Metodología, Métodos y Técnicas
Rock, Ingeniería en Comunicación Social, Complejidad y Cultura de ParticipaciónO de cómo abordar los estudios sobre las Estéticas, las Culturas y los Siglos del Rock
Rock, Social Communication Engineering,Complexity and Participatory CultureOr How to Approach Studies on Aesthetics,Cultures and Rock Centuries
Rock, Ingeniería en Comunicación Social, Complejidad y Cultura de ParticipaciónO de cómo abordar los estudios sobre las Estéticas, las Culturas y los Siglos del Rock
Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, vol. XXVI, núm. Esp.6, pp. 241-262, 2020
Universidad de Colima

Recepción: 08 Febrero 2019
Aprobación: 21 Noviembre 2019
Resumen: La vida cotidiana, como dinámica social, está acompañada de algún género musical específico, del cual crea y recrea diversos tipos de interacción humana. Lo que ocurre en la cotidianidad se refleja en la música y en la lírica, y a su vez esa expresión musical forma y fortalece diversas comunidades que se identifican con ella; son mutuamente influyentes; la música detona procesos sociales concretos y viceversa. Ninguna expresión artística o cultural ocurre espontáneamente, aunque en ocasiones pareciera que sí. La Ingeniería en Comunicación Social es un programa metodológico que no sólo observa, describe y explica lo que ocurre en esa cotidianidad, sino que además visualiza mundos posibles y propone procesos estratégicos para conseguirlos. En el caso del Rock se pregunta qué es, qué le ha hecho a la sociedad, que ha hecho la sociedad con él y cómo el Rock puede ser detonante de otros escenarios sociales; es la Ingeniería en Comunicación Social del Rock.
Palabras clave: Rock, Ingeniería en Comunicación Social, Complejidad, Estética, Construcción de Cultura de Participación.
Abstract: Daily life, as a social dynamic, is accompanied by some specific musical genre, which creates and recreates various types of human interaction. What it happens in everyday life is reflected in the music and the lyric, and thus that musical expression forms and strengthens various communities that identify with it; they are mutually influential; music produce concrete social processes and vice versa. Non artistic or cultural expression occurs spontaneously, although sometimes it seems so. Social Communication Engineering is a methodological program that not only observes, describes and explains what happens in that daily life, but also visualizes possible worlds and proposes strategic processes to achieve them. In the case of Rock, it wonders what it is, what it has done to society, what society has done with it and how Rock can be a trigger for other social scenarios; this is the Social Communication Engineering for Rock
Keywords: Rock, Social Communication Engineering, Complexity, Aesthetics, Participatory Culture Construction.
La música es tradicionalmente considerada como la banda de sonido de la propia vida:la canción favorita como conmemoración, un disparador proustiano que nos deja a la deriva en el recuerdo dichoso.
Simon Reynolds
En los estudios sobre la música es complicado encontrar puntos de equilibrio entre las variadas opiniones que se consideran verdades absolutas, por ello es de reconocer que, entre las múltiples formas de abordar este fenómeno cultural, existan perspectivas que faciliten el diálogo y promuevan una visión integradora y no una más disociadora. Este es el caso de la propuesta de la Ingeniería en Comunicación Social.
Para esta perspectiva todas las manifestaciones culturales, incluyendo las expresiones musicales, están marcadas por una coyuntura espacio-temporal, por lo que es necesaria una mirada histórica-situacional para comprender la complejidad de las diversas acciones realizadas por determinados actores en un momento y lugar específico, así como sus repercusiones en el resto del sistema social.
El presente texto aborda aspectos introductorios para delimitar el Rock no como un simple género musical, sino como un fenómeno complejo que requiere ser atendido desde diversos campos y miradas teóricas, pero también con precisión y practicidad. El Rock como objeto de estudio ideal para que la Ingeniería en Comunicación Social, más allá de meras aproximaciones descriptivas o explicativas, demuestre su utilidad en procesos de transición de estados actuales a estados ideales, dónde no solamente se ha de exponer su origen y desarrollo, también se han de responder cuestionamientos clave como: ¿qué le ha hecho el Rock a las sociedades?, ¿cómo es que se lo ha hecho? y lo más importante, ¿es posible reproducir el proceso de forma estratégica?, ¿intencionalmente con fines específicos?
A continuación se describe el proceso metodológico que comienza con la delimitación del Rock como un fenómeno sociocultural y estético, enseguida como un fenómeno complejo, más adelante como un fenómeno de la cultura de participación y finalmente como un objeto de estudio de la Ingeniería en Comunicación Social.
Una metodologíapara introducirse en los estudios del Rock
Desde mi perspectiva, el primer aspecto a delimitar en los estudios de cualquier fenómeno sociocultural, incluyendo el Rock, es el siguiente proceso al que denomino Metodología de los Tres Estadios (comprendidos como etapas o fases en desarrollo de un organismo o modelo).1
El primer Estadio es el Conceptual, en él se tiene la tarea de delimitar en términos, definiciones y conceptos al objeto de estudio en turno, y comprende dos planos de estudio, el teórico-documental y el oral-experiencial. El primer plano responde a preguntas como ¿cuál o cuáles son sus significados?, ¿cuándo aparece el término por primera vez en la literatura?, ¿desde qué disciplinas o perspectivas?, ¿cómo ha evolucionado su tratamiento en términos teóricos?, ¿qué otros términos se utilizan para nombrarlo?, entre otros tantos cuestionamientos. En el segundo plano se atienden, por ejemplo, preguntas sobre ¿qué usos se le atribuyen al término en la oralidad?, ¿cuál es su desarrollo en la experiencia viva de la sociedad respecto a sus atributos y aplicaciones?
Como se puede observar en este primer momento se agotan todas las posibilidades exploratorias sobre el significado del objeto de estudio, en el texto y en la charla cotidiana, en este caso sobre el término “Rock”: ¿qué es el Rock?, o ¿qué se entiende por Rock en la literatura o la teoría?, ¿cuándo, cómo, por quién y por qué aparece por primera vez publicado?, ¿desde cuáles disciplinas se le ha observado con ese nombre?, ¿cómo ha evolucionado el uso del término Rock o lo que define esta palabra a lo largo del tiempo y el espacio?, ¿qué se entiende por Rock en la oralidad?
Un segundo Estadio es el Fenoménico. Corresponde a encontrar lo que previamente se ha definido en concepto, pero ahora en la vida social, es decir, delimitar sus formas de manifestación como un fenómeno sociocultural: ese concepto revisado ¿cómo se reconoce en la cotidianidad?, ¿cómo se delimita en observables?, ¿cómo se manifiesta tangible en eso que llamamos realidad?, ¿cómo pasa del campo abstracto al concreto?
En ese sentido el Estadio Fenoménico se puede desarrollar en dos niveles de delimitación: lo que sí es y lo que no es; y en ambos casos dicha delimitación es tan arbitraria como válida para el estudio, siempre y cuando se presenten los argumentos para sostener tales criterios.
En el caso del Rock el ejercicio es un ejemplo claro, diversas discusiones giran en torno a lo que es Rock y lo que no lo es, no hay un acuerdo convencional sobre los límites del género musical y sus implicaciones culturales, mucho menos de sus alcances, influencias y consecuencias, por lo que son válidas las delimitaciones que se hacen del fenómeno cultural con intenciones de analizarlo e interpretarlo.
El tercer Estadio, el Fenomenológico,2 corresponde al análisis y descripción de los procesos que se desarrollan para que el fenómeno ocurra; o en lo que Reeder (2011) señala como los verdaderos intereses de la fenomenología: las características generales de la evidencia vivida, a las estructuras de una experiencia, más que a la experiencia por sí misma; entendiéndose por estructura aquellas características encontradas en un campo común a varios casos o ejemplos experimentados de ella. Este tercer Estadio responde a preguntas como ¿qué acciones se encadenan sucesivamente para que el fenómeno se manifieste?, ¿qué hacen las personas habitualmente como parte de determinados fenómenos sociales? O en otras palabras, ¿cuáles procesos componen un fenómeno sociocultural? Para el caso del Rock la pregunta concreta es: ¿qué elementos componen este fenómeno cultural en determinado tiempo y espacio?; o ¿través del tiempo y el espacio?
En este último Estadio se puede apreciar la conexión directa de esta metodología con la Ingeniería en Comunicación Social, específicamente en su hemisferio como Programa Metodológico, tópicos que se tratarán más adelante. El tercer estadio facilita la delimitación, identificación y comprensión de los componentes de un fenómeno sociocultural, lo deconstruye en partes de un proceso, causas y consecuencias, variables dependientes e independientes; donde la Ingeniería en Comunicación Social ha de intervenir para plantear mundos posibles, incidir en dichos elementos que constituyen el fenómeno sociocultural, alterándolos para obtener un fin previamente señalado, un nuevo estado de las cosas.
Por lo anterior es posible aseverar que la Metodología de los Tres Estadios facilita la delimitación de objetos de estudio y favorece proyectos de investigación y de intervención que no solo sean interpretativos o propositivos, sino también aplicables, prácticos.
Del Rock como experiencia estética
Una de las interacciones iniciales a considerar en los estudios del Rock es la que se establece con la cultura y la estética. Al respecto se pueden apreciar algunas posturas interesantes como la de Mandoki (2006:67): La cultura debe abordarse en una relación directa con la experiencia, considerarse siempre “la sensibilidad o condición de abertura, permeabilidad o porosidad del sujeto al contexto en que está inmerso”, es a lo que la autora denomina: estesis. La idea de una estética como mera admiración de lo bello o la simple apreciación, resulta inútil. Esa estesis es el grado superior de la estética, la conexión que existe entre obra y creador, entre el mensaje y el perceptor, y así, entre todos los elementos de la oferta cultural que se aborde.
Para su análisis, la cultura no debe ser extraída de sus contextos de creación, difusión o consumo, porque al hacerlo se corre el riesgo de ignorar la verdadera experiencia que éste genera en un tipo de sociedad determinada, si se delimita al Rock como un género musical que ha tenido diversas transformaciones a lo largo de la historia, se pierden de vista las revoluciones sociales que lo generaron y las que él mismo ha generado desde la experimentación estética; el Rock visto como un fenómeno cultural es susceptible de ser apreciado como una manifestación de diversos matices: sus estéticas, y con diferentes temporalidades: sus siglos; cada una y uno de ellos con sus respectivas condiciones y efectos, tanto en lo que a la industria de la música se refiere, como a la composición de lo social.
El juego de las estéticas y los tiempos tiene sentido para la Ingeniería en Comunicación Social cuando se comprende cualquier comportamiento humano, ya sea individual o colectivo, como una construcción social histórica, donde múltiples programas narrativos se conjugan en otros tantos Sistemas de Información y Comunicación. Se entiende que ningún comportamiento es completamente original, sino que su constitución y expresión siguen patrones y modelos que disponen su naturaleza; dichos paradigmas son heredados o aprendidos, a través de la escuela, la familia, la religión, los medios de información, entre otras tantas mediaciones que cumplen esa función.
Esos discursos que perfilan la personalidad de un individuo hasta la de toda una generación, y que puede provocar una manifestación aparentemente individual y aislada, tanto como un movimiento social, son los programas narrativos: aspectos transversales que como tal “programan” el desarrollo de los acontecimientos de nuestra vida cotidiana, cual textos “narrativos”. Los Programas Narrativos desde su trayectoria histórica se comprenden como Sistemas de Información de la vida social, el pasado; aquellos que se delimitan para entender cómo dichos programas influyen en las interacciones humanas, son los Sistemas de Comunicación de la vida cotidiana, el presente; lo que permite imaginar y proceder hacia escenarios potenciales, el futuro.
Los programas narrativos no se mantienen intactos del paso de una generación a otra, mucho menos entre contemporáneos, esto debido a que es imposible mantenerse al margen de los procesos de apropiación que todo sujeto tiene frente al mundo que lo rodea, le genera sentido y ubica. La relación entre los individuos y su entorno es un acto que va del consumo a la reconfiguración identitaria, para Mandoki (2001:17) resulta más práctico hablar de un pensamiento estético que resulta de una serie de connotaciones de fascinación, seducción, nutrición y apetencia.
Los programas narrativos operan en el pensamiento estético, los gustos se configuran históricamente, para Galindo (2015) todo depende de las circunstancias y condiciones que se abran o se blinden en cada proceso social formativo para provocar diferentes tipos de comportamiento individual y colectivo, la estesis ocurre en todas las situaciones de la vida cotidiana, continua Mandoki (2011); por tal razón es que el Rock puede ser, en diversas cosmologías, un género musical, una expresión artística, un estilo de vida, una forma de pensamiento, un credo o un sentido de pertenencia, puede cruzar fácilmente la línea que lo configura como un movimiento social hacia un acto de consumo, y de regreso.
Las Estéticas del Rock se refieren a procesos de su percepción, apreciación y apropiación como parte de las prácticas cotidianas, donde la Ingeniería en Comunicación Social reconoce la música como un Sistema de Información que contiene una carga simbólica que identifica a los sujetos con una comunidad específica, la música re-estructura el pensamiento y la forma de incidir en el mundo.
El Rock, es sin duda, una de las industrias culturales más rentables del último siglo, configuró un modelo de pensamiento transgeneracional que lo mismo marcó tendencia en la ropa, el maquillaje, el cabello, el gusto por la lírica y el disfrute del sonido, que en la forma en la que muchos jóvenes, y otros no tanto, sentían la experiencia de mantenerse fuera de un sistema social que les parecía ajeno y contra ellos.
El Rock fue, es y seguirá siendo factor determinante en la formación de las audiencias en general, de la industria cultural y de las sociedades; este enorme gradiente en su naturaleza merece observarle desde su campo experiencial, las Estéticas del Rock.
El pensamiento complejosobre el fenómeno del Rock
Existe una paradoja en la relación Complejidad e Ingeniería en Comunicación Social, ya que la primera atiende a la generalidad y la segunda a la particularidad, sin embargo ambas se complementan. Para la Complejidad, el Rock es un sistema complejo que mantiene múltiples relaciones con diversos géneros musicales, tendencias artísticas y fenómenos sociales que deben ser consideras en su análisis para una mejor comprensión de su estructura, su expresión y su impacto en la conformación de la cultura contemporánea, es decir, lo general.
Por otro lado, la Ingeniería en Comunicación Social facilita la comprensión de las formas en las que operan los Sistemas de Información y Comunicación que perfilan el fenómeno del Rock: subgéneros, lírica, intérpretes, industrias culturales, públicos y otros tantos más, así como sus efectos en la configuración de las colectividades, en otras palabras, lo particular.
Menciona Wallerstein (1996:87) que los problemas de una sociedad no se pueden resolver descomponiéndolos en pequeñas partes para su fácil manejo y análisis, sino interrelacionalmente como lo complejo que es. Al respecto, Sametband (1999:112) añade que todo en la vida cotidiana es en cierta forma complejo:
[…] los seres humanos tienen mucha complejidad, […] los peces tienen bastante; los hongos son algo complejos, y los virus, menos. Las galaxias son complejas, pero en un sentido diferente.
La complejidad, como tejido (complexus) de todo nuestro mundo fenoménico ha ido y venido del discurso, Morin (1990) tiene su particular explicación sobre la complejidad, la describe con una carga semánticamente pesada, la denomina como una “palabra problema” y no como una “palabra solución” porque por un lado puede llevar a creer que la complejidad elimina la simplicidad y por el otro se puede llegar a confundir complejidad con completitud, para el autor, en la selección de datos significativos y el rechazo de los no significativos opera un paradigma simplificador que bajo la disyunción, la reducción y la abstracción, mutila el conocimiento y desfigura lo real.
El rock es un fenómeno social, con infinitas relaciones de diversa índole, que no debería ser reducido a una mera expresión musical, su comprensión como totalidad requiere de una perspectiva integradora que no es fácil asumir, es indispensable un pensamiento complejo, en el sentido que Morin (1990) lo argumenta como un modelo multidimensional que pueda ser animado por una tensión permanente y aspire a un saber no dividido, no reduccionista y el reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento, lo que implica permanentemente un reconocimiento de incompletud e incertidumbre, la complejidad aparece allí donde el pensamiento simplificador falla, dice el autor.
La complejidad vendrá de nuevos conceptos, descubrimientos, visiones y reflexiones que van a conectarse y unirse, sentencia Morin (1990); pero antes deberán considerarse tres principios para su consolidación: el Dialógico que permite la dualidad en la unidad; la Recursividad organizacional que es el proceso en el cual los productos y los efectos son al mismo tiempo, causas y productores de aquello que los produce; y el Hologramático que es aquél donde la parte está en el todo y el todo en la parte, es un ciclo.
Los escenarios en que el Rock se ha desarrollado desde su surgimiento hasta nuestros días, es decir, lo que aquí hemos denominado los Siglos del Rock, suponen, desde la complejidad, una posibilidad infinita de escenarios para la reflexión y, desde la Ingeniería en Comunicación Social (ICS), para la acción. Por lo menos en teoría, la ICS y la complejidad comparten el objetivo de promover ecologías para la acción. En ese sentido, para Morin (1990) una acción es una decisión, una elección con conciencia del riesgo y la incertidumbre; y también es estrategia.
La estrategia es antagónica al programa; Morin (1990) dice que se deben usar programas para todo aquello que se presume estable y secuencial ya que no requieren de vigilancia ni de innovación, las modificaciones que éstos hagan sobre los escenarios que se les presenten se basarán en la información que les llegue durante el curso de cada acción y de lo que les sobrevendrá y alterará; en cambio una estrategia requiere buscar información, utilizar el azar y concentrase en los elementos aleatorios para construir mundos posibles.
La afinidad por el Rock debe ser analizada como un comportamiento humano, de los que el mismo Morin (1990) define como no trivial, aquellos en que las personas toman decisiones y cursos de acción que sólo es posible cuando se abandonan los programas y se inventan estrategias. El Rock, su audiencia y toda su maquinaria cultural resultaron de la catarsis que generaron sistemas sociales y políticos donde hacía falta un llamado de atención desde las nuevas generaciones a la censura, la discriminación, la injusticia y la indiferencia.
En determinado momento fue necesario renunciar a soluciones que resolvían viejas dificultades y elaborar procedimientos novedosos; el Rock fue la respuesta a una búsqueda desesperada por los nuevos caminos, una receta que fue útil durante décadas y que, gracias a la nostalgia se mantiene activa entre los fans que sostienen que aquello no pasó; se alteró, promoviendo otras formas de expresión, remanentes de un movimiento social irrepetible que lo alteró todo y abrió camino para nuevas ofertas culturales: las Culturas del Rock.
Para Morin (1990) la realidad es un tejido de fenómenos, naturales y sociales que requieren un cierto orden para poder explicarse e intervenirse, y que no debe reducirse a pensamientos dogmáticos; lo que implica un tendido de puentes entre disciplinas para reducir paradigmas simplistas que buscan ordenar el mundo y perseguir el desorden. Orden y desorden son necesarios en la complejidad, es como un diálogo permanente con el descubrimiento, y aunque el pensamiento complejo no resuelve los problemas, sí ayuda a constituir una estrategia para hacerlo; esta apertura en la propuesta de Morin es la que promueve un diálogo constante con otras posturas teórico-metodológicas como la Ingeniería en Comunicación Social y la Construcción de Cultura de Participación en torno al Rock.
Rolando García, otro referente en el marco de la complejidad, también acota la importancia de realizar un análisis de lo social desde una relación tripartita: Pensamiento Complejo, Sistema Complejo e Interdisciplinariedad:
[…] en el “mundo real”, las situaciones y los procesos no se presentan de manera que puedan ser clasificados por su correspondencia con alguna disciplina en particular. En ese sentido, podemos hablar de una realidad compleja. Un sistema complejo es una representación de un recorte de esa realidad, conceptualizado como una totalidad organizada (de ahí la denominación de sistema), en la cual los elementos no son “separables” y, por tanto, no pueden ser estudiados aisladamente (García, 2006, 21).
El estudio de la música, sea el Rock, el Jazz o cualquier otra expresión, en algún momento y espacio determinado, requiere de una forma novedosa de observación de las realidades; estas no pueden ser vistas en su totalidad, lo que se puede observar son objetos, individuos y sensaciones que han sido construidas como observables, señala González (2007):
Las relaciones, que constituyen el núcleo del saber científico básico, nunca son directamente observables; sólo pueden ser inferidas y jamás se oponen simplemente a nuestros sentidos, ni se pueden captar así, como irritaciones de nuestras terminales nerviosas. Un observable es la relación que establecemos entre una parte de información que proviene de las determinaciones del Objeto (O), y otra parte de interpretación que proviene de las determinaciones del Sujeto (S) Llamamos hecho, a un conjunto de relaciones que establecemos entre observables (55).
Para García (2006) no hay observables puros, cuando alguien registra hechos no se puede ser un observador neutro sobre una realidad objetiva de la que toma datos puros para posteriormente hacer una teoría explicativa de ellos mismos; los registros son sólo interpretaciones, por lo que los estudios del Rock desde la perspectiva de un fan sin formación científica resultaran ser anecdóticas, pero poco llegarán a aportar a la comprensión del fenómeno es su totalidad por su alta carga de subjetividad motivada por la defensa de sus preferencias.
El Rock deberá ser considerado como un sistema complejo para poder atenderle con mayor precisión desde todas las relaciones que le componen, el término sistemas designa, para García (2006), a un conjunto organizado, una totalidad que no resulta de la suma de sus elementos constituyentes, cuando se refiere a organización hace referencia al conjunto de relaciones entre los elementos, incluyendo las relaciones entre relaciones. Los sistemas complejos, continua, se presentan en la realidad empírica sin límites precisos, por lo que es necesario establecerle recortes que a manera de límites arbitrarios permita definir el sistema que se propone estudiar, lo que genera dos problemas a considerar:
i) la definición de los límites en forma tal que reduzca al mínimo posible la arbitrariedad en el recorte que se adopte;
ii) la forma de tomar en cuenta las interacciones del sistema, así definido, con el ‘medio externo’ o, dicho de otra manera, la influencia de lo que queda ‘afuera’ sobre lo que queda ‘adentro’ del sistema, y recíprocamente (García, 2006, 48).
En ese sentido es que se presenta la idea de los Siglos del Rock como diversas épocas, no únicamente es el momento y espacio en qué se manifestaron, sino varios años antes: sus causas, y varios más adelante: sus consecuencias. Hay un rock de los años sesenta, otro más en los setenta, los ochenta y los noventa; en Estados Unidos, pero también en el del Reino Unido, está el de España, el de México o el de Argentina, en la demarcación de los límites de un sistema se debe cuidar la inclusión de los elementos que representan las relaciones más significativas, porque de ello depende que mantenga su forma de organización o estructura, hay tantas Estéticas, Siglos y Culturas del Rock como cantidad de interrelaciones se puedan y quieran delimitar.
Todo sistema se compone de subsistemas que interactúan entre sí, esas relaciones son las que determinan su estructura, así que la estructura de un sistema está dada por el conjunto de relaciones y no por los elementos (García, 2006), como los procesos políticos, sociales, culturales y económicos de cada caso, la industria cultural, las tecnologías disponibles, los sistemas de distribución o la accesibilidad a los estudios de grabación, entre otros, son sólo algunos de los componentes del sistema complejo que representó el Rock en su momento.
Es complicado revisar en tan poco espacio todos los aspectos que conforman la propuesta de Rolando García sobre Pensamiento Complejo y Sistemas Complejos, sin embargo para complementar un panorama general, en sentido introductorio, se han sintetizado algunos puntos relevantes en la siguiente tabla:

Ingeniería en Comunicación Social del Rock3
El Rock a lo largo de su historia, su impacto y sus efectos en determinadas sociedades, su naturaleza en espacios y tiempos específicos, así como su potencial promoción de escenarios posibles es el interés de la Ingeniería en Comunicación Social sobre este fenómeno social y cultural.
Desde esta perspectiva se comprende que todo lo que tiene que ver con la vida social se basa en el proceso fundamental de la articulación: lo que une y separa a las personas respecto a hacer algo en concreto. Es factible afirmar que comunicar es articular si se toma en cuenta que al comunicar se están articulando personas, grupos y redes más extensas. La Ingeniería en Comunicación Social fue diseñada para gestionar estratégicamente la articulación frente al conflicto; se le concibió como una entidad de dos grandes hemisferios: un objeto de estudio, que es la vida cotidiana y un programa metodológico que lo aborda.
La Ingeniería en Comunicación Social como Programa Metodológico opera en tres grandes fases: Diagnóstico de Problemas, Diseño de Soluciones y Aplicación Técnica, como se puede observar en la siguiente figura:

La primera etapa, la del diagnóstico, delimita el fenómeno socio-cultural del Rock como una situación específica de la vida cotidiana en tres tiempos, presente, pasado y futuro, donde por cada uno de ellos atiende a un cuestionamiento particular: en el presente la pregunta es ¿cómo está la situación? o ¿cuál es el estado actual del fenómeno del Rock?; en el pasado se cuestiona ¿por qué está así?; y en el futuro plantea ¿cómo podría estar?
Para la segunda etapa, donde se proponen alternativas de acción para el cumplimiento de los objetivos establecidos, conocida como Diseño de Soluciones, se han delimitado diferentes vías de acción, dependiendo del objeto de estudio y de los objetivos delimitados, por ejemplo, para el caso de estudios de audiencias, si lo que se pretende es conocer los disparadores del interés de un fan por cierta expresión del Rock, aunque la propuesta de la investigación pareciera completa en realidad no lo está, ya que antes de emprender cualquier técnica de obtención de información, hay que considerar para qué es que se requieren dichos datos, es decir, ¿se quieren conocer esos disparadores de interés para mantener en la cúspide de la fama al artista? ¿O para encumbrar a otro grupo, solista o género? ¿Quizá para promover programas de cohesión social en determinados sectores sociales mediante el Rock? Como se puede observar en cada caso, el objeto de estudio y el objetivo señala el diseño de la metodología sí, pero sobretodo el de las líneas de acción a seguir una vez que se tenga la información suficiente, es el paso de estudios descriptivos a los programas de intervención social.
La última etapa, la Aplicación Técnica de la intervención, es la ejecución práctica del diseño de acción, la implementación de programas de acción, la operación estratégica sobre el estado actual hacia el estado posible, el escenario ideal. En la Ingeniería en Comunicación Social se establecen tres escenarios probables sobre los cuales se han de organizar las operaciones: 1. Mantener las cosas como están, 2. modificarlas parcialmente y 3. transformarlas totalmente.
El otro hemisferio de la Ingeniería en Comunicación Social es el objeto de estudio, se refiere a la vida cotidiana como una ingeniería social, es decir, como un sistema social que hace referencia a un juego de relaciones sociales que son producto de otras que ya ocurrieron tiempo atrás, pero que también son origen de algunas nuevas que vendrán: trayectorias y tendencias, pasado, presente y futuro, Sistemas de Información y de Comunicación.
Como se ha adelantado ya, este programa metodológico denomina Sistemas de Información y Sistemas de Comunicación a esa cadena de sucesos que se gestaron en algún momento y que con ello establecieron normas, acuerdos, convenios y concesiones que sirvieron para establecer un orden asumido como normal; mismos que generación tras generación se han ido transmitiendo con pequeñas alteraciones, promoviendo trayectorias y tendencias para engarzar pasado, presente y futuro; diseñados como mecanismos para prescribir conductas en un marco de posibilidades de construcción social y mantener un status quo también previamente establecido.
La Ingeniería en Comunicación Social observa el Rock como un fenómeno multifactorial de la vida cotidiana que supera los límites del tiempo y el espacio; un articulador de diversas relaciones sociales y culturales que no deben ser consideradas como hechos aislados sino mutuamente influyentes: música, lírica, movimientos sociales, expresiones culturales, desarrollo económico, políticas públicas, entre otras tantas. Entendido así, los Sistemas de Comunicación son delimitaciones de la realidad que sirven para reflejar la naturaleza compleja de las relaciones entre diversas instituciones sociales. Esta interacción interinstitucional determina la dinámica social de cada momento y lugar concreto, que es diferente a otros en muchos sentidos, pero también es similar en otros tantos.
A lo largo de la historia, las tensiones entre diversos grupos, posturas o ideologías, por imponer su visión del mundo sobre las demás es permanente; la lucha es constante, aunque a veces se repliegue, siempre está latente. Al final se impondrá la ingeniería mejor articulada, la que logre invertir suficiente energía para contrarrestar el impacto de otras modas, de nuevas ofertas. ¿Qué es lo que hace que el Rock siga en el imaginario social actual? ¿Qué es lo ha pasado de generación en generación y de una comunidad a otra?
Los elementos que componen los Sistemas de Información y Comunicación se encuentran entrelazados, tejidos, es imposible separarlos en la vida diaria porque son parte de un todo; aunque para su estudio es factible delimitar y extraer datos de algunos de sus componentes, de sus Programas Narrativos, como se puede observar en la Figura II.

Los Programas Narrativos son hilos que conectan tendencias y trayectorias mediante procesos miméticos y meméticos. Las personas no reproducen íntegramente los comportamientos de generaciones pasadas, pero si los recrea, los adapta. Un sujeto no necesariamente se acopla al programa narrativo más cercano, pero en definitiva está siguiendo alguno ya existente con el que de una u otra forma ha tenido contacto a lo largo de su vida.
En el caso del Rock es posible identificar el origen de los gustos en géneros, letras e intérpretes, así como sus consecuencias, sus efectos y su impacto en la configuración de redes y colectividades. Una vez que se ha conseguido observar cuáles relaciones sociales han promovido y provocado determinadas circunstancias y condiciones a lo largo del tiempo y espacio, es posible ver la vida social como causas y consecuencias, acciones y reacciones, trayectorias y tendencias, es decir, como una Ingeniería Social.
La Ingeniería en Comunicación Social observa dos dimensiones: la macrosocial y la microsocial. La dimensión macrosocial hace referencia a las interacciones que se producen y reproducen al nivel de las políticas públicas, la industria musical, el mercado, el mainstream; la segunda a las relaciones interpersonales, las interacciones individuales, a la intimidad de los artistas como parte de una sociedad y no como una oferta cultural; pero también a los fans, los consumidores como miembros de un sector social y lo que han hecho con el Rock.
Rock y Construcción de Cultura de Participación
El Rock es un fenómeno de participación, así requiere ser visto, como una manifestación de la Construcción de Cultura de Participación. La relación entre la música y la participación es un fenómeno que se presenta todos los días, las personas se asocian en grupos afines a sus gustos musicales; en caso concreto del Rock, este promovió el empoderamiento de individuos en sus localidades, formaron comunidades con las que se identificaron y dieron forma a sus vidas. A finales de los años sesenta, en Estados Unidos, en medio de una crisis social producto de otra guerra, el Rock posibilitó una nueva forma de manifestarse y de organizarse para incidir en las políticas públicas y las condiciones de los jóvenes de ese tiempo. La cualidad de empoderamiento que el Rock ha promovido es distinta en cada época y en cada lugar, según las condiciones específicas que le contextualizan, al respecto Bobes (1999) afirma que la participación
asume vías y prácticas diferentes porque no se hace lo mismo cuando se participa en política que cuando se hace en la ejecución de proyectos de desarrollo, políticas sociales o en movimientos ciudadanos (100).
Para García y Dueñas (2012) la Cultura de Participación es un acto individual con efecto colectivo, que se vuelve necesaria para construir o transformar a la comunidad; es posible considerar que fenómenos culturales como el Rock permitan articular personas, procesos y movimientos sociales. El principal motivo de la participación es la satisfacción de necesidades, afirma Oraisón (2013), y cíclicamente el mantenimiento de las condiciones para su reproducción se consigue mediante la participación de los sujetos en un sistema de intercambio y cooperación.
Algunos procesos de participación activa se consiguen cuando el detonador sugiere un sentido de identidad y de pertenencia que promueve la voluntad para integrarse a un grupo; su incorporación activa con solidaridad y colaboración dependerá de qué tanto perciban que forman parte de algo hecho por ellos y para ellos, como en el caso Rock. El proceso de participación puede tener finalidades diversas, según el objetivo y la intención de quienes forman parte de ella y de las relaciones de poder que se establecen, las asociaciones por afinidad musical suelen tener objetivos emancipadores, su dinámica asume acciones orientadas a lograr procesos de autogestión para satisfacer necesidades particulares y colectivas.
La Cultura de Participación es importante para cualquier proceso de construcción social (García 2014, 2015; García y Dueñas 2012) y debe ser entendida como un fenómeno cotidiano, donde cada persona forma parte de un proceso en el que considera puede sacar algún beneficio, a veces de manera entusiasta y en otras no tanto, en ocasiones de manera voluntaria y en casos concretos de forma coaccionada.
El Rock pasó de ser un mero proceso de consumo cultural a un movimiento social porque un considerable grupo de personas por cada generación encontraron en su expresión un vehículo para hacerse presentes en medio de una sociedad que los invisibilizaba, un conducto para un tipo de participación activa y productiva, cuyo resultado planteaba, por lo menos en los ideales, una intervención social transformadora; una intervención desde la participación que en términos de Carballeda (2006), para ser efectiva, debiera atender las problemáticas sociales complejas, distendiendo relaciones de desigualdad mediante el fortalecimiento del diálogo, el equilibrio entre intereses de todas las partes, la estimulación de la voluntad y el compromiso, el fortalecimiento de la autonomía, el intercambio y la inclusión social. Se trata de una intervención que tomó formas variadas.
Cualquier proceso de Ingeniería Social tiene una fase de construcción de Cultura de Participación y todo proceso de construcción de Cultura de Participación es mediada por la Ingeniería en Comunicación Social. Bajo esa mirada la participación no es un fenómeno aislado, ni determinado, sino un proceso en permanente construcción, el papel del ingeniero social consiste en observar cuándo es conveniente para este proceso la intervención para mantener algo como está, modificarlo parcialmente, o transformarlo completamente, en cualquier caso se requiere de una estrategia específica y de una inversión de energía determinada. La Construcción de Cultura de Participación dependerá de cada espacio y momento en que tenga lugar, dependerá de los Sistemas de Información y Comunicación que la promueven, es decir de la Ingeniería Social operante.
Consideracionesfinales
Aunque existen variadas propuestas para aproximarse al estudio del Rock, es indispensable tomar en cuenta que éste no es un fenómeno monolítico, con características uniformes y fácilmente delineables. El Rock es un fenómeno socio-cultural de múltiples aristas que implica un abordaje integral. A continuación se resumen algunas premisas que han marcado la perspectiva de la Ingeniería en Comunicación Social en los estudios del Rock:
a) El fenómeno del Rock es un sistema complejo. Y lo es porque al estudiarlo no se debe ignorar que existen una cantidad importante de interrelaciones con otros fenómenos sociales, culturales, económicos y políticos que lo determinan y lo mantienen presente en el imaginario colectivo. El Rock como sistema complejo implica ver la totalidad y delimitar sin recortes mutilantes, pero con precisión práctica; acotar para el estudio considerando que en la acción será necesario integrar nuevamente al todo;
b) Requiere de una investigación interdisciplinaria. Un pensamiento complejo para una realidad compleja conduce a un conocimiento interdisciplinario, un abordaje interdisciplinar que no pretenda aislar a unos objetos de otros y que si permita observar los diversos factores y dimensiones de la realidad. Afortunadamente el estudio de la música popular está cada vez más presente en la academia, aunque falta camino por recorrer. La investigación interdisciplinaria entendida como un proceso permanente, integral, dialéctico y dialógico, puede llegar a ser un ejercicio cuyos resultados no han de observarse inmediatamente, pero con enormes beneficios;
c) Involucra una delimitación precisa como objeto de estudio. Los objetos de estudio son recortes de la realidad ajustados a un tiempo y espacio específicos, que facilitan la apreciación de una totalidad interdependiente. En cada recorte se observan acciones concretas realizadas por determinados sujetos en dicho contexto. Tanto la delimitación como el análisis son arbitrarios, y dependen del objetivo y la pregunta que se plantea un investigador o algún curioso. Un objeto de estudio se constituye de acciones, actores, espacio y tiempo.
En ese sentido, lo que se asume como realidad ahora no es lo mismo que hace años, en diversas áreas de conocimiento ya no sólo se habla de una realidad, sino de varias, cada uno interpreta su contexto y construye su explicación del mundo. Por ello en los estudios del Rock se ha divido en tres grandes bloques de análisis a partir de la motivación del interesado: Estéticas del Rock, Culturas del Rock y Siglos del Rock, que como su nombre lo expone, se trata de focalizar la atención en la experiencia estética, en la construcción de las ofertas culturales o bien en las relaciones causa – efecto del rock en cada espacio y tiempo en que ocurrieron las diferentes expresiones que ha tenido el género musical, por supuesto, sin dejar de atender el resto de los aspectos.
d) Requiere de una intervención que sólo la Ingeniería en Comunicación Social puede dar. El Rock es un sistema de la vida cotidiana que lo mismo articula que desarticula, que tiende al orden como al conflicto, y puede ser estudiado como un fenómeno social al cual se le puede intervenir desde lo estrictamente descriptivo hasta lo abiertamente enactivo. Es la Ingeniería en Comunicación Social del Rock.
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Notas
Notas de autor