Resumen: Desde el año 2008 el programa de Emprendimiento de la Universidad Industrial de Santander (UIS) guía a los estudiantes a proponer soluciones a las necesidades, los problemas y los deseos presentes en la comunidad, mediante trabajos de grado que desarrollan ideas innovadoras y generan empleo. Esta investigación, que surge de la necesidad de contar con información acerca de las debilidades, fortalezas y oportunidades de mejora de esta opción de trabajo de grado, evalúa los resultados de la implementación de la modalidad práctica en creación de empresas en los programas de pregrado de la UIS. En el estudio se identificaron los proyectos de grado de la modalidad y se caracterizaron de acuerdo con el programa académico, el sector económico y el equipo emprendedor. Los resultados muestran que algunos graduados logran desarrollar sus propias empresas y, en consecuencia, es valioso apoyar esta modalidad y seguir incentivando la cultura empresarial en la institución.
Palabras clave:creación de empresascreación de empresas, emprendimiento académico emprendimiento académico, emprendimiento emprendimiento, trabajo de grado trabajo de grado, universidad universidad.
Abstract: Since 2008, the Industrial University of Santander (UIS) entrepreneurship program guides students by proposing solutions for the needs, problems and desires present in the community. This through degree works that develop innovative ideas and create jobs. This research, that arose from the need to have information on the weaknesses, strengths and improvement opportunities for this degree work option, assesses the results of the implementation of the modality of practice in creation of companies in the UIS undergraduate programs. In the study, the degree projects of this modality were identified and characterized according to the academic program, the economic sector, and the entrepreneurial team. The results show that some graduates did in fact succeed in creating their own companies and consequently showed that is valuable to support this modality and continue encouraging the entrepreneurial culture in the institution.
Keywords: Creation of companies, academic entrepreneurship, entrepreneurship, degree works, university.
Resumo: Desde o ano 2008 o programa de empreendimento da Universidade Industrial de Santander (UIS) guia aos estudantes propondo soluções às necessidades, problemas e desejos presentes na comunidade. Isto mediante trabalhos de grau que desenvolvem ideias inovadoras e geram emprego. Esta pesquisa que surge da necessidade de contar com informação acerca das debilidades, fortalezas e oportunidades de melhora desta opção de trabalho de grau, avalia os resultados da implementação da modalidade prática em criação de empresas nos cursos de graduação da UIS. No estudo identificaram-se os projetos de grau da modalidade e se caracterizaram de acordo ao programa académico, o setor económico e a equipe empreendedora. Os resultados mostram que alguns graduandos, em efeito, conseguem desenvolver as suas próprias empresas e que, em consequência, é valioso apoiar esta modalidade e seguir incentivando a cultura empresarial na instituição.
Palavras-chave: criação de empresas, empreendimento académico, empreendimento, trabalho de grau, universidade.
Artículos
Evaluación de resultados de la práctica en creación de empresas en los programas de pregrado de la Universidad Industrial de Santander (UIS)
Assessment of Results of Practice in Creation of Companies in the Undergraduate Programs of the Universidad Industrial de Santander (UIS)
Avaliação de resultados da prática em criação de empresas nos cursos de graduação da Universidade Industrial de Santander (UIS)
Recepción: 02 Febrero 2015
Aprobación: 09 Septiembre 2015
Tras la promulgación de la Ley de fomento a la cultura del emprendimiento en Colombia (Congreso de la República, 2006) se han consolidado instituciones públicas y privadas que promueven el espíritu emprendedor, mediante la creación de un marco interinstitucional para el desarrollo de la cultura del emprendimiento y un vínculo entre el sistema educativo y el productivo.
La Universidad Industrial de Santander (UIS) (Bucaramanga, Colombia) estableció la alternativa de desarrollo de planes de negocio en varios de sus programas académicos como una opción de proyecto de grado que fortalece la relación entre la universidad y la sociedad, así como el espíritu emprendedor y la creación de empleo. Esta comprende la formulación de un plan de negocio de acuerdo con los lineamientos definidos por la Vicerrectoría de Investigación y Extensión, para la modalidad “práctica en creación de empresas” (Consejo Académico de la Universidad Industrial de Santander, 2007).
La investigación se enfocó en la evaluación de los resultados obtenidos con la implementación de la modalidad mencionada y la identificación de falencias y oportunidades de mejora, con el fin de brindar al programa de Emprendimiento unas herramientas para promover y robustecer las iniciativas en la Universidad, apoyados también en estudios del área.
Con la identificación de los proyectos de grado presentados a la Universidad, se revisaron sus impactos en cuanto a la puesta en marcha y al funcionamiento de las empresas creadas bajo esta modalidad.
El documento está estructurado en cuatro partes básicas: la primera presenta el fundamento teórico y la revisión de literatura; la segunda, la metodología implementada para llevar a cabo la investigación; la tercera, los resultados del trabajo y la cuarta, las principales conclusiones y algunos elementos centrales de discusión derivados del estudio.
La actividad emprendedora genera un vigoroso crecimiento y bienestar, la cual se convierte en una opción de desarrollo que disminuye la pobreza y produce beneficios sociales que ayudan a estabilizar las regiones. Esto lo convierte en tema prioritario para los Gobiernos, organismos multilaterales y las universidades, pues rejuvenece el tejido empresarial, crea nuevos puestos de trabajo e incrementa la competitividad, lo que, en conjunto, genera un impacto importante en la economía y se refleja en la evolución del mercado de trabajo. Así, si un país incrementa significativamente el número de empresas, logra que muchas de ellas se mantengan y crezcan y consigue que este proceso sea continuado, el número de oportunidades de empleo y de bienestar para esa comunidad crecerá (Varela, Martínez & Peña, 2011).
El interés por los temas de formación en emprendimiento y la importancia de los programas de entrepreneurship en el mundo han sido crecientes durante los últimos veinticinco años, porque se ha entendido la relevancia de la creación de empresas de base tecnológica (EBT) y de conocimiento. Por esta razón, los Gobiernos de varios países han puesto en marcha programas encaminados a desarrollar el potencial existente en universidades e institutos de investigación (Berdugo, 2006).
La investigación sobre el proceso de creación y desarrollo de nuevas empresas en América Latina concluye que la adquisición de competencias para ser empresario es un proceso de naturaleza social. Por ello, es fundamental conocer cómo el ámbito familiar, el sistema educativo, las empresas y las instituciones de formación profesional aportan al surgimiento de la vocación, las actitudes, las habilidades y los conocimientos de los emprendedores (Kantis, Ishida & Komori, 2002).
La relación entre educación y creación de empresas ha sido estudiada con amplitud. Las universidades, entonces, son señaladas como instituciones fundamentales para proveer a la sociedad de un importante aprendizaje y de recursos inspiradores para fomentar el emprendimiento (Souitaris, Zerbinati & Al-laham, 2007). Aun cuando se han incorporado asignaturas que estimulan la vocación de los estudiantes a la creación de empresas, los resultados muestran que los alumnos elaboran pocos proyectos de emprendimiento durante sus estudios y al final de los mismos (Arlotto, Jourdan & Teulon, 2012).
El paso del análisis al acto de emprender es indisociable del comportamiento de los individuos; sin embargo, es posible estimular la acción sobre las percepciones de deseabilidad (atractivo por la creación) y viabilidad (capacidad de crear) (Ajzen, 1991). La primera señala factores sociales y culturales —en particular, la presión social— sobre el futuro empresarial del emprendedor. Estos elementos tienen un rol significativo y explican, en parte, por qué los jóvenes graduandos se inclinan poco a crear una empresa al final de sus estudios (Boissin, Chollet & Emin, 2009). La segunda se refiere al grado con el que un estudiante piensa poder manejar bien su proyecto de creación empresarial, como resultado de su titulación y de sus conocimientos, competencias y su capacidad de movilizar los recursos necesarios para elaborarlo y sostenerlo.
Para explicar el comportamiento empresarial, los investigadores se han enfocado, primero, en determinar los factores personales (Shane & Cable, 2004) que ayudan a descubrir por qué algunos jóvenes profesionales descubren, evalúan y explotan oportunidades empresariales y otros no. Sostienen que individuos que son orientados a alcanzar metas (Collins, Hanges & Locke, 2006), tolerantes al riesgo (Steward & Roth, 2001), autoeficaces (Chen, Greene & Crocl, 1998), creativos (Lee & Wong, 2004), susceptibles de tomar decisiones (Simon, Houghton & Aquino, 2005) e incluso pudientes (Georgellis, Sessions & Tsitsianis, 2005; Matthews & Moser, 2005) tienen una mayor probabilidad de explotar una idea. Asimismo, individuos que poseen previo conocimiento idiosincrático, un historial familiar emprendedor (Sherer, Adams, Carley & Wiebe, 2013) y que son más creativos y optimistas suelen descubrir oportunidades por ellos mismos (Ardichvili, Cardozo & Ray, 2003). Se encuentra evidencia, entonces, de que la motivación y la actitud personal son fundamentales para el emprendimiento.
En segundo lugar, los investigadores se han enfocado a estudiar también los factores organizacionales de la universidad. Estos expresan que el comportamiento empresarial está ligado a principios, normas, características de los servicios tecnológicos, cultura universitaria, eminencia intelectual (Shane & Cable, 2004), participación de ingresos con inventores, motivación para patentar (Landry, Amara & Rherrad, 2006) y calidad en investigación (Di Gregorio & Shane, 2003). Concentrarse en un solo ámbito lleva a un entendimiento incompleto de las conductas, puesto que la organización social conlleva múltiples consecuencias en el comportamiento como emprendedor (Hitt, Beamish, Jackson & Mathieu, 2007).
La caracterización de los trabajos de grado se hizo a partir de un estudio del catálogo bibliográfico de la Universidad Industrial de Santander, en el que se relacionan aquellos de los programas de pregrado desde enero de 2008 hasta junio de 2013 que adoptaron la modalidad de práctica en creación de empresas.
Más adelante, se realizó un análisis estadístico que permitió obtener datos relevantes para la evaluación de la modalidad. Entre los aspectos considerados están el programa académico de procedencia, el género del emprendedor, el sector económico al que pertenece, la empresa planteada o creada y el objetivo del trabajo, es decir, planes de negocio, estudios de factibilidad y empresas creadas.
Por último, en fuentes de información secundarias como la página web del Registro Único Empresarial de las Cámaras de Comercio1 y directorios telefónicos empresariales se verificó si las empresas descritas en los trabajo de grado fueron constituidas y si están en funcionamiento. Ante la falta de resultados o la información confusa, se procedió a contactar a los emprendedores.
En su plan de desarrollo, la Universidad Industrial de Santander contempla incentivar una cultura institucional de emprendimiento y la creación de empresas. Por esta razón, promueve la vinculación de sus estudiantes a proyectos y prácticas académicas, mediante la incorporación de técnicas que brindan a los estudiantes la capacidad de emprender proyectos propios y la aprobación de la práctica en creación de empresas. Esta es una modalidad de proyecto de grado creada a partir del Acuerdo 004 del 12 de febrero de 2007 del Consejo Superior de la Universidad Industrial de Santander ([CSU-UIS], 2007).
Sin embargo, la formación académica que se proyecta desde la Universidad está más orientada a las competencias laborales que a la promoción de un espíritu emprendedor y empresarial. Esta afirmación se confirma con los resultados del presente estudio, pues en los seis últimos años —el período considerado para esta investigación— solo un 7% de los proyectos se ha convertido en empresa (diecinueve compañías). Estas cifras confirman la existencia de una mínima participación, dado que el promedio de graduados por año es de 2.586 estudiantes.
A partir de los documentos entregados por los estudiantes como trabajo de grado desde enero de 2008, se identificó a quienes pertenecen a los programas de pregrado y adoptaron la modalidad de práctica en creación de empresas. Estos constituyen la población estudio.
Como se observa en la figura 1, de los 3.700 trabajos desarrollados en el lapso mencionado, solo un 7% (259) corresponde a la modalidad de práctica en creación de empresas. Esto refleja que, aunque la modalidad fue acogida por la mayoría de los programas académicos de pregrado, los estudiantes aún no participan en este tipo de iniciativas y no la consideran como su primera opción para graduarse.
Dieciséis programas académicos de pregrado establecieron la modalidad de práctica en creación de empresas para el desarrollo de trabajos de grado. Esto como resultado de la decisión de rechazo de la modalidad por parte de algunos directores de Escuela. Esta información permitió medir la participación y acogida de dicha modalidad en cada programa académico, lo cual sirvió como base para el análisis de factores institucionales que afectan al estudiante en el momento de escoger un tipo específico de trabajo de grado.
Como se muestra en la figura 2, en la UIS, el Instituto de Proyección Regional y Educación a Distancia (Ipred) es la instancia que mayor participación tiene en la opción de práctica en creación de empresas, con un 91% de los trabajos de grado entregados. De este, un 78% pertenece al programa de Gestión Empresarial y 13% al de Producción Agroindustrial. El porcentaje restante está distribuido entre los programas de Ingeniería Industrial e Ingeniería Química.
De acuerdo con lo descrito en los lineamientos para la formulación de planes de negocios en la modalidad de práctica en creación de empresas:
La creación de empresas es solo uno de los objetivos que se pueden perseguir con la elaboración de un plan de negocios. Se considera que la constitución de una empresa, es decir, el establecimiento de una persona jurídica, no debe ser un requisito de grado para los trabajos desarrollados bajo esta modalidad, más aún cuando puede tratarse de planes de negocios realizados para analizar el potencial económico de desarrollos tecnológicos, cuyo carácter puede implicar emprendimientos de gran envergadura, que claramente sobrepasan las capacidades y alcance de un emprendedor individual promedio, como los que se tendrán en la universidad bajo esta modalidad (CSU-UIS, 2008, p. 2).
Los trabajos de grado presentados en la modalidad de práctica en creación de empresas se clasifican en tres grupos: 1) empresas creadas como objetivo del proyecto de grado; 2) planes de negocio, y 3) estudios de prefactibilidad y factibilidad.
Como se observa en la figura 3, los trabajos de grado se distribuyen de la siguiente manera: 93% de los documentos entregados como práctica en creación de empresas está destinado a estudios de factibilidad o prefactibilidad para el desarrollo de ideas de negocios; 1% a la formulación de planes de negocios que no concluyen en la creación de la empresa y 6% a las compañías creadas o formalizadas como objetivo del trabajo de grado.
Según la clasificación sectorial del Departamento Administrativo Nacional de Estadística ([DANE], 2009), las empresas se dividen en diez sectores económicos: 1) agropecuario; 2) servicios; 3) comercio; 4) industrial; 5) transporte; 6) construcción; 7) solidario; 8) financiero; 9) minero y energético, y 10) comunicaciones. Esta categorización fue usada para caracterizar los trabajos de grado en la modalidad revisada.
La figura 4 muestra el sector económico de las empresas formuladas en los planes de negocio. En esta se puede apreciar que 48% de ellas pertenece al sector industrial, que comprende las actividades dedicadas a la transformación industrial de alimentos, bienes o mercancías.
Un 33% de las empresas formuladas como trabajo de grado corresponde al sector servicios, en el que se destacan restaurantes, servicios educativos, salud y soluciones empresariales. Un 10% corresponde al sector comercio, en el cual se resalta el aumento en la oferta de soluciones para el consumo energético como paneles solares y celdas fotovoltaicas, alimentos y productos básicos. Un 7% está dedicado al sector agropecuario y 2% al sector solidario.
En la UIS, un 68 % de los emprendedores pertenece al género femenino (figura 5). Esto refleja la tendencia de las mujeres a buscar diferentes opciones de desarrollo profesional y al emprendimiento, como una posibilidad para generar ingresos, empleo y desarrollo económico y social para la región.
Como ya se mencionó, en el Registro Único Empresarial de las Cámaras de Comercio y directorios telefónicos empresariales, se verificó si las empresas descritas en los trabajos de grado presentados fueron constituidas y si están en funcionamiento. Se encontró que solo 19 de las 259 propuestas en los proyectos de grado fueron realmente constituidas. La figura 6 muestra que 5% de ellas pertenece a egresados del programa de Gestión Empresarial y 95 % a los del programa de Ingeniería Industrial.
La formación académica que proyecta la Universidad está enfocada a las competencias laborales mundiales existentes y exigidas en el mercado nacional, pues la mayoría de los estudiantes aspira a emplearse en grandes empresas industriales y de servicios. Esta ha sido la línea directriz de los planes de estudio de los programas académicos.
Aunque el número parezca desalentador, este estudio demuestra que algunos graduados optan por desarrollar sus propias empresas y que es valioso apoyar la modalidad para continuar incentivando la cultura empresarial en la Universidad. Además de ser una opción socialmente deseada, aprender a emprender en un ambiente académico ofrece las herramientas para enfrentar situaciones en las que los recién egresados se ven conducidos a tomar el camino del emprendimiento. Esto en razón de la necesidad (Walid & Fayolle, 2012) y, con frecuencia, en condiciones psicológicas vulnerables que garantizan una reducida tasa de éxito (Anderson & Wadensjö, 2007; Caliendo & Kritikos, 2010).
Programas educativos de otras instituciones coinciden en que ciertos elementos pueden ser potenciados mediante la educación y el entrenamiento (Henry, Hill & Claire, 2005). Estos aspectos se traducen en capital humano, el cual, a su vez, fomenta el reconocimiento y el desarrollo de oportunidades de negocio (Ucbasaran, Westhead & Wright, 2008). Asimismo, los emprendedores nacientes que han tomado clases de negocios se sienten más competentes para desempeñarse en las tareas propias del emprendimiento (Zhao, Seibert & Hills, 2005).
Es necesario que la Universidad desarrolle un programa cultural de emprendimiento adaptado y diseñado para mejorar los métodos tradicionales como conferencias, cursos magistrales, estudios de casos y enseñanza de plan de negocios. Es conveniente que haga aproximaciones más originales como simulaciones de juegos, actividades pedagógicas para emprendedores, técnicas y procedimientos de creatividad y generación de ideas, con el fin de acceder a oportunidades de creación de productos y servicios (Arlotto et al., 2012).
La calidad y el éxito de la puesta en marcha de innovaciones pedagógicas están en la capacidad de facilitar el aprendizaje (Carrier, 2009); sin embargo, esta investigación halló que existen obstáculos para favorecerlo, como la no adopción de la modalidad en creación de empresas por parte de los directores de Escuela.
Esta negativa se sustentaba en aspectos como que su profesión y su plan de estudios no estaban orientados a formar empresas. De acuerdo con Varela (2001), a los emprendedores:
Se les ha mirado siempre con una óptica muy estrecha, pues toda persona, y más el profesional, tiene la posibilidad de múltiples caminos de acción, y de identificar entre ellos el que más le satisfaga. Toda profesión tiene la opción de ser creadora de empresas, y al diseñar los perfiles de los egresados debe tenerse en cuenta este concepto básico de formación, hay que formar a la gente para el trabajo creativo (p. 73).
Los programas de emprendimiento soportan y miden la amplitud de las actividades que apuntan a sensibilizar, cualificar y apoyar a los estudiantes en la carrera de emprendedores. Ejemplos de la presencia de estos programas incluyen actividades de promoción y ofertas, competiciones en planes de negocios, consejería extracurricular, relaciones con empresarios e industriales por medio de conferencias y actividades educativas (Greve & Salaff, 2003). Además, el número y la naturaleza de las relaciones sociales inciden el reconocimiento de oportunidades de negocio (Arenius & De Clercq, 2005).
Hoy en día, se discute sobre las diferencias de género en el emprendimiento (Brush, Carter, Gatewood, Greene & Hart, 2006). Investigaciones previas sugieren que la motivación para emprender en las mujeres está ligada al deseo de balancear el trabajo y la familia, mientras los hombres están más motivados por el deseo de autonomía y otras razones intrínsecas (Brush, 1992). Esta investigación muestra una tasa mayor del género masculino como autores de los emprendimientos estudiados.
Para
citar este artículo: Pedraza Avella, A. C., Betancur Marín, J. C. & Acosta
Santamaría, D. A. (2016). Evaluación de resultados de la práctica en creación
de empresas en los programas de pregrado de la Universidad Industrial de
Santander (UIS). Universidad & Empresa, 18(30), 211-226. Doi:
dx.doi.org/10.12804/rev.univ.empresa.30.2016.11