Resumen: El artículo explica la narrativa discursiva utilizada por Donald Trump durante las elecciones presidenciales de 2020 (desde el mes de febrero hasta la ratificación de los resultados del 3 de noviembre por el Congreso en enero de 2021) en torno a los temas que más le interesaban al electorado estadounidense. Para ello, se caracterizó el contexto político, económico, social y comunicacional en el que se produjo el discurso en Twitter y se interpretó la narrativa discursiva del expresidente a través de una muestra de 5053 tuits. Se concluyó que el discurso de Trump fue populista, enfocado en la división, con enunciados positivos de su gestión y una satanización permanente de Biden
Palabras clave:DiscursoDiscurso,eleccioneselecciones,populismopopulismo,TrumpTrump,TwitterTwitter.
Abstract: The article explains the discourse narrative used by Donald Trump during the presidential election of 2020 (from February to the moment in which the Congress ratified its results in January of 2021) with regard to the top issues for voter in the election. In order to do this, the political, economic, social and communication contexts were characterized as well as the discourse narrative used by Trump. The sample used was composed by 5053 tweets. The conclusion was that Trump’s discourse was populist, focused on dividing, with positive statements about his presidency and a permanent satanization of Biden.
Keywords: discourse, elections, populism, Trump, Twitter.
Las elecciones presidenciales en los Estados Unidos y el discurso político de Donald Trump
Recepción: 14 Julio 2021
Aprobación: 15 Septiembre 2021
El año 2020 estuvo marcado a nivel regional y global por las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, aunque es importante aclarar que también tuvieron elecciones congresionales y estaduales. Sin embargo, lo cierto es que las presidenciales, en particular, pasarán a la historia no sólo por su resultado final, sino por tres elementos relacionados con la figura de Donald Trump: el cierre, el 8 de enero de 2021, de su cuenta personal en Twitter, aunque en múltiples ocasiones ya la compañía había incluido en varios de sus tuits aclaraciones en torno a la veracidad o no de lo que decía; su negación a aceptar los resultados de las elecciones y, por último, el inicio del segundo juicio político en su contra convirtiéndose, así, en el único presidente en la historia de ese país sometido a un juicio político en dos ocasiones.
Es importante aclarar que, aunque Joe Biden fue el vencedor en las elecciones y, por lo tanto, debe ser el presidente de los Estados Unidos de América hasta 2024, no será objeto de este trabajo pues el mismo forma parte de un proyecto de investigación mucho más amplio en torno al papel de los medios de comunicación y, en particular, de los medios sociales en el mandato de Donald Trump (2016-2020).
Joe Biden, por otro lado, no ha sido muy prolífico en el uso de estas herramientas y mucho menos en Twitter (desde octubre de 2007 hasta el 3 de noviembre de 2020, día de las elecciones en los EE.UU, sólo había publi- cado 6 113 tuits). El más gustado y retuiteado de sus tuits fue el del día de la elección en que convidó a todos a votar: It’s Election Day. Go vote, America (Tweetbidner, 2020).Su otro tuit más retuiteado fue el del 24 de abril de 2020 en que dijo: Ican’t believe I have to say this, but please don’t drink bleach2 (Tweetbinder, 2020).
En total, en el año 2020, Biden publicó 2502 tuits originales y el pico corresponde al anuncio de Kamala Harris como su vicepresidenta (Tweet- binder, 2020).
Pero, ¿cuál fue la narrativa discursiva empleada por Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020 en torno a los temas que más le interesaban al electorado estadounidense? Según el Pew Research Center, estos fueron: “economía (79%), salud (68%), designaciones a la Corte Su- prema (64%), coronavirus (62%), crímenes violentos (59%), política exte- rior (57%), política sobre armas (55%), desigualdad étnica y racial (52%), inmigración (52%), desigualdad económica (49%), cambio climático (42%)y aborto (40%)” (Pew Research Center, 2020: 35).
Para darle respuesta a la pregunta antes planteada, se definen los siguientes objetivos: caracterizar el contexto político, económico, social y comunicacional en el que se produjo el discurso en Twitter objeto de la in- vestigación; establecer la narrativa discursiva empleada por Donald Trump e interpretar sus resultados para, finalmente, ofrecer las conclusiones del estudio.
La hipótesis que guiará el estudio es la siguiente: la narrativa emplea- da por el presidente Donald Trump para darle respuesta a los temas que más le interesaban al electorado estadounidense en las elecciones presidenciales de 2020 estuvo mediada por un discurso populista en el que primó una rep- resentación negativa de los otros y una visión positiva de la figura presiden- cial (Trump) por encima de todo y de todos.
Para realizar este artículo se partió de los postulados teóricos de la escuela latinoamericana de comunicación política, entendiéndose ésta como el "intercambio de informaciones entre los gobernantes y los gobernados a través de canales de intermediación estructurados o informales sobre los asuntos políticos y de políticas públicas de interés del momento" (Guerre- ro, 2003: 82). Así, queda claro que la información no es neutra y que el contenido de lo que se comunica es lo que determina el carácter político en sí: asuntos de interés político y políticas públicas. En palabras de Guerrero (2003), estos se relacionan con cuatro aspectos esenciales: la obtención y el ejercicio del poder público, el establecimiento de las reglas del juego políti- co, la atribución de los recursos estatales y de los espacios de participación y, por último, la realización cotidiana del interés público.
Los canales de intermediación, por su parte, son los medios de comu- nicación. Sin embargo, y para los efectos de este trabajo, se considerará sólo a Twitter sobre la base de que más allá de ser una plataforma de microblo- gging es también un ejemplo de los llamados nuevos medios definidos por Murphy (2008) como:
"cualquier capacidad que empodere a un amplio grupo de actores (desde individuos a estados-nación) para crear y diseminar informa- ción a tiempo real o casi a tiempo real con la capacidad de ejercer in- fluencia en una gran audiencia (regional o global)” (Murphy, 2008: 4).
Donald Trump, por su parte, supo capitalizar esta red social para im- poner su agenda tanto a nivel nacional como global y, además, convertir- se en un caso de estudio per se desde distintas ciencias. Reconocidos en este sentido, aunque no los únicos, son los libros que desde la Colección de Sociología y Política y el Grupo de Trabajo sobre los Estados Unidos del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) se han publi- cado (Gandásegui, 2017; Castorena, Gandásegui, hijo y Morgenfeld, 2018; Rodríguez et al., 2020), así como aquellos que desde México (Gandásegui, hijo y Preciado, 2017) y los Estados Unidos nos han ayudado a compren- der más a Trump como hombre de negocios, político y ser humano (Stone, 2016; Wolff, 2018; Bolton, 2020; Trump, 2020).
Por otro lado, no podría dejar de mencionarse la producción académi- ca de artículos científicos que han estudiado a Trump. En el caso de la comu- nicación, y más allá de las alusiones que a este campo aparecen en los libros antes mencionados, interesantes resultan para los efectos de este trabajo los de Sujito y Muttaqin (2019), Cabezuelo y Manfredi (2019), Hall (2020), Holland y Fermor (2020), Lacatus (2020) y Manfredi, Amado y Waisbord (2021). Por ejemplo, cuando Hall (2020) identifica en los tuit de Trump esos “otros” que dañan a los Estados Unidos, sobresalen dos ejes temáticos muy claramente definidos:
1.- ISIS, islam, terrorismo: 284 tuits entre finales de 2015 y el momento en que el gobierno federal estadounidense estuvo cerrado en 2019 distribuidos de la siguiente manera: 164 entre noviembre de 2015 y noviembre de 2016; 68 entre enero y diciembre de 2017 y 52 desde enero de 2018 hasta el cierre del gobierno en 2019.
2.- Seguridad fronteriza, fronteras abiertas, migración ilegal (inmigran- tes): 594 en el mismo período de tiempo distribuidos de la siguiente manera: 82 entre noviembre de 2015 y noviembre de 2016; 66 entre enero y diciembre de 2017 y 446 desde enero de 2018 hasta el cierre del gobierno en 2019.
Según Hall (2020), al tratar estos temas, el discurso político de Trump estableció líneas de mensajes muy claras:
1.- El terrorismo es la mayor amenaza del mundo en la actualidad y, por lo tanto, aceptar personas de otras regiones, esos “otros” que inclu- so las películas de Hollywood han presentado negativamente en los EE.UU mucho antes del 9/11, significaría la destrucción de la civili- zación, tal y como la conocen los estadounidenses.
2.- Las acciones de los Estados Unidos en el Medio Oriente han contri- buido al caos y, por ende, han permitido el desarrollo de ISIS. Hillary Clinton y el gobierno de Obama fueron los principales responsables de esto al ignorar ella la información al respecto y al ser él, Obama, el fundador de ISIS.
3.- Los terroristas son musulmanes.
4.- Nuevas voces y visiones son necesarias para ponerles fin, pues aque- llos con perfectos CVs sólo han perdido guerras y no han hecho nada por poner los intereses el pueblo estadounidense primero. Por eso, él como presidente firmó la orden ejecutiva que prohibió la entrada de ciudadanos de esa región del mundo a los EE.UU.
5.- Además de los musulmanes como terroristas, la otra amenaza para los EE.UU son los migrantes centroamericanos.
6.- La caravana “es una invasión” contra los EE.UU y en ella vienen, además de delincuentes, gente del Medio Oriente.
7.- Los demócratas tuvieron algo que ver con la formación de la carava-na para favorecer sus intereses políticos.
8.- Existe una crisis en la frontera sur de los EE.UU. Se trata de una invasión contra nuestro país por parte de todo tipo de delincuentes y pandillas.
9.- Numerosos estadounidenses han sido asesinados por “extranjeros ilegales delincuentes”.
Por otro lado, en su investigación sobre el populismo Jacksoniano3 de Donald Trump en Twitter, Lacatus (2020) estudió 580 tuits entre septiem- bre y noviembre de 2018; o sea, en el período de las elecciones de medio término en los EE.UU. Los resultados fueron un tanto similares a los de Hall (2020) en el sentido de que el discurso político del Presidente Trump en Twitter estuvo encaminado a complacer a su base electoral, ese pueblo estadounidense que para él se reduce a esa clase obrera trabajadora blanca y masculina del Medio Oeste y del Sur que ha estado sufriendo menores in- gresos y pérdida de empleo por la globalización, el traslado de los empleos hacia otras áreas y países, así como los “terribles acuerdos” comerciales hechos por los gobiernos que le precedieron.
Sobre la base de esto justificó su guerra comercial con China, el acuerdo comercial con México y Canadá, además del control migratorio en las fronteras. Así, en su lógica, él se presentó como el protector de los trabajadores agrícolas y de las industrias manufacturera, de aluminio y de acero. Al igual que demostró Hall (2020), Lacatus (2020) indicó que, en sus tuits, Trump presenta a los migrantes como delincuentes, criminales y una amenaza directa al empleo y los servicios públicos pagados por los trabaja- dores estadounidenses. Los migrantes ilegales son, asimismo, presentados como una amenaza para la seguridad física del pueblo estadounidense; en especial, aquellos que cruzan por la frontera mexicana. Una vez estableci- dos en los EE.UU, les roban los trabajos a los ciudadanos estadounidenses y son una amenaza mayor para su seguridad y riquezas. De ahí la necesidad del muro protector.
Trump no sólo se presentó como el salvador de los EE.UU sino que, como también demuestran Holland y Fermor (2020), su narrativa fue la de la crisis4, que saca provecho y explota, sin pudor alguno, la nostalgia y las inseguridades de su base electoral, no sólo diciendo las causas sino prome- tiendo el regreso a lo que se fue (América Grande de Nuevo).
Por su parte, Manfredi, Amado & Waisbord (2021), si bien no se con- centran en Trump propiamente, refieren elementos de la práctica populista que ayudan a entender el fenómeno Trump como parte de este. Dentro de estos se destacan los siguientes: líder carismático, anti-intelectual, uso de registro comunicativo emocional, patria idealizada, provocación, polariza- ción, protesta, prácticas antipluralistas, uso de mensajes críticos, tuits de- nigrantes, hostilidad hacia el otro, desprecio por la prensa y visión de los electores como fans.
No obstante, la presencia de estos elementos la demuestran Cabezue- lo y Manfredi (2019) en su estudio sobre los 133 tuits del Presidente Trump en su primer mes después de la elecciones que lo llevaron a la presidencia de los Estados Unidos. Ambos autores concluyen que no abandonó los plan- teamientos populistas y demagogos que se suponía quedaran en el pasado una vez electo para adoptar una “postura más institucional” sino que su “espectáculo es la construcción de un yo simbólico” (Cabezuelo y Manfredi, 2019:482).
Para darle respuesta a la pregunta de investigación se aplicará el “cua- drado ideológico” definido por Van Dijk (2005a), a saber: “hacer énfasis a nuestras cosas buenas, hacer énfasis a sus cosas malas; minimizar nuestras cosas malas; minimizar sus cosas buenas” (Van Dijk , 2005: 30). En esencia, la auto-representación positiva de quien habla y la representación negativa del otro (2005b). Esto se hará teniendo en cuenta, asimismo, las característi- cas del discurso populista definidas por Charaudeau (2019):
“I) la denuncia del orden social es una excusa para exacerbar la si- tuación de víctima del pueblo en un discurso de victimización; II) la crítica de los responsables es empujada hasta la satanización de los culpables en un discurso que promueve la eliminación del enemigo;III) el líder se presenta como el salvador providencial que lleva la voz de la gente; IV) los valores se defienden de forma paroxística” (Charaudeau, 2019: 105).
A partir de estos elementos, y para los efectos de este trabajo, el dis- curso político se trabajó desde una visión restrictiva de la política y de su ejercicio, pues sólo se tuvo en cuenta lo publicado por el ex-presidente Do- nald Trump en su cuenta personal de Twitter (@realDonaldTrump). Ésta fue la vía más utilizada por él para dar a conocer sus políticas, proyecciones y visiones del mundo hasta que, el pasado 8 de enero de 2021, Twitter la ce- rrara de manera permanente.
Es importante aclarar que se trabajó con la cuenta personal del anti- guo presidente porque la oficial del presidente de los Estados Unidos (@PO- TUS) no fue la más seguida ni la más usada por Donald Trump durante su presidencia, según los informes publicados por Twiplomacy (2018, 2020a, 2020b). @realDonaldTrump fue la más seguida del mundo hasta julio de 2020, fecha de la última publicación emitida por Twiplomacy al respecto (2020b) si bien debe reconocerse que @POTUS tuvo un crecimiento inte- resante en cuanto al número de seguidores a pesar de que, básicamente, se dedicó a retuitear lo posteado por Trump en su cuenta personal (Twiploma- cy, 2020 b).
Todos los tuits utilizados para el estudio fueron recuperados del sitio web Trump Twitter Archive5. Se trabajó con el año 2020 teniendo en cuenta las etapas en las que se desarrollan las elecciones presidenciales en ese país: primarias (febrero-16 de agosto), las convenciones (del 17 al 27 de agosto), período de campaña como tal (resto de agosto-noviembre) y, por último, la certificación de los resultados de las elecciones por el Colegio Electoral y el Congreso (diciembre 2020-enero 2021). La muestra utilizada para este trabajo fue de 5053 tuits sin considerar aquellos que fueron retuiteados y sin direcciones de páginas web. La tabla que aparece a continuación incluye la distribución de los tuits empelados por etapas:
Asimismo, se hizo un conteo de palabras (wordlist) para seleccio- nar las más utilizadas por el entonces Presidente Donald Trump, se definie- ron los códigos temáticos más tratados en los tuits y se aplicó el cuadrado ideológico de Van Dijk (2005a) para determinar la narrativa utilizada en su discurso en torno a los doce temas que más le preocupaban al electorado estadounidense. Para el análisis de los datos se trabajó con el software MAX- QDA Analytics Pro 2020.
Las elecciones presidenciales de 2020 se celebraron en un contexto político, económico, social y comunicacional determinado no sólo por el impacto de la Covid-19 sino por el incremento de la violencia contra la población afroamericana y el discurso marcadamente nacionalista, mesiá- nico y racista de Donald Trump. Parafraseando a Katz (2020), tres sunamis simultáneos impactaron a esa nación fuertemente: la pandemia, la recesión económica y lo que él denomina como "rebelión de los afronorteamerica- nos" (Katz, 2020: 56), aunque se sabe que ésta última no es tan nueva ni ha llegado a su final. En todo caso, los últimos cuatro años han sido escenario de una nueva ola de rebeliones causada, a su vez, por un renacer acérrimo del racismo en ese país.
En términos económicos, Vázquez Ortíz (2020) señala que los Esta- dos Unidos han sufrido una polarización económico-social resultante de los siguientes elementos:
Profundas raíces estructurales que permanecen y se profundizan des- de los cambios tecnológicos, la desindustrialización y la tercerización de la economía estadounidense.
La polarización del empleo expresada en la reducción absoluta y re- lativa de los trabajadores de clases medias y el incremento, en contra- partida, de los trabajadores ubicados en los dos extremos de la jerar- quía laboral con una creciente desigualdad social y ocupacional.
Variables demográficas como la etnicidad, la raza, el lugar de origen y el género, que en este contexto determinan en buena medida la situa- ción de vulnerabilidad social y política, la discriminación salarial y la precariedad laboral de las llamadas “minorías” (afrodescendientes, población nativa americana, asiáticos y latinos o hispanos), dentro de las que sobresalen los latinos por su vertiginoso crecimiento.
El debilitamiento de los sindicatos y de la capacidad negociadora de los trabajadores ante el capital, como principal condicionante de la desigualdad salarial.
La adopción de un programa de políticas por el Estado que ha causa- do que la economía se torne en salvajemente desigual, dejando a los segmentos más vulnerables de la sociedad cada vez más y más atrás
Así, por ejemplo, entre septiembre de 2019 y el mismo mes de 2020, el desempleo aumentó en 355 de los 357 condados más grandes de ese país y, a nivel nacional, el empleo decreció en casi un 7%, según datos del U.S. Bureau of Labor Statistics (2021). Sin embargo, quienes más han sufrido los estragos económicos han sido los afroamericanos y los latinos que, además, durante la pandemia de la Covid-19 han sido los más afectados.
Por su parte, Canales y Castillo (2020) explican que, aunque los afroamericanos sólo constituyen el 13% de la población estadounidense, son, a su vez, el 22% de la población en situación de pobreza y el 17% de aquella con vulnerabilidad sanitaria. La situación de los latinos no es muy diferente: son el 18% de la población pero representan el 27% de aquella en situación de pobreza y el 21% con vulnerabilidad sanitaria.
Asociado a la pérdida de la hegemonía tradicional estadounidense en el mundo, acompañada del ascenso de China en el sistema de relaciones internacionales, el sunami político se ha evidenciado a partir del impacto de un presidente como Donald Trump que cumple con todas la variables para definir a un autócrata, a saber:
"a) rechazo de las reglas del juego democrático; b) negar la legitimi- dad de sus oponentes; c) tolerar o estimular la violencia; d) asumir una posición orientada a limitar las libertades cívicas de los oposito- res y de los medios de comunicación" (Levitsky y Ziblatt, 2020:32).
Ejemplo reconocido de esto fue el despido de fiscales como Berman, Sessions y Mueller para que las investigaciones sobre la supuesta partici- pación rusa en las elecciones de 2016 no se pudieran realizar como debían hacerse o para evitar su primer impeachment. Por otro lado, las ofensas pú- blicas de Trump a políticos en ejercicio del poder (Nancy Pelosi, Bernie Sanders, entre otros), además de las amenazas hechas a los manifestantes que salieron a protestar contra la violencia racial y el asesinato de afroameri- canos, como fue el caso de George Floyd, también demuestran lo planteado anteriormente.
En el ámbito comunicacional, hay que decir que Donald Trump fueuno de los presidentes menos transparentes en la historia de los Estados Uni- dos, si bien él considera que ha sido todo lo contrario por varios elementos. Primero, la aprobación de varias leyes federales en torno a la regulación de los precios de las medicinas y los servicios de salud, además de la pu- blicación, entre otras acciones, de la lista de los candidatos a ocupar en su momento el puesto de Scalia en la Corte Suprema de ese país luego de su fallecimiento. Segundo, la aprobación e implementación del Cuarto Plan de Acción Nacional de Gobierno Abierto de los Estados Unidos (Fourth U.S. National Action Plan for Open Government –NAP4 por sus siglas en in- glés-). Supuestamente, éste debe garantizar un mayor acceso de la población a la información pero, en la concreta, su mayor aporte es la Estrategia Fe- deral de Datos. En palabras de González, Domínguez, Barrera (2020), esta presentó en 2019 la visión del gobierno para un período de 10 años y sus resultados reales serán evaluados en 2029 (fecha en la que, evidentemente, ya no tendría mucha relevancia evaluar lo hecho por Donald Trump, si bien habrá evaluaciones parciales)
Por otro lado, en el mes de marzo de 2020, la Casa Blanca ordenó que las reuniones relacionadas con el coronavirus fueran clasificadas para evitar que aquellos expertos que consideraran que la respuesta del gobierno federal a la pandemia no había sido la correcta no pudieran participar del proceso de toma de decisiones.
Asimismo, de acuerdo a la información aportada por National Secu- rity Archives (2020), el gobierno de Donald Trump hizo todo lo posible por torpedear la implementación de la Ley de Acceso a la Información (Free- dom of Information Act, FOA) a partir de acciones muy concretas: emisión de disposiciones administrativas en las que orientó a las agencias federales que ignoraran solicitudes provenientes del Congreso, a no ser que fueran hechas por miembros del partido republicano; incremento del uso de las excepciones de la FOIA; ocultamiento de información sobre los pagos he- chos por gobiernos extranjeros en las propiedades de Trump, pues la Trump Organization no los hace públicos; reducción notable de las conferencias de prensa del presidente al punto de que en 2019 estuvo más de seis meses sin dar una, entre otras múltiples acciones.
En esencia, como apunta Hernández Martínez (2020), en el momento en que se llevaron a cabo las elecciones de 2020, Estados Unidos se encon-traba “en un proceso de cambio multidimensional, con expresiones en la economía, la política, la sociedad y la cultura” que, evidentemente no ha terminado y que “constituye una nueva etapa en la crisis estructural sistémi- ca” (Hernández Martínez , 2020:45).
Al hacer la nube de las palabras a partir del conteo de palabras hecho a aquellas que más dijo durante el período de tiempo estudiado, quedó clara- mente definido que Biden fue el centro de su campaña junto a las elecciones per se y las noticias falsas. Así lo demuestra el siguiente gráfico:
Pero, ¿cómo fue presentado Biden? La representación visual que ofrece el árbol de palabras interactivo que el MAXQDA ofrece al trabajar con los tuits introducidos en el sistema es más que gráfica.
Como se evidencia en la figura anterior, Trump manejó cuatro ideas muy claramente definidas:
1.- Biden es un político corrupto que se vendió a China, que lo único que ha hecho en 47 años es traicionar a los Estados Unidos y los es- tadounidenses, que quiere enviar los empleos de los estadounidenses a China, que hace que políticos del establishment tradicional como Hillary Clinton parezcan verdaderos políticos y cuya familia es como la mafia que ha aceptado millones de aquellos que no han hecho más que apuñalar al pueblo estadounidense por la espalda.
Así lo publicó el expresidente en su cuenta: “Joe Biden is a corrupt politician — and the Biden family is a criminal enterprise. This makes Crooked Hillary Clinton look like amateur hour!"6(Trump, @realDo- naldTrump, Oct 17th 2020). Otro de sus tuits:
“Joe Biden is a corrupt politician—the Biden family is looking more& more like a crime family. They took millions of $ from the Chinese Communists, while Vice President Biden shipped Michigan jobs to China. If Biden wins, China Wins. When we win, Michigan wins, and AMERICA wins!”7 (Trump, @realDonaldTrump, Oct 30th 2020); “Joe Biden is a corrupt politician who is bought and paid for by Chi- na!”8(Trump, @realDonaldTrump, Nov 1st 2020);
2.- “Joe Biden is a PUPPET of CASTRO-CHAVISTAS like Crazy Bernie, AOC and Castro-lover Karen Bass. Biden is supported by socialist Gustavo Petro, a major LOSER and former M-19 guerrilla leader. Biden is weak on socialism and will betray Colombia. I stand with you!”9 [Trump, @realDonaldTrump, Oct 10th 2020]).“A vote for Joe Biden is a vote for the biggest TAX HIKE in history,
“A vote for Joe Biden is a vote for the biggest TAX HIKE in history
“A vote for Joe Biden is a vote for the biggest TAX HIKE in history, crushing regulations, slashing Medicare and Social Security, and abolishing American Energy. A vote for Biden is a vote for open bor- ders, offshoring jobs, shredding the Second Amendment”10 (Trump,@realDonaldTrump, Oct 28th 2020).
Trump refuerza lo negativo que sería un gobierno de Biden al decir:
“A vote for Sleepy Joe Biden is a vote to give control of govern- ment over to Globalists, Communists, Socialists, and Wealthy Liberal Hypocrites who want to silence, censor, cancel, and punish you. Get out and VOTE #MAGA tomorrow!”11 (Trump, @realDonaldTrump, Nov 2nd 2020).
Sin embargo, él, Donald Trump, es el candidato y, por ende, la repre- sentación de los campesinos, los obreros, policías y de los patriotas trabajadores que respetan la ley sin importar la raza, credo o religión:
“Joe Biden is the living embodiment of the corrupt poli- tical class that enriched itself while draining the econo- mic life and soul from our Country. For the last 47 years, Joe Biden shipped away your jobs, shut down your fac- tories, threw open your borders, and ravaged our ci- ties”12 (Trump, @realDonaldTrump, Oct 17th 2020); “Joe Biden is the candidate of rioters, looters, arsonists, gun-grabbers, flag-burners, Marxists, lobbyists, and special interests. I am the candidate of farmers, factory workers, police officers, and hard-working, law-abiding patriots of every race, religion and creed! #MAGA”13 (Trump, @realDonaldTrump, Nov 1st 2020).
“Joe Biden and the Radical Left want to Abolish Police, Aboli- sh ICE, Abolish Bail, Abolish Suburbs, Abolish the 2nd Amend- ment – and Abolish the American Way of Life. No one will be SAFE in Joe Biden’s America!”14(Trump, @realDonaldTrump, Jul 15th 2020).
“Biden and the Democrats want to get rid of the Private Heal- thcare Plans for 180 MILLION Americans that are happy. They’ll be put on socialized medicine”!15 (Trump, @realDo- naldTrump, Sep 17th 2020).
Por lo tanto, Biden equivale a destrucción y, sobre todas las cosas, a la pérdida de valores estadounidenses. Por consiguiente, bajo su liderazgo, los Estados Unidos ya no recuperarían el lugar que una vez tuvieron y, como consecuencia, dejarían de ser los elegidos de Dios. Sin embargo, ganó y, según Trump, lo hizo porque las elecciones fueron un fraude, fueron robadas y amañadas por los demócratas con el apoyo de los medios y de sus mentiras. Así lo demuestra el siguiente árbol de palabras:
Así, Biden cuenta con el apoyo de unos medios que como institu- ciones sociales no cumplieron con su función social, que se unieron para eliminar la libertad de prensa (razón por la que él considera no reportaron los datos reales del 3 de noviembre de 2020) y que, además de todo esto, silencian la verdad (algo que hacen los países comunistas y que él destaca en mayúsculas para dar más énfasis a su criterio).
En esencia, el periodismo estadounidense no puede caer más bajo. Por eso es que hay que "Hacer a los Estados Unidos Grande de Nuevo" (Make America Great Again -MAGA-), hashtag fundamental de Trump durante la campaña, según Tweetbinder (2000). Así lo expresó en su cuenta en twitter:
“Journalism” has reached a new low in the history of our Country. It is nothing more than an evil propaganda machine for the Democrat Party. The reporting is so false, biased and evil that it has now beco- me a very sick joke...But the public is aware! #CROOKEDJOURNA- LISM”16 (Trump, @realDonaldTrump, Aug 18th 2019).
“So Biden is coughing and hacking and playing “fingers” with his mask, all over the place, and the Fake News doesn’t want to even think about discussing it. “Journalism” has reached the all time low in history. Sadly, Lamestream knows this and doesn’t even care!”17 (Trump,@realDonaldTrump, Oct 12th 2020).
“Big Tech and the Fake News Media have partnered to Suppress. Freedom of the Press is gone, a thing of the past. That’s why they refuse to report the real facts and figures of the 2020 Election or even, where’s Hunter!”18 (Trump, @realDonaldTrump, Nov 27th 2020);
Pero, ¿cuál fue la narrativa para tratar, dentro de estos macrotemas que ocuparon la mayor cantidad de sus tuits, aquellos temas que más le importaban al electorado estadounidense? Para una mayor organización del trabajo, fueron agrupados dentro de lo que se denominó como desafíos de política interna: economía, salud y coronavirus, designaciones a la corte suprema, crímenes violentos, política sobre armas, desigualdad étnica, racial y económica, además del aborto. Dentro de política exterior, y por su trascen- dencia regional y global, se incluyeron el cambio climático y la inmigración, aunque ambos son resultados de políticas públicas para temas internos.
Cuando se consultaron los tuits que sobre los temas de política interna publicó Trump dentro de su campaña en Twitter, los principales ejes temáti- cos que manejó fueron los siguientes:
La Corte Suprema puede salvar a los Estados Unidos del mayor abuso electoral en la historia del país, pues el 78% de la población siente que la elección fue amañada (“The Supreme Court has a chance to save our Country from the greatest Election abuse in the history of the United States. 78% of the people feel (know!) the Election was RIG- GED”19[Trump, @realDonaldTrump, Dec 10th 2020]). Sin embargo, los decepcionó a todos (a él y a ese 78%) por su falta de sabiduría, interés y coraje, además de incompetencia y debilidad. Biden, por su parte, nombrará jueces “izquierdistas” que eliminarán la segunda enmienda a la Constitución y dejará desprotegidas a las comunidades del país.
La economía marcha muy bien y está lista para establecer nuevos récords (por ejemplo, en octubre de 2020 tenía un crecimiento eco- nómico de 33.1%) aunque todo será destruido con el aumento de im- puestos que impondrá Biden (miles de millones que tendrá que pagar el pueblo). El ritmo de crecimiento de los empleos es el mayor en la historia de los Estados Unidos. Él, Donald Trump, construyó la mejor economía del mundo y la mejor que ha tenido el país en toda su his- toria. Así lo dijo en twitter:
“Our ECONOMY is now surging back faster, better, bigger and stronger than any nation on earth. We just had the best quarter of ECONOMIC GROWTH EVER recorded - a 33.1% increase, and next year will be the GREATEST ECONOMIC YEAR in the history of our Country!”20 (Trump, @realDonaldTrump, Oct 31st 2020);
“Under my leadership, our ECONOMY is now growing at the fastest rate EVER recorded—33.1%! While foreign nations are in freefall, we are creating the world’s greatest ECONOMIC POWERHOUSE! Get out and VOTE on November 3rd, so we can keep it going!”21 (Trump, @realDonaldTrump, Nov 1st 2020).
Por eso, la alternativa ante lo que sería una economía dirigida por Biden (BIDEN DEPRESSION, BIDEN LOCKDOWN) sería la opción de Trump (TRUMP RECOVERY, TRUMP BOOM). Por lo tanto, la di- cotomía recuperación de la economía-depresión económica fue el eje central de sus tuits al respecto. De acuerdo con Trump, en los Estados Unidos no hay desigualdades económicas.
La tasa de mortalidad ocasionada por el “virus chino” (término utili- zado por Trump para referirse al Coronavirus y así resaltar la ida de que es algo malo, que es de otros) en los Estados Unidos es una de las más bajas del mundo. Sin embargo, cuando se hizo evidente que ya no podía obviar la cantidad de muertos en el país (más que Viet-Nam y cualquier otro acontecimiento juntos) dijo que la cifra era exagerada porque los métodos utilizados para medirlos eran incorrectos y obsoletos. Así lo expresó:
“BREAKING NEWS: The Mortality Rate for the China Virus in theU.S. is just about the LOWEST IN THE WORLD! Also, Deaths in theU.S. are way down, a tenfold decrease since the Pandemic height (and, our Economy is coming back strong!)” (Trump, @realDondal- dTrump, Jul 6th, 2020)“
The number of cases and deaths of the China Virus is far exagge- rated in the United States because of @CDCgov’s ridiculous method of determination compared to other countries, many of whom report, purposely, very inaccurately and low. “When in doubt, call it Covid.” Fake News! (Trump, @realDonaldTrump, Jan 3rd 2021).
las opciones a escoger.
“This election is a choice between a TRUMP RECOVERY or a BIDEN DEPRESSION. It’s a choice between a TRUMP BOOM or a BIDEN LOCKDOWN. It’s a choice between our plan to Kill the virus– or Biden’s plan to kill the American Dream!"22 (Trump, @realDo- naldTrump, Oct 27th 2020).
El aborto, al igual que los altos impuestos, los crímenes, las fronteras abiertas, el socialismo, la corrupción y la destrucción de la segunda enmienda a la Constitución representan al Partido Demócrata. Por el contrario, el Partido Republicano es el de los trabajadores, la familia y el sueño americano:
“The Democrat party is the party of high taxes, high crime, open borders, late-term abortion, socialism, blatant corruption, and the total destruction of your Second Amendment. The Republican Party is the party of the American Worker, the American Family, and the American Dream!"23 (Trump, @realDonaldTrump, Feb 19th 2020).
Los abortos tardíos24 son un asesinato y Biden está a favor de eso:
“Biden and Democrats just clarified the fact that they are fully in favor of (very) LATE TERM ABORTION, right up until the time of birth, and beyond - which would be execution. Biden even endorsed the Governor of Virginia, who stated this clearly for all to hear. GET OUT & VOTE!!!25" (Trump, @realDonaldTrump, Oct 6th 2020).
En la concreta, en los Estados Unidos no hay problemas y sólo los habría si Biden y los demócratas llegan al poder. Para reforzar esta idea, Trump acude una vez más al uso de la dicotomía. Las elecciones son para elegir en- tre el sueño americano o la pesadilla socialista, pues sus oponentes quieren convertir a los Estados Unidos en una Cuba Comunista o en una Venezuela Socialista -algo que no ocurriría jamás con él en la presidencia-.
Al consultarse los tuits correspondientes a los temas incluidos dentro de política exterior, los enunciados no cambiaron mucho. De hecho, el tema migratorio se asoció a los crímenes y la seguridad en las comunidades. Se- gún Trump, su presidencia hizo posible que los Estados Unidos tuvieran las fronteras más seguras de su historia, mientras que las propuestas de Biden al respecto conducirían a que cada comunidad se convirtiera en un Ciudad Santuario para los criminales. Esto revertiría los logros alcanzados durante su gobierno que, entre otras cosas, hizo posible que el gobierno de Sudán accediera a pagar 335 millones de dólares estadounidenses a las víctimas estadounidense del terrorismo.
El tema del cambio climático, por su parte, fue el menos tratado durante la campaña luego de que, entre 2011 y 2015 emitiera 115 tuits sobre esta cuestión (Allen, McAleer y McHardy, 2018). Lo que hizo fue resaltar su tra- bajo en torno a la One Trillion Trees Initiative y lo que significaría esto para los Estados Unidos si Biden era elegido como presidente. Sin embargo, para la relevancia que le dio anteriormente y para lo que significó que durante los debates presidenciales de 2020 se hablara del tema -algo que no sucedía desde 1988- realmente le dio muy poca preeminencia.
La narrativa discursiva de Donald Trump se sustentó sobre la base de la división (están conmigo o sin mí, muy al estilo de lo hecho por George W. Bush a raíz de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001), a través de enunciados positivos de su gestión y lo que significaría una elección de Biden para el mantenimiento de esos resultados.
El discurso sobre la Covid-19 en Twitter fue presentado sobre las mis- mas bases del populismo jacksoniano típico de Trump: el virus es un enemi- go, es un virus Chino, o sea, es de otro, no es nuestro, no es de los EE.UU, no lo va a resolver nadie, sólo “nosotros”, los “americanos” con “nuestra vacuna”, por eso “nos vamos -los EE.UU- de la OMS”, “ellos” no resuelven nada, nosotros sí.
Relevantes en torno a las elecciones fueron los tuits diciendo que el ganador fue él y cuando dijo que había ganado Biden aclaró que “He only won in the eyes of the FAKE NEWS MEDIA. I concede NOTHING! We have a long way to go. This was a RIGGED ELECTION!26”
Como evidencian estos tuits, el uso de las mayúsculas, el lenguaje directo, sin filtros, sin preocuparse por ser políticamente correcto, con estilo conversacional, coloquial, hacen que su mensaje populista suene auténti- co, natural. Así se aleja de los políticos tradicionales y de la forma en que se comunican con sus públicos. De esta manera, estableció como parte de su narrativa el discurso anti-elitista encaminado a profundizar la polariza- ción existente en los EE.UU. Trump abogó por el uso del miedo y la crisis para movilizar a sus seguidores apelando a los valores estadounidenses y las visiones negativas que tienen del socialismo como sistema. Por ello, su discurso estuvo encaminado a reforzar la idea de que su presidencia fue una batalla campal en contra de los demócratas que no sólo hicieron fraude en las elecciones presidenciales de 2020, sino que eran una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos.
Por otro lado, Hall (2020) señala que su discurso político en 2020 fue consecuente con el mantenido en los años anteriores pues, aunque en 2018 haya hablado en su discurso sobre el Estado de la Unión sobre cómo él que- ría unos Estados Unidos como país que los incluyera a todos, como equipo, como nación, como una familia estadounidense, concretamente, su discurso estuvo más encaminado a dividir que a unir.