Diversa. Reseña de libros
¿Virus soberano? La asfixia capitalista*
Recuerdo con no poco rubor cuando, hace ya muchos años, quedé absorto al culminar la lectura de La guerra de los mundos (1898), de H.G. Wells. A lo largo de aquella magnífica obra de ciencia ficción, adelantada a su tiempo, vislumbré el temor, el pánico, la desesperación y desesperanza que los protagonistas exteriorizaban en el desarrollo de los eventos dramáticos e increíbles que se desplegaban a su alrededor, así como las difíciles decisiones tomadas, a lo largo de la obra, tales como la huida de sus hogares, el sentimiento de inseguridad, el encierro u ocultamiento durante un tiempo impreciso, fantasías sobre futuros utópicos, la indiferencia y la duda frente a su semejante, ya para ese entonces extraño y peligroso. En fin, toda una serie de eventos en los que era imposible entrever una solución o recurso tecnológico que pudiera ayudar a la humanidad a hacer frente a aquella imbatible invasión de marcianos hematófagos. Dije que recuerdo haberme ruborizado con el triunfo final del planeta Tierra y sus habitantes, logrado gracias a la intervención de un ¿aliado? que jamás imaginé: los gérmenes y la naturaleza, olvidados a propósito en la narración, de cierto modo, ante el embate del progreso y el poder de la maquinaria, en boga durante la época de nuestro escritor. Estremecedor mensaje, pero una lección no aprendida.
Independientemente de ciertos elementos y circunstancias que se narran en aquella maravillosa obra, asimiladas a nuestra actual situación, considero prudente reflexionar acerca del impacto en la vida real y en la implacable naturaleza, en concordancia con el depredador sistema capitalista (que usa y abusa de ella, sacando siempre provecho de sus trastornos a su conveniencia), a partir de la reciente obra de la filósofa italiana Donatella Di Cesare, ¿Virus soberano? La asfixia capitalista. Compuesto de 16 apartados desarrollados magistralmente en apenas 96 páginas, la autora expone los dilemas y consecuencias políticas y sociales que la pandemia provocada por la expansión del coronavirus SARS-CoV-2 genera en el mundo. Y es que la crisis sanitaria no sólo acrecentó los problemas en materia de seguridad, salud social, relaciones bilaterales entre los países potencia, economía y migración, sino que aceleró el cambio climático y el proceso de degradación de la Tierra, pues nos “obligó” a recurrir a la explotación de agua, al implemento descontrolado de materiales que tardarán años en desaparecer. Ni hablar de eso que la autora denomina fenómeno de involución, un proceso de irreversibilidad en el desarrollo de la humanidad sin precedentes en la historia.
A decir de la autora, la pandemia del coronavirus, considerada –sin duda– como uno de los acontecimientos más importantes y decisivos del siglo XXI (entre los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y la dramática crisis financiera de 2008), es un elemento catalizador dentro del sistema capitalista mundial que más que anunciar su muerte, como muchos ingenuos lo cantaron a los cuatro vientos, anunció la preminencia, voracidad y capacidad destructiva e inhumana, prevista para muchos años más. En medio de esta conmoción a la que todos temíamos pero que jamás inferimos como próxima a nuestra época (el futuro finalmente nos alcanzó), las políticas excluyentes de varios países de todo el globo, fascistas no en ideología, pero sí en los términos, mostraron los graves resultados que una crisis de esta magnitud ha podido generar, la mayor parte de ellos cayeron en los hombros de los más desafortunados. Lo llama soberano pues su poder tangible, y presencia invisible, traspasa barreras geográficas, sociales y políticas.
La autora, entre otras cosas, nos pone al tanto de temas que han estado en la boca de todos durante este periodo drástico de confinamiento y que, a su entender, no deben menospreciarse de ningún modo, puesto que cada uno de esos factores ha probado la eficacia a favor de los intereses del capital y de los gobiernos neoliberales. En este sentido, la autora considera que uno de los muchos beneficios procurados por esta crisis sanitaria al neoliberalismo es la cuestión de la democracia inmunitaria y los Estados de excepción, proclives ambos a afianzar posturas represivas y excluyentes. En este caso, un capítulo sobre las teorías conspiranoicas que entre ciertos mandatarios negacionistas como entre el público desinformado circularon patéticamente fomentando pánicos absurdos en torno al origen y proyecciones a futuro del virus, da cuenta de cuán fácil puede ser manipulada la opinión pública en momentos de tensión social, y cómo en conjunto con esas dudas de seguridad social podrían devenir en terribles consecuencias. Dicho sea de paso, se entreteje la vicisitud sobre el problema dramático de las caravanas de migrantes que en nuestro país ha sido indignamente controlado para “proteger” la frontera de nuestro oportunista vecino del norte.
Por otro lado, uno de los temas llamativos de este libro es el distanciamiento social. Hemos sido testigos de las recomendaciones de protección y cuidado sanitario de las autoridades; de la distorsión de la idea de distanciamiento en algunos estratos sociales, incitando de nueva cuenta la exclusión y el forzoso estancamiento hogareño que llevó al borde de la paranoia y al cansancio a muchas personas. Este estado de confinamiento sirve al neoliberalismo y a sus políticas maniqueas para desalentar y desestabilizar las movilizaciones y demandas populares. La seguridad hogareña, según la autora, nunca había sido tan bien entendida y necesaria.
La lectura de este libro es necesaria para recapacitar en los problemas actuales. Si bien el futuro nos ha alcanzado, la fatalidad no es preminente, y aunque tampoco están del todo claras las secuelas que la pandemia dejará en su camino, formando parte de nuestra realidad (como generoso aliado y brutal enemigo), es seguro que el destino de la humanidad no está escrito, y que podremos desacelerar el proceso de degradación de la Tierra y de los sistemas políticos que hoy nos encaminan a la inestabilidad social.
* Reseña de la obra de Donatella Di Cesare, ¿Virus soberano? La asfixia capitalista, Madrid, Siglo XXI Editores, 2020.: *