética gramaticalmente completa, sino que lo enunciado satisface lo requerido para su comprensión.
- La carencia de formulación verbal espontánea de una teoría no la convierte necesariamente en una teoría implícita (o de contenido implícito).
- La carencia de una formulación verbal espontánea de una teoría, no la convierte necesariamente en inconsciente.
- No explicitar una teoría puede obedecer a una decisión voluntaria del sujeto, o a que las circunstancias hacen innecesario o inconveniente explicitarla.
- Las TS de contenido implícito pueden ser tanto explicitables, en palabras del propio sujeto o de alguien que puede inferirla de su discurso; como no explicitables, para el propio sujeto, caso en que eventualmente son inferibles indirectamente de su discurso, y aun de su comportamiento.
- Las teorías subjetivas de contenido implícito, en rigor serían teorías implícitas, denominación coincidente con la de otra tradición teórica que incluye la referencia a teorías verbalmente enunciadas en forma total o parcial (las que, estrictamente, no serían implícitas), como a teorías no enunciadas explícitamente en forma espontánea, asociándolas, muchas veces, con fundamentos inaccesibles para el sujeto que las sustenta y con bases inconscientes del comportamiento ( Alonso-Arbiol et al., 2011 ; Burnette, O’Boyle, VanEpps, Pollack & Finkel., 2013 ; Pozo et al., 2006 ). Algo clave en nuestra concepción, es que todas las teorías implícitas son teorías subjetivas, pero no todas las teorías subjetivas son necesariamente implícitas.
Enunciados teóricos fundamentales
Las teorías subjetivas son explicaciones de algo y de alguien
A diferencia de las teorías científicas, que ponen distancia entre el sujeto observador y el objeto de teorización, las TS proceden de un sujeto o colectivo elaborador que explica desde su particular relación con el objeto de elaboración; es decir, se trata de explicaciones subjetivas ( Aretz, 2007 ), justificándose así la pertinencia epistemológica de llamarlas teorías subjetivas. Tienen un objeto de elaboración (algo) y un sujeto elaborador (alguien, individual o un colectivo). En tanto teorías, son explicaciones del objeto, lo que conlleva alguna forma de estructura, es decir, algún grado de organización. El grado de elaboración o el nivel de organización alcanzado, confiere a las TS su estatus teórico( Catalán, 2010 ); así, la mayor elaboración o complejidad, asimilable -en términos generalesa las proposiciones constitutivas de una teoría científica, corresponde propiamente a una teoría subjetiva de nivelteórico; con menor elaboración, una TS es de nivel teórico restringido cuando es homologable a una hipótesis, en virtud del carácter hipotético esencial de una teoría; la más baja elaboración posible de una TS corresponde al nivel preteórico [1] , la que consiste en fragmentos de hipótesis o esbozos de teoría, pudiendo proceder de una escasa elaboración cognitiva.
Las TS son elaboraciones de un elaborador situado
Surgen y tienen significado en un contexto social y cultural. Se elaboran en la interacción con otros y con el entorno. Son manifestación de la subjetividad y de la intersubjetividad. Por lo mismo, pueden tener un locus individual o un locus colectivo; es decir, una elaboración individual o colectiva [2] . Según su procedencia, pueden reconocerse teorías subjetivas reproducidas, a modo de apropiación de explicaciones transmitidas por una comunidad, como también teorías subjetivas autogeneradas, a modo de elaboraciones idiosincráticas (individuales o colectivas) sujetas en su construcción y desarrollo a la influencia social y cultural [3] .
Las TS son cogniciones mediadas por el lenguaje, tanto en su génesis como en su manifestación
Como las teorías científicas, las TS tienen como componentes estructurales conceptos y relaciones, para explicar -por parte del constructor- fenómenos elaborados y enunciados desde el lenguaje. Consecuentemente, el reconocimiento de la estructura de una TS tiene como condición necesaria ser a lo menos parcialmente explícita o explicitable. Las TS poseen estructura superficial y estructura profunda [4] . La estructura superficial tiene corporeidad, es lo concretamente explícito o explicitable; es lo inmediatamente accesible para un interlocutor o analista. La estructura profunda es el contenido en abstracto de la TS y como tal es inferible, aun cuando llegue a verbalizarse; subyace a la manifestación concreta y a la situación particular de su emergencia. La manifestación lingüística de las TS las hace comunicables y, por tanto, sujetas a la influencia (o mediación) de otros, como a la influencia (o mediación) sobre otros.
Las TS tienen, a la vez, significado semántico y significado emocional
Las TS involucran de manera inseparable procesos cognitivos y emocionales que, integrando también aspectos individuales y sociales, se traducen en sentido subjetivo de lo elaborado ( González Rey, 2008 ) [5] . Para quien asume una TS, o la usa eventualmente, ésta tiene alguna forma de inserción o vinculación de significado con la totalidad de las TS que sustenta. En el plano semántico, si una TS tiene un significado funcional, es decir, si aporta significado al conjunto de TS sustentadas, entonces será una TS émica; si no aporta significado en el conjunto, entonces seráuna TS ética. Como en su origen lingüístico (procedente de “fon-émico” y “fon-ético”, respectivamente), la diferencia conceptual aquípropuesta se basa en la incidencia o no en lo que para el sujeto tiene significado, diferenciándose de la utilización común en metodología cualitativa, en la que émico se asocia a lo interno y ético a lo externo ( Flick, 2004 ).
El carácter émico de una TS contribuye a la generación de una especie de sistema de TS de un sujeto, o una suerte de sistema de interpretaciones de éste; por oposición, el carácter ético de una TS, no aporta significado a la generación de sistema. Además, dentro de una misma TS hay aspectos émicos y otros puramente éticos, que constituyen variantes de un mismo significado o aspectos que no aportan a la significación de la particular TS. Desde esta concepción, no procede la común distinción entre teorías episódicas y semánticas (véase: Flick, 2004 ; Pozo, 2001 ; Rodrigo & Correa, 2001 ); pues el significado, criterio en el cual se basa la distinción, no obedece a las circunstancias de emergencia de la TS, ni a su registro en la memoria, sino a su funcionalidad en lo que podríamos llamar el sistema de creencias de un sujeto.
En el plano emocional, el significado se traduce en la valencia positiva o negativa de quien sustenta una TS respecto del objeto al que ésta hace referencia; en el nivel jerárquico de la TS, respecto de las TS sustentadas por el sujeto, pudiendo ser TS subordinada o TS supraordenada, tal como lo planteóKelly para los constructos personales (1966, corolario 3); y en el mayor o menor compromiso emocional que el sujeto tiene con su propia TS elaborada, expresado en la fuerza o convicción con que la asume ( Catalán, 2010 ).
Las TS tienen potencialidad generativa teórica y de acción
A partir de las TS construidas, se pueden generar nuevas hipótesis derivadas, teorías de mayor complejidad, como también nuevas TS que sustituyan o incrementen el repertorio ya existente; todo lo cual, favorece disponer de nuevos y variados cursos de acción, traducibles en diversas alternativas de comportamiento. Del mismo modo, las acciones realizadas y la interpretación que el sujeto hace de ellas, confirman o refutan su fundamento teórico, ampliando las posibilidades de elaboración de nuevas teorías subjetivas ( Wahl, 2006 ). Esto es otra manifestación de proactividad, que confiere a las teorías subjetivas un carácter de inacabado, con mayor o menor flexibilidad y grados variables de modificabilidad.
Las teorías subjetivas orientan el comportamiento, pero no lo determinan
En sentido estricto, no hay relación de causalidad entre las teorías sustentadas y las acciones realizadas por las personas. En virtud de su asociación con el comportamiento humano en general, las TS son comprensibles, o se dirá: hacen comprensible el comportamiento; pero no son explicables, es decir no permiten explicar el comportamiento de los sujetos mediante el establecimiento de relaciones causa - efecto. Esto es así, tanto por tratarse de objetos de estudio que se inscriben en las ciencias sociales, dado el carácter general de comprensibles de los fenómenos abordables por estas “ciencias del espíritu” ( Dilthey, 1980 ); cuanto por la condición particular de pertenecer al ámbito de lo psíquico y, por ende, poseer la naturaleza comprensible de éste ( Jaspers, 1913/1996 ). La mayoría de los estudios de las TS y de conceptos o teorías próximas, parecen desconocer, no considerar, o no considerar suficientemente, estos aspectos; lo cual conduce a inconsistencias teóricas y epistemológicas. Lo definitivamente relevante y distinto, es el papel regulatorio del comportamiento que cumplen las TS ( Dann, 1990 ; Kolbe & Boss, 2009 ).
Las TS coexisten con teorías divergentes en los mismos sujetos, aun para los mismos objetos de teorización
Asícomo los científicos suelen no solo conocer, sino también utilizar diversas teorías con grados variables de compatibilidad entre ellas, respecto de fenómenos distintos y hasta ante un mismo fenómeno; cualquiera persona puede disponer de TS con distintos niveles de compatibilidad entre ellas. La superación de las inconsistencias en un mismo sujeto, se resuelven básicamente de dos maneras que pueden llegar a ser complementarias: por la preeminencia de TS supraordenadas, de manera similar a como lo plantea Kelly (1966) , para los constructos personales; o por la utilización de TS, a modo de pensamiento estratégico ( Van Dijk, 2000 ), que lleva a optar entre TS divergentes de acuerdo a las circunstancias. Esto tiene especial relevancia para comprender consistencias e inconsistencias advertidas entre las TS manifestadas y los comportamientos realizados.
Proposiciones metodológicasderivadas para la indagación e intervención
Los enunciados teóricos fundamentales expuestos, han de servir para interpretar y dar cuenta consistentemente de la naturaleza de las TS y sus vinculaciones con el comportamiento. La Figura 1 ilustra aspectos relevantes de la naturaleza de las TS, relacionándolas con los significados subjetivos, que sirven como orientación a la acción, la que a su vez posibilita disponer de cursos de acción que, finalmente, llevan a realizar diversos comportamientos. Los comportamientos sustentados en teorías subjetivas, tienen un carácter confirmatorio de éstas, como también pueden servir para llegar a reformularlas.
Los elementos estructurantes de las TS y los conceptos básicos relacionados con los contenidos utilizables para efectos de análisis, se resumen en la Figura 2: El estatus teórico corresponde al grado de elaboración o complejidad que pueden alcanzar las TS sustentadas. La estructura de las TS se refiere a su manifestación concreta y abstracta (toda TS tiene ambas). El significado subjetivo es la integración del significado funcional (en el sistema de creencias) y el emocional. Finalmente, la orientación a la acción se traduce en la tendencia a inhibir, mantener o iniciar comportamientos.
Todo lo anterior permite considerar posibles usos de la teoría, sus finalidades, estrategias y procedimientos para la indagación e intervención de TS, mediante la aplicación y desarrollo de las proposiciones como las que se exponen a continuación:
El acceso a las TS para propósitos de indagación como de intervención se realiza mediante procedimientos interpretativos
La investigación de TS conlleva un intento por dar sentido a las manifestaciones accesibles de cómo el sujeto se concibe a símismo y a su entorno; requiere, por consiguiente, disponer de esas manifestaciones, como de propiciar su emergencia, para realizar un trabajo interpretativo orientado a comprender. El corpus generado para el análisis de TS estáconstituido por discurso, que admite diversas interpretaciones, a modo de hipótesis interpretativas, sujetas a alguna forma de validación científica, lo que no se puede perder de vista para la utilización de procedimientos de recolección y análisis. Acorde con los supuestos ontológicos, epistemológicos y metodológicos en que se sustenta la presente propuesta teórica, y la posibilidad de optar por un criterio de calidad central o nuclear ( Steinke, 2004 ), el criterio de rigor científico fundamental a considerar es la credibilidad, tal como se ha reivindicado para la investigación cualitativa ( Valles, 2005 ), admitiendo que los hallazgos corresponden a versiones posibles (creíbles) del fenómeno estudiado.
La comprensión del analista de TS se subordina a la comprensión del sujeto investigado
El análisis de las TS estádestinado, en sentido estricto, a comprender. El sujeto investigado tiene como objeto de comprensión sus propias elaboraciones (TS) y el analista intenta comprender la comprensión que ese sujeto hace de aquéllas. El carácter hipotético de las TS que el sujeto desarrolla, les otorga la apariencia de explicaciones, como si se tratase de auténticas relaciones causa-efecto, aproximándolas más a las teorías científicas prototípicas; eso no obsta para que el análisis de las elaboraciones tenga como propósito la comprensión, por parte del analista y del propio sujeto. Es necesario tener en cuenta este aspecto al investigar en TS, para no caer en confusiones y transgresiones epistemológicas que afecten el cumplimiento de los criterios de rigor científico correspondientes.
El sujeto investigado y el sujeto investigador son agentes en el acceso y cambio de las TS
anto en la indagación como en la intervención, el sujeto investigador y el sujeto investigado desempeñan un rol activo. El investigado es agente constructor y reconstructor. El investigador (o el interventor) es agente promotor de construcciones y reconstrucciones. Esto es posible por la condición esencial que pone en común a ambos, como seres humanos, que pueden comunicarse y reflex
Tanto en la indagación como en la intervención, el sujeto investigador y el sujeto investigado desempeñan un rol activo. El investigado es agente constructor y reconstructor. El investigador (o el interventor) es agente promotor de construcciones y reconstrucciones. Esto es posible por la condición esencial que pone en común a ambos, como seres humanos, que pueden comunicarse y reflexionar, y por condiciones ejercitables o alcanzables del investigador, como la confianza y la empatía.
No corresponde proclamar la condición de constructor de TS del sujeto, que es un otro distinto del investigador, para luego pretender erigirse en coconstructor de las construcciones de ese otro. Es difícil imaginar –o admitir - cómo se va a reconstruir en colaboración o en conjunto con el constructor, lo ya construido y lo por construir, desde la subjetividad de éste, que tiene su historia y su particular interpretación de síy de su entorno. La comprensión propia del mundo de un sujeto no es, ni tendría por quéser, una negociación con un colaborador ad hoc. Proconstruir es una alternativa a coconstruir como tarea o rol principal de quien investiga o se propone intervenir en TS.
Proconstruir hace referencia a “acciones orientadas a elicitar, tomar conciencia y generar TS, a partir de condiciones de facilitación, incentivación e intensificación de la reflexividad”(Autor, 2010, p. 106). Desde esta concepción, el investigador no sólo provee condiciones de facilitación, o una “situación ideal de habla”( Groeben & Scheele, 2000 ) [6] . Va más allá: impulsa, confronta, incentiva, instiga, provoca; lleva al sujeto a reflexionar sobre sus elaboraciones, a complejizarlas, y a generar nuevas, en ejercicio de su propia comprensión y libertad [7] . Para eso, puede disponer de dispositivos técnicos a utilizar en la interacción dialógica [8] , como también de actitudes facilitantes y de servicio al otro.
El cambio de las TS es una opción de quien las sustenta
Pretender modificar las TS de un sujeto es contradictorio con los supuestos ontológicos de la teoría de las TS. Lo que sícabe es pretender contribuir al cambio de TS de un sujeto, en ejercicio de su libertad y responsabilidad; llevarlo a reconocer el significado funcional y emocional de sus elaboraciones, a relacionarlas para interpretar las posibles implicancias en su comportamiento. El cambio de las TS tiene como requerimiento la reflexión, que hace posible la ampliación de la conciencia para la apropiación de lo sustentado ( Wahl, 2000 ), como también puede contribuir a la creación de conciencia -cuando bajo ella no hubiere contenidos -para la producción de nuevas construcciones; vale decir, por una parte la reflexión permite llevar a la conciencia contenidos subyacentes, haciéndose cargo de ellos y, por otra, incorporar nuevos objetos de teorizaciones previamente inexistentes.
El análisis de las TS tiene como foco el acceso a su estructura profunda
A la estructura profunda se llega por la estructura superficial. La estructura profunda, por su carácter abstracto, se hace visible en la interpretación del analista y se valida en diversas manifestaciones concretas - superficiales –posibles. El que la estructura profunda sea abstracta, no quiere decir que las TS sean necesariamente implícitas; de hecho, la estructura superficial puede estar completamente explícita, sin que por ello deje de provenir de una estructura subyacente o profunda. No entender esto, es no entender un aspecto básico del lenguaje en general.
El cambio de las TS se verifica de manera no excluyente en su complejidad, su contenido, o en su significado
Las TS pueden cambiar en el grado de su elaboración argumentativa, o complejidad, desde el nivel pre-teórico al teórico restringido, de éste al nivel teórico, o en aspectos variantes en ellos. A mayor reflexión y conciencia, mayores posibilidades de complejidad en la elaboración y de acción [9] .
Los cambios en el contenido de las TS pueden traducirse en variaciones parciales de las explicaciones de un fenómeno, hasta en explicaciones alternativas a las existentes; como también, en nuevos objetos de teorización.
Los cambios en el significado semántico pueden ir ya sea desde lo ético a lo émico (de lo que no tiene significado en el sistema de TS a lo que tiene significado en éste) o, inversamente, desde lo émico a lo ético. Los cambios del significado emocional pueden ocurrir tanto en la jerarquía dentro del sistema de TS, variando las relaciones de subordinación o coordinación; en la valoración positiva o negativa respecto del objeto de teorización, variando su valencia o graduación; o en modificaciones en el grado de compromiso emocional del sujeto con sus elaboraciones.
La envergadura del cambio tiene una potencialidad de amplio espectro y estásujeta a la permeabilidadde las construcciones ( Kelly, 1966, corolario 8 ); siendo más resistentes las TS nucleares en el sistema del sujeto (o colectivo), las personas podrían llegar a experimentar cambios radicales, cual si se tratase –por analogía con la ciencia ( Botella & Feixas, 2008 )- de cambios de paradigmas en sus explicaciones sobre símismos y el mundo.
La indagación de TS mediante recursos dialógicos es a la vez una forma de intervención
Los productos de la recolección (indagación) realizada mediante recursos dialógicos contienen, necesariamente, teorías subjetivas preexistentes y teorías subjetivas emergentes. Las preexistentes son restituciones de las TS previas a la indagación y las emergentes son las reconfiguraciones de lo previamente elaborado, como también nuevas elaboraciones generadas en los procesos reflexivos promovidos (proconstruidos) por la indagación. De ahíla potencialidad de los recursos dialógicos para propósitos de intervención.
Es esperable que la indagación de TS, como la intervención en ellas mediante la interacción dialógica, lleve al sujeto investigado a enunciar sus TS preexistentes, desarrollando progresivamente teorías emergentes, ya sea por la incorporación de mayor complejidad en las elaboraciones, como por la manifestación de nuevas TS. La labor del investigador, consecuentemente, es promover la generación de discurso argumentativo, llevando al investigado a manifestar sus teorías y a reflexionar sobre ellas, sus contenidos, relaciones y significados. No corresponde -ni es posible- pretender que la indagación (o recolección) constituya una descripción e interpretación sincrónica estática de las TS; pues, si lo que se quiere es dar cuenta de las elaboraciones de un sujeto, intentando hacerlo desde su propia comprensión, la naturaleza del objeto a indagar como la participación activa de quien lo produce, no permiten despojar al fenómeno de las circunstancias de acceso a él, que incluyen la superación epistemológica de la distancia sujeto-objeto.
El significado que un sujeto atribuye a sus TS tiene una función orientadora de su comportamiento
Las TS sólo permiten hacer estimaciones de acciones a realizar por quien las sustenta. Inversamente, las acciones de un sujeto sólo permiten hacer estimaciones de las TS en las que podrían sustentarse. Al no haber relación de causalidad entre ellas, no cabe que las TS se consideren el antecedente que lleve a determinadas acciones como consecuente, o que dadas éstas se puedan inferir inequívocamente aquéllas. Por consiguiente, la llamada validación explicativa ( Groeben & Scheele, 2000) 10, realizada mediante observación externa -más cercana al paradigma positivista que al interpretativo - a lo más sirve de constatación de consistencias e inconsistencias entre TS validadas comunicativamente y las acciones, y no como recurso de ratificación de las TS encontradas.
No obstante, desde el punto de vista interpretativo, el significado funcional y emocional que otorga el poseedor de teorías subjetivas a éstas (en rigor, no de las teorías en sí, sino al significado atribuido a éstas), representa una tendencia orientadora de la acción ( Catalán, 2010 ).11 Consecuentemente, un requerimiento crucial para la indagación e intervención en TS, es explorar y desarrollar recursos metodológicos que permitan relacionar el significado subjetivo funcional (semántico) y emocional, para hacer estimaciones de la orientación a la acción de las TS e igualmente para estimar posibilidades de cambio de éstas.
Discusión final
La mayor parte de la investigación realizada en la actualidad sobre las teorías subjetivas es de carácter empírico y, con frecuencia, el sustento teórico que reportan es poco específico en el tratamiento de la teoría misma. De esta manera, es esperable que la pertinencia de tenerlas como objeto de estudio, habitualmente no quede suficientemente fundamentada, ni diferenciada la opción hecha por el investigador entre concepciones próximas, como teorías implícitas, representaciones sociales u otras; por consiguiente, cabe analizar la validez de sus hallazgos y, en algunos casos, hasta cuestionar la cientificidad del estudio. La situación es hasta cierto punto comprensible; pues, si bien hay una tradición alemana de larga data en el estudio de las teorías subjetivas y diversos trabajos eminentemente teóricos, no existe una teoría debidamente formalizada, con los requerimientos básicos de una teoría científica, aun cuando la pretensión original y persistente ha sido de notorio mayor alcance, como es considerar las teorías subjetivas como un paradigma.
En este escenario, parece justificable el intento de incrementar la investigación teórica como soporte a la investigación empírica y que una y otra se retroalimenten en forma recíproca, lo que en sídebiera justificarse para la ciencia en general; aunque la relevancia de la investigación teórica suele ser minimizada por los investigadores, como igualmente suele tener poca cabida en diversas publicaciones.
En habla hispana, el estudio de las teorías subjetivas ha sido relativamente escaso; no obstante, en Chile se ha desarrollado un trabajo que se extiende por alrededor de veinte años y que incluye algún abordaje de aspectos teóricos. La trayectoria seguida, junto con hacer notoria la dispersión, inconsistencias y limitada integración del saber acumulado, también pone en evidencia que de manera incipiente empieza a constituirse en una línea de investigación y a adquirir una orientación teórica con sello propio.
En varios aspectos, este estudio ha consistido en poner de acuerdo la teoría consigo misma, rescatando elementos centrales de ella que por el camino se desvirtúan. En menor medida, el análisis lleva a planteamientos diver gentes con lo que sin más se ha mantenido en el tiempo como constituyentes de la teoría.También hay elementos nuevos que complementan el conocimiento acumulado actualmente, de manera que el despliegue de sus proposiciones fundamentales haga posible evaluar y refutar los enunciados.
Este estudio plantea divergencias con la tradición teórica sobre las teorías subjetivas, relacionadas con incongruencias advertidas en aspectos conceptuales y procedimentales que llevan a inconsistencias paradigmáticas, partiendo por rebatir la existencia de elementos argumentativos implícitos como condición mínima para identificar teorías subjetivas, lo que no se condice con la proactividad y capacidad constructiva, supuestamente asumida, ni con condiciones básicas del carácter elaborado o de complejidad ( Flick, 2004 ; Groeben & Scheele, 2000 ) que requieren procesos necesariamente conscientes y el uso de discurso argumentativo. Eso nos ha llevado a reformular la definición ( Groeben, et al., 1988 ), profusamente utilizada y no analizada ni cuestionada en estudios que, en general, no proporcionan una base teórica más amplia y de un mayor grado de estructuración.
La adopción recurrente de una postura mecanicista para el reconocimiento de las TS desde el comportamiento, validándolas con éste, y la consideración de la predicción del comportamiento a partir de las teorías sustentadas, cual si éste fuera el efecto de determinadas causas, es otro aspecto de desencuentro teórico. Esa postura parece no considerar la proactividad humana para la producción de construcciones alternativas, ni la variabilidad del comportamiento según la jerarquía de las teorías en el sistema de creencias de los sujetos, ni la posibilidad de éstos de ajustar el comportamiento a las circunstancias. En efecto, el presente trabajo releva la integración de las teorías subjetivas en una suerte de sistema de creencias, en el que a su vez se integran el significado semántico y emocional, en tanto significado subjetivo, distinguiéndose por su relevancia para orientar el comportamiento, entre teorías con significado en el sistema (émicas) de las que no lo tienen (éticas), lo que difiere de lo planteado habitualmente en aspectos semánticos de las teorías subjetivas ( Flick, 2004 ), como también de los procedimientos utilizados para el reconocimiento de teorías subjetivas y para su validación ( Groeben & Scheele, 2000 ).
La presente propuesta, que ha de juzgarse más por su pertinencia que por su novedad, persiste en el intento por aprehender lo subjetivo desde lo subjetivo, poniendo por delante al sujeto conocido por sobre el cognoscente ( Vasilachis de Gialdino, 2009 ), o dicho de otra manera, al investigado sobre el investigador. En este sentido, la teoría tal como se concibe y desarrolla en este artículo, tiene una afinidad importante con supuestos ontológicos y epistemológicos asumidos por metodologías preferentemente cualitativas; por lo mismo, recursos de recolección y análisis de datos, sujetos a criterios de rigor propios de la investigación cualitativa han servido, por una parte, para hacer plausible la elaboración de ciertos enunciados teóricos (como por ejemplo, naturaleza comprensible de las teorías subjetivas como objeto de estudio, la relevancia del lenguaje y sus implicancias metodológicas, la generatividad de las TS, entre otros); mientras que por otra parte, han servido para encontrar evidencia confirmatoria de la teoría, como por ejemplo la pertinencia del rol proconstructor del investigador, la diversidad de estatus teóricos reconocibles en las TS, la distinción ético- émico, la indagación de TS como proceso inseparable de la intervención, el reconocimiento de tipos de orientación a la acción (entre otros: Catalán, 2010 , 2014 ; Brighenti & Catalán, 2014 ; Godoy, 2014 ; Cuadra, Jorquera & Pérez, 2015 ; Morales, 2012 ).
A partir de la preminencia de lo proactivo por sobre lo reactivo, de lo consciente por sobre lo inconsciente, del lenguaje por sobre la acción como recurso de acceso, y del discurso argumentativo por sobre el narrativo; se promueve el uso de recursos dialógicos para que el poseedor de teorías subjetivas sea quien en primera instancia, y con el apoyo proconstructor del investigador o interventor, se apropie de sus elaboraciones, como también pueda hacer cambios y orientar su comportamiento.
Lo expuesto en este artículo ha de considerarse una propuesta preliminar, que podría requerir una exposición más amplia de su fundamentación y la incorporación de elementos no contemplados, para llegar a ser una teoría de las teorías subjetivas. El desafío que asume y transmite es desplegar una formulación consistente de la teoría misma, como de ésta con sus supuestos epistemológicos; que optimice su poder heurístico, no sólo porque su explicitación favorezca la refutabilidad, sino también por proporcionar algo más de orientación para investigar; que contribuya a la parsimonia o parquedad, mediante una enunciación simple y económica; teniendo como fin último incrementar su valor pragmático, procurando que su utilidad sea más reconocible como intento para evidenciar que los humanos no son seres dominados por fuerzas ocultas e incontrolables, y que bien vale rescatar su libre albedrío y su poder de autoconstrucción individual y social.
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