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La alfarería tzeltal en Ejido Lacandón y Villa Las Rosas, Chiapas
Tzeltal pottery in Ejido Lacandón and Villa Las Rosas, Chiapas
Contribuciones desde Coatepec, núm. 40, pp. 209-216, 2024
Universidad Autónoma del Estado de México

Reseñas


. La alfarería tzeltal en Ejido Lacandón y Villa Las Rosas, Chiapas. 2022. Zacatecas. Revista Chicomoztok. 24pp.

Recepción: 05 Septiembre 2023

Aprobación: 10 Octubre 2023

Resumen: este trabajo sobre la cerámica consiste en dar a conocer las técnicas tradicionales de la alfarería en dos comunidades tzeltales en la Selva Lacandona: Lacandón y Villa Las Rosas, Ocosingo, Chiapas, México.

La importancia de resaltar este tipo de trabajo reside en documentar las diferentes técnicas de elaboración; la riqueza cultural en la producción, especialización, tiempos de elaboración, variedad de vasijas, el taller, los insumos, las herramientas; y las decisiones que toma la alfarera —según sus conocimientos y experiencias— en la elaboración de la cerámica.

Palabras clave: Selva Lacandona, alfarería, continuidad cultural, técnicas culturales, cerámica.

Abstract: This study on ceramics is to make known the traditional pottery-forming techniques from two Tzeltal communities living in the Lacandona Rainforest: Lacandon and Villa Las Rosas, Ocosingo, Chiapas, Mexico.

Conducting this research in the places stated above is important since different forms of cultural continuity for pottery-making have been documented.

The cultural richness with regard to the knowledge of production, specialization, times of manufacturing, vessel types, the workshop, supplies, tools, and decisions taken by the potter demonstrates the knowledge required for pottery-making.

Keywords: Lacandona Rainforest, pottery, cultural continuity, cultural techniques, ceramics.

Introducción.

Este trabajo sobre la cerámica tiene como propósito dar a conocer las técnicas tradicionales de la alfarería en dos comunidades tzeltales: Lacandón y Villa Las Rosas, Ocosingo, Chiapas, México. Para esta investigación me centré en recopilar y registrar los conocimientos del oficio de la alfarería, con esos elementos puedo mencionar y difundir el trabajo artesanal a partir de las técnicas y las experiencias de cada alfarera. La importancia de resaltar el trabajo de estos lugares reside documentar la presencia de diversas formas de continuidad cultural en la elaboración de las piezas cerámicas.

La actividad de la producción cerámica se ha desarrollado, por lo menos, durante cuatro generaciones de alfareras de las que aún se conservan elementos y rasgos de la tradición en el trabajo y manejo de la cerámica de origen prehispánico que aún perviven en estas comunidades contemporáneas. La riqueza cultural sobre el conocimiento de la producción; especialización; tiempos de elaboración; variedad de vasijas; el taller; los insumos; las herramientas y las decisiones que muestra la alfarería en la posesión de conocimientos en la elaboración de la cerámica.

En este texto se exponen los casos de 12 alfareras –11 del Ejido Lacandón y 1 del Ejido Villa Las Rosas–. La selección de estas informantes funcionó como pieza clave para tener información más detallada sobre los procedimientos de la manufactura cerámica. Como se verá a lo largo de este escrito cada pieza cerámica es inseparable de su creador, ya que hay una relación mutua en el conocimiento de los insumos y la experiencia de la alfarera, que serán descritos a continuación.


Figura 1
Localización de los ejidos Lacandón y Villa Las Rosas
Mapa editado por Adriana Gaytán

El área se ubica en la región de las Tierras Bajas de la Selva Lacandona; región caracterizada por una exuberante vegetación en flora y fauna; acompañada de ríos y lagunas que hacen de esta región un lugar excepcional para abordar diversos temas de interés (Figura 1).

Una de ellas es la alfarería, oficio practicado en su mayoría por mujeres que han conservado técnicas de antaño para manufacturar diversas piezas cerámicas. Es importante contextualizar los procesos tecnológicos de la cerámica y tener una visión más detallada de la alfarería que enseguida describo.

Búsqueda de materia prima

Las artesanas de Ejido Lacandón y Villa Las Rosas hacen uso de las arcillas —barro blanco, amarillo, gris y rojo—, desgrasante baax —piedra caliza sedimentaria— y pigmentos sa’ik —es un mineral de forma irregular, de color rojo y negro— que se halla directamente en los bordes de los ríos, en los patios de sus viviendas o en los alrededores del ejido, ya que ambas comunidades están asentadas sobre asentamientos arcillosos.

Preparación de la pasta

Los elementos básicos que se requieren para elaborar la pasta son las arcillas, desgrasantes y agua. En este primer momento de la cadena operativa la artesana, con sus hábiles manos, amasa la pasta manualmente por un tiempo prolongado; hasta que se logre que el barro esté flexible y maleable, y garantice la calidad y seguridad de la masa, la cual es determinada a través del tacto (Figura 2).


Figura 2
Proceso de amasado
Alfarera Eusebia Demecio

Después de haber mezclado la arcilla con agua, haber añadido el desgrasante y que ambos se hayan transformado en una masa homogénea, se empieza la manufactura cerámica con las técnicas de modelado y enrollado.

Modelado

La técnica de modelado consiste en que una vez obtenida una pasta maleable la artesana forma una bola de arcilla de tamaño considerable, según la pieza que ha pensado elaborar. La técnica de modelado usualmente se ejecuta para elaborar cuencos, platos, salseros, saleros, incensarios, figuras zoomorfas y antropomorfas.

Modelado -enrollado-

Una segunda técnica que practican las alfareras tzeltales es el modelado y enrollado. El modelado se realiza con los dedos, formando una base cóncava que funciona como base o soporte de la vasija; posteriormente la manufactura cerámica continúa con la técnica del enrollado, que se forma por medio de cordones. Con esta técnica es posible manufacturar piezas cerámicas como ollas, sartén, comales, vaso, jarra, cafetera, entre otras.

Algunos instrumentos en el trabajo de la alfarería tzeltal

Para trabajar el barro, las alfareras de Lacandón y Villa Las Rosas requieren de pocas herramientas: el torno o mesa de trabajo, si es que así se le puede llamar, consiste en un trozo de madera o un bloque de piedra caliza; otros utensilios de origen natural son las espinas, hojas o tallos de los árboles; pulidores y caracoles recolectados en el río; también se apoyan de objetos reciclados, como las cubetas de plástico, palanganas, cucharas, bolsas de malla del mercado, pichel de peltre, machetes rotos, clavos; y reutilizan algunas piezas cerámicas, como los cuencos.

Una vez finalizada la elaboración de las piezas cerámicas éstas son llevadas al área de dormir y se dejan secar durante ocho o veintitrés días, según la tradición de enseñanza de la alfarera. Durante el proceso de secado las vasijas estarán bajo los cuidados necesarios, para después realizar un siguiente paso: el raspado y el lijado al exterior e interior de la pieza cerámica.

Decoración

Durante el proceso de secado se realiza algunos motivos geométricos, figuras fitomorfas y siluetas de corazones. Tales incisiones se realizan con el auxilio de un clavo o bien de una ramita de cualquier árbol.

Otro tipo de decoración que se da en algunas piezas cerámicas después de su cocción es el pigmento de sa’ik. Este mineral de color rojo y negro se diluye en agua y la artesana, con el auxilio del tallo de la ramita de un árbol, realiza los motivos geométricos al exterior e interior de las piezas cerámicas.

Cocción

En esta etapa se incluye el secado, el cual permite eliminar humedad y dar contracción a la estructura de las piezas cerámicas. La obtención de la leña de zapote, tzelel o cualquier otra madera son recolectados en la milpa, es un trabajo principalmente femenino, aunque también ayudan los hijos.

Cuando las vasijas están completamente secas, éstas son depositadas una por una en el horno al aire libre. Por lo general los hornos se sitúan en el patio de las viviendas o dentro de la misma –fogón tradicional o moderno–, lo cual refleja un grave problema ambiental y de salud para las personas que habitan el hogar (Figura 3).


Figura 3
Acomodamiento de los comales durante su cocciòn
Foto propia

Al finalizar la cocción las alfareras acostumbran realizar otros detalles técnicos a las piezas cerámicas, por ejemplo, vaciar el agua de nixtamal, pozol y agua de cal que funciona como sellador de los poros de las vasijas e indica que las piezas cerámicas están listas para usarse (Figura 4).


Figura 4
Pozol que funciona para sellar los poros de la vasija
Alfarera Anita Ardines.

Para las alfareras la etapa de cocción es considerada la más importante en la manufactura cerámica, ya que pone a prueba los conocimientos necesarios para determinar si cumplieron los pasos para tener un resultado adecuado.

Color

Las tonalidades de las piezas cerámicas son de color naranja.

Piezas

Dentro de la tradición cerámica tzeltal se registró cuatro tipos cerámicos: a) culinario –comal, olla, cuenco, sartén, plato, jarra, vaso–, b) ritual –incensarios–, c) de figuras –antropomorfas y zoomorfas– y d) de innovación –cafetera, servilleteros–.

Reutilización

Los restos de la arcilla raspada y los que presentan alguna fisura durante el proceso de secado son remojadas en agua y sirven para elaborar nuevos objetos cerámicos.

Creencias

A lo largo de mis visitas en Ejido Lacandón y Villa Las Rosas pude observar que las creencias, como son: el canto de la cigarra, cuando una mujer está embarazada o bien el caso de un aborto, permean momentos claves en la manufactura cerámica. Pasar por alto las prescripciones, los cuidados recomendados, las creencias y los mitos genera un mal resultado en la producción cerámica.

Usos tradicionales

Hoy en día, la producción cerámica debe cumplir una función específica: cocinar los alimentos, tostar semilla, servir la comida, como objeto ritual o decorativo (Figura 5).


Figura 5
Comal para tostar café
Alfarera Catalina Vázquez Pérez.

Comercialización

Cuando las vasijas quedan listas para su venta éstas se comercializan en Monte Líbano, Najá, Zaragoza, El Tumbo y Tehuacán.

Comentarios

Como se logró leer a lo largo del texto las distintas formas de elaborar la alfarería en Ejido Lacandón y Villa Las Rosas nos muestra los distintos ángulos del oficio de la alfarería y como a través de sus conocimientos, la alfarera ejerce está practica siguiendo la tradición de sus mentoras.

La alfarera considera que la elaboración de cada pieza cerámica sea por encargo, por necesidad económica o porque tiene el material en su taller le permite ejercer las técnicas de modelado y enrollado que servirán para crear diversas piezas cerámicas, como son: comales, ollas, sartén, cuencos, entre otras.

La heterogeneidad de los objetos cerámicos y su función doméstica, de ritual y de adorno nos da una idea de la necesidad de estos productos en la vida cotidiana de las alfareras y no alfareras tzeltales. Su utilidad demuestra su identidad frente al mundo actual y que pese a la globalización se mantiene arraigado en el conocimiento tradicional de la alfarería y como ésta es valorada en la zona de la Selva Lacandona.

Ejidos como El Tumbo, Najá, Zaragoza, entre otras comunidades identifican a las alfareras como las conocedoras de este oficio porque saben cómo elaborarlas y los tiempos para manufacturarlas. Esto refleja que el trabajo de la alfarería toca un trasfondo de la cultura intangible que a través de la enseñanza-aprendizaje de una generación a otra se continua la tradición cerámica.



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