RESUMEN: Se presentan los casos de tres pacientes con endoftalmitis endógena asociada a absceso hepático porKlebsiella pneumoniae, atendidos en el Hospital Universitario San Vicente Fundación, de Medellín. Esta complicación forma parte del síndrome de absceso hepático criptogénico invasor porK. pneumoniae, entidad descrita hace 25 años y cuya prevalencia parece ir en aumento. Para cada paciente se describen los síntomas y signos, el aislamiento microbiológico, el tratamiento, la evolución y el desenlace visual. Es la primera vez que se informa esta enfermedad en Colombia.
PALABRAS CLAVE: Absceso HepáticoAbsceso Hepático,Endoftalmitis EndógenaEndoftalmitis Endógena,Klebsiella PneumoniaeKlebsiella Pneumoniae.
SUMMARY: We describe three patients with endogenous endophthalmitis associated withKlebsiella pneumoniaeliver abscess, treated atHospital Universitario San Vicente Fundación(Medellín, Colombia). This complication is part of a syndrome described 25 years ago, whose prevalence seems to be rising: cryptogenic invasiveK. pneumoniaeliver abscess. Symptoms and signs, microbiological isolates, treatment, evolution and visual outcome are described for each patient. It is the first report of this disease in Colombia.
KEY WORDS: Endogenous Endophthalmitis, Klebsiella Pneumoniae, Liver Abscess.
RESUMO: Descrição de três casos e revisão de literatura Apresenta o caso de três pacientes com endoftalmite endógena associadas com abscesso hepático porKlebsiella pneumoniaetratados no Hospital Universitário San Vicente Foundación, de Medellín. Esta complicação faz parte da síndrome, abscesso hepático criptogênica invasora porK. Pneumoniae, entidade descrita há 25 anos e cuja prevalência parece estar aumentando. Para cada paciente descreve os sintomas e sinais, o isolamento microbiológico, o tratamento, a evolução e o resultado visual. Esta é a primeira vez que se informa dessa doença na Colômbia.
PALAVRAS CHAVE: Abscesso Hepático, Endoftalmite Endógena, Klebsiella pneumoniae.
PRESENTACIÓN DE CASO
Endoftalmitis endógena asociada a absceso hepático por Klebsiella pneumoniae . Descripción de tres casos y revisión de la literatura
Endogenous endophthalmitis associated with Klebsiella pneumoniae liver abscess. Description of three cases and literature review
Endoftalmite endógena associadas com abscesso hepático por Klebsiella Pneumoniae . Descrição de três casos e revisão de literatura
Recepción: 23 Abril 2015
Aprobación: 03 Agosto 2015
El término endoftalmitis hace referencia a la inflamación de tejidos y líquidos intraoculares, usualmente de etiología infecciosa; se la clasifica como exógena cuando el microorganismo es inoculado al globo ocular desde el exterior (ejemplo: por trauma o cirugía), o endógena, cuando el microorganismo invade el globo ocular desde el torrente sanguíneo; esta última representa entre 2 % y 5 % del total de las endoftalmitis (1)-(3). En el presente artículo se describen tres pacientes con endoftalmitis endógena asociada a absceso hepático porKlebsiella pneumoniaey se hace una revisión completa de la literatura.
Mujer de 69 años, con antecedente personal de diabetes mellitus tipo 2 para la que requería insulina. Ingresó a la institución el 4 de septiembre del 2013 remitida de otro hospital donde se encontraba desde el 30 de agosto por crisis hiperglicémica hiperosmolar desencadenada por una infección. Allí le hicieron hemocultivos en los que crecióK. pneumoniaemultisensible. Durante la hospitalización presentó dolor en el ojo derecho, ojo rojo, edema bipalpebral, proptosis y disminución de la agudeza visual, posteriormente dolor en el hipocondrio derecho. Al ingreso el ojo derecho presentaba agudeza visual (AV) de no percepción de la luz (NPL), quemosis, hipertonía pétrea, secreción purulenta abundante en los fondos de saco, restricción total de los movimientos oculares, córnea opaca e hipopión del 100 %. Los resultados de laboratorio fueron: leucocitos 21.500/μL con neutrófilos 92,4 %; plaquetas 158.000/μL, hemoglobina 10,9 g/dL, bilirrubina total 1,27 mg/dL, bilirrubina directa 0,74 mg/dL, AST 76 UI/L, ALT 118 UI/L, GGT 198 UI/L, FA: 267 UI/L, PCR 14,72 mg/L, VSG: 115 mm en una hora, HbA1C: mayor de 20.
En la tomografía toracoabdominal se encontraron una colección hepática (Figura 1), derrame pleural y zonas necróticas en el parénquima pulmonar (Figura 2). En los cultivos del material del absceso hepático (obtenido por drenaje), los hemocultivos y el material del ojo derecho (después de la evisceración) se obtuvo crecimiento deK. pneumoniaesensible a amikacina, ciprofloxacina, ertapenem, cefepime, cefoxitina, gentamicina, imipenem, meropenem, ceftazidima y piperacilina/tazobactam, no productora de betalactamasas de espectro extendido (BLEE negativa). Recibió tratamiento intravenoso con antibióticos, inicialmente piperacilina + tazobactam y posteriormente se redujo el espectro según la sensibilidad a cefotaxime + metronidazol durante 28 días y adicionalmente 5 días de amikacina. El tratamiento tópico ocular se hizo con moxifloxacina, oxitetraciclina, prednisolona y atropina. Se decidió hacer la evisceración del ojo derecho por el compromiso grave y porque en la resonancia magnética (RM) de la órbita se halló perforación ocular.
Mujer de 50 años, sin antecedentes personales de importancia, que ingresó a la institución el 29 de julio del 2014 por fiebre y dolor intenso en el ojo derecho. Había consultado 7 días antes por visión borrosa en dicho ojo sin otros síntomas y se la había estudiado ambulatoriamente como posible panuveítis; recibió tratamiento oral con trimetoprim-sulfametoxazol y clindamicina, y tratamiento tópico con prednisolona y atropina. Dos días después del ingreso informó dolor en el hipocondrio derecho. En el examen de ingreso presentaba AV de movimiento de manos (MM) en el ojo derecho, que se deterioró días después a percepción luminosa (PL), quemosis y vitreítis grave (Figura 3). Los resultados de laboratorio fueron los siguientes: leucocitos 30.300/μL con neutrófilos 87,5 %, plaquetas 746.000/μL, VSG 120 mm en una hora, PCR 5,76 mg/L, hemocultivos negativos. En la tomografía abdominal se observó una colección hepática (Figura 4). En el cultivo del material del absceso hepático, obtenido por drenaje, se aislóK. pneumoniaesensible a amikacina, ciprofloxacina, ertapenem, cefepime, cefoxitina, gentamicina, imipenem, meropenem, ceftazidima y piperacilina/ tazobactam, BLEE negativa; en muestra tomada del vítreo se observaron bacilos gramnegativos y leucocitos, pero no hubo crecimiento en el cultivo. La paciente recibió tratamiento antibiótico intravenoso inicialmente con metronidazol + ertapenem y posteriormente con ceftriaxona; se le hicieron además tres aplicaciones intravítreas de antibiótico separadas por 48 horas (la primera con vancomicina y ceftazidima y las siguientes con ceftazidima) y se le hizo vitrectomía posterior. El tratamiento tópico ocular se hizo con moxifloxacina, prednisolona y atropina. Posterior al alta se llevó a cabo retinopexia con silicón más lensectomía. En la última evaluación se encontraron AV de NPL y desprendimiento de retina en embudo.
Hombre de 75 años, sin antecedentes personales de importancia, admitido a la institución el 31 de diciembre del 2014 por fiebre y escalofríos de 9 días de evolución con posterior aparición de miodesopsias y pérdida progresiva de la visión por el ojo izquierdo; además, ojo rojo, edema bipalpebral y dolor intenso. Al examen de ingreso se encontró el ojo izquierdo con AV PL, secreción purulenta en fondos de saco, hipopión y opacidad de medios. Los resultados de laboratorio fueron como sigue: leucocitos 17.100/μL con neutrófilos 84,4 %, Hb 15,5 g/dL, plaquetas 451.000/μL, VSG 114 mm en una hora; uroanálisis: piuria y bacterias abundantes; hemocultivos negativos; AST 45/UI/L, ALT 58/UI/L, GGT 243/UI/L, FA 154/UI/L, bilirrubina directa 0,63 mg/dL. En la tomografía abdominal se encontró una colección hepática (Figura 5). En los cultivos del material del absceso hepático, obtenido por drenaje, la orina y el vítreo se obtuvo crecimiento deK. pneumoniaesensible a amikacina, ciprofloxacina, ertapenem, cefepime, cefoxitina, gentamicina, imipenem, meropenem, ceftazidima y piperacilina/tazobactam, BLEE negativa. Recibió tratamiento intravenoso con antibióticos inicialmente piperacilina + tazobactam, luego se redujo el espectro según la sensibilidad a ceftriaxona. Se hizo vitrectomía y recibió dos aplicaciones intravítreas de vancomicina y ceftazidima y una dosis de ceftazidima intracameral; el tratamiento tópico ocular se efectuó con moxifloxacina, vancomicina, ceftazidima, oxitetraciclina, prednisolona y atropina; sin embargo, por falta de respuesta y progresión del compromiso ocular (Figura 6) se evisceró el ojo izquierdo.
Las infecciones porK. pneumoniaeson frecuentes en la práctica clínica y pueden ser nosocomiales o adquiridas en la comunidad (4); estas últimas han aumentado en años recientes y representan el 41 % de todas las causadas por este germen en los Estados Unidos y el 68 % en Taiwán (5).
Entre las infecciones en que se ha implicado a esta bacteria se encuentra el absceso hepático, que puede ser polimicrobiano o monomicrobiano (6). La prevalencia deK. pneumoniaecomo agente causal de absceso hepático piógeno ha venido en aumento en los últimos años, primero en países orientales (7)-(10) y más recientemente en los occidentales (11)-(14). Es el microorganismo aislado con mayor frecuencia en esta enfermedad.
Desde 1986 se ha descrito el síndrome de absceso hepático criptogénico invasor porKlebsiella pneumoniae(CIKPLA, por la sigla en inglés decryptogenic invasive Klebsiella pneumoniae liver abscess) (15)-(17); consiste en la presencia de un absceso hepático primario/ criptogénico (sin enfermedad hepatobiliar subyacente) (18) con siembras infecciosas secundarias; suele ser una infección adquirida en la comunidad que se presenta con mayor frecuencia en personas diabéticas (19)-(21) o con otros trastornos asociados con inmunosupresión como insuficiencia renal y malignidad (22). Este cuadro clínico se ha informado principalmente en países asiáticos (4) como Taiwán (9),(23), Singapur (24),(25), Corea (26) y Japón (27,28), con una gran diferencia en cuanto a la prevalencia respecto a los países occidentales, en los que se cuenta exclusivamente con reportes de casos aislados en España (29), Suecia (30), Estados Unidos (2),(31), islas del Caribe (32), Bélgica (33) e Italia (34).
El principal factor de riesgo para el desarrollo de este síndrome es la infección por cepas deK. pneumoniaemás virulentas, que presentan mayor resistencia a la fagocitosis y a la muerte intracelular mediada por complemento, neutrófilos y macrófagos (35)-(37), y que se caracterizan por tener fenotipo hipermucoviscoso y serotipo capsular K1 y K2 (38)-(40). El 63 % de los aislamientos hechos en material de abscesos hepáticos porK. pneumoniaecorresponden al serotipo K1 y esta proporción aumenta al 85 % en los casos asociados con endoftalmitis (41). Se han descrito dos genes en relación con las cepas deK. pneumoniaeque producen enfermedad invasiva: elrmpA(regulador del fenotipo mucoide A), que regula la síntesis del polisacárido extracapsular (8),(42), y elmag A(asociado a la mucoviscosidad A), que codifica para una proteína de membrana, esencial para la formación de un exopolisacárido protector, y que se ha detectado en 24 % de las cepas con fenotipo hipermucoviscoso (4),(5),(43)-(45). El genmagAse encuentra únicamente en las cepas del serotipo K1 y corresponde a la variante genotípica específica para esta cepa del genWzy, que codifica para la polimerasa capsular (2),(41),(46). Se han reportado también algunos serotipos no K1 ni K2 que tienen virulencia similar, y que se caracterizan por la expresión de un sideróforo, la aerobactina (4),(47). Las cepas deK. pneumoniaeaisladas en este síndrome suelen tener alta sensibilidad a antibióticos, con frecuencia son resistentes únicamente a la ampicilina (5),(20),(48).
Se ha propuesto que la siembra de la bacteria en el hígado se hace a partir del tracto gastrointestinal (4), por lo que la colonización intestinal porK. pneumoniae, sobre todo del fenotipo hipermucoviscoso, es un factor de riesgo para el desarrollo de absceso hepático (49); la frecuencia de colonización intestinal por este microorganismo se ha reportado entre el 19 % y el 38 % en países europeos y el 75 % en Taiwán, lo que podría explicar al menos en parte la mayor prevalencia del síndrome en países asiáticos (50).
Las complicaciones infecciosas secundarias descritas incluyen: endoftalmitis, que es la más frecuente, se presenta hasta en 60 % de los casos; bacteriemia (4), absceso pulmonar (40 %), meningitis (25 %), fascitis necrosante (4 %), y otros de menor frecuencia como osteomielitis, prostatitis, absceso muscular y artritis séptica. La mortalidad por este síndrome se estima en 11 % (5),(51).
Los siguientes son los principales síntomas: fiebre, escalofríos y dolor abdominal; usualmente hay leucocitosis y elevación de la PCR y puede haber además trombocitopenia y alteración en las pruebas de función hepática. En los casos asociados con endoftalmitis los síntomas oculares suelen aparecer antes del diagnóstico de absceso hepático (52), pero también pueden manifestarse varios días después; son típicos el dolor ocular, el ojo rojo, el edema palpebral, la visión borrosa, la inflamación de la cámara anterior y el hipopión, la elevación de la presión intraocular, el edema corneal, la disminución o pérdida del reflejo rojo y la dificultad para visualizar el fondo de ojo por la opacidad de los medios (53).
El pronóstico visual es malo en los casos de endoftalmitis (53): más del 85 % de los pacientes quedan con déficit visual grave a pesar de recibir tratamiento intensivo con antibióticos sistémicos e intravítreos (20),(50),(54),(55) y se describen tasas de evisceración y enucleación entre 20 % y 100 % (56),(57); la evolución es mejor si se hacen tempranamente el diagnóstico y el tratamiento con antibióticos (4) y depende también de la AV inicial (58).
El tratamiento recomendado es el drenaje de las colecciones y la administración sistémica de antibióticos elegidos según el antibiograma; en los casos de endoftalmitis se recomienda particularmente el uso de ceftriaxona ya que tiene buena penetración demostrada a los humores acuoso y vítreo (20),(59); en estos casos se requieren además la aplicación intravítrea de antibióticos (generalmente una cefalosporina de tercera generación como cefotaxime o ceftazidima) y la vitrectomía, según el criterio del médico tratante. Cuando se aíslen microorganismos productores de betalactamasas de espectro extendido, se debe recurrir a un carbapenémico, pero esta situación es muy rara. La duración del tratamiento depende de la respuesta clínica y de la resolución del absceso documentada por imágenes.
Algunos autores recomiendan serotipificar todas las cepas deK. pneumoniaeaisladas de abscesos hepáticos para predecir el riesgo de síndrome invasor, y buscar la presencia de absceso hepático en los casos de meningitis y bacteriemia porK. pneumoniae(20).
Nuestros casos, similares a los reportados en la literatura internacional en cuanto al aislamiento deK. pneumoniaemultisensible que produce absceso hepático primario y siembras infecciosas secundarias, apoyan la tendencia descrita de aumento de esta entidad en países occidentales. No se hizo en nuestros casos serotipificación del microorganismo ni detección de los genesmagAormpA. Entre las infecciones secundarias una paciente presentó afectación pulmonar y bacteriemia; en los otros dos casos hubo únicamente endoftalmitis. El pronóstico del síndrome es bueno en cuanto a la resolución de la infección sistémica, pero es malo cuando hay compromiso ocular, a pesar de la sensibilidad del microorganismo a los antibióticos. En la mayoría de los pacientes se presenta deterioro visual grave a pesar de recibir tratamiento antibiótico apropiado sistémico e intravítreo como en el caso de nuestros pacientes, en dos de los cuales hubo que eviscerar el ojo y el otro terminó sin percepción luminosa, a pesar de conservar el globo ocular. Es importante considerar que en los tres casos la AV al ingreso era muy mala (NPL, PL y MM) lo cual es un factor determinante para el desenlace visual, por lo que es de suma importancia que estos pacientes sean evaluados por el servicio de oftalmología desde el momento en que se hace el diagnóstico de absceso hepático porK. pneumoniae. Las series más grandes de casos de endoftalmitis endógena porK. pneumoniaese han reportado en países orientales: en Singapur, en una serie de 10 pacientes, la AV fue de NPL en el 50 %, en ninguno fue mejor de MM y 20 % requirieron evisceración (56). En una serie de 27 pacientes en China 89 % tuvieron AV final PL o peor y 41 % requirieron evisceración o enucleación (60). En una serie de 53 casos en Taiwán solo el 35,8 % lograron AV final cuentadedos o mejor (58).
Es importante entonces, en pacientes con endoftalmitis endógena, hacer adecuados estudios de extensión considerando la posibilidad de absceso hepático como fuente de la infección, y en pacientes con absceso hepático porK. pneumoniae, principalmente si son diabéticos, podría ser útil serotipificar las cepas aisladas para conocer el riesgo de síndrome invasor