Artículos de investigación
Recepción: 11/07/2019
Aprobación: 09/09/2019
Publicación: 30/01/2020
Resumen: La zarzuela es una pieza escénica de fuerte estilo español y de imprescindible conocimiento teatral de los cantantes, ya que un gran porcentaje de estas obras realizan diálogos prolongados mezclados con movimientos de danza, arias y coros. Su contorno está rodeado de sucesos históricos y de amoríos, los cuales se ironizan para agradar al público. El hecho de ser llamado género chico no es por su diferencia marcada en la complejidad del drama y la música de las grandes óperas, sino por su corta duración, la cual fue intencionada para bajar los costos de entrada al público de entonces, quienes por crisis económicas no podía pagar los grandes espectáculos.
Palabras clave: Teatro, Estilo, Música, Sociedad.
Abstract: La Zarzuela, a strong Spanish style scenic piece, in which theatrical knowledge about the singers is mandatory since a great amount of these works carry out prolonged dialogues mixed with dance movements, arias, and choirs. Its environment is surrounded by historical events and love affairs, which are ironized to please the audience. The fact of being called "small genre", is not due to its marked difference in the complexity of the drama and music of the great operas, but because of its short duration, which was intended to lower costs to the public of that time when economic crises did not allow them to afford the big shows.
Keywords: Theater, Society.
Introducción
La zarzuela surgió en España con base en el desarrollo y difusión que estaba teniendo la ópera italiana, muy parecida a la opereta francesa, y como una necesidad de manifestar las distintas maneras de expresión lírica que el ámbito teatral abarcaba. Sus antecedentes se encuentran en los siglos xv y xvi (en églogas de Juan del Encina, farsas de Lucas Fernández, y en las tonadillas). No obstante, podemos situar su aparición a mediados del siglo xvii con El jardín de Falerina de Pedro Calderón de la Barca y música de Juan Hidalgo. Las presentaciones que se realizaron de esta obra recibieron el nombre de fiestas de zarzuela por el sitio donde se efectuaron, el cual era denominado Zarzuela. Así, a partir de la segunda mitad del siglo xvii aparecieron notables obras de este género. Destacaron autores como el conde de Clavijo, Juan Bautista Diamante y Salvador de la Cueva (Honolka, 1980). A pesar de que se continuaron escribiendo partituras para conservar el género, la música se perdió con el auge de la ópera a finales del siglo. Las zarzuelas que se destacan de este periodo son Briseida con música de A. Rodríguez de Hita, La maja y el majo y El buen marido de Fabián García de Pacheco, El licenciado Farfulla de Antonio Rosales y Las foncarraleras de Ventura Galván, todas ellas con libreto de Ramón de la Cruz. Aunque también destacaron algunas tonadillas escénicas de Pablo Esteve (Honolka, 1980).
Durante este ocaso, que duró hasta mediados del siglo xix, la tonadilla fue la encargada de mantener el gusto y la tradición castiza española con sus pintorescos personajes de majas, petimetres y manolas. Cuando desapareció la tonadilla, se produjo una reacción entre los compositores, que trajo de vuelta a la zarzuela. Este renacer recibió el nombre de zarzuela grande, y se caracterizó por la aparición de compositores, tales como Hilarión Eslava (1807-1878) con sus óperas El solitario y Las treguas de Tolemaida, Joaquín Gatzambide (1822-1878) autor de La mensajera, Francisco Barbieri (1903-1956) con Jugar con fuego y El barberillo de Lavapiés y Emilio Arrieta (1823-1894) con El grumete y Marina.
A finales del siglo xix y durante las primeras décadas del siglo xx, el género se asentó y alcanzó gran difusión en España e Hispanoamérica con figuras como Pedro Miguel Marqués (1893-1918) con El anillo de hierro y El monaguillo, Ruperto Chapí (1851-1909) con La tempestad y La revoltosa, Amadeo Vives (1886-1932) con Maruxa y Doña Francisquita, Tomás Bretón (1850-1923) con La verbena de la Paloma y Las nieves, y José María Usandizaga (1887-1915) con Las golondrinas. Más adelante evidenciaron la perdurabilidad de este género Federico Moreno Torroba con Luisa Fernanda y La chulapona y Pablo Sorozábal con La del manojo de rosas, La tabernera del puerto y Katiuska. Así, siguiendo estas creaciones de la zarzuela, que consolidan el género, llegan enseguida infinidad de títulos que han tenido un lugar en la historia de la literatura musical universal.
Las diferencias entre la ópera y la zarzuela son marcadas. La ópera maneja su libreto y temas de una manera más profunda, con el estilo musical adaptado a la época que representa su descripción histórica; esto lo presenta en cada uno de sus actos, con un tiempo de duración que en sus épocas de presentaciones eran a veces incosteables por sus monumentales producciones. Aída de G. Verdi, Las Bodas de Fígaro y La flauta mágica, ambas de W. A. Mozart, son ejemplo de este tipo de representaciones, las cuales tienen una duración de dos a tres horas por escena. La zarzuela, por el contrario, tuvo el objetivo de acortar el tiempo de las presentaciones entre sesenta y noventa minutos máximo, esto con la intención de no generar grandes inversiones en las producciones y rebajar los costos de la entrada a los teatros donde el público no podía pagar boletos para las grandes óperas. A este fenómeno se le llamó teatro por horas, y tenía la finalidad de entretener al público por corto tiempo y a bajo precio. El escritor Benito Pérez Galdós1 argumentó acertadamente sobre este sistema:
No debo pasar en silencio, tratando de teatros matritenses, un sistema de espectáculos que sin género de duda es peculiar de Madrid, como si dijéramos su especialidad, sistema desconocido en otras capitales, pero que por fin ha de cundir y propagarse porque es muy bueno y responde a fines sociales y económicos. Me refiero a las funciones por horas o por piezas que tanto éxito tienen aquí, atrayendo y regocijando a la mayoría del público. Los inventores de esta división del espectáculo público, abaratándolo a las modestas fortunas y haciéndolo breve y ameno, conocían bien las necesidades modernas. Es poner el arte al alcance de todos los peculios, sirviéndolo por amor y en dosis que no hastían ni empalagan (Pérez, 1923: 213-214).
La zarzuela utiliza elementos folclóricos españoles como el canto y la danza: jotas, pasos dobles, boleros, seguidillas, pero también tiene influencia del tango y la habanera, ambos de origen latinoamericano.
En el presente trabajo haremos la descripción de las zarzuelas La verbena de la Paloma, La gran vía, Luisa Fernanda, La canción del olvido, El barberillo de Lavapiés, Alma de Dios y La leyenda del beso, consideradas dentro de las más connotadas de la literatura musical española. En ocasiones, estas zarzuelas enmarcan momentos políticos y sociales propios de su época; de esta manera, encontramos, en general, síntomas de rebelión social en sus argumentos: una lucha de clases que es tratada, según algunas obras, desde diferentes perspectivas, a veces seria y a veces irónica, en contraste con otras, donde los relatos son de conflictos sentimentales en todas sus formas. El estilo musical de cada una de estas piezas está sellado con la estilística folclórica española, combinado con la influencia musical de su época: la ópera italiana.
Síntesis, historia y análisis de las zarzuelas más representativas por su calidad musical e impacto social
La verbena de la Paloma
También nombrada El boticario, las chulapas y celos mal reprimidos, fue estrenada en 1894 y está considerada como la reina de las zarzuelas. El compositor de la música es Tomás Bretón (1850-1823) y el libretista Ricardo de la Vega.
El teatro Apolo de Madrid había encargado la música a Ruperto Chapí, excelente creador y violinista, quien había escrito exitosas obras como La revoltosa, La tempestad, La bruja, pero no había escrito ninguna trascendente. Debido a las inconsistencias de la obra y la falta de protagonismo de los personajes como don Hilarión, Casta, don Sebastián, el tabernero, entre otros, que dejaban su participación sin marcar bien su protagonismo, además de la debilidad de la famosa canción que identifica a esta zarzuela con “Donde vas con mantón de Manila”, le fue retirado el encargo y se le entregó a Bretón.
La verbena de la Paloma está basada en hechos reales, donde uno de los personajes, el joven Julián, empleado de una imprenta, es provocado por su novia al coquetear con un hombre de avanzada edad: el boticario don Hilarión.
Tomás Bretón no confió en haber hecho una pieza valiosa, aún en los preliminares del estreno tenía pánico de quedar en ridículo, pero el éxito fue de inmediato y la obra se convirtió en un fenómeno en España y en el mundo, debido a su fuerte contenido del estilo madrileño y una gran chispa en el argumento.
Vale la pena nombrar algunos de los fragmentos que inmortalizaron la obra:
Coplas de don Hilarión:
Una morena y una rubia,
hijas del pueblo de Madrid,
me dan el opio con tal gracia,
que no las puedo resistir (Bretón y De la Vega, 1894: 24).
Mazurca dueto entre Julián y Susana:
¿Dónde vas con mantón de Manila,
donde vas con vestido chiné? (Bretón y De la Vega, 1894: 61).
Sevillanas:
Por ser la virgen de la Paloma,
un mantón de la China te voy a regalar (Bretón y De la Vega, 1894:19).
Las partes más destacadas de la obra:
Coplas de don Hilarión
“Dónde vas con mantón de Manila”
Mazurca-dueto
Sevillanas
Tiempo de duración aproximada: 70 minutos.
La gran vía
La gran vía, estrenada el 2 de julio de 1886, es una zarzuela en un acto, determinada como revista lírico-cómica. Fue escrita por los compositores Federico Chueca y Joaquín Valverde, con el libreto de Felipe Pérez y González. En ella encontramos una peculiar descripción del urbanismo que estaba acrecentado por la política de ese momento debido a la Revolución Industrial, lo que aperturó el establecimiento de complejos administrativos, grandes avenidas como rápidas vías de comunicación y, en general, el desarrollo de las condiciones para la producción y consumo, además de que generó en la sociedad una ilusión futurista. La gran vía retrata con una gran sátira y música festiva las vivencias y preocupaciones sociales y políticas del momento. Sus ejes principales son la inquietud, la emoción y la discusión que conllevan la construcción de una vía de tránsito. Algunos de los temas y personajes principales son el coro inicial de “Polka de las calles”, a cargo de un coro femenino que canta con gran entusiasmo; el caballero de Gracia que, a través de un aria interpretada por un barítono, representa a un burgués, con gran amor propio, que promueve, ante la gente que lo rodea, una admiración inventada hacia él mismo. En estas actitudes del personaje, incluso, se percibirse la figura de la burguesía arrogante de aquella época. Los Ratas, tres ladrones simpáticos que enfrentan a la sociedad para sacar ventaja del ocio: una plaga social que es una de las partes más cómicas de la obra.
Las partes más relevantes de esta zarzuela son las siguientes:
“Introducción y Polka de las Calles”
“Vals del caballero de Gracia”
“Chotis del Elíseo”
“Tango de la Menegilda”
“Jota de los Ratas”
Tiempo de duración: 50 minutos aproximadamente.
Luisa Fernanda
Zarzuela de Federico Moreno Torroba (1891-1982), compositor español postromántico y nacionalista, escrita en 1932, es consecuencia de importantes sucesos históricos.
La obra retrata la época previa a la Revolución de Septiembre, también llamada la Gloriosa, de 1868, que culminó con el reinado de Isabel ii, y su exilio a Francia. Antes, cabe mencionar que los borbones llegaron a España en 1700 con Felipe v. Podemos ejemplificar con un modelo de sándwich la dinastía de origen francés: los panes serían los Felipes; el relleno, los monarcas. Primero, los tres hijos de Felipe v, los reyes Luis, Fernando iv y Carlos iii; en el centro, los felones, aquellos dirigentes que pactaron con Napoleón: Carlos iv y Fernando vii, además de Isabel ii, su hijo Alfonso xii, su nieto Alfonso xiii, la pausa gubernamental que hubo en el periodo de Franco y, finalmente, el rey Juan Carlos i. El pan de abajo es Felipe vi.
Isabel ii llegó a reinar gracias a la Pragmática Sanción que derogó la Ley Sálica (en este caso, acción promulgada por un rey, para regular cuestiones como la sucesión dinástica u otras. Suelen identificarse por las fechas en que fueron decretadas). Este hecho trajo problemas a la reina Isabel ii, ya que su tío Carlos María Isidro reclamaba el trono, lo que trajo ocasionó las llamadas guerras carlistas.2
En la zarzuela aparecen los liberales como oponentes a Isabel durante el periodo más complicado de su reinado; no obstante, se vislumbran ciertas mejoras que nos la recuerdan. En esa época, en 1850, por ejemplo, la reina inauguró el Palacio de las Cortes, de línea neoclásica, y el teatro real de Madrid.
Por otra parte, Isabel ii tuvo una hermana cuyo nombre coincide con el de la protagonista de la zarzuela: Luisa Fernanda. A muy corta edad ambas quedaron solas en Madrid, ya que su madre, junto con su segundo marido, se vio obligada a refugiarse en París. Así, a los trece años Isabel sería declarada reina. Duro comienzo para quien fuera denominada la Reina de los tristes destinos.
En la obra, además de la confrontación entre monárquicos y liberales, se cita la batalla del puente de Alcolea, que tuvo lugar en tierras cordobesas. Las fuerzas antimonárquicas estaban dirigidas por el general Prim, quien trajo a Amadeo de Saboya, italiano que reinó dos años hasta la restauración borbónica.
Uno de los personajes secundarios es Luis Nogales, detenido por Javier Moreno, junto con Juan de Padilla y Francisco Maldonado. Estos habían sido líderes comuneros ajusticiados a comienzos del siglo xvi, en la guerra de las comunidades de Castilla, época en la que reinaba Carlos i. Luis Nogales era antimonárquico y se identificó con la lucha antiimperialista de estos comuneros.
En el tercer acto de la zarzuela hay una jota extremeña: el cerandero, con motivo de la proximidad de la boda Luisa con Vidal –aunque haya sido anterior a 1789, época de Carlos iv, Goya retrató muy bien el ambiente de las fiestas populares–.
En Luisa Fernanda es retratada de una manera intensa y dinámica la historia, intrigas políticas de sucesión de reinado, inicios de cambios sociales, todo acompañado de una música exquisita entre diálogos, arias, coros, bailes, de los cuales destacamos:
La mazurca de las sombrillas
Canción del Saboyano, habanera
Dueto de Javier y Carolina “Caballero del Alto Plumero”
“Los vareadores”
“¡Ay, mi morena!”
Tiempo de duración: 85 minutos aproximadamente.
La canción del olvido
Comedia lírica en un acto, dividida en cuatro cuadros, con música de José Serrano y textos de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw Iturralde.
La zarzuela se estrenó el 17 de noviembre de 1916 en el teatro Lírico de Valencia. Desde la primera presentación tuvo un gran éxito, y así ha continuado a lo largo de los años. Se cuenta que Serrano no pudo estrenar en Madrid, debido a problemas que tuvo con la Sociedad General de Autores y Editores, pero una vez arreglados, ante el tremendo éxito valenciano, el empresario Arturo Serrano logró conseguir el teatro de la Zarzuela para reestrenar la obra el 1 de marzo de 1918.
El argumento presenta una historia de amor al estilo de Don Juan, con ambiente napolitano. En la trama, el personaje de Rosina consigue con estrategias enamorar al capitán Leonello. Esta simple historia da pie a una serie de números musicales muy afortunados en belleza, desde un breve pero intenso preludio, pasando por el racconto de Leonello, el famoso “Junto al puente de la peña” con su segunda parte: “Mujer primorosa clavellina”, la sutil canción “Marinela, Marinela”, la serenata “Canta el trovador”, el magno solista con coro en “Soldado de Nápoles”, un delicado y a la vez brillante intermedio, y un dulce dúo final, estructurado de varias partes, algunas de las cuales incluyen pequeñas romanzas. Es una de las zarzuelas más bellas y exitosas que se hayan escrito.
El libreto es una trama sencilla en la que se representan todas las características del género de la opereta, con ambientes de corte romántico y escenas de gran lirismo. Esta fue la primera obra del dúo de libretistas: Federico Romero Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw Iturralde. En el libreto se aprecian las bases de su teatro: tramas sólidas, personajes bien definidos, acompañados de una versificación elegante e inspirada.
José Serrano, autor de la música, demuestra una gran capacidad para generar el estilo acertado de la obra: “Canción del olvido” y “Soldado de Nápoles” son de las piezas más conocidas de la zarzuela y con mayor preferencia del repertorio de muchos cantantes.
La obra en sus inicios sería llamada El príncipe errante, pero al autor musical le pareció un título poco afortunado, por lo que prefirió llamarle Canción del olvido.
Las partes más relevantes de esta zarzuela son las siguientes:
Serenata “Soldado de Nápoles”
“Marinela”
Canción de Leonello
Canción de Rosina
Tiempo de duración: 80 minutos aproximadamente.
El barberillo de Lavapiés
Zarzuela en tres actos, en verso, con un libreto de Luis Mariano de Larra, hijo de un connotado periodista de la época Mariano José de Larra. La música fue escrita por Francisco Asenjo Barbieri. La obra fue estrenada en el teatro de la Zarzuela de Madrid el 19 de diciembre de 1874.
La zarzuela está basada en un argumento histórico de intrigas sociales. La trama argumental se une a la tradición de lo que se llamó zarzuela grande, a la que pertenecen otras obras de Barbieri, como Jugar con fuego, Los diamantes de la corona, Pan y toros. El barberillo de Lavapiés inaugura un nuevo tipo de obra lírica en beneficio de las futuras generaciones.
El título de la obra es una parodia al nombre de la famosa ópera de Rossini Il barbiere di Siviglia; sin embargo, El barberillo de Lavapiés logra una total descontextualización del modelo que sigue, obligando al espectador a perder de vista la referencia original. Pongamos, un ejemplo, a Beaumarchais, el libretista de Las bodas de Fígaro, de W. A. Mozart, conociendo perfectamente la figura donjuanesca, la contextualiza en una vida cortesana del siglo xviii; mientras que Larra, libretista de El barberillo de Lavapiés, incorpora a su personaje a una vida urbana, la que se desarrolla en el Madrid de Carlos iii; así, sitúa la acción en el antiguo barrio de Lavapiés, lugar donde el pueblo humilde se concentraba de forma especial.
El tema generador de esta obra se aleja temporalmente del espectador, ya que el autor la dirige a un modelo de cuadros de costumbres del Madrid castizo; esto sucede cuando aparecen las escenas y música de “La calle de la Paloma”, “La calle de Toledo”, “La plaza de Herradores”, “La Iglesia de San Lorenzo”, “La calle de la Fe”, entre otras, convirtiendo el estilo en una realidad potencial. El barberillo de Lavapiés utiliza, como ya es propio del género, dos mundos sociales paralelos: el castizo de la pareja de antihéroes, formada por Lamparilla (el barberillo) y Paloma, y el aristocrático, representado por la marquesita Estrella y don Luis de Haro; no obstante, a diferencia del resto de las anteriores zarzuelas grandes, la pareja cómica se convierte aquí en protagonista de la historia y provoca la necesidad de contrastar lo bufo con lo serio. Este hecho origina que la trama argumental, desde su planteamiento hasta su desenlace, sea una necesidad impuesta, un pretexto para el desarrollo de la obra (Honolka, 1980).
Partes relevantes de la obra:
Coro de Costureras
Canción y coro del camisón
Jota “Ya los estudiantes madre”
Seguidillas “En el templo de Marte”
Canción de la Paloma
Tiempo de duración: 100 minutos aproximadamente.
Alma de Dios
José Serrano Simeón Sueca, el creador de esta zarzuela, nace el 14 de octubre de 1873 y muere el 8 de marzo de 1941. Despuntó precozmente como instrumentista y compositor bajo la tutela de su padre; posteriormente, estudió en el Conservatorio de Valencia y donde obtuvo una beca en 1895 para estudiar composición en Madrid, ahí encuentra muchas dificultades para darse a conocer. Perdida la beca, escribía romanzas y las vendía a cualquier precio. Una de ellas se la ofreció a un editor por cinco duros, pero la rechazó. Esa romanza la incluyó luego en El carro del sol como una serenata. Esta daría la vuelta al mundo como la mejor canción veneciana (interpretada por la gran soprano Montserrat Caballé), a juicio de P. Mascagni, gran compositor de la época.
Alma de Dios es una comedia lírica de costumbres populares. Fue estrenada el 17 de diciembre de 1907 en el teatro Cómico de Madrid con un éxito sin precedentes. La obra se mantuvo así durante tres temporadas seguidas y se representó más de dos mil veces. Fue uno de los grandes atractivos para los forasteros de aquella época cuando hacían parada en Palacio para conocer a la nueva soberana y al príncipe de Asturias. Ver a Loreto Prado en Alma de Dios era sorprendente.
Como algunas zarzuelas, Alma de Dios comienza sin música. En la forma original son alrededor de veinte minutos en los que se expone la temática de la obra a través de diálogos e ironías; luego, se escucha una introducción orquestal que acompaña con ironía el coro “Gratias agimus tibi”.
La síntesis del argumento podría ser la siguiente: una huérfana llamada Eloísa huye de la casa donde convive con una mala mujer. Se refugia en casa de unos tíos. En ese lugar conoce a un joven del que se enamora, pero ella es víctima de un engaño planeado por su tía para proteger a su hija del mal prestigio y de su desvergüenza ante su marido, lo ha engañado al tener un hijo natural. El hijo es escondido y, finalmente, el engaño sale a la luz y la pareja de novios continúa su romance.
Cabe mencionar que una de las arias de la zarzuela, “Canción gitana”, ha sido interpretada por grandes tenores de la historia del canto como Tito Schipa y Alfredo Krauze.
Partes relevantes de la obra:
“Gratias agimus tibi”
Canción “Envuelto en papel de plata”
Canción gitana “Canta mendigo errante”
Tiempo de duración de la obra: 80 minutos aproximadamente.
La leyenda del beso
Creada por los compositores Reveriano Soutullo (1880-1930) y Juan Vert (1890-1930), es una zarzuela en dos actos con libreto de Enrique Reoyo, Antonio Paso Díaz y José Silva Aramburu. La leyenda del beso es un exponente del género llevada al campo de la opereta, con ciertos toques melodramáticos, a la par de algunos elementos exóticos para dar color.
El estreno se llevó a cabo el 18 de enero de 1924 en el teatro Apolo de Madrid. Lo que da nombre a esta zarzuela es la historia del conjuro que realizó la madre Amapola, la gitana protagonista, antes de morir. Con él intentaba proteger a su hija del mal que su propia belleza pudiera provocarle en forma de desengaños amorosos y malos pretendientes.
La música es indudablemente de gran calidad y vuelo lírico; se le puede considerar como una ópera, dado el tratamiento tan profundo de las voces y la riqueza orquestal poco común en la zarzuela. Esta obra alcanzó un éxito popular envidiable, particularmente el famoso intermedio que ha llegado a convertirse en pieza de repertorio de orquestas y bandas: uno de los ancores con que las orquestas españolas cierran los conciertos que ofrecen fuera de las fronteras. La obra contiene momentos muy interesantes; su música es lírica, expresiva y dramática; se destaca por la excelencia de su instrumentación, aspecto que es siempre cuidado por el compositor.
Entre los fragmentos más destacables de esta zarzuela podemos citar del primer acto el coro interno que comienza con “Cantando amarguras”; “Caminar sin fin”, que constituye la presentación de Amapola, y “Amor mi raza sabe conquistar”, dúo entre ella e Iván. El segundo acto abre con “Quien trabaja cantando”, una atractiva escena en un campamento gitano; cuenta también con un número de lucimiento de Amapola, “Cuando bajo el cielo suena mi cantar”, y con el dúo entre los protagonistas, “¿Vendrás, mujer?”. Hay dos números cómicos que tienen como protagonista principal a Gorón: “Ay, sóplame, sóplame, sopla”, dúo con Simeona, una de las gitanas, y “Se pone el cuerpo así”, fox-trot gitano en el que este conquistador intenta aprovecharse de las bellas zíngaras con la excusa de enseñarles un baile de moda.
Partes relevantes de la obra:
Zambra-aria para soprano, coros y ballet
Romanza de Iván (aria Tenor)
Intermezzo-intermedio orquestal
Dúo para tenor y soprano “Vendrás mujer”
Tiempo de duración: 110 minutos aproximadamente.
Conclusiones
La zarzuela es un género musical que despertó el gusto y la controversia durante cien años, de 1850 a 1950. Uno de los aspectos de su predominio fue la accesibilidad a los teatros, esto por el menor costo de su producción, como consecuencia hubo más público que en la llamada gran ópera, que contaba con obras como las de G. Verdi, G. Puccini, G. Rossini, J. Offenbach, entre otros autores, las cuales eran producidas y pagadas por la burguesía de la época. La gran ópera, con el tiempo, impuso su dominio por su calidad musical, así como el inmenso drama incrustado en un espectáculo que, actualmente, a pesar de que no ha sido accesible por completo, tiene más posibilidades de ser presenciada por un espectador que con un poco de esfuerzo puede reunir los recursos para pagar un boleto. En la segunda mitad del siglo xx disminuye la pasión por la zarzuela, aunque no deja de hacerse, desde luego, pero ahora como una especie de teatro de revista ligero que entretiene y divierte, nunca minimizando su calidad artística; es simplemente una etapa de pequeño olvido. Finalizado el siglo xx y entrado el xxi, es sorprendente el auge del folclore en general, donde la música española tiene una gran influencia en el mundo, gracias a sus atractivas melodías armonizadas caprichosamente a la usanza del estilo moro que se hereda después de la edad media. Las generaciones que vivieron el auge de este género en el siglo pasado, renuevan su gusto contagiando a las nuevas, lo que da como resultado el renacimiento de la pasión por el género chico.
Actualmente, España se ha convertido en un centro de atención para escuchar música folclórica a través del canto, el teatro y la danza. Los conciertos de año nuevo, a la usanza de los de Viena, son dirigidos hacia los grandes espectáculos de la zarzuela mediante compilaciones de algunas de sus grandes obras. Estas son representadas en varios teatros principales de Madrid y Barcelona, con directores de orquesta como Luis Cobos, Víctor Pablo Pérez, Cristóbal Soler, entre otros; cantantes como Plácido Domingo, Ana María Martínez, así como una de las más famosas sopranos, intérpretes de ópera y zarzuela, Teresa Berganza. El boletaje se agota con anticipación. Este movimiento musical siempre traspasó fronteras, principalmente del área latina. Hoy su difusión e interpretación es mundial, y es interpretado por músicos profesionales y aficionados. Se puede decir, que si entre 1850 y 1950 el género chico se convirtió en grande, en el siglo xxi se ha convertido en un gigante. ¡Que viva España!
Bibliografía
Bretón, Tomás et al. (1894), La verbena de la Paloma, Madrid, Unión Musical Española, 70 pp.
Honolka, Kurt et al. (1980), Historia de la música, Madrid, Edaf, 485 pp.
Pérez Galdós, Benito (1923), Nuestro teatro, Madrid, Renacimiento, 234 pp.
Anexo
Enlaces para apreciar las zarzuelas descritas en este trabajo:
La verbena de la Paloma: https://youtu.be/WclrlH-IwtU
La gran vía: https://youtu.be/hA4ofGf_bPI
Luisa Fernanda: https://youtu.be/bQIr7QwaEZg
Canción del olvido: https://youtu.be/aLXt1svpIk0
El barberillo de Lavapiés: https://youtu.be/AoTVeqAWi6g
Alma de Dios: https://youtu.be/wzFRbDVmna0
La leyenda del beso: https://youtu.be/AMVwvzcdAz4
Notas
Notas de autor