Resumen: El Grupo de Estudios sobre la Cultura Escrita y la Historia de la Lectura (GECEHLec), fue creado en julio de 2023 en el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas (INIBI) de la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires). Se propone como un espacio de articulación de docencia, investigación y extensión en el que participan estudiantes de grado, de posgrado e investigadores con diversos grados de formación interesados en los estudios de la Cultura Escrita y la Lectura. A partir de grandes ejes temáticos: el libro, sus materialidades, la Historia de las Bibliotecas, la Historia de la Lectura, entre otros, con un enfoque interdisciplinario, donde el intercambio y la elaboración de proyectos y actividades enriquecen el abordaje de los procesos relacionados con la Cultura Escrita.
Palabras clave: Historia de la Cultura Impresa, Historia de la Edición, Historia de la Lectura, Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.
Abstract: The Grupo de Estudios sobre la Cultura Escrita y la Historia de la Lectura (GECEHLec), was created in July 2023 at the Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas (INIBI) of the Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires). It is proposed as a space for the articulation of teaching, research and extension in which undergraduate and graduate students and researchers with various degrees of training interested in the studies of Written and Reading Culture participate. Based on major thematic axes: the book, its materialities, the History of Libraries, the History of Reading, among others, with an interdisciplinary approach where the exchange and development of projects and activities enrich the approach to related processes with Written Culture.
Keywords: Printed Culture History, Edition History, Reading History, Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.
Interés académico
Investigar en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA): Grupo de Estudios sobre la Cultura Escrita y la Historia de la Lectura (GECEHLec)
Research at the Facultad de Filosofía y Letras (UBA): Grupo de Estudios sobre la Cultura Escrita y la Historia de la Lectura (GECEHLec)
El paisaje ha sido meticulosamente pintado por otras manos, pero sin ser detectados, logran tomar lo que necesitan -una liebre aquí, un zorzal allá, o hasta un ciervo, si tienen suerte- y escapar sin dejar ninguna huella en la página. De este modo, el lector concreto insinúa sus propios significados y propósitos en el texto de otro. Cada lector tiene modos silenciosos e invisibles de subvertir el orden dominante de la cultura masificada. Los lectores no son pasivos ni dóciles; se apropian de los textos, improvisan significados personales y establecen conexiones textuales inesperadas. Martin Lyons. HISTORIA DE LA LECTURA y de la ESCRITURAen el mundo occidental.
Actualmente es difícil imaginar la historia de la humanidad sin la cultura escrita y los estudios que abordan estos temas, sobre todo los que se vienen desarrollando desde las últimas décadas del siglo XX, se nutren, a partir de la interdisciplinariedad, de las propuestas provenientes de diversos campos del conocimiento: la Paleografía, la Historia, la Lingüística, la Historia de las Bibliotecas, la Historia del Libro, la Filología, la Historia de la Educación y la Alfabetización, la Literatura y la Sociología de la Lectura que proporcionan conceptos y metodologías que permiten pensar en construir una Historia de la Cultura Escrita.
Una Historia que se pregunta por qué se escribe y para quién se escribe, los motivos por los cuales se lo hace, sin dejar de analizar el contexto en que se inscribe, ya que se configura como algo indisociable del entorno social que lo ocasiona y desarrolla (Petrucci, 1979). Se trata de conocer el proceso de socialización de los escritos, su transmisión, los ámbitos sociales en los que se distribuyen posibilitando entender los usos y la difusión de la escritura, los libros, la escuela, la lectura, las memorias contenidas en las bibliotecas y los archivos, los documentos cotidianos y los materiales dispersos, no individualizados, ni inventariados.
Estos materiales son deudores de actitudes, de técnicas y gestos que han contribuido a configurar la evolución de uno de los más poderosos medios de comunicación: la escritura. Junto a ella será la lectura, ese ejercicio intelectual íntimo o comunitario que llena la vida de contenido, de valores y emociones que transforma las relaciones sociales volviéndose fenómenos posibles de ser estudiados. Así la Historia de la Cultura Escrita a la que se le suma la Historia de la Lectura constituye un espacio para el estudio del encuentro del texto hacia sus múltiples materialidades, sus quiebres y supervivencias; la originalidad de la mirada, que permite pensar conceptos e interpretaciones sobre la historia del libro, el mundo de la edición o las lecturas y sus posibles sentidos desde los campos culturales del pasado, así desde la memoria escrita, entender las prácticas en la apropiación y el uso de los textos y su incidencia sobre los individuos o las sociedades.
Como se ha venido afirmando en los diferentes proyectos realizado a lo largo de estos años, este Grupo de Estudios analizará y estudiará uno de los temas de mayor interés en el campo de los estudios culturales: la historia de los artefactos tipográficos y de las prácticas que permiten apropiarse de sus significados textuales, la lectura (Valinoti y Parada, 2019).
La renovación conceptual y metodológica, después del trabajo pionero de Lucien Febvre y Henri-Jean Martin (1962), fue la desarrollada por Roger Chartier, cuyas numerosas contribuciones señalaron la necesidad de reparar en los modos en que los lectores se apropiaban de los textos impresos (Chartier, 1991, 1992, 1993a, 1993b, 1995, 1996a, 1996b, 1999, 2000, 2008, 2016). Sin embargo, no fue el único en plantear la necesidad de abordar una relectura de los usos sociales y relaciones con la cultura escrita.
Otros dos puntos de inflexión, que han influido decisivamente, son la Sociología de los Textos, donde destaca D. F. McKenzie (1991) cuyos aportes desde el campo de la Bibliografía han sido fundamentales para determinar la variabilidad de la construcción social de los autores en su relación con el universo tipográfico. Y en un segundo caso, la relectura de la Paleografía, donde Armando Petrucci (1999, 2003, 2013), que superando las descripciones sobre la escritura, la lectura y la alfabetización, comenzó a examinar las relaciones entre diversas etapas históricas, los procesos de producción de testimonios escritos y las estructuras sociales, económicas y culturales de la sociedad que elabora, crea y utiliza esos sistemas de escritura.
Otro aporte significativo provino de la aparición de los estudios de la Microhistoria vinculada a la civilización impresa (Ginzburg, 1999, 2004, 2008, 2010; Levi, 1990 y 1993). Además, el incremento de los estudios de Género, la historia de las imágenes y la Historia Oral (Havelock, 2008; Ong, 1993) ha enriquecido las formas de identificación y de interpretación del universo de las lecturas en el pasado.
A ellos se le sumarán, sin pretensión de exhaustividad, los trabajos de Mijail Bajtin (1987), Jean-François Botrel (1993), Fernando J. Bouza Álvarez (1997), Peter Burke (1993, 1996, 1998 y 2001), Guglielmo Cavallo y Roger Chartier (1998), Michel de Certeau (2000), Maxime Chevalier (1976); Robert Darnton (1982, 1988, 1990, 1996, 1998, 2003, 2008, 2010 y 2014), Elizabeth L. Eisenstein (1994 y 2010), Margit Frenk (2005), Carlo Ginzburg (1999, 2003, 2004, 2008 y 2010), Anthony Grafton (1998), François-Xavier Guerra y Annick Lempérière (1998), Lynn Avery Hunt (1989), H. J. Jackson (2009), Lisa Jardine y Anthony Grafton (1990), Karin Littau (2008), Martyn Lyons (2005, 2012, 2016), Henri-Jean Martin (1999), Jesús A. Martínez Martín (2002, 2007), Françoise Parent-Lardeur (1981), Marina Roggero (2009), Roger E. Stoddard (1985), Emilio Torné (2001) y Jean Yves Mollier (2013), entre otros. Lo que se complejiza al sumar los aportes latinoamericanos, como los de Laura Suárez de la Torre (2001), Idalia García Aguilar y Pedro Rueda Ramírez (2010), J. Cobo Borda, (2000); Bernardo Subercaseaux (2000), Pedro Cátedra y María L. López-Vidriero (2004), Gregorio Weinberg (2006) y Marina Garone Gravier (2012).
Nuestro país también cuenta con una significativa tradición en los estudios sobre el libro, las bibliotecas y las imprentas (Bottaro, 1964; Buonocore, 1974; Comodrán Ruiz, 1961; Cutolo, 1955; Furlong, 1944, 1947, 1953, 1969; García, 1965; Sabor Riera, 1974-1975; Sarmiento, 1930; Torre Revello, 1940 y 1965; Ugarteche, 1929). Estas contribuciones que puntualizaban los “hechos impresos” más importantes fueron enriquecidas, en las últimas décadas, con estudios que han producido una serie importante de transformaciones dentro de este universo.
Dentro de ese marco comenzaron a realizarse varias investigaciones, desde el proyecto para reconstruir la historia de la civilización impresa encarado por Alejandro E. Parada, especialmente desde el punto de vista de la historia cultural y su articulación con la Bibliotecología y la Historia de la Lectura (Parada 1998, 2000, 2002, 2003a, 2003b, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2012a., 2012b. 2012c., 2013, 2019, 2022), la reconstrucción y el devenir del mundo editorial y la figura del editor en la Argentina (De Diego, 2006, 2007, 2009; Sagastizábal, 1995, 2002; Sorá, 2011) hasta los estudios de las redes trasnacionales que rodea a los profesionales del libro (De Diego, 2015; Dujovne, 2014, 2016; Sorá, 2002, 2016). Hasta los que discuten los problemas teóricos desde diversas tradiciones disciplinares (Ares, 2010; Aspell y Page, 2000; Batticuore, 2005, 2007, 2017; Caro Figueroa, 2002; Corbière, 2000; Cucuzza, 2002, 2007; Di Stefano, 2001; Fraschini, 2005; García López, 1997; Giuliani, 2018; González, 2010; Gutiérrez y Romero, 1995; Invernizzi y Gociol, 2002; Maggio Ramírez, 2008; Malosetti y Gené, 2009; Planas, 2017; Peire, 2008; Pierini, 2004; Piglia, 2005; Prieto, 1988; Rípodas Ardanaz, 1989, 1994, 1996 y 1999; Romano, 2004; Saferstein, 2013; Sardi, 2011; Sarlo, 2000; Szir, 2007; Tarcus, 2007 y 2016; Valinoti, 2013 y 2016; Zanetti, 2002).
Este Grupo de Estudios se propone examinar cuestiones de gran interés en los estudios culturales: analizar el papel que juega la cultura escrita en cada sociedad y las prácticas relacionadas con la comprensión de esos contenidos, es decir, la lectura. Esta área interdisciplinaria que trata de conocer el proceso de socialización de los escritos, su transmisión y los ámbitos sociales en los que circulan, lo que involucra a diversos agentes como escritores, diseñadores gráficos, editores, vendedores de libros, educadores, bibliotecarios y, principalmente, los lectores y sus interpretaciones.
Así, estas investigaciones posibilitarán no solo continuar con el programa de investigaciones realizado hasta el momento
1, sino que permitirá delimitar nuevos tópicos en este campo de estudio pudiéndose alentar, por otra parte, el debate de la Cultura Escrita y la Lectura como un importante marco teórico y comparativo para la articulación de diferentes disciplinas de las Humanidades y Ciencias Sociales.
En consecuencia, para lograr nuevas explicaciones de estos procesos complejos, se proponen como objetivos:
»Desarrollar un programa de investigación, docencia y extensión que se articule con la comunidad desarrollando acciones tendientes al intercambio, la discusión y la difusión de conocimientos vinculados a las problemáticas de la Cultura Escrita y la Historia de la Lectura.
»Constituir un ámbito de formación, discusión y reflexión favorable al desarrollo de investigaciones de grado y de posgrado.
»Promover los intercambios y la colaboración con otros investigadores y grupos de trabajo en temáticas afines, que desarrollen su labor en centros nacionales y extranjeros.
»Reunir, preservar y difundir los resultados de las investigaciones de la Facultad de Filosofía y Letras, en temas vinculados a la Cultura Escrita y la Historia de la Lectura.
»Elaboración de materiales didácticos para divulgación.
»Organización de eventos académicos.
La propuesta metodológica que guía al Grupo de Estudios, si bien se irá adecuando a las necesidades de cada una de las propuestas de trabajo e investigación, se propone delinear una metodología de base con métodos cualitativos e interpretativos (Denzin y Lincoln, 2000), en particular los de observación y de comparación, utilizados por las Ciencias Sociales que han estudiado temáticas vinculadas a los libros, la cultura escrita y la lectura, así como los que se instrumentan desde la indagación histórica: heurística, crítica, hermenéutica, síntesis y exposición o el método indiciario que propone Carlo Ginzburg (2004, 2008).
También se propone articularlo con una instancia de descripción, acompañada por una indagación sobre las relaciones entre la sociedad, la escritura y la lectura, que permita avanzar, como señalara A. Petrucci (2003:7-9), hacia una comprensión de quiénes, cómo y con qué elementos se desarrollaron esas prácticas, mediante qué dispositivos se registraron y difundieron ideas; cómo, cuándo y por qué se editó, cómo se adquieren, interpretan y reconfiguran los textos, para estudiar las interrelaciones de los discursos, las apropiaciones individuales o colectivas de lo escrito, de lo leído y lo visto, las representaciones y las prácticas que propicia, para así analizar qué lugar ocupan los libros, los archivos y las bibliotecas en los diversos entramados sociales. Esto implica afirmar que existe una construcción del fenómeno, realizada por los sujetos a partir del contexto social, económico, político, cultural, religioso y geográfico particular. Esta combinación constituye una manera muy pertinente de reunir información sobre circunstancias complejas y situaciones en las cuales profundizar el análisis de los documentos escritos, audiovisuales y prácticas lectoras para sumar a los datos empíricos como los que manejarán estas investigaciones, el desarrollo de la reflexión teórica.
Para realizar las actividades programadas se establecieron una serie de reuniones del equipo de investigación, con el objetivo de intercambiar ideas, discutir la diversidad de las fuentes bibliográficas, establecer estrategias para la generación y publicación de contenidos en las redes sociales y establecer un foro de discusión para nuevas conceptualizaciones y metodologías.
Así, a partir de la definición de tres áreas de trabajo:
1. Materialidades, bibliotecas y lectores en Argentina y América
2. Materialidades, bibliotecas y lectores en el mundo europeo
3. Materialidades, bibliotecas y lectores en el mundo asiático
a partir de los cuales se definieron los siguientes ejes temáticos:
Noelia Álvarez Marimon y Tomás de Brito: La Biblioteca Personal de Paul Groussac: reconstrucción a partir de un catálogo comercial de Félix Lajouane.
Las bibliotecas y archivos privados son parte de la expresión material del recorrido cultural, artístico e intelectual de quienes fueron sus propietarios. La naturaleza cambiante del libro, interpretado bajo la óptica de los objetos culturales, tiene la capacidad de modificar su materialidad y sus significados a lo largo del tiempo. Cuando estos acervos forman parte de las posesiones de una figura célebre o intelectualmente reconocida, sus ejemplares se convierten en artefactos de singular rareza y valor cultural. Este es el caso que expone un catálogo publicado en 1892 por el editor franco-argentino Félix Lajouane, quien compiló los libros pertenecientes a la colección de Paul Groussac con propósitos comerciales. Ambas figuras ocuparon espacios centrales en los debates de la Generación del 80; uno desde su rol de librero y editor, y el otro como escritor, intelectual y director de la Biblioteca Nacional entre los años 1885 a 1929. A partir del análisis al patrimonio documental de la familia Groussac, se puede estudiar el itinerario de una biblioteca personal, tras localizar aquellos libros que sobrevivieron a la venta -o empeño- de F. Lajouane para retornar a la colección original.
Tomás de Brito: Tres libros mormones en la Colección Privada de Paul Groussac.
El devenir de la trayectoria biográfica de un lector interfiere en forma directa y material en su acervo bibliográfico, produciendo así todo tipo de adquisiciones, expurgos y marcados en sus documentos. Los acervos personales pueden también resultar en una traducción pragmática de las operaciones intelectuales que su dueño haya realizado a lo largo de su vida.
En Del Plata al Niágara (1897), Paul Groussac realiza un “rápido bosquejo del continente americano” narrando un viaje emprendido en 1893. Su estancia en Salt Lake City estuvo marcada por sus impresiones acerca de la religión mormona y su pueblo. Una revisión a la colección patrimonial de sus herederos reveló la presencia de tres libros de temática mormona con sellos de libreros saltlaquenses y marcas de propiedad de su hijo Carlos. Se presume que Groussac adquirió estos documentos durante su viaje y posiblemente los consultó para fundamentar sus opiniones en Del Plata al Niágara.
Este hallazgo ilustra cómo las experiencias de viaje y la vida del autor influyeron en su colección personal, pero a la vez brindan la oportunidad de ilustrar la memoria documental de un acervo familiar y mostrar documentos de gran rareza bibliográfica, elemento indisociable de los libros tratados en este trabajo.
Agustín D’Ambrosio y Sabrina Sangineti: Libreros, encuadernadores y bibliotecarios de Buenos Aires, 1877.
Durante 1877, la Biblioteca Pública de Buenos Aires reunió una Colección de Obras Argentinas para su presentación en la Exposición Universal de París. Siguiendo las instrucciones de Vicente G. Quesada, los directores interinos de la biblioteca, Nicolás Massa y Ernesto Quesada, forman lo que Néstor Auza denomina la "primera bibliografía nacional argentina". Ese Informe elaborado sin mención de sus nombres, detalla las labores de libreros y encuadernadores, esenciales para la materialización de esta colección. Al examinar los ejemplares, se logró identificar al encuadernador y, mediante el análisis de documentos, se llegó al librero encargado de buscar "libros raros o fuera del comercio de librería".
Tomando esto como punto de partida, esta investigación procura analizar los criterios de formación y catalogación de la colección en relación con las ideas bibliotecológicas de Vicente Quesada; reconstruir la participación de agentes auxiliares: los libreros encargados de encontrar libros raros y los encuadernadores que dieron uniformidad a la colección, destacando los materiales utilizados y la profesionalización de este oficio en el ámbito nacional; y dilucidar el uso del término "raro" en el catálogo de la colección, sus influencias teóricas y las implicaciones de su empleo en el ámbito de un archivo público en oposición al de una colección privada.
Valentina Ollier: Entre la oralidad y la impresión. Prácticas de lectura y edición en el Salón Literario de 1837.
El Salón Literario de Marcos Sastre se fundó como un espacio para difundir literatura e ideas de la nueva generación de argentinos, inspiradas en las que circulaban en Europa. Allí se organizaron reuniones para dar a conocer nuevos textos y traducciones. Entre otras obras, se leyó el manuscrito de La cautiva de Esteban Echeverría que más tarde se publicará como texto impreso.
Así, consideramos las lecturas que tuvieron lugar en el Salón Literario como prácticas que amplían la circulación de textos más allá del circuito de la imprenta y en el que la oralidad ocupa un lugar privilegiado para la transmisión de nuevas ideas. No obstante, el diálogo entre modos de publicación (oral e impreso) es permanente, ya que, como en el caso del poema señalado, muchos textos leídos en el Salón fueron luego publicados en la prensa o en forma de libro, generalmente en versiones ampliadas. En ese marco, interesa considerar qué géneros discursivos eran leídos en público: poemas, género literario que guarda un vínculo cercano con la oralidad; ensayos y disertaciones, constitutivamente escritos y, por lo tanto, de un acceso diferente para un oyente y para un lector del texto.
Magalí Mayol: Discursos sobre la lectura escolar en la Patagonia. Una mirada desde las publicaciones de maestros e inspectores escolares (primera mitad del siglo XX)
Maestros e inspectores escolares de la Patagonia escribieron y publicaron distintos textos: memorias, revistas educativas, boletines. En algunos relataron sus experiencias recorriendo y trabajando en escuelas del Sur; en otros se acercaron más a debates o reflexiones didácticas sobre la enseñanza y el aprendizaje de distintos contenidos. Las memorias fueron individuales -cada docente o inspector escribió sobre su experiencia personal-, mientras que las revistas fueron colectivas: eran producidas por distintas asociaciones y agrupaciones del magisterio a la vez que en cada número los autores eran numerosos.
En este trabajo nos acercamos a estos “escritos maestros” -como los llamó Pablo Pineau (2020)- e indagamos en los discursos sobre la lectura producidos por estos actores. A partir de ello, nos aproximamos por un lado a las prácticas escolares de lectura: quiénes, qué, cómo, cuándo y para qué se leía en las escuelas patagónicas. Por el otro, nos preguntamos qué significaba la lectura para maestros e inspectores.
La mirada regional -historizar estas prácticas desde la Patagonia- es un aspecto fundamental en esta investigación. Los primeros acercamientos al objeto de estudio señalaron que discursos y prácticas estaban inexorablemente atravesados por los espacios geográficos y sociales donde se enseñaba y aprendía a leer y escribir.
Rosa Soto: Lectura y escritura literaria en la escuela media argentina: apuntes sobre cuatro manuales escolares (1870-2007)
Este análisis se propone abordar el estudio de la lectura y escritura literaria en el marco de la educación media argentina, a partir de cuatro manuales escolares pertenecientes a diversas épocas. Partiendo de un análisis comparado sobre estos materiales, se propone una genealogía que explorará, en primer término, cómo se ha enseñado a leer y a escribir en el tiempo en que se localiza cada texto. A su vez, se seleccionará un corpus de primeras ediciones de los siguientes manuales de estudio: Trozos selectos de Literatura de Alfredo Cosson (1870), Lecciones de Literatura española y argentina de Juan José García Velloso (1900), Nuestra patria: libro de lectura para la educación nacional de Carlos Bunge (1910) y Literatura argentina y latinoamericana - Polimodal de Gabriel De Luca y otros autores (2007), así como el marco histórico-social en que estos materiales fueron pensados y utilizados.
Micaela Sabrina I. Álvarez Astudillo: Detrás de los muros, la palabra: notas sobre las prácticas de lectura y escritura literaria en las cárceles argentinas.
El fomento de la lectura y la escritura es esencial tanto para el desarrollo de la ciudadanía, como para la construcción de subjetividades, el desarrollo de la cognición y las relaciones sociales, además de ser piedra angular para la autocrítica y la creatividad. Desde la primera infancia, luego en la adolescencia y en la posterior adultez el sujeto se construye por medio de distintos contextos, instituciones y experiencias propias y ajenas. Así, una persona alfabetizada, no solo es una persona que contribuye a la sociedad a la que pertenece sino también, que puede construir su propia personalidad.
La lectura y la escritura no distinguen por sí la clase social, la condición económica, educativa, o política, entre otras dimensiones, en las que se inserta un sujeto, es por ello por lo que resulta de interés entender cómo funcionan en los contextos de encierro. La palabra y la voz, los talleres de lectura y escritura literaria fomentan indudablemente un espacio creativo y propicio para desarrollarse como persona.
Por esto, en esta investigación se indagará sobre algunos interrogantes tales como: ¿la escritura y la lectura pueden pensarse como una forma de resistencia al encierro? ¿Cómo influye un taller literario o de escritura creativa en el contexto de intramuros? ¿Cuáles son los antecedentes de algunos de estos talleres ofrecidos en terreno nacional?, entre otras cuestiones.
Jésica Stecco: Bibliografía y análisis del desarrollo de colecciones sobre edición, estudios del libro y cultura escrita en editoriales argentinas entre 2000-2023.
El siguiente plan de investigación busca brindar un aporte bibliográfico a los estudios sobre el libro, la edición y la lectura en la Argentina actual. Desde una perspectiva editorial y bibliotecológica, se analizarán un conjunto organizado de obras o publicaciones que comparten ciertas características temáticas, estilísticas o de formato, y que son publicadas bajo el sello o marca de una editorial. Esa definición, que muestra una colección editorial, suele tener un enfoque específico o un lector objetivo determinado, lo que facilita la identificación y la comercialización de esas obras. Tomando en consideración esto, se realizará, en primera instancia, una compilación bibliográfica sobre las editoriales en la Argentina que, entre los años 2000 a 2023, hayan desarrollado dentro de sus catálogos colecciones que contribuyan a los estudios de la cultura escrita y el campo editorial en nuestro país. Finalmente, se analizarán y compararán las colecciones y libros recopilados desde una perspectiva histórica, social y cultural.
Cecilia A. Ojeda: Hacia una Historia de la Lectura del Paraguay
La siguiente investigación recorrerá la historia de la Lectura en el Paraguay, desde la conquista del Río de la Plata. En la misma, se analizará el desarrollo de la Historia Oral como operación válida de transmisión de la palabra y conocimientos, a la vez que se intentará encontrar el desarrollo de esa comunidad lectora, atravesando los tres siglos de historia de esta nación, sin dejar de lado las implicancias que tuvieron la presencia de jesuitas y franciscanos en la conversión al cristianismo, donde la educación y la enseñanza de la lectoescritura fueron completamente necesarias.
A partir del análisis de fuentes y literatura previa, este trabajo se asienta en tres hipótesis. La primera de estas es que las misiones jesuíticas y franciscanas en territorio actual paraguayo fueron fundamentales para la implementación de la lectoescritura y que fue posible por la docilidad de las comunidades guaraní hablantes. La segunda hipótesis planteada es que, durante el inicio del siglo XIX, Paraguay se encontraba en una época de auge, no solo económica, sino también intelectual; permitiendo el desarrollo de la educación en todos los puntos del país desde la metrópolis asuncena hasta las campañas más alejadas del centro, lo que resultaba en una sociedad muy relacionada con la lectura. Finalmente, la tercera hipótesis es que, posterior a la Guerra de la Triple Alianza y la eliminación de un tercio total de la población (junto con el vaciamiento de las arcas estatales y la ruina representada en las grandes ciudades), terminó con un atraso en el desarrollo de la educación, que solo se vio profundizado al iniciar la Guerra del Chaco Paraguayo, y posteriormente con la toma de poder de la Dictadura a cargo de Stroessner.
Ángela Giovanna Ledesma: Cultura escrita en torno a obras fundacionales de Argentina y Eslovenia.
La cultura escrita abarca un conjunto de características que se relacionan con la lectura y la escritura colectiva, giran en torno a fenómenos literarios y nos ofrecen un panorama de la situación sociocultural sobre el que operan y manifiestan. Por esto, elegir qué investigar en torno a cultura escrita puede ser una decisión difícil por la multiplicidad de cuestiones a abordar y es necesario recortar ese objeto, perfilarlo y limitarlo lo mejor posible.
Tomando en consideración lo antedicho, se trabajará en un ejercicio comparativo, entre una de las obras fundacionales de la literatura argentina, el Martin Fierro de José Hernández y otra de la literatura eslovena, la obra Pesmi de France Preseren. El objetivo de esta investigación es señalar algunas dimensiones de la cultura escrita: formas de publicación, el lugar de los escritores en la sociedad, mundo de los lectores, editoriales, entre otras, de ambas obras.
Cecilia Ingrid Myers: Nuevos lectores en la Argentina: interés por la literatura coreana en el Siglo XXI.
Como toda cultura, la asiática se distingue por su música, la pintura, las series, el cine y la literatura, entre otras manifestaciones. Desde comienzos del siglo XXI, en la Argentina se evidenció un gran interés por conocer a esta sociedad en estos aspectos. Tomando en consideración, en esta investigación se analizará el último aspecto mencionado, el literario, para indagar cómo se satisface la necesidad de materiales impresos a la sociedad argentina. Por este motivo, se estudiarán las editoriales que se encuentran activas y fomentan la difusión de literatura coreana, se considerarán los títulos y autores que publican, pero también se hará un relevamiento de las cuentas de creadores de contenido en Instagram que fomentan la difusión de esta cultura. Por último, se analizará cómo las bibliotecas hacen frente a esta nueva necesidad que plantean sus usuarios.
Michelle Torres Ponce: Las prácticas de lectura y escritura de la mujer: una aproximación a la Edad de Oro del islam y el imperio bizantino
La presente investigación tiene por objetivo el análisis de las prácticas de lectura y escritura, para visibilizar el rol de la mujer en las culturas bizantina e islámica. Cabe destacar que el imperio bizantino existió desde 330 d.C. hasta 1453 y compartió parte de su tiempo con el islam. En particular, se destaca la Edad de Oro que se desarrolló desde el 622 d.C. hasta 1258. En ambas civilizaciones se puede contemplar diferentes formas de ver y entender a la mujer, sobre todo a partir de las prácticas religiosas preponderantes en aquella línea de tiempo, que son el cristianismo y el islam. En las mismas, se observa que estas poseen un papel distinto: mientras que en la primera se la ve como una persona de familia (sobre todo las de clase alta o de la nobleza), que tiene presencia activa en la sociedad, en la segunda y de acuerdo con las enseñanzas del Corán, la mujer debe ser sumisa, estar comprometida y al servicio de su familia. Tomando en consideración esto, se relevarán (según lo permitan las fuentes) las costumbres de lectura y escritura de ambas civilizaciones con el propósito de visibilizar sus prácticas y así poder lograr una comparación y reflexión del rol de la mujer en la Edad Media, para finalmente poder analizar los cambios ocurridos en la actualidad.
Ramiro Nahuel Díaz Noya: El cine quema. Hacia la construcción de un tesauro latinoamericano sobre el cine y la industria audiovisual.
Se puede interpretar que los conceptos de “materialidad, biblioteca y lectores” no solo pueden ser abordados desde el espectro historiográfico, sino más bien desde los procesos técnicos bibliotecológicos.
Así, los vocabularios controlados son una herramienta fundamental no solo para estandarizar términos y facilitar la recuperación de documentos sino también para establecer un discurso ideológico sobre el área temática trabajada allí. Es así como dichas herramientas funcionan como un mecanismo que construye y extiende una voluntad de verdad específica, que se apropia de los contenidos de una manera singular y que los clasifica y pone a disposición de una forma determinada de acuerdo al país, ideología, institución, cultura o lengua en la cual se hayan realizado. En este trabajo entonces, se buscará construir un tesauro en español destinado a la temática del cine y de la industria audiovisual, destacando contextualizaciones, conceptualizaciones y terminologías que han surgido en el marco argentino y latinoamericano del fenómeno. También se buscará crear e implementar una guía para facilitar y estandarizar la utilización de este mismo tesauro en las bibliotecas, archivos y centros de documentación que lo quieran adoptar.
Es así como este trabajo, como compendio terminológico que es, busca facilitar los puntos donde esas tres intersecciones se cruzan, permitiendo un acceso estandarizado a los textos, logrando también, otro tipo de relación entre biblioteca y lector, a tono con los avances tecnológicos que se han desarrollado para la búsqueda y acceso de la información.
Luego de haber presentado la propuesta de trabajo, los objetivos y los temas del GECEHLec, Grupo de Estudios sobre la Cultura Escrita y la Historia de la Lectura, que se encuentra radicado en el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), una reflexión es necesaria, más que conclusiones esta es una puerta que se abre a un largo camino por recorrer.
Muchas son todavía las tareas pendientes para avanzar, conceptual y metodológicamente, en la comprensión y el análisis de las prácticas culturales asociadas a la cultura de lo escrito y la lectura, aunque cabe destacar que la variedad de accesos al objeto de estudio propuesto, se realizará partiendo de las categorías de la Historia Cultural en un análisis que articule los aportes de la Bibliotecología, la Historia, las Letras, la Edición y las Artes Visuales a partir de la división en tres ejes troncales: 1) Materialidades, bibliotecas y lectores en Argentina y América, 2) Materialidades, bibliotecas y lectores en el mundo europeo 3) Materialidades, bibliotecas y lectores en el mundo asiático, se intentará dar una mayor visibilidad a la extraordinaria riqueza de la civilización escrita y sus vínculos con los lectores.
Para comenzar los temas seleccionados como nucleares, en el primero de los ejes, son los siguientes: El estudio a partir del catálogo comercial de Félix Lajouane de la biblioteca personal de Paul Groussac (Noelia Álvarez Marimon y Tomás de Brito), los libros mormones en la Colección Privada de Paul Groussac (Tomás de Brito), la "primera bibliografía nacional argentina" reunida por la Biblioteca Pública de Buenos Aires para presentar en la Exposición Universal de París (Agustín D’Ambrosio y Sabrina Sangineti), las prácticas de lectura y edición en el Salón Literario de 1837 (Valentina Ollier), los discursos sobre la lectura escolar en la Patagonia desde las publicaciones de maestros e inspectores escolares durante la primera mitad del siglo XX (Magalí Mayol), el abordaje del estudio de la lectura y escritura literaria en el marco de la educación media argentina, a partir de cuatro manuales escolares (1870-2007) (Rosa Soto), las prácticas de lectura y escritura literaria en las cárceles argentinas (Micaela Sabrina I. Álvarez Astudillo), los estudios del libro y cultura desde la bibliografía y el desarrollo de colecciones sobre edición, en editoriales argentinas entre 2000-2023 (Jésica Stecco) y la Historia de la Lectura del Paraguay (Cecilia A. Ojeda) hasta incluir, a partir de un desafío y apertura conceptual, los cambios multimediales que, a la Cultura Escrita le impone el mundo contemporáneo con la construcción de un Tesauro latinoamericano sobre el cine y la industria audiovisual (Ramiro Nahuel Díaz Noya)
Mientras que, correspondientes al segundo y tercer eje, las cuestiones a trabajar son: la Cultura escrita en torno a dos obras fundacionales de Argentina y Eslovenia (Ángela Giovanna Ledesma) hasta llegar a los nuevos lectores argentinos y su interés por la literatura coreana en el Siglo XXI (Cecilia Ingrid Myers), o las prácticas de lectura y escritura de la mujer desde una aproximación a la Edad de Oro del islam y el imperio bizantino (Michelle Torres Ponce). Cada uno de los temas arriba citados, muestran la potencialidad de esta área de estudio. Aunque esas aproximaciones manifiestan la necesidad de tener un contexto teórico que defina la Cultura Escrita desde la Historia de la Lectura, lo que nos lleva finalmente, a una discusión conceptual y metodológica sobre la Cultura Escrita, la Historia de las Bibliotecas y la Historia de la Lectura (Faustino Chirino y Beatriz C. Valinoti).
En síntesis, el Grupo de Estudios de la Cultura Escrita y la Historia de la Lectura (GECEHLec) se propone como objetivo avanzar en la comprensión y el análisis de las prácticas culturales asociadas a la cultura de lo escrito y la lectura, desde la docencia, la investigación y la extensión y este parece ser sólo el comienzo de una Historia que ahora ha comenzado a narrarse.