Secciones
Referencias
Resumen
Servicios
Buscar
Fuente


Prácticas clientelares como estrategia de control de la democracia en el gobierno de México
Clientelism Practices as a Strategy for the Control of Democracy in the Mexican Government
Iberoforum. Revista de Ciencias Sociales, vol. 4, núm. 2, pp. 1-27, 2024
Universidad Iberoamericana, Ciudad de México

Dossier


Recepción: 16 Abril 2024

Aprobación: 04 Julio 2024

Publicación: 19 Septiembre 2024

Resumen: El populismo y la narrativa contra la corrupción del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) han logrado ganarse la confianza de aquéllos que reciben apoyos por programas sociales. Ha ejercido el poder con un total control, al grado de conducir su gobierno hacia el clientelismo derivado del uso político en dichos programas, convirtiéndolo en una estrategia que garantiza el voto. Su administración se conoce como el “gobierno de la mayoría” porque es la militancia del partido, más los beneficiados que participan en el clientelismo. El presente análisis identifica las diferentes formas en las que se ha practicado el clientelismo político por parte de los expresidentes de México desde Carlos Salinas de Gortari hasta el actual gobernante. La metodología utilizada se basa en el método hermenéutico-interpretativo, así como en el método comparativo con diseño no experimental; además, parte del enfoque cualitativo de alcance descriptivo. Los principales resultados muestran que el clientelismo político más exitoso ocurrió con Carlos Salinas de Gortari y Andrés Manuel López Obrador, ya que ejercieron democracias con rasgos autoritarios; los autores revisados reconocen que el que controla el poder es el presidente, no el partido ni otros grupos o élites.

Palabras clave: Clientelismo, programas sociales, corrupción, reciprocidad, intercambio, Clientelism, social programs, corruption, reciprocity, exchange.

Abstract: The populism and anti-corruption narrative of President Andrés Manuel López Obrador (AMLO) have managed to gain the trust of those who receive support for social programs. He has exercised power with total control, to the point of leading his government towards clientelism derived from political use in said programs, turning it into a strategy that guarantees the vote. His administration is known as the “government of the majority” because it is the militancy of the party, plus the beneficiaries who participate in clientelism. The present analysis identifies the different ways in which political clientelism has been practiced by the former presidents of Mexico from Carlos Salinas de Gortari to the current ruler. The methodology used is based on the hermeneutic-interpretive method as well as the comparative method with a non-experimental design; furthermore, it is based on the qualitative approach of descriptive scope. The main results show that the most successful political clientelism occurred with Carlos Salinas de Gortari and Andrés Manuel López Obrador, since they exercised democracies with authoritarian features; the authors reviewed recognize that the one who controls power is the president, not the party or other groups or elites.

Introducción

La investigación documental realizada confirma que el clientelismo político existe, aunque no se visibiliza directamente en las políticas del gobierno. Éste puede ser definido como “las acciones de intercambio de bienes y servicios a cambio de apoyo político y de votos” (Schröter, 2010, p. 142). Se expone el atributo de reciprocidad y dependencia mutua que incluye el ofrecimiento de ciertos servicios o beneficios a cambio de la voluntad limitada.

El objetivo de este trabajo es comparar los atributos del clientelismo político en el periodo de 1988 a 2019 a partir de dos preguntas: ¿qué cambios experimentó el clientelismo en estos años? y ¿qué tan determinante ha sido su éxito en la elección presidencial y extensión de poder político del gobierno oficial? Las respuestas nos permitirán conocer las influencias que incidieron en su desarrollo, dilucidar el grado de madurez institucional del “fantasma del clientelismo” (Schröter, 2010, p. 141), así como hacer una ponderación —si bien indirecta— del poder del presidente y del partido oficial que nos permita comprender mejor y facilite, como sugiere Schröter (2010), “hacer visible el cambio y la adaptación del concepto clientelismo a ambientes más autoritarios o democráticos, y […] ubicar al fantasma del clientelismo” (p. 170).

El estudio está estructurado bajo un diseño de investigación no experimental, por lo que no cuenta con una manipulación en las variables, ya que los datos sólo son observados. Es una investigación de tipo cualitativa de alcance descriptivo; para ello, se utilizó el método hermenéutico con la técnica comparativa, lo que permite ubicar semejanzas y diferencias con la finalidad de visualizar tendencias en torno al fenómeno estudiado para identificar las características de los últimos seis expresidentes de México en sus periodos de mandato valorando los atributos clave que distinguen al clientelismo de otras acciones. Posteriormente, se contrastaron las acciones de dichos gobernantes de sistema nominal democrático para reflexionar así sobre el éxito que tuvieron respecto a los que fracasaron en la reciente elección, así como el tipo de relación en la que se respalda el compromiso del vínculo generado por acciones políticas. Esto nos acercará a una reflexión sobre el clientelismo político y los impactos nocivos a largo plazo en la democracia.

El análisis sobre lo que puede dañar a la democracia representativa nos lleva a dos supuestos: 1) el clientelismo político ha permanecido porque se sostiene en el control de los bienes públicos y los intercambios de favores, y 2) el clientelismo político ha condicionado a los sujetos a ser impedidos de la participación política autónoma y colectiva.

¿En dónde radica el problema?

El clientelismo vuelve disfuncional el ejercicio de la cultura política por la carencia efectiva de derechos. Modifica la emancipación de la ciudadanía, lo que genera que, en la arquitectura de la agenda pública, se denote una sociedad que no logra empoderarse para participar activamente en la elección libre de un candidato.

Su práctica continuada y sistemática va alejando al ciudadano de sus deberes cívicos o para con la sociedad, lo que propicia en los ciudadanos sentimientos y emociones de estar convencidos de que su voto sólo cuenta para no perder el beneficio que reciben.

Parece que existe una gran espiral instrumental que reproduce un ciclo perverso en donde participa el populismo asociado con la ignorancia y la corrupción, que oculta el clientelismo asociado al patronazgo y al autoritarismo, entre otros males sociales. Desde los gobiernos mayoritarios de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) hasta el actual Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), el clientelismo político ha sido utilizado por medio de los programas sociales como estrategia para figurar en la plataforma electoral. Otros problemas que secundan a los ya mencionados son la actual provocación al ciudadano para dejar de ser económicamente activo e independiente, la pérdida de honorabilidad a la patria o valor cívico por convicción, la manipulación intelectual para mantener convencido y sosegado al votante, el desperdicio intelectual y creativo de los jóvenes y los adultos mayores como principales beneficiados de la “retribución” por el voto, entre otros.

Respecto al control de la democracia, ahora se presenta un fenómeno “lopezobradorista”, en cuyas acciones —su rol de popularidad, sus estrategias discursivas, las políticas públicas implementadas, la relación con la sociedad, la centralidad del líder, las fuentes de legitimidad y el componente cívico-militar (Aziz, 2008 p. 238)— se han fomentado, como rutinarias, las políticas del clientelismo.

Los tres partidos principales que han gobernado en México —PRI, PAN y MORENA— hacen la transición democrática involucrando estrategias con interés en el proceso electoral y esferas de formulación de políticas acordes a sus necesidades que perpetúan su poder. El rasgo fundacional de política programática inició con el PRI; posteriormente, el PAN intentó consolidar los vínculos, pero no fue sino hasta el obradorismo que se concretaron el vínculo y la participación a favor de su continuidad.

La corrupción como madre del clientelismo y como control de la democracia

Las elecciones libres, equitativas y auténticas son absolutamente necesarias para la democracia, ya que, si ésta se altera con actos corruptos o clientelares, la legitimidad de las votaciones no existe. En este contexto, Rivera (2017) afirma que, en México, la corrupción podría ser vista como un problema sin remedio al ser considerada como un fenómeno cultural que se manifiesta desde la clase política, por lo que la ciudadanía podría percibir que tiene pocos medios para enfrentarla. Afortunadamente, hay filtros que protegen la libertad del voto, como lo son el pluralismo político, la división de poderes y los organismos autónomos; sin embargo, todavía existen “pecados” políticos que la trastocan, como la corrupción, la cual ha estado presente siempre en México. Al respecto, Flores y Jiménez (2024, p. 52) señalan que “En el 2022, obtuvo 31 puntos de 100 posibles en el IPC posicionándose en el lugar número 126, a la par de naciones como Bolivia, Laos, Uzbekistán y Kenia”.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía ([INEGI], 2020), en el marco conceptual de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019, define la corrupción como un acto ilegal que ocurre cuando un servidor público abusa de sus funciones para obtener algún beneficio para sí mismo, sus familiares o conocidos; está vinculada con la gobernanza, la cual afecta la efectividad de las instituciones públicas a través del abuso del poder. En ese sentido, el control de la democracia se afirma en las apreciaciones previamente identificadas, con gran relatividad al clientelismo, ya que uno de los determinantes de la corrupción, según Al-Jundi et al. (2022), es la inestabilidad política que tiene un efecto directo. Por su parte, Castañeda (2016) y De Viteri y Bjornskov (2020) proponen fomentar la competencia partidista para disminuir la concentración de poder. Al respecto, Gnimassoun y Massil (2019) discuten que la democracia y la estabilidad política permiten que los funcionarios públicos tengan suficiente influencia en los ciudadanos.

A veces, el límite entre una u otra conducta —clientelismo y corrupción— puede ser difuso, pues ambas pueden manifestarse en una negociación realizada donde se aprovechan las múltiples ventajas y recursos, para finalmente desarrollar una actividad corrupta (Pedroza y Romero, 2018).

Prácticas clientelares y relaciones de intercambio político

El clientelismo político moderno representa un acto de corrupción; para prevenirlo, es necesario que se fortalezcan las políticas de rendición de cuentas, la cultura ética y la práctica de valores en el servicio público, reduciendo, así, el riesgo de que los ciudadanos sean víctimas de algún acto de intercambio y reciprocidad voluntaria.

Las prácticas del clientelismo son una realidad cotidiana en nuestra sociedad y se infiere que es difícil desprenderse de ellas; según Martínez (2021, p. 124), nos muestran la forma histórica en la que México ha expresado que “la política social como paliativo de las políticas económica, financiera y hasta laboral”. Como se observa, el clientelismo se practica en culturas como la mexicana, en las cuales persiste la falta de respeto a las reglas formales, convirtiéndose en un ideal para su sobrevivencia; por ello, “en términos de clientelismo político, como hemos señalado, se generan acciones como el fraude, la malversación de fondos, estafas y prácticas tales que lesionan seriamente, además de la economía, la credibilidad ciudadana y, con ello, a las instituciones, pero sobre todo, y lo que es peor, contribuyen a obstaculizar una consolidación democrática” (Audelo, 2004, p. 140).

La suposición abrumadora en la bibliografía consultada es que el clientelismo inhibe la participación política autónoma y es particularmente antagónica de la participación colectiva. Acción que desafía la actividad política, de acuerdo con el texto de Holzner (2023).

En México, el aparato clientelar histórico ha ejercido un control social y democrático a través de los catorce programas sociales activos, entre los que se encuentran Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF), y Bienestar y Sembrando Vida, creados bajo el régimen de política social. Para López (2023, p. 70) “han sido presa de denuncias, ya que tienden a reproducir dinámicas de política social corporativista, asistencialista y clientelar, así como también, se han visto sujetos a procesos de corrupción”; asimismo, “reproducen dinámicas corporativistas estratificadas y residualizadas bajo tres premisas centrales: corrupción, voluntad asistencialista y clientelismo político” (López, 2023, p. 60).

Las relaciones de intercambio político figuran, según Holzner (2023, p. 42), con el fin de movilizar a los ciudadanos: “Los estudios sobre la movilización clientelar se han enfocado casi exclusivamente en el clientelismo electoral, es decir, en los esfuerzos de los partidos y de los intermediarios para fomentar el voto y la participación en los actos de campaña”.

A continuación, se presenta la tabla 1 con una cronología teórica sobre las definiciones y tipos de clientelismo, así como el agente de intercambio realizado. Se muestra, asimismo, el discurso concreto de cada uno de los autores que determinan al agente de intercambio y las formas en las que se desarrolló el clientelismo en diferentes condiciones y periodos.

En esta tabla, se observa que la dimensión normativa es un cúmulo de expectativas valorativas acerca del comportamiento de los participantes con lo recibido, pues se sienten en deuda para regresar el favor. En este tipo de relaciones, la norma de reciprocidad es la garante de la culminación del trato hacia los clientes; así, sus “principios operadores son: la expectativa de futuro, la memoria de intercambios y la reciprocidad que produce lealtades” (Zapata, 2016, p. 169).

A nivel individual, se cree que el clientelismo inhibe el desarrollo de actitudes y preferencias políticas, que son importantes motivadores de formas no electorales de participación ciudadana, como lo expresa Ruth (2016). De hecho, la autora encuentra que la membresía organizacional —no la pobreza ni la actividad partidista— es el predictor más fuerte de la exposición a la compra de votos en América Latina. Esto tiene sentido, ya que las organizaciones aumentan tanto la efectividad como la eficiencia de los intercambios clientelistas, dando a los corredores fuertes incentivos para trabajar a través de las organizaciones (Boulding y Holzner, 2020).

Tabla 1.
Clasificación del clientelismo según el agente y el objeto del intercambio

Fuente: Elaboración propia

Diseño metodológico

Ésta es una investigación de tipo cualitativo de alcance descriptivo con base en el método hermenéutico-interpretativo, así como en el método comparativo, propio de la disciplina política. Según Cárcamo (2005), a través de la hermenéutica, el investigador procura comprender los textos mediante el ejercicio interpretativo intencional y contextual. En este estudio se propone desarrollar la inteligibilidad del contenido en el texto utilizando la comparación para analizar las diferencias y similitudes de acuerdo con John Stuart Mill, quien confirma que la comparación es siempre útil para alcanzar el objetivo de una investigación, pues permite identificar semejanzas y diferencias, y otorga la posibilidad de controlar variables (citado en Pérez, 2009).

Para realizar un óptimo proceso del método comparativo, el aspecto conceptual resulta fundamental, así como la clasificación de casos, conceptos y variables, es decir, la operacionalización. En pocas palabras, “la estructura teórica resulta fundamental, así como la formulación de hipótesis, la cual se apoya en estudios precedentes” (Morlino, 2010, p. 22). Para este autor, debe existir un número reducido de casos (entre dos y veinte), ya que el método comparativo se utiliza para investigaciones con recursos modestos; por lo tanto, lo más recomendable es reducir el número de variables basándose en el contexto y en la teoría.

En este análisis, como lo recomienda la bibliografía sobre el método comparativo, se trabaja con seis casos: los presidentes de México entre 1988 y 2019. En tal sentido, la técnica de “muchas variables, pocos casos” permite lograr analogías profundas. Los resultados del estudio se basan en el método comparativo; los hallazgos nos permiten explicar esquemas y regularidades entre distintos atributos que marcaron acciones políticas, el uso de bienes públicos e institucionales en cada periodo oficial —es decir, por presidente o por caso—, así como identificar las variables independientes que pueden explicar las dependientes (resultados).

Resultados

Sustentamos nuestra reflexión con la aportación de Schröter (2010, p. 141), quien estructura el clientelismo dentro de una dimensión normativa: se refiere al valor simbólico del intercambio entre el patrón y el cliente, quienes perciben la reciprocidad como una obligación moral, al asumir que es una relación clientelar moralmente correcta. Desde esta posición, el clientelismo se justifica como parte de la cultura política mexicana.

Si bien la ejecución de prácticas clientelistas por parte de los presidentes de México Vicente Fox, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador es objeto de debate y controversia (véase Aziz, 2008, p. 237), a continuación, se presenta un esquema por cada caso mediante el análisis de la gestión de los programas sociales que abanderan la gobernabilidad por sexenio. Es importante destacar que el clientelismo político es una práctica que puede encontrarse en diferentes partidos y épocas, por lo que no está limitado a una única fuerza política; sin embargo, podemos hacer un esbozo general del clientelismo político en México durante las mencionadas épocas.

Como lo señalamos antes, el clientelismo político puede utilizar los bienes públicos como un instrumento de persuasión para influir en las conductas de los ciudadanos y de los representantes de éstos (Schröter, 2010). Se genera cuando ambos han estado sometidos a un poder económico del cual depende su subsistencia. Algunas investigaciones han constatado que, tanto a nivel microsocial como a nivel macrosocial, diferentes estructuras institucionales generan comportamientos diferentes en los individuos (Levy y Rodríguez, 2004).

Tabla 2.
Comportamiento del clientelismo político en el periodo de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)

Fuente: Elaboración propia con base en Alarcón (1995)

La tabla resume que en el sexenio de Salinas de Gortari, el clientelismo fue de tipo horizontal: se intercambiaron votos por beneficios a través de recursos públicos administrados por políticos. Schröter (2010) lo llama “clientelismo moderno”, pues los actores no tienen una relación cara a cara. En esta época, la reciprocidad consistió en un clientelismo estructural, dado que participaban las organizaciones públicas, las cuales controlaban la democracia.

Tabla 3.
Comportamiento del clientelismo político en el periodo de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000)

Fuente: Elaboración propia con información de Hevia de la Jara (2009a y 2009b) y Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social ([CONEVAL], 2019)

Tabla 4.
Comportamiento del clientelismo político en los periodos de Vicente Fox Quesada (2000-2006) y Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012)

Fuente: Elaboración propia con información de Hevia de la Jara (2009a) y Secretaría de Desarrollo Social [Sedesol] (2017)

El gabinete de Fox fue integrado por un 74 % de secretarios sin militancia panista; por el contrario, el de Calderón sumó 79 % de secretarios con militancia. En el caso de Felipe Calderón, los Secretarios de Estado, más que ser designados como consecuencia de la deliberación al interior del partido, fueron nombrados a partir de la relación estrecha con el presidente de la República. (Fitz y Reveles, 2014, p. 152) (Ver tabla 9)

os dos gobiernos panistas, la aceptación negativa del patronazgo (Romero, 2007, p. 7) se manifestó a través del aumento de plazas en la Administración Pública Federal, el cual fue del 127 % (de 4 mil 177 puestos laborales a 9 mil 498). Puede suponerse que las plazas laborales representaron un recurso de negociación tanto para el partido como para los responsables de secretarías, y por supuesto para el presidente de la República. (Fitz y Reveles, 2014, p. 153)

Esto representa un clientelismo horizontal donde se utilizaron recursos públicos, lo que implica actos de corrupción en los sexenios donde gobernó el PAN; como señala Valdez (2021): “para que exista corrupción la persona que actúe de manera corrupta tiene que estar en una posición de poder o tener un grado de decisión respecto de alguna acción en función de obtener un beneficio” (p. 145).

Tabla 5.
Comportamiento del clientelismo político en el periodo de Enrique Peña Nieto (2012-2018)

Fuente: Elaboración propia con base en documentos de CONEVAL (2017) y Gobierno de México (2016)

Tabla 6.
Comportamiento del clientelismo político en el periodo de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024)

Fuente: Elaboración propia con base en documentos de CONEVAL (2017) y Diario Oficial de la Federación, 2020

Conforme a lo que se señala en las tablas anteriores, la distribución de recursos está sujeta a la agenda política, a la elaboración de los planes respectivos y a las decisiones de quienes ostentan el poder; siendo el ciudadano, a través de sus necesidades, exigencias y participación, quien determina la primacía de los programas públicos. Entonces, en el mandato de AMLO, no está en juego la racionalidad de los ciudadanos cuando eligieron a su gobernante, sino los afectos comunes formados a través del clientelismo político que ha manipulado, ya que es lo que determinó su éxito persistente en México. Esta visión es nociva para la política democrática representativa porque un actor que participa con su voto condicionado sólo garantiza que esta estructura continúe sexenio a sexenio.

Aunque muchos estudios enfatizan la naturaleza individual y particularista de los intercambios clientelistas, la realidad es que el clientelismo a menudo opera a través de organizaciones comunitarias tanto partidistas como no partidistas, donde los líderes organizacionales sirven como intermediarios en los intercambios clientelistas (Auyero, 2000; Cornelius, 2002; Hilgers, 2009). Al respecto, Gamallo (2023) afirma que con la democracia se come, se educa y se cura; aún más: se jubila, se reciben apoyos monetarios, se cursa la universidad y se llevan a cabo otros muchos actos que hemos inventariado; aunque éstos constituyen logros relevantes, son dramática y pronunciadamente desiguales en términos de acceso y resultados.

A partir del análisis documental, la reflexión se dirige en torno a los partidos políticos PRI, PAN y MORENA, según se muestra a continuación en las tablas. Derivado del análisis hermenéutico, como síntesis de los resultados obtenidos, estas tablas presentan la percepción propia basada en las acciones de cada presidente en turno, así como la forma en que los seis casos estudiados promueven la acción programática con el poder derivado del control de la mayoría parlamentaria.

En la tabla 7 se da cuenta de los atributos del clientelismo político; éstos no se limitan exclusivamente a México, sino que son características comunes en muchos sistemas políticos alrededor del mundo; son atributos que contribuyen a que se perpetúe un sistema político clientelar, en el cual el intercambio de favores y el control de recursos públicos son pilares para mantener el poder político. En dicha tabla se puede distinguir la relación que forma cada gobernante con los sujetos; por ejemplo, AMLO se presenta como el presidente mayormente aceptado por el tipo de clientelismo que construye con los sujetos (clientes).

Tabla 7.
Comparaciones de clientelismo por atributos por gobernante en México

Atributos: A: paternalismo; B: intercambio de favores; C: redes informales; D: sometimiento; E: uso de recursos públicos; F: control territorial; G: desigualdad y exclusión; H: resultados: generar vínculo de reciprocidad entre los ciudadanos y el presidente; I: resultados: generar confianza de retribución mediante votos en las elecciones.

Simbología: S: sí; M: tal vez; N: no; N/A: no aplica.

Fuente: Elaboración propia a partir de la investigación documental

Encontramos nueve dimensiones entrelazadas en los atributos del clientelismo político en México para cada uno de los presidentes, simplificando su presentación. La relación con los ciudadanos que reciben el beneficio de un programa social, así como el presidente en turno, no siempre garantizan que los sujetos acudirán a votar por la continuidad del partido; por el contrario, hay un control cuando se amplía aún más este sector público con la intervención fija y recurrente del programa social.

Derivado de la investigación documental, se observa que el presidente en turno desarrolla un papel dominante respecto a los partidos políticos, incluso ante los empresarios que están a su alrededor en situación de recibir apoyo condicionado. Lo anterior nos lleva al discurso de Pedroza y Romero (2018), quienes sostienen que el clientelismo aleja al ciudadano del civismo, conduciendo a su despersonalización política, al sustituir su voluntad política, su derecho participativo y su criterio personal por la voluntad de quien lo practica en provecho corporativo e individual.

Triangulando los hallazgos con la investigación de Graziano (1975), el clientelismo genera una dialéctica entre el líder y sus seguidores, y permite a estos últimos lograr el acceso a recursos escasos de orden económico. Empero, estos recursos no son siempre cuantificables ni inmediatos; por el contrario, están sometidos a la economía de la oferta y la demanda, a la tensión histórica dentro de un país.

Para ampliar esa definición básica, el clientelismo se caracteriza por seis atributos: asimetría social de los socios, reciprocidad del intercambio, dependencia mutua, carácter personal, informalidad y voluntad limitada (Schöter, 2010); más dos vínculos que explican esta relación paradójica: confianza mutua y lealtad como características definitorias adicionales.

La tabla 8 recoge los datos para formular los atributos del tipo de clientelismo político en México en cada uno de los seis periodos presidenciales. Para ello, fue necesario hacer una selección simplificada para identificar empíricamente las acciones más relevantes que garantizaron el éxito clientelista en la democracia electoral.

Tabla 8.
Correlación de clientelismo político y acciones presidenciales

Acciones: A) una acción organizada no espontánea; B) el presidente y el partido la inician; C) intercambio de bienes o favores; D) coerción o amenaza por voto; E) uso de recursos públicos; F) objetivo: lograr votos para el partido en turno; G) propósito: ampliar el poder ejecutivo o extender el gobierno; H) resultados: ciudadanos inhibidos de la participación política autónoma y colectiva; I) resultados: continuar y ampliar el poder ejecutivo y legislativo por participación política condicionada.

Simbología: S: sí; M: tal vez, N: no; N/A: no aplica.

Fuente: Elaboración propia a partir de la información documental

De acuerdo con el análisis de la información bibliográfica consultada, la tabla 8 nos dice que el clientelismo político más exitoso ocurrió con Carlos Salinas de Gortari y Andrés Manuel López Obrador, ya que son líderes con rasgos autoritarios; las personas reconocen que, una vez que asumieron el cargo de presidente, fueron quienes controlaron el poder ejecutivo, no así el partido ni otros grupos o élites.

Los individuos atrapados en redes clientelistas renuncian a largo plazo a las preferencias políticas y representación porque están interesados principalmente en asegurar recursos materiales inmediatos y permanecer desinteresados e inconscientes de implicaciones políticas, etiquetas partidarias o debates ideológicos más amplios (Holzner, 2023). Además, los individuos atrapados en redes clientelistas no necesitan desarrollar conocimientos de política para participar, ya que los intermediarios organizan y coordinan su participación.

Con el fin de argumentar si tienen o no mayoría parlamentaria y demostrar por qué la acción programática de beneficiario y benefactor se cumple, el presidente legisla a su favor, recibe votos de los que son beneficiarios, con la autoridad de control de la mayoría parlamentaria.

Por ello, el México posrevolucionario ha podido sostener la presencia de un partido político de masas clientelar y corporativo, cuyo poder en teoría aglutina a una sociedad civil enormemente dispersa —horizontalmente hablando—, pero sin otorgar en la práctica derechos reales a una verdadera ciudadanía política que por ahora es muy compacta y poco estimulada para abandonar los todavía altos niveles de organización clientelista y de oferta electoral ofrecidos por el PRI. (Alarcón, 1995, p. 18).

La tabla 9 muestra la distribución preliminar de candidaturas a diputados federales del PRI por sectores (en porcentajes y números absolutos), calculada sobre la base de trescientos diputados electos.

Tabla 9.
Distribución de candidaturas a diputados federales del PRI por sectores (en porcentajes y números absolutos)

Fuente: Reyes del Campillo (1993), p. 77

Uso político de programas sociales: clientelismo oficialmente otorgado

Como es un acto de corrupción, la “compra” de votos supone que esta acción es un complejo intercambio entre compradores y vendedores para generar confianza en el gobernante (Auyero, 1999). Por ello, se ideó el uso político-electoral como “estrategia” de combate a la pobreza; el PRONASOL, así como su débil impacto en la superación de la pobreza, generaron en los creadores de Progresa la intención de diferenciarse de PRONASOL, lo cual definió dimensiones centrales de su diseño (Hevia, 2010).

Así, las acciones diferenciadoras fueron concebir a la familia, y no a la comunidad, como el foco de intervención, así como limitar toda posibilidad de intermediación entre el gobierno federal y las familias beneficiarias. El argumento principal fue que, al transferir el dinero directamente a las familias, el programa no precisaba de estructuras de intermediación local (Levy y Rodríguez, 2004).

nizado de expectativas y creencias entre los ciudadanos y su representante; este sistema involucra la capacidad de despertar emociones comunes, sentirse parte de la política social e identificarse con ella. Es así como el clientelismo político ha sido una constante en la política mexicana a lo largo del tiempo y ha sido utilizado por diferentes partidos políticos para obtener y mantener el apoyo del voto.

Es interesante observar cómo el clientelismo político ha formado estructuras que construyen un sistema organizado de expectativas y creencias entre los ciudadanos y su representante; este sistema involucra la capacidad de despertar emociones comunes, sentirse parte de la política social e identificarse con ella. Es así como el clientelismo político ha sido una constante en la política mexicana a lo largo del tiempo y ha sido utilizado por diferentes partidos políticos para obtener y mantener el apoyo del voto.

De acuerdo con lo que señala CONEVAL (2019), “La hipótesis a prueba es si el aumento del PB (2003-2006) estuvo correlacionado con aumentos en los votos para el PAN (entre 2000 y 2006), ambas variables a nivel municipal. Encontramos una significativa relación entre el aumento del PB a nivel municipal y el incremento en los votos municipales por el PAN en las elecciones de 2006” (p. 183). Esto supone que, a cada beneficiario adicional en los municipios a escala nacional, se asocia un aumento de votos por el PAN (Hernández et al., 2019). “Dentro de estas complejas tramas que se activan en épocas electorales, la labor de los intermediarios resulta central para poder explicar cómo operan las instancias que permiten el uso clientelar de los programas sociales” (Hevia, 2010, p. 120); esos intermediarios son las dependencias que operan el programa y otorgan el recurso.

En la elección de 2018, MORENA compitió por primera vez por la presidencia; a pesar de que era un partido nuevo, les ganó con un margen considerable a los partidos consolidados. Al respecto, Andrés Manuel López Obrador (2018) en su discurso durante la toma de posesión del cargo el 1 de diciembre, ante el Congreso de la Unión, como un intento de demostrar que había terminado el clientelismo político en México, declaró:

También transitamos hacia una verdadera democracia, se acabará la vergonzosa tradición de fraudes electorales. Las elecciones serán limpias y libres y quien utilice recursos públicos o privados para comprar votos y traficar con la pobreza de la gente o el que utilice el presupuesto para favorecer a candidatos o partidos, irá a la cárcel sin derecho a fianza.

Con ese discurso, motivaba a los ciudadanos, pidiendo en reciprocidad el favor del voto. Aunque en el nivel más popular, el discurso se tornó prometedor, a lo largo de su gestión presidencial se fue esfumando la credibilidad de los ciudadanos; entre la población vulnerable, persiste la decisión de regalarle el voto al partido que represente los apoyos recibidos.

Los presidentes que tienen mayoría parlamentaria usan el gasto público para asegurar la continuidad de su partido. Tanto en los periodos de los ochenta y noventa (PRI), los dos mil (PAN) y en el actual (MORENA), cada partido ha contado con la mayoría porcentual y representatividad partidista, lo que conlleva la manipulación e inclinación partidista en las cámaras.

Respecto a los programas sociales de bienestar, en la tabla 10 se presentan los beneficios que ofrece actualmente el presidente para garantizar la continuidad de su partido, con el fin de garantizar la continuidad de su partido, utilizando recursos federales con tintes clientelares, lo cual favoreció a Claudia Sheinbaum, presidenta electa.

Tabla 10.
Listado del presupuesto público utilizado en programas sociales para el desarrollo que se ofrecen en el periodo de AMLO

Fuente: Elaboración propia con información de Secretaría de Bienestar (2023)

Conclusión

El clientelismo político en México no sólo se presenta en periodo de elecciones, sino que está en la política mexicana durante todo el sexenio presidencial por considerarse parte de la cultura política. Al analizar los elementos clave de una ventaja de poder, queda claro que el que gana ajusta planes de desarrollo y alinea los programas sociales para que jueguen a su favor. Esto se ajusta perfectamente a la definición de clientelismo.

En similitud con Shepsle (1979), se ha sostenido que los partidos que se generan desde dentro de una coalición gobernante, con ambiciones electorales inmediatas, tienden a no invertir en estructuras partidarias para otorgar espacio a aliados organizacionales en el liderazgo y la formulación de políticas del partido. Ilustra esta tendencia el caso del PRD, que, en general, no logró producir instituciones para la incorporación de aliados organizacionales (campesinos disidentes, asociaciones), prefiriendo negociar a corto plazo basado “en el patrocinio de vínculos para movilizar a los votantes en elecciones muy disputadas” (Palmer-Rubin, 2022, p. 272).

Así, si resumimos qué es el clientelismo político, éste queda comprendido en el intercambio de beneficios tangibles e intangibles a cambio de votos o el obsequio de regalos.

Desde la disciplina política se propone sensibilizar a los ciudadanos para concientizar sobre la complicidad que se puede presentar al desarrollar actos de reciprocidad. Así mismo, activar líderes e identificar ciudadanos con iniciativas éticas que aporten soluciones democráticas. Es importante también involucrar a la población joven con espíritu entusiasta para que logre el beneficio colectivo, dejando de lado actividades clientelares en menosprecio de la política; ya que, al sentirse excluidos o no tomados en cuenta, su respuesta es la decepción de la actividad sociopolítica y, debido a ello, la no participación en procesos electorales —es decir, la abstención—.

Se proponen políticas públicas a través de asambleas de calle o de grupos de ciudadanos para generar, de forma consensuada, proyectos sociopolíticos capaces de obtener recursos económicos para su desarrollo y, por ende, trasladar el beneficio perseguido a toda la colectividad y no a un grupo particular. Igualmente, es menester establecer redes para ejercer un control social en la gestión pública, transformando mediante esta acción los niveles de ineficiencia en calidad de representatividad ciudadana.

Si bien el método cualitativo no proporciona todas las respuestas a cada caso, desde el método comparativo y la hermenéutica se buscó mostrar los atributos de cada partido que permiten dar cuenta del clientelismo político, el cual, si bien es un acto ilegal que se sostiene en la corrupción, se “justifica” por ser parte de la cultura política mexicana.

Primero, se observaron los programas que se han generado en México, como una historia sólida que nos permitiera trazar el proceso de incorporación de un sistema clientelar programático que impone demandas y posteriormente identificar a quienes dependen de los beneficios. Iniciamos con el presidente Carlos Salinas de Gortari —y su sucesor, también del PRI—, quien formalizó a los clientes del programa; luego pasamos a los presidentes del PAN, Vicente Fox y Felipe Calderón, quienes desarrollaron estrategias evaluadoras que moldearon su programa de bienestar social para garantizar la participación de los ciudadanos beneficiarios, así como sus vínculos con el gremio empresarial para buscar trayectorias y aumentar así la lista de militantes del partido.

Reflexionamos sobre los atributos y las condiciones para que se cumpla el clientelismo político, lo que evidencia que los sistemas de partidos políticos contradicen el modelo aclarativo del clientelismo político porque no se vota por ideologías, sino que los ciudadanos que se ven representados por el presidente López Obrador del partido MORENA se vinculan por sus intereses, emociones y expectativas personales, que sí influyen en la participación política. Asimismo, observamos que los beneficiarios de las acciones programáticas no se sienten sometidos, pues su relación está basada en la confianza y la lealtad, aunque claramente es una relación clientelar desigual, pero recíproca. Mantener el poder es el equilibrio de dicha relación.

Bibliografía

Al-Jundi, S., Shuhaiber, A., y Al-Emara, S. S. (2022). The effect of political instability and institutional weakness on administrative corruption. Contemporary Economics,16(2), 168-181. https://ce.vizja.pl/en/issues/volume/16/issue/2

Alarcón Olguín, V. (1995). El PRI en la presidencia de Carlos Salinas de Gortari (un balance sexenal). Estudios Políticos, (6), 11-44. https://doi.org/10.22201/fcpys.24484903e.1995.6.59586

Auyero, J. (1999). Estudios sobre clientelismo político contemporáneo. ¿Favores por votos? (pp. 12-39). Editorial Losada.

Auyero, J. (2000). Poor People's Politics, Peronist Survival Networks and the Legacy of Evita. Duke: Duke University Press.

Audelo Cruz, J. M. (2004). ¿Qué es clientelismo? Algunas claves para comprender la política en países en vías de desarrollo. Estudios sociales, 12(24), 124-142. https://www.redalyc.org/pdf/417/41751459004.pdf

Aziz, N. A. (2008). El eterno regreso del populismo. Espiral, estudios sobre estado y sociedad, 14(42), 237-240. http://espiral.cucsh.udg.mx/index.php/EEES/article/view/1369

Boulding, C., y Holzner, C. (2020). Community organizations and Latin America's poorest citizens: Voting, protesting, and contacting government, Latin American Politics and Society62(4), 98-125. https://doi.org/10.1017/lap.2020.17

Cárcamo, H. (2005). Hermenéutica y análisis cualitativo. Cinta de Moebio.Revista de Epistemología de Ciencias Sociales, (23), 204-216. https://auroradechile.uchile.cl/index.php/CDM/article/view/26081/27386

Castañeda, R. V. M. (2016). Una investigación sobre la corrupción pública y sus determinantes. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 61(227), 103-135. https://www.revistas.unam.mx/index.php/rmcpys/article/view/53844

Centro de Investigación para el Desarrollo [CIDAC]. s. f. http://cidac.org/

Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social [CONEVAL] (2017). Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2016. https://www.coneval.org.mx/EvaluacionDS/PP/CEIPP/IEPSM/Documents/IEPDS_2016.pdf

Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social [CONEVAL]. (2019). El Progresa-Oportunidades-Prospera, a veinte años de su creación. CONEVAL. https://www.coneval.org.mx/EvaluacionDS/PP/CEIPP/IEPSM/Documents/Libro_POP_20.pdf

Cornelius, W. (2002). La eficacia de la compra y coacción del voto en las elecciones mexicanas de 2000. Perfiles Latinoamericanos,20, 11-31. https://perfilesla.flacso.edu.mx/index.php/perfilesla/article/view/303

Corzo, S. (2002). El clientelismo político como intercambio. Instituto de Ciencias Políticas y Sociales.

Diario Oficial de la Federación [DOF] (2020) Programa Sectorial de Bienestar 2020-2024. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5595663&fecha=26/06/2020#gsc.tab=0

Fitz, P., y Reveles Vázquez, F. (2014). Los partidos en la democratización mexicana: logros y conflictos. El Cotidiano, (187), 151-164. https://www.redalyc.org/pdf/325/32531885010.pdf

Flores, H., y Jiménez, A. (2024). Determinantes de la corrupción en México: Aplicación con enfoque bayesiano. Ensayos Revista de Economía, 43(1), 51-82, https://doi.org/10.29105/ensayos43.1-3

Gamallo, G. (2023). Política social en democracia y expansión: expansión y malestar. Bordes, (28), 93-103. https://publicaciones.unpaz.edu.ar/OJS/index.php/bordes/article/view/1480

Gnimassoun, B., y Massil, J. K. (2019). Determinants of corruption: Can we put all countries in the same basket? The European Journal of Comparative Economics,16, 239-276.

Gobierno de México (2016). Conoce todo sobre Próspera. https://www.gob.mx/bienestar/es/articulos/conoce-todo-sobre-prospera

Graziano, L. (1975). A Conceptual Framework for the Study Clientelism. Universidad de Cornell. Estados Unidos de Norteamérica.

Hevia de la Jara, F. (2009a). De Progresa a Oportunidades: efectos y límites de la corriente cívica en el gobierno de Vicente Fox. Sociológica, 24(70), 43-81. https://www.scielo.org.mx/pdf/soc/v24n70/v24n70a3.pdf

Hevia de la Jara, F. (2009b) Contraloría social y control ciudadano en los Programas sociales. En David Gómez Álvarez (coord.). Candados y contrapesos. La protección deprogramas, políticas y derechos sociales en México y América Latina. (pp. 236-271). ITESO. https://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/bitstream/CLACSO/9143/1/pdf_1402.pdf

Hevia de la Jara, F. (2010). Uso político de programas sociales y nuevos intermediarios institucionales: El programa Progresa/Oportunidades en el sur de Veracruz. Desacatos, (34), 119-132. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2010000300008&lng=es&tlng=es

Hilgers, T. (2009). “Who is using whom?” Clientelism from the client's perspective. Journal of Iberian and Latin American Research, 15(1), 51-75. https://spectrum.library.concordia.ca/id/eprint/980962/1/Who%20is%20Using%20Whom.pdf

Holzner, C. A. (2023). Clientelist mobilization and political participation outside of the electoral arena. Revista Latinoamericana de Opinión Pública, 12(1), 41-68. https://doi.org/10.14201/rlop.31164

Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2020, 21 de mayo). Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019. https://inegi.org.mx/programas/encig/2019/#tabulados

Instituto Nacional Electoral (s. f.). Sistema de Consulta de la Estadística de las Elecciones. https://siceen21.ine.mx/home

Kitscheit, H. (2000). Linkages between citizens and politicians in democratic politics. Comparative Political Studies,33(6/7), 845-879. https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/001041400003300607

Levy, S., y Rodríguez, E. (2004). El Programa de Educación, Salud y Alimentación, PROGRESA. En S. Levy (ed.), Ensayos sobre el desarrollo económico y social de México (pp. 181-379). Fondo de Cultura Económica.

López, A. M. (2018, 1 de diciembre). Discurso de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Gobierno deMéxico. https://www.gob.mx/presidencia/articulos/discurso-de-andres-manuel-lopez-obrador-presidente-de-los-estados-unidos-mexicanos

López, J. C. (2023). Jóvenes Construyendo el Futuro: Un aparato clientelar de un régimen de política social en México. Revista Conjeturas Sociológicas, 11(31), 55-76. https://revistas.ues.edu.sv/index.php/conjsociologicas/article/view/2718

Martínez, M. (2021). La política social de la cuarta transformación en México. Un balance del primer año de gobierno de López Obrador. Revista Española de Ciencia Política, (55). 121-142. https://recyt.fecyt.es/index.php/recp/article/view/78627/64489

Morlino, L. (2010). Introducción a la investigación comparada. Alianza Editorial.

Palmer-Rubin, B. (2022). Evading the Patronage Trap: Interest Representation in Mexico. University of Michigan Press. https://doi.org/10.3998/mpub.12132850

Pedroza, E. A., y Romero, R. R. (2018). Clientelismo político en la gestión pública: Características y consecuencias como forma de dominación política. TELOS, 20(2), 330-355. http://agora.edu.es/servlet/articulo?codigo=6436415

Pérez, A. (2009). El método comparativo y el análisis de configuraciones causales. Revista Latinoamericana de Política Comparada, 3, 125-148. https://politicacomparada.com/ediciones_anteriores/Vol%203,%20Revista%20Lat.%20de%20Pol%C3%ADtica%20Comparada.pdf

Reyes del Campillo, J. (1993). El PRD: Su congreso y la autogestión de su candidato. En L. Valdés (coord.), Elecciones y partidos políticos en México, 1993. (pp. 202-208). Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.

Rivera Loret de Mola, G. (2017, 16 de agosto). Qué es la corrupción según los mexicanos. Nexos.http://www.nexos.com.mx/?p=33376

Romero, J. J. (2007). Clientelismo, patronazgo y justicia electoral en México. Una lectura institucionalista. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Ruth, S. P. (2016). Clientelism and the utility of the left-right dimension in Latin America. Latin American Politics and Society, 58(1), 72-97. https://doi.org/10.1111/j.1548-2456.2016.00300.x

Schröter, B. (2010). Clientelismo político: ¿Existe el fantasma y cómo se viste? Revista Mexicana de Sociología, 72(1), 141-175. http://dx.doi.org/10.22201/iis.01882503p.2010.001.17794

Secretaría de Bienestar. (2023). Secretaría de Bienestar. https://www.gob.mx/bienestar

Secretaría de Desarrollo Social [Sedesol]. (2017). Acuerdo por el que se emiten las Reglas de Operación de PROSPERA Programa de Inclusión Social, para el ejercicio fiscal 2018. Diario Oficial de la Federación. https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5509738&fecha=29/12/2017#gsc.tab=0

Shepsle, K. (1979). Institutional arrangements and equilibrium in multidimensional voting models. American Journal of Political Science,23(1), 27-59.

Stokes, S. C. (2007). Political clientelism. En S. Stokes y C. Boix (comps.), Handbook of Comparative Politics (pp. 604-627). Oxford University Press.

Valdez Huerta, A. E. (2021). El ABC de los OIC. Los órganos internos de control en México. Prometeo Ediciones.

Viteri, V. de, y Bjornskov, C. (2020). Constitutional power concentration and corruption: Evidence from Latin America and the Caribbean. Constitutional Political Economy,31(4), 509-536. https://link.springer.com/article/10.1007/s10602-020-09317-3

Zapata, E. (2016). Clientelismo político. Un concepto difuso pero útil para el análisis de la política local. Estudios Políticos, (49), 167-185. https://doi.org/10.17533/udea.espo.n49a09

Notas

1 Información de la Encuesta de Características Socioeconómicas de los Hogares (ENCASEH) (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2020), instrumento utilizado para la recolección de datos en el proceso de identificación de las familias beneficiarias de Progresa.
2 Según la Secretaría de Bienestar (2020), los módulos “serán 13 000 que atenderán a más de 180 000 comunidades del país y microrregiones rurales, mismos que atenderán en primera instancia las zonas más apartadas del país”

Notas de autor

* Licenciada en Psicología, maestra en Ciencia Política y estudiante del doctorado en Ciencia Política en la Universidad de Guadalajara (UdeG), México, en el Centro Universitario de la Ciénega (CUCiénaga), Jalisco. Docente en el Departamento de Comunicación y Psicología del CUCiénega. Presidente de la Academia de Lingüística en el Departamento de Psicología del CUCiénega. Sus principales áreas de trabajo son la educación y los entornos vulnerables, el desarrollo humano, la orientación familiar, los programas sociales, los adultos mayores en torno a la caracterización de su autopercepción en su articulación con las actuales dinámicas del funcionamiento estatal de la pensión de adultos mayores.
** Doctora en Cooperación y Bienestar Social por la Universidad de Oviedo, España. Profesora Investigadora Titular A, adscrita al departamento de negocios del CUCiénega, en la UdeG. Es investigadora nacional reconocida por el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), nivel candidato. Certificada por la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es perfil del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (PRODEP). Es miembro del cuerpo académico consolidado UDG-CA-562 Políticas Pública, Educación y Desarrollo Regional. Sus temas de investigación están relacionados con la inserción laboral, la innovación, las políticas públicas y el desarrollo regional desde el área empresarial y la educación. Miembro de la Red Internacional de Investigación, Latino-ibérica y Cultura Chicana (RELACI).


Buscar:
Ir a la Página
IR
Visor de artículos científicos generados a partir de XML-JATS por