Carpeta gráfica
Ventanas
Ventanas
Política y Cultura, núm. 53, pp. I-XVI, 2020
Universidad Autónoma Metropolitana


Siempre he pensado que las ventanas son como los ojos de una casa, pueden sonreír, siempre alegres, o estar cerradas y mostrar tristeza; con persianas oscuras que no dejan ver nada. Y las peores, aquellas tan atrancadas que no quieren ver la luz de la calle. Todo eso se puede ver en una ventana, hasta en una puerta. Y bueno, a todos nos gustan aquellas llenas de flores de todos los colores; es fácil imaginar las personas que habitan esos ojos llenos de colores y de olores. Por eso me gusta caminar por calles desconocidas, observando las ventanas y su ropa asoleándose colgada casi sobre la calle. La humanidad ha construido casas de todas formas y tamaños, con una diversidad de materiales que la imaginación no alcanza a describir. Las hay de madera, que me gustan con sus colores desteñidos y de formas tan antiguas, llenas de historias. También hay de tierra, de adobe que uno disfruta de nada más pensar en lo frescas que son. Todas con el propósito de amar, de compartir y de disfrutar eso que llamamos vida.













