Dossier

La herencia lexicográfica: compilaciones decimonónicas y su aporte a la lingüística de la lengua bribri

The Lexicographical Heritage: Nineteenth Century Compilations and their Contribution to the Linguistics of the Bribri Language

Julio Arias Cordero
Universidad de Costa Rica, Costa Rica

La herencia lexicográfica: compilaciones decimonónicas y su aporte a la lingüística de la lengua bribri

Indiana, vol. 36, núm. 2, pp. 69-99, 2019

Ibero-Amerikanisches Institut Preußischer Kulturbesitz

Recepción: 12 Julio 2019

Aprobación: 23 Agosto 2019

Resumen: El presente artículo se desprende de un proyecto de graduación que consiste en la edición y comentario lingüístico de la documentación del bribri realizada por Walter Lehmann y su consultor Juan Salas en 1907-1908: “Vokabularium der Bribri-Sprache”, que se conserva en un manuscrito inédito en la biblioteca del Instituto Ibero-Americano de Berlín (Signatura Y / 3009 [8]°). El texto fue transcrito, editado y se incluye en el anexo acompañado de una traducción al español. El estudio del texto consiste en una equivalencia grafemática para la transcripción y la descripción de varios fenómenos fonético-fonológicos. Además, se contextualiza el evento de documentación y la tradición científica en la que se desarrolla, así como el contexto histórico e intelectual de los registros tempranos más importantes de la lengua bribri. El análisis fonético-fonológico del “Vokabularium” parte de la comparación, tanto con la descripción actual de la lengua bribri, como con los demás registros tempranos existentes (anteriores a 1907). Para estos registros se consiguió información contextual en un intento por correlacionar las características dialectales observadas con el origen referido de los consultores. Se puede constatar un nivel de afinidad dialectal reconocible en la documentación de Lehmann con respecto a una u otra variante dialectal basándose en conjuntos de fenómenos fonético-fonológicos observables, tanto en otros registros tempranos, como en la variación diatópica descrita actualmente. Más datos para la adscripción dialectal de la variedad documentada por Lehmann y por otras documentaciones tempranas se desprenderán de un futuro análisis léxico del “Vokabularium”.

Palabras clave: lengua bribri, documentación lingüística, fonología, grafemática, historiografía, lexicografía, Costa Rica, siglos XIX - XX.

Abstract: ‘This article is part of an ongoing study on the edition and commentary of the Bribri documentation made by Walter Lehmann and his consultant Juan Salas in 1907-1908, the “Vokabularium der Bribri-Sprache”, which is preserved in a notebook in the library of the Iberoramerican Institute in Berlin (signature Y / 3009 [8]°). The text has been transcribed and edited and is presented together with a Spanish translation in the appendix to this volume. The study of the documentation establishes a graphematic equivalence for Lehmann’s phonetic alphabet and describes various phonetic-phonological traits observed in the vocabulary. The documentation and the research tradition in which it develops is contextualized in an earlier historical introduction through the most important early documentations of Bribri. Linguistic material found in this documentation is compared to both a modern description of the Bribri language and other early documentations (before 1907). It was possible to confirm some degree of phonological affinity between the documented form of the language and some other dialectal variant based on groups of phonetic-phonological traits verifiable in the early documentation and recurring in contemporary descriptions of diatopical variation. More data on the dialectal adscription of the language documented by Lehmann and other early researchers will emerge from a future analysis of the lexical corpus of the “Vokabularium”.

Keywords: Bribri language, language documentation, phonology, graphematics, historiography, lexicography, Costa Rica, 19th - 20th centuries.

Introducción

La documentación temprana del bribri es de especial interés para la historiografía lingüística de las lenguas indocostarricenses por exceder en cantidad, calidad y antigüedad al resto de compilaciones existentes. Desde una perspectiva histórica ofrece un testimonio del desarrollo de una tradición de conocimiento europeo acerca del mundo centroameri­cano y una mirada a la relación entre indígenas, extranjeros mestizos y europeos. Estos materiales lingüísticos son parte del legado científico-literario extranjero acerca del Sur de Centroamérica y se cuentan además entre los primeros testimonios lingüísticos en el siglo XIX para esta región.

Desde el punto de vista lingüístico, por tratarse de una línea de investigación que mantuvo continuidad, los materiales registrados son un conjunto afín, siguen modelos similares de anotación y comunicación de datos y se basan en un corpus compartido. Por estas razones resultan adecuados para el contraste con fuentes lexicográficas actuales. No obstante, el aporte documental de estas compilaciones tempranas no ha sido corroborado ni revisitado en estudios actuales.

El presente artículo ofrece un recuento panorámico de la documentación temprana de la lengua bribri compuesta por un corpus de cuatro registros realizados entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX. Se analizan los materiales legados por documentaciones mayores en las obras de Gabb (1875), Thiel (1884), Pittier (1898) y Lehmann (1909; 1920).1 El comentario historiográfico de estos registros contempla la situación socio-histórica en que se realizaron y, además, hace un recuento de la información recuperable en relación con los modelos de anotación y comunicación de datos. Por último, se ofrece un análisis lingüístico de una parte de los datos con el fin de proporcionar un aporte descriptivo. Con este fin se enfatiza en la compilación más precisa y acabada de este periodo (Lehmann 1920), la cual se enriquece con material no publicado por el autor (1909), el cual es consultable en la forma de manuscrito en el Instituto Ibero-Americano de Berlín2 y que aparece como anexo en la presente publicación.

Partiendo de un análisis grafemático de los materiales legados por Lehmann (1909) se determina un conjunto de rasgos fonético-fonológicos distintos a los descritos actualmente para las tres variedades dialectales del bribri (Jara Murillo 2004), y se observa, además, un rasgo nunca antes documentado. Estas particularidades se corroboran de manera parcial en los datos legados por autores anteriores (Gabb, Thiel, Pittier). Por otra parte, se observa también en los materiales de Lehmann (1909) un acervo léxico no documentado en fuentes lexicográficas actuales. Muchas de estas entradas particulares se repiten en fuentes decimonónicas anteriores y aparecen también en el actual diccionario cabécar, sugiriendo una mayor afinidad léxica entre el bribri y el cabécar proporcional a la antigüedad de los registros.

El bribri se ubica genealógicamente en la rama de las lenguas ístmicas en la macrofamilia chibchense, un amplio grupo de lenguas hablado por varios pueblos amerindios extendiéndose desde Honduras hasta el norte de Ecuador y abarcando la mayor parte de la zona istmo-colombiana. Dentro de la rama de las lenguas ístmicas se encuentra la subrama occidental, conocida también como talamanqueña y que abarca el bribri, cabécar, boruca y naso. Existe una relación muy estrecha entre los pueblos bribri y cabécar; estos comparten una larga historia por habitar territorios vecinos en la cordillera de Talamanca. Sus lenguas comparten rasgos fonológicos (Jara Murillo 1986) y un alto porcentaje de vocabulario, calculado en ca. 70 %, con una separación temporal de un milenio (Constenla Umaña 1985).

Los bribri habitan actualmente cuatro territorios, dos en la vertiente atlántica: Talamanca Bribri y Keköldi, y dos en la vertiente pacifica: Salitre y Cabagra, con una población total de 12 785 en el 2011 de los cuales el 54.7 % conserva la lengua (INEC 2011). Estudios sobre la situación sociolingüística y vitalidad de la lengua la consideran una lengua amenazada en estado de declinación (Margery 1993; Quesada Pacheco 2008; Sánchez Avendaño 2009). Existen tres variedades dialectales del bribri asociadas a clanes en particular, las variedades de Amubri (Am.) y Coroma (Co.) cuentan con la mayor población y son las variedades más divergentes, la otra, conocida como variedad de Salitre (Sa.), es hablada en la vertiente atlántica y tiene más afinidad con la variedad de Amubre (Jara Murillo 2004).

Figura 1.
Figura 1.

Ubicación geográfica de las comunidades bribri (mapa: Julio Arias Cordero y GustavoFernández Jiménez).

Materiales lingüísticos del bribri recopilados en el siglo XIX

La lengua del pueblo bribri en Talamanca en Costa Rica es una de las lenguas indígenas mejor documentadas en la Baja Centroamérica y posee una particular historia lexicográfica que comienza relativamente temprano en la Modernidad centroamericana. El volumen de información documental a finales del siglo XIX es mayor y considerablemente más detallado en comparación con las demás lenguas del sur de Centroamérica.

El volumen de información documental a finales del siglo XIX es mayor y considerablemente más detallado en Los primeros registros de la lengua se publican en relación con monografías etnográficas: Gabb (1875) y Bovallius (1885), y en relación con estudios o registros lingüísticos: Thiel (1884), Pittier (1898) y Lehmann (1909). Esta colección de documentos tempranos se ubica en una particular historia de la relación del pueblo bribri y otros pueblos talamanqueños con los extranjeros mestizos y europeos. En este contacto se manifiesta también una tradición de conocimiento europeo acerca del mundo centroamericano, que trata de abarcar su geografía, la naturaleza de sus recursos y la vida de sus habitantes. El desarrollo de esta tradición se aprecia particularmente en el caso de tres de las obras (Gabb, Pittier, Lehmann), las cuales puede considerarse que, por referir y fundamentarse muchas veces en su antecesora, resultan en la corroboración y ampliación de un corpus básico original, dándole cierta continuidad a una pionera compilación lexicográfica y a la investigación lingüística que la acompañaba.

Con el fin de sistematizar los datos transmitidos se presenta en primer lugar el contexto y condiciones en que se realizaron los registros del bribri citados. En esto se observan los intereses que mediaron cada una de las documentaciones y la relación establecida entre los investigadores y los consultores. Además, desde un punto de vista lexicográfico se resume la macroestructura de las obras y se describe la microestructura de las entradas, se mencionan los tipos de texto registrados y se explican los sistemas de transcripción. Por último, se ofrece un análisis fonológico de los datos antiguos en comparación con registros actuales. Las fuentes contemporáneas utilizadas son Constenla Umaña (1981), Margery (1996), Constenla Umaña, Elizondo Figueroa y Pereira Mora (1998), García Segura et al. (2014), Jara y García Segura (2013), Flores Solórzano (2017) y Chevrier (2017). Para la comparación con el cabécar recurrí a los vocabularios de Margery (1989) y Lehmann (1920).

Una obra pionera sobre lenguas indígenas: “On the Indian tribes and languages of Costa Rica” de William M. M. Gabb, 1875

El interés científico por la región de Talamanca durante las últimas décadas del siglo XIX fue precedido por un interés político en fundar colonias en la zona limítrofe y establecer relaciones de control con los habitantes, con el fin de asegurar la soberanía sobre aquellos territorios y hacer posible su eventual explotación (Boza Villareal 2014). Desde el punto de vista de este proyecto político nacional y en relación con ciertos planes para construir un ferrocarril, resultaba urgente disponer de información fiable sobre la geografía y los habitantes de la región. Con este fin, el primer gobierno liberal del país (1870-1876) contrata en 1873 al geólogo estadounidense William Gabb para realizar el primer levantamiento cartográfico detallado de la provincia, labor durante la cual entró en contacto y se interesó por muchos aspectos de la cultura indígena de Talamanca.

Durante tres años Gabb reunió información sobre la historia natural, geografía y etnografía de Talamanca y otras de regiones del país. También envió valiosas colecciones al Instituto Smithsoniano, siendo su especialidad la paleontología del cretácico americano. En el último año de investigación en Costa Rica publicó su única obra lingüístico-etnográfica: “On the Indian tribes and languages of Costa Rica”, en la cual ofrece una descripción amplia y general de las costumbres y características de pueblos indígenas de Talamanca. Se trata entonces de la primera anotación de datos etnográficos a partir de observación directa en esta región, algunos de los cuales estaban en desacuerdo con la autoridad en esta disciplina en aquella época: The native races de Hubert Howe Bancroft (1886).

La población de Talamanca y otras partes del Caribe Sur era en aquella época relativamente escasa, estaba dispersa en un amplio territorio y era desde el punto de vista cultural más heterogénea que en otros lugares de Costa Rica. Se hablaban al menos tres lenguas indígenas locales y otras lenguas ‘extranjeras’ como el inglés criollo y el miskito (Sapper y Dávila 1943). Es muy probable que en los asentamientos más poblados, reportados por Gabb y otros viajeros, se hablara predominantemente bribri. Además, eran los bribris quienes ejercían mayor poder político entre los distintos pueblos de la provincia (Boza Villareal 2014). Por otro lado, durante la segunda mitad del siglo XIX las primeras misiones evangelizadoras crearon buenas relaciones con algunas familias bribris y más tarde se fundaron colonias agrícolas que albergaron colonos del Valle Central, religiosos e indígenas (Prieto Valladares 1995). Estos factores crearon una situación que favoreció los encuentros entre bribris y extranjeros dispuestos a aprender y documentar su lengua y su cultura. En este contexto se desarrollaron las expediciones científicas de Gabb y las visitas misioneras de Thiel, quienes establecieron relaciones más tempranas, mientras que Pittier y Lehmann, un poco más tardíos, se encontraron con dinámicas socio-políticas ya establecidas entre las poblaciones de Talamanca y los centros urbanos, estas últimas resultaron favorables para el acceso de los extranjeros a las lenguas indígenas, en especial al bribri. El hecho de que esta lengua fuera en algún momento central para las relaciones entre los extranjeros y las comunidades en la región de Talamanca, es fundamental para la producción temprana de estudios lingüísticos y etnográficos e instrumentos lexicográficos.

La estructura y el enfoque de la monografía de Gabb (1875) sentaron un precedente para dos obras posteriores (Lehmann 1920; Pittier 1898). Estas también se concentran en una muestra lexicográfica del bribri, a la que integran diversos datos etnográficos, a la vez que ofrecen pautas para la comparación con lenguas emparentadas. El estudio de Gabb sobre los pueblos indígenas comienza con una descripción etnográfica que se extiende por 42 páginas (1875, 483-526), y en la que se trata una variedad de temas, desde la fisonomía, los patrones de asentamiento, historia y relación entre los distintos pueblos, el medio natural y su relación con él, la agricultura y la cultura material, y los ritos, fiestas y costumbres, entre otros. En esta sección, que es la más extensa de la obra, el autor aborda los temas en bloque generalizando para los tres pueblos indígenas de Talamanca (en aquella época: bribri, cabécar y teribe), pero al leer detenidamente se comprueba que la mayoría de la información y la especificidad en las descripciones parte de una mayor cercanía con la cultura bribri. De similar forma se aborda el tema de la lengua en el capítulo segundo, donde la descripción y el análisis del bribri son el tema central, dejando el cabécar y teribe para cuestiones comparativas.

El material lexicográfico en la obra de Gabb se compone de tres tipos de textos descriptivo-documentales. En primer lugar hay un comentario acerca de la gramática y algunos aportes a su descripción (1875, 527-539). Le sigue la documentación central, que es un glosario de términos en inglés traducidos al bribri (1875, 540-578) con alrededor de mil entradas. Por último, hay un vocabulario comparativo de otras lenguas talamaqueñas (1875, 579-602), el cual parte de alrededor de 550 lemas en inglés, que se traducen al cabécar de río Estrella, al de Coén, al tiribi, al térraba y al brunca alternativamente.

Para la trascripción de los términos en lenguas indígenas se utiliza un sistema sencillo afín a la fonética del inglés que emplea dígrafos para representar ciertos sonidos consonánticos, p. ej. las nasales ny, ng. Por otra parte, el sistema de transcripción distingue solamente cinco vocales. Se indica la acentuación de las palabras, la segmentación silábica y la composición, p. ej. ‘ant eater’: u’-ri‘Myrmecophaga’ y te’+u-riTamandua’, te’ ‘claro en el bosque’. Las definiciones consisten en equivalencias para cada uno de los lemas dados en inglés, en bribri o en alguna otra de las lenguas del vocabulario comparativo. Sin embargo, en el apartado bribri del glosario principal se contempla con frecuencia la posibilidad de diferentes traducciones para un mismo lema en inglés de acuerdo con sus acepciones, p. ej. ‘to arrange’: ĭ-shun’-lu ‘to arrange or agree on thing or question’ junto al término descriptivo i-mu boi’-kli-na ‘to put it very good’, pues no existe palabra general para ‘to arrange things’. También hay diferentes traducciones de acuerdo con las acepciones del bribri, p. ej. ‘clean’: me-ne’-ne ‘bald’, ji’-ji’ ‘smooth’, i-shung+boi ‘good inside’; ‘dry’: si ‘like wood fit for fire’, si’-na ‘by evaporation, like clothes after washing’, po-poi’ ‘wiped dry’ mong’-mok ‘more or less applicable in all cases…’. Por último, algunas entradas vienen acompañadas de alguna información adicional que varía según el caso, y puede tratarse de una referencia, un comentario morfológico-etimológico, p. ej. ‘away’: i-mi’-a; bak(je’-bak) ‘already, already gone’, una indicación de uso o ampliación de la definición, p. ej. ‘arrows’: ‘on the various forms of arrows in use, each has its specific name’; ‘dark’: tse-tsei’ ‘also any dark color, specially dark brown’. Este último bloque de información enriquece el glosario inglés bribri distinguiéndolo de los glosarios en el vocabulario comparativo (1875, 587 ss.), que no ofrecen más que un término traducido por cada lema.

Apuntes lexicográficos de Bernhard August Thiel

Otro gran precedente en la historia de la lexicografía de las lenguas indígenas en Costa Rica es la obra Apuntes lexicográficos de las lenguas y dialectos de los indios de Costa Rica (1884), del Obispo B. A. Thiel (1850-1901), quien después de varias expediciones misioneras a distintas comunidades indígenas entre 1881y 1882, y acompañado siempre por científicos activos en Costa Rica (León Fernández, José María Figueroa y Helmuth Polakowsky), recopiló datos lexicográficos acerca de cinco lenguas indígenas y algunas de sus variedades regionales. El científico y editor Polakowsky tradujo una selección de los glosarios de Thiel (1886) y los publicó acompañados de un centenar de notas al pie, sintetizando la obra original en un glosario comparativo de las principales lenguas costarricenses. Esta edición apareció como anexo en Archiv für Anthropologie (Thiel 1886).

Esta obra se centra en el aspecto documental y trata de ofrecer el mayor número de glosas para todas las lenguas al alcance, seguidas de muestras y testimonios antiguos de aspectos del tesoro lingüístico. La obra ofrece una muy corta introducción (1884, 1-2) y no se enmarca dentro de un estudio etnográfico ni lingüístico. Las alusiones a los pueblos son mínimas, al igual que los comentarios de orden fonético o gramatical.

Los Apuntes lexicográficos contienen varias clases de textos documentales, pero el grueso se centra en los glosarios. El primero y mayor es un glosario comparativo de las lenguas y dialectos de Talamanca (1884, 1-68). Seguidamente vienen un diccionario de verbos en bribri y en la lengua de Tucurrique (1884, 68-71), un diccionario de topónimos y etnónimos antiguos y, por último, nombres propios y poesías (1884, 72-78). La segunda parte de la obra son los glosarios del brunca-teribe y del guatuso (1884, 79-154), junto con un apéndice de indigenismos actuales y coloniales (1884, 155-177).

Los materiales relativos a las lenguas de Talamanca, que conforman la sección más voluminosa y detallada de la obra, se presentan en un formato similar al vocabulario comparativo de Gabb (1875, 579-602): para un lema en español se presentan alternativamente traducciones de al menos una de las cinco variedades que comprende el vocabulario (bribri, cabécar, estrella, chirripó, tucurrique y orosi). La nomenclatura de este glosario ronda las 1350 entradas en español. Las palabras en lengua indígena se transcriben utilizando un sistema fonético afín a la ortografía española, que el autor comenta brevemente en la introducción (Thiel 1884, iii-iv). No se incluye segmentación silábica ni morfológica, pero la representación de las vocales es más precisa que en registros anteriores al distinguir tres vocales más, ä, ö y ü. Se asume, a partir de las crónicas de los viajes de Thiel (1886) que los datos provienen de consultores que el autor encontró sobre todo en Lari y Sipurio.

Esta obra es la única entre las compilaciones mayores que ofrece únicamente equivalencias traductológicas en todos sus glosarios y, solo en pocos casos, más de una glosa para un dado lema en castellano. Los Apuntes lexicográficos abarcan, por otra parte, una variedad de materiales mucho mayor que otras obras contemporáneas. Se destaca también por la intención de registrar diferencias diatópicas (bribri y cabécar frente a estrella, chirripó, tucurrique y orosi, idea precedida en forma similar por Gabb) y por incluir registros de otras tres lenguas: boruca, teribe y malecu. En este contexto, el bribri es la única legua que cuenta con equivalencias para todos los lemas listados en castellano.

Die Sprache der Bribri-Indianer de Henri Pittier

En las décadas de 1870-1880 fueron contratados por el gobierno liberal varios profesores y profesoras europeos para el Instituto Nacional, el Liceo de Costa Rica y para la fundación del Colegio de Señoritas (González 1921, 66). Algunos de los últimos científicos y gente de letras en arribar al país fueron un grupo de educadores suizos, entre los cuales destaca tanto por sus contribuciones como por su labor en instituciones científicas y pedagógicas, el investigador naturalista, curador e importante editor científico Henry Pittier, primer director del Instituto Físico-Geográfico de Costa Rica y colaborador en la fundación del Museo Nacional.

El naturalista suizo estudió la lengua bribri durante la década de los 90 y publicó el resultado de sus investigaciones en una monografía que trata de la descripción etnográfica, la descripción gramatical y la documentación léxica. Además de su estudio acerca del bribri publicó otros ensayos sobre temas etnográficos y lingüísticos: sobre el pueblo boruca (1903a; 1903b), sobre el sistema numeral de varias lenguas (1904) y estudios etnográficos (1938). Su mayor obra lingüística es sin duda el ensayo Die Sprache der Bribri-Indianer in Costa Rica (1898), el cual, por haber aparecido en Europa en un tomo de publicaciones especializadas y de poca circulación en Centroamérica, se ha difundido poco y no fue integrado a la ciencia nacional en las décadas posteriores a su publicación. A diferencia del ensayo de Gabb, la obra no fue traducida ni reeditada en San José.

El estudio sobre la lengua bribri fue precedido de un prólogo por Friedrich Müller y comienza con un capítulo acerca de cuestiones etnográficas (1898, 1-23). La segunda parte es una descripción gramatical (1898, 23-50), seguida de observaciones acerca de las relaciones de parentesco entre las lenguas de Costa Rica y Panamá (1898, 50-54). La parte principal es un vocabulario bribri-alemán-español (1898, 54-117). El ensayo concluye con otros tipos de texto documental: cuentos tradicionales en lengua original con traducción palabra por palabra, frases comunes e instrucciones para el comportamiento de los huéspedes (1898, 118-147).

El grueso de la documentación se encuentra en el vocabulario con alrededor de 1800 entradas en bribri ordenadas alfabéticamente. Los lemas se definen o traducen por lo general con un equivalente en alemán y su traducción al español. Sin embargo, muchos incluyen una segunda o tercera acepción, o bien requieren de una explicación contextual. La anotación del bribri se lleva a cabo con un sistema de transcripción más preciso que el anterior de Gabb (1875). Para la representación de las consonantes utiliza convenciones grafemáticas del alfabeto griego, latino y cirílico, para la cualidad de las vocales y su acento se incluye símbolos diacríticos, macrón, circunflejo y anillo. No se transcribe el bribri pensando en una ortografía que reproduzca relaciones fonológicas, sino más bien en una transcripción fonética pura. Además, se anota acentuación y guiones entre algunas sílabas. A primera vista se entiende como segmentación silábica, pero es inconsistente. Se registran palabras, cuyas sílabas aparecen divididas por un guion, p. ej. beri ‘esposa’ y be-ri ‘hambre’ (Pittier 1898, 60), sugiriendo que la distinción gráfica podría ser reflejo de rasgos suprasegmentales como acento y tono. También ofrece en algunos casos una interpretación de la segmentación morfológica, p. ej. a-dži+bruk ‘cazar’ (1898, 55), donde se reconocen dos étimos en una palabra que no es producto de composición productiva, mientras que para otras entradas se muestra la formación productiva, p. ej. teₒbé ‘cuchillo’, teₒbé+ra ‘cuchillo pequeño’, teₒbé+tška ‘hierro’, teₒbé+u ‘olla de hierro’.

El vocabulario de Pittier sobrepasa en volumen al de Gabb y notablemente en calidad lingüística al de Thiel. Engloba a grandes rasgos el mismo material que registró el estadounidense y fue enriquecido con otros lemas compilados por el alemán. Además, ofrece un sistema de transcripción más preciso. En este aspecto representa un gran avance lexicográfico en directa continuidad con los estudios pioneros. También progresa la cantidad y calidad de información que se ofrece en las definiciones-traducciones y se encuentran más ejemplos y explicaciones de uso. Estas aparecen con frecuencia dispersas entre el vocabulario, la gramática, las frases comunes y los cuentos.

Los materiales del bribri en la obra lingüística de Walter Lehmann: “Vokabularium der Bribri Sprache” (1909) y Die Sprachen Zentral-Amerikas (1920)

Unos años después de los estudios de Pittier acerca del bribri, el científico alemán Walter Lehmann realizó un viaje de investigación a Centroamérica (1907-1909), durante el cual dedicó buena parte de su atención a la documentación de las lenguas amerindias, en especial en Costa Rica. Lehmann orientó muchas de sus investigaciones y viajes en Centroamérica de acuerdo con los datos y las experiencias registradas por viajeros anteriores (Künne 2011) que visitaron comunidades indígenas o coleccionaron objetos arqueológicos. Siguiendo los pasos de otros investigadores, Lehmann aseguraba su visita a los sitios de interés y podía a la vez corroborar datos y agregar nueva información. Su acercamiento a la lengua bribri sigue este mismo patrón. Le confiere un gran impulso, además, la circunstancia de haber encontrado un excelente colaborador, por lo que sus resultados refinan considerablemente el conocimiento existente hasta el momento y la calidad de los datos legados.

Lehmann hizo registros lingüísticos para nueve lenguas centroamericanas y además compiló enormes cantidades de material registrado por otros. El resultado de estas investigaciones se publicó más de diez años después en una especie de enciclopedia lingüística de las lenguas americanas Die Sprachen Zentral-Amerikas (1920). El capítulo central del primer tomo está dedicado a las lenguas de Costa Rica, en donde sobresale notoriamente el tratamiento que hace del bribri. Esta es posiblemente la lengua a la que más tiempo dedicó in situ.

Casi la totalidad de la muestra proviene de una sola persona que fungió como consultor: un joven de 15 años en noviembre de 1907, cuando el Padre Agustín Blessing lo recomendó a Lehmann para que le enseñara bribri (Lehmann 1920). El joven Juan Salas era estudiante en el seminario de los Padres Paulinos y durante sus estadías en San José estaba bajo el cuidado de su director; además de su lengua materna, bribri de la región del río Lari, hablaba muy bien español y había sido instruido en latín y gramática por los religiosos. Estos últimos preparaban algunos jóvenes indígenas para ser futuros maestros de la escuela en la colonia agrícola de San Bernardo de Talamanca (Prieto Valladares 1995), que había sido fundada por interés del estado costarricense en 1885 (Boza Villareal 2014).

Figura 2.
Figura 2.

Juan Salas fotografiado por Walter Lehmann en 1908 (Ibero-Amerikanisches Institut – Preußischer Kulturbesitz, Legado Walter Lehmann).

Los registros realizados con la ayuda de Salas se remontan a entrevistas regulares entre noviembre y diciembre del 1907 y enero del 1908 según los diarios existentes (Quesada Pacheco 2001), pero posiblemente se hayan extendido durante más tiempo durante la estadía de Lehmann en San José.

Las entradas del vocabulario del bribri publicados en la enciclopedia de 1920 suman 530 números clasificados por temas (1920, 307-333), además de un glosario de formas verbales (1920, 292-306) que lista más de 200 verbos con sus respectivas conjugaciones. Gran parte de este material lexicográfico se encuentra en alguna forma ya en las compilaciones de Gabb, Thiel o Pittier, a los cuales se hace referencia, aunque no siempre consecuentemente, y que sirvieron a Lehmann de contraste y guía para las numerosas entrevistas con Juan Salas.

Las anotaciones manuscritas resultado de estas entrevistas consisten en largas listas de palabras traducidas, seleccionadas según criterios del formulario para la anotación de lenguas indígenas (Königliches Museum für Völkerkunde s. f.) y que abarcan una serie de campos semánticos relevantes para el método comparativo, como por ejemplo, elementos de la naturaleza, flora y fauna, el cuerpo humano, la casa y sus herramientas, vestimenta y adornos, y términos de parentesco, etc. Se incluyen, además, en algunos casos frases contextuales para ejemplificar las entradas lexicográficas, y aparecen muchísimos ejemplos de formas verbales y cuatro narraciones tradicionales (registradas nuevamente a partir de las de Pittier 1898). La extensión de la información registrada de esta manera “harán posible en el futuro escribir una monografía sobre el bribri” (Lehmann 1920, 274, trad. Mackenbach y Künne 2019), la cual, al igual que muchos otros estudios sobre fuentes primarias anunciados en la gran obra lingüística del investigador alemán, nunca llegó a terminarse.

Lehmann fue el primer viajero con entrenamiento lingüístico formal en realizar anotaciones fonéticas de lenguas indocostarricenses. Su investigación se desarrollaba dentro del paradigma científico de la lingüística comparada del siglo XIX. Esta se enfocaba sobre todo en lexicología y fonología históricas, tenía bases descriptivas de las gramáticas clásicas y orientales, y otorgaba a la historia cultural un lugar especial en el discurso científico (Künne 2012). Si bien una de las tareas más desarrolladas en la lingüística diacrónica era la fonología histórica, Lehmann, al igual que sus contemporáneos, no logró ni se concentró en definir un inventario fonológico exacto de cada lengua estudiada, sino que sistemáticamente anotó los sonidos tal y como eran percibidos a partir del habla de consultores, registrando así a través de una transcripción fonética pura, algunos datos acerca de la fonología y morfo-fonología.

Una parte de este legado documental se conserva en la Biblioteca del Instituto Ibero-Americano de Berlín. En especial un cuaderno (signatura Y / 3009 [8]°) que contiene una elaboración posterior sobre las anotaciones del bribri en la forma de un vocabulario. Este fue concluido en junio de 1909 en San Salvador alrededor de un año después de la anotación y lleva como título: “Vokabularium der Bribri-Sprache, 1907-1908”.

Este diccionario inédito contiene alrededor de 1330 entradas lexicográficas. Muchas de estas incluyen ejemplos en frases o aclaraciones en alemán. Los nombres de flora y fauna vienen casi siempre acompañados de nombres científicos. Todas las entradas verbales (alrededor de 320) vienen con de dos a cuatro ejemplos de su morfología. El material lingüístico publicado en DSZA (Lehmann 1920) abarca alrededor de 770 entradas lexicográficas; 240 de ellas son entradas verbales. Aproximadamente la mitad del material lingüístico recopilado por Lehmann y Juan Salas permanece inédito. Para la anotación de las palabras en bribri se utiliza un sistema fonético extendido que se explica detalladamente en el prefacio de DSZA (Lehmann 1920) y que, al igual que el sistema americanista, está basado en gran parte en el antiguo sistema de Lepsius (1855).

En la tradición de estudios sobre el bribri y sus compilaciones lexicográficas, el aporte de Lehmann representa el último eslabón en la cadena de documentaciones tempranas. Sucedieron al menos dos generaciones antes de que un renovado interés por las lenguas de los pueblos indígenas motivara a investigadores, esta vez en su mayoría costarricenses, a aprender y continuar la documentación de la lengua bribri.

Figura 3.
Figura 3.

Origen de los consultores y/o lugar de consulta de las documentaciones tempranas (mapa: Julio Arias Cordero y GustavoFernández Jiménez).

Presupuestos metodológicos para el análisis lingüístico de los datos

Existen algunos estudios sobre la documentación temprana de lenguas indocostarricenses (Constenla Umaña 2000; Portilla 1996; 1989; Quesada Pacheco 1994). En esos casos, el tipo de materiales y los estados actuales de las respectivas lenguas documentadas juegan un papel decisivo en el planteamiento de la metodología de análisis lingüístico empleada.

En el caso de la documentación colonial del térraba, los datos se prestan para establecer una cronología de cambios fonológicos (Portilla 1996), la cual ha sido posible determinar reconstruyendo el proto-terbi, que dataría de finales del siglo XVII (Constenla Umaña 2007). Esto último se realizó a través de la comparación entre el térraba y el teribe (Portilla 1989). Por su singular historia colonial, esta posibilidad queda reservada a los documentos del térraba. En el caso del bribri o cabécar, los cambios fonológicos determinados a partir de la reconstrucción del proto-viceíta, no podrían ser observables en documentación, debido a que la separación de las lenguas antecedió ampliamente a la colonia (Jara Murillo1986).

Un estudio del boruca del siglo XIX (Quesada Pacheco 1994) ofrece, por ejemplo, un corpus a lo largo de unos 30 años y con una extensión aprovechable. Por otra parte, el boruca contemporáneo al autor se encontraba en un estado fragmentario y había perdido ya una serie de rasgos observables en los registros antiguos. Debido a los grandes cambios ocurridos en la situación sociolingüística entre el lapso que cubren las documentaciones tempranas y modernas resulta muy probable que se observen diferencias importantes.

La relación entre documentación temprana y estado de la lengua es muy distinta para el bribri. Es probable que la lengua, a pesar de diagnosticarse en estado de declinación (Constenla Umaña 2011; Sánchez Avendaño 2013), mantenga en un lapso de cien años sus características morfológicas y léxicas. Esta última es, en particular, la información mejor representada en el VdBS. La innovación observada en el bribri por estudios recientes (Jara Murillo 2004; Margery 1993; Sánchez Avendaño 2013) es, por el contrario, sobre todo de orden suprasegmental y discursivo (entonación, préstamo de partículas y conectores), aunque se observan también cambios de orden morfosintáctico (pluralización y marcación de ergativo). No obstante, el corpus del “Vokabularium” no ofrece mucha información sobre estos aspectos, sino más bien sobre aspectos fonológicos y léxicos. Por lo tanto, es de suponer que no se encuentren mayores diferencias entre el material registrado y la forma actual de la lengua, en las cuales se refleje cambio lingüístico a lo largo de los últimos 100 años y que sea interpretable como efecto del desplazamiento.

Otro tipo de estudios acerca de materiales lingüísticos de lenguas indocostarricenses en el siglo XIX trata sobre la relación entre la realidad fonético-fonológica y su representación gráfica. Un método riguroso para reconstruir formas fonéticas es la restitución (Constenla Umaña 2000). Este parte de la comparación entre distintos registros antiguos con el fin de establecer las probables formas originales basándose en la sistematicidad implícita en la anotación, y se utiliza para reconstruir la fonética documentada en caso de contarse únicamente con registros poco rigurosos. Un estudio sobre un manuscrito de Térrraba del siglo XIX (Portilla 2003) se ocupa de determinar cuáles fonemas de la actual lengua térraba se encuentran reflejados en las no siempre precisas ni consecuentes representaciones gráficas del autor del registro (Thiel 1884). En este estudio se parte de la premisa necesaria de que la fonología y fenómenos fonéticos del térraba escuchados son esencialmente iguales a los más recientemente descritos, de manera que se procede a identificar los recursos que utilizó el autor y la precisión que logró al representar uno u otro sonido.

En el caso de la documentación bribri por parte de Lehmann, que, en el aspecto fonético, es uno de los registros sistemáticos más detallados para la época, no es necesario restituir la documentación del sistema fonológico, sino más bien interpretar todos los datos que ofrece la transcripción. Sin embargo, resulta de provecho estudiar casos de restitución fonológica en otras documentaciones tempranas. Por ello, el estudio grafemático representa el primer paso a seguir en el presente trabajo y una comparación de los resultados de este último con los datos de sus antecesores brindaría información acerca de la precisión y diferenciación del registro fonético-fonológico.

En el caso del corpus común de los registros del bribri en el siglo XIX (Gabb, Thiel, Pittier, Lehmann) existe suficiente material para fundamentar una potencial variación fonética-fonológica desde el testimonio que ofrecen. No obstante, tomando en cuenta los lapsos de tiempo transcurrido, el relativo aislamiento de los hablantes del bribri respecto al español y su ralentizada obsolescencia en comparación con otras lenguas también documentadas tempranamente, es muy poco plausible atribuir divergencias de orden fonológico en los registros a variación diacrónica motivada internamente. En caso de ser admisible descartar un error del anotador como origen de la divergencia en una entrada en particular, habría que considerar primero variación fonológica de orden sincrónico, ya sea morfo-fonológica o dialectal. La mayoría de estos fenómenos deben ser corroborables en el habla actual. Por lo tanto, en la elaboración del comentario lingüístico se partirá de la premisa, de que la lengua bribri documentada por Lehmann comparte todos los aspectos fonéticos, morfosintácticos y léxico-semánticos con el bribri actual.

Las convenciones ortográficas en la escritura de lenguas europeas han sido la base gráfica para la documentación durante el periodo de la colonia hasta mediados y finales del siglo XIX. Las diferencias entre la fonología de las lenguas de América y las del super­estrato colonial provocaron la necesidad de innovar el inventario gráfico, esto ocurrió de forma particular para cada una de las lenguas autóctonas mayoritarias durante la colonia que requerían una forma escrita. Los recursos para la representación fonética en la documentación de lenguas menos conocidas se desarrollan más tarde en la historia y varían considerablemente de un autor a otro. Las propuestas y la discusión alrededor de la estandarización para la transcripción fonética documental comienza en la segunda mitad del siglo XIX (Gabelentz 1892; Jespersen 1890; Lepsius 1855; Schmidt 1907).

En el caso de la documentación temprana del bribri los sistemas de los dos primeros documentadores son completamente empíricos e intuitivos, mientras que los dos últimos autores desarrollaron sus propios sistemas con el fundamento científico a su alcance. Los primeros sistemas (Gabb, Thiel) recurren a estrategias particulares para representar los sonidos ausentes en su lengua materna y esta, por otra parte, determina el valor fonético de ciertos caracteres. Además, hay más casos de infradiferenciación fonemática en los primeros sistemas. Los sistemas posteriores (Pittier, Lehmann), se basan en el alfabeto estándar de Lepsius (1863) y por ser más diferenciados dan la posibilidad de representar los sonidos con mayor detalle y tienen una correspondencia grafemática más equilibrada, es decir, los caracteres documentados son casi siempre interpretables en uno, y no en varios sonidos. Lo anterior se hace notar en el hecho de que en las documentaciones posteriores aparecen por primera vez o con mayor coherencia ciertas secuencias consonánticas características, p. ej. sts, jt, jk, tk.

Los datos lingüísticos en el “Vokabularium der Bribri-Sprache” (VdBS)3

El presente análisis del registro fonético-fonológico se basa en los datos proporcionados por Lehmann en el glosario inédito intitulado “Vokabularium der Bribri-Sprache” (1909). Más adelante se corroboran los fenómenos observados en este registro con otros materiales tempranos. Por último, se realizan observaciones acerca del léxico documentado.

Anotación de rasgos fonológicos

Las vocales nasales

En el sistema fonológico del bribri el rasgo de nasalidad no es distintivo para las consonantes. Las consonantes nasales son producto de procesos fonológicos que resultan en la nasalización de las oclusivas sonoras: la propagación nasal a través de sílabas (Constenla Umaña 1982; Jara Murillo 2004; Schlabach 1974; Wilson 1974), y la hipersonorización (Chevrier 2017). Esto implica, a nivel de la realización fonética, que todas las vocales adyacentes a una consonante nasal son nasales, ya sea por su naturaleza fonológica o a causa de los anteriores procesos.

La transcripción en el VdBS es en principio puramente fonética; sin embargo, en el caso de ciertas realizaciones con nasalidad vocálica podría estar en juego algún parámetro ortográfico, o bien tratarse de un error sistemático, pues la nasalidad vocálica no siempre aparece registrada. Sin embargo, el corpus ofrece bastante información respecto a este rasgo. Muchas vocales, cuya realización es nasal de acuerdo con datos actuales, no llevan acento circunflejo en la transcripción de Lehmann. Se estima que el signo gráfico para la nasalidad aparece solo en menos del 10 % de las entradas del VdBS. Por otra parte, el autor es consistente en nunca colocar el circunflejo en vocales adyacentes a una consonante nasal, de manera que resulta una especie de regla ortográfica similar a la utilizada en por Jara y García Segura (2013), donde las vocales adyacentes a una consonante nasal se interpretan ortográficamente como nasales, pero no se marcan gráficamente como tales. Lehmann tendría una referencia grafemática semejante por el francés, en donde la cualidad nasal de una vocal se codifica en la consonante nasal que la precede. Sin embargo, el autor no menciona ninguna convención particular para anotar la nasalidad en las vocales.

Se distinguen a continuación distintos casos de registro de fonemas nasales y se dan ejemplos de cada uno: 1) fonemas, cuya nasalidad aparece anotada explícitamente por medio del acento circunflejo ⟨˜⟩, 2) fonemas vocálicos no anotados pero que son contiguos a una consonante nasal y 3) fonemas en donde falta por completo la marca gráfica de nasalidad.

Tabla 1.
Tabla 1.

Reflejos de los fonemas nasales en distintos contextos de anotación.

Se observa también que la nasalidad en vocales contiguas se indica en la vocal acentuada, p. ej saū̃́k, naū̃́, āṹ, tāī̃́, āŭī̃́ĕ. Por otra parte, es particular que nunca aparezcan dos marcas de nasalidad en una misma palabra, aun cuando las vocales aparezcan separadas por consonantes p. ej. bĕkĕlĩ́k (bakã̀lĩ̂k), kḁ̃́lī (kã̀lĩ), škõbitĕ́ (skõbitẽ).

Existen, además, algunos casos aislados de marcación de nasalidad en lemas, que de acuerdo con fuentes actuales, no poseen vocales nasales, como p. ej.: ī̃́djŭk (ìyök) ‘suelo, tierra’ y tkḁ̃ (tka’) ‘tutuma, guacal’. También es particular el hecho de que no se anote nunca el acento circunflejo sobre la vocal /ẽ/, p. ej. sĕ́rke (sẽ́rke). Además, llama la atención la ambigua anotación de la nasal sobre morfemas particulares. Lehmann registra una vez añī́χpŭk, pero en casi todos los otros lemas que contienen el lexema añi- no aparece el circunflejo, p. ej. añī́ĕs. También son ambiguas las escasas instancias del morfema verbal -, el cual puede aparecer con o sin circunflejo, p. ej. dŏkṓkkõ ‘patear’ pero ǽ͡koχka ‘levantarse’. Por otra parte el lexema (-)ũk, en su forma libre o como sufijo de construcción verbal, se anota siempre con nasalización.

La nasalización final

Una discrepancia importante con respecto a los registros actuales es la transcripción sistemática de oclusivas sonoras en posición final. Se trata de un grupo de palabras pequeño y, por lo tanto, en proporción con la poco frecuente aparición del fonema /b/ en posición final en bribri (Wilson 1970). Los datos transcritos contradicen la regla de nasalizaciónón final (Chevrier 2017; Constenla Umaña 1982; Wilson 1970; 1974; 1996). La transcripción de Lehmann ofrece 16 palabras con [-b#] y solamente dos con [-m#]. Las únicas dos instancias de ⟨-m#⟩ en el corpus del Vokabularium son bŏkom ‘sonzapote’ e ī́nam, topónimo a orillas del rio Lari.

Tabla 2.
Tabla 2.

Oclusivas bilabiales en poscición final en el corpus del VdBS.

La invariable realización de /b#/ como [m#] en posición final absoluta está bien atestiguada. Por otra parte, se conocen casos de variación libre /b#/ como [b] ~ [m] en posición final de morfema y seguida de otros segmentos, ya sea pertenecientes a sufijos, posposiciones, clíticos o lexemas, que a su vez pueden presentar diversos ataques en la sílaba. No existe un entorno condicionante para la variación [b] ~ [m] (Chevrier 2017).

Tomando en cuenta lo anterior, se podría conjeturar que haya existido una forma del bribri con variación libre de la nasalización final no solo en posición final de morfema, sino también en posición final absoluta. Es de suponer que las anteriores 16 palabras que presentan [b#] hayan sido elicitadas como entradas de una lista a traducir y que, por lo tanto, hayan sido producidas siempre en posición final absoluta. Sin embargo, los dos contraejemplos son insuficientes para equilibrar la situación de variación libre en el corpus transmitido, más aún cuando estas dos palabras contienen fonemas vocálicos nasales ante la oclusiva nasal. Su forma fonológica se interpreta como /bɷkɔ̃b’/ e /i’dãb/. La adyacencia de los fonemas nasales podría entonces ser la causa de [b# → m#] en las palabras anteriores, de manera que los datos sugerirían de forma consistente la ausencia de nasalización obligatoria en posición final absoluta.

Anotación de los tonos y el acento

Las características suprasegmentales de la lengua se registran con poca fidelidad. Lehmann dispone de dos signos diacríticos, ⟨↗︎⟩ y ⟨↘︎⟩, para representar el tono alto / ̀/ y el tono descendente /´/. Estos aparecen únicamente en 16 entradas del corpus. Los tonos ascendente y medio no se distinguen del todo. El tono no se refleja en el resto del corpus. El acento, por otra parte, se indica con el oxítono ⟨ ´ ⟩. Por ser acentuadas en bribri todas las sílabas portadoras de tono no es posible ganar información sobre los tonos a partir del acento anotado. La infradiferenciación de estos rasgos suprasegmentales es irrecuperable para el método de la restitución (Constenla Umaña 2000).

Entre estas 16 entradas es evidente en unas, que, por constituir pares mínimos, existe la necesidad de distinguirlas en el registro exigiendo más atención sobre las características fonéticas. En otras instancias, sin embargo, no es posible explicar por qué unas entradas en particular llevan el diacrítico y otras, en las que se esperaría, no lo llevan, p. ej.: āŭă y kḁ̃́, se registran con el tono esperado, mientras que otras como ŭī́b y năī́, llevan un acento agudo, cuando se espera tono ascendente. Lo mismo ocurre entonces con la anotación de casi todos los segmentos tonales. Por otra parte, algunas de estas anotaciones difieren de los datos actuales, intercambiándose descendente y ascendente. En otras se anotan palabras que llevan tono medio seguido de oclusiva glotal con tono descendente o ascendente. En suma, el autor tuvo consciencia de la naturaleza fonológica de los tonos y hace descripciones acertadas de su naturaleza acústica, pero en la práctica documental falla en anotar estos rasgos de forma consecuente y sistemática.

Tabla 3.
Tabla 3.

Entradas que presentan los diacríticos tonales.

La expresión de características suprasegmentales en el VdBS se ve reducida entonces al uso del acento agudo⟨ ´ ⟩ en combinación con las marcas de cantidad vocálica: macrón ⟨ ˉ ⟩ (mayoría de los casos) y brevis ⟨ ˘ ⟩ (algunos casos), con el circunflejo ⟨ ˜ ⟩ (algunos casos) o sobre la vocal sin otras marcas diacríticas (pocos casos). Las vocales largas que anota Lehmann corresponden siempre a vocales acentuadas. La tendencia del acento agudo ⟨ ´ ⟩ a aparecer sobre vocales percibidas como largas tiene un correlato en hechos lingüísticos del sistema silábico del bribri. En bribri existen sílabas fuertes y débiles; las fuertes llevan acentuación y tono, la cualidad vocálica es distintiva y son más largas e intensas que las débiles (Constenla Umaña 1982). Lehmann no registró la cantidad vocálica meticulosamente por considerarla un rasgo fonológico; su anotación resulta de la observación de características fonéticas de la sílaba, de manera que anota como vocales largas muchas que, por estructura y acentuación de la sílaba, son naturalmente más fuertes. Las instancias en que aparece el macrón son, en alguna medida, un reflejo de rasgos suprasegmentales como el acento y los tonos. En relación con lo anterior, se puede reconocer una tendencia a anotar las vocales que anteceden la oclusiva glotal /ʔ/ como largas, p. ej.: dōā́ (dawa’ ), aɫī́ (ali’ ), kūɫḗ (kulë’ ). Sin embargo, la frecuencia de vocales largas en el registro y su posible convergencia grafemática con múltiples rasgos resulta en una anotación drásticamente infradiferenciada de los suprasegmentales y que rinde datos ambiguos. Es notable, sin embargo, que el VdBS y los materiales del bribri en DSZA sean de las primeras compilaciones lexicográficas en intentar registrar los tonos de manera explícita. Autores anteriores (Gabb 1875; Pittier 1898) caracterizaron en otra medida el papel de los suprasegmentales y registraron casi únicamente datos acerca del acento.

Rasgos fonético-fonológicos en el marco de la variación dialectal

En esta sección se consideran algunos rasgos de orden fonético-fonológico descritos en las tres variedades del bribri (Jara Murillo 2004) en comparación con los datos disponibles en el VdBS acerca de los siguientes fenómenos: 1) palatalización de la oclusiva coarticulada /tk/; 2) oclusivas geminadas en lugar de preaspiradas; 3) neutralización de ã en favor de õ; 4) Pérdida de aspiración inicial ante vocal; 5) caída de sílaba inicial inacentuada; 6) reducción de secuencia prenuclear /sts/.

Palatalización de /tk/

El fonema /tk/ ha sido interpretado en numerosos estudios como una oclusiva coarticulada dento-velar o dento-palatal con singular variedad de realizaciones en distribución complementaria con la oclusivas /t/, /ʧ/ y /k/.

Se ha observado que la realización velar o palatal depende de la variedad regional (Constenla Umaña y Margery Peña 1979; Constenla Umaña, Elizondo Figueroa y Pereira Mora 1998; Jara Murillo 2004) pero también se ve influenciada por el contexto fonético en que se encuentre (Constenla Umaña y Margery Peña 1979; Constenla Umaña, Elizondo Figueroa y Pereira Mora 1998). Además, en un estudio fonológico basado en un corpus del habla de Coroma y Amubri (Chevrier 2017) se presenta una variedad de realizaciones para el fonema /tk/: [t̚kʲ, kːʲ, ʰkʲ, kʲ, tː͡ʃ, ʰʧ, ʧ, tː, t̚ ] donde la realización meta es [t̚kʲ]. Por otra parte, el estudio trata de fundamentar con argumentación tipológica y diacrónica que la caracterización de la secuencia de sonidos corresponde más bien a una geminada modulada y no a una oclusiva coarticulada. Por su parte, en el VdBS la oclusiva coarticulada /tk/ aparece únicamente como ⟨ tk ⟩ o ⟨ tk ⟩.

Tabla 4.
Tabla 4.

Ejemplos de la aparición de ⟨ tk ⟩ en el VdBS.

Debido a la multiplicidad y especificidad fonética de las realizaciones de /tk/ es muy poco plausible que los documentadores del bribri en el siglo XIX hayan podido captar y reproducir estas diferencias con precisión. Está claro que rasgos del fonema se registran infradiferenciados. El hecho de que todos los casos de /tk/ fonéticos en la muestra se reproduzcan con ⟨ tk ⟩ sugiere, que de entre los alófonos registrados actualmente (Chevrier 2017), el sonido haya sido pronunciado [t̚kʲ].

Preaspiración en oclusivas geminadas

Las consonantes geminadas en bribri se oponen a las oclusivas sordas /p t k ts tʃ/ en términos de duración del sonido; las primeras se caracterizan por un oclusión más larga (Chevrier 2017). Estas pueden ser el resultado de la sucesión de dos consonantes idénticas a ambos lados de un linde morfológico, pero también existen como fonemas lexicales /pː/, /tː/, /tː͡s/, /tː͡ʃ/ y /kː/. En varios estudios se observan las oclusivas preaspiradadas en variación dialectal (Jara Murillo 2004; Schlabach 1974; Wilson 1982). La preaspiración ocurre siempre en el dialecto de Salitre, en casos aislados en el de Amubre y nunca en el de Coroma (Jara Murillo 2004). La preaspiración de oclusivas se observa también en variación libre como una realización de /tk/ en Coroma (Chevrier 2017). En el VdBS se registran palabras con preaspiración para los cinco fonemas ⟨ χp ⟩ ⟨ χt ⟩ ⟨ χk ⟩ ⟨ χts ⟩ ⟨ χtš ⟩.

Tabla 5.
Tabla 5.

Anotación de oclusivas preaspiradas en el VdBS: ⟨ χk ⟩.

Tabla 6.
Tabla 6.

Anotación de oclusivas preaspiradas en el VdBS: ⟨ χp ⟩ ⟨ χt ⟩ ⟨ χts ⟩ ⟨ χtš ⟩.

Por otra parte, el corpus es consistente en no registrar la ocurrencia de oclusivas geminadas sin aspiración ⟨ pp ⟩, ⟨ tt ⟩, ⟨ kk ⟩ en posición inicial o en segmentos pertenecientes a raíces léxicas. Los únicos ejemplos de secuencias de oclusivas sordas idénticas ocurren en lindes morfológicos y, contrario a algunos ejemplos anteriores de ⟨ χk ⟩, también en el linde entre el morfema de infinitivo /-uk/ y el direccional /-kã/, p. ej.: dŏkṓkko/djæ͡rdŏkṓk kă ‘patear’, ǽ͡iōk kipṓ ḁ̃ ‘sentarse en la hamaca’, itū́k kŏɫonak-ŭă ‘golpear con el pie’ škṓk kṍ ‘trepar’.

Los datos sugieren entonces que la forma del bribri registrada en el VdBS no tenía las innovaciones más frecuentes en el dialecto de Coroma respecto a la preaspiración (Jara Murillo 2004). Además, es posible que existiera también algún grado de variación libre entre [hk] y [kk] en el linde morfológico, lo que podría explicar la aparición de ⟨ kk ⟩ en unos pocos casos.

Neutralización de /ã/ en favor de /ɔ̃/

En el dialecto de Coroma se observa la neutralización de la vocal central baja nasal /ã/ a favor de /ɔ̃/. La neutralización ocurre sólo en ciertas palabras, razón por la cual se asume un posible factor condicionante. Además, a pesar de su baja frecuencia, el fonema sigue vigente dentro del sistema y pueden identificarse unos pocos pares mínimos (Jara Murillo 2004).

En el VdBS aparecen algunas entradas que atestiguan esta neutralización. La vocal posterior media se transcribe con ⟨ õ ⟩ o con ⟨ḁ̃⟩.

Tabla 7.
Tabla 7.

Neutralización de /ã/ en favor de /ɔ̃/ en el VdBS.

De acuerdo con estos datos, es probable que el habla documentada haya presentado este rasgo fonológico compartido con la variedad de Coroma. Es una tendencia acústica natural que las vocales nasales se perciban ligeramente menos bajas que sus contrapartes orales; además, por su naturaleza articulatoria las nasales presentan una apertura inferior que las orales (Chevrier 2017).

Pérdida de aspiración inicial ante vocal

La evidencia a partir de la comparación con lenguas emparentadas (Constenla Umaña 1985) y la aparición de aspiración inicial en la variedad de Coroma demuestran la existencia de un fonema /h/ en posición inicial en bribri. Este segmento se pierde en las variedades de Amubre y Salitre (Jara Murillo 2004). En la muestra del VdBS está prácticamente ausente. Se incluyen únicamente dos anotaciones explícitas (ĭ, χĭ ‘este’ y hū́djǔk ‘abuela’) y se indica adicionalmente que algunas palabras (āk ‘Stein’, ū ‘Haus’, ǽ͡r ‘Leber’) pueden ser realizadas con o sin aspiración.

Al comparar con materiales posteriormente publicados (Lehmann 1920) y provenientes de otro informante, se puede comprobar que existía esta diferencia dialectal en el bribri documentado en el siglo XIX. La variedad hablada por otro consultor bribri, Jesus Nerio, es denominada bribri de Río Lari y distinguida por las siglas R.L. En este vocabulario aparecen 20 entradas con el fonema /h/. La documentación tuvo lugar en Tuis, cuando su familia viajaba de Atirro a Chirripó pasando por la plantación de Federico Starke, donde Lehmann se alojó para conducir excavaciones arqueológicas y entrevistar a los obreros cabécares (Künne 2011; Quesada Pacheco 2001).

Tabla 8.
Tabla 8.

Aparición de /h/ en posición inicial de sílaba en Lehmann (1920).

Figura 4.
Figura 4.

Indígenas en Tuis fotografiados por Walter Lehmann en 1908 (Ibero-Amerikanisches Institut – Preußischer Kulturbesitz, Legado Walter Lehmann).

Caída de sílaba inicial inacentuada

En dos variedades de la lengua bribri ocurre la caída de sílabas iniciales no acentuadas. En la variedad de Coroma la vocal inicial no acentuada tiende a desaparecer (Jara Murillo 2004). Las vocales afectadas son siempre /a/ y /o/, p. ej.: akà ‘diente’ (Am. y Sa.) y kà (Co.), olònuk ‘terminar’ (Am. y Sa.) y lònuk (Co.). Esta caída también ocurre en algún grado en la variedad de Amubre [ˈɽʊk ~ aˈɽʊk] ‘cocinar’ (Chevrier 2017). También ocurre en Coroma la caída de sílabas con prenúcleo consonántico, p. ej. dakarò (Am.) y korò (Co.) y en menor medida en Amubre [dəkərò ~ dəkrò] (Jara Murillo 2004).

A continuación presentamos algunos ejemplos de entradas del VdBS que muestran estos dos fenómenos comparados con las formas ortográficas sin caída de vocal (DFBE).

Tabla 9.
Tabla 9.

Caída de vocal inacentuada en el VdBS en comparación con las formas del DFBE.

Sin embargo, existen también unas pocas entradas en las que no se observa caída de lavocal /a/ inacentuada y que se presentan como variantes aceptadas. Lo anterior es inter-pretable, o bien como un reflejo de una situación de variación libre, o como informaciónadicional brindada por el hablante acerca de la variación diatópica. Ejemplos: akắ ~ kắ (akà ‘diente’), apĕ́ ~ pē (apë ‘sangre’), apĕ̥́ ~ pḗ (apë’ ‘gente’).

Otro fenómeno fonológico a nivel de la estructura silábica es la inserción de [a] ante [w]. Con base en datos diacrónicos, tanto de reconstrucción interna como externa, se establecen formas etimológicas con la secuencia inicial Cw (Constenla Umaña 1985). Estas reciben una vocal epentética en las variedades de Amubre y Salitre, frente a la más conservadora de Coroma, que mantiene la secuencia de consonantes (Jara Murillo 2004). En el VdBS se anotan estas palabras consistentemente sin inserción de la semivocal. Se trata entonces de otro rasgo que atestigua la afinidad de los materiales registrados con la variedad de Coroma.

Tabla 10.
Tabla 10.

Ejemplos de inserción de /a/ y su anotación en el VdBS.

Reducción de la secuencia prenuclear /sts/

Esta secuencia prevalece en Amubre, se realiza como [hts] en Salitre y se reduce a [ts] en Coroma (Jara Murillo 2004). En el VdBS no aparece nunca la secuencia completa. Sin embargo, si está presente en el registro contemporáneo de Pittier (1898). Seguidamente algunos ejemplos comparados de los registros.

Tabla 11.
Tabla 11.

Secuencia prenuclear /sts/ en distintos registros.

Figura 5.
Figura 5.

Familia indígena fotografiada por Walter Lehmann en 1908 (Ibero-Amerikanisches Institut – Preußischer Kulturbesitz, Legado Walter Lehmann).

Rasgos fonético-fonológicos en otros materiales del siglo XIX

Los rasgos lingüísticos observados en VdBS pueden, gracias a la cantidad de datos a disposición, compararse con otros registros contemporáneos. Los rasgos abordados son característicos de la variación diatópica del bribri (Jara Murillo 2004). Sin embargo, su distribución no corresponde con ninguno de los perfiles de los dialectos descritos. Los materiales legados en VdBS y SdBI tampoco sugieren por sus rasgos fonético-fonológicos una decisiva filiación con alguna de las variedades descritas (Constenla Umaña, Elizondo Figueroa y Pereira Mora 1998; Jara Murillo 2004).

En ambos casos se trataba de hablantes fluidos bilingües en bribri y español, que tenían una especial cercanía con los extranjeros y que fueron entrevistados en repetidas ocasiones. Tanto Juan Salas como Guillermo Gabb Lyon, principales informantes de Lehmann y Pittier respectivamente, estaban ligados a la colonia agrícola de Sipurio y a los centros urbanos en el Valle Central. Además, sus familias provenían de poblados cercanos a este asentamiento, que representaba el punto de contacto entre Talamanca indígena y la capital. Es de suponer entonces que ambos hablaran una variedad del bribri similar. La comparación de los rasgos muestra que hay menos diferencias entre los registros antiguos, que la que hay entre estos últimos y los perfiles de las variedades diatópicas actuales.

Tabla 12.
Tabla 12.

Diferencias dialectales en comparación con los materiales del VdBS y SdBI.

Con base en las entradas del VdBS que documentan los anteriores rasgos fonético-fonológicos se comparó la información que brindan las otras dos fuentes más antiguas (Gabb 1875; Thiel 1884). En esto se tomó en cuenta el origen reportado de los informantes que contribuyeron y el sistema de transcripción utilizado por los documentadores. De esta comparación resulta que las formas registradas por Gabb y Thiel comparten más rasgos fonético-fonológicos tanto entre sí, como también con los registros de Pittier y Lehmann. Una vez más, este conjunto de datos es más homogéneo entre sí respecto a las diferencias en fenómenos fonético-fonológicos que las variedades documentadas actualmente (Jara Murillo 2004). Sin embargo, en el caso de ciertos rasgos, ya sea por la falta de datos o por su poca precisión, no siempre es posible determinar su presencia o no. Así sucede con la reducción de la secuencia prenuclear /sts/, con la realización de oclusivas geminadas o de oclusivas preaspiradas y en menor medida con la pérdida de aspiración ante vocal.

Tabla 13.
Tabla 13.

Diferencias dialectales en comparación con los materiales del OtITL y ApLex.

Conclusiones

Los registros tempranos del bribri guardan información acerca de la variación dialectal, tanto a nivel fonético-fonológico como a nivel léxico. El análisis de los datos rinde mayor información acompañado de contextualización histórica, correspondencia grafemática, corroboración fonológica y léxica respecto de datos actuales y comparación con los datos contemporáneos accesibles. Por sus características contextuales y por la formación de una tradición lexicográfica continua en la sucesión de registros tempranos es posible contrastar estos últimos como un corpus unitario frente a los datos actuales.

De lo anterior resulta una clara manifestación de variación dialectal, que sugiere afinidad de los datos tempranos a características fonológicas observadas en el dialecto de Coroma. Esta hipótesis se ve reforzada por la aparición de entradas no corroborables en registros actuales del bribri, pero sí presentes en registros actuales del cabécar, el cual a su vez, tanto a nivel fonológico como léxico, presenta alguna afinidad con la variedad de Coroma.

Un estudio más detallado del léxico podría arrojar datos acerca de variación diacrónica en la forma de obsolescencia léxica y dar argumentos a favor de una mayor cercanía en época pasada entre las lenguas bribri y cabécar.

Referencias bibliográficas

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Apéndice:

“Vokabularium der Bribri-Sprache”, documentado por Walter Lehmann en San Salvador, República del Salvador, América Central, 1909.

disponible en: https://doi.org/10.18441/ind.v36i2.A57-A115

Notas

1 En cambio, las listas de palabras publicadas por Peralta (1892 [1788-1790]), Scherzer (1855) y Bovallius (1885) no se toman en cuenta en este estudio debido a su brevedad.
2 Enlace al documento digitalizado: https://digital.iai.spk-berlin.de/viewer/image/1671920996.
3 En adelante se utilizan las siguientes abreviaturas para citar material de los registros tempranos y modernos: Diccionario fraseológico bribri-español (Margery 1982) (DFBE), Die Sprachen Zentral-Amerikas (Lehmann 1920) (DSZA), “On the Indian tribes and languages of Costa Rica” (Gabb 1975) (OtiTLoCR), Sprache der Bribri-Indianer (Pittier 1989) (SdBI), “Vokabularium der Bribri-Sprache” (Lehmann 1909) (VdBS).
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