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“Le superbe Orénoque” de Jules Verne reinterpretado por el cine.
María Dolores Fuentes Bajo
María Dolores Fuentes Bajo
“Le superbe Orénoque” de Jules Verne reinterpretado por el cine.
“Le Supe rbe Orénoque” of Jules Verne reinterpreted by the cinema
Procesos Históricos, núm. 31, pp. 64-75, 2017
Universidad de los Andes
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Resumen: Análisis de la película del director venezolano Alfredo Anzola, “1888 El extraordinario viaje de la santa Isabel”, versión actualizada de la obra del literato francés.

Palabras clave:Alfredo AnzolaAlfredo Anzola, Jules Verne Jules Verne, “Le Superbe Orénoque” “Le Superbe Orénoque”, Jean Chaffanjon Jean Chaffanjon, Auguste Morisot Auguste Morisot.

Abstract: Analysis of the movie of the Venezuelan director Alfredo Anzola, "1888 El extraordinario viaje de la Santa Isabel", version updated of the book of the French writer.

Keywords: Alfredo Anzola, Jules Verne, “Le Superbe Orénoque”, Jean Chaffanjon, Auguste Morisot.

Carátula del artículo

“Le superbe Orénoque” de Jules Verne reinterpretado por el cine.

“Le Supe rbe Orénoque” of Jules Verne reinterpreted by the cinema

María Dolores Fuentes Bajo*
Universidad de Cádiz, España
Procesos Históricos, núm. 31, pp. 64-75, 2017
Universidad de los Andes

Recepción: 01 Octubre Diciembre 2016

Introducción

Pretendemos ofrecer en las siguientes páginas una serie de refle xiones sobre las siempre interesantes relaciones entre la Literatura y el Cine. Para ello hemos fijado nuestro interés en una obra poco conocida del genial escritor Julio Verne, titulada “El Soberbio Orinoco”, y la interpretación que de ella se ha hecho en el cine. La adaptación de las obras literarias a la gran pantalla, (sus posibilidades y limitaciones, el papel reservado al autor y al guionista, las parcelas que les corresponden y sus límites, el lenguaje literario y el lenguaje fílmico, y sus particularidades…, etc.) ha sido objeto de estudio desde muy diferentes ángulos1.

Alfredo Anzola nos presenta en su “1888 El extraordinario viaje de la Santa Isabel” una recreación fílmica de la obra de Verne. Es una obra arriesgada, creativa y personal, pero al mismo tiempo muy respetuosa con el espíritu y el mensaje que, seguramente, pretendía transmitir Julio Verne en su libro.

Nacido en Caracas en 1946, Anzola cursó estudios de Sociología en la Universidad Central de Venezuela, llegando a dictar clases como profesor durante un buen número de años. De manera simultánea desempeñó esta labor docente con la dirección de documentales y películas. Se ha dicho del cineasta, por este motivo, que la mirada de sociólogo se hace notar en sus realizaciones fílmicas.

Director de larga trayectoria, tiene en su haber diversos premios y distinciones; quizá uno de los más importantes sea el Premio Nacional de Cine, de 1993, que le fue otorgado en reconocimiento, precisamente, de su veteranía y brillante trayectoria. En fecha relativamente reciente, 2002, fue galardonado en el Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana con el tercer premio coral, por la realización de una película de animación (“El mundo de los Onqui Tonqui”).

No es fácil definir su obra en pocas palabras. Dio sus primeros pasos (y continúa) realizando documentales. En 1969 dirigió “Santa Teresa”, documental que a pesar de ser uno de los primeros de la lista ya consiguió algunos premios (fue galardonado en el Festival de cortometrajes de Oberhausen). El más reciente fue en 2014 y lleva por título “Cecilia Bergman Chaves”. Se trata de una obra con el sello personal de Anzola, sin dejar de lado su objetivo de dar testimonio de unos determinados años de la vida de Caracas y de sus protagonistas, tiene mucho de obra de creación.

Entre sus largometrajes más conocidos (y premiados en Festivales nacionales e internacionales) se podrían citar: “Se solicita muchacha de buena presencia y motorizado con moto propia” (1977), “Manuel” (1979), “Pequeña revancha” (1985), “De cómo Anita Camacho quiso levantarse a Marino Méndez” (1986) o “El misterio de los ojos escarlata” (1993).

Nota común a todos ellos es el interés de nuestro director por las vicisitudes de la gente corriente. El cine de Alfredo Anzola trata, así, de reflejar la vida cotidiana de los venezolanos con cierta dosis de humor. Presenta al espectador, en este sentido, pequeñas historias que tienen de protagonista al ciudadano de a pie. Se ha llegado a tildar de comedias a sus películas, por esta razón, aunque Anzola no parece estar totalmente de acuerdo con esa etiqueta. El largometraje que nos hemos propuesto estudiar, “1888, el extraordinario viaje de la Santa Isabel”, rompe hasta cierto punto con esa trayectoria del director, pues los protagonistas de la historia que se narra se corresponden con un tipo de científico e intelectual del siglo XIX.

Señalaríamos como consustancial a su cine, su carácter creativo e independiente. Alfredo Anzola realiza las películas que desea hacer, no guiándose necesariamente por las demandas del mercado. Ello en parte es posible gracias a la existencia de Cine Seis Ocho, una productora cinematográfica que ha avalado la mayoría de sus películas y que cuenta entre sus principales directivos al propio Alfredo Anzola2.

1. 1888: El extraordinario viaje…, primer acercamiento al largometraje.

Son declaraciones del propio director Alfredo Anzola la principal fuente de información sobre las circunstancias que rodearon la realización de la película. Refería que deseaba trabajar en argumentos diferentes, donde la ciencia y la historia se dieran la mano, aunque sin renunciar a su forma de concebir el cine y de contar historias. En su nuevo largometraje pensó en hacer realidad sueños y añoranzas de tiempos ya lejanos.

Volvieron a la luz entonces los recuerdos de una infancia, casi olvidada, en la que leía en la casa paterna los libros de Julio Verne. De hecho, en el mismo título de la película (“1888, El extraordinario viaje de la santa Isabel”) se propuso rendir homenaje al literato francés y a su colección de “Voyages Extraordinaires ”. Anzola se decidió a llevar a la pantalla una de las obras de Verne relacionada con Venezuela, “Le Superbe Orénoque”, quizá muy poco conocida fuera de las fronteras de Venezuela3

En la película que realiza Anzola, el peso recae en tres personajes: el propio autor Julio Verne, interpretado por Marco Villarrubia; el geógrafo italiano Ermanno Stradelli al que da vida Ronnie Nordenflicht y, por último, Juana de Kermor, papel con el que debutó la actriz Kristin Pardo4.

Para el rodaje, tenemos noticia de que todo el equipo se desplazó al Estado Amazonas donde estuvieron durante más de dos meses aislados en el Orinoco, en condiciones a veces bastante incómodas por el calor y los mosquitos.

Se estrenó en las pantallas venezolanas en el año 2005. La acogida que recibió del público y de la crítica fue buena, hasta el punto de que se barajó la posibilidad de que representara a Venezuela en los Oscar, si bien en última instancia fue otra película la seleccionada (“Secuestro Express”, de Jonathan Jakubowicz). No obstante, sí tuvo la oportunidad de concurrir a los Goya españoles en la vigésima edición correspondiente al año 2006, aunque no se vio agraciada con ningún galardón. Los únicos premios cosechados fueron nacionales, aunque muy valorados por Anzola; en este sentido, la Municipalidad de Caracas premió la escenografía, música y fotografía del largometraje5.

2. 1888: El extraordinario viaje…, la literatura de viajes y la documentación de la película.

Alfredo Anzola presenta al espectador una historia, aparentemente, no demasiado compleja donde unos pocos personajes navegan a finales del siglo XIX por las aguas del Orinoco en busca de sus orígenes, en busca de las fuentes de este gran río.

Nuestro director se propuso llevar a la gran pantalla una versión del “El Soberbio Orinoco” de su admirado Verne (1828-1905), acorde con los nuevos tiempos y atractiva para el público6.

“El Soberbio Orinoco” que había escrito Verne apareció publicado por entregas a lo largo de 1898 en el Magasin d´Éducation et de Récreation y como libro en un formato doble, a finales de ese mismo año; iba destinado, principalmente, a un público juvenil pues su meta no era otra que didáctica7. Es de las pocas obras enmarcadas en la serie de “Viajes Extraordinarios” que el autor francés ambientó en América8.

Julio Verne, gran divulgador científico, recogía en este libro interesantes reflexiones de las exploraciones que viajeros europeos de distintas nacionalidades habían llevado a cabo en el río Orinoco. Son diversas las alusiones, en concreto, a exploradores franceses como Jean Chaffanjon (1854-1913), personaje con el que llegaría a emparentar uno de los nietos del propio Verne9.

Chaffanjon navegó en dos ocasiones por el gigantesco curso fluvial (1884- 1885 y 1886-1887); el último viaje lo realizó en compañía de Auguste Morisot (1857- 1951), un dibujante igualmente de nacionalidad francesa10. Aunque Chaffanjon y Morisot compartieron situaciones extremadamente duras, pues las fiebres, el hambre y las constantes lluvias llegaron a ser una amenaza para sus propias vidas, una vez de regreso en Francia, se produjo un marcado distanciamiento entre los dos exploradores, hasta el punto de que Chaffanjon monopolizó todas las glorias del viaje11 y decidió sacar a la luz en solitario un relación escrita, aunque originariamente la intención había sido otra. Se tituló, finalmente, la obra de Chaffanjon “El Orinoco y el Caura ”. Salió de la imprenta en 1889 y no incluía las ilustraciones originales de Morisot. Por su parte, éste último fue autor de un “Diario”, que durante muchos años permaneció inédito. De hecho, la edición consultada de 2002 es la primera que se ha realizado del manuscrito.

Son dos obras muy interesantes y, en gran medida, complementarias pues desde puntos de vista bien distintos, relatan la expedición. Auguste Morisot emplea un tono más personal, anotando cada día lo que consideraba más destacado; son apreciaciones desde adentro; se detienen, esencialmente, en las circunstancias de la navegación12, en la disponibilidad o no de los hombres para el servicio13, en la comida (o en aquello que se veían obligados a comer), en las incomodidades de todo tipo que sufrían a la hora de dormir, en los mosquitos y otros extraños insectos…etc.14

En Chaffanjon, por el contrario, no se encuentra una descripción tan detallada y no hay alusiones explícitas y pormenorizadas de las carencias que experimentaron los franceses. El interés se dirige a lo que tuvieron ocasión de observar en el transcurso de su periplo15, fijándose en las características, aspecto físico y costumbres de aquellas poblaciones originarias con las que consiguieron tomar contacto, cuestiones que Morizot apenas esbozaba en su Diario16.

Estas fuentes, tan necesarias la una de la otra para comprender el viaje, son además enormemente valiosas porque incluyen dibujos de los momentos más significativos vividos por los expedicionarios.

Julio Verne trató de recrear de forma novelada en “El Soberbio Orinoco” las experiencias de Chaffanjon y Morisot en el Orinoco, cuyos manuscritos, casi con toda seguridad, tuvo en sus manos17. También preocupó a Verne mostrar plásticamente a su público juvenil la aventura por el Soberbio Orinoco de sus personajes de ficción.

3. 1888: El extraordinario viaje…, Anzola y su interpretación cinematográfica del soberbio Orinoco.

Aunque, en líneas generales, se puede trazar un paralelismo entre la obra de Verne y la película de Anzola, el director ha hecho una lectura muy personal del libro, reduciendo a lo esencial la trama del argumento, actualizando alguno de sus episodios para hacerlos más verosímiles y, sobre todo, creando e incorporando elementos nuevos, como es normal encontrar en el cine de Alfredo Anzola.

En primer lugar, nuestro director procede a una síntesis de El Soberbio Orinoco. Prescinde, así, de algunos personajes. Mientras en el libro de Verne siete personas navegan por el gran río, guiadas por una abundante tripulación y en unas piraguas relativamente espaciosas y parcialmente cubiertas (llamadas falcas)18; en la película, son los propios viajeros, reducidos aquí a tres, los que hacen las veces de marineros. Su embarcación, por otro lado, aunque del mismo tipo, es de reducidas dimensiones.

En la novela se puede hablar de una relativa vida social. Las falcas hacen diferentes escalas a lo largo de su viaje donde tienen la oportunidad de contactar con las autoridades locales19. La película de Anzola, por el contrario, contempla todos esos aditamentos superfluos y sólo en excepcionales ocasiones aparecen personajes distintos a los tres protagonistas.

Por otra parte, la mirada del director solo se fija en los aspectos más destacados del argumento de Julio Verne. Prescinde, por considerarlos accesorios, de pasajes donde la brillante imaginación del escritor francés sale a la luz, como aquella avalancha de tortugas relatada en el capítulo octavo20.

En ocasiones, nuestro cineasta sí rueda secuencias que guardan similitud con lo narrado por Julio Verne, si bien el tratamiento no es idéntico. El capítulo catorce lo destina el escritor a describir una espectacular tempestad en el río, a consecuencia de la cual Juan de Kermor cae en sus agitadas aguas, poniendo en peligro la vida21. En el largometraje, también este personaje cae de la piragua, aunque se ha modificado el contexto; la causa no es ninguna tempestad sino su propia torpeza y no implica peligro alguno. No hay, pues, dramatismo en la escena. Tampoco es el propósito.

En segundo término, el director venezolano ofrece al público una versión actualizada del Soberbio Orinoco. En el capítulo quince, por ejemplo, Verne descubre la auténtica identidad de Juan de Kermor, que en realidad es una mujer disfrazada de varón, estrategia inventada para protegerse en tan arriesgado viaje. En la película, también inicialmente este personaje asume otro rol, si bien las circunstancias en que se desvela el misterio son distintas. En el Soberbio Orinoco, uno de los exploradores franceses intuye el secreto de Juan, o mejor, de Juana de Kermor22. En la película, es mucho más explícito: la protagonista se quita toda su ropa para darse un baño y es sorprendida por uno de los compañeros de viaje.

Este personaje femenino es tratado de forma distinta en un caso y en otro. En la novela de Verne, vive de acuerdo a su tiempo y sus valores. En la película, se asemeja, a veces, a una mujer del siglo XXI: exhibe su cuerpo con toda naturalidad, una vez conocida su verdadera identidad, y no pone impedimento en mantener relaciones íntimas. Y es que el destinatario de la película de Anzola es distinto del de la novela : no se dirige a un espectador juvenil ni su fin es instruirlo.

En esa voluntad de Anzola de hacer más atractivo El Soberbio Orinoco, prescinde de determinadas reflexiones de su autor que puedan parecer en la actualidad anacrónicas. No conviene olvidar que su mundo, su realidad y, por supuesto, sus convicciones pertenecen al siglo XIX. Quizá por este motivo carece de sentido enjuiciar desde nuestro tiempo a este, indiscutiblemente, gran escritor.

En el capítulo veinticinco del libro (aunque este tipo de reflexiones de Verne se pueden leer a lo largo del texto) se habla con tono paternalista e indudablemente discriminatorio de los indígenas acogidos en una misión, mientras que en el largometraje cuestiones de este tipo son obviadas:

“Por el contrario, marchar hacia Santa Juana presentaba algunas ventajas. En primer lugar, se conservaría la protección del río Torrida mientras no fuera vadeable, y ya se informarían por Gomo de esto. Además se aproximarían a su objeto, que contaba varios centenares de guaharibos, y estos indios, convertidos en hombres por la abnegación de un misionero. Santa Juana ofrecía refugio seguro contra toda tentativa de Alfaniz”23

Alfredo Anzola ha reinterpretado pues el Soberbio Orinoco. Ha realizado el largometraje pensando en un público adulto y contemporáneo, que tiene poco que ver con los jóvenes lectores de los Viajes Extraordinarios.

El argumento del libro de Verne es objeto de algunas modificaciones importantes. La que afecta a los protagonistas puede servir de ejemplo. En “El Soberbio Orinoco”, el grupo de científicos y viajeros gira en torno al enigmático personaje de Juan de Kermor; en la película de Anzola se opera una curiosa mezcla de personajes procedentes del mundo de la ficción al lado de otros reales. El director, de esta forma, sigue pensando en Juan de Kermor como eje de la película, si bien a su lado sitúa al mismísimo Julio Verne, el escritor del Soberbio Orinoco y, por tanto, su creador.

El tercer y último protagonista de nuestro largometraje es otro hombre concreto, real, un conocido geógrafo italiano que estudió durante mucho tiempo los grandes ríos sudamericanos y que tuvo ocasión de conocer al citado, en diferentes ocasiones, Jean Chaffanjon; se trata de Ermanno Stradelli24.

Estos tres personajes navegarán por el Orinoco persiguiendo metas similares a los creados por Verne. En la película hay dosis de ciencia, de búsqueda de raíces y, por tanto, de identidad, sin olvidar parcelas destinadas a las relaciones amorosas… en definitiva, están presentes muchas de las inquietudes que llevaron al escritor francés a concebir su obra.

4. Valoración final.

Hemos tratado de analizar o, mejor quizá, de contextualizar la película de Alfredo Anzola. En ella queda brillantemente reflejada su admiración por Julio Verne. Tal vez por esa razón, ha sentido la necesidad de actualizar su mensaje para que pueda ser asimilado mejor por el público que llena las salas de cine.

Se ha intentado ofrecer un estudio comparativo, marcando las posibles similitudes y diferencias que se observan entre el largometraje y “El Soberbio Orinoco”.

Pero también se ha considerado de interés subrayar la significación de las obras que inspiraron a Julio Verne, los relatos de los exploradores y rivales Jean Chaffanjon y Auguste Morisot.

“1888 El extraordinario viaje de la santa Isabel” está a medio camino de muchas cosas. Por un lado, es una versión cinematográfica de la obra de un literato; de otro, sin duda, es una obra de creación con el sello inconfundible del cineasta venezolano.

Material suplementario
Apéndices
Anexos web


http://blogs.elcomercio.es/talentovenezolano/2005/12/21/h3-class-post-title-alfredo-anzolaun-paso-los-premios/

Caracasdoc.com/Alfredo-anzola-estrena-su-documental-cecilia-bergman-chavesCinelatinoamericano.org/cineasata.aspx?cod=627

Corporacionvideo.com/home/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=231:Elpais.com/diario/2009/01/29/cultura/1233183601_850215.html

https://es.scribd.com/doc/86165167/ERMANDO-STRADELLI-FOLLETO

https://fr.wikisource.org/wiki/Le_Phare_du_bout_du_monde

https://repository.unm.edu/bitstream/handle/1928/10529/cine%20y%20literatura.pdf?sequence=1

https://www.ciencia-ficcion.com/autores/vernej.html

https://www.ecured.cu/Franz_A_Risquez_Iribarren

Jv.gilead.org.il/rpaul/Le%20superbe%20Orénoquejv.gilead.org.il/zydorczak/janga00.html

Jverne.net/1888-el-extraordinario-viaje-de-la-santa-isabel-2005

http://literatura.itematika.com/biografia/e1/julio-verne.html

http://rostroscinevenezolano.tumblr.com/post/64715290935/alfredo-anzola-foto-omar-mesones

http://vereda.ula.ve/wiki_artevenezolano/index.php/Anzola_alfredo

http://www.archiviofotografico.societageografica.it/index.php?it/264/ermanno-stradelliborgotaro-piacenza-1852-manaus-1926

https://www.barinas.net.ve/infopedia/ARTICULO-1975-Barinas_recorre_%e2%80%9dEl_Soberbio_Orinoco%e2%80%9d_con_Julio_Verne_--28.htm

www.cineseisocho.com/cvaanzola.html

www.cineseisocho.com/pdf/1888pdf

www.el-nacional.com/papel_literario/extraordinario-viaje-santaisabel_0_473352868.html

www.escinetv.org.ve/alfredo-anzola

www.estampas.com/estampas/anteriores/100405/encuentros2

www.memorial.org.br/2013/04/ermanno-stradellii-1852-1926


Anexo de imágenes










Referencias
CHAFFANJON, Jean: El Orinoco y el Caura. Relación de viajes realizados en 1886 y 1887 con 56 grabados y 2 mapas. Caracas, Organización Orinoco, 1989
MORISOT, Auguste: Diario de Auguste Morisot (1886-1887): exploración de dos franceses a las fuentes del Orinoco. Caracas, Fundación Cisneros; Bogotá, Planeta, 2002.
VERNE, Julio: El Soberbio Orinoco. Barcelona, Editorial Molino, 1960
Notas
Notas
1 https://repository.unm.edu/bitstream/handle/1928/10529/cine%20y%20literatura.pdf?sequence=1

Elpais.com/diario/2009/01/29/cultura/1233183601_850215.html

2 Cinelat inoamericano.org/cineasata.aspx?cod=627Caracasdoc.com/Alfredo-anzola-estrena-su-documental-cecilia-bergman-chavesVereda.ula.ve/wiki_artevenezolano/index.php/Anzola,_alfredo

www.cineseisocho.com/cvaanzola.html

www.escinetv.org.ve/alfredo-anzola

3 Para los venezolanos, “El Soberbio Orinoco” de Verne t iene una significación es pecial. En 1998, coincidiendo con el centenario de la publicación de esta obra, nació la Fundación Jules Verne en Venezuela. Véase:

https://www.barinas.net.ve/infopedia/ARTICULO-1975-barinas_recorre_%e2%80%9dEl_Soberb%20io_Orinoco%e2%80%9d_con_Julio_Verne_28.htm

4 www.cineseisocho.com/pdf/1888pdf Ficha técnica de la película “1888 El extraordinario viaje de la Santa Isabel: Dirección, Alfredo Anzo la, 2005 Guión, Gustavo Michelena, Rafael Arraiz y Alfredo Anzola Reparto, Kristin Pardo, Marco Villarrubia, Ronnie Nordenflicht y Elba Escobar Música, Alfonso Montes Producción, Cine Seis Ocho, Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), Gobernació n del Estado Amazonas
5 www.el-nacional.com/papel_literario/extraordinario-viaje-santa-isabel_0_473352868.html

www.estampas.com/estampas/anteriores/100405/encuentros2blogs.elcomercio.es/talentovenezolano/2005/12/21/h3-class-post-title-alfredo-anzola-un-paso-lospremios/

Corporacionvideo.com/home/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=231

6 Nacido en Nantes en 1828, Verne estudió Leyes y empezó su vida adulta como agente de bolsa, al lado de su esposa Honorine Deviane, no obstante, siempre fue una persona inquieta y rebelde, refractaria a un estilo de vida convencional. En 1863 empieza una relación larga y fructífera con uno de los editores franceses más importantes, Pierre-Jules Hetzel. comprometiéndose a escribir dos libros al año, a cambio de una sustanciosa remuneración. Nace así la co lección de Verne de “Viajes Extraordinarios”, dentro de la cual destacan. títulos como “ Viaje al centro de la tierra” (1864), “De la t ierra a la luna” (1865) o “ Veinte mil leguas de viaje submarino” (1870). Se relacionó con otros literatos de su época importantes como Víctor Hugo y Alejandro Dumas. Gozó Verne en vida de reconocimientos importantes, como lo prueba la concesión de la Legión de Honor en 1892. Véase,

Literatura.itematica.com/biografia/e1/julio-verne.

https://www.ciencia-ficcion.com/autores/vernej.html

8 “La Jangada, huit cents lieus sur l´A ma zone”, fue publicada en 1881. Véase la edic ión francesa en internet en:

jv.gilead.org.il/zydorczak/janga00.html

En 1905, año del fallec imiento de Verne, su hijo concluyó la edición de “Le phare du bout du monde”, cuya acción transcurría en Patagonia. En internet puede consultarse en:

https://fr.wikisource.org/wiki/Le_Phare_du_bout_du_monde

9 Jean Chaffanjon era hijo de padres campesinos y nació en Arnas en 1854. Debido a los escasos recursos económicos de la familia, sus estudios se limitaron a magisterio, aunque siempre se sintió interesado por las Ciencias Naturales. Debido a sus deseos de conocer mundo, consiguió ejercer de maestro en Martinica. Tras la trágica muerte de su mujer e hijo, a causa de la fiebre amarilla, solicitó un nuevo destino. En esta ocasión, 1884, se trasladó a Venezuela, formando parte de una misión para explorar la cuenca del Orinoco. Este sería el inicio de una larga serie de viajes. Véase CHAFFANJON, Jean: El Orinoco y el Caura. Relación de viajes realizados en 1886 y 1887 con 56 grabados y 2 mapas. Estudio preliminar de Miguel Ángel Perera. Caracas, Organización Orinoco, 1989, pp. 6-14.
10 August Ernest Morisot nació en la Borgoña francesa en 1857, en el seno de una modesta familia también. Trasladado a París, desde muy joven tuvo que ganarse la vida. En Lyon, tiempo después, ingresó en la Escuela de Bellas Artes. En 1885, deseando hacer fortuna, decidió responder al llamado de Jean Chaffanjon, que necesitaba los servicios de un pintor para su nueva travesía por el Orinoco. Véase, MORISOT, Auguste: Diario de Auguste Morisot (1886-1887): exploración de dos franceses a las fuentes del Orinoco. Estudio preliminar de Álvaro A. García Castro. Caracas, Fundación Cisneros; Bogotá, Planeta, 2002, pp. 17-18.
11 Sostuvo Chaffanjon haber alcanzado en solitario las fuentes del Orinoco, aunque no pudo ofrecer pruebas concluyentes que lo ratificaran. El escepticismo de sus colegas pronto se hizo notar, entre ellos la del geógrafo italiano Ermanno Stradelli, del que s e hará mención más adelante. Habrá que esperar a 1951, año de la expedición Franco-Venezolana para su descubrimiento de forma fehaciente. Contó con apoyo gubernamental y fue dirigida por Franz Risquez Iribarren. Véase:
12 La navegación de Chaffanjon- Morisot fue extremadamente dura pues fue realizada en la estación de las lluvias, lo que dificultaba y ralentizaba los desplazamientos. El 2 de julio anotaba Morisot:”Esta tarde nos azota un formidable ventarrón con lluvia, el chubasco más fuerte que hemos padecido hasta ahora. Casi nos hace zozobrar. Con mucho trabajo mantenemos la falca amarrada en la orilla. Los hombres están en el agua hasta medio cuerpo y sostienen la embarcación para que las aguas no la sumerjan. ¡Lluvia torrencial, vientos terribles!, ¡y qué olas! ¡Diablos! Nuestros instrumentos, nuestros efectos y ¿qué será de los documentos, de nuestra misión?”. Véase, MORISOT : Diario de Auguste…, p. 233
13 Morisot en sus anotaciones correspondientes al 12 de noviembre se refiere, con duros términos, a los indios que navegaban en la emba rcación: “ Dos veces me desperté de noche, la primera ve z que salí del mosquitero, todo estaba tranquilo, todos dormían. A la luz de la luna vi a los tres indios durmiendo enrollados en sus cobijas… pero la segunda vez, a las cuatro y med ia, la calma era demasiada. Me gana una sospecha. `Se escaparon como en Mapire´. De un salto estoy en mi curiara. Los canaletes desaparecidos, sus cosas también, no hay duda… Desperté a Chaffanjon, quien naturalmente no pudo más que constatar la triste realidad. Para huir, nuestros desertores se han llevado una de las dos curiaritas amarradas en la caleta. Después de deplorar este contratiempo y atribuirnos la culpa por nuestro exc eso de confianza (doble lección), buscamos la manera de remediar esta nueva defección; no es posible remontar el río con un solo remero; el joven Ángelo y los dos timoneles de cada curiara; Manuel y Chacón, todos tres racionales venezolanos ”. Véase, MORISOT : Diario de Auguste… p. 318 (El subrayado es nuestro).
14 El 21 de junio escribía Auguste Morisot: “Nosotros dos colgamos nuestras hamacas del pequeño mástil y de las cuerdas de estribor. Chaffanjon encima de la parte delantera donde duermen los hombres so bre las tablas del suelo y yo por encima de la carroza al alcance directo de los efluvios putrefactos de la carne en descomposición –cada día el olor se hace más nauseabundo-. Durante mis permanencias diarias sobre la carroza de la embarcación, este olor me incomoda mucho, ya que no me acostumbro a él, pero sacrifico el olfato por la vista. Prefiero padecer y estar en el mejor lugar para ver desfilar la ribera, disfrutar el paisaje, las maniobras, dibujar, escribir libremente sin molestias, a no ser por las lianas. Pese al mal olor, la noche fue muy buena, fresca” Véase, MORISOT : Diario de Auguste…, p.217.
15 En e l capítulo 11, por e jemplo, mencionaba Chaffan jon las pictografías de Caicara : “ El 22 de julio llegamos a Caicara, una localidad bastante importante, situada al pie del cerro homónimo, a orillas del Orinoco que lo inunda casi todos los años… En las laderas de una roca que mira hacia e l sol poniente y en las riberas del río se pueden ver inscripciones características que se remontan a una época remota… A todas estas pictografías, se les puede atribuir un carácter religioso. El sol, la luna, círculos paralelos, y otras tantas figuras emblemát icas que a mi modo de ver representan a Dios y la Eternidad. Todos los indígenas tienen la idea de una fuerza elemental…” Véase CHAFFA NJON, El Orinoco y el.., p. 147
16 De los Yaruros decía Chaffanjon en el capítulo 12: “El aspecto de estos aborígenes no tiene nada de agradable. Mal hechos, con un vientre muy abultado, unas piernas delgaduchas y unos pies torcidos hac ia adentro. El cuerpo está cubierto con manchas azuladas, tatuajes naturales causados por el carate, una enfermedad hereditaria producida por la antropofagia, según dicen unos, y por la carne de monos, según otros” Véase CHAFFANJON, El Orinoco y el …, p. 156
17 Si conoció desde luego Verne la obra de Chaffanjon, porque expresamente la cita en la página 158.
18 El personaje principal de la novela de Verne es Juan (a) de Kermor que viaja, buscando a su padre, a San Fernando de Atabapo en compañía del sargento, y supuesto tío, Marcial, su protector. Se les unirá el grupo de geógrafos de Ciudad Bolivar, integrado por Miguel, Felipe y Barinas, y, en último término, los exploradores franceses Jacques Helloch y German Paterne
19 En el capítulo que hace el número 15 de “El Soberbio Orinoco”, los viajeros llegan a San Fernando de Atabapo, lugar del que hacen una pequeña descripción: “ La población de San Fernando comprende algunas familias de origen blanco, y cierto número de negros y de indios; éstos últimos pertenecientes, en su mayor parte, a la tribu de los banivas… Aunque los edificios de San Fernando no merezcan más que el nombre de casas o cabañas, algunas hay bastante cómodas y presentables. Los tres geógrafos encontraron domicilio en casa del gobernador. Este alto personaje tuvo a honra albergar a los tres notables de Ciudad Bolivar…” p. 129. En el capítulo 18, otro ejemplo, hacen escala en Danaco, Alto Orinoco, donde son recibidos por el mestizo Manuel Asunción, delegado venezolano, visitando la explotación de caucho de Monsieur Truchon, pp. 156- 165.
20 “… Durante tres horas el lejano rumor fue en aumento de manera extraña. Parec ía que se efectuaba una especie de deslizamiento, un poderoso arrastre en la superficie del territorio. Pesado y cadencioso, ese deslizamiento se transmit ía hasta la ribera derecha del río, como si el suelo estuviera turboso. Muy admisible era atribuir las sacudidas a un temblor de tierra cuyo centro se encontrara en la sierra Matapey… las tortugas avanzaban en masa compacta, oprimidas las unas contra las otras. Resultaban una inmensa superficie de escamas que cubría varios kilómetros cuadrados y que se movía. Sobre esta superficie movible se agitaba un centenar de animales, los que, para evitar ser aplastados, habían buscado refugio en ella”, pp. 69 y 72.
21 …"Estas precauciones no habían alejado todo peligro. Había otros… Arrastradas con fuerza, barridas por olas tan impetuosas como las de un océano, las falcas se arrojaron unas contra otras, se chocaron, amenazando abrirse o estrellarse contra los arrecifes de la ribera derecha… El joven (Juan de Kermor) había conservado su sangre fría, mientras el sargento Marcial sentía que la suya le abandonaba. Había abandonado también el cobertizo, y estaba montado en los largueros de popa. Veía el pe ligro, y no le volvía la espalda…”, pp. 124- 125.
23 “El Soberbio Orinoco”, p.219. El subrayado es nuestro.
24 El conde Ermanno Stradelli (1852- 1926) pertenecía a una familia noble de Lombardía. A pesar de la resistencia de su familia, se convirtió en explorador y se radicó en Brasil. Fue un gran estudioso y fotógrafo de la Amazonía y sus culturas indígenas. Igualmente se interesó por el enigma de las fuentes del

Orinoco www.memorial.org.br/2013/04/ermanno-stradellii-1852-1926

https://es.scribd.com/doc/86165167/ERMANDO-STRADELLI-FOLLETO

http://www.archiviofotografico.societageografica.it/index.php?it/264/ermanno-stradelli-borgotaro-piacenza-1852-manaus-1926

Notas de autor
* Doctora en Historia por la Universidad de Granada.









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