Artículos
Vivienda colectiva y desarrollo urbano en el Norte Grande de Chile: la Remodelación El Morro de Iquique
Collective Housing and Urban Development in the Chilean Great North: Remodelación El Morro Iquique
Vivienda colectiva y desarrollo urbano en el Norte Grande de Chile: la Remodelación El Morro de Iquique
Revista INVI, vol. 38, núm. 107, pp. 232-259, 2023
Universidad de Chile. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Instituto de la Vivienda
Recepción: 23 Diciembre 2021
Aprobación: 14 Diciembre 2022
Resumen: Los conjuntos habitacionales construidos en el Norte Grande chileno durante el siglo veinte, constituyen experiencias proyectuales y vivenciales definidas por un paisaje desértico. El estudio de conjuntos habitacionales construidos al amparo de instituciones públicas, privadas y mixtas, permite comprender su rol en el desarrollo y consolidación de las ciudades-puerto de: Arica, Iquique, Tocopilla y Antofagasta. Tomando como caso de estudio el conjunto habitacional Remodelación El Morro de la ciudad de Iquique -construido por la Corporación de la Vivienda (CORVI)- el presente artículo busca determinar cómo las características urbano-arquitectónicas de los conjuntos habitacionales en estas ciudades contribuyeron en su progreso y en el desarrollo de una modernidad en la aridez. A través de análisis planimétricos, de la estrategia proyectual y de la construcción histórica-urbana basada en la revisión bibliográfica, se logra comenzar a determinar su rol en la ciudad y en cómo estas características adquieren nuevas funciones y dimensiones hasta constituirse en ejemplos significativos de la arquitectura moderna y de la vivienda colectiva en el extremo norte del país.
Palabras clave: Arquitectura moderna, conjuntos habitacionales, corvi, desarrollo urbano, Iquique (Chile).
Abstract: The housing complexes built in the Chilean Great North during the 20th century constitute project and experiential experiences defined by a desert landscape. The study of housing complexes built under the protection of public, private, and mixed institutions, allows us to understand their role in the development and consolidation of the port cities of Arica, Iquique, Tocopilla and Antofagasta. Taking as a case study the housing complex Remodelación El Morro in the city of Iquique, built by the Housing Corporation (CORVI), this article seeks to determine how the urban-architectural characteristics of the housing complexes in these cities contributed to their progress, and in the development of a modernity in the aridity. Through planimetric analysis, the project strategy, and the historical-urban construction based on the bibliographic review, it is possible to begin to determine their role in the city and how they acquire new functions and dimensions until becoming significant examples of modern architecture and collective housing in the country’s far north.
Keywords: CORVI, housing complexes, modern architecture, urban development, Iquique (Chile).
Introducción
El presente trabajo es parte de una investigación que aborda el desarrollo de conjuntos habitacionales en cuatro ciudades-puerto del Norte Grande de Chile: Arica, Iquique, Tocopilla y Antofagasta. Entendemos estos conjuntos habitacionales como piezas estratégicas y singulares que contribuyeron en la consolidación de una modernidad arquitectónica en un contexto territorial extremo, entre 1936 a 1976.
A través del estudio de conjuntos habitacionales construidos al amparo de instituciones públicas, privadas y mixtas, se busca comprender su rol en el desarrollo y crecimiento de las ciudades mencionadas, como también las implicancias de actores sociales y de las instituciones habitacionales que contribuyeron en la instalación de una modernidad arquitectónica en un paisaje desértico.
Como parte de la investigación se busca determinar la existencia de patrones de diseño (forma, función, programa y organización espacial) en los conjuntos habitacionales que pudieran haber alterado sus estructuras compositivas tradicionales hasta convertirlos en ejemplos particulares de una arquitectura moderna en el Norte Grande, junto con establecer su contribución en el desarrollo y estructura de la ciudad moderna en el desierto.
La revisión de fuentes bibliográficas del periodo, que incluye revistas, boletines, periódicos locales, junto a los viajes y registros realizados en terreno, permite una aproximación a la producción habitacional bajo los cánones de la arquitectura moderna y reafirma su relevancia en el proceso de configuración arquitectónica de las ciudades chilenas por la incidencia que alcanzan en el desarrollo de la forma, imagen urbana e identidad de la población citadina (Fuentes y Pérez, 2012).
Utilizando como caso de estudio el conjunto habitacional Remodelación El Morro de Iquique, el presente trabajo analiza su contexto histórico-urbano, las estrategias proyectuales de su diseño, su papel como pieza fundamental para el desarrollo urbano de la ciudad y su rol en la construcción de un paisaje moderno local.
Conjuntos habitacionales del Norte Grande
Las mayores concentraciones de arquitectura moderna en el Norte Grande se produjeron en las ciudades-puerto y ciudades ligadas a procesos productivos del salitre y del cobre. En el caso de Arica y Antofagasta, se constata un número significativo de edificaciones que lograron plasmar una modernidad única y relevante1, sustentada a través de proyectos racionales y a la escala del desierto. En el caso de Iquique y Tocopilla, se manifestó en algunas obras representativas y sectores que merecen un amplio estudio, no solo por los roles y la trascendencia que alcanzaron en el paisaje urbano local, sino que también por las escasas investigaciones que no han permitido conocerlas y reconocerlas como parte de la historiografía arquitectónica y urbana nacional (Galeno, 2008).
Teniendo en consideración la lejanía y particularidades de estas ciudades emplazadas en nuevos territorios2, el Estado comenzó a hacerse presente de forma paulatina en este contexto extremo, ya sea a través de los viajes realizados por profesionales de reparticiones del Estado o por la construcción de infraestructura pública y equipamiento urbano, pero, principalmente a través de la vivienda, la que es reconocida como “el campo preponderante de la constitución ideológica de la arquitectura moderna” (Torrent Schneider, 2006, p. 61).
En el caso de las ciudades del extremo norte del país -Arica, Iquique, Tocopilla y Antofagasta- estos conjuntos habitacionales jugaron un papel preponderante en su desarrollo y consolidación urbana, junto con proporcionar no solo bienestar, sino también transformarse “en un instrumento de progreso social” (Torrent Schneider, 2006, p. 61) que reflejó los postulados del Movimiento Moderno en este árido paisaje.
El rol que desempeñaron en estas ciudades las instituciones -públicas, privadas y mixtas ligadas al ámbito habitacional- da prueba de la impronta y variedad de funciones y dimensiones que adquirieron los conjuntos habitacionales que construyeron, modificando la escala y el lenguaje arquitectónico ya establecido, generando nuevas tipologías en el tejido urbano, pero sobre todo mejorando la calidad de vida de sus habitantes y consolidando el habitar en el desierto.
Bajo esta consideración, instituciones nacionales y locales ligadas al ámbito habitacional, como la Caja de Seguro Obrero Social (1925-1952), la Corporación de la Vivienda (CORVI, 1953-1976), la Caja de Previsión de Empleados Particulares (EMPART, 1925-1980), la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU, 1965-1976) y la Junta de Adelanto de Arica (JAA, 1958-1976), junto a una serie de cajas y cooperativas locales, se constituyeron en parte de las entidades fundamentales para el desarrollo y arraigo de la población en el norte, a través de la construcción de conjuntos habitacionales de variadas escalas y tipologías, de los cuales un grupo significativo son considerados como referentes nacionales de la arquitectura moderna realizada en el norte del país.
Representan la producción arquitectónica en el desierto los edificios colectivos construidos por la Caja de Seguro Obrero y Social, bajo la administración del arquitecto Luciano Kulczewsi, y de Aquiles Zentilli como jefe del taller de arquitectura entre 1939 a 1942, los que se basaban en el concepto de habitación higiénica, confortable, bella y reconstructora del hogar de la familia proletaria (Galeno, 2017), conformándose también como un bloque habitacional vanguardista y que vendría a renovar la forma moderna de habitar las ciudades del norte: Arica, Iquique, Tocopilla y Antofagasta (Galaz-Mandakovic, 2019).
Marcan también un precedente en el Norte Grande, las exploraciones habitacionales de diversa escala realizadas en la ciudad de Arica destacando los conjuntos habitacionales: Colectivos Yungay (1955) y Conjunto Chacabuco (1961) de Martin Lira, El Golfito (1958) de Guido Neira e Isaak Eskenazi, el edificio de la población Lastarria (1967) de Saint Jain, Moraga y Vallejos, junto al complejo habitacional Ex-Estadio (1956-1957), de la renombrada oficina compuesta por Bresciani, Castillo, Valdés y Huidobro.
El denominador común de estos conjuntos, que el presente artículo busca destacar, es que gran parte de los proyectos habitacionales construidos en estas ciudades, marcan un precedente importante en la configuración urbana al utilizar el bloque como elemento de composición arquitectónica y, en Arica, conformar conjuntos urbanos que permitieron densificar el centro y pericentro de la ciudad (Torrent y Faúndez, 2021).
Para el caso de Iquique, los conjuntos habitacionales Remodelación El Morro (1968-1969), de Orlando Sepúlveda y Roland Vaca, y La Puntilla (1972), de Walter Bruce, Betty Fishman, María Eugenia Betsalel y Rafael Rodríguez, utilizaron el bloque habitacional como principal estrategia de composición urbana que cambió significativamente la escala residencial de la ciudad.
En Antofagasta, dentro de la variedad de conjuntos habitacionales y tipologías de bloques, se destacan los colectivos de la Caja de Empleados Particulares (1949-1956), del arquitecto Ricardo Pulgar; el conjunto habitacional Coronel Emilio Sotomayor, también llamado Villa Florida (1964), de los arquitectos Guillermo Geisse y Francisco Hurtado. De forma excepcional sobresale el conjunto habitacional Gran Vía, en el que se destacan los edificios denominados El Curvo y Huanchaca, (1955-1978), de los arquitectos Ricardo Pulgar, German Cartagena y Sergio Gaete; estos constituyen un hito de la arquitectura residencial moderna del Norte Grande por su escala, es decir, por conformarse como edificios territoriales (Galeno, 2012) y por su rol mediador entre la ciudad y el desierto al conformarse como nuevo margen urbano (Zúñiga y Contreras, 2018).
La importancia de estos edificios, tanto para la comprensión del tema habitacional como arquitectónico, se evidencia en diversos aspectos que abarcan, por ejemplo, su escala y dimensión urbana, las tipologías y exploraciones formales, la logística que involucró su construcción, o la mención y estudio en publicaciones disciplinares, de su época y contemporáneas, que permiten comprender sus nuevas dimensiones y alcances en diversas ciudades del país.
Las obras mencionadas dan prueba de cómo en Chile, entre las décadas del 30 al 70, se experimentó con diversas tipologías residenciales, que dieron como resultado conjuntos habitacionales emblemáticos; estos, no solo monumentalizaron la casa del hombre común y corriente (Bonomo, 2020), sino que, a través de la tipología bloque, constituyeron “el reflejo de la transformación político-institucional de Chile” (Bonomo, 2012, p. 127). Este último aspecto requiere ser abordado con la finalidad de evidenciar la diversidad de conjuntos habitacionales que forman parte del repertorio de obras del Norte Grande y que, a pesar de su trascendencia para estas ciudades, muchas de ellas terminan siendo obras anónimas que deben ser puestas en valor y presentadas a la comunidad como parte de un nuevo patrimonio arquitectónico y urbano.
En definitiva, podemos señalar que el conjunto de obras residenciales dispersas en muchas ciudades de manera común y corriente, “también pueden, a través de su disposición técnica, de su estrategia de proyecto o de su condición formal, transformarse, precisamente, en extraordinarias” (Cortés, 2020, p. 153). Y, además de extraordinarias, pueden volverse ejemplos significativos de experiencias institucionales en torno a la vivienda moderna en territorios extremos.
Dicho lo anterior, y como se comentó preliminarmente, el conjunto habitacional Remodelación El Morro de Iquique es parte de las obras de arquitectura moderna anónimas y corrientes que requieren ser reconocidas, tanto por sus variables de diseño -que reflejan nuevos modelos o innovaciones en la forma de pensar y hacer arquitectura (Gámez Básten, 1999)- como por su papel en el desarrollo urbano local (Fuentes, 2012) y por contribuir en la construcción de un paisaje moderno (Frampton, 1998).
Bajo esta premisa y con la finalidad de cumplir los aspectos mencionados, a través del proceso investigativo se procedió a reconstruir la historia urbana y arquitectónica que envuelve a la Remodelación El Morro. Para tal efecto, se revisaron las fuentes bibliográficas en donde fueron publicadas noticias o aspectos generales sobre este conjunto habitacional, logrando comprender su proceso de gestación, las propuestas de diseño y la construcción de la tercera intención de conjunto, además de su participación en la planificación urbana local.
Así también, a partir de la última y definitiva propuesta del proyecto, se realizaron una serie de análisis que consideraron los comentarios de sus autores, visitas a terreno y revisión de antecedentes técnicos de la obra, con la finalidad de develar las estrategias proyectuales desde sus diversas escalas y teniendo al bloque residencial como pieza fundamental para la comprensión de las implicaciones arquitectónicas y urbanas de este conjunto habitacional.
La estrategia metodológica, contempló una serie de análisis planimétricos que abordaron diversos aspectos relevantes de este proyecto de arquitectura urbana, tales como la distribución espacial, la composición urbana, el equipamiento complementario y el sistema de circulaciones, entre otros, con la finalidad de cumplir los objetivos planteados en este trabajo investigativo.
Contexto histórico-urbano de la Remodelación El Morro
La génesis de esta propuesta urbana se remonta a mediados de 1963, cuando la prensa escrita local informaba a la comunidad que modernos edificios serán construidos en el barrio El Morro, como parte del plan habitacional para Iquique con el que se esperaba construir alrededor de quinientas casas, junto a áreas verdes para la ciudad. El vicepresidente de CORVI, Javier Vidal, realizó dicho anuncio al diario El Cavancha (“Maqueta y planos de poblaciones”, 1963), señalando que este futuro barrio constaría de cuatro grupos habitacionales y un edificio de seis pisos, construyéndose en total cerca de 300 viviendas para acoger como mínimo a 2.000 personas y satisfacer la demanda habitacional de la ciudad3.
El futuro conjunto habitacional, se expuso a través de una maqueta, que se exhibió en un local comercial del centro de la ciudad; además, también se publicó en el periódico, donde se evidenciaba la nueva configuración urbana que ahora tendría el borde costero en el sector de la península El Morro, junto al trazado de una futura Avenida Costanera, como se muestra en la Figura 2.
No obstante, el proyecto presentado en el periódico, en el cual se distinguen una serie de edificios de baja altura, dista mucho de la propuesta que se registra en el Plan habitacional de la CORVI de 1963, que para el mismo lugar, presenta el proyecto habitacional denominado “Remodelación Sector Costanera” para Iquique (Corporación de la Vivienda, 1963, p. 17).
Este proyecto, de los arquitectos Sergio Seguel, Alberto Sartori, Sergio Arias y Erich Kromer, propone 280 viviendas distribuidas en dos tipologías de bloques de cuatro pisos, con departamentos dúplex y una torre de 12 pisos, acompañado de equipamiento comercial y espacios públicos en base a plazas y miradores.
Aunque este anuncio resulte auspicioso, teniendo en consideración el déficit habitacional que enfrentaba la ciudad, no fue sino hasta 1965 que se tuvo certeza de su futuro, cuando se modificó el Plan Regulador Urbano (“Modificación del plano regular urbano”, 1965). La finalidad de esto fue 1) cambiar el destino del sector, antes definido como balneario, a destino habitacional, para toda la península El Morro; y 2) la realización de obras de urbanización (“Obras de urbanización del barrio”, 1965).
Sumado a las acciones descritas, comienza el diseño y pronta ejecución del nuevo trazado de la Avenida Costanera, que recorrería Iquique de norte a sur, entre las calles Thomson y Bellavista, con la finalidad de poder generar una vía alternativa y de conexión con el resto de la ciudad.
En enero de 1966, y nuevamente a través de la prensa se informaba que la CORVI consideraba un amplio plan habitacional para Iquique (“Un amplio plan de acción”, 1966), el que se consolidaría finalmente con la ejecución del proyecto de remodelación habitacional para la península El Morro, junto a la construcción de otras poblaciones en distintas áreas de la ciudad. Sin embargo, el anuncio de este plan se tradujo en un nueva propuesta urbana y arquitectónica, que cambió radicalmente los conceptos morfológicos y tipológicos de los proyectos anteriormente mencionados y que se exponían en el proyecto de Remodelación “El Morro”, Iquique (Figura 3).
Esta nueva y final versión del proyecto habitacional, fue diseñada por los arquitectos Orlando Sepúlveda y Roland Vaca. En palabras de sus autores, se basa en la combinación de dos tipos de bloques, “uno de planta en cruz y aislado y otro de planta T que, al parearse por sus extremos, forma bloques continuos y quebrados” (Sepúlveda y Vaca 1966, p. 53) y que, en contraposición a los de tipo cruz, se disponen de forma aislada e individual en el perímetro de la remodelación (Figura 4).
La construcción del conjunto habitacional comenzó en marzo de 1966 con la obras preliminares y meses después con los bloques (“En marzo iniciarán”, 1966), prolongándose su construcción por cerca de dos años. Este proceso fue seguido por la prensa local mediante fotografías que muestran los avances, señalando, por ejemplo, que “esta obra de la Corporación de la Vivienda cambiará totalmente de aspecto un vasto sector de la ciudad y significará un enorme progreso urbanístico para Iquique” (“Obra de progreso”, 1967, p. 1); o que “un excelente aspecto están mostrando las construcciones que conforman la remodelación del barrio El Morro” (“Hermosa vista”, 1967, p. 11).
Durante julio de 1968 una comisión de arquitectos llega a Iquique desde Santiago para revisar las obras terminadas de la Remodelación El Morro, ellos son: Daniel Sunico, Boris Vergara y Sergio Moreno en representación del vicepresidente CORVI, del Jefe del Departamento de Contracciones y de los arquitectos proyectistas respectivamente (“Nueva población del barrio”, 1968).
El lunes 29 de julio de 1968, el presidente de la República Eduardo Frei Montalva inaugura la primera etapa de este importante conjunto habitacional, el que estaba compuesto por 256 departamentos. De estos, 200 unidades fueron adquiridos a través de las Cajas de Previsión, incluyendo aquellas de las Fuerzas Armadas, y 49 unidades mediante el plan de ahorro previo de la Corporación de Servicios Habitacionales (“Tres obras de su gobierno”, 1968).
El proyecto habitacional no se ejecutó en su totalidad, construyéndose solo una etapa de las dos que estaban contempladas, ya que se entregaron 18 unidades —de un total de 36 bloques que compondrían la remodelación— sumadas a un bloque de edificios de la Marina Mercante que se construyó de forma paralela a la Remodelación El Morro.
Estrategia proyectual y solución del conjunto
El bloque habitacional se consolida como la pieza clave en la configuración urbana de la remodelación; por ejemplo, al analizar su distribución y manejo de las tipologías utilizadas en el proyecto, es posible constatar que la composición volumétrica del conjunto habitacional, se basa en la rotación del bloque de planta T, hacia una de las cuatro direcciones cardinales (Norte-Oriente-Sur-Poniente) en su frente de mayor longitud.
Esta combinación genera no solo bloques continuos y quebrados, sino que también agrupaciones o conjuntos de edificios claramente definidos y únicos en cuanto a forma, dimensión y emplazamiento. Estos pueden claramente identificarse como superbloques, concepto que desarrolla Alan Colquhoun (1978), señalando que el tamaño de estas unidades puede generarse a través de uno o varios edificios. Esta agrupación o superbloques, crea una variedad de micro vecindades que presentan diversas relaciones con el espacio público, con las circulaciones peatonales y futuras áreas verdes (Figura 5).
La disposición de estos conjuntos, lograba generar una variedad y riqueza espacial en toda la remodelación, creando interioridades, fugas, conexiones y contenciones espaciales que generaban un dominio y control del espacio público junto a una fluidez visual que permitían mantener un contacto continuo con el entorno natural y urbano; es decir, con el borde costero y con el barrio El Morro respectivamente.
Al revisar el proyecto habitacional, se constata que se conformarían seis agrupaciones de edificios o superbloques (Figura 5), para las dos etapas de construcción, las que estarían constituidas de cuatro a siete bloques de planta tipo T (acompañados en algunos casos por un bloque de planta tipo cruz) sumando en total 36 bloques de cuatro o cinco pisos, dependiendo de la topografía del lugar de emplazamiento, como se indica en tabla resumen (Tabla 1).
Para completar la tipología de los bloques tipo T y bloques tipo cruz, dispuestas como solución habitacional, se suma el edificio Dolores de la Marina Mercante Nacional4 y un programa anexo -basado en una batería de equipamientos urbanos que contribuirían en la vida cotidiana de sus ocupantes-, donde se destacan: un centro de desarrollo, una escuela primaria, dos parvularios, un centro deportivo, una plaza de juegos infantiles, una plaza principal y un estanque de agua potable, que podrá ser utilizado como escenario al aire libre para las actividades propias de los residentes, aprovechando su ubicación privilegiada, pues en palabras de sus autores; “goza de gran visibilidad y su perspectiva desde la plaza tiene, como telón de fondo, el mar que se ve a través de los bloques emplazados a más bajo nivel”. (Sepúlveda y Vaca, 1966, p. 54).
La remodelación se articula mediante una red de circulaciones transversales y longitudinales que atraviesan los edificios, los espacios públicos y las áreas verdes propuestas por los arquitectos, lo que permite generar conexión en todas las direcciones, junto con lograr “una gran transparencia desde avenida costanera hacia el mar y además presentar gran permeabilidad de tránsito de peatones entre avenida costanera y el paseo” (Sepúlveda y Vaca, 1966, p. 54), lo que además, permite vincular la remodelación con el programa urbano de borde costero propuesto por la Municipalidad que planteaba restaurantes, miradores y camarines para los baños de Playa Bellavista (Figura 6).
La ausencia de vías de circulación vehicular al interior del conjunto habitacional, que confina el uso del automóvil a los estacionamientos ubicados en el perímetro del conjunto y cercanos a los edificios y servicios comunitarios, evidencia la clara intención de generar un conjunto habitacional a escala humana y que privilegie la circulación peatonal (Figura 6).
Todas las características mencionadas coinciden, con los principios elementales de las Unidades Vecinales de Clarence Perry (Fuentes, 2012)5, en las que se hace énfasis en satisfacer las necesidades de la vida cotidiana, mediante equipamiento, servicios, calles perimetrales, áreas verdes y libres, centros deportivos o “equipamientos a una distancia de 400 a 800 metros de las viviendas más lejanas, permitiendo un fácil acceso peatonal” (Franck y Pérez, 2009, p. 133), ejemplificado en el caso de la Villa San Pedro en Concepción, ejecutada por la CORVI y diseñada por los arquitectos Farrú, Merino y Porte, en 1961, y ahora, en una menor escala, en la Remodelación El Morro.
Las operaciones urbanas basadas en la ortodoxia de los CIAM y los conceptos asociados a la Unidad Vecinal tuvieron gran desarrollo en Chile, especialmente en ciudades metropolitanas como Santiago y Concepción, modos combinados que tuvieron aceptación y éxito. Se trata de una resolución determinada por la escala intermedia, muy propia de los emprendimientos institucionales chilenos, en especial de la CORVI.
A este respecto, Gámez Básten (1999) señala, por ejemplo, que la difusión y grado de aplicación de la doctrina de los CIAM en la actividad proyectual de la CORVI se hace notar en los atributos doctrinarios de la Carta de Atenas, aplicados especialmente en el plano de la ciudad moderna y sus divisiones funcionales.
Sobre los aspectos formales y plásticos del conjunto habitacional, el equipo de proyectistas decidió realizar un contraste con el medio natural a través del color blanco de los edificios ya que, según su lógica proyectual, dicho color “es el más apropiado contra el fondo siena del acantilado y realza los volúmenes salientes contra la penumbra de las ventanas. Además, las plantas de las jardineras agregarán espontaneidad y mayor ligereza, acentuando el contraste con el medio ambiente” (Sepúlveda y Vaca, 1966, p. 55). Adicionalmente estas operaciones de diseño, contribuyen a la conformación de un lenguaje claro y unitario que distingue a la Remodelación El Morro como un proyecto único y singular, no solo de la ciudad, sino que también del Norte Grande y del país (Figura 7).
Finalmente, en cuanto a la tipología y características de los departamentos, se destaca el que cuentan con “un mínimo de dos orientaciones para facilitar la ventilación y las vistas” (Sepúlveda y Vaca, 1966, p. 54) y que se manifiesta, ya sea por los balcones para los departamentos ubicados en los bloques T o en los corredores de acceso para los departamentos en los bloques tipo cruz. Las características en torno a tamaño y programa, se exponen en la Tabla 2.
En resumen, las estrategias proyectuales de la Remodelación El Morro, consideran tres escalas de intervención: 1) una escala micro, sustentada en las unidades primordiales y que corresponden a los departamentos; 2) una escala intermedia, que guarda relación con las dos tipologías de bloque y su combinación, generando una serie de agrupaciones de edificios o superbloques; y 3) una macro escala, que aborda la condición de sistema urbano y que se basa en las relaciones de los conjuntos entre sí, con el espacio público, con el equipamiento complementario y con el contexto natural y urbano en sus bordes.
La Remodelación El Morro como pieza de desarrollo urbano
Otro aspecto relevante de este proyecto habitacional guarda relación con su papel en el desarrollo urbano de la ciudad. Durante 1965 y mientras se están realizando las gestiones para la construcción de la Remodelación El Morro, la Corporación Municipal de Iquique, ante la necesidad de potenciar las actividades turísticas e industriales de la ciudad, impulsa el plan integral de desarrollo comunal (Soria y Poblete, 1966), que permitió la coordinación de los estamentos públicos y privados de la época, sustentado a través de cuatro puntos o ejes estructurales de acción, destacando:
Bajo este último aspecto se formuló el plan de desarrollo turístico y de remodelación de la zona costera, en donde la Corporación de Fomento (CORFO), la Hotelera Nacional Sociedad Anónima (HONSA) y la Corporación de la Vivienda (CORVI), tendrán una activa participación en el progreso urbano local, a través de diversos proyectos de arquitectura e infraestructura urbana desde el Sector El Morro hasta la Península Cavancha (Valenzuela Grollmus, 2017).
En definitiva, el conjunto habitacional Remodelación El Morro, se convierte en el proyecto de mayor envergadura de la región, tanto para el plan urbano como para la CORVI, convirtiéndolo en una pieza urbana gravitante del plan de remodelación del área costera de la ciudad. Además, la incorporación a dicho plan le otorgó nuevas dimensiones a su condición de proyecto urbano y futura unidad vecinal, que lo situaron como un paradigma de la vivienda colectiva en el Norte Grande (Figura 9).
Situación actual de la Remodelación El Morro
La Remodelación El Morro presenta en la actualidad transformaciones significativas en torno a su configuración arquitectónica y urbana original, perdiéndose varias de las características principales de su diseño e intenciones espaciales, que se notan en: el cierre perimetral de las agrupaciones de edificios, la incorporación desmedida del automóvil al interior del conjunto, las transformaciones en balcones y accesos, el cambio en el color de los bloques, y, principalmente, la ausencia de una gestión administrativa y territorial, que no permitió la continuidad del proyecto habitacional de manera integral en el tiempo, sin importar la administración política de turno.
La construcción de otros conjuntos habitacionales en años posteriores, tanto de la Armada como del Ejército (por la década de los 90), ha contribuido a generar una zona fragmentada y carente de unidad como se concibió en sus orígenes. Esto se manifiesta en las tipologías habitacionales, tanto de bloques como de aquellas en forma de torres, que se construyeron en el sector y que no guardan relación con la expresión formal y la composición urbana de la Remodelación El Morro (Figura 10).
En consecuencia, se ha podido determinar que finalmente son 262 las unidades que conforman la actual remodelación; de estas, cuatro fueron destinadas y fusionadas como oficinas para servicios públicos y dos como locales comerciales, lo que confirma la existencia de los 256 departamentos inaugurados en la primera etapa.
Actualmente, se destaca la relación y unidad social que existe con el barrio El Morro, barrio fundacional e histórico de Iquique que, en los varios estudios en actual desarrollo para ser declararlo Zona Típica, se plantea como una unidad territorial -barrio típico y conjunto habitacional- que debe ser cautelada por sus valores históricos, sociales y urbanos que representan ambas partes.
Comentarios finales
La propuesta final para la Remodelación El Morro es el primer proyecto de conjunto habitacional en Iquique que incorpora la modalidad de bloques residenciales, equipamiento barrial y espacio público como parte de un proceso integral de renovación urbana. Lamentablemente, se constituye en un proyecto inconcluso de Unidad Vecinal, ya que solo se lograron construir 18 de los 36 edificios habitacionales propuestos y no se construyó ninguno de los equipamientos destinados a satisfacer las necesidades educativas y de esparcimiento de sus futuros ocupantes.
No obstante, a pesar de que solo se construyó una etapa, se reconoce como el proyecto habitacional de mayor envergadura planteado por la CORVI para Iquique, aquel con el cual se pretendía revitalizar su borde costero, adaptarse a las condiciones del entorno urbano y natural existentes y satisfacer la demanda habitacional que aumentaba año tras año en la ciudad.
La generación de un nuevo tejido urbano, basado en la peatonalización íntegra del conjunto habitacional, la exclusión del automóvil y la nueva forma de habitar la ciudad, se constituyen en aportes fundamentales del urbanismo moderno para el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, proporcionando además, viviendas dignas y de calidad, en cuanto a diseño y materialidad, teniendo presente el contexto habitacional de Iquique y en especial el paisaje desértico en el que se emplaza la ciudad, aun cuando no se haya construido en su totalidad.
Así también, la Remodelación El Morro, en su calidad de proyecto territorial, se constituyó en una pieza estratégica del Plan de desarrollo urbano de Iquique ya que, junto al programa dispuesto en el borde costero de la ciudad, conformaba el área de interés turístico. De esta forma, no solamente contribuía a la conformación del nuevo paisaje moderno en esta ciudad desértica, sino que también asumía como un elemento mediador entre la inmensidad del mar y la ciudad.
Adicionalmente, la Remodelación El Morro se constituye en un reflejo de la enseñanza de la arquitectura racionalista del Movimiento Moderno que se desarrolla en Chile durante ese periodo y que, según Orlando Sepúlveda, se concentra en torno a los siguientes preceptos:
a) Funcionalidad, entendiendo en ello una lógica de relaciones, dimensiones y estándares espaciales. b) Honestidad en la expresión externa de la obra respecto a su contenido interior y a los materiales empleados. c) Prescindencia de toda ornamentación superflua o innecesaria, dirigida a la priorización de la eficiencia y economía a través del mejor manejo de los tres preceptos anteriores (Sepúlveda Mellado, 2007, p. 137).
Los atributos arquitectónicos con que fue concebida, junto a la trayectoria histórica y urbana de la Remodelación El Morro, confirman la hipótesis de Raposo Moyano, que hace alusión a las obras de la CORVI como otro patrimonio, al definirlos como los “cuerpos coherentes de significado arquitectónicos, culturalmente valiosos tanto en lo referente a la constitución de los ámbitos locales de producción de la vida social como respecto a su incidencia en la constitución de la estructura de la ciudad” (1999, p. 42), características presentadas por este conjunto habitacional que hicieron que fuera reconocido como proyecto emblemático por el Ministerio de Vivienda durante el 2015.
Así mismo, también podemos señalar que la Remodelación El Morro de Iquique, se constituye como parte de los conjuntos habitacionales emblemáticos que se construyen en el norte del país entre 1936 a 1976 y como un legado histórico del desarrollo de la arquitectura moderna nacional en un paisaje extremo, árido y distante de los grandes centros urbanos.
Tales características permiten señalar que los conjuntos habitacionales construidos en el norte asumen dimensiones adicionales, debido al contexto en el que se emplazaron; así, por ejemplo, se plantea:
Una dimensión geopolítica: como las ciudades del norte son prácticamente las últimas en incorporarse al territorio nacional, el Estado cumple un rol significativo en este extremo del país y los conjuntos habitacionales reflejan la idea de un Estado que, aunque distante, se hace presente en estas ciudades del norte con una permanente tensión entre la administración local y el gobierno central.
Una dimensión territorial: debido a su emplazamiento y a la escala de los grandes conjuntos habitacionales construidos en las ciudades del norte, se constituyen en mediadores de la ciudad con la geografía inhóspita del desierto o la extensión del mar, generando un ambiente construido que da cobijo a las actividades humanas en un contexto extremo.
Por otra parte, los conjuntos habitacionales, al exceder la escala de la ciudad -como sucede con la Remodelación El Morro- pasan a constituirse en referentes urbanos de estas ciudades intermedias, transformando el paisaje local y tiñéndolo de una modernidad apropiada a este contexto.
La envergadura de varios de los conjuntos habitacionales se constituye en un desafío logístico ante la ausencia de industrias ligadas al rubro de los materiales de la construcción, por lo que se acentuará y evidenciará la distancia con el centro económico e industrial del país.
La construcción de estos conjuntos habitacionales permitiría establecer la existencia de un desarrollo paralelo o en sincronía entre estas ciudades, estableciendo nuevas relaciones entre sí, junto con compartir historias comunes como serían: la visita de arquitectos de importancia nacional, de instituciones patrocinantes y de externalidades similares en la ejecución de los conjuntos habitacionales, así como otros aspectos que la historiografía nacional no ha hecho evidente aún.
Por último, una dimensión experimental: como han señalados Galeno (2008), Pérez Oyarzún (2017) y Torrent Schneider (2017), entre otros autores, la arquitectura moderna en el norte del país fue un verdadero laboratorio de experimentación en cuanto al diseño y a la aplicación de teorías arquitectónicas, las que se hacen evidentes en los conjuntos habitacionales a través de las exploraciones formales de sus arquitectos.
En definitiva, las propuestas arquitectónicas y urbanas del conjunto habitacional Remodelación El Morro son el reflejo: de la experimentación formal y funcional instaurada en el extremo norte del país; de la enseñanza de la arquitectura de dicha época; y, especialmente, de los principales postulados del Movimiento Moderno, por lo que se hace necesario exponer su valor y aporte como ejemplo significativo en la historiografía de la arquitectura habitacional en Chile.
Referencias bibliográficas
Bonomo, U. (2012). Desafíos para una declaratoria. El caso de los grandes conjuntos habitacionales modernos chilenos. 1940 - 1970. En M. D. Muñoz, M. Atria, L. Pérez y H. Torrent (Eds.), Trayectorias de la ciudad moderna (pp. 127-129). Universidad de Concepción.
______ (2020). Ordinarios /extraordinarios. Casas y monumentos. En H. Mondragón (Ed.), Atlas de lo ordinario Brasil/Chile. Dibujos y fotografías de arquitectura moderna (pp. 139-152). Ediciones Universidad Católica de Chile.
Chile Ministerio de la Vivienda y Urbanismo. (2014). Vivienda social en copropiedad. Memoria de tipologías en condominios sociales. Autor.
Colquhoun. A. (1978). Arquitectura moderna y cambio histórico. Ensayos 1962-1976. Gustavo Gili.
Corporación de la Vivienda. (1963) Plan habitacional Chile DFL Nº 2, de 31 de Julio 1959. Autor.
Cortés, M. (2020). Lo ordinario y lo común. Modulación para todos. En H. Mondragón (Ed.), Atlas de lo ordinario Brasil/Chile. Dibujos y fotografías de arquitectura moderna (pp. 153-166). Ediciones Universidad Católica de Chile.
En marzo iniciarán obra gruesa en remodelación “El Morro”. (1966, 27 de enero). El Cavancha, 3(1), 5.
Frampton, K. (1998). En busca del paisaje moderno. Revista Block, (2), 8-23.
Franck, S. y Pérez, L. (2009). Más que una suma de casas: La Unidad Vecinal Villa San Pedro de Coronel. Revista INVI, 24(67), 127-152. https://doi.org/10.4067/S0718-83582009000300005
Fuentes, P. (2012). Conjuntos habitacionales en el área metropolitana de Concepción institucionalización de la ciudad moderna, 1939-1973. Revista 180, (29), 54-59.
Fuentes, P. y Pérez, L. (2012). Formación del Concepción metropolitano a través de los grandes conjuntos residenciales: Aportaciones del urbanismo moderno. Atenea (Concepción), (505), 33-78. https://doi.org/10.4067/S0718-04622012000100003
Futuro barrio “El Morro”. (1964, 2 de mayo). El Cavancha , 2(404), 1.
Galaz-Mandakovic, D. (2019). Edificios máquinas: arquitectura moderna y disciplinaria del Frente Popular en Tocopilla. Revista AUS, (26), 29-34. https://doi.org/10.4206/aus.2019.n26-06
Galeno, C. (2008). Laboratorio confinado: arquitectura moderna en el norte de Chile. Revista de Arquitectura, 14(17), 18-29. https://doi.org/10.5354/0719-5427.2008.28175
______ (2012). Ricardo Pulgar San Martin, el conjunto Gran Vía y el Edificio Huanchaca. En M. D. Muñoz, M. Atria, L. Pérez y H. Torrent (Eds.), Trayectorias de la ciudad moderna (pp. 145-149). Universidad de Concepción.
______ (2017). Edificios colectivos para obreros, 1939-1942. La Caja de Seguro Obrero Obligatorio y la Arquitectura Social de Luciano Kulczewski en Antofagasta, Chile. Cuadernos de Arquitectura, (10), 22-27. https://doi.org/10.22199/S071985890.2006.0010.00006
Gámez Básten, V. (1999). Algunos antecedentes para el estudio de la doctrina habitacional de la Corporación de la Vivienda. Revista INVI , 14(38), 27-58. https://doi.org/10.5354/0718-8358.1999.62100
Hermosa Vista. (1967, 19 de noviembre). El Tarapacá, 74(23.737), 11.
Iquique proyecto remodelación Parque Balmaceda. (1966). Auca: Arquitectura Urbanismo Construcción Arte, (5), 60-63. https://revistaauca.uchile.cl/index.php/AUCA/article/view/57623/
Maqueta y planos de poblaciones “CORVI” se exhiben en un negocio. (1963, 6 de julio). El Cavancha 1(103), 1.
Modificación del plano regular urbano. (1965, 17 de septiembre). El Cavancha , 3(904), 2.
Nueva población del barrio “El Morro” entregará oficialmente el Presidente Frei. (1968, 27 de julio). El Tarapacá , 75(23.685), 1.
Obra de progreso. (1967, 23 de febrero). El Tarapacá , 71(23.469), 1.
Obras de urbanización del barrio El Morro entraran a su fase final. (1965, 28 de diciembre). El Cavancha , 3(1), 5.
Pérez Oyarzún, F. (2017). Arquitectura en el Chile del siglo XX. Ediciones ARQ.
Raposo Moyano, A. (1999). La vivienda social de la CORVI: un otro patrimonio. Revista INVI , 14(37), 41-73. https://doi.org/10.5354/0718-8358.1999.62095
Sepúlveda Mellado, O. (2007). Retrospectiva del conjunto habitacional Remodelación República. Revista INVI , 22(59), 132-150. https://doi.org/10.5354/0718-8358.2007.62137
Sepúlveda, O. y Vaca, R. (1966). Proyecto de remodelación El Morro Iquique. Auca: Arquitectura Urbanismo Construcción Arte , (5), 53-55. https://revistaauca.uchile.cl/index.php/AUCA/article/view/57619/
Soria, J. y Poblete, J. (1966). Iquique región y acción. Auca: Arquitectura Urbanismo Construcción Arte , (5) 57-59. https://revistaauca.uchile.cl/index.php/AUCA/article/view/57622/
Torrent, H. y Faúndez, M. (2021). Las arquitecturas del desarrollo: categoría histórica, arquitectura moderna y laboratorio experimental, Arica 1950-1980. Anales de arquitectura, 2021, 210-217.
Torrent Schneider, H. (2006). Habitación moderna: técnica y proyecto. En A. Téllez (Ed.), Vivienda multifamiliar en Santiago (pp. 60-77). Universidad Diego Portales.
______ (2017). El patrimonio moderno en la construcción del país urbano: Dialécticas entre arquitectura y ciudad en Chile 1930-1970. Revista AUS, (17), 11-17. https://doi.org/10.4206/aus.2015.n17-03
Tres obras de su Gobierno dejó inauguradas el Presidente Frei. (1968, 30 de julio). El Tarapacá , 75(23.689), 4.
Un amplio plan de acción consulta para Iquique en el año 1966 la “CORVI”. (1966, 1 de enero). El Cavancha , 3(1010), 7.
Valenzuela Grollmus, V. (2017). Planificación y desarrollo urbano de Iquique entre 1930 a 1970. Revista de Arquitectura, 22(33), 41-48. https://doi.org/10.5354/0719-5427.2017.47694
Zúñiga, C. y Contreras, G. (2018). Edificio Caliche, la arquitectura de márgenes urbanos de Ricardo Pulgar. EnH. Torrent , T. Barria, A. Zumelzu, V. Vásquez, y C. Ihle (Eds.), Patrimonio moderno y sustentabilidad: de la ciudad al territorio (pp. 114-116). Docomomo Chile
Notas