Resumen:
Fundamento: en la respuesta del sistema de salud ante un huracán, los municipios y sus establecimientos tienen un papel protagónico.
Objetivo: describir la respuesta del sistema municipal de salud del municipio de Aguada de Pasajeros ante el paso del huracán Irma por el territorio.
Métodos: estudio prospectivo, transversal, en sistema y servicios de salud, desarrollado en el municipio de Aguada de Pasajeros entre el 7 y 30 de septiembre de 2017. El universo lo constituyó la totalidad de trabajadores e instituciones del territorio, todos involucrados en la respuesta al huracán Irma. Se incluyeron la revisión documental (planes, indicaciones de los Consejos de Defensa y del Ministerio de Salud) y la observación participativa. También se revisaron indicadores de posible impacto y del cuadro de salud municipal.
Resultados: se planificaron y ejecutaron un total de 88 acciones por el sistema municipal de salud; 50 durante la fase informativa, 29 en la de alarma y nueve en la de alerta. El plan de reducción de desastres fue cumplido en su totalidad, al que se le agregaron ocho nuevas tareas como parte de las lecciones aprendidas. No hubo fallecidos atribuidos al huracán, ni cambios en la morbilidad posterior al evento. Existió cobertura asistencial mantenida en sitios de difícil acceso y albergues. Todas las instituciones mantuvieron su vitalidad.
Conclusiones: las acciones desarrolladas en el municipio permitieron mantener el cuadro de salud, la atención integral a las personas que demandaron asistencia médica durante el paso del fenómeno natural, así como la vitalidad de las instituciones.
Palabras clave:desastres naturalesdesastres naturales,huracaneshuracanes,medicina de desastresmedicina de desastres,asistencia médicaasistencia médica,atención integral de saludatención integral de salud,administración en desastresadministración en desastres,CubaCuba.
Abstract:
Foundation: in response of the health system before a hurricane, municipalities and establishments have a protagonist role.
Objective: to describe the Aguada de Pasajeros municipal health system at the Irma hurricane’s path across its territory.
Methods: prospective cross study, in the health and service system, developed in the Aguada de Pasajeros Municipality between September the 7th and 30th, 2017. The universe was the territory total of workers and institutions, all involved in the response to Irma’s hurricane. A documentary review was included (plans, instructions from the Defense Councils, and the Minister of Health) and participating observation. Indicators of possible impact and municipal health situation.
Results: a total of 88 actions by the municipal health system; 50 during the informative phase and 9 in alert. The plan for disaster reduction was totaly achieved, to which 9 new tasks were added. There were no deaths due to the hurricane nor morbidity after the event. There was maintained assistance coverage in sites of difficult access and shelters. All the institutions maintained vitality.
Conclusion: the actions developed in the municipality allowed maintaining the health situation, the comprehensive care to the people who demanded medical services during the path of the natural phenomena across the territory institutional vitality.
Keywords: natural disasters, hurricanes, disaster medicine, medical assistance, comprehensive health care, disaster management, Cuba.
Artículos Originales
Respuesta del sistema municipal de salud al huracán Irma. Aguada de Pasajeros, 2017
Response of the Municipal Health System to Irma Hurricane. Aguada de Pasajeros, 2017
Aprobación: 06 Junio 2018
La respuesta del sistema de salud ante huracanes tiene en Cuba una larga y positiva experiencia; influyen en ello, la voluntad política, la alta incidencia de estos eventos en el Caribe1,2 y la preparación mantenida del personal y las instituciones del sector, en especial entre los meses de junio y noviembre.1,2 Cuba ha sido paradigma en la reducción de vulnerabilidades ante estos fenómenos, con un número pequeño o nulo de pérdidas humanas tras su paso por el país y el sistema de salud ha sido partícipe de esos resultados.
Para la respuesta ante un huracán, los municipios y sus establecimientos tienen misiones definidas, que están reflejadas en las acciones a desarrollar en sus planes de reducción de desastres (PRD). Por legislación en Cuba, este plan, a todos los niveles, es elaborado a partir de la directiva No.1 del 2010 del Presidente del Consejo de Defensa Nacional,3las disposiciones de los consejos de defensa y las indicaciones complementarias recibidas de los ministerios en el caso de las entidades económicas y sociales, como es el caso de la salud púbica. Por tanto, la protección de las personas, los recursos y la economía tiene una base legal y las medidas indicadas por la Defensa Civil (DC), son de obligatorio cumplimiento.
Para cada tipo de evento, los plazos para la respuesta a las situaciones de desastres están definidos;3 por ejemplo, para la respuesta ante huracanes, se establecen las fases Informativa, Alerta y Alarma; según las características, magnitud del evento y el cálculo de tiempo en días de su posible llegada al territorio (generalmente 72, 48 y 24 horas antes respectivamente), con el objetivo de ejecutar las medidas de protección de la población y la economía de forma escalonada, gradual y oportuna.
La provincia de Cienfuegos está en la región del país más expuesta al peligro de ciclones tropicales3 y desde 1799,4se han registrado cuantiosos daños materiales por el impacto de 36 de estos fenómenos naturales. En las últimas décadas, la respuesta del sector salud en el territorio ha involucrado a todas sus instituciones5y, aunque algunas de estas han tenido afectaciones graves, no se ha perdido la continuidad en la prestación de los servicios aun en zonas incomunicadas.
Aguada de Pasajeros es el municipio más occidental de la provincia de Cienfuegos, tiene una extensión de 680,23 km2, 4 poblados, dos policlínicos y 31 687 habitantes. Ante situaciones de desastres, se constituye un Consejo de Defensa Municipal (CDM) y seis consejos de defensa zonales que se corresponden con los seis consejos populares que gubernamentalmente conforman el municipio.
El huracán Irma azotó a Cienfuegos y su municipio de Aguada de Pasajeros por espacio de 30 horas entre los días 8 y 9 de septiembre de 2017, con vientos máximos sostenidos entre 65 y 70 km y rachas superiores a los 90, lo que causó serios daños a la infraestructura, aunque no fallecidos por esta causa.
En la literatura internacional, se encuentran documentos que detallan estrategias y guías de respuesta municipal ante desastres.6,7En la cubana, comúnmente no se reportan estudios con resultados de la actividad de los sistemas municipales de salud (SMS) ante estos eventos, aunque Fernández y col.8 describen los elementos principales del PRD para un municipio en La Habana, y Veliz y cols.9 hacen una propuesta para perfeccionar el plan para otro municipio, en Pinar del Río. Lo anterior y la posible utilidad de las recientes experiencias en Aguada de Pasajeros para otras regiones, motivaron la realización de este trabajo, que tuvo como objetivo describir la respuesta del SMS de este municipio al paso del huracán Irma por el territorio.
Estudio prospectivo, transversal, en sistema y servicios de salud, desarrollado en el municipio de Aguada de Pasajeros entre el 7 y 30 de septiembre de 2017. El universo lo constituyó la totalidad de trabajadores del SMS y las instituciones del territorio, todos involucrados en la respuesta al huracán Irma.
Los indicadores de salud del municipio, que sirvieron para medir el impacto del huracán, el cuadro de salud y la efectividad de las acciones de respuesta fueron tomados del Departamento de Estadísticas municipal, entre los 7-15 días de ocurrido el evento.
Para la revisión documental fueron analizados: el PRD del municipio, las indicaciones del CDM y del sistema provincial de salud, la documentación relacionada con el cumplimiento de las medidas por fases de respuesta del PRD (generadas en las reuniones periódicas de los grupos de dirección municipal y de las dos áreas de salud, incluido el policlínico-hospital de la cabecera municipal).
Para la definición de las lecciones aprendidas (incluidos aspectos positivos y negativos), así como los resultados de la respuesta (expresados en indicadores), fue utilizada la revisión documental antes descrita, la observación participativa de los autores y un taller desarrollado con los profesionales de los diversos perfiles ocupacionales del municipio que participaron en la respuesta.
Didácticamente, los autores describen las acciones desarrolladas en la respuesta, subdivididas en cada fase del ciclo de reducción de desastres, lo cual además se ajusta a la distribución aproximada en el tiempo, sin que necesariamente expresen un orden obligado de secuencia para su indicación o cumplimiento.
Los autores declaran no conflictos de intereses aunque constituyeron parte del grupo de dirección que coordinó la respuesta.
Ante la declaración por la DC de la fase informativa ante el huracán Irma, y como se define ante situaciones de desastres, el SMS de Aguada de Pasajeros se activó e integró como subgrupo al grupo económico-social del CDM, a la vez que mantuvo subordinación al sistema provincial de salud (quien a su vez formó el subgrupo salud dentro del grupo económico-social del Consejo de Defensa Provincial), con el cual compartió recursos humanos, materiales y cooperación.
La etapa de respuesta ante el huracán Irma duró cinco días (entre el 7 y 11 de septiembre), en ese período el SMS de Aguada de Pasajeros puntualizó y ejecutó 88 acciones, en un 91 % contempladas en el PRD municipal y otras ocho incluidas como parte de las lecciones aprendidas; movilizó 978 recursos humanos (de ellos 144 profesionales), incluidas una brigada médico quirúrgica, constituyó dos brigadas integrales de salud, dio aseguramiento médico a cuatro centros de evacuación (aunque participó en la conformación de otros 10 que se mantuvieron como reserva).
Las acciones descritas a continuación, fueron cumplidas en el marco de cada fase y su consecución fue comprobada en las reuniones periódicas del grupo de dirección o en los recorridos de estos por las instituciones.
Plantas de radio de las ambulancias (dificultades con piezas para su reparación).
No disponibilidad de incubadora de recién nacidos (la rotura de la disponible no fue posible de solucionar).
La máquina de anestesia no cumplía con los requerimientos para una cirugía de gran envergadura. Luego fue coordinado con el hospital provincial la prestación de otra más moderna y fue solucionado el problema.
No pudo disponerse de un equipo de ventilación pulmonar multimodal, bomba de infusión y desfibrilador con capacidad de cardioversión para cubrir la terapia intensiva y el salón de operaciones.
No existencia de medios alternativos de comunicación (solo telefonía fija y celular) para asentamientos rurales.
No existencia en los centros de evacuación de locales para pacientes con necesidades especiales, así como para aislamiento transitorio de enfermedades infecciosas.
Se pudieron aprovechar más los espacios públicos para la información a la población de las normas higiénico- sanitarias a cumplir en cada fase.
Trasladar el servicio de estomatología de urgencia (sillón e instrumental) al policlínico-hospital.
No condiciones óptimas del área destinada para el manejo masivo de cadáveres.
La toma de la decisión del momento de detener todo movimiento del transporte sanitario.
Coexistencia de tres protocolos de aislamiento, vigilancia y manejo por posibles enfermedades infecciosas (un paciente con sospecha de arbovirosis (aislamiento de vectores por posible Zika), otro con enfermedad diarreica aguda (instituido protocolo de cólera) y otro con conjuntivitis viral.
Una paciente esquizofrénica con difícil control (intentos reiterados de fuga). No pudo ser evacuada en la fase anterior al hospital psiquiátrico y permaneció ingresada por seguridad en el policlínico de la cabecera municipal.
Obstrucción de algunos sistemas de desagüe en instituciones de salud, por exceso de lluvia.
Pérdida de un ventanal en dos consultorios médicos de la familia.
Pérdida de parte del techo de un almacén de insumos, sin otros daños materiales.
Filtraciones en la cubierta y paredes en el policlínico.
No fallecidos atribuidos al huracán, ni por fallas de asistencia médica como consecuencia de este.
Se mantuvo sistema de clasificación por prioridad vital (triaje) en la atención a lesionados o no durante toda la respuesta.
Se mantuvo la asistencia médica aun en sitios de difícil acceso y albergues.
Todas las instituciones se mantuvieron sin daños estructurales o no estructurales, por lo que no existió limitaciones por esta causa en la prestación de servicios.
Se garantizó cobertura total de atención médica a emergencias médicas, incluidos pacientes adultos, pediátricos y las embarazadas.
No brotes epidémicos relacionados al huracán o sus consecuencias.
Se dio asistencia al unísono a pacientes con enfermedades que representaban brotes de posibles epidemias (arbovirosis, conjuntivitis y enfermedad diarreica aguda), sin infección cruzada.
Los aseguramientos logísticos (incluidos insumos médicos, electricidad, agua y alimentación) fueron suficientes para mantener la atención médica integral, así como una estancia segura y confortable para los trabajadores del sector salud.
No cambios del cuadro de salud incluida la morbilidad aun una semana después del evento.
Las acciones desarrolladas por los organismos e instituciones del territorio facilitaron la no existencia de incremento de la demanda de atención médica, aunque se incrementó la cobertura y accesibilidad; durante las 30 horas de fase de alarma fueron atendidos menos pacientes en toda la red asistencial que en situaciones de normalidad.
Se habilitaron dos salones de operaciones y una unidad de cuidados intensivos.
No evacuaciones “de emergencia” de personas o equipos, como consecuencia de fallas estructurales y no estructurales de las instituciones.
Aunque el rumbo y magnitud del huracán fue informado por todos los medios de comunicación y las personas conocían de ello, hubo indisciplina social (tránsito de personas durante la noche con ráfagas peligrosas de viento) que pudo costar vidas; se hace necesario reforzar la promoción y prevención en salud para aumentar la percepción de los riesgos.
Los planes de reducción de desastres deben ser revisados y actualizados frecuentemente, servir como herramientas de trabajo y estar disponibles en todos los puestos de mando.
Ante la expansión y extensión de los servicios como consecuencia de una mayor cobertura, fue insuficiente el banco de oxígeno del municipio. Es preciso realizar un estudio para determinar necesidades reales.
El sistema de drenaje de agua, insuficiente ante lluvias intensas en algunas de las instituciones. Se precisa de incrementar velocidad de desagüe o muros de contención.
Debe estar disponible un psiquiatra para el pase de visita de enfermos ingresados por afecciones crónicas o agudas.
Insuficiente capacidad de frio en las farmacias comunitarias del municipio, se precisa de traslado para centros con grupos electrógenos o neveras de mayor capacidad.
Mejorar la seguridad de las personas y el despacho de ambulancia el traslado del centro coordinador de la emergencia médica móvil hacia un local con condiciones dentro de la unidad principal municipal.
Los arreglos de techos, ventanales u otras estructuras posibles de ser dañadas por los vientos en lugares clave, deben ser supervisadas o certificadas por personal con formación en arquitectura o ingeniería civil.
Se deben tener disponibles más camas y colchones en los policlínicos para incrementar la expansión de los servicios (víctimas múltiples, casos sociales, epidémicos) y la logística de las brigadas médicas.
Se deben garantizar medios de protección para intensas lluvias para los integrantes de los puestos de dirección y personal de aseguramiento.
El personal más capacitado en el manejo de los grupos electrógenos debe estar disponible permanentemente o de guardia durante la fase de alarma.
Debe exigirse al CDM un parte frecuente de los sitios, vías terrestres e instituciones aisladas.
Al decretarse la fase informativa cada Jefe de departamento tiene el deber, de conjunto con los trabajadores, de preparar las condiciones para la protección de su departamento, de las informaciones, del equipamiento médico y no médico.
El personal de servicio debe quedarse organizado también desde la fase informativa, para todas las fases de respuesta y la recuperación.
Es útil en la fase informativa, realizar una reunión operativa y rápida con los médicos y enfermeras ubicados en cada consultorio para puntualización y entrega de los listados de los pacientes de riesgo posibles a evacuar como menores de un año, embarazadas, casos sociales, niños con enfermedades de baja prevalencia o con necesidades especiales de equipamiento médico, medicamentos, dietas, entre otras, que se soliciten.
Como parte de lo anterior, se deberá realizar un despacho rápido con las trabajadoras sociales que entregarán los listados a cada director del policlínico de los pacientes postrados crónicos y casos sociales preocupantes. Las mismas participarán de conjunto con los médicos de familia en la movilización de los pacientes a los centros previstos.
Desde la fase informativa, se deberá activar el grupo de salud mental para identificar pacientes con enfermedades psiquiátricas que necesiten ser evacuados o remitidos al hospital psiquiátrico; así como precisar conductas con los que no puedan ser evacuados, o con los enviados a los centros de evacuación que precisen atención psiquiátrica o psicológica.
Los Jefes de cada departamento económico para todas las fases del evento y la recuperación, crearán las bases de datos necesarias para contabilizar todas las salidas de almacenes relacionadas con el evento, y se fotocopiaran los vales de salidas.
Fue muy útil disponer de un grupo electrógeno para cada institución principal y que este cubriera la totalidad de la demanda del centro.
Fue importante garantizar la conexión a internet y telefonía en los puestos de mando durante todas las fases de respuesta al huracán.
En los sitios donde se disponga de una base de ambulancias, durante la fase de alarma, la salida a rescates o traslados deberá estar coordinada/consultada por un médico especialista, pues ello reduce el número de salidas, minimiza riesgos para las tripulaciones y mantiene la continuidad de la asistencia médica.
El personal de logística/servicio/RRHH debe disponer del listado de todas las personas que se encuentran laborando en los centros y hacer precisiones cada 12 horas (cambios de turno si es posible). Ello viabiliza alimentación, seguridad y necesidades.
Miembros permanentes del puesto de dirección municipal (subgrupo salud del CDM): Director Municipal de Salud, Jefe de Departamento de Asistencia Médica, Responsable de Medicamentos, Jefa de Enfermera, Jefe de la Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología, Supervisora de Enfermería, Vigilante Epidemiológica, Jefe de Departamento Administrativo, Jefe de Departamento de Recursos Humanos, Jefe de Departamento de Estadística, Jefe de Seguridad y Protección, Jefe de Departamento Económico, Jefe de Servicios, Jefa de Estomatología Municipal, Jefa del Sistema Integrado de Urgencia, Responsable de la Emergencia Médica Móvil, Jefe de Electromedicina, Jefe de Trabajadores Sociales, psicólogo y responsable de educación para la salud.
Entre los peligros directos de un huracán están las inundaciones y los fuertes vientos. En varios países del área del Caribe y Estados Unidos, estos elementos del huracán Irma también causaron devastadores daños a la infraestructura y a los servicios de salud.10Aguada de Pasajeros tuvo varios elementos del riesgo a su favor, en primer lugar la experiencia en el enfrentamiento a estos fenómenos tanto por la estructura de la DC como del SMS; el segundo fue la preparación para enfrentarlo por fases, en cada una de las cuales fueron mitigadas las principales vulnerabilidades (ya recogidas en los planes); y en tercero, que el huracán Irma, aunque transitó más tiempo del habitual, no irrumpió en el territorio con su mayor intensidad.
Por último, se debe hacer referencia al contexto en que estas medidas fueron desarrolladas; la DC en Cuba es un sistema de medidas de carácter estatal, donde el sistema de salud se integra y cumple su misión con la colaboración de otros ministerios y entidades; los cuadros de mando tenían experiencia y estaban capacitados; estas también son fortalezas y oportunidades descritas por Veliz y cols.9 El decretar con tiempo suficiente cada una de las fases permitió, también a criterio de los autores, una preparación adecuada y espacios para puntualizaciones y la solución de los problemas que se presentaron.
Un evento de esta naturaleza trae consigo el multirriesgo, los sistemas de salud deben incrementar la preparación pues fenómenos de gran envergadura no tienen consecuencias perfectamente previsibles y los vaticinios son que en el futuro podrían ser más intensos y frecuentes como consecuencia de la acción del hombre sobre el ambiente y el consiguiente cambio climático.10
Para países como, los Estados Unidos, la preparación de los hospitales y otras instituciones de salud ante desastres es una prioridad de seguridad nacional.11La experiencia organizativa en Latinoamérica,6 demuestra mejores resultados si la respuesta municipal ante fenómenos naturales extremos es multisectorial, dirigida por las máximas autoridades y las acciones de respuesta están contenidas en planes de reducción de desastres.
En Cuba se definen tres fases para la etapa de respuesta,3lo que es similar a otras clasificaciones internacionales que disponen de niveles de alerta por números o códigos de colores. El PRD es una herramienta esencial en la planificación de la respuesta a cualquier evento con potencialidades de originar desastres,1,5la improvisación, la ausencia en el control de recursos, la falta de intersectorialidad o coordinación entre las instituciones y el desconocimiento de las acciones o funciones a realizar, pueden constituir un “segundo desastre”.1
Al comparar la estructura y las medidas del PRD con la de otros países,6,7 se observan similitudes; la preparación de los territorios precisa de los estudios de peligros, vulnerabilidades y riesgos, la contabilidad de los recursos humanos y materiales disponibles y necesarios; las relaciones con los sistemas de alerta temprana y de las instituciones con los que se establecen convenios de colaboración; así como un sistema de dirección al más alto nivel.
El número de fallecidos a causa de desastres en Cuba generalmente es bajo y generalmente ocurre por indisciplinas sociales. La mortalidad ante estos fenómenos depende de poder mitigar vulnerabilidades oportunamente y en el caso de los sistemas de salud, de la respuesta efectiva para el manejo de víctimas en los diversos escenarios.1,11Es criterio de los autores, que las medidas antes señaladas aseguraron la atención médica continuada en sus diferentes perfiles en toda la red, tanto para posibles víctimas del evento como las derivadas del cuadro básico de salud; se dio cobertura a nuevas necesidades como albergues de evacuados y quirúrgica de emergencia; se trabajó de forma cohesionada con el sistema de salud y el CDM; se crearon o movilizaron recursos humanos y materiales que garantizaron la logística del sistema; y se protegieron las instituciones del daño físico que podían representar inundaciones y fuertes vientos.
Las acciones desarrolladas por el sistema de salud del municipio de Aguada de Pasajeros ante el huracán Irma, permitieron mantener el cuadro de salud, la atención integral a las personas que demandaron asistencia médica durante el paso del fenómeno natural, así como la vitalidad de las instituciones.
Cómo citar este artículo:: Otero-Hernández M, Navarro-Machado V, López-González P, Caballero-Núñez L. Respuesta del sistema municipal de salud al huracán Irma. Aguada de Pasajeros, 2017. Medisur [revista en Internet]. 2018 [citado 2019 Dic 17]; 16(3):[aprox. 10 p.]. Disponible en: http://medisur.sld.cu/index.php/medisur/article/view/3890