1. Introducción

La educación como proceso sistemático de aprendizaje tiene como finalidad determinar el grado de eficacia y eficiencia, con que han sido empleados los recursos destinados a alcanzar los objetivos previstos. La evaluación, como proceso continuo y sistemático hace referencia a una secuencia de etapas y actividades a ser revisadas en diferentes momentos y no a un momento puntual o a un acto particular o singular. En este sentido, los países diseñan mecanismos para evaluar sus sistemas educativos, utilizando diversas técnicas y estrategias en función de los propósitos que persiguen.

De acuerdo con Lacolutti y Sladogna (S/F), la evaluación es un proceso complejo y de carácter axiológico, que plantea la necesidad de considerar aspectos éticos y técnicos; es fundamentalmente una operación de construcción y de comunicación de un juicio de valor. Siguiendo a los autores antes referenciados, el proceso de evaluación de la educación se compone de diversas etapas, que permiten su comprensión integralmente, desde la óptica de su interacción. Ellas son: la programación, la recolección de evidencias y la interpretación y valoración de las evidencias; a través de ellas se logra analizar e identificar la eficiencia y eficacia del proceso educativo.

Existen muchas formas de conceptualizar la evaluación educativa, definirla y entenderla (Bretel, 2002); pues nunca es un hecho aislado y particular, es siempre un proceso que parte de la recolección de información, y se orienta a la emisión de juicios de valor respecto de algún sujeto, objeto o intervención educativa; sin embargo, un proceso evaluativo sería absolutamente limitado y restringido si no estuviera dirigido, explícitamente, a la toma de decisiones en función de la optimización de dichos sujetos, objetos o intervenciones evaluadas.

A grandes rasgos, la evaluación se entiende como un instrumento por medio del cual se autoanaliza una organización o un programa educativo por medio de procesos y procedimientos, que llevan a cabo actores a través de las funciones sustantivas de la organización en conexión con su entorno. El fin es identificar logros, estados de cosas no deseados o problemáticos de acuerdo con los recursos y medios disponibles, estimular el diseño y puesta en marcha de acciones que corrijan o al menos minimicen problemas detectados; además debe ser un proceso continuo de conocimiento, análisis y corrección.

Se considera como una actividad sistemática y permanente, que deberá aclarar el grado de éxito alcanzado, las modificaciones a realizar en la estructura normativa y las políticas necesarias, para lograr la calidad plena de los procesos y organizaciones Involucradas. En consecuencia, la evaluación y la educación, se constituyen en binomio fundamental para medir el éxito de las instituciones educativas, razón por la cual, el proceso mismo de educación, no debe desvincularse de la evaluación que éste exige. La medición de elementos centrales asociados al aprendizaje del sujeto propiamente, de las instituciones y la eficacia y eficiencia de los procesos involucrados, son aspectos centrales en cualquier institución y país del mundo.

En este sentido, en aras de propiciar la evaluación de la educación y concretar y direccionar propuestas de modernización educativa, México en el año 1979, conformó el Sistema Nacional de Planeación Permanente de la Educación Superior (SINAPPES) y desde el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decretó la Ley para la Coordinación Nacional de Planeación de Educación Superior (CONPES), cuya organización quedó a cargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Estas instituciones (en la época de 1988-1994) se dedicarían a evaluar eficiencia, calidad de los servicios y productividad de las instituciones de educación superior, buscando con ello obtener información que permitiera normar el financiamiento del Estado hacia ellas.

El 12 de julio de 1990, en la novena asamblea de la ANUIES en Tampico, Tamaulipas, México, se aprueba la Propuesta de lineamientos para la evaluación de la educación superior, que más tarde se transforma en el documento “Lineamientos generales y estrategias para evaluar la educación superior, enfocados en elevar la calidad de la educación” (Glazman, 2001: 47.).

Son evidentes los esfuerzos desde el gobierno mexicano para propiciar la calidad de la educación. Sin embargo, el Centro Interuniversitario de Desarrollo (CINDA) plantea que “el concepto de calidad en la educación superior no existe como tal, sino como un término de referencia de carácter comparativo en el cual algo puede ser mejor o peor que otro, dentro de un conjunto de elementos homologables, o en comparación con cierto patrón de referencia–real o utópico- previamente determinado” (González & Espinoza, 2008: 252-253).

Según plantean González y Espinoza (2008), la calidad en educación es un concepto relativo, para quien usa el término y las circunstancias en las cuales lo invoca; afirmando los autores que el relativismo tiene otra perspectiva, al ser la calidad de naturaleza similar a la verdad y la belleza; constituye un ideal difícil de comprometer…llegando a concluir que la calidad es, además, un término que conlleva los valores del usuario, siendo así altamente subjetivo.

Esta afirmación conduce a la revisión y análisis de diversas concepciones sobre la calidad, orientadas a su precisión como término subjetivo en el ámbito de las organizaciones, específicamente las educativas. Desde una concepción genérica, las normas ISO (International Organización for Standarization), definen la calidad como el grado en que un conjunto de características inherentes cumple con unos requisitos, mientras que otros autores precisan elementos asociados con la excelencia, cumplimento de estándares, cero defectos, aptitud para el logro de misiones, valor agregado, transformaciones y cambios cualitativos, reducción de varianza con la exigencia de evaluaciones (Deming) entre otros aspectos asociados con la construcción social, en el sentido que deben ser considerados elementos propios de la organización y del contexto en el cual se encuentra inmersa (Días Sobrino, 2006).

En este sentido, la investigación se orienta a caracterizar la calidad de la educación a distancia en México, tomando en consideración los procesos de acreditación emprendidos por Universidades del estado de Tamaulipas, México, durante el periodo 2004-2017, período durante el cual se emprenden procesos de aprendizaje donde la educación a distancia es uno de los ejes promotores de la gestión que se emprende durante los referenciados años.

Se estudian 7 programas, atendiendo a criterios administrativos referidos a los proyectos aprobado por un órgano de financiamiento y ejecutados por las universidades, esto con el propósito de visualizar la educación a distancia en las universidades del estado de Tamaulipas.

2. Procesos de acreditación universitarios en México

La evaluación de la educación, es un proceso fundamental que puede ser asumido desde múltiples aristas. En el caso de Instituciones de Educación Superior (IES), la calidad de la educación y de las instituciones va de la mano con los procesos de acreditación a los cuales estas se someten. Estos exigen, entre otros elementos, tanto la autoevaluación, como la evaluación de pares de aspectos centrales que van desde la consideración del contexto institucional, pasando por la evaluación de proyecto académicos, los recursos institucionales y la infraestructura propia del recinto universitario.

El sometimiento a estos proceso de acreditación por parte de las IES, exige el cumplimiento de un conjunto de requisitos mínimos que certifiquen que las instituciones cuentan con las condiciones requeridas para realizar sus funciones académicas peculiares: investigación, docencia y extensión (González y Espinoza, 2006), en síntesis estos procesos conllevan al aseguramiento de la calidad, en procesos clave de su gestión.

Existen modelos diversos que permiten la medición de la calidad educativa de instituciones universitarias de una manera integral y objetiva. Algunos se concentran en evaluar aspectos vinculados con el contexto institucional (inserción institucional, organización, gobierno, gestión, políticas y programas de bienestar), los proyectos académicos (plan de estudio, procesos de enseñanza aprendizaje, investigación y desarrollo de tecnologías, extensión, vinculación y cooperación), los recursos o talento humano, (Docentes, estudiantes, graduandos, personal de apoyo), infraestructura (infraestructura física, sistema de bibliotecas, laboratorios e instalaciones especiales) (González y Espinoza, 2006).

2.1. Organismos que promueven la acreditación

El desarrollo social y económico de un país se debe, entre otras cosas al desempeño adecuado de sus profesionales. Esto implica brindar condiciones óptimas para que el ejercicio de las profesiones se desarrolle con criterios de calidad, lo que implica tener Instituciones de Educación Superior (IES) en buenas condiciones y con procesos de evaluación claramente establecidos con fines de acreditación para que revisen la pertinencia y eficacia de sus Programas Educativos (PE).

En este contexto, se vuelve necesario contar con organismos que gocen de credibilidad y confiabilidad para evaluar y acreditar los programas educativos (PE) de las IES.

De las propuestas internacionales se encuentran: a) Modelo de los Cuatro Niveles de Kirkpatrick, b) Modelo Sistémico de Vann Slyke, c) Modelo de cinco niveles de Evaluación de Marshall and Shriver, d) Modelo de Evaluación de García Aretio, e)

Guía de Autoevaluación CALED, f) Modelo V cada uno de ellos analiza diversos criterios como son; Docentes, Materiales didácticos, Estudiantes y Requerimientos

Tecnológicos además modelos de aseguramiento de la calidad como el g) Modelo Experimental de Acreditación de

Carreras del MERCOSUR (MEXA), h) Modelo de CINDA, i) Modelo Total Quality Management (TQM), y j) Modelo Europeo de Gestión de la Calidad (EFQM), los propósitos que usualmente persiguen los sistemas de aseguramiento de la calidad son tres, control de calidad, garantía de calidad y mejoramiento permanente, además de que tienen impacto en la gestión institucional, los recursos humanos, los aprendizajes institucionales, en la movilidad de profesores y estudiantes.

2.2. Organismos de acreditación de IES en México

La dinámica propició que en México se desarrollaran organismos de acreditación con el objetivo de normar y acreditar los PE que las IES ofrecen. La Subsecretaría de Educación Superior, adscrita a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a través del Consejo para la Acreditación de la Educación Superior A.C. (COPAES) es la instancia encargada de regular los organismos que se dedican a esta actividad.

En este sentido, es el COPAES la única instancia acreditada para conferir reconocimiento formal a favor de las organizaciones cuyo fin sea acreditar PE de educación superior, profesional asociado y técnico superior universitario, previa valoración de sus capacidades técnicas, operativas y estructurales (COPAES, 2012). Esto significa que todas las organizaciones acreditadoras oficiales que existen en México deben contar con el reconocimiento y el aval de este organismo acreditador. Como dato histórico del COPAES, la SEP confirió esta autorización el 8 de noviembre del año 2000. Sin embargo, en sus inicios estuvo auspiciado por los CIEES, siendo en el año 2010 cuando la Asamblea General del COPAES (integrada por varias organizaciones) decidió separarlos con el objetivo de crear un Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Educación Superior.

Entre las funciones principales del COPAES resaltan: (COPAES, 2012).

- Garantizar que las organizaciones que acreditan programas de educación superior, cumplan con mecanismos que aseguren rigor académico e imparcialidad, el profesionalismo de los evaluadores, la pertinencia de los procedimientos, la imparcialidad de la evaluación y, en general, todo lo que propicie su actuación de acuerdo con los principios éticos correspondientes.

- Fungir como órgano de consulta de la SEP, en materia de acreditación de la educación superior.

- Realizar investigación relacionada con su objeto: La calidad de la educación superior.

- Informar a la sociedad a cerca de los organismos reconocidos formalmente por el COPAES y sus actividades, así como de los programas de educación superior acreditados en el país.

- Interactuar con organismos análogos internacionales

Es evidente que las funciones del COPAES se dirigen hacia la vigilancia de las buenas prácticas de los organismos acreditadores en México; pero también hacia el cumplimiento de niveles de exigencia académica que permitan alcanzar estándares de calidad en los PE e informar a la sociedad sobre los resultados alcanzados.

En función de lo anterior y considerando la importancia del COPAES en el proceso de acreditación de los PE en las IES, la Subsecretaría de Educación Superior, asume que “un programa es reconocido por su buena calidad, cuando ha sido acreditado por algún organismo reconocido por el COPAES, o evaluado favorablemente en el Nivel 1, por los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES)” (Subsecretaría de Educación Pública);estas últimas instancias de evaluación utilizadas por las IES para conocer el nivel en el que se encuentran sus PE, encaminando acciones, de acuerdo al status en el que se encuentren, para en un ejercicio posterior lograrla acreditación aspirada. El grado en que los CIEES mide la calidad de los programas se divide en 3 Niveles, siendo el Nivel 1 el máximo para después pasar a la acreditación.

Ahora bien, el COPAES, ha designado instancias u organismos encargados de respaldar y vigilar las IES. Estos organismos se identificaron y se organizan por áreas, estableciendo su objetivo principal y el fin para el que han sido constituidos. Resaltan en este sentido: áreas de salud (programas en optometría, farmacia, nutrición, enfermería, educación médica, odontología), sociales y educativas (programas en ciencias sociales y humanidades), ciencias naturales (biología, agronomía, veterinaria y zootecnia), ingeniería (arquitectura y espacios habítales), administrativa (contaduría y administración, economía) informática (informática y computación), derecho (derecho), Artes, comunicación, ciencias químicas y turismo.

Se compila en cuadros (Cuadros 1 – 14) la información más resaltante al respecto de estos organismos para luego precisar los PE que han sido considerados consideran sujetos de evaluación por parte de estas instancias.

El problema que surge cuando se implementan los mecanismos de aseguramiento de la calidad en la educación a distancia de México como en otros países es la falta de una normativa para operar, que permita la evaluación, existen modelos, propuestas y experiencias de evaluación, nacionales e internacionales que sirven de marco de referencia para proporcionar orientaciones, lineamientos y políticas que permiten dar respuesta a las interrogantes ¿Qué evaluar?, ¿Quién evalúa?, ¿Cuándo evaluar? y ¿Cómo evaluar?

A nivel nacional en México, son tres los organismos que abordan aspectos sobre las evaluaciones de programas educativos a distancia, sin embargo, es necesario continuar afinando procedimientos para esta modalidad. A continuación se describe cada uno de ellos:

a) Los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), cuentan con la Metodología

General 2010 para la Evaluación de Programas de Educación Superior a Distancia.

b) El Sistema Nacional de

Educación a Distancia (SINED) presenta su Marco de referencia, para la evaluación de programas de licenciatura, y

c)El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) cuenta con el marco de referencia para la evaluación y seguimiento de programas de posgrado en las modalidades a distancia y mixta.

Diferentes problemáticas se pueden presentar cuando se quiere evaluar para incrementar la calidad de la educación a distancia, desde el desconocimiento de las metodologías u organismos que existen para poder evaluar un programa educativo, y con ellos caer en el error de solo establecer un juicio personal sin haber aplicado alguna metodología de investigación o de desarrollado indicadores que sirvan de referentes para realizar una comparación.

La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), busca someter a evaluación tres programas académicos en línea con los que cuenta y poder lograr la acreditación a través de alguna de las metodologías de los organismos señalados, se pretende iniciar con la Licenciatura en Tecnologías para la Generación del Conocimiento, la cual cuenta con la primera generación egresada en Agosto del 2017; El plan de estudios de este programa educativo está formado por 54 asignaturas y tiene como objetivo formar profesionistas con dominio de las ciencias y técnicas de la educación sustentada en valores profesionales en el uso de las Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento.

Se puede utilizar el Marco de referencia del Sistema Nacional de Educación a Distancia (SINED) de México como organismo nacional y el Modelo V como organismo acreditador Internacional ya que en este modelo como lo menciona González (2010), toma como partida que los procesos educativos son complejos, por la diversidad de estructuras, formas de organización y de recursos, que varían de acuerdo al sistema educativo al que pertenecen y que son producto de su historia y de su contexto particular, creemos que los diferentes conceptos clave que incorpora se adecuan a toda organización como: Organización Universitaria, funciones sustantivas y adjetivas, calidad, ejes de calidad, modalidades de evaluación, referentes, niveles estructurales, variables, indicadores, paradigmas de calidad, las preguntas orientadoras, los criterios categóricos, además del análisis preliminar, análisis sectorial y síntesis parcial, análisis integral y síntesis confrontativa y los tipos de problemática, es por ello que el Modelo V puede ser aplicado a cualquier institución y cualquier contexto.

Por otra parte la educación a distancia en las empresas e instituciones de educación superior se ha ido incrementando exponencialmente debido a la necesidad de especializarse y acortar las distancia en entre los profesores y estudiantes, la modalidad que en la actualidad tiene mayor desarrollo y aceptación es la que se conoce como educación en línea o virtual y es por ello que se deben crear mecanismos de evaluación para garantizar la calidad en el proceso de enseñanza y aprendizaje, así también garantizar no solamente los procesos administrativos o de tecnología sino que a su vez se debe garantizar la calidad de los contenidos, materiales y diseño instruccional. Es de suma importancia que las Universidades de América Latina y el Caribe trabajen en conjunto con los organismos de acreditación y evaluación de programas a distancia para poder consolidar un marco de referencia común que permita la adecuación de los criterios de acreditación de los programas presenciales a los programas de formación a distancia y que a través de todos los modelos, metodologías y marcos de referencia se pueda realizar un análisis para establecer indicadores comunes y se pueda contar con un marco de referencia más completo sobre la evaluación y acreditación de programas a distancia o modalidades mixtas.

Partiendo de lo anterior y analizando el modelo “V” donde las principales características es que es integrativo y que puede aplicarse a diferentes programas educativos, relacionando la planeación y la evaluación como un proceso continuo. Esa planeación, evaluación y acción, como referencia para la evaluación de los programas de educación a distancia, utilizando los diferentes referentes se puede definir lo que se debe realizar.

Utilizando los diferentes referentes del modelo V, con el contextual se debe analizar todo el proceso retrospectivo como se ha desarrollado, los alcances, beneficios en los programas de este tipo. Con respecto al referente normativo se debe analizar quien tiene un poco normada esta educación pero además proponer una marco normativo que rija la educación a distancia de un país o de América Latina, al menos los conceptos básicos de este tipo de educación que tengan la misma intencionalidad, que se cumpla con las características metodológicas, que se cumpla con las funciones sustantivas, también se debe tener claro hasta donde se pretende llegar con la educación a distancia.

Con respecto a las estructuras que maneja el modelo “V” para la evaluación de los programas educativos, González (2010) plantea que todas las estructuras son complejas, las formas de organización, los recursos varían dependiendo del sistema de educación. Analizando la caracterización del modelo en sus conceptos clave definimos que cubren en un alto porcentaje todo lo sustantivo para evaluar un programa de educación a distancia solo que se tendría que modificar algunos conceptos que no aplican, dentro de las funciones sustantivas y agregar otros que no se consideran, que son de suma importancia para el buen funcionamiento de la educación a distancia, como toda la parte de las tecnologías, los diseños instruccionales entre otras.

3. Conclusiones

Los organismos acreditadores, independientemente del área de conocimiento que atienden, buscan generar una cultura de la evaluación para elevar la calidad de los programas educativos que acreditan. Las IES adquieren mayor reconocimiento social cuando someten a acreditaciones a sus programas educativos.

En México, la Universidad de Autónoma de Tamaulipas no cuenta con ningún programa acreditado en la modalidad a distancia por ningún organismo acreditador, si bien la modalidad a distancia es un modelo emergente para impulsar la educación e incrementar la matricula nacional e internacional, además de atacar la cobertura en educación es necesario un organismo reconocido por COPAES para la evaluación y acreditación de esta modalidad.

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