La experiencia del Comité Venezolano de Solidaridad con el pueblo argentino (Caracas-Mérida, 1976-1983)
La experiencia del Comité Venezolano de Solidaridad con el pueblo argentino (Caracas-Mérida, 1976-1983)
Opción, vol. 33, núm. 83, pp. 12-136, 2017
Universidad del Zulia
Resumen: Se analiza la experiencia del Comité Venezolano de Solidaridad con el Pueblo Argentino (CVSPA), un espacio de solidaridad internacional con las víctimas de la represión dictatorial en la Argentina, integrado por venezolanos y argentinos exiliados, que trabajó en la denuncia de la situación argentina en la esfera pública venezolana entre 1976 y1983. La metodología aplicada fue de tipo cualitativa, apoyada en el análisis crítico de bibliografía y fuentes escritas y orales. Se concluye que el CVSPA fue el más importante actor solidario con la situación argentina en Venezuela hasta 1979, cuando los comités de exiliados y las nuevas organizaciones humanitarias locales asumieron un rol más protagónico.
Palabras clave: solidaridad internacional, Venezuela, Exiliados argentinos, Dictadura militar argentina, Década de 1970.
Abstract: he experience of the Venezuelan Committee of Solidarity with the Argentine People (CVSPA), an area of international solidarity with the victims of dictatorial repression in Argentina, is analyzed. It is composed of Venezuelans and exiled Argentines, who worked on the denunciation of the Argentine situation in The Venezuelan public sphere between 1976 and 1983. The applied methodology was of qualitative type, supported in the critical analysis of bibliography and written and oral sources. It is concluded that the CVSPA was the most important actor in solidarity with the Argentine situation in Venezuela until 1979, when the committees of exiles and the new local humanitarian organizations assumed a more leading role.
Keywords: International Solidarity, Venezuela, Argentine Exiles, Argentine military dictatorship, 1970s.
INTRODUCCIÓN
En la Argentina, a partir de julio de 1974, con la muerte del presidente Juan Domingo Perón y su reemplazo en el cargopor su esposa Isabel Martínez, las disputas entre la derecha y la izquierda por el control del movimiento peronista se hicieron violentas. Desde ese momento el clima nacional de intolerancia ideológica y violencia política se fue incrementado a causa de las acciones terroristasde grupos parapoliciales de ultraderecha como la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), impulsados desde la misma presidencia de la Nación, que con sus amenazas de muerte, asesinatos y masacresprovocaron los primeros exilios de periodistas, escritores, artistas, dirigentes sindicales e individuos próximos a las izquierdas
peronista y marxista (JENSEN, 2006;NOVARO y PALERMO,
2003).El cuadro represivo se completó con la creación de un creciente estado de excepcionalidad jurídica para garantizar la represión de las izquierdas y los movimientos sociales. Esta situaciónde estado de excepción y de violencia política estatal y paraestatalaumentó a partir del golpe militar del 24 de marzo de 1976, hecho que marcó un punto de inflexión en las salidas al destierro de miles de perseguidos y sus familias para escapardel plan represivo que instauró la dictadura militar de las Fuerzas Armadas, centrado en un plan de eliminación de clandestino e ilegal de opositores a partir de la aplicación de los campos de concentración y las desapariciones forzadas masivas ( FRANCO, 2012; JENSEN, 2006; CALVEIRO, 2004).
Laoleada de exiliados argentinos comenzó a llegar a Venezuela a partir de mediados de 1974 y se incrementó después del golpe militar. La situación excepcional de Venezuela en la década de 1970 –país con un sistema democrático estable cuyo gobierno apoyaba el respeto a la democracia en la región y que además transitaba por un ciclo de crecimiento económico— la convirtieron en un espacio nacional estratégico para los flujos de migrantes y exiliados de la región(PELLEGRINO, 1989). Esta situación convirtió al país en un importante lugar de refugio de exiliados latinoamericanos y a su esfera pública y política en un ámbito propicio para realizar acciones de denuncia y de búsqueda de solidaridad política y humanitaria.
Actualmente la historiografía del último exilio argentino todavía no cuenta con un estudio sistemático sobre el caso de Venezuela en contraste con los que existen para otros países de acogida[1],salvo los avances publicados de esta investigación (AYALA, 2014; 2015).Como en otras latitudes del último exilio, los argentinos en Venezuela llevaron adelante dos formas de acción anti-dictatorial y de búsqueda de la solidaridad local: inicialmente realizaron acciones colectivas con el apoyo de redes y organizaciones solidarias locales, impulsando o sumándose a comités de solidaridad integrados por venezolanos y argentinos exiliados; y posteriormente, en paralelo,crearon espacios políticos partidarios y comités unitarios multipartidarios que buscaron constituirse como referentes políticos de la comunidad de exiliados local, con una carácter decididamente anti-dictatorial y en pro de la defensa de los Derechos Humanos(véase al respecto JENSEN, 1998; 2006).
Precisamente, el objetivo de este artículoes reconstruir y analizar la experiencia del Comité Venezolano de Solidaridad con el Pueblo Argentino (CVSPA), un espacio de solidaridad internacional con las víctimas de la represión dictatorial en la Argentina, integrado por venezolanos y exiliados argentinos, que trabajó en la denuncia de la dictadura argentina en la esfera pública y política venezolana entre 1976-1983.La metodología utilizada fue de tipo cualitativa, apoyada en el análisis crítico de bibliografía especializada,entrevistas orales con ex exiliados realizadas por el autor en Argentina y Venezuela entre 2008 y 2015,y en documentación escrita sobre CVSPA. Esta última fue obtenida en su gran mayoría del Archivo Personal de Ángel Vilnova y Lucia Torrey en base al relevamiento de la prensa periódica nacional venezolana del períodoen la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de Venezuela.La conclusión principal del artículo es que el CVSPA fue el más importante actor solidario con la situación argentina en Venezuela hasta 1979, cuando los comités de exiliados y las nuevas organizaciones humanitarias locales comenzaron asumir un rol más protagónico.
ANÁLISIS DE RESULTADOS
LA FORMACIÓN DEL COMITÉ VENEZOLANO DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO ARGENTINO
El Comité Venezolano de Solidaridad con el Pueblo Argentino (CVSPA) se conformó hacia fines de 1976 con el objetivo de informar y denunciar la política represiva de la dictadura militar argentina y de promover la solidaridad local con sus víctimas, en diálogo con las redes de solidaridad internacional con el Tercer Mundo y la defensa de los Derechos Humanos. Fue el producto de la iniciativa de un grupo de argentinos exiliados y de personalidades públicas venezolanas (políticos, magistrados, académicos) que venían participando de acciones de solidaridad y defensa de los Derechos Humanosdesde la década anterior, y que habían crearon en Venezuelalas primeras redes de apoyo a los exiliados del ciclo de dictaduras de Seguridad Nacional del Cono Sur durante la década de 1970 , primero apoyando a loschilenos y uruguayos, y luego a los argentinos hacia 1975.
Las acciones del CVSPA fueron organizadas por dos grupos de personas que activaron coordinadamente desde las ciudades de Caracas y Mérida. Mientras que su funcionamiento se extendió entre 1977 y 1983 y tuvo dos períodos de actividad diferenciados,durante ambas etapas el CVSPA produjo (y apoyó) acciones públicas de información y denuncia de violaciones a los Derechos Humanosen Argentina en los medios de comunicación nacionales, en el congreso, ante el gobierno central y local, ante organismos internacionales, y ante el mismo régimen militar argentino a través de la cancillería venezolana o mediante el envío de cartas y telegramas.
Los referentes principales del CVSPA fueron el senador nacional del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) Orestes Di Giacomo (entre 1976-1977), y Pedro Rincón Gutiérrez, un académico independiente de izquierda, defensor de la democracia, los Derechos Humanos y los procesos de paz que fue varias veces rector de la
Universidad de los Andes (ULA) (entre 1978-1983)[2]. Tanto Di Giacomo como Rincón Gutiérrez eran personas públicas, tenían experiencia en tareas de solidaridad internacional, relaciones estrechas con exiliados argentinos y movilizaban redes y contactos de políticos, intelectuales y juristas a nivel local e internacional3. Estas redes solidarias se habían organizado a fines de 1973 con el Comité Venezolano de Solidaridad con Chile (CVSCH), y un tiempo más tarde impulsaron un comité similar para el caso de Uruguay, mientras que en relación a la situación argentina fundaron un Comité de Solidaridad con los Presos Políticos en la Argentina (CSPPA) en 1975, coordinado en Mérida por Pedro Rincón Gutiérrez4.
En el caso de Orestes Di Giacomo existen pruebas de que trabajó en tareas de solidaridad y denuncia de las dictaduras del Cono Sur desde por lo menos 1973, cuando era diputado nacional y representante del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) en el Consejo Supremo Electoral (CSE). Por ejemplo así lo dejaron registrado los servicios de inteligencia estadunidenses cuando informaron que Di Giacomo, como diputado venezolano del MEP, defendió en la 1ª Conferencia Interparlamentaria Europa-América Latina (Bogotá, 15-18 julio 1974) el reconocimiento de los parlamentarios chilenos asilados en Colombia como representantes plenos y caracterizó al gobierno militar chileno como un “régimen fascista”. La trayectoria política de Di Giacomo estuvo asociada al trabajo de solidaridad con las causas del movimiento obrero venezolano y las luchas democráticas, socialistas y de liberación nacional del continente. En 1975, cuando era senador nacional y Secretario de Comunicaciones del MEP trabó contacto y ayudó a exiliados argentinos en Caracas. En junio de 1976 Di Giacomo fue uno de los impulsores de la declaración que las Cámaras senadores y diputados venezolanos enviaron al gobierno argentino por el secuestro en Buenos Aires de los parlamentarios uruguayos Zelmar Michelin y Héctor Gutiérrez Ruiz. En esa oportunidad el senador afirmó: “La policía argentina ha declarado que no conoce el paradero de los dos políticos, de manera que hay que presumir que Michelini y Gutiérrez fueron secuestrados por organizaciones clandestinas de extrema derecha”. Fuentes: “Entrevista a Orestes Di Giacomo”, por ÍMBER, Sofía; RANGEL, Carlos. Programa Buenos días Canal, Venezolana de Televisión, viernes 09 de febrero de 1973, en: Sala Virtual de Investigación Sofía Ímber y Carlos Rangel, Centro de Investigación de la Comunicación Red Venezolana de Comunicación y Cultura, Universidad Católica Andrés Bello. Disponibleen: http://saber.ucab.edu.ve/handle/123456789/36745 [Consultado 07-03-2016]; ACTION ARA
- BUREAU OF INTER-AMERICAN AFFAIRS. 1974. “First Conference of European and la Parliaments”, Telegrama1974BOGOTA06432_b -UNCLASSIFIED, Bogotá, 20 de julio, en:https://wikileaks.org/plusd/cables/1974BOGOTA06432_b.html[Consultado 08-03-2016]; ANONIMO. 1976. “Edward Kennedy solicita informes sobre secuestro de Opositores a Bordaberry”, El Día, México, Mayo, en Archivo Periodístico del Exilio Argentino en México Delia Carnelli de Puiggrós, Universidad Nacional de Lanús, Argentina (en adelante APEAMDCP-UNLa).
4 Entrevista con J. M., Mérida, Venezuela, 10 de abril de 2011.
Visto que nocontamos con testimonios directos de los miembros venezolanos del CVSPA, la reconstrucción de su historia y actividades se apoya en los pocos documentos de la organización disponibles y en testimonios de exiliados argentinos que participaron de los espacios de denuncia internacional en ambas ciudades. Las versiones acerca de los orígenes del CVSPA entre los entrevistados son diversas. Algunos testimonios en Caracas señalaron que el CVSPA surgió como una iniciativa paralela y coordinada entre políticos del Movimiento Electoral del Pueblo y miembros del Comité de Solidaridad con el Pueblo Argentino (COSPA), creado en Caracas a mediados de 1975 por militantes y simpatizantes de izquierda armada argentina que se refugiaron en Venezuela[3], con el apoyo de los partidos venezolanos Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y Movimiento al Socialismo (MAS). Según esta versión, a los políticos de la izquierda local les preocupaba la debilidad organizativa de los grupos de exiliados argentinos y su dificultades para llegar con sus denuncias y solicitudes de ayuda a los sectores políticos y medios de comunicación venezolanos[4], circunstancia quese agravaba con las restricciones de sus actividades políticas impuestas por la temible Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), el servicio de inteligencia y policía política dependiente de la Presidencia de la República, que vigilaba a los exiliados[5] y además era el organismo encargado de llevar adelante la represión legal e ilegal contra los militantes de la izquierda armada y no armada de la Venezuela de la época8. A esta situación de restricción de actividades y vigilancia policial se sumó la estigmatización de la izquierda argentina como “guerrillera y terrorista” que compartían la mayoría de los políticos, funcionarios y medios de comunicación venezolanos de la época, que era la imagen que reproducían los medios argentinos y las principales agencias de noticias internacionales (Ayala, 2014). Razón por la cual los militantes desterrados de las diversas izquierdasargentinas de la época se presentaron públicamente desde el principio como exiliados políticos no vinculados a las organizaciones guerrilleras, y, en contraparte, los políticos venezolanos brindaron su apoyo en términos de solidaridad humanitaria y no en términos político-ideológicos.
De modo que la constitución del CVSPA hacia fines de 1976 y el inicio de sus acciones públicas en 1977 contribuyó a la visualización de la situación argentina en la esfera pública venezolana.Fue un puente entre los exiliados y los principales líderes políticos del Congreso, contribuyendo al proceso de identificación del exilio argentino como un actor político con demandas y propuestas en la escena política local. A partir de las acciones públicas del CVSPA, las denuncias y solicitudes de solidaridad de los exiliados argentinos comenzaron a tener algún impacto político y mediático en la esfera pública local. Un exiliado que en 1976 participaba del Comité de Solidaridad con
momento de su ingreso a Venezuela y recibido la sugerencia de “no hacer política en Venezuela”; además de tener que declarar su pertenencia político ideológica, organización o partido, dejar contacto telefónico y dirección de lugar de residencia y presentarse durante las siguientes semanas (a veces meses) en una dependencia policial asignada por la DISIP. 8 Sobre la DISIP véase: Oliveros, 2012; López Sánchez y Hernández Rodríguez, 2015.
Argentina,evalúo el tema del iguiente modo:Y eso [la iniciativa de formar el CVSPA] es lo que nos abrió a nosotros puertas para hablar con quién por entonces eran los jefes de las bancadas de los dos partidos mayoritarios. Y esas dos personas después fueron Presidentes de la República: el jefe de la bancada de Acción Democrática era Jaime Lusinchi; y el jefe de la bancada de COPEI era Luis Herrera Campins. Y a esa gente era a la que íbamos apedirles las visas para la gente que llegaba…[6]
Mientras que de acuerdo a los testimonios de los exiliados de Mérida[7], los orígenesdel CVSPA en esa ciudad de los andes venezolanos aparece vinculado a la figura del académico Pedro Rincón Gutiérrez y al comité de notables que en 1975 presidian el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos en la Argentina(CSPPA)[8].
ACTIVIDADES DEL CVSPADURANTE SU PRIMER
PERÍODO: 1976-1978
Durante 1976-1977 el presidente del CVSPA fue Ignacio Luis Arcaya, Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, y su coordinador general Orestes Di Giacomo, mientras que su Mesa Directiva estuvo integrada por destacados políticos e intelectuales venezolanos[9]. Entre estos últimosdestacaban Miguel Otero Silva, escritor, periodista, senador y propietario del influyente diario El Nacional, y José Herrera
Oropeza, abogado, periodista, político de izquierda y defensor de los
Derechos Humanosque formaba parte del Tribunal Russell II13 (GARRIDO, 1987), que durante la década del sesenta había denunciado las desapariciones forzadas en Venezuela y promovido el Comité para la Amnistía de los Presos Políticos en Venezuela14 (FILIPPI, 2012).
El análisis de la prensa del período permite afirmar que las acciones del CVSPA durante 1977 fueron claves para informar y denunciar la política dictatorial argentina ante a la opinión pública, los sectores políticos y el gobierno venezolano, en un año donde las redes y organizaciones de exiliados argentinos aún estaban en proceso de formación y sus acciones políticas y de denunciaspúblicas fueron restringidas a causa de un clima político nacional y gubernamental poco receptivo, tanto por las sospechas de pertenencia o simpatía hacia grupos guerrilleros, y para evitar perjudicar la relación bilateral entre
Venezuela y Argentina (AYALA y ROJAS MIRA, 2016; AYALA, 2014).
En marzo de 1977, con motivo del primer aniversario del golpe de Estado en la Argentina,el CVSPA promovió la primera actividad de
Rondon Lovera y José Herrera Oropeza”, CVSPA. 1977. “Remitido. Comité Venezolano de Solidaridad con el Pueblo Argentino”, El Nacional, Caracas, 11 de mayo.
13El Tribunal Russell II se constituyó luego del golpe en Chile de 1973 con el objetivo de denunciar las Dictaduras de América Latina. Fue presidido por el jurista italiano Lelio Basso y sus sesiones funcionaron en 1974 (Roma), 1975 (Bruselas) y en 1976 (Roma). Véase: Filippi, 2012:98.
14 El Comité para la Amnistía de los Presos Políticos en Venezuela se constituyó en una
Conferencia en Roma en 1965 bajo los auspicios de Lelio Basso y fue presidido por Miguel Acosta Saignes, José Vicente Rangel, Luis Miquilena y José Herrera Oropeza (Filippi, 2012: 107)
la que se tienereferencia: un proyecto de Declaración Parlamentaria sobre la situación de Argentina en el Congreso Nacional que acabó siendo impulsado por Jaime Luisinchi, jefe del bloque de AD en el Senado[10] y tuvo como resultado la aprobación de un “Acuerdo del Senado venezolano sobre Argentina” el 23 de marzo de 1977. El texto del Acuerdo constituye un buen ejemplo de la percepción de la mayoría de los líderespolíticos venezolanos sobre la situación de crisis y violencia política en la Argentina: comenzaba afirmando que “en la hermana República Argentina se ha agudizado el problema de la violencia como resultado de la acción de elementos subversivos y del desbordamiento de la represión oficial por cuerpos que actúan impunemente y a quienes se les acusa de ser autores de secuestros y asesinatos”; y en los considerandos destacaba que la dictadura había impuesto la suspensión de derechos políticos y organizativos (cierre del Congreso, sindicatos y otros organismos como el poder judicial y realizado detenciones y desapariciones de ciudadanos). A continuacióndenunciaba casos de asesinatos y detenciones de políticos del Partido Justicialista (peronista) y de la Unión Cívica Radical, en especial Solari Yrigoyen. Y concluía del siguiente modo: primero, condenaba “todo género de violencia, sean quienes fueran sus autores y las causas que pretendan invocar”; segundo, expresaba preocupación por no “devolver al pueblo el ejercicio de su soberanía”; tercero, reclamaba que se cumplan las promesas de retorno del funcionamiento de las instituciones democráticas; cuarto, solicitaba la derogación pena muerte, el cese de la persecución indiscriminada y la restauración de los Derechos Humanos; quinto, solicitaba la libertad de Solari Yrigoyen y someterlo al debido proceso ante tribunales; sexto, solicitaba dar publicidad al Acuerdo, enviarlo a otros parlamentos de América, a la Organización de los Estados Americanos, la Comisión Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y a la Cancillería venezolana para que lo haga conocer al embajador argentino en Caracas[11].
Entre marzo y mayo de 1977 el CVSPA fue el principal actor denunciante de la situación argentina y opositor a la visita oficial a Venezuela del dictador argentino General Jorge Rafael Videla, quien había sido invitado por el presidente Carlos Andrés Pérez en un momento de aislamiento internacional de la dictadura militar a causa de sus violaciones masivas a los Derechos Humanos. A finales de marzo publicó en Mérida la “Carta póstuma de Rodolfo Walsh a la Junta Militar”[12] en formato de folleto, junto a una gráfica de dos posters pequeños, uno que aludía a Videla como culpable de la desaparición de Walsh, e incluía las cifras de la represión en el primer año de dictadura que el periodista había denunciado en su Carta, y otro que reclamaba la solidaridad internacional con la lucha de la resistencia contra la dictadura[13].
En Caracas, el CVSPA organizó una campaña que incluyó una conferencia de prensa, en la que solicitó a los periodistas que preguntaran a Videla por los desaparecidos y las violaciones de los derechos humanos[14], y publicó dos importantes solicitadas en el diario El Nacional: la primera reproduciendo el acuerdo del Senado venezolano sobre la dictadura argentina de marzo anterior[15] y la segunda con información sobre violaciones de los derechos humanos, políticos y sociales en la Argentina, firmada por 74 religiosos, políticos, diputados, académicos e intelectuales reconocidos, que denunciaba la situación en el país sureño se caracterizaba por:
25.000 desaparecidos/ 4000 muertos/20.000 presos políticos y/o sociales/ Más de 100.000 exiliados/Supresión de todas las garantías constitucionales y derechos humanos, proscripción de los partidos políticos, un centenar de medios de prensa silenciados, intervención de todas las universidades y altos centros de investigación y tecnológicos/ Intervención de la CGT/ Derogación del derecho de huelga y de las conquistas laborales/ Pena de muerte a partir de los 16 años de edad.[16]
Y concluía que:
Ante esta dolorosa situación del pueblo argentino el COMITÉ
VENEZOLANO DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO ARGENTINO hace un LLAMADO UNITARIO A TODAS LAS FUERZAS DEMOCRATICAS Y PROGRESISTAS DE
VENEZUELA, en función de:/ I—el respeto irrestricto de los DERECHOS HUMANOSestablecidos en la CARTA DE LAS
NACIONES UNIDAS, comenzando de inmediato con la PUBLICACION DE LA NOMINA DE TODOS LOS DETENIDOS, LUGAR DE DETENCION Y SITUACION JURIDICO PROCESAL./
II.— el rescate de la SOBERANIA POPULAR en todos los ámbitos de la vida argentina (político, socioeconómico, cultural, sindical, profesional, etc.), y la efectiva vigencia de los derechos de reunión, organización, debate-diálogo y elección; /III.—conscientes de la gravedad de la hora, los ciudadanos democráticos de VENEZUELA, en la búsqueda de una sociedad LATINOAMERICANA integrada en democracia y dignidad, consideramos nuestro deber SOLIDARIZARNOS CON EL PUEBLO HERMANO DE
ARGENTINA en sus luchas, como respuesta a un plan que ya padecen también los pueblos hermanos del URUGUAY….[17]
Estas acciones tuvieron una amplia repercusión en los medios de comunicación nacionales. Por ejemplo, la mañana del 11 de mayo de
1977, unas horas antes de la llegada de Videla a Caracas, Carlos Rangel y Sofía Imbert, conductores del programa televisivo “Buenos
Días”, de Venevisión, entrevistaron a Héctor Hidalgo Solá, embajador
de Argentina en Venezuela, y le preguntaron por la desaparición de Rodolfo Walsh, por las cifras de la represión que éste denunciaba en su carta, comentaron las solicitadas de repudio a la visita de Videla publicadas por el CVSPA, y se manifestaron claramenteen contra de la misma23.
El resto del año 1977, el CVSPA continuó publicando solicitadas sobre la situación argentina. En mayo denunció la desaparición de familiares de exiliados y las operaciones de inteligencia de los militares argentinos sobre la comunidad de exiliados en México24, y en julio hicieron lo mismo con la política económica y de Derechos Humanosde la Junta Militar25. Sus fuentes principales de información durante este primer período fueron la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA, dirigida por Rodolfo Walsh hasta su desaparición forzada) y las denuncias del Comité de Solidaridad con el Pueblo Argentino (COSPA) de México –con mayoría de peronistas de izquierda y
Entrevista a Héctor Hidalgo Solá (embajador de Argentina en Venezuela) por Sofía Ímber y Carlos Rangel; Programa Buenos días, Canal Venevisión, miércoles 11 de mayo de 1977, en: Sala Virtual de Investigación Sofía Ímber y Carlos Rangel Centro de Investigación de la
Comunicación Red Venezolana de Comunicación y Cultura, Universidad Católica Andrés Bello. Disponible en : http://saber.ucab.edu.ve/bitstream/handle/123456789/38544/sicr115919770511.pdf?
sequence=2 [Consultado 07-03-2016].
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El CVSP “culpa al gobierno militar de la desaparición del hijo del dirigente Héctor Sandler, que se encuentra exiliado en México” y presenta esta desaparición, y otras realizadas sobre familiares de exiliados, como “represalias contra allegados a quienes denuncian sus actividades en el exterior”, véase: “Comité de Solidaridad con Argentina denuncia secuestro y desaparición hijo de un diputado”, El Nacional, 17 de mayo de 1977, p. 14.
25 CVSPA. 1977. “Argentina: A 161 años de su independencia es hoy un país ocupado”, El Nacional, Caracas, 22 de julio. El remitido del CVSPA presentaba un panorama de la situación política, económica y humanitaria argentina post golpe, los actores nacionales e internacionales que lo condenan y denuncian, y el impacto y conocimiento internacional de los crímenes, incluido declaración Senado venezolano; criticaba la política represiva y su negación por dictadura. Y finalizaba de este modo: “solicitamos de las fuerzas políticas, sindicales y culturales del país que sustentan democracia, el mayor esfuerzo en socorrer y combatir junto a nuestros hermanos del Sur, por la democracia y la libertad. CVSPA.
dirigido por el prestigioso académico y político Rodolfo Puiggrós, ex rector de la Universidad de Buenos Aires—, el cual producía información sobre la situación argentina y la divulgaba en conferencias de prensa y en notas que eran publicadas endiferentes medios de comunicación en el exterior[18], los cualesprobablemente llegaban hasta el CVSPA por la vía de los militantes de la Juventud Peronista exiliados en Venezuela o vía la prensa internacional.
ACTIVIDADES DEL CVSPA DURANTE SU SEGUNDO
PERÍODO: 1978-1983
Hacia finales de 1977 e inicios de 1978 la actividad de denuncia del CVSPA en esfera pública nacional se fue reduciendo. A partir de entonces el centro de sus actividades fue cada vez más la ciudad de Mérida, inaugurando una nuevaetapa que se completó con un cambio en su conducción y en su constitución como el referente asociativo de hecho de los exiliados argentinos en esa ciudad para acciones de solidaridad y lucha anti-dictatorial. Esta estrategia fue producto de la evaluación del grupo de exiliados activos en esa ciudad andina y universitaria de que la forma asociativa más efectiva para las acciones de denuncia y solidaridad era continuar trabajando bajo el patrocinio del CVSPA, con el aval del rector de la ULA, y al mismo tiempo dar su apoyo al comité unitario que se formó en Caracas, el CAS. Esta tácticacolectiva también fue influida por otros factores como lo reducido del grupo de exiliados, su composición mayoritaria de
académicos que trabajaban en la ULA, sus buenas relaciones con Pedro Rincón Gutiérrez, y la percepción de que en la sociedad merideña existían un sector solidario y comprensivo de su situación y otro con prejuicios y estigmas hacia los argentinos y conosureños[19].
El grupo de exiliados que trabajó en las acciones del CVSPA en Mérida estaba integrado por seis profesionales que trabajaban en la ULA y que durante el exilio no estuvieron encuadrados en organizaciones políticas argentinas, aunque tenían un perfil independiente de izquierda y trayectorias profesionales y militantes comprometidas con las luchas sociales. El núcleo estable que motorizaba las actividades del CVSPA incluyó a FaratSiréSalim,
Ángel Vilanova, Ricardo Panzetta, Mario Peralta, Edgardo Fernández Stacco y Leopoldo Siffrin, a los que se agregaba un grupo de otras 10 a 15 personas que colaboraban y participaban en diversos momentos de las actividades y reuniones sociales de la red local de exiliados[20].
El líder del grupo de los exiliados en Mérida y co-director informal del CVSPA fue FaratSiréSalim, abogado salteño defensor de presos políticos y ex Ministro de la Corte Suprema de la Provincia de Salta durante la gobernación de Miguel Ragone. Salimhabía sido acusado de “vinculación con actividades subversivas” y detenido a disposición Poder Ejecutivo Nacional (PEN) durante la intervención federal29 de esa provincia en 197430, y más tarde fue expulsado por el Derecho constitucional de Opción de salida del país (una forma de destierro),en septiembre de 1975. Una vez instalado en Mérida junto a su familia Salim—“Farjato” para sus amigos— trabajó con Pedro Rincón Gutiérrez para constituir el CVSPA y denunciar las violaciones de los Derechos Humanosen la Argentina, llegando a convertirse en su co-director en los hechos31.
Antes de continuar,es importante realizar un paréntesis dedicado a la figura de Pedro Rincón Gutiérrez y algunas tradiciones políticas de la ciudad de Mérida, que ayudan a explicar el porqué de las formas asociativas que adoptaron los exiliados argentinos instalados en esa ciudad. Desde la redemocratización del país Rincón Gutiérrez mantuvo actividad pública en Mérida como político, médico y rector de la ULA entre 1959-1972 y 1976-198032. Este capital social personal contribuyó a dar visibilidad a las actividades del CVSPA y a reforzar la denuncia de la dictadura argentina y la búsqueda de solidaridades locales e
Durante su breve gobierno entre octubre 1973 y julio de 1974 Perón depuso gobernadores disidentes y vinculados a los sectores de izquierda del peronismo mediante la combinación de golpes policiales e intervenciones federales (véase Servetto, 2010).
30 Véase: EFE, UPI y AP. 1974. “Advierten sobre la posibilidad de Golpe Militar en Argentina”, El Día, México, 26 de noviembre, en APEAMDCP-UNLa.
31Para más información sobre la trayectoria de FaratSalim véanse los considerandos del CONSEJO DELIBERANTE DE LA CIUDAD DE SALTA, “Ordenanza Nº 14328/12”,
Salta, 21 de marzo 2012, donde se ordena entre otras cosas “INSTALAR en el Parque de la Memoria – Paseo Lucrecia Barquet, una placa en homenaje al abogado salteño, con el siguiente texto: “FARAT SIRÉ SALIM” – ABOGADO, PRESO POLITICO, EXILIADO Y
DEFENSOR DE LOS DERECHOS HUMANOS, DE LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA
JUSTICIA”. Disponible en: http://200.68.105.23/cdsalta-digesto.gov.ar/ordenanzas/O-201214328.htm[Consultado: 10-03-2016]
32 Con posteridad ocupó nuevamente el cargo de rector de la ULA entre 1984-1988, completando 22 años de trabajo de rectoría, y fue Ministro de Sanidad y Asistencia Social de Venezuela entre 1995-1997, durante la segunda presidencia de Rafael Caldera.
internacionales con los exiliados y los resistentes internos. Al mismo tiempo, durante esta nueva gestión como rector, Rincón Gutiérrez practicó una solidaridad activa con los exiliados argentinos a partir de su contratación como docentes o administrativos de la ULA. Así, estos aspectos de la trayectoria de Rincón Gutiérrez se vuelven importantes para valorar la significación que tenía el hecho de que fuera su figura la que presidiera el CVSPA, pues su prestigio político y social como rector de la ULA era trascendente en una ciudad donde la vida universitaria permeaba e influenciaba la vida social, cultural y política.
Al mismo tiempo el contexto de Mérida en la década de 1970 era el de una ciudad universitaria con tradiciones de movilización política, luchas sociales y movimientos de solidaridad. El historiador venezolano NORBERT MOLINA(2008) ha demostrado la existencia de una tradición merideña de solidaridad internacional desde el retorno de la democracia a Venezuela, influenciadapor la vida política universitaria. Durante las décadas del sesenta y setenta –según Molina — se constituyó en Mérida un movimiento universitario de izquierdas que realizó acciones de solidaridad internacional con los movimientos de liberación nacional, las luchas por los derechos civiles en Estados Unidos y contra las dictaduras y en defensa de los Derechos Humanosen América Latina. Ejemplo de estas prácticas solidarias se observarían en el lugar que ocupaban las tareas de solidaridad internacional en las organizaciones estudiantiles, en la publicación de documentos y folletos alusivos al tema, y en las movilizaciones, concentraciones con discursos, etc., producidos en Mérida después de 1959 en clave de solidaridad internacional. Este movimiento universitario solidario fue encabezado por las organizaciones estudiantiles y secundado por los partidos de izquierda, y por sobre todo, con el apoyo de la rectoría de la ULA durante las gestiones de Rincón Gutiérrez. Al mismo tiempo –siguiendo la línea de análisis deMolina— los medios gráficos locales como el Clarín Universitario o El Informador Universitario, periódicos de la ULA, jugaron un rol importante en divulgar las posiciones de esta actividad de solidaridad internacional e informando sobre situación nacional y mundial(MOLINA, 2008: 266-267).
Este paréntesis informativo permite entender mejor el contexto local en el que los exiliados argentinos en Mérida percibieron que sus denuncias públicas y actividades de solidaridad tendrían más impacto local y nacional realizándolas desde el marco del CVSPA con el aval del rector de la ULA, transformándolo su referente asociativo de hecho entre 1977 y 1983. Así, si bien después del golpe de Estado de marzo 1976 habían discutido darse alguna forma asociativa por nacionalidad[21], finalmente decidieron no constituir otro comité de exiliados por considerar que bastaba con el que se había formado con esfuerzos unitarios en Caracas, que además era el centro político, administrativo y económico del país.
Respecto a las acciones concretas durante elsegundo período, entre 1978 y 1983, el CVSPA con centro en Mérida continuó realizando acciones de denuncia e información en coyunturas específicas con el objetivo demovilizar a la opinión pública local, nacional e internacional para que condenen las violaciones de los Derechos Humanosen la Argentina. Por ejemplo, durante el Campeonato Mundial de Fútbol de junio de 1978 el CVSPA participó de la campaña de denuncia internacional de la dictadura argentina[22], publicando un boletín de prensa en el que explicaba a la opinión pública que los generales golpistas utilizaban el evento deportivo para encubrir temas urgentes y críticos tales como la grave situación social de hambre y crisis económica, la falta de libertades mínimas y su política represiva clandestina de desapariciones y campos de concentración[23]. En paralelo a estas acciones de denuncia,el CVSPA envió cartas a la Junta Militar denunciando que en el marco deldesarrollo del Mundial de Futbol habían “recrudecido la ola de detenciones, arrestos y desapariciones de ciudadanos argentinos”, subrayando la contradicción entre estos hechos y las afirmaciones del GeneralVidela respecto del compromiso internacional de la Junta con el respeto de los Derechos Humanos[24].
Un tiempo más tarde, en octubre de 1979 – un mes después de la visita a la Argentina de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA[25]—, los miembros del CVSPA, junto a la
Fundación Lelio Basso, el Tribunal Russell II, la ULA y la
Universidad Central de Venezuela, organizaron la “Conferencia Internacional sobre el Exilio y la Solidaridad en la América Latina de los años 70”,la cual sesionó en Mérida y Caracas y obtuvo una importante repercusión nacional e internacional por la problemática que abordó y por haber contado con 50 destacados ponentes y la participación 130 delegados[26], entre los se contaban varios escritores del boom latinoamericano[27],intelectuales, políticos, académicos, religiosos y delegados de organizaciones de exiliados latinoamericanos con base en Venezuela, América Latina y Europa[28]. Durante laConferencia los referentes de los comités de exiliados argentinos de distintas latitudes que participaron del evento decidieron organizar una reunión de coordinación y debate, cuyos temas centrales se sistematizaron en la “Declaración de los argentinos reunidos en la Conferencia Internacional sobre el Exilio y la Solidaridad
Latinoamericana en los años 70”, un documento profundo y reflexivo[29].En retrospectiva, la Conferencia sobre Exilio y Solidaridad fue la más importante actividad que organizaron de los grupos solidarios venezolanos y las redes de exiliados argentinos durante el periodo de estudioen Venezuela, acreditando una alta coordinación con las densas redes transnacionales de derechos humanos y de exiliados latinoamericanos que se formaron en la segunda mitad de la década de 1970[30].
Entre 1980 y 1983la documentación y los testimonios analizados sobre el CVSPAmanifiestan dos cuestiones. La primera es que la actividad del Comité de Solidaridad se limitó casi exclusivamente a realizar declaraciones y a publicar artículos y solicitadas en los aniversarios del golpe de Estado argentino (24 marzo) o en fechas patrias como el 25 de Mayo (inicio de la revolución de independenciade España) o el 9 de Julio (fecha de Declaración de la Independencia). Por ejemplo, encontramos que a fines de marzo de 1981 Pedro Rincón Gutiérrez, en calidad de Presidente del CVSPA, publicó en eldiario Frontera de Mérida un artículo-solicitada titulado
“Argentina: ¿apertura democrática o continuismo?”, que finalizaba con el listado de demandadas del Comité, que eran una síntesis de los reclamos de la oposición interna y externa a la dictadura militar, a saber:
1. Retorno inmediato y sin condicionamientos al sistema democrático, para que el pueblo argentino recupere su soberanía; /2. El esclarecimiento de los miles de asesinatos y de desapariciones de personas cometidos y el juzgamiento de los culpables; /3. La libertad de todos los presos políticos y gremiales y el establecimiento de garantías para que puedan retornar a su país los exiliados.[31]
La segunda cuestión que se observó fue que el CVSPA no expresó posiciones públicas respecto a la Guerra de Malvinas[32].Este hecho, trascendental para la sociedad conosureña involucrada en cuestión, fue un coyuntura de enfrentamiento bélico entre la dictadura militar y Gran Bretaña en el Atlántico Sur que generóun intenso debate en todas las comunidades del último exilio de argentinos acerca de cómo posicionarse frente a los hechos. A su vez, la guerratuvo un impacto importante en la opinión pública venezolana y, como consecuencia, los políticos, los medios de comunicación y diversos sectores de la sociedad se sensibilizaron con el problema y demandaron opiniones de los exiliados y de venezolanos conocedores de la siempre confusa y distante situación argentina.[33][34]
Fue en esta circunstanciaque el grupo de exiliados activos en
Mérida, que hasta ese momento habían actuado a la sombra del CVSPA, decidió intervenir por primera vez identificándose públicamente como “Exiliados argentinos en Mérida”, aprovechando las oportunidades que brindaban las demandas de posicionamientos de medios de comunicación social, sindicatos, partidos políticos y asociaciones locales, sensibilizadas con la reivindicación anticolonialista de Malvinas. Las fuentes consultadas muestran claramente que desde el inicio de la conflagración estos exiliados discutieron intensamente entre ellos –y a través decorrespondencias condesterrados enotros países— acerca de los posicionamientos “como exilio argentino” ante la crisis de Malvinas, redactando documentos de discusión, publicando artículos colectivos y participando de diversos foros públicos sobre el tema[35].Precisamente uno de los disparadores de la presentación pública como exiliados argentinos en Mérida sucedió cuando en la primera quincena de abril de 1982 el Departamento de Historia de la ULA organizó el “Foro de debate”titulado “Las Malvinas: ¿crisis interna o ruptura anticolonial?” y los invitó a participar como expositores. Ante esta convocatoria los exiliados que integraban el CVSPA decidieron sistematizar sus posiciones ante el conflicto bélico en un texto colectivo que terminaron de redactar el 8 de abril, unas horas antes del inicio del Foro en la ULA. El documento llevaba por título “No hay soberanía nacional sin soberanía popular” y en él adoptaban una posición de condena de la estrategia
“irresponsable” de la dictadura y consideraban que si bien la soberanía sobre Malvinas era un reclamo histórico del pueblo argentino, la dictadura no era un gobierno representativo, y por lo tanto no podía defender la soberanía nacional sin antes no restituir la soberanía popular, que debía concretarse mediante el fin del Estado de sitio y el retorno de las instituciones democráticas[36].
Estas intervenciones públicas de los exiliados en Mérida procuraron informar a la opinión pública acerca de la operación política dictatorial detrás de la reivindicación de Malvinas, intentando contrarrestar la justificación de la Junta Militar y la campaña de desinformación que la acompañó. Así, a lo largo del conflicto, durante losmesesde abril y mayo de 1982, este grupo de académicos exiliados fueron convocados a participar endiversos foros en Mérida y otras ciudades cercanas[37], lo que trajo como resultado que seprodujeranotros textos e intervenciones públicas[38]. En paralelo a estas acciones,
organizaronmovilizaciones de calle contra el imperialismo británico y estadounidense junto con los Comités Solidaridad con Chile, El Salvador y Palestina, el Comité de Defensa de los Derechos Humanoslocal y el apoyo del sindicato de profesores de la ULA[39].
La guerra fue una coyuntura clave de la última dictadura militar argentina.Su resultado marcó el inicio la crisis final del gobierno militar y habilitó un nuevo escenario político: el del inicio del proceso de transición hacia un cambio de régimen.Como han señalado YANKELEVICH (2010) y JENSEN (2007) la cuestión de la guerra por la soberanía de las Islas Malvinas colocó a los exiliados argentinos de todas las latitudes ante el dilemade cómo defender una reivindicación histórica en torno a las Malvinas, sin que ello fuera leído como un apoyo a la dictadura(YANKELEVICH, 2010: 155).El impacto y movilización de la cuestión de Malvinas en Venezuela fue significativo al punto que los ex exiliados lo recuerdan como el momento de mayor exposición pública y reconocimiento del exilo argentino en ese país. Las intervenciones de los exiliados también tuvieron lugar en un contexto local donde el tema despertó simpatías y tuvo repercusiones mediáticas a favor de la invasión argentina, reivindicando una solidaridad apoyada en la identificación como latinoamericanos y anticolonialistas, movilización de la opinión que fue acompañada por una intensa actividad discursiva del presidente Herrera Campins[40].
El escenario post Malvinas se caracterizó por la crisis final de la dictadura, la relajación de la represión y la posibilidad de una pronta apertura institucional, que condujo a un reposicionamiento de fuerzas político-sociales argentinas en el ámbito interno y en el exilio. Entre los exiliados argentinos en Venezuela surgieron diversas líneas de acción, todas ellas orientadas a apoyar e incidir en el proceso de redemocratización. En Caracas, los exiliados argentinos que participaban del debilitado CAS y de la Comisión Pro Derechos Humanos en la Argentina (CPDHA, creada en 1981) reactivaron sus actividades para lograr manifestaciones de solidaridad local y apoyar a las fuerzas políticas y sociales del interior de Argentina. Y después del anuncio de las elecciones para octubre de 1983 constituyeron el Grupo de Apoyo a Alfonsín en Venezuela (GAAF) y Exiliados Peronistas en Venezuela (EPV), ambas plataformas de movilización en favor de las principales fuerzas que se enfrentaron en la disputa por las presidenciales: la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Justicialista ( PJ) (Ayala, inédito ).
Las fuentes disponibles para reconstruir la actividad del CVSPA para el año 1983 muestran que sus acciones se llevaron a cabo durante la primera mitad del año. Setrató del apoyo a la campaña internacional de los exiliados y organizaciones de Derechos Humanosdurantelos meses de abril-mayo para denunciar y obtener condenas públicas contra el Documento Final de las Fuerzas Armadas sobre la Guerra
contra la Subversión y el Terrorismo que la Junta Militar publicó en abril de 1983. La campaña se inició con gestiones a todos los niveles para obtener una declaración de condena avalada por los principales partidos políticos con representación parlamentaria, sindicatos, universidades y otras instituciones; y finalizó el 25 de mayo con una masiva concentración de repudio al Documento Final frente a la Embajada argentina en Caracas. En esa ocasión, los exiliados contaron con el apoyo de militantes de diversas fuerzas políticas locales y representantes de todas las fracciones parlamentarias que unos días antes habían aprobado un “Acuerdo Parlamentario” rechazando el Documento y acusando a la dictadura militar de genocidio en nombre de la Doctrina de Seguridad Nacional, exigiendo la aparición con vida de los de 30 mil desaparecidos y oponiéndose a la sanción de una Ley de Amnistía[41].
En esas semanas el CVSPA hizo pública la últimasolicitada de que tenemos noticia “En apoyo al Pueblo Argentino”, publicada en el diarioFrontera el 24 de mayo de 1983, suscripta por Rincón Gutiérrez y líderes políticos, parlamentarios, dirigentes sindicales, académicos y autoridades universitarias. Para ese momento el centro de la actividad de denuncia de la dictadura argentina se había trasladado a Caracas y era tema de la agenda de la alta política nacional.Finalmente, después de siete de años de acciones del CVSPA para denunciar la dictadura militar y exigir el respeto de los Derechos Humanosy el retorno del sistema democrático, la gravedad de situación interna de Argentina era reconocida y rechazada por casi todos los partidos políticos, sindicatos, medios de comunicación de Venezuela, e incluso por el ambiguo gobierno del copeyano Luis Herrera Campins: mientras que los exiliados argentinos eran reconocidos como actores políticos claves de esa lucha y sus demandas eran acompañadas en la esfera pública y política nacional. La misión para la cuales se habían creado el CVSPA, el CAS y las organismos de Derechos Humanoscon sede en Venezuela estaba poco más o menos cumplida. El 30 octubre de 1983 se realizaron las elecciones presidenciales en lasque Raúl Alfonsín (UCR) recibióel 51,7% de los votos, superando al candidato peronista Ítalo Luder quien obtuvo el 40%.
BALANCE FINAL
Dentro del conocimiento que se tiene sobre la solidaridad internacional con la situación argentina durante la última dictadura militar, las investigaciones disponibles sobre los casos de México (YANKELEVICH, 2010; ACHA, 2005), CATALUÑA (JENSEN,
2007) y Francia (FRANCO, 2008) muestran que desde los inicios de las políticas represivas que originaron los exilios se formaron en el exterior organizaciones de solidaridad con las víctimas, integradas por locales y exiliados; y también que posteriormente, según los contextos, los exiliados fueron constituyendo espacios políticos partidarios y comités unitarios que buscaron constituirse como referentes políticos de la comunidad de exiliados local ante el Estado y la sociedad receptora.
En el caso de Venezuela este esquema de base funcionó de forma similar con una configuración específica. A fines de 1976 fue constituido el Comité Venezolano de Solidaridad con el Pueblo Argentino (CVSPA), integrado por venezolanos solidarios y exiliados, el cual tuvo como objetivo informar y movilizar a la opinión pública venezolana sobre la situación represiva y humanitaria en Argentina bajo la dictadura militar, mediante denuncias públicas y en el Congreso Nacional en diferentes coyunturas entre 1976 y 1983.
Durante los 7 años que duraron sus actividades el CVSPA tuvo dos espacios geográficos de funcionamiento, las ciudades de Caracas y Mérida, y dos períodos de actividad diferenciados. Durante el primer período (fines 1976-1978/1979) la actividad del CVSPA fue la más importante dentro del conjunto de las iniciativas de solidaridad con Argentinaa nivel nacional y regional– solamente secundada por la Central Latinoamericana de los Trabajadores (CLAT), que centro su trabajo de denuncia en el marco de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) y en el ámbito de la OIT—para visualizar ante la esfera pública y los sectores políticos venezolanos la situación represiva y de violaciones de Derechos Humanos y políticos en la Argentina, y también la situación de los exiliados y sus demandas y problemas. Un ejemplo revelador de este argumento lo constituyó la co-organización de la “Conferencia Internacional sobre el Exilio y la Solidaridad en la América Latina de los años 70”, una actividad que no tuvo parangón con ninguna de las que se organizaron durante el período dictatorial en Venezuela, y que demostró el nivel de articulación del CVSPA con las redes trasnacionales de exiliados latinoamericanos y las redes de solidaridad internacional con las víctimas de las dictaduras de Seguridad Nacional de América Latina, en particular con los exiliados y sus prácticas y proyectos en el exterior. Durante estos años las redes locales de exiliados argentinos –nucleadas primero en el Comité de Solidaridad con Argentina (CSA), luego Comité de Solidaridad con el Pueblo Argentino (COSPA) y desde mediados de 1976 en el Comité Argentino de Solidaridad (CAS) — todavía no estaban bien organizadas y sus acciones colectivas de denuncia y búsqueda de solidaridad aún no conseguían impacto público y político, problema que se mantuvo durante buena parte del exilio y que impulsó a los desterrados a participar en diferentes organizaciones de solidaridad y defensa de Derechos Humanos (AYALA, 2014).
Durante el segundo período (1978/1979-1983) las actividades del CVSPA disminuyeron a nivel nacional e internacional y se concentraron principalmente en Mérida, quedando integrado de forma estable por venezolanos y argentinos exiliados que trabajaban en la ULA, profundizando una dinámica de trabajo que venía desde su formación en esa ciudad. De modo que una característica particular del CVSPA en esta segunda etapa fue que se constituyó en el referente asociativo de hecho de la actividad de los exiliados argentinos en esa ciudad de los Andes venezolanos, salvo en la coyuntura de Malvinas, cuando estos decidieron movilizarse públicamente como “exiliados argentinos en Mérida”. Esta estrategia se relacionó, según los diversos testimonios, con la comprobación de que en Mérida la denuncia de la dictadura a través del CVSPA era más efectiva que presentándose
como exiliados argentinos, mientras mantenían el apoyo al comité unitario de Caracas, el CAS. De esta forma, la historia del CVSPA en Mérida fue también la historia de las acciones colectivas de los exiliados argentinos en esa ciudad entre 1976 y 1983, quienes consideraron más eficaz realizar las denuncia pública de la dictadura y el llamado a las fuerzas políticas, sociales y culturales venezolanas a solidarizarse con el pueblo argentino, desde un espacio asociativo cuyos referentes públicos eran venezolanos prestigiosos a nivel nacional e internacional.
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Notas