Resumen: Este artículo permite comprender el rol socialmente responsable adoptado por las universidades chilenas en el desarrollo empresarial, desde un paradigma descriptivo-funcional, mediante el análisis de experiencias en unidades dependientes del Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC) del Ministerio de Economía, Desarrollo y Turismo de Chile. Siendo su objetivo analizar cómo las Universidades contribuyen al desarrollo de las empresas de menor tamaño en torno a la difusión y aplicación de los conocimientos que poseen, en su territorio de influencia o “hinterland”. Se apoya en la teoría fundamentada como un número concentrado de Universidades chilenas que participan como operadores de un programa público de fomento empresarial, que contribuyen al desarrollo de este segmento de empresas, distinguiendo como resultados: las habilidades emprendedoras y empresariales adquiridas en la asesoría técnica, la motivación alcanzada dado un acompañamiento empático y comprometido y el impacto económico reflejado en la aceleración de ventas y aumento de empleos. Se concluye que sólo trece de sesenta universidades chilenas estén operando este tipo de iniciativas; esto implica una desconexión en la forma de ejercer la RSU; a pesar de los requisitos actuales de vinculación con el medio ambiente, en miras a lograr un mejor resultado en sus propios procesos de acreditación institucional.
Palabras clave:responsabilidad socialresponsabilidad social,universidaduniversidad,cooperación técnicacooperación técnica,pequeña empresapequeña empresa.
Abstract: This article allows us to understand the socially responsible role adopted by Chilean universities in business development, from a descriptive-functional paradigm, to the analysis of experiences in dependent units of the Technical Cooperation Service (SERCOTEC) of the Ministry of Economy, Development and Tourism of Chile. Its objective is to analyze how Universities contribute to the development of small business around the diffusion and application of the knowledge they possess, in their territory of influence or “hinterland”. The University Social Responsibility (USR), has been treated as a relationship strategy with the community, from the theory of stakeholders, and it is analyzed based on grounded theory as a concentrated number of Chilean universities that participate as operators of a business development’s public program, which contribute to the development of this segment of companies, distinguishing as results: the entrepreneurial and business skills acquired in the technical advice, the motivation achieved given an empathetic and committed accompaniment and the economic impact reflected in the acceleration of sales and increase of jobs.
Keywords: Social responsibility, University, Technical cooperation, Small Business, Chile.
Responsabilidad Social Universitaria: Aportes recientes al Desarrollo de las Empresas de Menor Tamaño en Chile
University Social Responsibility: Recent contributions to the Development of Small Business in Chile
El sistema universitario chileno está constituido de manera compleja por instituciones agrupadas según su titularidad y acceso a la financiación estatal. Por lo tanto, bajo el marco del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH, 2018), hay veintisiete universidades, dieciocho estatales que pertenecen al Consorcio de Universidades del Estado de Chile (2018), y nueve privadas con aporte del Estado agrupadas en la Red de Universidades G9 (2018). Además de trece universidades privadas que son miembros de la Corporación de Universidades Privadas (CUP) y veinte universidades que actúan como actores independientes[1].
Aunque de este último conjunto, diez instituciones independientes adhieren al Sistema Único de Admisión a las universidades chilenas que organiza el CRUCH, del que también participan dos instituciones de educación superior del CUP (CUP, 2018; Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional, 2018; Ministerio de Educación de Chile, 2017; Vega, Martínez y Morales, 2017; Martínez y Vega, 2015).
Debido a la complejidad del sistema, Muñoz y Blanco (2013) clasificaron las universidades en cinco grupos: universidades de investigación, universidades de élite, universidades masivas, universidades de acreditación y universidades no elitistas. Grupos que incluso muestran una diversidad interna que expande estos cinco tipos de universidades, un problema que se encapsula en el último grupo mencionado.
Rothaermel, Agung y Jiang (2007) señalan que en muchos países las universidades han contribuido como un espacio para el emprendimiento y la innovación. En EE.UU., por ejemplo, aumentando su actividad empresarial en: licenciamiento de patentes, creación de incubadoras de negocios y parques científicos y/o generando “spinoff” universitarios. Además, en la Unión Europea hay varias iniciativas y esfuerzos para transferir tecnología universitaria a la industria. Sin embargo, hay pocos registros de estudios especializados que puedan contribuir a generar líneas de acción para el emprendimiento y la transferencia de tecnología entre las universidades y la industria, de los polos de desarrollo insignes a nivel mundial.
En América Latina, el concepto y práctica de la RSU es aún incipiente y aunque su trabajo -especialmente en universidades públicas- genera valor público (Moore, 1995), en esta zona geográfica no se encuentra plenamente identificado, documentado y evaluado. Como ejemplos de RSU, tenemos casos identificados desde fines de los 90’s en: Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, Honduras, México y Venezuela, con experiencias y esfuerzos para que el conocimiento generado esté al servicio de la sociedad y dé retroalimentación a las aulas universitarias (Herrera, 2008).
Así este artículo se aborda desde una metodología cualitativa de teoría fundamentada, teniendo por objetivo analizar cómo las universidades contribuyen a la promoción del emprendimiento y el crecimiento de las empresas de menor tamaño. en Chile, constituyendo una aproximación preliminar al fenómeno de instalación, desde el año 2015, de una red nacional de centros de desarrollo empresarial impulsada por el Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC) del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo de Chile. La necesidad de desarrollar estudios como este, se debe a la baja frecuencia de análisis respecto a la sostenibilidad financiera a largo plazo de las empresas que son apoyadas por programas de incentivos al emprendimiento (Santos et al, 2016) y a la falta de metodologías totalmente aceptadas para medir el impacto de este tipo de programas (Arbolino et al, 2018).
La Responsabilidad Social es un concepto reciente que aparece a fines de los años 90, durante el Foro Económico Mundial (Annan, 1999). Según Fernández de Colombo (2010) en la Conferencia Mundial de Educación Superior (UNESCO, 1998) se ha reconocido el inicio conceptual de la RSU. Aunque para las Universidades es parte de su razón de ser, desde de la
Reforma Universitaria de los años 60 que exigió Democratización, Modernización y Compromiso Social (Huneeus, 1972), mostrando vínculos constantes de las Universidades con su comunidad y una preocupación continua de mantener esto en el tiempo.
Así el concepto de Responsabilidad Social Universitaria, comprendida como: gestión ética, relación con las partes interesadas, transparencia y rendición de cuentas, ha sido internalizado en las universidades chilenas y gracias a esto se han realizado importantes esfuerzos para establecer vínculos con sus partes interesadas y contribuyendo en la comunidad circundante al desarrollo territorial (Aldeanuava-Fernández, 2013). En el caso de Chile, la RSU debe medirse y evaluarse para acreditar a las universidades chilenas a través de la Comisión Nacional de Acreditación (2016), debiendo estar vinculadas a la comunidad, lo que implica generar actividades de extensión constantes que permitan contribuir al desarrollo local y nacional, además de construir un diálogo permanente y estable entre la comunidad y la Universidad.
Las universidades son evaluadas por diversos actores sociales, respecto del conocimiento práctico y científico generado, que Santos (2009) llama “Ecología del conocimiento”. En este sentido, es propio definir la RSU como el compromiso que tiene la institución de difundir y poner en práctica un conjunto de conocimientos y valores en la formación profesional, en los procesos de investigación, innovación y proyección social, funciones que deben estar enfocadas a la solución de problemas sociales (Gaete-Quezada, 2015).
Según Herrera (2008), la RSU es un espacio que vincula el conocimiento generado con el contexto de su aplicación (científica, tecnológica, humanística y artística) a las necesidades locales, nacionales y globales, para principalmente promover la utilidad social del conocimiento y contribuir a la mejora de la calidad de vida. Por lo tanto, la RSU exige perspectivas bidireccionales entre la universidad y la sociedad e implica la multiplicación directa de los usos críticos que tiene el conocimiento en la sociedad y en la economía. El evidente interés expresado en la relación con los actores relevantes, se funda en la teoría de las partes interesadas (stakeholders), paradigma que permite la comprensión de la RSU (Larran y Andrades, 2017).
Cornelius, Landström y Persson (2006) señalan que el espíritu emprendedor y la innovación empresarial florecieron a través de los escritos del banquero irlandés Richard Cantillon (1680-1734), cuya obra ‘Essai Sur la Naturaleza du Commerce en général’, publicada póstumamente en 1755, dieron al concepto de emprendimiento un significado económico y al emprendedor un papel en el desarrollo económico. A lo que Stevenson y Jarillo (2007) agregan que Richard Cantillon afirmó que la iniciativa emprendedora implica asumir el riesgo de comprar a precios ciertos y vender a precios inciertos. A pesar de lo anterior, el emprendimiento, como campo de investigación disciplinar, no tiene más de 25 años, pero según Cornelius, et al, (2006), se ha desarrollado de forma sustancial.
Según Salas y Sánchez-Asín (2008), las líneas de investigación se han concentrado en tres formas de abordar el estudio del emprendimiento: gestión empresarial, historia empresarial y política económica.
En la primera, el estudio es desde la perspectiva de la gestión de empresas y se pone el acento en la formación de los futuros emprendedores. La segunda analiza los casos de éxito de emprendedores desde la psicología humana. Y la última, estudia la relación entre las decisiones individuales y resultados colectivos, las imperfecciones de mercado y las políticas públicas, en definitiva, el emprendimiento como factor de desarrollo económico.
En relación a esta última línea de investigación, Velasco-Barroetabeña y Saiz-Santos (2007) y Arbolino et al, (2018) señalan para el caso de España y de
Italia, respectivamente, que la evaluación y posterior mejora de los programas de apoyo a nuevos emprendedores es una de las áreas más descuidadas y las metodologías de evaluación son prácticamente inexistentes. Además, Arbolino et al, (2018) señalan que, en la literatura de desarrollo económico, se indica al contexto regulatorio inadecuado como principal causa del potencial desaprovechado de la industria microfinanciera en las economías desarrolladas. A pesar de su trascendencia, este tipo de investigaciones apenas ha sido abordado en la literatura científica, que se ha centrado más en justificar las razones de intervención pública o argumentar su necesaria ausencia. (Velasco-Barroetabeña & María Saiz-Santos, 2007).
El cómo medir el impacto económico generado por las empresas de menor tamaño que han participado en los programas estatales requiere conocer la naturaleza del problema, comprendiendo que el objeto es impactar, significativa y perdurablemente, las condiciones de la población objetivo que se identificaron como necesidades esenciales en el diseño del programa (Libera-Bonilla, 2007). A lo que, Urbano y Guerrero (2013) indican que estos impactos económicos adoptan enfoques de economía institucional, basada en recursos y crecimiento endógeno, proporcionando una mejor comprensión de los impactos socioeconómicos. Además, según Vivarelli (2013) para saber si una iniciativa es necesariamente buena, se debe contar con evidencia microeconómica respecto a la ejecución de estos programas.
Según Memili et al, (2015), el crecimiento económico es una de las medidas, que refleja la capacidad para producir bienes y servicios. Las teorías del crecimiento económico reconocen en gran medida que las pequeñas y medianas empresas, de creación reciente, son los motores del crecimiento económico, ya que crean empleos, generan competencia y promueven la innovación y el conocimiento, todos los cuales estimulan el crecimiento económico. Por otro lado, Buracas et al, (2012) seleccionaron tres factores macroeconómicos (infraestructura empresarial, entorno económico común, macrofactores de política fiscal y monetaria), dados por el índice de competitividad global del Foro Económico Mundial, para evaluar estos con criterios sobre el impacto de la competitividad económica y el macro emprendimiento
Respecto a la evaluación de los programas de apoyo al emprendimiento, Santos, Neto y Serrano (2016) señalan que las políticas públicas en fomento a la inversión de empresas privadas promueven el emprendimiento, pero que la sostenibilidad de las empresas subsidiadas no es frecuentemente analizada, por tanto los autores le dan cobertura evaluando la mortalidad de las empresas subsidiadas, revelando que la probabilidad de supervivencia empresarial aumenta si es mayor: la inversión, la antigüedad de la firma y la concentración de las empresas regionales, mientras que el número de solicitudes realizadas por estas empresas da cuenta de sus problemas para “sobrevivir”.
Estas evaluaciones de desempeño también son abordadas por Wang (2013) a través de, impacto económico en zonas económicas especiales, concluyendo que los municipios chinos con múltiples zonas económicas especiales experimentan efectos más grandes que aquellos con una única zona económica especial. Y por Onphanhdala & Suruga (2010) quienes estudiando 1700 micro y pequeñas empresas de Laos, encuentran que el impacto de la experiencia empresarial es pequeño e insignificante, pero que las diferencias urbanas y rurales, y las de las minorías étnicas, aunque se reducen en las nuevas generaciones, siguen siendo muy importantes. Por otro lado, Solomon et al, (2013) y Guichard et al, (2009) estudiaron los factores de supervivencia e impacto económico de empresas de nuevas tecnologías, que contaron con apoyo financiero y administrativo del gobierno francés para su creación y desarrollo, después de diez años de haber ganado la competencia para la adjudicación de estos beneficios. En general se reconoce que la presencia de emprendedores capaces de capturar oportunidades globales y crear empresas innovadoras es fundamental para la creación de riqueza y empleo (Quatraro & Vivarelli, 2015).
Rodríguez-Pose y Fratesi (2004), observan el impacto territorial de las políticas generadas en los países desarrollados de la Unión Europea, sobre el direccionamiento de recursos, para el logro de una mayor cohesión socioeconómica y la reducción de disparidades en regiones con un PIB per cápita por debajo del 75% de la media comunitaria. En la misma línea Echecopar et al, (2006) revisan la implementación de políticas públicas e iniciativas privadas para el fomento de nuevas empresas.
A pesar de los recursos que se emplean en ayuda para el desarrollo productivo y del financiamiento otorgado, aún se conoce poco acerca del efecto real de estos proyectos en los segmentos de las empresas de menor tamaño, habiendo sólo evidencias generales sobre los beneficios que otorga a un país este tipo de intervenciones (crecimiento económico, generación de puestos de trabajo, mejoramiento de nodos sectoriales, avance en procesos). Pero para programas específicos, se desconoce a priori si una intervención producirá beneficios e impacto económico real (Baker, 2000).
En Chile, el gobierno anterior (20142018) gestó el programa “Chile Emprende”, una red de Centros de Desarrollo de Negocios (CDN), que brinda servicios de orientación, capacitación, diagnóstico, asistencia técnica y seguimiento para contribuir al aumento de la productividad y sostenibilidad de las empresas de menor tamaño. Esperando como resultado impacto económico, expresado en aumento de ventas y crecimiento del empleo en las empresas y emprendedores beneficiarios (SERCOTEC, 2018).
Según el Ministerio de Economía Fomento y Turismo de Chile (2012), el país es líder latinoamericano en emprendimiento (creación de nuevas empresas), pero los resultados de esto no están del todo estudiados. Especialmente por los variados programas de reciente implementación tanto por el sector público, el privado y el tercer sector. Dentro estos esfuerzos, se sitúa el acuerdo suscrito entre los gobiernos de Chile (SERCOTEC) y Estados Unidos, en junio de 2014, respecto a la implementación local de los CDN, contando con la Asesoría del Instituto de Desarrollo Económico de la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA) y bajo la inspiración de los Small Business Development Centers (SBDC), una red de más de 1.100 puntos de atención integral y principal fuente de asesoría técnica para micro y pequeñas empresas estadounidenses (Centros Chile, 2017).
Esta iniciativa permitiría mejor la condición de las empresas de menor tamaño, que tanto en Chile, como en el resto de Latinoamérica, no cuentan con un alto potencial de crecimiento y presentan un tamaño y nivel tecnológico subóptimos, dado sus obstáculos para acceder a fuentes especializadas financiamiento (Echecopar et al, 2006). Situación que de forma previa a la del programa de CDN, daba cuenta desde los indicadores sobre Incubadoras de Negocios apoyadas por la Corporación de Fomento de la Producción (2013) que del total del capital obtenido por los emprendimientos sólo 35% correspondía a capital privado.
En Chile, de acuerdo con la información publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas (2017), en el informe final de la Quinta Encuesta de Microempresa (2017) se muestra que existen 1.992.578 emprendedores chilenos,
de los cuales el 83% corresponden a autoempleo y sólo el 17% restante son empleadores. En cuanto a género el 61% son hombres y el 39% son mujeres. Sólo un 52% presentan formalización empresarial y en relación al origen del negocio principalmente se origina por necesidad (58%) o como una forma de aprovechar oportunidades de negocio latentes (30%). En cuanto a las empresas de menor tamaño, estas se concentran fuertemente en la Región Metropolitana de Santiago, seguida de las regiones con mayor población (Biobío y Valparaíso). Aunque mantienen presencia en las 15 regiones del territorio nacional, como se observa en el gráfico 1.
Se observa en la puesta en marcha la red de CDN una cobertura territorial del 36% de las trescientas cuarenta y seis comunas de Chile, con la existencia de cincuenta y un centros y sus sesenta y tres satélites, con presencia en todas las regiones. Con el fin de crear y evaluar el impacto económico en las empresas atendidas mediante: aumentos de ventas, creación o retención de empleos y financiamiento obtenido (SERCOTEC, 2018).
Este Impacto económico no sólo se crea por la instalación de los centros, sino también por la externalidad positiva que se origina para las personas que se encuentran ideando proyectos, al proporcionarles información que reduce el riesgo de sus iniciativas emprendedoras. (Chang, Chrisman y Kellermanns, 2011). Siendo un aspecto relevante que estos centros brindan su apoyo a: emprendedores., empresas de menor tamaño establecidas. y empresas
4 Quienes desean iniciar un negocio o están en las etapas tempranas de su puesta en marcha.
5 Empresas en operación en busca de oportunidades formas de crecimiento y/o mejoramiento ante un problema específico, necesidad a ser resuelta y/o atraviesan una crisis de mercado,

de menor tamaño establecidas con alto potencial de crecimiento (SERCOTEC, 2018). Pero focalizándose en estas últimas o empresas “gacela”, capaces de generar una mayor cantidad de empleos e ingresos en comparación al resto de los emprendimientos (Aguilera-Moyano & Trillas, 2012)
En cuanto a la evaluación de dicho impacto es especialmente importante en los países emergentes, dado la escasez de recursos, y la necesidad de maximizar sus efectos. De esa forma, es posible revisar si el diseño de los programas logra dar apoyo a los beneficiarios previstos o, en base a la información disponible es necesario: rediseñarlos, mejorarlos o eliminarlos (Baker, 2000).
Del total de CDN y sus satélites el 90% reciben el apoyo académico de Universidades, pero sólo el 53% de estos son operados por estas. Este último porcentaje abarca un marco muestral interesante de estudiar, los que en suma constituyen treinta y uno de estos centros, que incluidos sus unidades satélites dan cobertura a 30% de las comunas del país, en las cuales trece universidades incorporan a su RSU esta forma de dinamización económica del territorio.
Gracias a la transparencia activa de SERCOTEC, han sido analizados desde un enfoque cualitativo mediante Teoría Fundamentada (Bonilla-García y LópezSuárez, 2016; Dias do Nascimento et al, 2016), testimonios de 32 representantes de empresas de menor tamaño, dado el acceso a la información pública de 29 videos relacionados a centros operados por universidades en el sitio web www. centroschile.cl. La Tabla 1 presenta los casos de los CDN incorporados en el estudio.

6 No se han detectado video casos de CDN asociados a las Universidades Católica del Maule (Cauquenes), Universidad de Valparaíso (San Antonio) y Universidad Santo Tomás (Linares).
Analizados los testimonios, publicados por SERCOTEC, se puede observar como en los 29 vídeo casos los actores generan comentarios que codificados de forma abierta logran mediante una codificación axial constituirse en familias, como se presenta a continuación:
En primer lugar, para el pre-código (pc01), autodefinición de su actividad se observan 06 códigos in vivo, ejemplificados en las expresiones:
“…emprender no es fácil…todo emprendimiento parte siempre con una actitud, con una decisión de emprender y las cosas super claras. En actitud la tenemos toda...”. vc11.
“Nosotros tenemos una empresa que parte el 2009 con servicio de arriendo de maquinarias y obras civiles al sector de la construcción y minería...”. vc26.
“Soy dueña de una empresa familiar… Al principio nadie entendía de qué se trataba y no me creían mucho, pero yo, emprendedora y perseverante dije: “lo voy a intentar”. vc28.
Se observa como resultante la categoría axial 1 (ca01), donde la autodefinición de la actividad desarrollada se asocia con ser emprendedor o empresario.
Para el segundo pre-código (pc02), la motivación por la cual se da inicio al negocio, se identificaron 17 códigos in vivo, a modo de ejemplo se presentan las siguientes expresiones:
“La idea surgió porque … necesitaba un ingreso más de dinero y … como hobby, … empecé a ver que era una buena oportunidad y un nicho de negocios importante acá en la ciudad”. vc07.
“… trabajé mucho tiempo apatronado, si se puede decir y tenía la idea de independizarme, tener algo propio invité a dos amigos más, decidimos lanzarnos con este proyecto de tener nuestra propia oficina proyectar una imagen que nos permita también optar a mejores beneficios, mejores trabajos …” vc22.
“Nos iniciamos en la ciudad … por el tema de obesidad y sedentarismo infantil porque es una de las regiones que tiene mayor índice, con un 15,4% en relación al resto de Chile” vc27.
Resultando como categoría axial 2 (ca02), que el inicio del negocio es causa de la necesidad por generar mayores ingresos, lograr un mayor bienestar de la sociedad y tener una mayor independencia laboral.
El tercer pre-código (pc03), la valoración de la asesoría técnica recibida por los CDNs, se identificaron 34 códigos in vivo, con expresiones como:
“Yo llegue al Centro de Negocios, más o menos el 2015. Me dieron sugerencias de cómo mejorar mi modelo de negocios y después a la semana siguiente de la primera reunión, ya tenía constituida mi empresa y empezamos a plantear metas. Empecé a fortalecer mi mirada empresarial” vc04.
“El centro de desarrollo de negocios es mi casa, es lugar donde yo comparto con otros empresarios y vengo a adquirir nuevas habilidades”vc09.
“El cambio es muy notorio porque llevo finanzas más ordenadas y estamos haciendo marketing, publicidad también he adquirido bastantes conocimientos a través de los seminarios que nos invitan” vc17.
Obteniendo como categoría axial 3 (ca03), que la valoración de la asesoría técnica recibida es causa de los conocimientos adquiridos en temas legales, de marketing y finanzas, y las habilidades de negocios desarrolladas
El cuarto pre-código (pc04), el apoyo y motivación brindada por los ejecutivos de estos Centros, se identificaron 25 códigos in vivo, ejemplificados en las expresiones:
“… me están llamando por teléfono “¿como le ha ido? ¿le falta algo?
¿necesita algo?”… Es muy valorable, es claro, es simple, es comprensible, da lo mismo si la persona tiene harta o poca, educación. Se entiende y es súper importante” vc02.
“... Los asesores son muy empáticos con nosotros y siempre están dispuestos a ayudarlos ya que nos dan una mano en todo lo que se puede ...”vc09.
“Conocí a Luis (asesor), el siempre estuvo acá, me enseño como manejar muchas cosas, mi sueldo, el sueldo de mis trabajadores, entonces, es un gran aporte, una gran ayuda” vc12.
Así la categoría axial 4 (ca04), implica que el apoyo y motivación brindada por los ejecutivos es una relación empática y comprometida.
Y por último, el pre-código (pc05) sobre impacto económico de la asesoría recibida, se identificaron 23 códigos in vivo, a modo de ejemplo se presentan los siguientes:
“Llegamos vendiendo en promedio como 900 mil pesos en mayo fueron cinco (millones) y son números reales, están ahí en Servicio de Impuestos Internos.” vc13.
“Yo veo que nuestra cooperativa es la primera comunidad que está generando puestos de trabajo, cada socio retribuyo con su ganancia de este año.” vc18
“… ya hemos contratado cinco personas nuevas, nos ha permitido ir lento pero seguro y no tan lento, porque desde dos años atrás en un crecimiento … en venta del doble, entonces eso nos va a permitir optar a crecer establemente …” vc22.
Genera la categoría axial 5 (ca05), donde el impacto económico de la asesoría técnica es causa de un incremento en los ingresos por venta y de los puestos de empleos generados.
Así las cinco categorías axiales resultantes, desde codificación selectiva en referencia permiten analizar cómo las Universidades contribuyen al desarrollo de las empresas de menor tamaño dado la operación de CDNs en su territorio de influencia; generando las siguientes proposiciones:
1. Las personas que reciben atención en los CDN lograr identificarse como emprendedores o empresarios, dado que han iniciado un negocio por la necesidad generar mayores ingresos, lograr un mayor bienestar social y/o tener una mayor independencia laboral (P01).
2.Los emprendedores y empresarios que reciben atención en los CDN valoran la asesoría técnica recibida dado los conocimientos que adquieren en temas legales, de marketing y finanzas, así como las habilidades de negocios que logran desarrollar. Además de reconocer el apoyo y motivación brindada por los ejecutivos expresado en una relación empática y comprometida. Por lo que se logra un impacto económico que se ve reflejado en un incremento en los ingresos por venta y de los puestos de empleo generados (P02).
De esta forma, se logra comprender que los aportes brindados por las diez Universidades para las que existe información testimonial de acceso público, tiene efectos tanto en la resignificación del autoconcepto de los asesorados sobre sí mismos y su rol social como emprendedores y empresarios, fortaleciendo lo que según Cornelius et al, (2006) sería su actitud emprendedora. Además, el desarrollo de habilidades empresariales o de emprendimiento, en base a conocimientos legales, comerciales y financieros, gracias al acompañamiento de los CDN, logran demostrar su asentamiento como competencias de negocios al tener un efecto en la producción de riqueza, dado el cambio incremental de ingresos y la creación de nuevas fuentes laborales, medidas centrales del impacto económico local según Memili et al, (2015).
Las universidades chilenas, como instituciones productoras de conocimiento, han logrado generar contribuciones en las empresas de menor tamaño situadas en su territorio de influencia. Puesto que las prestaciones de servicios que brindan en los CDNs permiten lograr una actitud emprendedora en las empresas estudiadas, puesta en evidencia mediante la resignificación y autoreconocimiento del rol social que estos emprendedores y empresarios adquieren.
Se logran distinguir efectos aceleración en el crecimiento económico de las empresas de menor tamaño beneficiarias, que han sido analizadas, dado sus logros de profesionalización en la administración, como producto de la instalación desde 2015 de dieciséis CDNs bajo la operación de las diez Universidades chilenas y la asesoría técnica empresarial que estos proporcionan, produciendo así un impacto económico en el territorio acorde a los requerimientos de la población atendida en el marco de una iniciativa mayor impulsada por el Servicio de Cooperación Técnica del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo de Chile. Por tanto, se logran resultados que van más allá de la evaluación del uso de recursos del Estado en términos de la ejecución presupuestaria del gasto público comprometido.
Si bien la disponibilidad de información y su acceso público, ha limitado conocer casos relacionados con tres de las trece universidades que operan el tipo de Centros estudiados, es necesario que un Estado transparente brinde acceso de dicha información a la Sociedad Civil. Aun cuando ésta estuviese disponible, una conclusión notoria guarda relación con que sólo trece de sesenta universidades chilenas estén operando este tipo de iniciativas, dado que implica una desconexión con esta forma de ejercer la RSU de más de ¾ de las instituciones de educación superior, aún dados los requisitos actuales de vinculación con el medio ambiente, en miras a lograr un mejor resultado en sus propios procesos de acreditación institucional. Por tanto, es esencial revisar las condiciones actuales, para contribuir al desarrollo de una política pública que incremente el impacto de las universidades, mediante apoyo, asesoramiento y posiblemente cofinanciamiento, en favor del desarrollo de las empresas de menor tamaño en el país.
Debido a la reciente implementación de esta iniciativa en Chile, es necesario seguir investigando respecto a la evolución de este programa en el mediano y largo plazo. Pero esta aproximación cualitativa, entrega lineamientos esenciales para el diseño de futuros estudios, ya sea en la búsqueda de una comprobación y posible generalización de las conclusiones desde un enfoque cuantitativo o bien profundizar la indagatoria sobre grupos de la población de interés específico y/o territorios con características relevantes de analizar, abriendo también las posibilidades a otras fuentes de información permitan enriquecer lo logrado.

