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Recepción: 10 Marzo 2021
Aprobación: 15 Julio 2021
Resumen: La investigación se realizó teniendo en cuenta los resultados del estudio en la finca La Ofelia de la comunidad Mariana de Caujerí, municipio San Antonio del Sur, provincia Guantánamo. El objetivo fue diseñar una estrategia que fortaleciera el trabajo agroecológico en la zona estudiada. La metodología se fundamentó en los principios básicos de la agroecología, diseñada a partir de la planificación participativa, además de la integración de otros métodos de diagnóstico. Para la caracterización y jerarquización de los problemas se utilizó la matriz DAFO, lo que permitió concluir que dentro de los problemas fundamentales se encuentra la degradación de los ecosistemas agropecuarios, la pérdida de los recursos genéticos de plantas y animales e ineficacia de los métodos de control de plagas y enfermedades agrícolas.
Palabras clave: ecosistemas agropecuarios, agroecología, planificación participativa, jerarquización.
Abstract: The research was carried out taking into account the results of the study of the “La Ofelia” farm in the Mariana de Caujerí community of the San Antonio del Sur municipality, Guantánamo province, for which it is proposed as an objective: to design a strategy that strengthens the work agroecological in the studied area. The methodology was based on the basic principles of agroecology designed from participatory planning, in addition to the integration of other diagnostic methods. For the characterization and ranking of the problems, the SWOT matrix was used, which allowed to conclude that among the fundamental problems is the degradation of agricultural ecosystems, loss of genetic resources of plants and animals, ineffectiveness of pest control methods and agricultural diseases.
Keywords: agricultural ecosystems, agroecology, participatory planning, hierarchization.
INTRODUCCIÓN
En el documento Nuestro Futuro Común (ONU, Informe Brundtland, 1987), se afirma que el modelo de desarrollo adoptado por los países industrializados e imitado por los países en desarrollo genera una incompatibilidad entre los sistemas de producción, consumo, uso racional del capital natural. A su vez, los modelos actuales de desarrollo tienen consecuencias ambientales (aumento de la pobreza, mayor vulnerabilidad, menor resiliencia y degradación de los ecosistemas) (Fonseca y Vega, 2017). Entonces, se genera la necesidad de adoptar un modelo de sustentabilidad (sostenibilidad, para otros autores), en el que se tengan en cuenta las prácticas cotidianas de los agroecosistemas e incluya procesos de producción, transformación, comercialización y protección de la biodiversidad (Fonseca y Vega, 2017).
En Cuba, en la década de 1990, la producción de alimentos se derrumbó debido a la pérdida de fertilizantes importados, pesticidas, tractores, partes y derivados del petróleo. Cuba registró el peor crecimiento de la producción de alimentos per cápita en toda América Latina y el Caribe, pero la isla reorientó su agricultura para depender menos de la importación de insumos químicos sintéticos y se convirtió en un ejemplo de la agricultura ecológica.
La agroecología está aportando las bases científicas, metodológicas y técnicas para una nueva “revolución agraria” a escala mundial. Los sistemas de producción fundados en principios agroecológicos son biodiversos, resilientes, eficientes energéticamente, socialmente justos y constituyen la base de una estrategia fuertemente vinculada a la soberanía alimentaria.
Martínez (2019) propone tres dimensiones necesarias para lograr la sustentabilidad: 1) ecológica: mantiene, preserva y potencia la diversidad de los ecosistemas y su productividad; 2) social: acceso equitativo a los bienes ambientales, tanto de géneros como de costumbres y culturas; 3) económica: unidades de producción local y diversificada, que generen un equilibrio entre producción, consumo, excedentes e ingresos.
En concordancia con lo anterior, no se busca “reemplazar un paquete químico por otro paquete ecológico” (Sarandón, 2016, p. 23), se propone generar adaptaciones o prácticas resilientes, tanto en el diseño, rediseño o manejo de agroecosistemas, que fortalezcan las alternativas ecológicas que ofrece la biodiversidad.
Considerando las ideas anteriores de Martínez (2019) y Sarandón (2016), se hace necesario asumir estas tendencias para la elaboración de la estrategia propuesta, ya que con esta se pretende ver a la agroecología más allá de las prácticas agrícolas alternativas y desarrollar agroecosistemas con una mínima dependencia de agroquímicos e insumos de energía. La agroecología es tanto una ciencia como un conjunto de prácticas. Como ciencia se basa en la aplicación de la ciencia ecológica al estudio, diseño y manejo de agroecosistemas sustentables.
Lo anterior conlleva a la diversificación agrícola intencionalmente dirigida a promover interacciones biológicas y sinergias benéficas entre los componentes del agroecosistema, de tal manera que permitan la regeneración de la fertilidad del suelo y el mantenimiento de la productividad y la protección de los cultivos.
Rigby & Cáceres (2001) enfatizan que la agricultura implica una visión holística de la relación entre la biota, su producción y el ambiente integral. Esto implica la creación de sistemas de producción integrados, humanos, ambiental y económicamente sustentables.
A juicio de los autores los retos que enfrentan la agricultura y la producción de alimentos en el mediano y largo plazo parecen inmensos; la estrategia de desarrollo agrícola debe centrarse en aumentar la producción de alimentos con el propósito de tenerlos disponibles para una población incrementada; simultáneamente, debe revertir la degradación creciente de recursos y el número de personas que viven bajo pobreza extrema.
Altieri y Funes definen a la agroecología como la "ciencia del manejo de recursos naturales para campesinos pobres en ambientes marginales", afirma que "una cuarta parte de la población mundial permanece sin ser tocada por la moderna tecnología agrícola" (2012, pp. 3-4) y propone un nuevo manejo de sistemas, que pueden ser diseñados y adaptados en forma de sitios específicos a las condiciones agrícolas altamente variables y diversas, típicas de los campesinos pobres de escasos recursos económicos.
La agroecología tiene grandes ventajas, en cuanto a los procesos naturales y las interacciones benéficas dentro del sitio, con el fin de reducir el uso de insumos externos al sitio y de optimizar la eficiencia de los sistemas de cultivo (Reintjes & Coen, 1992). Esto necesariamente repercute en el bienestar económico y social de los productores.
Es necesario que los agrónomos comprendan los elementos socioculturales y económicos de los agroecosistemas, y, a su vez, los científicos sociales aprecien los elementos técnicos y ecológicos de estos. "La agroecología proporciona las bases ecológicas para la conservación de la biodiversidad en la agricultura" (Altieri y Funes, 2012, p. 4). Además, juega un rol en el restablecimiento del balance ecológico de los agrosistemas, como manera de alcanzar una producción sustentable.
Al diagnosticar la situación actual de la agricultura industrial se observan limitaciones cada vez más graves en los aspectos socioeconómicos, ambientales y técnicos; tales como la producción de alimentos inadecuados para la salud humana, ineficiencia energética e irracionalidad en el uso de los recursos naturales, degradación del ambiente humano y, particularmente, de los ecosistemas agropecuarios; pérdida de los recursos genéticos de plantas y animales, ineficacia de los métodos de control de plagas y enfermedades agrícolas, altos costos de producción que, unidos a los bajos precios del mercado, empobrecen al sector agropecuario y a los países de economía agrícola; lo cual genera el incremento de la degradación ambiental y una creciente subordinación de la agricultura al sector industrial de los países subdesarrollados a los industrializados; particularmente, subordinación a las trasnacionales productoras de insumos para la agricultura. Estos problemas caracterizan la crisis actual. (Dussi y Flores, 2018).
Una estrategia agroecológica puede guiar el desarrollo agrícola sostenible para lograr los siguientes objetivos de largo plazo: a) conservar los recursos naturales y mantener niveles continuos de producción agrícola, b) minimizar los impactos en el medioambiente, c) adecuar las ganancias económicas (viabilidad y eficiencia), d) satisfacer las necesidades humanas y de ingresos y e) responder a las necesidades sociales de las familias y comunidades rurales (nutrición, salud pública, educación) (Dussi y Flores, 2018).
Ante esta situación las direcciones de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y el Ministerio de la Agricultura (Minag) local tienen el compromiso de implementar estrategias con propuestas participativas de tipo agroecológico para mejorar los sistemas productivos locales, recuperar los recursos naturales, potenciar el autoconsumo y la generación de ingresos; con el fin de elevar la calidad de vida, teniendo en cuenta las percepciones de productores sobre qué conocen y entienden y cómo aplican estas buenas prácticas.
El objetivo de esta investigación fue diseñar una estrategia que fortalezca el uso y manejo de prácticas agroecológicas en la finca La Ofelia de la comunidad de Mariana de Caujerí, San Antonio de Sur, Guantánamo.
MATERIALES Y MÉTODOS
La metodología de estudio se fundamentó en los principios básicos de la agroecología y se diseñó a partir de la planificación participativa en la ejecución de estrategias de desarrollo, además de la integración de métodos de diagnóstico utilizados para lograr el objetivo propuesto.
El esquema general de la metodología de la investigación estuvo conformado por tres etapas fundamentales: I. Identificación y caracterización de las prácticas agroecológicas más utilizadas en la finca La Ofelia de la localidad de Mariana de Caujerí, II. Diagnóstico para conocer las limitantes y potencialidades de la finca La Ofelia en el uso y manejo de las prácticas agroecológicas y III. Diseño participativo de una estrategia de desarrollo para un mejor uso y manejo de prácticas agroecológicas en la finca antes mencionada.
Con el objetivo de obtener información específica acerca del grado de conocimiento y uso de prácticas agroecológicas que realizan los productores en la zona de trabajo se combinaron varias herramientas, tales como: visitas a la comunidad, días de campo y la realización de encuestas y entrevistas abiertas a un total de veinte productores; seleccionados porque eran los que estaban identificados en el territorio como promotores agroecológicos; también se entrevistaron siete decisores y cinco extensionistas que inciden en el desarrollo agropecuario del municipio, para un total de 32 entrevistados.
Las encuestas y entrevistas abiertas aplicadas se procesaron por el método de análisis porcentual, lo que permitió la obtención de una información más representativa y concreta.
El diagnóstico consistió en hacer una caracterización general de la finca, teniendo en cuenta la proporción de productores que utiliza prácticas agroecológicas, además de identificar qué tipo de prácticas son las más comunes; asimismo, se investigó el interés y disposición de los productores para la implementación de estas prácticas agroecológicas y las necesidades y formas de capacitación.
Para la caracterización, interpretación y jerarquización de los principales problemas se utilizó la matriz DAFO a partir de talleres participativos y trabajos grupales efectivos.
La definición y diseño de la estrategia para el uso de prácticas agroecológicas se logró a partir de los resultados del diagnóstico, las potencialidades existentes y el análisis de las alternativas para el uso de prácticas agroecológicas en correspondencia con el programa de producción de la cooperativa y la empresa agropecuaria.
RESULTADOS y DISCUSIÓN
El diagnóstico permitió saber cuánto y qué conocen los productores de la comunidad acerca de las prácticas de agroecología. Estos datos reflejaron que un 74,5 % de los productores encuestados ya había escuchado hablar de estas y solo un 35 % conocía qué son o en qué consisten dichas prácticas. Además, el 63,4 % de los entrevistados manifestó un interés por conocer más sobre esta alternativa de producción.
El 45 % de los encuestados refiere que el intercambio de experiencias entre productores e investigadores es una vía satisfactoria para incorporar los conocimientos relacionados con la producción y conservación de semillas, conservación de los suelos y alternativas de fertilización, como son uso de biofertilizantes, sustancias bioestimuladoras del crecimiento y productos biológicos.
El intercambio con investigadores y técnicos incorporó nuevas formas de participación que favorecen relaciones más horizontales. Además, los resultados que se obtienen generan beneficios en la gestión de la innovación tecnológica, al facilitar la introducción de la diversidad de semillas, la experimentación y la diseminación; lo que además contribuye a consolidar la agricultura agroecológica en Cuba.
La agricultura ecológica emplea un conjunto de prácticas más sostenibles con el objetivo de minimizar los efectos negativos sobre el entorno, preservar la fertilidad del suelo, incrementar el uso de recursos internos y conservar la biodiversidad. Por esta razón, la gestión ecológica se caracteriza por prohibir el uso de productos de síntesis química, tener una fertilización basada en la aplicación de materia orgánica y la incorporación de leguminosas y abonos verdes en las rotaciones de cultivo.
El 92 % de los productores encuestados refieren que la forma más frecuente de utilización de prácticas agroecológicas que se disponen son la producción de abonos orgánicos y la utilización de humus de lombriz, como una de las prácticas locales más importantes para el mejoramiento de la fertilidad de los suelos.
Los residuos producidos por diversas actividades, ya sean agrícolas, forestales, industriales o domésticas, son una alternativa en la producción de abonos orgánicos dada la necesidad de aumentar los rendimientos de los cultivos agrícolas para la alimentación humana, así como la disminución del uso de agroquímicos.
El 25 % aplica abono verde, generalmente de leguminosas que se cortan y dejan descomponer en el propio campo. La rotación de cultivos es una práctica que solo el 30 % de los productores encuestados la realiza.
Los abonos verdes constituyen una práctica agronómica que consiste en la incorporación de una masa vegetal no descompuesta de plantas cultivadas con la finalidad de mejorar la disponibilidad de nutrientes y las propiedades del suelo. Otra de las ventajas de los abonos verdes es que promueven la biología del suelo, tanto la natural, como las especies introducidas a través de la biofertilización.
El 74,5 % refiere que la combinación de especies maderables con cultivos agrícolas es una de las prácticas agrícolas que más se realiza en esta zona como forma de proteger los suelos, su humedad, las fuentes de abasto de agua; además, reporta ingresos a la familia.
Autores como Gargoloff et.al. (2016) señalaron que el uso del cultivo en callejones o el empleo de árboles en asociación con cultivos anuales, el uso de árboles en asociación con cultivos perennes y la implementación de cercas vivas fueron las técnicas desarrolladas dentro de un sistema agroforestal que logró el aumento de la eficiencia en el uso de la tierra y la productividad del agroecosistema estudiado.
El 90 % de los productores encuestados cuenta con varias experiencias, la mayoría exitosas; pero también algunas no tan exitosas, de las que también se aprende; por ejemplo, sobre trazo de curvas a nivel o desnivel para la construcción de zanjas, la plantación de barreras vivas o el establecimiento de barreras muertas. Estas son algunas de las actividades complementarias que ayudan a la conservación de suelos y agua.
El diagnóstico permitió conocer la existencia de diferentes problemas relacionados con elementos sociales y ecológicos; asimismo, también manifestó que la falta de diferentes insumos (fertilizantes químicos sintéticos, pesticidas, semillas y medios para las actividades agrarias), la carencia de productos orgánicos para la nutrición de las plantas y la producción de semillas en la propia finca son los problemas identificados que afectan al mayor número de agroecosistemas.
Existen otros problemas que fueron identificados por menos del 30 % de los productores, tales como: insuficiente abasto de agua, escasez de medios para realizar el riego y de mano de obra y falta de capital monetario para realizar inversiones; sin embargo, estos aspectos tienen gran importancia para la sostenibilidad de los agroecosistemas, lo que demuestra que los actores no siempre son conscientes de los problemas que los afectan y la necesidad de utilizar herramientas participativas para determinar cuáles son los mejores resultados.
Para la caracterización, interpretación y jerarquización de los principales problemas se utilizó la matriz DAFO a partir de talleres participativos y trabajos grupales efectivos como herramienta de diagnóstico.
Análisis interno.
Utilización de abonos orgánicos y verdes
Utilización de sistemas agroforestales
Utilización de medidas de conservación de suelos
Recursos humanos
Obtención de la condición de cooperativas de créditos y servicios fortalecidas
Mercado seguro (demanda)
Voluntad estatal
Baja diversidad vegetal y animal
Deficiente producción y conservación de semillas
Bajos rendimientos
Falta de insumos y medios
Afectaciones en los cultivos por plagas y enfermedades
Escasa disponibilidad de áreas
Falta de capital monetario para inversiones
Falta de insumos para la nutrición y control de plagas y enfermedades
Análisis externo
Mercado seguro
Apoyo de la empresa agropecuaria y la cooperativa
Contar con paquetes tecnológicos para cultivos priorizados
Cooperación internacional
Voluntad política
Estrecha relación con organizaciones, entidades e instituciones nacionales e internacionales
Marco regulatorio
Sistema de pago demorado
Incidencia de plagas y enfermedades
Precio de la semilla
Eventos meteorológicos
Trabas en la aprobación de proyectos
Los resultados y el análisis de la matriz DAFO implican que se deben potenciar las fortalezas que posee la finca en la aplicación de prácticas agroecológicas, para contrarrestar las oportunidades del entorno que pueden afectarla. Después de realizar este análisis de la situación actual, tales como los factores internos y externos que inciden en la utilización y manejo de prácticas agroecológicas, los productores participantes determinaron, según la jerarquización de las debilidades expuestas, que el problema fundamental que presenta la finca estudiada es la baja diversidad vegetal y animal. A partir de esta evaluación participativa se diseñó la estrategia para un mejor uso y manejo de prácticas agroecológicas.
Muchas veces estos problemas son comunes entre los productores y no se adoptan las medidas necesarias para contrarrestar los factores que los motivaron. Es importante para la solución de estas problemáticas la elevación del nivel tecnológico de los productores con respecto a su objeto social en particular.
Estrategia para el fortalecimiento de prácticas agroecológicas
Aspectos: tecnológicos
Acciones:
Visitas de intercambio entre productores para conocer
Promoción del uso de biofertilizantes (Ecomic) y bioproductos (Azofert)
Uso de variedades tolerantes a enfermedades y plagas
Establecimiento de la diversidad vegetal a partir de cultivares y genotipos locales
Minimizar el uso de agroquímicos
Uso eficiente de los recursos naturales
Manejo integral del sistema en su totalidad
Aspectos: medioambientales
Acciones:
Uso de abonos orgánicos (estiércol, compost, humus de lombriz)
Siembra de abonos verdes
Uso de barreras vivas y muertas
Siembra en contorno
Colecta de agua de lluvia
Uso de cultivares tolerantes a la sequía
Uso de cubiertas vegetales (Mulch) para disminuir evapotranspiración
Reducción del empleo de abonos inorgánicos
Evitar la expansión de especies no autóctonas
Aspectos: socioeconómicos
Acciones:
Formular proyectos
Establecer sinergias con otros proyectos que incidan en la localidad
Sensibilizar a productores y decisores para el empleo de nuevas metodologías y prácticas
Seguimiento y monitoreo
Divulgación de resultados
Proceso de reflexión
Capacitación
Diversificación
Uso de recursos renovables a corto plazo
Minimización de tóxicos
Conservación de recursos
Manejo de relaciones ecológicas
Adaptación a los medios locales
Manejo integrado del sistema en su totalidad
Maximización de beneficios a largo plazo
Valoración de la salud ambiental y humana
Manejo y conservación de semilla
Sanidad vegetal
Manejo fitotécnico de cultivos con enfoque agroecológico
Orientación sobre ventajas de la Ley 300
Las prácticas agroecológicas realizadas en la finca permiten mitigar los efectos del cambio climático. Estas prácticas garantizan una mejor sostenibilidad en la producción y la soberanía alimentaria, lo que permite la sustentabilidad de la finca.
CONCLUSIONES
La estrategia diseñada permite fortalecer el empleo y manejo de prácticas agroecológicas en la finca La Ofelia, ya que permitirá la conservación de los suelos y la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero.
Dentro de las prácticas más utilizadas en la finca se encuentran la producción de abonos orgánicos, utilización de humus de lombriz, empleo de tracción animal, combinación de especies maderables con cultivos agrícolas, entre otras.
En el diagnóstico se determinaron como limitaciones la ineficiencia energética, irracionalidad en el uso de los recursos naturales, degradación de los ecosistemas agropecuarios, pérdida de los recursos genéticos de plantas y animales, ineficacia de los métodos de control de plagas y enfermedades agrícolas; como potencialidades, la abundancia de residuos agrícolas, forestales y domésticos que pueden ser utilizados como abono orgánico, la experiencia de varios productores en estas prácticas, entre otras.
Dentro de los beneficios ambientales y sociales evaluados se encuentran la mejoría del bienestar de la vida rural, la disminución de la migración desde las áreas rurales hacia los centros urbanos, la disminución de la contaminación del medioambiente y mayor biodiversidad y control de la erosión.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Altieri, M. & Funes, F. (2012). The Paradox of Cuban Agriculture. Monthly Review, 63(8), 3-14.
Dussi, M., y Flores, L. (2018). Visión multidimensional de la agroecología como estrategia ante el cambio climático. Interdisciplina, 6(14), 129-153.
Fonseca, N. y Vega, Z. (2017). Estrategia metodológica para medir la escalabilidad empresarial en los agroecosistemas-pymes. Universidad Cooperativa de Colombia.
Gargoloff, N., Blandi, M., Sarandón, S. y Cavalcante, M. (2016). Prácticas, conocimientos y percepciones que dificultan la conservación de la agrobiodiversidad. Cuadernos de Desarrollo Rural, 13 (78).
Martínez, R. (2019). Sistemas de producción agrícola sostenible. Tecnología en Marcha, 22(2), 23-39.
Naciones Unidas (ONU). (1987). Nuestro Futuro Común Informe Brundtland. Oxford University Press.
Reintjes & Coen (1992). Soil and water conservation in sub-Saharan Africa: Issues and options. Amsterdam: CDCS/IFAO.
Rigby, D. & Cáceres, D. (2001). Organic farming and the sustainability of agricultural systems. Agricultural Systems, 68. (pp. 21-40).
Sarandón, S. (2016). El agroecosistema: un ecosistema modificado. En Agroecología. Bases teóricas para el diseño y manejo de agroecosistemas sustentables. Argentina: Editorial de la Universidad de La Plata. (pp. 100-130)