Artículos de investigación

Varones en entornos laborales feminizados: un análisis con perspectiva de género

Men in feminized work environments: a gendered analysis

Jorge García Villanueva *
Universidad Pedagógica Nacional, México
Claudia Ivonne Hernández Ramírez **
Universidad Pedagógica Nacional, México

Varones en entornos laborales feminizados: un análisis con perspectiva de género

Contribuciones desde Coatepec, núm. 38, 2023

Universidad Autónoma del Estado de México

Recepción: 20/09/2021

Aprobación: 10 Diciembre 2021

Resumen: Las sociedades han creado imágenes y simbolismos que conforman los diversos roles sociales y las distintas ocupaciones que desempeñan las mujeres y los hombres en el mercado laboral. El objetivo de la presente investigación es analizar la experiencia de un conjunto de varones que se desempeñan en entornos feminizados. El tipo de estudio es descriptivo con un enfoque interpretativo, la técnica fue la entrevista a profundidad y el instrumento fue la guía de entrevista. Los hallazgos revelan que las supuestas ventajas del poder de los hombres obedecen al condicionamiento de los estereotipos, prejuicios y estigmas. Además se visibiliza la discriminación, el abuso y el maltrato como prácticas inherentes a la condición humana.

Palabras clave: Estereotipos, Violencia simbólica, Discriminación laboral, Poder, Masculinidades.

Abstract: Societies have created images and symbolisms that shape the various social roles and occupations of women and men in the labor market. The objective of this research is to analyze the experience of a group of men who work in feminized environments. The type of study is descriptive with an interpretative approach, the technique was the in-depth interview and the instrument was the interview guide. The findings reveal that the supposed advantages of men's power are due to the conditioning of stereotypes, prejudices and stigmas. In addition, discriminatory practices, abuse and mistreatment are made visible as inherent to the human condition.

Keywords: Stereotypes, Symbolic violence, Discrimination at work, Power, Masculinities.

Introducción

De acuerdo con Antonia de la Cruz y José Antonio Morales Notario (2018: 460) “La discriminación es considerada un fenómeno social que daña la dignidad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas o grupos, a través de tratos de inferioridad”. Esto se extiende hasta el ámbito laboral, en donde “tiene por efecto anular y alterar la igualdad de oportunidades o de trato” (oit, 1958). En México a las mujeres todavía se les impide alcanzar la igualdad de condiciones y su participación se reduce a actividades no remuneradas. En contraste, a los varones se les permite ostentar poder, autoridad y estatus a través de su desempeño profesional (Cruz y Morales Notario, 2018).

Los tratos desiguales por género tienen una historia complicada e incidiosa, porque las sociedades construyeron características y significados en torno a las tareas, actividades y funciones de hombres y mujeres con base en desigualdades de poder (Inmujeres, 2007).

En edades tempranas, los ambientes de socialización primaria y secundaria, como la familia, la escuela, la sociedad, las amistades, la religión y los medios masivos de comunicación, se encargan de reproducir una ideología que define qué es ser mujer u hombre. Esta se manifiesta en los juegos, en el uso lingüístico e interacción verbal, en la diferenciación de roles, actividades, expectativas e intereses, lo cual genera desigualdad y asigna estereotipos basados en las características sexogenéricas. De acuerdo con Lomas (2005) esto surge de aspectos socioculturales, por lo cual no hay:

un orden natural de las cosas, sino el efecto social de una serie de ideas y de prácticas que se incrustan en la vida de las personas y de las sociedades y que otorgan a la mayoría de los hombres todo tipo de privilegios y de beneficios materiales y simbólicos (Lomas, 2005: 264).

La concepción del rol masculino permite entender que los varones se han educado bajo la sombra de la violencia, la misoginia y la opresión emocional, que promueven el ser agresivo, competitivo y violento; un ser humano pobre. En el caso de las mujeres, se refuerzan las características relacionadas con la emoción, el cuidado y la maternidad. Al respecto, Hardy y Jiménez (2001: 87) señalan que:

los hombres tienen que llegar a entender que las normas actuales que aparentemente les dan las ventajas del poder, al mismo tiempo los hacen prisioneros de estereotipos que los atan y ahogan en una camisa de fuerza artificialmente construida por la cultura patriarcal.

Esta visión estereotipada contribuye a perpetuar la división sexual del trabajo. De esta forma, se asignan tareas y actividades diferenciadoras que promueven conductas y actos de exclusión, segregación, violencia, maltrato y desigualdad. La discriminación laboral por género es visible en la sociedad mexicana. Para evitarla es fundamental reconocer los derechos humanos de las personas, respetar su dignidad, el derecho al empleo, equilibrar el acceso a los cargos y ofecer un trato justo en donde participen y convivan la multiplicidad de individuos.

Aunque los hombres aún mantienen una posición privilegiada en cuanto puestos y sueldo, también se les discrimina en donde son minoría. Por eso el objetivo del presente estudio es analizar las experiencias de un conjunto de varones que trabajan en entornos laborales feminizados y así comprender cómo se relacionan en dichos ambientes. La investigación se aborda desde el enfoque de género, que implica reconocer los prejuicios, la estigmatización y los estereotipos, para transformar los roles sociales y avanzar hacia nuevas formas de relacionarse.

Método

El tipo de estudio fue descriptivo con enfoque interpretativo (Ortiz, 1997). La información se recolectó por medio de entrevistas (Kvale, 2011), bajo la técnica de muestreo no probabilístico por bola de nieve (Lewis Beck, Bryman & Liao, 2004; Martínez Salgado, 2012), en el cual a sugerencia del primer informante se contactó al segundo y así sucesivamente.

Participantes

En este estudio se entrevistó a once varones en edades comprendidas entre los 30 y 50 años, todos son habitantes de la Ciudad de México. Ellos se desempeñan en entornos laborales donde la mayoría de la población es femenina, como instituciones educativas, áreas administrativas de organismos públicos y privados y en asistencia médica. En la siguiente tabla (ver tabla 1) se muestran las características de los participantes, quienes se identifican con seudónimos para reservar su identidad.

Tabla 1
Hombres participantes, 2020
NombresEdadInstitución donde laboraFunción
Ramón32Escuela privada (preparatoria)Profesor
Carlos30Empresa privadaContabilidad/administración
Ramiro38Escuela pública (preescolar)Profesor de música
Antonio50Escuela pública (primaria)Profesor
Oliver40Institución gubernamental federalServidor público
Fernando34Institución gubernamental federalRecursos Humanos
Marcos35Escuela privada (educación básica)Psicólogo educativo
Jacobo37Escuela privadaPsicólogo
Emiliano41Escuela privadaTutor
Alejandro45Escuela privada (primaria)Director
Raziel48Centro Médico UniversitarioDentista
Elaboración propia

Guía de entrevista

Se realizó una tabla de correspondencia para identificar las categorías analíticas y las preguntas que conformaron la entrevista (ver tabla 2).

Tabla 2
Tabla de correspondencia, 2020
CategoríaDescripciónGuía de entrevista
Discriminación laboralFactores y formas de discriminación que se viven en el grupo laboral con jefes y colegas.¿Alguna vez ha experimentado discriminación en su campo de trabajo? ¿Cuáles han sido los factores o las formas de discriminación que ha experimentado por parte de algún jefe o entre sus compañeros y compañeras de trabajo?
Diferencias en la convivencia laboralTratos diferenciados en la convivencia con jefes y colegas.¿Considera que existe algún trato diferente entre usted y su(s) jefe(s)? ¿Considera que existe algún trato diferente entre usted y sus colegas por parte de su(s) jefe(s)?
Ventajas por géneroDescribe los beneficios por ser hombre en su ambiente laboral.¿Cuáles considera que son las ventajas que se le otorgan en su lugar de trabajo por ser hombre? ¿Cuáles son las ventajas por ser hombre en su profesión?
Desventajas por géneroDescribe los factores personales y sociales desmotivantes o no favorecedores por ser hombre en su ambiente laboral.¿Cuáles son las desventajas en su lugar de trabajo por ser hombre? ¿Cuáles son las desventajas de ser hombre en su profesión?
Obstáculos por géneroRefiere a personas y factores que le dificultaron al participante conseguir y/o mantener su trabajo.¿Qué personas o factores sociales o familiares considera que obstaculizaron su labor profesional?
Prospectiva profesionalDescribe las expectativas profesionales.¿Qué expectativas laborales tiene como hombre en su profesión?
Apoyo profesionalDescribe los factores (familiares, sociales y laborales) que ayudaron al participante a obtener y/o mantener su trabajo.¿Cuáles fueron las personas o los factores familiares, sociales y laborales que lo apoyaron para desempeñarse en su profesión?
Elaboración propia

Análisis de los datos

En este apartado se exponen los argumentos de cada participante y un análisis de acuerdo con las categorías propuestas para discutir los hallazgos principales.

Ramón (32 años, profesor de preparatoria privada)

Formas y tratos diferenciados

Trabajar en un colegio mixto es complicado, porque existe mucha rivalidad y competitividad entre las compañeras, por querer destacar en todo. Además arman pequeños grupos a los que no cualquiera pertenece.

Lo más difícil para mí fue dar clases en un grupo de puros hombres (estudiantes de preparatoria), porque no me aceptaban, me discriminaban y me ignoraban. Por esa razón prefiero un ambiente con mujeres, sé que hay problemas, pero son menos.

Entre profesores, sin importar el género, se arman pequeños grupos; el colectivo docente siempre está dividido, casi no conviven todos por igual. Se hacen la vida imposible, compiten entre grupos, [no] descansan hasta que logran sacar a alguien de su cargo. Pero cuando se tienen que organizar por un objetivo en común olvidan sus rencores y se unen para alcanzar lo que se proponen.

Desventajas y obstáculos

Como profesor la gran desventaja que existe es que todo se malinterpreta y debes ser muy cuidadoso sobre lo que dices en la clase, la intención de las palabras, la forma en cómo se dirige la enseñanza, pero sobre todo en los acercamientos y el trato con las alumnas. El trabajo como docente es delicado y de riesgo.

En el colegio he notado que relacionan la figura de la madre con la de la maestra, porque es más fuerte y entre más años tenga, tiene más madurez para controlar a un grupo y llevar a su equipo docente.

Ventajas y apoyo

Sí, las maestras sí tenían trato especial hacia mí; cuando fue mi cumpleaños me festejaron en el salón, me cantaron y me bailaron.

La convivencia entre las personas varía mucho, la manera en cómo se relacionan no tiene que ver con el género, sino en cómo establecen vínculos socioafectivos y lo digo porque impartí clases en grupos solo de mujeres, de hombres y mixtos.

Cada vez que ingreso a una escuela, los directivos me hacen diferentes recomendaciones para que cuide mi trabajo y evite meterme en problemas con las alumnas, porque soy hombre y puedo ser un peligro para ellas.

Ramón comenta que es complicado desempeñarse en escuelas en donde el personal es mixto, porque las mujeres son competitivas, sin embargo, los problemas son menores. El riesgo que ve radica en el trato con el estudiantado, es decir, cómo se dirige a ambos géneros. En el caso de los hombres, procura que no exista confrontamiento físico ni verbal, ningún tipo de agresión; con las mujeres debe evitar actitudes, comportamientos y emociones con connotación sexual, por eso el trabajo como docente es delicado y de riesgo.

Carlos (30 años, contador)

Formas y tratos diferenciados

Al haber más mujeres, se da la rivalidad entre ellas, inventan chismes, se miran feo y las compañeras de los diferentes turnos no se hablan.

Me dicen que la encargada tiene un trato especial conmigo, porque me deja las actividades más fáciles y de menor esfuerzo, aunque yo pienso que eso [se debe a que] tengo poco tiempo laborando en esta empresa.

He notado que las mujeres hacen más trabajo manual y ganan menos que los hombres aún [cuando] se queden a cubrir tiempo extra.

Me llevo bien con mis compañeras, tengo mucha facilidad para relacionarme con ellas, a diferencia de mi otro compañero, porque él es muy llevado y yo siempre las respeto.

Observo que un ambiente de puras mujeres es peligroso, porque no se llevan bien. Hace unos días se integró una señora, comenzó a inventar cosas de todos para caerle bien a la encargada, no lo logró y ahora nadie le habla y se la pasa sola en la hora de la comida.

Yo les hablo a las mujeres con más delicadeza. Los otros compañeros de área las insultan y cuando yo les pregunto por qué lo permiten, ellas se ríen y me dicen que así son los hombres.

Desventajas y obstáculos

A veces mis compañeras me dicen que soy el consentido de la encargada, porque no me exige mucho y no lo creo porque apenas estoy aprendiendo.

El reclamo de mis compañeras es porque [los hombres] no hacemos trabajo manual, sino operativo y la encargada no nos permite ayudarles [a las mujeres].

Estoy en la empresa por necesidad, aunque estoy estudiando para obtener un mejor empleo. Aquí te pagan por lo que sabes hacer, por la experiencia y por el nivel de estudios.

He notado que a mis compañeras eso no les interesa, porque pasan mucho tiempo en un mismo lugar y no aspiran a un nivel más alto, creo que es inseguridad.

Ventajas y apoyo

Hace poco nos regresaron el trabajo y la encargada me dijo que no podía creer que yo me hubiera equivocado —eso me halagó— [dijo] que lo podía pensar de mis compañeras, porque son más descuidadas al hacer los conteos y las estadísticas.

Pienso que las mujeres sí se equivocan más en lo contable y lo he comprobado, porque yo soy muy cuidadoso, hasta ellas me lo dicen.

Me he dado cuenta de que las áreas se asignan [de esa forma], porque las personas tienen diferentes habilidades y competencias para desempeñar una labor; cuando los hombres están en el área de manuales, se desesperan y las mujeres son más minuciosas para eso.

En mi antiguo empleo ganaba más y quiero tener otra vez ese dinero, por eso estoy estudiando una carrera universitaria.

Una amiga me recomendó para poder ingresar, eso me ayudó mucho. Por ser hombre lo hago mejor, porque involucra números y hacer cuentas; [en cambio] los trabajos manuales son menos tediosos para las mujeres.

Carlos manifiesta que donde hay más mujeres la rivalidad es mayor y el ambiente se vuelve tenso y difícil para convivir, por eso él procura mantener el respeto y evitar confrontaciones con ellas. Considera que sí hay diferencias, reconoce que las mujeres son mejores en labores manuales y ganan menos que los hombres, a pesar de que se queden tiempo extra. Incluso piensa que su trabajo es más intelectual y sus compañeras tienen otras cualidades que les permiten ser más detalladas; aunque enfatiza que el género de las personas no sea determinante en ello.

Ramiro (38 años, profesor de música en educación preescolar)

Formas y tratos diferenciados

En un ambiente de mujeres es indispensable que cambiemos nuestro lenguaje, los chistes y las bromas, porque podemos herirlas, pero también los hombres se pueden sentir mal, porque me podrían decir que soy un viejo baboso y grosero.

He escuchado comentarios machistas sobre las maestras y me sorprende por la época en la que vivimos, pero entiendo que se debe a que somos de otro tiempo, de otra educación.

Trabajar con mujeres es chistoso y a la vez difícil, porque la rivalidad entre ellas es complicada de entender; [es más difícil] cuando se trata de las mamás de los alumnos, porque siempre inventan cosas sobre cómo los profesores tratan a los menores.

Desventajas y obstáculos

Cuando mi familia se enteró que trabajaba en un ambiente de mujeres, me decía: “¡uy, eres un suertudo!, ¿cuántas mujeres hay?, ¿cuántas te vas a ligar?”. En lugar de decir otras cosas que me hicieran sentir mejor, terminaban diciendo: “¡agarren a las gallinas, porque ya va el gallo!”.

Cuando estaba más joven, mi familia, al ser muy conservadora, decía que ahí encontraría una buena esposa, [y que] si me tardaba, la gente comenzaría a rumorar que no era un macho, sino otra cosa.

Al ingresar a enseñar en preescolar tuve problemas, porque me miraban raro y decían que los abusos a menores siempre eran cometidos por hombres, porque les gustaban los niños; eso lo escuchaban en las noticias.

Ventajas y apoyo

Pienso que el machismo y el patriarcado laboral está en el ambiente. Lo traemos las personas, podemos cambiarlo, sí queremos, sí podemos y sí sabemos; pero ya viene por inercia, yo creo.

Los tiempos están cambiando, te das cuenta que los hombres son sensibles y las mujeres pueden jugar fútbol, yo pienso que la música y el arte es para los dos, porque despierta su curiosidad, los hace sensibles, los relaja y a los hombres les permite llorar.

[Eso] lo encontré con los integrantes de la familia que yo formé. Mi hija mayor siempre ha apoyado mis ideas, mis locuras y me hace críticas, me da alternativas de cambio. Al paso de los años se convirtió en mi compañera de trabajo y eso me hace muy feliz.

Ramiro considera que es importante realizar un cambio en el lenguaje, evitar chistes y bromas machistas que puedan afectar, herir u ofender. Él cree que es complicado trabajar en un ambiente donde hay más mujeres (profesoras y madres de familia), porque suelen inventar chismes.

En la docencia, Ramiro experimentó prejuicios por parte de su familia al ver el espacio educativo como un lugar en donde podría encontrar a una esposa ejemplar para que no se dudara sobre su sexualidad. Sin embargo, al ingresar a educación preescolar, las madres y padres de familia desconfiaban de su presencia.

Es interesante cómo Ramiro compara las generaciones y las épocas, es decir, su pensamiento y sus prácticas oscilan entre la costumbre y su experiencia de vida. Creció en una cultura patriarcal plagada de comentarios machistas y, aunque menciona que es posible modificar esa visión, aún preserva una perspectiva binaria sobre la sexualidad.

Antonio (50 años, profesor en educación primaria)

Formas y tratos diferenciados

El trabajo de la docencia es más para mujeres [sobre todo] cuando estás en educación especial, sin embargo, mis compañeras me tratan bien. Las madres de los alumnos son las que se extrañan de que un hombre ocupe un lugar como maestro, porque temen que lastime o abuse de sus hijos.

La convivencia con mis compañeras es buena, aunque cuando ellas platican de sus cosas, yo me hago a un lado o como que ignoro que las escucho, porque me apena un poco lo que dicen.

Desventajas y obstáculos

De mis años de experiencia como profesor, puedo decir que las maestras representan la figura materna que los niños buscan para tener mayor confianza, sin embargo, pienso que los maestros también podemos representar la figura paterna que tanto les hace falta a muchos niños.

A veces es complicado, para un profesor, llevar la clase con tanta naturalidad como lo es para las maestras, porque los niños las ven como sus madres, les son más familiares.

Como profesor no me tocaba cambiar a los niños cuando se hacían del baño; eso lo hacían las mujeres, porque la directora decía que ellas eran las indicadas. Pienso que lo decía porque eran las niñeras y auxiliaban a la docente al frente del grupo.

Ventajas y apoyo

Considero que en esta época, tanto hombres, como mujeres deben tener las mismas oportunidades en la profesión; los padres deben tener confianza en los maestros y se le debe dar apertura a las maestras para que accedan a puestos de mayor rango.

En mis años de experiencia, las directoras siempre me apoyaron en el trabajo, aunque algunas maestras me criticaron porque decían que no tenía firmeza ni autoridad para controlar al grupo, aún siendo hombre.

Antonio señala que la docencia es una labor para mujeres, porque un hombre siempre ocupa un no lugar (un espacio que está poco definido) por sus características físicas, emocionales y conductuales, según las madres de familia. Se observa que Antonio mira al profesorado como figura de cuidado y crianza primaria, cuya función es proporcionarle al alumnado la protección que merece; sin embargo, sus colegas cumplen una función muy distante a la que él espera. Cabe señalar que piensa que es necesario dar apertura a ambos géneros y mostrarles a padres y madres que es posible que los varones ejerzan la docencia en niveles básicos y que las mujeres ocupen una posición de mando o de rango alto.

Oliver (40 años, servidor público)

Formas y tratos diferenciados

Me siento solo porque al haber más mujeres en el área, ellas me excluyen de sus actividades, no me invitan a participar en las reuniones, ni en las comisiones y menos a realizar las visitas de campo.

Además, tienen más consideraciones para las salidas y los permisos, los varones no tenemos ese tipo de beneficios, ni siquiera apoyo moral, es más complicado buscar otras alternativas para cuidar a tus hijos, hay más cuestionamientos, a pesar de estar en el área de equidad de género.

Yo les explico a mis compañeras cuando no comprenden la información de las bases de datos, pero cuando yo requiero de su ayuda, me la niegan. Aparentemente tienen un trato respetuoso, sin embargo, no existe de ellas hacia mí.

Las mujeres usan mecanismos más sutiles de ejercer violencia, en específico, emocional, lo comento porque esos fueron algunos hallazgos obtenidos en una investigación en la que participé cuando estaba la administración anterior. Puedo decir que no olvidan las cosas, reservan su odio y con eso te atacan.

Desventajas y obstáculos

Llevo un registro muy severo de asistencia, si llego tarde o me salgo cinco minutos antes de mi hora me descuentan el día. Para mis compañeras eso no aplica; pueden llegar tarde sin problema y nadie les descuenta ni las cuestiona.

Desde la creación de la institución se buscó que las mujeres incursionaran en ella, por la idea de igualdad, pero se ha desvirtuado lo que eso significa realmente, eso no es feminismo.

Están preparadas, pero la distribución del poder no ha sido idónea. No hay paridad y al ser el único hombre en esta área, las mujeres son las que imperan en los puestos y cargos de alto mando, puedo decir que ellas tienen la ventaja, no los varones; al menos yo no.

Ventajas y apoyo

Me parece que la profesionalización en mi labor es sumamente importante para hacer cambios y tener congruencia entre lo que se dice y se hace.

Procuro cumplir mis deberes en tiempo y forma, no generar conflictos y lamento mucho cómo se ha llevado el tema de la igualdad y paridad de género, porque es necesario llevarlo a cabo para todas las personas, promover los cuidados primarios para todos y sensibilizar a mis congéneres en todos los ámbitos de socialización.

Mi esposa y yo estamos a favor de la igualdad de género, pensamos que es posible convivir y relacionarnos de otra forma (sin reclamos, ni vigilancia obsesiva, ni celos) podemos distribuir las actividades, profesamos con el ejemplo y ella no se molesta porque yo trabaje en un ambiente feminizado.

Mi familia de origen critica estas conductas y mi relación marital, me dicen que soy un mandilón y joto. Ignoro sus comentarios machistas; no me interesan.

Oliver se siente discriminado y segregado por sus compañeras de trabajo. Observa que las mujeres reciben un trato y atención especial. Además, señala que la comunicación con ellas es difícil. Él identifica grandes incongruencias entre el departamento en el que labora y las funciones de la institución, porque su entorno es injusto, desigual y violento. Comenta que sus compañeras se ubican en una posición privilegiada, desvirtúan la igualdad de género e invierten los roles que socialmente las mantenían en desventaja. Además, señala que la igualdad y la equidad tendrían que permitir la convivencia sana y pacífica entre las personas, el acceso a oportunidades y el respeto a los derechos y obligaciones desde la paridad.

Fernando (34 años, Recursos Humanos)

Formas y tratos diferenciados

Me parece que conmigo no pasa eso; con un compañero que es padre soltero el trato es diferenciado, no le hablan, lo tratan mal y le niegan información, apoyo y ayuda.

He visto que entre mujeres se niegan la información, porque piensan que si ayudan a otras, las van a despojar de su cargo o nadie va agradecer su apoyo y si una manda a otras, la ignoran hasta que un jefe les da la orden, solo así hacen caso.

Entre ellas hay conflictos (celos, envidia, coraje, rivalidad) que surgen desde la edad, la inexperiencia, el estatus, el puesto o con quien trabajen, por ejemplo, si es con los directores o los jefes de área.

Mis compañeros se enojan conmigo porque no hago lo que ellos hacen (fumar, echar relajo, perder tiempo, coquetear y cortejar mujeres), aunque me saludan con respeto y platicamos poco.

Todos mantienen distancia con quienes ven como homosexuales o que se manifiestan abiertamente; sin embargo, no te insultan, solo se alejan.

Desventajas y obstáculos

Cuando ingresé a este empleo fue raro estar con tantas mujeres. A la persona que me aplicó las pruebas le extrañó que fuera un hombre solicitando el puesto y fue complicado romper el hielo para socializar. Ahora es diferente.

Cuando fui docente en primaria también tuve varias compañeras y a las madres les sorprendía que yo fuera el maestro de primer año. En algún momento comenté que quería dar clases en preescolar, a todos les sorprendió y me dijeron que eso era impensable.

Todavía hay creencias (sexistas y misóginas) entre los compañeros, al seguir pensando que las mujeres y los hombres tenemos actividades distintas.

Ventajas y apoyo

Me gusta mi trabajo y mis compañeras me dan privilegios [en sectores específicos]. Soy amable y trato de ver la manera de pedir las cosas sin que ellas se enojen y que puedan ayudarme para realizar las encomiendas.

Desde mi perspectiva, tener una buena apariencia y hablar apropiadamente te facilita la vida en un ambiente feminizado; aunque los hombres te ven como presumido, pedante y mamón. En el caso de las mujeres, tener estas características las posiciona en desventaja, porque suelen inventar chismes, como que son fáciles, locas y muy putas.

Yo me fijaría más en que las personas deben relacionarse con respeto sin importar el sexo y que se deben ampliar las oportunidades laborales para mujeres y hombres.

No tuve mucho apoyo de mi familia para estudiar lo que yo quería. Mi papá me decía que no estudiara ninguna carrera que fuera de mujer, porque no me iba a dejar nada; mi madre, por su afición a la religión, tenía muchos prejuicios sobre las carreras.

Fernando menciona que las mujeres tienen muchos conflictos entre ellas y eso propicia envidia, coraje y rivalidad, aunque también tratan diferente a los compañeros por su apariencia o porque no se ajustan a una imagen esperada.

Señala que sus colegas tienen creencias arraigadas sobre el género, incluso enfatiza que es importante tener una apariencia impecable, saber expresarse, usar un lenguaje apropiado y tratar con respeto y cautela a sus compañeras. Ese tipo de características le posibilitan que ellas lo apoyen en sus tareas y actividades. Es decir, se ha posicionado en la imagen ideal de hombre caballeroso, comprometido, atento y respetuoso.

Marcos (35 años, psicólogo educativo)

Formas y tratos diferenciados

En otras escuelas viví la discriminación con los padres de familia y las maestras de mayor antigüedad, porque estaba muy joven, laboraba en educación preescolar e impartía la clase de música. Cuando tuve mayor confianza con las madres, me llegaron a preguntar si era homosexual o pedófilo por elegir trabajar con niños tan pequeños.

Mis amigos también me cuestionaban, porque era una profesión exclusiva para mujeres.

En la escuela en la que estoy ahora me gusta trabajar con mujeres, porque siento que se puede reflexionar más, hacer equipo y comunicarse de mejor manera. Hay compañerismo y respeto entre todos los docentes.

Desventajas y apoyo

Me molestan los comentarios que minimicen el papel de los profesores; en alguna ocasión me dijeron ¿eres miss?, ¡qué lindo te ves!, me enojan, pero no me importa.

Considero que las creencias de la sociedad no permiten ver a los hombres en la educación ni trabajar con niños pequeños. Los roles de género seguirán, pero yo continuaré en esta profesión porque me gusta.

Ventajas y apoyo

En mi caso, me dedico a apoyar a los docentes de la escuela en su planeación, les proporciono estrategias e instrumentos para evaluar. Ayudo a los niños que presentan alguna barrera en el aprendizaje, para que alcancen los conocimientos que se esperan de acuerdo al grado que estén cursando. Eso ayudó a que los docentes hablaran bien de mi desempeño y para ascender de puesto sin importar mi sexo.

No considero que los trabajos se deban separar por el sexo, sino por el profesionalismo y la experiencia para desempeñar una labor.

Mi familia siempre me apoyó en la elección de mi empleo, pero mi papá me hacía comentarios machistas; me decía que dejara esas cosas e hiciera trabajo de hombres, que me comportara como todo un cabrón.

Marcos manifiesta que el contexto sociofamiliar es influyente en el hecho de que la educación se proporcione de forma diferenciada y se piense que la desigualdad entre hombres y mujeres es producto de un determinismo biológico. Sin embargo, considera que existe la posibilidad de transformar esas creencias y refutar las limitantes que las sociedades le imponen a las personas en diversos ámbitos de socialización.

Jacobo (37 años, psicólogo)

Formas y tratos diferenciados

En general me llevo bien con mis compañeras, sin embargo, algunas colegas son distantes y aisladas, supongo que es porque acaban de ingresar a la escuela. Aunque nos saludamos, los terapeutas y las psicólogas no tienen mucho contacto conmigo, solo colaboramos cuando hay que apoyar a los alumnos que presentan alguna dificultad.

Las terapeutas y psicólogas tienen estrategias para tratar al director y al supervisor y evitar problemas con ellos, me parece que es por la actitud, el carácter y lo que se realiza. No creo que por el género.

Desventajas y obstáculos

En las escuelas donde he trabajado, e incluso en donde estoy, hay más psicólogas. Son especiales en el trato, tanto con hombres, como con mujeres.

Desde la división de las carreras se puede ver que en Psicología hay menos hombres; pienso que se debe que la sociedad dice que debe ser así.

Cuando estás interesado en el empleo, las docentes muestran envidia o enfado, porque piensan que quieres presumir lo que sabes o quieres cambiar su forma de enseñanza. Solían decirme “yo no trabajo con alguien que atiende a locos”; era muy desagradable que se expresaran así de los psicólogos.

Ventajas y apoyo

El supervisor en alguna ocasión se relacionó con las psicólogas y terapeutas y se dio cuenta de que algunas son groseras. Esa experiencia provocó que no las incluyeran en un proyecto en el que estoy participando; la verdad es un equipo formado por puros hombres.

Gracias [a los estudios de] género nos podemos dar cuenta de que a los hombres nos es difícil expresar nuestros sentimientos; si lo hacemos, nos dicen “no llores, porque pareces vieja”, en cambio, las mujeres son apapachadoras y eso sí está permitido. Nosotros tenemos sentimientos y podemos ser débiles. Yo les digo a los papás “no le ponga esquemas a su hijo, porque su hija puede aprender lo mismo”, eso les causa asombro.

Esta profesión me ha ayudado a comprender que los padres son renuentes; algunas madres también, porque no aceptan que podrían estar llevando una crianza inapropiada. He observado que siguen teniendo la idea de que las mamás son las encargadas del cuidado de los hijos, porque piensan que ellos solo están para proveer a la familia. A veces pienso que se cohíben o que no quieren que un psicólogo les diga cómo criar a sus hijos.

Jacobo manifiesta que la relación con sus compañeras es distante. Además señaló que en el trabajo con la familia ha identificado que mantienen patrones conductuales estereotipados en cuanto a cómo deben ser niños y niñas. No dan cabida a la posibilidad de cambio, reproducen enseñanzas que se han convertido en limitantes para el desarrollo óptimo de la infancia.

Jacobo considera que el papel de la familia es fundamental y que es necesario que los padres reciban una enseñanza de cómo tratar a sus hijos, porque es la única forma de asegurar que los niños modifiquen su conducta, sus emociones y sus actitudes.

Emiliano (41 años, tutor en escuela privada)

Formas y tratos diferenciados

Considero que elegir una carrera depende del interés de la persona, no creo que sea cuestión de género; aunque puedo detectar que las mujeres tienen mayor problema para relacionarse pacíficamente. La relación entre los compañeros de ambos turnos es buena, hay colaboración y se apoya a quienes van ingresando al trabajo, sin importar el sexo.

Desventajas y obstáculos

A veces los chicos buscan que el docente sea de su mismo sexo cuando desean platicar algo muy personal, porque con el sexo contrario no tienen la misma confianza.

Yo les digo a mis alumnos que estudien y trabajen en lo que les gusta, para que no se amarguen y menos [que se limiten] por una cuestión de género.

Ventajas y apoyo

Si haces bien tu chamba, eres bien recibido en el equipo y más si te llevas bien con todos, pero si los alumnos se quejan de los profesores, se le da prioridad a los estudiantes.

Sería importante que si los hombres incursionan en un ámbito diferente, lo hagan porque les gusta, si les gusta la docencia, pues que lo hagan y adelante. Me parece bien que la perspectiva de género esté presente y se expanda en todas las instituciones, dejemos de lado el sexo de las personas y pongámosle atención a la capacidad.

Siempre he tenido el apoyo de mi familia; su frase es: “no importa a lo que te dediques, hazlo bien y sé el mejor”.

Emiliano demuestra una actitud entusiasta ante su vida laboral. Apoya la perspectiva de género para que el estudiantado tenga una mayor apertura al momento de elegir una carrera universitaria o las actividades profesionales a las que se quiera dedicar.

Alejandro (45 años, director de primaria en escuela privada)

Formas y tratos diferenciados

Las mujeres no son benévolas, pueden ser crueles y groseras. Lo digo por mi experiencia en la docencia [el entrevistado no quiso ahondar en el tema, porque le traía malos recuerdos].

Existen creencias y prejuicios sobre quiénes atienden a los grupos; los más pequeños están con mujeres, porque los cuidan todo el tiempo, a diferencia nosotros, aunque eso es mentira.

La convivencia con los profesores es más fácil. En el caso de las compañeras es complicado, porque tienen la idea de que como hombres nos vamos a hacer cargo de cosas que a ellas no les gusta hacer.

Desventajas obstáculos

Las maestras esperan que los profesores carguemos cosas, nos piden ayuda para actividades que según ellas no pueden realizar, porque los varones tienen más fuerza. Me fue muy complicado encontrar este trabajo, porque es una labor meramente femenina, según me decían las directoras de las escuelas [el entrevistado lo mencionó con desagrado].

Ventajas y apoyo

No veo ventajas, esperan que yo tenga mucha autoridad. Por ser una figura masculina y por estar en un cargo alto, te confieren una carga adicional. Es paradójico que el colectivo docente espere condiciones de igualdad, pero se somete y se subordina.

Considero que los hombres también podemos ser sensibles, llorar frente a otro varón, es decir, reconocer nuestros sentimientos. Lo digo porque no solo nosotros somos violentos, las mujeres generan violencia de muchos tipos [la molestia del entrevistado era profunda, en más dos ocasiones admitió que les tenía odio a las mujeres, porque sus experiencias con ellas han sido desagradables].

El apoyo se da cuando los padres te dicen que haces bien tu trabajo, eso es bueno.

Mi familia esperaba que eligiera otra cosa, porque consideraban que mi carrera era exclusiva para mujeres.

El caso de Alejandro es emblemático, porque reconoce que las mujeres no representan el estereotipo que se ha construido y perpetuado a lo largo del tiempo: no son indefensas, tiernas, débiles, incapaces de generar violencia o maltrato. Su experiencia visibiliza que los individuos pueden adoptar roles, conductas y sentimientos que los posicionen en un papel victimizante o amenazante sin importar el género al que se adscriban. O simplemente ejercen el poder y someten la voluntad del otro.

Raziel (48 años, dentista)

Formas y tratos diferenciados

Hay mucha hipocresía en el trato que tienen las compañeras, se dan el saludo de beso y mano y en cuanto se voltean se dan la puñalada. Pero también hablan mal de los hombres (yo las he escuchado), dicen que solo las buscamos para tener relaciones sexuales, que las lastimamos y las ofendemos. Con esa actitud no se antoja tener nada con ellas.

El ambiente es agradable, aunque las diferencias de caracteres imperan. Yo veo que en la dinámica de trabajo se atacan las unas a las otras.

Desventajas y obstáculos

Hay que tratar con pinzas a las mujeres de aquí, porque si uno les llama la atención, lo ven mal y provoca problemas en la convivencia. El trato y los acercamientos a veces son delicados; yo procuro evitar los malentendidos para no tener problemas.

He observado que las mujeres buscan lo que no tienen en su casa, no conmigo, sino con otros compañeros, se quejan de los hombres pero les gusta estar con ellos.

Ventajas y apoyo

Más que por género, me siento privilegiado en este empleo porque el sindicato nos apoya demasiado: nos pagan por antigüedad y trabajamos poco; nos dan la facilidad para estudiar posgrados y especializaciones —que el sindicato paga— para superarse [el participante mostró nostalgia al no estudiar en su momento lo que a él le apasionaba debido a la llegada de sus hijos, además del apoyo que les proporcionó para que culminaran una carrera universitaria].

Veo que los hombres siguen estudiando, aunque se casen y tengan que mantener, como dice el dicho, “proveer a la familia y la casa”; en el caso de las mujeres ya no estudian un posgrado, porque llegan al tope, piensan que ya es momento de hacer una familia, llegan los hijos; ya no se puede. No es igual un papá que una mamá.

Mi familia no le presta atención al trabajo que tengo. Me apoya, no me critica por la labor que desempeño.

Los compañeros que están casados a veces tienen la visita de sus esposas, porque ellas se dan cuenta cuando las engañan.

En los argumentos de Raziel se manifiesta una visión sexista en la que se piensa que las mujeres y los hombres tienen características diferentes por su género, es decir, se guía con el deber ser. No es consciente de que es un constructo social susceptible de modificación.

Discusión de los datos y conclusiones

La exposición de los relatos de los entrevistados denota aspectos intelectuales, cognitivos, emocionales y afectivos vinculados a las experiencias que datan desde la crianza, la relación con su familia y sus trayectorias escolares y profesionales (Solís Pérez, 2015). Desde la teoría de género, se observa que la ideología heterosexista se reitera de forma constante en los discursos sobre lo masculino y lo femenino, en la adopción de los roles estereotipados que se transmiten en diferentes etapas de la socialización (García Villanueva, 2017).

También exponen que en la relación y convivencia con otras personas se ejercen y perpetúan tácticas de dominación simbólica que se sostienen y justifican con la ideología de las sociedades. A pesar de que los hombres laboren en donde la población es mayoritamente femenina, ocupan cargos de alto mando o directivos y nadie cuestiona su autoridad ni su posición. Por el contrario, a las mujeres se les dificulta seguir indicaciones por parte de otras. Los varones tienen menos disyuntivas con el personal a su cargo y se continúa pensando que poseen una capacidad inherente vinculada al raciocinio, fuerza y toma de decisiones.

Se observó que los participantes desmitifican que un género sea mejor que otro, porque cualquiera puede estar en desventaja y enfrentar situaciones de discriminación, maltrato y abuso. Las dificultades en relación con la labor de los hombres en ambientes feminizados se enfocan en prejuicios sobre que no saben cuidar a las infancias, que ocultan su homosexualidad, que tienen un deseo voraz por el alumnado y que por esas razones deben estar vigilados de manera permanente. Al manifestar las formas de trato, las tendencias giran en torno a conductas agresivas, territorialización afectiva, liderazgo y patrones fijos de acción universal (Fernández Rios, 1987).

En el ámbito social, sería conveniente transformar las relaciones entre los géneros, es decir, construir un camino que convoque a la igualdad de oportunidades, dar apertura para que los varones logren involucrarse en espacios que se piensan exclusivos para las mujeres, promover que todas las personas pueden aspirar y desempeñar puestos de mando en distintas empresas o dependencias gubernamentales y privadas, espacios de opinión pública y cargos políticos (senadoras, diputadas, gubernatura). Este estudio abre la posibilidad de repensar los roles que se juegan en la sociedad y apela a la no discriminación en todos los ámbitos de socialización y convivencia.

Referencias

Cruz, A. de la y J. Morales Notario (2018). “La discriminación laboral de la mujer en México”. Ecos Sociales, año 6, núm. 16, pp. 459-468.

Fernández Rios, L. (1987). “Psicología comparada, etología y salud mental”. Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 19, núm. 2, pp. 195-220.

García Villanueva, J. (2017). La identidad masculina en los jóvenes: una mirada. México: UPN.

Hardy, E. y A. L. Jiménez (2001). “Políticas y estrategias en salud pública”. Revista Cubana Salud Pública, vol. 27, núm. 2, pp. 77-88.

Inmujeres (Instituto Nacional de las Mujeres) (2007). El impacto de los estereotipos y roles de género en México. México: Inmujeres.

Kvale, S. (2011). Las entrevistas en investigación cualitativa. España: Morata.

Lewis-Beck, M.S., A. Bryman y T. F. Liao (2004). The sage Encyclopedia of Social Sciende Research Methods. Londres: sage.

Lomas, C. (2005). “¿El otoño del patriarcado? El aprendizaje de la masculinidad y de la feminidad en la cultura de masas y la igualdad entre mujeres y hombres”. Revista Cuadernos de Trabajo Social, núm. 18, pp. 259-278.

Martínez Salgado, C. (2012). “El muestreo en investigación cualitativa. Principios básicos y algunas controversias”. Ciência & Saúde Coletiva, vol. 17, núm. 3, pp. 613-619.

oit (Organización Internacional del Trabajo) (1958). “Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación)”, oit [en línea]. Recuperado el 14 de septiembre de 2020, de: https://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_Ilo_Code:C111

Ortiz, J. (1997). “Paradigmas de la investigación”. Revista UNA Documenta, vol. 11, núm. 1-2, pp. 19-23.

Solís Pérez, M. (2015). “La feminización de una ocupación: despachadoras de gasolina”. En O. Díaz Cortés, J. Morales Márquez, G. Rodríguez Gutiérrez y J. Rubio Campos (coords.). El trabajo que México necesita. (pp. 145-158). México: Asociación Mexicana de Estudios del Trabajo.

Notas de autor

* Psicólogo y doctor en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México (unam). Actualmente es profesor titular en la Universidad Pedagógica Nacional (upn), donde coordina el posgrado de Género en Educación. Su publicación más reciente es el libro La identidad masculina en jóvenes: una mirada (2017); la versión electrónica gratuita en inglés se puede consultar en https://editorial.upnvirtual.edu.mx/index.php/publicaciones/colecciones/horizontes-educativos/389-a-look-into-masculine-identity-in-mexican-young-men.
** Licenciada en Psicología Educativa, especialista en género en educación y maestra en Desarrollo Educativo, su línea de investigación es la educación en ciencias. Actualmente realiza un estudio focalizado en las diferentes formas de ser hombre. Colabora como asistente de investigación en temas de género en educación en la Universidad Pedagógica Nacional (upn).

Información adicional

Nota: Artículo derivado del proyecto de investigación “Varones en entornos laborales feminizados: cuando la minoría es mayoría”, registro AADI/CI-187/2019, Universidad Pedagógica Nacional, Ajusco, Ciudad de México.

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