La integración regional: Una rerspectiva desde el pensamiento y Ciencias de "la Complejidad"
Regional Integration: A perspective coming from Complexity Thinking and Sciences
La integración regional: Una rerspectiva desde el pensamiento y Ciencias de "la Complejidad"
Utopía y Praxis Latinoamericana, vol. 22, núm. 78, pp. 13-23, 2017
Universidad del Zulia
Recepción: 22/02/17
Aprobación: 19/04/17
Resumen: Se aborda el proceso de la integración regional, en particular para los países latinoamericanos y caribeños, desde la perspectiva ofrecida por el Pensamiento Complejo y las Ciencias de “la Complejidad”, cuya índole dinámico-procesual se torna cada vez más pertinente para su adecuada aprehensión. Abordaje dinámico- procesual que necesita una nueva comprensión de la articulación “local-global-local”, por su importancia para poder aportar una más fiel caracterización de los cambios y transformaciones sistémico-complejo(a) s –adaptativo(a)s y evolutivo(a)s- que comporta dicha integración regional
Palabras clave: Caribe, Complejidad, Integración regional, Latinoamérica.
Abstract: The process of regional integration is treated from a Complexity Thimking and Sciences perspective, particularly concerning latinoamerican and caribbean countries. The dynamic-processual characteristics of this approach turn more and more appropriate for an adequate understanding of this topic. And on its turn, that approach needs a new understanding of the ¨local¨-´global¨-¨local¨ linkage.because of its importance for a better characterization of the adaptative and evolutionary complex-systemic changes and transformations which accompany regional integration.
Keywords: Caribbean, Complexity, latinoamerican, regional integration.
INTRODUCCIÓN
Abordaremos el proceso de la integración regional, tan cardinal para el presente –si es que no lo ha sido siempre- en particular para los países latinoamericanos y caribeños y para regiones como la de Latinoamérica y el Caribe, desde la perspectiva ofrecida por ese campo contemporáneo y emergente del Saber que se ha ido denominando como Pensamiento Complejo y Ciencias de “la Complejidad”, cuya índole dinámico-procesual se torna cada vez más pertinente para la más adecuada aprehensión de lo que está ocurriendo en este cambio-de-época y con este tan cambiante acontecer en que nos hallamos todos inmersos, en los intentos por conformar un mundo más multi-polar, sin hegemonismos..
Abordaje dinámico-procesual que necesita, lo que es particularmente relevante para la aprehensión de los procesos de integración regional de cualquier región que, como la nuestra, aspire a constituirse en uno de esos “polos”, una nueva comprensión de la articulación “local-global-local”, por su importancia para poder aportar una más fiel caracterización de los cambios y transformaciones sistémico-complejo(a) s –adaptativo(a)s y evolutivo(a)s- que comporta dicha integración regional (a diferencia de la más tradicional manera de aproximarse a lo que se estudie como un “objeto” fijo o una “estructura” ..
Una comprensión dónde “lo local” –lo que sucede en la comunidad o en el país o en la sub-región que se integra- NO es inferior a “lo global” -lo que sucede en el resto de las comunidades, en los otros países, en la región como tal, o en la comunidad internacional en general. NI “lo global” es superior a “lo local”; son, cada uno de ellos, sólo diferentes en el alcance de su impacto.

Lo expresado implica asimismo, además de la ya mencionada renovada comprensión de la articulación “emergente” de ‘lo local’’ con ‘lo global’, así como de la articulación “sumergente” de eso global (emergido de ‘lo local‘) en su impacto inverso sobre aquello de dónde emergió (para facilitarlo ulteriormente o para dificultarlo), el tener en cuenta asimismo su dimensión en el tiempo, pues tanto ‘lo local’ como ‘lo global’ transcurren ambos en el tiempo y por lo mismo, tomarlo en cuenta es necesario para su completa caracterización.
Lo que lleva como “de la mano” a una nueva comprensión de la articulación de la historia coyuntural “de-lo-que-está-ocurriendo-ahora” (a la que todo(a)s le prestamos nuestra mayor atención), en sus conexiones con la historia intermedia de “lo-que-ocurrió-no-hace-tanto-tiempo” (y por lo mismo “vivida” solamente por las generaciones mayores de una u otra sociedad) y asimismo con la historia profunda o de larga data de “lo-que-ocurrió-hace-ya-mucho-tiempo” (no “vivido” por ninguno(a) de los contemporáneos y considerado comúnmente de interés solo “para los historiadores”). En otras palabras, cómo se articulan la(o)s siempre presentes por sus consecuencias -que nos demos cuenta o no de ello es ya otra cuestión- 3 (tres) dimensiones o “plastos” de la construcción social de toda historia.

Cada una de esas tres dimensiones de la construcción social de toda historia, una vez que se ha producido, nos parece “a posteriori” que es la única que podía haber ocurrido, cuando en verdad es solamente aquella alternativa, de una gama más amplia –siempre posible- que se propició. Y se pudo propiciar –nos guste su resultado o no nos guste, sea favorable el mismo a nosotros o no lo sea—por la correlación de fuerzas sociales que se plasmó en aquellos momentos. Por lo que es de suma importancia la aprehensión de las circunstancias que llevaron a dicha correlación de fuerzas sociales (para fortalecerla o para modificarla a nuestro favor, según haya sido de nuestro agrado o no su resultante dimensión histórica). Los procesos de la integración regional no son ajenos para nada a la aludida articulación que es también pertinente para la misma, como puede constatarse en el recorrido histórico que hace el historiador cubano Sergio Guerra Vilaboy en su reciente libro2.
Para ello es pertinente ejercer un pensamiento crítico, en otras palabras, un pensamiento no para dejar-que-las-cosas sucedan (ante todo las no deseadas), sino por el contrario, para propiciar que- sucedan-las-cosas (ante todo las deseadas). Y en lo que concierne a los resultados de la integración regional, para que estos sean los que deseamos y no otros3.
Pero ejercer tal pensamiento crítico implica pasar desde un:
Pensamiento de la causalidad: Si ocurrió B, fue porque antes ocurrió A (pero si B no nos complace, no hay remedio, pues ya ocurrió), hacia un:
Pensamiento de la Implicación: Para que ocurra B (que es lo que deseamos que ocurra), cuál A debo antes propiciar que ocurra (pues B aún no ha ocurrido). Para no tener que conformarnos con un:
Pensamiento de la Insuficiencia: Ocurrió un B que no era el que deseábamos, porque antes no propiciamos que ocurriera A4.
Y tal énfasis en la necesidad de ejercer un pensamiento de la implicación es particularmente necesario en las iniciativas de integración regional latinoamericana y caribeña, para poder continuar plasmando en los hechos el lema de la CELAC: “Unidos en la diversidad”, pues no es ningún secreto que desde fuera de nuestra región se nos quiere no “unidos”, sino “desunidos en nuestra diversidad”, siguiendo la vieja consigna de “divide y vencerás”… Tampoco consideramos sea ningún secreto el reconocer que desde hace poco, han aparecido sectores en nuestra propia región (Macri y su tendencia en la Presidencia de Argentina; la MUD con mayoría parlamentaria en Venezuela) que complican ulteriormente la correlación de fuerzas sociales en la misma y pudieran hasta intentar –al menos- “desunirnos en nuestra diversidad”. Un Pensamiento de la Implicación y para integrarnos, para propiciar las acciones para tal integración que sean convenientes antes -y para impedir- que suceda cualquier desintegración, es imprescindible en estos momentos en que la integración latinoamericana y caribeña ha presentado en los tiempos recientes avances como nunca antes se habían producido: Mercosur, SICA, el ALBA, la UNASUR, la Comunidad del Caribe, la CELAC, entre otras5.
UN DESFAVORABLE LEGADO DE LA CIENCIA TRADICIONAL
La nueva comprensión de la integración regional –así como el de la geopolítica, la economía y los negocios en general- argumenta que su aumento de complejidad, diversidad y riqueza de manifestaciones es el resultado de una poderosa modalidad consistente en 3 pasos: `diferenciarse-ser seleccionado-amplificarse´ (que examinaremos más adelante en este trabajo) y que se ha identificado con la manera en que se plasma el proceso evolutivo en general (y no solamente el biológico) en los ya aludidos sistemas complejos adaptativos y evolutivos (CAS, en Inglés).
Y la especificidad de lo transdisciplinar en el caso del Pensamiento y Ciencias de la Complejidad-ya que existen otros campos del Saber que son también transdisciplinares (y con otra especificidad)- es que vienen desarrollando, desde el último tercio del recién finalizado Siglo, estrategias de indagación (mejor que “metodologías”; o si se quiere, “estrategias metodológicas”) precisamente que propician el aprehender uno u otro ámbito del mundo (y la integración regional no constituye excepción alguna, al contrario), en ese, su cambiar y transformarse sistémico-complejo adaptativo y evolutivo.
Pero, ¿porqué es que precisamente ahora se están desarrollando esas estrategias de indagación (holísticas, no-lineales y transdisciplinares) si “la Complejidad” del mundo siempre “ha-estado-ahí”? Pues, por un legado desfavorable que nos ha dejado la manera tradicional –analítica (es decir, desmembradora), lineal (consecuencias siempre proporcionales a las causas) y organizada por disciplinas de obtener Saber: Dos “sub-mundos” que no articulan

De modo que “complejo” era sinónimo de “complicado” para la Ciencia tradicional, que desde cada uno de esos dos “sub-mundos” se fue topando con sus propias limitaciones -que no pudo trascender- provenientes de lo(a)s ya aludido(a)s analitismo, linealidad y disciplinariedad del cuadro del mundo de las Bases del Saber a las que tributaba; amén de las de los ideales, nociones, conceptos, normas y/o valores más generales de esas Bases del Saber, las de su estilo de pensamiento dicotómico; y las de su “culto a la Razón” (su ideal “clásico” de racionalidad) limitaciones que no eran capaces de aprehender toda “la Complejidad” del mundo. Por lo que comenzó a desarrollarse –proceso que epocalmente solo está en sus inicios- un nuevo Saber acerca “de-lo-que-quedó-en-el-medio” de esos dos “sub-mundos” (a la par de un proceso de cambio en todos esos componentes mencionados en las nuevas Bases del Saber contemporáneo).
Y ese nuevo Saber ya se está propiciando con el surgimiento de una nueva comprensión de todo lo aludido, ntre otras circunstancias, con lo(a)s nuevo(a)s Pensamiento y Ciencias de “la Complejidad”, que NO SON una “nueva teoria”, sino un cambio cualitativo contemporáneo en la manera de construir teorías y de obtener conocimientos. Ni TAMPOCO SON un “nuevo hecho empírico”, sino una nueva manera de buscar ‘y hallar’ evidencias empíricas. Y que desarrolla nuevas estrategias, indagando “la Complejidad” del mundo ‘de-lo-que-quedó-en-el-medio’… “Rescatando” así el contexto y la historia de los procesos indagados y constituyéndose en unos “lentes nuevos” –transdisciplinares, holísticos y no- lineales- con los que se percibe lo que antes no se percibía:

Y uno de los ámbitos de “lo-que-quedó-en-el-medio” fue precisamente el de la integración regional.

DE LA SCA A LOS CAS EN LA INTEGRACIÓN REGIONAL: DIFERENCIARSE-SER SELECCIONADO-AMPLIFICARSE
Las aludidas nuevas estrategias de indagación están propiciando transitar desde una concepción en la integración regional (y también en la geopolítica, en la economía y en los negocios) acerca de una “ventaja competitiva sostenible” (SCA, por sus siglas en Inglés: Sustainable Competitive Advantage), hacia la de una dinámica característica de los sistemas complejos adaptativos y evolutivos (CAS, también por sus siglas en Inglés: Complex Adaptive Systems).
Pero, ¿porqué?... Porque la “ventaja competitiva sostenible” (la SCA) es una quimera… Pues lo existente en los procesos sociales (y el de la integración regional es uno de tantos) es una u otra dinámica–proceso de cambio y transformación- sistémico complejo adaptativo y evolutivo (los CAS). Y ¿porqué es una quimera la ventaja competitiva sostenible? Porque tales procesos de cambio y transformación adaptativos y evolutivos lo hacen en uno o en otro entorno o “paisaje adaptativo y evolutivo” cambiante (“danzante”), donde dicha sostenibilidad resulta siempre efímera.
¿Y porqué hemos sostenido frecuentemente otra perspectiva acerca de la ventaja competitiva sostenible? Porque a lo largo de todo un periodo y hasta muy recientemente (el último tercio del Siglo XX) ha prevalecido un enfoque –incluyendo al de la integración regional- que ha privilegiado “el equilibrio”, en aras de que el mismo ha sido más propicio para lograr las pretensiones a las predicciones y/o a la matematización de nuestros modelos, ambas a todo costo y al estilo de la ciencia tradicional (y a imitación de las Ciencias Naturales).
Y estas circunstancias se han visto reflejadas en la corriente de pensamiento prevaleciente en las relaciones internacionales (el denominado “realismo” en el estudio de las relaciones internacionales), así como en la comprensión de la integración regional, llegando a influir en las políticas gubernamentales de muchos e importantes países. Y, sin embargo, semejante enfoque ha mostrado no ser correcto, o en el mejor de los casos, solo poco aproximado.
En particular, semejante enfoque de los procesos no ha sido capaz de contestar interrogantes como las siguientes:
¿Cómo puede haber surgido algo tan complejo y tan altamente organizado como la integración regional y/o la geopolítica, emergiendo de ´lo local´ a ´lo global´?
¿Cómo influye a su vez sobre ´lo local´ eso global emergido del mismo?
¿Porqué esa complejidad y diversidad de la integración regional y/o de la geopolítica ha aumentado en el tiempo?¿Porqué aparenta haber una correlación entre esa complejidad de la integración regional y/o de la geopolítica con su diversidad y de la riqueza de sus manifestaciones con su diversidad?
¿Porqué ese aumento de la complejidad, la diversidad y la riqueza de manifestaciones de la integración regional y/o de la geopolítica no ha sido “suave” (sin saltos), sino “repentino” (a saltos)?
Por todas esas circunstancias, amén de por las crisis de la integración regional y/o de la geopolítica, que se han repetido a lo largo de los Siglos XIX y XX (recordemos la articulación siempre existente entre las tres dimensiones de la construcción social de toda historia) hasta las crisis reinantes hoy día, es que está surgiendo, en los últimos 3 decenios, un nuevo tipo de comprensión y enfoque acerca de la integración regional y/o la geopolítica, que va dirigida(o) a aprehender más cabalmente cómo ha sido el proceso en que ha sucedido todo lo mencionado.
A aprehender cómo y porqué hemos podido devenir de comunidades de “cazadores-recolectores”, a naciones de agricultores, a Estados-Nación con empresarios y trabajadores industriales, y ahora a Estados Plurinacionales, Naciones Pluriestatales y hasta empresarios y trabajadores transnacionales “que navegan” por Internet…
Y vamos comprendiendo cada vez más fehacientemente que todo ello ha sido posible porque hemos “evolucionado”, y que comprender a cabalidad esa “evolución” requiere de los ya mencionados tratamientos acerca de la articulación entre ´lo local´-´lo global¨-´lo local¨; de la articulación entre los 3 plastos o dimensiones de la historia, así como la ya mencionada transición desde la SCA (la “ventaja competitiva sostenible”) hacia los CAS (los “sistemas complejos adaptativos y evolutivos). Lo que, a su vez, está implicando el ya mencionado desarrollo, por parte del nuevo Saber emergente del Pensamiento y Ciencias de la Complejidad, de nuevas asimismo estrategias de ’indagación multi o inter ámbitos:
El ámbito más localizado de los componentes que son capaces de en-red-arse en un proceso de cambio y transformación como el que nos interesa indagar.
El ámbito -más global que el anterior- de esa dinámica procesual (de integración regional y/o de la geopolítica) que ocupa nuestra atención.
El ámbito del entorno, al cuál siempre están “abiertas” las dinámicas sistémico-complejas y que las impacta más globalmente (especificado ese impacto por su vinculación a uno u otro objetivo de esa dinámica).

Pero. ¿qué es un agente, o actor o componente? Es aquello o aquel(la) que percibimos como un ente activo en el proceso de cambio y transformación (en la dinámica) a indagar. Y, ¿cómo los distinguimos?: Por su índole unitaria, su estabilidad y su relativa simplicidad… ¡Pero están cambiando!
Y ¿qué es una época? Es la que convenimos en distinguir como tal… ¿Cómo la distinguimos? Por ciertos rasgos nuevos característicos que vamos percibiendo en uno u otro periodo de tiempo. ¿Dónde los percibimos? En la vida cotidiana de ese periodo. ¡Pero estamos en un “cambio-de-época”!
Pero, ¿cómo cambian las épocas? Lo hacen desde esa vida cotidiana, día a día. ¡Y la actual está cambiando!...
Por cierto, ese cambiar día a día la dinámica de esa vida cotidiana, puede originarse por cambios en cualquiera de los ámbitos ya aludidos: por cambios en sus actores, agentes o componentes, por cambios en el modo de su en-red-darse en la propia dinámica que se indaga y/o por cambios en el del entorno al cuál ella está “abierta”.
¡Y en la actualidad todo eso está cambiando!...
Por otra parte, ese mismo cambiar día a día de esa vida cotidiana se produce asimismo por variaciones en la articulación de sus siempre presentes –y ya mencionado(a)s- 3 dimensiones o plastos de la historia, aunque frecuentemente no nos percatemos de ello.
¡Y ello también en la actualidad está sucediendo!...
LA INTEGRACIÓN REGIONAL COMO PROCESO SISTÉMICO-COMPLEJO ADAPTATIVO Y EVOLUTIVO
Examinemos ahora cómo se manifiesta en el proceso de integración regional la ya aludida modalidad de “diferenciarse-ser seleccionado-amplificarse”, dando como resultado la adaptación y evolución del mismo en un entorno en mayor o en menor medida cooperador o competidor.

Se trata, como vemos, de un proceso reiterado (recursivo; repetir y repetir) de: diferenciación (poner en práctica una diversidad de iniciativas de integración) con vistas a intentar que alguna(s) resulte(n) “favorecida(s)” (seleccionada(s)) en la competencia / cooperación (y tratándose de integración debe primar esta última) con otros entes activos (comunidades, países, sub-regiones o regiones) que varían asimismo e intentan integrarse, e intensificar (amplificar) aquella(s) modalidad(es) integradora que resulte favorecida (“seleccionada”).entre las intentadas.
Tal “diferenciación” equivale a variar, innovar, lo más continuamente que sea factible, propiciando con ello el crear o diseñar cierto conjunto (“población”, “portafolio” o “cartera”) de iniciativas de integración regional en lo que recibe la denominación de “espacio de diseños posible” de integración regional (que, en principio, no presenta límites a la creatividad, aunque evidentemente no será infinito). Con la elaboración de “esquemas”, “planes”, programas, “entramados”, etc., de integración, que son generalmente “modulares” (o sea, compuestos por “módulos o secciones).
Se trata entonces de “explorar” (lo nuevo) por “experimentación”, ya sea “paso a paso” (“caminata adaptativa”) o “por saltos”; al mismo tiempo que de aprovechar lo-que-ya-se-tiene, generando diversas variantes con una combinación de ambas modalidades para intentar “abarcar” ese “espacio-de-diseños- posibles” de integración regional lo mejor que podamos, en dependencia de los objetivos de integración que se desean y de las condiciones reinantes para ello.
¿Cuál podría ser, por ejemplo, uno de tales “esquemas-de-integración regional perteneciente a tal “población”, “portafolio” o “cartera”? Algo así como:
Los objetivos de la integración,
los resultados a que se aspira,
la estrategia para lograrlos,
los recursos disponibles para ello,
la organización de su implementación concreta,
la tecnología y las habilidades requeridas,
otros items…
donde cada uno de esos aspectos puede ser considerado como un “módulo” o sección del “esquema- de-Integración”. Esquema que pretende ser favorecido (“seleccionado”) en el entorno de la integración, pero para ello hay que transformarlo de una “población de estrategias” de integración en algo que pueda implementarse en los hechos.
Y aquí es donde es necesario el que uno u otro de tales “esquemas de integración” sea “leído” por un equipo de personas para poder transformarlo de algo “virtual” en un proceso actual de integración regional en el mundo real de los hechos factibles. Por supuesto que uno u otro de esos “esquemas de integración” puede contener y/o orientarse hacia aspectos diversos (el económico, el sociológico, el político, el cultural, etc.) según a lo que se aspire con la iniciativa dada de integración regional. Aspectos que deben ser conjugados en su implementación por el aludido equipo de personas.
Y ya transformado en algo que puede implementarse en los hechos reales, tal “esquema de integración” se convierte entonces en un “interactuador”, con otras tantas variantes de esa propia (o de otros) “población° (“portafolio”, “cartera”) de iniciativas integradoras que compiten o cooperan entre si y en un entorno en el que cada una presenta lo que se denomina su “función de ajuste” (fitness function, en Inglés) para su posible selección adaptativa y evolutiva. Conformando entre todas el más arriba ya mencionado “paisaje de ajuste” o entorno cooperador / competitivo. Y así les irá…
De acuerdo al tipo de interacción entre las variantes de las “poblaciones”, “portafolios” o “carteras” de esquemas de integración regional, la(o)s misma(o)s pueden conformar entre toda(o)s “paisajes de ajuste”:
DE “PICO ÚNICO”, cuando las diferencias en “las alturas” de las “funciones-de-ajuste” de los interactuantes son muy graduales:
ALEATORIOS, cuando las diferencias en “las alturas” de las “funciones de-ajuste” entre los “interactuantes” son producto del azar (casuales);
“ARRUGADOS”, cuando hay variación intencional en “la altura” de la “función-de-ajuste” de uno sólo de los “interactuantes”;
“DANZANTES”, cuando existen interdependencia entre las variaciones intencionales de “las alturas” de las “funciones-de-ajuste” de diversos “interactuantes”.
La prevalencia cada vez más de los “paisajes-de-ajuste-danzantes” está haciendo emerger un nuevo lema (lamentablemente no en todas partes): “Sobrevive quién más coopera””. Y, por lo tanto, para lograr abarcar con una buena distribución de “interactuadores” el “pasaje de ajuste” adaptativo y evolutivo de iniciativas de integración regional es conveniente tomar en cuenta el tipo de “paisaje de ajuste” de que se trate y que las iniciativas integradores que se implementen puedan conjugar en el mismo un adecuado grado -ni muy poco, ni demasiado-. de riesgo e incertidumbre; así como una buena “racionalidad”, es decir, “cercanía” (no demasiada “lejanía”) entre lo que se aspira y la experiencia, habilidades y activos acumulado(a)s ya; así como un razonable horizonte-de-tiempo para obtener los beneficios a que se aspira… Recapitulando lo expresado:

Y esta diversidad de iniciativas de integración intra e inter-regional (por algunos vista como algo no deseable) nos conduce, desde la perspectiva de los sistemas complejos adaptativos y evolutivos, a la opuesta conclusión, como hemos argumentado. Ya que la integración regional constituye un caso particular –y casi paradigmático- de tales procesos sistémico-complejos adaptativos y evolutivos6.
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