INTRODUCCIÓN

En el Perú, se puede distinguir una diversidad de lenguas, esta se visualiza mejor si se habla de pluralidad lingüística. Según el Diario El Comercio (2013), alguna vez se tuvo 84 lenguas nativas, pero ya se han extinguido 37; hoy quedan 47 lenguas originarias. En vez de conocer y preservar esta variedad, muchas iniciativas estatales han buscado uniformizar el país. A lo largo de la historia, el sistema educativo peruano ha promovido políticas orientadas a la homogenización y la castellanización de todos los estudiantes del país.

La educación en el Perú, desde la llegada de los españoles hasta la década de los 80s del siglo XX, estuvo basada en una sola cultura y una sola lengua, a pesar de la existencia de la diversidad de culturas y lenguas; sin embargo ello experimentó algunos cambios puntuales desde inicios del mismo siglo pasado, pero no es sino desde los últimos 30 años de ese siglo e inicios del presente, cuando vienen experimentándose cambios notables, dando lugar a la aplicación coherente del proceso de enseñanza-aprendizaje en relación a la cultura propia y la lengua local hablada en las comunidades “diversas”.

En ese sentido, el Ministerio de Educación del Perú, define a la escuela intercultural bilingüe como aquella que brinda un servicio educativo de calidad a niños, niñas y adolescentes que pertenecen a un pueblo indígena y que hablan una lengua originaria como primera o segunda lengua. Se caracteriza por ser un currículo y propuesta pedagógica intercultural y bilingüe, con materiales educativos pertinentes en castellano y en lengua originaria, con docentes formados en educación intercultural bilingüe (EIB) y con manejo de ambos idiomas. Además, es un espacio que promueve la participación de docentes, estudiantes, padres de familia y líderes comunales en los procesos educativos.

En este país, además de la asignatura “Lenguaje en lengua materna”, se enseña el castellano como segunda lengua para promover el aprendizaje de nuevos elementos culturales. La “etno-matemática”, implica el aprendizaje de la numeración, el uso de algoritmos y cálculos en la solución de problemas, las formas y transformaciones geométricas o los sistemas de medidas propios de la cultura andina. La “yupana”, “taptana”, el “kipu”; fueron instrumentos de contabilidad en el Imperio Incaico, y actualmente se ha empezado a utilizar como material de apoyo para la enseñanza de esta asignatura. Como dato primario de esta investigación, hay que señalar que los descendientes de los pueblos Quechua y Aimara habitan en la zona andina, y que muchos de ellos no hablan español y han preservado las costumbres y el folclore de sus antepasados, introduciendo con ello un grado de complejidad en la interpretación del hecho intercultural, como se verá más adelante.

Según el historiador y filósofo SUBERCASEAUX (2002), la identidad está comprendida por el conjunto de rasgos relativamente fijos, que se relacionan a cierta territorialidad, a la sangre y al origen, como una esencia inalterable formada por un pasado remoto. Pero para la psicología social, esta identidad es el reflejo del inconsciente colectivo que se expresa en diversas ideas y acciones sociales; y se transmite de forma genética de generación en generación, obviándose el proceso de aprendizaje y socialización (JUNG, 1992).

En momentos en que las prerrogativas pedagógicas refrendan el ideal de la integralidad y contextualización de los currícula, la problemática de la identidad cultural emerge como recurso formativo de incuestionable valía para la elevación de la pertinencia y factibilidad de los proyectos educativos. En virtud de la trascendencia de este axioma se hace imprescindible el estudio de este fenómeno en su pluralidad concepcional, de modo tal, que contribuya a su tratamiento coherente y a su adecuada prospección en el contexto educativo.

En las instituciones educativas del nivel secundaria de Andahuaylas (Perú), se puede observar con mucha preocupación cómo algunos docentes no se encuentran identificados con su cultura, reflejándose esto en su compromiso de desempeño laboral, lo cual ya en sí mismo es un problema pues estos son un espejo en el cual se miran los alumnos; especialmente porque los docentes son llamados a enseñar no solo con los contenidos que dictan sino con el ejemplo, con sus acciones, pues de lo que se trata es que los estudiantes sean en el futuro lo que sea que quieran ellos llegar a ser; que la escuela le sirva de catapulta para sus propios proyectos de vida desde su cosmovisión particular y cultural.

Es interesante destacar que de una observación no sistemática de los investigadores sobre el tema de investigación, se ha podido detectar que en las actividades que se desarrollan en las instituciones educativas los docentes a menudo evaden responsabilidades y demuestran poco entusiasmo a la hora de organizar actividades, cuestión que agrava más el problema de estudio pues estos momentos de compromiso educativo y de disfrute durante la ejecución de programas recreativos extracurriculares, son un momento estratégico para aprovechar el proceso escolar en el desarrollo de la identidad cultural de los alumnos. Toda persona cuya identidad cultural se encuentra fortalecida en virtud de su formación identitaria, de seguro demostrará lealtad hacia la cultura propia en la cotidianidad y en sus desempeños profesionales, especialmente por virtud de sus relaciones a través de su propia lengua, misma que le sirve de articulación intercultural, si se asumen las tesis recientes de BROWER (2014).

En el sentido que se ha expuesto, es por lo que se propone el presente trabajo producto de una investigación cuyo objetivo se fijó en identificar el nivel de identidad cultural de los docentes de las escuelas de nivel secundario en la región de Andahuaylas, caracterizada por su presencia multicultural, especialmente en su relación con el desempeño docente; se quiso saber de qué manera afecta la formación integral del educando y la calidad de nuestras instituciones educativas, a través de esta estrategia científica con el propósito final de conjugar los resultados para un mejor desempeño intercultural docente en el futuro inmediato.

1. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

1.1. Identidad cultural

Desde que la humanidad surgió en la Tierra, como producto de un largo proceso evolutivo desde los antiguos homínidos, el ser humano siempre se ha diferenciado de los animales porque este, por naturaleza, ha sido un ser social; lo humano en el hombre lo genera la vida en sociedad así como la cultura que surge en el devenir de su existencia (LEONTIEV, 1970). Esto significa que, a través de la historia, el hombre y la mujer se han caracterizado por su desarrollo intelectual y cultural; sin embargo, en el proceso histórico antiguo, al surgir las relaciones sociales económicas, la propiedad y las clases sociales y el Estado, la cultura como identidad de clases sociales sobrevino en un gran contraste que se manifiesta hasta hoy.

Con respecto a lo anterior, sostenemos con Leontiev que las concepciones erróneas, seudocientíficas, acerca del hombre, su desarrollo y cultura, incluyen, ante todo, aquellos que presuponen que la gran mayoría de la población de nuestro planeta, está predestinada por naturaleza a vivir trabajando, no solo por el hecho de la existencia, sino por las necesidades que intenta satisfacer casi que sin derechos, pues las “facciones” de los “elegidos”, es simplemente ocupante de la mayoría de los espacios, incluidos los de gobierno, que se ocupan sin más por su poder y fuerza, considerándose por motivos de esos privilegios arrancados los llamados a gobernar esas mayorías y consiguientemente coronados con disfrute de los bienes que la propia naturaleza y aún la misma humanidad produce (LEONTIEV, 1970).

Esta realidad general que vive el ser humano, especialmente en el plano cultural e identitario, es un problema preocupante, sobre todo a nivel de las grandes poblaciones que viven sumidas y controladas por grupos de poder, que dominan a su antojo el mundo, cuestión de lo cual no escapa nuestro país.

Sin embargo, a pesar de las ideas anteriores, se puede afirmar que todo fenómeno natural, social o del pensamiento humano constituye identidad o unidad de contrarios. En este sentido, todo cuanto acontece puede apreciarse como persistente gracias a los mismos fenómenos contrarios que le acontecen; en ausencia de uno de esos elementos que conforman la unidad, no es posible concebir el fenómeno adverso, pues dejarían de darse las condiciones necesarias para la existencia de lo individual. En otras palabras, lo Uno se manifiesta en lo múltiple, y este se expresa dada la unidad de lo particular. Es la Ley de los Contrarios que expresara en la antigüedad el filósofo Heráclito: sin vida no existiría la muerte, sin muerte tampoco habría vida; sin “arriba” no habría “abajo”, sin “abajo” no habría “arriba”. Para este pionero de la filosofía, la unidad y el movimiento de oscilación entre contrarios es la esencia de todo cuanto existe; este autor intenta demostrar el porqué de los cambios, es decir, la ley natural que los gobierna.

Este comentario acerca de las ideas y de la naturaleza en movimiento y determinadas por ello mismo, se justifica en este contexto precisamente porque el tema de la identidad es un aspecto más de la diversidad que significa la vida. De nuestra experiencia como docentes se ha podido notar de forma no sistemática que las culturas dominantes siempre han establecido mecanismos de dominio justamente por poseer mayores recursos muchas veces intelectuales acerca de lo que significa el mundo, y más aún, de darle una explicación que la Modernidad Ilustrada, como le llama Enrique Dussel (1998), ha dado a partir del Método Científico.

En el sentido hasta ahora expresado, para los investigadores la búsqueda de identidad, su crisis y su pérdida constituyen un centro de preocupación e investigación actual. El individuo, el grupo, las sociedades tradicionales o industriales aspiran a coincidir nuevamente con su propio ser. El tema de la identidad afecta a todas las sociedades y a casi todas las disciplinas. La identidad es una necesidad básica del ser humano. Poder responder a la pregunta en tanto poder responder a la pregunta de “quién soy yo”, es tan necesario como dar cuenta del afecto y explicarlo o el proveerse de alimentarnos y procurar hacerlo para las futuras generaciones.

Así, puede afirmarse que desde un punto de vista psicológico, la identidad es entendida como el resultado de un proceso de socialización, que lleva al sujeto a singularizarse respecto de otros que se mueven en el mismo espacio social, y que le otorga la conciencia o el sentimiento de unidad y de continuidad en el tiempo. Pertenecer a un grupo es una de las características de la identidad cultural, la identidad yo-sujeto que inicia la vinculación del sí mismo con el otro y que, a través de las interacciones en su entorno, va conformando su personalidad individual y social. Así, el término identidad constituye un concepto amplio. En tanto considerada en el contexto social, nos permite una identificación con quienes nos rodean, una diferenciación estricta respecto de aquellos que conforman la sociedad.

Esta identificación nos garantiza la seguridad de saber quiénes somos y la diferenciación nos evita confundirnos con los demás. Sin embargo, el concepto de identidad no sólo hace alusión al individuo, a la persona, sino también está enmarcada en la pluralidad del grupo o de la comunidad. Así, por oposición y complementariedad, de la identidad personal se habla comúnmente de identidad colectiva. Se puede afirmar, entonces, que la identidad tiene que ver con nuestra historia de vida, que será influida por el concepto de mundo que manejamos y por el concepto de mundo que predomina en la época y lugar en que vivimos. Por lo tanto, hay en este concepto un cruce individuo-grupo-sociedad, por un lado, y de la historia personal con la historia social, por otro.

Finalmente, puede afirmarse que la identidad se refiere al carácter de un individuo, del que se dice que es “él mismo” en diferentes momentos de su existencia. Si bien la identidad se concibe como una realidad que presenta permanencia y estabilidad en el tiempo, también es propio de esta su carácter dinámico y de transformación permanente. La identidad se construye y transforma a través de múltiples interacciones del sujeto con su medio, con los intercambios no sólo en el nivel interpersonal, sino también en el nivel socio- estructural (cultura, institución, historia, ideología). Las continuas experiencias configuran su necesidad de adaptación y se llega a reconfigurar su emergente identidad dentro de un contexto continuamente cambiante.

1.2. Cultura

Los orígenes del término se encuentran en una metáfora entre la práctica de alguna actividad (por ejemplo, el cultivo de la tierra, que es la agricultura) con el cultivo del espíritu humano, de las facultades intelectuales del individuo; en este contexto, se conserva aún en el lenguaje cotidiano, cuando se identifica cultura con erudición. De esta suerte, una persona "culta" es aquella que posee grandes conocimientos en las más variadas regiones del conocimiento.

Sin embargo, la acepción figurativa de cultura no se extenderá hasta el siglo XVII, cuando también aparece en ciertos textos académicos. La cultura es el conjunto de todas las formas y expresiones de una sociedad determinada. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. Desde otro punto de vista se puede decir que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano. El concepto de cultura es fundamental para las disciplinas que se encargan del estudio de la sociedad, en especial para la antropología y la sociología.

Este vocablo, cuyo significado ha sido expuesto con anterioridad, ha ido evolucionando y enriqueciéndose con el desarrollo de los siglos hasta definirse según los términos de GARCÍA CANCLINI (2010), quien manifiesta que cultura es todo aquello que ha sido producido por “todos” los hombres, es decir, lo que la misma naturaleza no ha dado, sin que por ello importe el “grado de complejidad” e incluso el de desarrollo alcanzado por las sociedades en su conjunto. Incluso llega a plantear este autor que perteneces a las prácticas culturales aquellas “prácticas” o “creencias” juzgadas como de manifiesta “ignorancia”. En definitiva, para García Canclini la cultura es de manera total un proceso social de producción, pues no es ni solo expresión o creación o representación.

Es en consecuencia un axioma el hecho de que la cultura expresa los valores ideológicos, políticos y morales como expresión de soberanía y como instrumento de lucha para alcanzar un desarrollo de la conciencia social y de sí mismo. La cultura puede decirse que es el valor por el cual se miden todos los hechos sociales, incluso aquellos que aparentan ser no propios de la creación humana, pero que no son más que manifestaciones de la misma dinámica cultural, como por ejemplo, la ciencia y a religión.

De todo lo anterior, se deriva por tanto que la base de la identidad es precisamente la cultura, pues si el sujeto se reconoce y es capaz de reconocer a los demás en el medio histórico-cultural donde ambos se desarrollan, es porque los elementos de esa cultura que le son inherentes tienen códigos ontológicos sintéticos propios de la memoria histórico-social a la que estos responden.

1.3. Que se entiende por Identidad Cultural

Puede leerse en la Declaración de México de la UNESCO 1982, que la identidad cultural es una riqueza que dinamiza las posibilidades de realización de la especie humana, por ello puede expresarse que la misma es una consecuencia de la misma naturaleza humana, por lo que propiamente no es un objeto en sí. Es una de las creaciones de base de la humanidad en su conjunto. Se comparte el criterio,, por tanto, de que la suma de los bienes culturales acumulados de forma voluntaria por una comunidad, conforman su patrimonio cultural y que la consecuencia social inmediata de ello es la identificación de este conjunto heterogéneo con este grupo de hombres. La identidad cultural se produce a través del patrimonio y como una consecuencia de él. En ese sentido, BROWER (2014:49) analiza a Parés (1991), considerando que:

…este fenómeno no debe considerarse como una expresión uniforme y estática, unitaria y homogénea. Esto significa que existe una pluralidad y evolución natural en la identidad cultural que no es discutible, pero que posee en su estructura más profunda, contenidos que fijan su estabilidad y permiten dar cuenta de un sentido definido de pertenencia. Desde otra perspectiva, Goffman (1989), asume que la unicidad vital de los seres humanos contrasta con la multiplicidad de yoes que existen en el individuo desde la mirada del rol social…

La capacidad de reconocerse históricamente en su propio entorno físico y social crea el carácter activo de la identidad cultural, justamente por la acción de conservación y renovación que genera. Se asume la identidad cultural no como la momificación de formas del pasado, sino como una asimilación espontánea de lo que fuimos y todavía somos, como la revitalización coherente de nuestras precedencias, que coexisten sin supeditaciones de compromiso, con las nuevas formas de vida, cuando estas son generadas por una auténtica y profunda asimilación de lo moderno.

Refiriéndose esta noción a la cultura peruana, puede verse que presenta características generales. Así, por ejemplo, el historiador y antropólogo Fernando Silva Santisteban (TORRES, 2010), es del criterio de que la historia del Perú es, fundamentalmente, comprensión del proceso de formación y desarrollo de la cultura y de la nación peruana. Esto nos hace comprender que a la Historia del Perú, se debe concebir como todo el proceso de formación y desarrollo de la cultura peruana, entendiendo por esto, todas las creaciones, tanto intelectuales como materiales, que se han producido desde la presencia de los primeros pobladores sobre nuestro territorio, hasta nuestros días.

Así, siguiendo el criterio del autor citado en el párrafo anterior, el primer momento de esa historia está constituido por la llamada cultura andina o autóctona, que se inició con las primeras manifestaciones de los seres humanos sobre nuestro territorio. Esta etapa fue de grandes creaciones originarias en todos los aspectos de la vida del hombre que luego fue interrumpido por la invasión española. El segundo momento, se inicia con la conquista española y los consiguientes procesos de aculturación y mestizaje. Desde entonces, nuestra cultura nacional se desarrolla entroncada en dos vertientes culturales diferentes: la andina autóctona y la occidental europea.

A partir de esta etapa, la cultura peruana se va a desarrollar asimilando la cultura foránea europea o, actualmente, norteamericana en medio de lo cual resiste, se manifiesta de diversas formas: creencias religiosas, danzas, bailes, comidas que en la capital se han “andinizado” o “cholificado”, como plantean algunos autores, situación que se ve mayormente en las zonas urbano-marginales, en las escuelas públicas, particulares e instituciones superiores, donde sus estudiantes expresan de diversas maneras su identidad cultural. En este sentido, se hace necesario realizar algunas notas conceptuales en torno a la identidad en el ámbito educativo, especialmente por intermedio del desempeño docente, desde el punto de vista del Estado peruano.

1.4. Desempeño docente

En nuestra sociedad, el fracaso o el éxito de todo sistema educativo dependen fundamentalmente de la calidad del desempeño de sus docentes. La evaluación del desempeño docente permite que los docentes sean ubicados en niveles. Estos niveles nos permiten conocer la eficiencia del docente.

Según el Área de Acreditación y Evaluación Docente– CPEIP(2012), los niveles del desempeño de los docentes son cuatro: insatisfactorio, básico, competente y destacado. Los criterios y cada uno de sus descriptores expresan lo que los profesores deben saber y lo que deben saber hacer. Los niveles de desempeño constituyen respuestas reconocibles y evaluables que responden a cuán bien deben hacerla o cuán bien lo están haciendo.

Estos niveles de desempeño son útiles para orientar al docente sobre lo que se espera de él y para permitir su propia autoevaluación a partir de criterios compartidos por todos. También constituyen una herramienta para la evaluación y la supervisión de carácter formativo, en la medida que aportan información cualitativa y distinciones que hacen posible la discusión profesional y sugieren áreas de crecimiento posterior. Los niveles de desempeño gradúan la descripción del desempeño docente, desde profesores que están intentando dominar los rudimentos de la enseñanza hasta profesionales de destacada trayectoria capaces de compartir su pericia.

En ese sentido, entre los criterios que se pueden usar para la construcción de los niveles de desempeño por descriptor se consideraría: La comprensión docente de sus sentidos o fundamentos denominado capacidades pedagógicas y emocionalidad; su pericia en la puesta en práctica, es decir, su responsabilidad en el desempeño de sus funciones laborales; el impacto en los aprendizajes de los estudiantes, es decir, las relaciones interpersonales con sus alumnos, así como la contribución y trascendencia del desempeño del docente dentro y fuera del establecimiento, es decir, los resultados de su labor educativa y emocionalidad, el compromiso de los estudiantes y de la comunidad educativa.

Los niveles de desempeño docente según el Área de Acreditación y Evaluación Docente CPEIP (2012), son:

Destacado. El profesor demuestra amplio conocimiento del contenido de las disciplinas que enseña y establece conexiones entre estos contenidos y otros aspectos de la disciplina y de la realidad evidenciando una actualización permanente en los mismos.

Competente. El profesor demuestra sólido conocimiento del contenido de las disciplinas que enseña y establece conexiones entre estos contenidos y otros aspectos relacionados con la realidad.

Básico. El profesor demuestra conocimiento básico del contenido de las disciplinas que enseña pero no puede articular conexiones con otros aspectos de la disciplina o relacionarlos con la realidad. Insatisfactorio. El profesor evidencia cometer errores en el contenido de la disciplina que enseña y/o no percibe los errores que cometen los alumnos.

1.5. Las capacidades pedagógicas, su emocionalidad y las relaciones interpersonales del docente

El dominio de la materia de enseñanza no es suficiente por sí sola para considerarse un buen maestro; hay además que completarlo con un conocimiento del niño, de la sociedad y de los procedimientos e instrumentos más eficaces para hacer accesible el aprendizaje. El dominio de la materia es imprescindible, pero esto, no garantiza la calidad y cantidad de la enseñanza. En ese sentido, COHN (1966), sostiene que la actividad del maestro se orienta de un modo puramente personal, filantrópico, y en general, de aquel que en atención al hombre trata de lograr la felicidad de un hombre o de preservarle de la desdicha. La posición interior del verdadero educador frente al discípulo tiene tres aspectos. Se siente al mismo tiempo superior, igual e inferior a él. La superioridad del educador no debe resultar para él mismo de su poder, de su arbitrariedad, de una fuerza superior, sino simplemente del hecho de conocer y dominar aquello que el discípulo ha de apropiarse.

El docente, como agente de la educación, por la labor que desempeña es un personaje público, porque su desempeño es observado por diferentes personas: directores, alumnos, padres de familia, administrativos y la comunidad; por lo tanto, la calidad de su desempeño hace que lo ubiquen en cierto nivel, ya sea como bueno, regular o malo. La calidad de la educación depende en gran medida del nivel del maestro, por ello requiere demostrar a los alumnos y a todos sus observadores capacidades pedagógicas, un alto grado de emocionalidad y adecuadas relaciones interpersonales con los alumnos, demás docentes, padres, directivos y comunidad educativa, para garantizar el futuro provisorio de los estudiantes.

El maestro debe actuar con miras hacia el fin último, que es la conciencia moral y la formación de la personalidad autónoma de los educandos. Los fines y contenidos tendientes a esta conciencia moral autónoma, están en la propia comunidad a la cual también el educador pertenece, es decir, la comunidad familiar, escolar, la regional, la nacional y la internacional; el fin último del maestro es conducir a sus alumnos hacia determinada libertad moral; el concepto y condición de esto se encuentra en la propia comunidad. Se educa entonces por y para la comunidad y en tal sentido, el maestro es un servidor social o un servidor individual en función de la sociedad.

Es por esto, que las características que debe reunir el educador son las de toda persona buena; sin olvidar que antes de ser maestro se es hombre. Más se enseña con el ejemplo y con el ambiente que se crea en el proceso de aprendizaje del niño o joven, e incluso con la intachable conducta del maestro, pues esta es su más positiva carta de recomendación. De la confianza y seguridad que depositen en él los alumnos, los padres de familia y los miembros de la comunidad, dependerá su autoridad profesional y, en consecuencia, el mayor o menor éxito de su tarea educativa. Para hacerse acreedor a la aceptación y confianza social, el maestro debe ser ejemplo de moralidad, austeridad, actividad, en una palabra: ética profesional.

Por otra parte, de la observación no sistemática de los investigadores y de su propia experiencia, se aprecia que durante el desempeño docente el buen juicio y el tacto pedagógico son los mejores consejeros. El propósito de la educación es mover a los educandos de una situación psicológica y subjetiva a otra lógica y objetiva, haciendo uso de uno y otro método, más o menos, según lo demande la situación de madurez de los alumnos; en resumen, el maestro debe tener una personalidad definida, o bien la capacidad y la voluntad de poseer un carácter firme.

2. METODOLOGÍA

La presente investigación responde al paradigma positivista y se aplicó la metodología cuantitativa, este… “enfoque cuantitativo, aplica la recolección de datos para probar hipótesis, con base en la medición numérica y el análisis estadístico, para establecer patrones de comportamiento y probar teorías” (HERNÁNDEZ et al., 2006:15).

Asimismo, siguiendo las pautas de los autores citados, la presente investigación fue descriptiva, porque describe el comportamiento de la muestra en estudio, permitiendo detallar el fenómeno estudiado básicamente a través de la medición de uno o más de sus atributos; que según HERNÁNDEZ et al. (2014:92), como nivel de investigación, la misma “…busca especificar las propiedades, características o perfiles de las personas, grupo, comunidades, procesos, objetos, o cualquier otro que se someta a análisis”. Se consideraron para este estudio dos variables, la identidad cultural y el desempeño docente.

Según el tiempo de ocurrencia de los hechos y registros de la información, el estudio fue prospectivo, porque se captó la información después de la planeación. Según el período y secuencia, el estudio fue transversal, porque las variables involucradas se midieron en un solo momento. El diseño utilizado en la investigación fue correlacional, con el fin de establecer la relación entre las variables de estudio.

La población estuvo conformada por 1600 docentes de las 75 instituciones educativas del nivel secundario de la provincia de Andahuaylas-Perú. Para obtener la muestra se consideró los parámetros de p=0.5 y q=0.5, con un error del 8% del parámetro poblacional, con una confianza del 95%; luego del cálculo respectivo la muestra resultó 138 docentes. El muestreo fue aleatorio, el cual se aplicó en dos cuestionarios. Ambos instrumentos pasaron por un análisis de confiabilidad aplicando el alfa de Crombach, y la validez se determinó a través del análisis factorial exploratorio utilizando para ambos casos el paquete estadístico SPSS versión 24.

3. RESULTADOS

Luego de la aplicación de los cuestionarios a la muestra objeto de la presente investigación y procesados los datos recolectados (calificación y baremación), se procedió en analizar la información, tanto a nivel descriptivo como inferencial, lo cual permitió realizar las mediciones y comparaciones necesarias en este estudio, cuyos resultados se presentan a continuación por variables de estudios:

Identidad cultural

De acuerdo con los resultados obtenidos puede verse que el 43,5% de los docentes de las instituciones educativas del nivel primario de Andahuaylas, tienen una inadecuada identidad cultural, el 34,8% de los docentes tienen una media o regular y el 21,7% de los docentes tienen una adecuada identificación por su cultura.

Desempeño docente

De acuerdo con estos resultados puede evidenciarse que el 16,7% de los docentes de las instituciones educativas del nivel primario de Andahuaylas, tienen un insatisfactorio desempeño, el 44,2% de los docentes tienen un desempeño básico, el 21% de los docentes tienen un competente desempeño y el 25% de los docentes tienen un destacado desempeño.

Correlación de variables

Luego del análisis estadístico de normalidad de ShapiroWilk (Estadístico Stata) en ambas variables, se puede observar que estas variables tienen un nivel de probabilidad de (V1, p-valor=0.01345 y V2, p-valor=0.13803); menor la primera y mayor la segunda al nivel de significancia de 0,05; por lo tanto, para el siguiente trabajo, se hizo uso de la prueba no paramétrica; por lo cual se aplicó la correlación de Spearman. Tal como se muestra a continuación:

Del cuadro adjunto se observa que p-valor = 0,000 (p < 0.05); por lo tanto, se puede afirmar, que existe correlación entre las variables identidad cultural y desempeño docente. Es decir, existe una relación directa y significativa entre la identidad cultural y el desempeño de los docentes del nivel de educación primaria de la provincia de Andahuaylas.

DISCUSIÓN DE RESULTADOS

Las políticas educativas nacionales concretan determinados retos culturales orientados al desarrollo de sentimientos, la satisfacción de las necesidades espirituales, culturales de la población y para obtener consenso por un tipo de orden o de transformación social. A escala mundial, una de las cuestiones culturales que centra la atención de los políticos, didactas e investigadores de las ciencias pedagógicas y de la educación, está relacionada con la defensa de la identidad cultural de sus pueblos, a través de la conservación de las tradiciones populares. La realidad actual de nuestro sistema educativo nos está mostrando que las instituciones, afrontan serias deficiencias en el desempeño de los docentes: falta de identidad de los actores educativos para asumir responsabilidades, tanto en el trabajo de planificación como en la ejecución de las acciones que se desprenden en el trascendental proceso de enseñanza y aprendizaje.

El trabajo de campo ha verificado de manera precisa, los objetivos planteados en nuestra investigación, cuyo propósito fue identificar la relación existente entre la identidad cultural y el desempeño de los docentes de las instituciones educativas del nivel de educación primaria de la provincia de Andahuaylas.

Los resultados obtenidos mediante la prueba no paramétrica rho de Spearman a un nivel de significancia del 0,05 y siendo el valor de significancia igual a 0,000 (p<0,05), permitió evidenciar que la identidad cultural se encuentra relacionada significativamente con el desempeño docente (rho = 0,847), resultado que nos indica que el 71% del desempeño de los docentes es explicada por la identidad cultural.

Aquí se encuentra una coincidencia importante en relación con los hallazgos encontrados por Palma (2015), quien en su investigación referenciada, en sus conclusiones manifiesta que hay una relación directa y significativa entre la identidad cultural y la gestión pedagógica de los docentes de las instituciones educativas del nivel secundario de la provincia de Oxapampa.

Las puntuaciones halladas a nivel de la variable “identidad cultural de los docentes”, se han ubicado predominantemente en un nivel inadecuado con un 43,5%, lo cual queda confirmado con las respuestas de los sujetos encuestados. De nuevo se encuentran resultados semejantes con la investigación de Palma (2015), pues confirma un nivel de identidad cultural de docentes en las instituciones educativas del nivel secundario de la provincia de Oxapampa como inadecuado.

Las puntuaciones halladas a nivel de la variable “desempeño docente” se han ubicado predominantemente en un nivel básico con un 44,2%; lo cual se confirma con las respuestas de los sujetos encuestados. Aquí hay una diferencia notable en relación a los hallazgos encontrados por De la Torre (2012), en su trabajo de investigación igualmente referenciado, quien en sus conclusiones manifiesta que se ha podido comprobar que la gestión pedagógica en las instituciones del nivel de educación secundaria del distrito de Vista Alegre–Nazca (Perú), es competente.

Quedan pendientes otros aspectos de este proceso de investigación, pues han surgido otras interrogantes que permiten señalar el camino de la línea de investigación hacia otros espacios de actuación científica. Ello se manifiesta de manera muy especial frente al trabajo del docente en cuanto a la enseñanza de la investigación, y en cuanto a las formas de atender las inquietudes de los estudiantes considerando sus niveles afectivos y cognitivos en el terreno mismo de la actividad pedagógica.

CONCLUSIONES

Se concluye, de acuerdo a los resultados encontrados que existe relación significativa entre la identidad cultural y el desempeño de los docentes de instituciones educativas del nivel primario de la provincia de Andahuaylas, Perú. Asimismo, se encontró que la identidad cultural de los docentes, es inadecuada y su desempeño se encuentra en un nivel básico. Debido a que los docentes demuestran conocimientos básicos del contenido de las disciplinas que enseñan, es decir, no articulan conexiones relacionados con otros aspectos la realidad. Solo esperamos los investigadores que estos resultados puedan ser observados por autoridades y personas involucradas en el proceso educativo, de manera que se pueda dar el siguiente paso de esta investigación.

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