Artículos
Recepción: 07 Diciembre 2022
Aprobación: 02 Junio 2023
Resumen: La dinámica de la desinformación en la contemporaneidad es objeto de análisis desde distintas áreas del conocimiento. Este trabajo discute teóricamente los lazos sociales y políticos de la desinformación que circula en las redes sociales, teniendo como fundamentos la concepción lacaniana del sujeto y su teoría de los discursos. Desde ahí, preguntamos: ¿cómo se caracteriza el lazo social de la desinformación en la política? Nuestro objetivo es dibujar la configuración las matrices de análisis para entender el lazo social construido entre personas en este ámbito de la experiencia humana. Tratase de un ejercicio teórico con encuadre en la producción de Lacan y de estudios vinculados a la misma tradición con enfoque en el análisis social y político. En un primer momento, caracterizamos el sujeto según la teoría lacaniana, destacando su impacto teórico en la corriente pos-estruturalista y estableciendo su conexión con lo político. Luego definimos la desinformación y su relación con la realidad política contemporánea y, finalmente, proponemos la formulación de tres discursos que definen el lazo social de la desinformación en las redes sociales, los cuales son el discurso del supuesto universitario, el supuesto analista y del capitalismo.
Palabras clave: Comunicación, política, desinformación, lazo social, Lacan.
Abstract: The dynamics of disinformation in present times is the subject of analysis from different areas of knowledge. This paper discusses theoretically the social and political bonds of disinformation circulating in social media, having as foundations the Lacanian conception of the subject and his theory of discourses. In this perspective, we ask: how is the social bond of disinformation characterized in politics? Our objective is to draw the configuration of the analysis matrices to understand the social bond built between people in this field of human experience. This is a theoretical exercise framed in Lacan's production and studies linked to the same tradition with a focus on social and political analysis. First, we characterize the subject according to Lacanian theory, highlighting its theoretical impact on the post-structuralist current and establishing its connection with the political. Then we define disinformation and its relationship with contemporary political reality and, finally, we propose the formulation of three discourses that define the social link of disinformation in social networks, which are the discourse of the supposed university student, the supposed analyst and capitalism.
Keywords: Communication, politics, misinformation, social bond, Lacan.
Introducción
En este artículo reflexionamos sobre la dinámica de la desinformación en la construcción de lazos sociales y políticos teniendo como fundamentos la concepción lacaniana del sujeto y su teoría de los discursos. Partimos de las premisas de que el sujeto está barrado y alienado y lo real es una experiencia incompleta. Para muchos autores (Stavrakakis, 2007, p. 33) es la base de una teoría sociopolítica lacaniana. Como escribe Stavrakakis, un “sujeto que al estar esencialmente dividido y alienado se convierte en el locus de una identidad imposible, el lugar donde tiene lugar toda una política de identificación” (Stavrakakis, 2002, p. 13).
Desde ahí, preguntamos: ¿cómo se caracteriza el lazo social de la desinformación en la política? Asumimos su especificidad en relación a los otros lazos propuestos por Lacan – los discursos del amo, del universitario, del analista y de la histérica – aunque no descartamos sus vías de articulación y complementariedad.
Tandoc, Lim, & Ling (2020, p. 2) indican que los estudios sobre la desinformación y las noticias falsas se han centrado en su efecto en los resultados electorales, en su potencial de establecer la agenda de los principales medios de comunicación, en cómo los usuarios de los medios sociales verifican la información y en cuán eficaces son las iniciativas para su corrección. Señalan también la rápida expansión de la literatura sobre las fake news que se ha ocupado de su impacto, consecuencias y soluciones.
La difusión masiva y deliberada de la desinformación en el formato de noticias falsas y tendenciosas es parte de la estrategia de propaganda política. La discusión académica sobre sus efectos trata de la difusión masiva y estratégica de las fake news y las consecuencias para procesos sociales (Calvillo & Parong, 2016; Chan et al., 2017) y políticos (Allcott et al., 2019; Kušen & Strembeck, 2018; Shin et al., 2018). Los cuestionamientos sobre su influencia en esos procesos han crecido a la medida en que se observa la práctica deliberada de su producción y difusión por parte de agentes políticos y de responsables por políticas públicas en países de todo el mundo.
Desde otra perspectiva, nuestro cuestionamiento busca entender los lazos sociales y políticos en juego construidos en torno de la desinformación en las redes sociales. Percibimos la desinformación como un elemento de representación ideológica, de identificación política. En términos lacanianos, en este texto, nuestro objetivo es dibujar la configuración de los lazos sociales del discurso de la desinformación.
Por lo tanto, enfocamos los lazos que se establecen entre personas con base al contenido desinformativo publicado y compartido en las redes sociales. Tratase de un ejercicio teórico con encuadre en la producción de Lacan y de estudios vinculados a la misma tradición con enfoque en el análisis social.
En un primer momento, caracterizamos el sujeto según la teoría lacaniana, destacando su impacto teórico en la corriente pos-estruturalista y estableciendo su conexión con lo político. En el apartado que sigue, definimos la desinformación y su relación con la realidad política contemporánea. Al final, proponemos la configuración de tres discursos que definen el lazo social de la desinformación en las redes sociales, los cuales son el discurso del supuesto universitario, el supuesto analista y del capitalismo.
El sujeto lacaniano y lo político
Empezamos por definir el sujeto dentro la teoría lacaniana. Este sujeto dividido, alienado que es el lugar de una identidad imposible. Para Lacan, el sujeto no se reduce al ego. Esta definición aparece en el texto sobre el período del “estadio del espejo”, cuando Lacan define el ego como una sedimentación de imágenes idealizadas que dan unidad e identidad al sujeto.
Antes de esta fase el yo como tal, como un todo unificado, no existe. En el estadio del espejo, durante el período que va del sexto al decimoctavo mes de vida del niño, la fragmentación que experimenta el niño se transforma en una afirmación de su unidad corporal a través de la asunción de su imagen en el espejo. Así es como el bebé adquiere su primer sentido de unidad e identidad, una identidad imaginaria espacial. (Stavrakakis, 2002, p. 17, traducción mía)
El ego entonces no es la esencia del sujeto como era para Freud. Para Lacan, el sujeto está dividido y esta escisión es constitutiva de la subjetividad. En el estadio del espejo, el bebé tiene la primera imagen de su totalidad, una imagen que sólo es posible en el otro, en la imagen de si que reconoce en el espejo. En este sentido, el ego es el alter-ego. El sujeto extrapola el ego, “somos originalmente un conjunto incipiente de deseos y la síntesis inicial del ego es esencialmente un alter ego, está alienada” (Stavrakakis, 2002, p. 18, traducción mía).
Esta alienación configura una relación de hiancia entre el niño y su imagen en el espejo. El intento de dar unidad a esa imagen siempre es un fracaso, “ la anticipación de la síntesis, nunca puede eliminar la incoordinación real del cuerpo del niño, nunca puede borrar el carácter externo y alienante de su propio fundamento. Esta ambigüedad no se resuelve nunca” (Stavrakakis, 2007, p. 40). La ambigüedad es constitutiva de este imaginario, es esta búsqueda del sujeto por la autounificación teniendo como fundamento algo externo. Esta unidad pretendida o su necesidad de autocompletud teniendo como base el externo expone una relación de poder entre el sujeto y su imagen. Para Stavrakakis (2007, pp. 40–41), esta relación de poder en lo imaginario es la primera fuente de agresividad en el ámbito humano. En este sentido, desde lo imaginario el equilibrio en relación al otro es fundamentalmente inestable.
En este sentido, opera lo simbólico en el campo de la representación como única alternativa para el sujeto adquirir una identidad estable. El nivel simbólico es una red lingüística ya establecida previamente al estadio del espejo y no se desvincula de lo imaginario. Ambos operan en simultáneo aunque lo simbólico sea predominante para Lacan: si el ego emerge en lo imaginario, el sujeto emerge en lo simbólico (Stavrakakis, 2007, p. 42). En el nivel de lo simbólico el sujeto se somete a las leyes de la lengua y espera a través de ella ganar una representación en el mundo de las palabras. Lo simbólico le provee de una forma en la que se inserta el sujeto. Sin embargo, este sujeto que busca la completud y la estabilidad en el mundo de las palabras es definido por la falta. Para Stavrakakis (2007, p. 43), esta falta es el trazo del acto de poder ya en la formación de la subjetividad, condicionando estados psíquicos.
La falta también es la raíz de lo elemento político de la teoría de Lacan. Si el sujeto sólo puede existir en las leyes de lo simbólico, él se convierte en un “efecto del significante” (Stavrakakis, 2007, p. 43). De este modo, la relación de poder y de subordinación está condicionando la posibilidad de la constitución de la subjetividad. Entonces, la falta, la necesidad de completud y la alienación son constitutivas de lo imaginario y de lo simbólico.
El sujeto está condenado a simbolizar a fin de constituirse a sí mismo/a como tal, pero esta simbolización no puede capturar la totalidad y singularidad del cuerpo real, el circuito cerrado de las pulsiones. La simbolización, es decir, la búsqueda de la identidad en sí misma, introduce la falta y hace finalmente imposible la identidad. (Stavrakakis, 2007, p. 55)
Entonces, la alienación en lo imaginario y lo simbólico producen identidades fallidas, o como lo define Stavrakakis (2007, p. 55) “un juego entre identificaciones y su fracaso, un juego profundamente político”. La identidad – entendida como la sustancia – y la identificación – entendida como el proceso – son constitutivas de la relación del sujeto con la política. “Debido a que los objetos de identificación en la vida adulta incluyen a las ideologías políticas y a otros objetos socialmente construidos, el proceso de identificación se revela como constitutivo de la vida sociopolítica.” (Stavrakakis, 2007, p. 56)
Mas allá de la identificación, lo político dentro de la perspectiva lacaniana tiene una relación con lo real. Es una modalidad de experiencia de lo real. Sin embargo, no es lo real; lo político es la forma dominante de emergencia de lo real en el ámbito socio-objetivo de la experiencia. Stavrakakis (2007, pp. 81–82) recurre a Fink (1995) para explicar la relación entre lo real y el sujeto. Fink divide lo real entre una instancia presimbólica (real1) y una instancia de lo real que aflora con la introducción de lo simbólico (real2).
El primer real, que no es accesible en tanto tal, sufre una simbolización progresiva en la vida del niño sin llegar nunca a ser totalmente absorbido por lo simbólico. Siempre queda un resto que no puede ser simbolizado y que persiste a lo largo de lo simbólico. Si bien es ese real "primitivo" el que constituye el epicentro de todas nuestras construcciones simbólicas, si bien es la búsqueda de ese real inaccesible lo que motiva nuestro deseo, es imposible decir nada acerca de él; de hecho, este real es "nuestra propia hipótesis" (Fink, 1995, p. 28), una hipótesis fundada en la evaluación cuidadosa del juego entre la simbolización y su fracaso: si la simbolización nunca es total, en consecuencia siempre debe escapársele algo. (Stavrakakis, 2007, pp. 81–82)
Por lo tanto, podemos establecer una relación entre lo político con lo real y de la política con la realidad política. Lo político emerge en la incapacidad de representación completa de lo real en las estructuras que componen la sociedad. La política y la realidad política son de orden de lo simbólico, la política es representada por un conjunto de prácticas e instituciones las cuales componen un sistema, una realidad política. En suma, la política es lo político posible e imposible, o sea, es lo político que emerge en lo simbólico y lo político que no emerge pero que la sostiene como fantasía.
La construcción de la realidad política puede ser entendida desde los mecanismos de metonimia y metáfora, los Points de Capiton y los significantes vacíos. La metonimia y la metáfora son propiedades de las cadenas significantes, que son cadenas lingüísticas formadas por la relación entre significantes en la producción de significación. Para Lacan, la significación es determinada por el significante, estando el significado inaccesible. “ La significación nunca indica lo real per se, sino que siempre vuelve a remitir a otra significación.” (Stavrakakis, 2007, p. 94)
Las dos propiedades son clave para la producción de sentido y la articulación de nuevos significados. Lacan las define como efectos del significante (Lacan, 1998). La metonimia es una propiedad de concatenación en que opera la combinación entre los términos o palabras. La metáfora es una propiedad de diferenciación en que ocurre la sustitución de los términos o palabras. El mecanismo de la metáfora y de la metonimia será explicado y ejemplificado por la lógica de la desinformación en el próximo apartado.
Los points de capiton son los puntos o nudos en que significado y significante están atados. Esos puntos se caracterizan por el poder de resistencia de sus significados y por su capacidad de dar forma a la estructura social. Por analogía con los botones de tapicería, los points de capiton son los nudos que, cosidos al tejido, le dan cierta forma, impidiendo que el relleno se mueva por todas partes. (Lacan, 2006, p. 508). En la estructura social, si “estos puntos están demasiado firmemente implantados pueden llevar al individuo a la desesperación y al autosacrificio, pero si son demasiado escasos o están demasiado sueltos le amenazan con la locura” (Bowie, 1991, p. 74, traducción mía). De todos modos son importantes en la construcción y coherencia de una colectividad u objetividad sociopolítica (Stavrakakis, 2007).
Los vacíos significantes emergen de la extrapolación significante de los points de capiton. O sea, el point de capiton tiene su significante vaciado cuando asume una función que extrapola su concretud para ser capaz de representar una imaginada completud y de articular una amplitud de significantes heterogéneos (Stavrakakis, 2007).
La realidad política y la desinformación
En los últimos años, acompañamos la emergencia de la desinformación y de las fake news en el debate público. La desinformación ascendió como un componente de la realidad política. Autores han indicado su influencia en la toma de decisiones por parte de la población, señalando también los riesgos de su repercusión para las instituciones democráticas (Bennett & Livingston, 2018; Bronstein et al., 2019).
A pesar de tener una larga trayectoria (Tandoc et al., 2018), en las recientes teorizaciones, el término fake news es utilizado para referirse a la información falsa diseñada para que se parezca a una noticia con el objetivo deliberado de engañar (Tandoc et al., 2020, p. 3, traducción mía). A su vez, el concepto de desinformación se refiere a la información falsa elaborada deliberadamente para engañar (Shin et al., 2018, p. 4) y que puede presentarse de distintos modos. Evidenciando la diferencia entre los dos términos, se entiende que las fake news son una forma de desinformación que imita noticias en sus aspectos estilístico (gráfico, textual y de formato) y de sensaciones.
Pensemos la desinformación como un elemento de la realidad política. La desinformación, como una práctica comunicacional, es parte del juego de identificaciones en los niveles imaginario y simbólico, es parte constitutiva de las ideologías políticas y de la vida sociopolítica de nuestros tiempos y de tiempos anteriores. Siendo parte de la realidad política, se construye a partir de lo simbólico, por lo tanto, es una de sus formas de expresión y de representación de lo real y lo político en su incompletud. Este proceso de construcción de la realidad política se explica por los mecanismos de metonimia y metáfora, los Points de Capiton y los significantes vacíos. Acá señalamos esos mecanismos que contribuyen para el análisis político desde la teoría lacaniana. Son ellos: (1) la lógica de diferenciación y equivalencia por la metáfora y la metonimia y (2) la dinámica de los Points de Capiton y los significantes vacíos, (3) el soporte fantasmático.
La lógica de la diferenciación y de la equivalencia influencian en la construcción de espacios políticos. La dinámica entre esas dos lógicas en la constitución de identidades políticas está expresa en Laclau (2005) cuando formula a partir de las categorías de hegemonía y de significantes vacíos. Stavrakakis (2007) establece una relación entre la lógica de equivalencia y diferenciación para la constitución de identidades políticas, presente en la obra de Laclau (2005; 1987), con la producción de sentido metafórica y metonímica para el análisis político según la teoría lacaniana.
La metáfora y la metonimia son principios discursivos que gobiernan la constitución de esos espacios (Stavrakakis, 2007, p. 117). Ilustramos esos dos principios en su relación con la desinformación y cómo ella es propagada en la estructura algorítmica de las redes sociales a través de los conceptos: atención selectiva, activación en cascada y elementos de encuadre (Calvo & Aruguete, 2020, p. 9). Cada uno de ellos moviliza prioritariamente uno de esos principios discursivos.
Vistos en conjunto, la atención selectiva filtra el tipo de información que recibimos, la activación en cascada comunica contenidos con los que acordamos y los elementos de encuadre conjugan una interpretación del evento mediático que apoya o disputa la intención comunicativa de cada grupo. (Calvo & Aruguete, 2020, p. 10)
El proceso de atención selectiva es el responsable por la constitución de las burbujas que actúan como filtros de los usuarios y contenidos a que seguimos en las redes sociales. O sea, “ la interpretación de eventos del mundo que validan nuestras creencias requiere que estemos preactivados para incorporar de manera selectiva información con la que acordamos y descartar evidencia que no se ajusta a nuestros prejuicios” (Calvo & Aruguete, 2020, p. 9). En este proceso actúan la metáfora (diferenciación) y la metonimia (equivalencia), considerando que la desinformación o el contenido compartido en las redes sociales condiciona espacios políticos distintos. Por ejemplo, si soy votante de la izquierda, la atención selectiva, me direcciona a diferenciarme y distanciarme de los contenidos de la derecha y acercarme de la información que confirma mi identificación como de izquierda.
Como ya estamos sesgados a un determinado alineamiento de contenido, la activación en cascada y los elementos de encuadre movilizan más el mecanismo metonímico que el metafórico – aunque esté presente considerando la diferenciación algorítmica previa del contenido. Cuando compartimos en nuestras pantallas el contenido con que acordamos simultáneamente los habilitamos para que sean vistos y leídos por amigos y conocidos que comparten del mismo punto de vista. Por otro lado, el contenido que nos llega en nuestros feeds o muros de las redes sociales ya condicionado a esos alineamientos previos.
Muy brevemente, los points de capiton son los puntos comunes de referencia. Son los puntos nodales en torno de los cuales se organizan las ideologías y se apoyan las masas en un imaginario de colectividad. Pueden ser los líderes populares y también grandes ideales. “ Es el point de capiton entonces lo que crea la unidad.” (Stavrakakis, 2007, p. 120)
En la lógica de la propagación de la desinformación en las redes sociales, podemos ejemplificar la influencia de los points de capiton en la conformación de grupos de apoyo a un personaje o ideal político. En este sentido, está en juego “ la fijación de una construcción discursiva dada, la inclusión en su cadena significante de un conjunto de significantes especialmente privilegiados” (Stavrakakis, 2007, p. 122). Por otro lado, esa conformación parte de una previa exclusión, o sea, de la delimitación de la cadena significante del grupo extraño, del adversario político. Esos significantes de inclusión y de exclusión son significantes vacíos, porque presuponen la construcción de vacíos que eliminen la heterogeneidad que integra y separa los grupos.
En las redes sociales, los grandes influenciadores – en gran parte de los casos, usuarios con números de seguidores – siendo políticos, periodistas, celebridades, religiosos, artistas, jugadores de fútbol, entre otros operan con la función de points de capiton y de significantes vacíos. Cómo explican Calvo y Aruguete,
Las fake news no son encuadres informativos destinados a convencer a los lectores, tampoco la representación de una disonancia cognitiva a la que evitamos someternos. Buscan mirar a la cara al oponente y escupir información que lo indigne, lo agravie y lo rebaje. No importa si esas fake news son desmentidas algunos minutos, horas o días más tarde. De hecho, su intención no es durar, sino lastimar. No conforman una estrategia informativa, sino un acto de bullying destinado a activar, movilizar y confrontar. (Calvo & Aruguete, 2020, p. 42)
Los mecanismos metafóricos y metonímicos, junto de los points de capiton y de los significantes vacíos, tienen el soporte de la fantasía – el soporte fantasmático – en la construcción simbólica de una realidad política. La fantasía es responsable por hacer deseables los líderes e ideales. “Todos los proyectos políticos de reconstituir la sociedad como conjunto bien ordenado y armonioso apuntan a este objeto imposible, que reduce la utopía a una pantalla fantasmática.” (Stavrakakis, 2007, p. 125) Son utopías que nunca se confirman y un modelo de sociedad que nunca se completa, que está en constante reformulación.
La teoría lacaniana de los discursos y el lazo social de la desinformación
La teoría de los discursos aparece en la obra de Lacan en los Seminarios XVI (Lacan, 2008) y XVII (Lacan, 1992). Hay menciones de elementos que componen esta teoría en otros textos como el Seminario XX (Lacan, 1985) y La tercera (Lacan, 2009). En este apartado, el encuadre teórico está compuesto de esos textos, a pesar de entender que los elementos de la teoría de los discursos de Lacan resultan de construcciones previas y repercuten en reflexiones posteriores.
“Cuatro lugares y cuatro elementos y una vectorización.” (Álvarez, 2006, p. 85) Así se resume la teoría de los discursos de Lacan. Mejor dicho, así se resume la estructura y la dinámica de los discursos del amo, de la histérica, del psicoanalista, de la universidad y del capitalismo.
La figura 1 es una representación gráfica de los lugares y sus definiciones según Lacan. El lugar de la izquierda arriba es el lugar del agente o de la apariencia, el de la derecha arriba es el lugar del otro o del trabajo o del goce. En la parte de abajo, a la derecha está el producto o el plus de goce y a la izquierda es el lugar de la verdad.
Lacan propone cuatro términos que se relacionan entre sí siempre en este orden S1, S2, a y $. S1 es el significante amo. El S2 es el saber. El a es objeto a como plus de goce. El $ es el sujeto barrado. Esos términos pueden ocupar distintos lugares en los matemas representativos de los discursos, pero deben seguir el mismo orden. De modo que la posición de uno de los términos determina la disposición de los otros y la estructura de relaciones dispuestas configura distintos modelos de discurso. Hay dos operaciones que dan dinámica a esos elementos: (1) un cuarto de vuelta, en que los elementos corren un lugar hacia delante o para atrás y (2) reverso, que es un giro completo.
La vectorización de los matemas define la lectura de las relaciones entre los elementos y los lugares que ocupan en cada tipo de discurso. En los textos de Lacan aparece de dos formas (Figura 2). En los dos modos las tres flechas más externas al diagrama apuntan hacia una misma dirección – de manera que nunca confluyen a un mismo vértice – en cuanto que las flechas cruzadas y las dos barras indican una desconexión entre el lugar del producto o plus de goce con el lugar de la verdad.
La articulación entre elementos, lugares y vectorización compone la representación gráfica de los matemas de Lacan, los cuales simbolizan las definiciones de los distintos discursos propuestos por el autor, siendo los cuatro discursos principales: el discurso del amo, del universitario, de la histérica y del analista (Figura 3). Esos cuatro discursos definen el abordaje de Lacan a los fenómenos sociales. Para Lacan, el concepto de discurso puede prescindir de las palabras, o del texto. En la comprensión del autor, la noción de discurso debe ser tomada como lazo social, fundado en el lenguaje (Lacan, 1985, p. 28).
El discurso del amo tiene en el lugar de agente el S1, o sea, la esencia del amo se apoya en el significante dominante. El S2 ocupa el lugar del otro. Es el saber del esclavo, que es demandado por el amo por su saber hacer con el objetivo de que su demanda sea atendida. En este caso, el saber del esclavo es un saber hacer. Y el amo no está interesado en saber, está interesado en que algo se haga, se cumpla.
Siguiendo la dinámica propuesta por Lacan, si damos un cuarto de vuelta en los elementos que definen los matemas, tenemos la fórmula del discurso de la histérica. “En el discurso de la histérica se trata de un $ que se dirige a un amo, orientado por el deseo de saber, por lo que Lacan caracteriza a la histérica como industriosa, trabajadora, que quiere hacer hombres.” (Álvarez, 2006, p. 99)
Un movimiento más de los elementos y tenemos el discurso del analista. En este discurso el objeto a es el agente del discurso, el sujeto dividido asume el lugar del otro, el S1 es el producto y el saber ocupa el lugar de la verdad. Mejor dicho, “escribimos a, como causa del deseo, agente del discurso que se dirige a un sujeto dividido $, y como resultado de esta operación hay producción de significantes S1 y un efecto de saber S2 sobre la verdad” (Álvarez, 2006, p. 101).
Finalmente, el discurso del universitario, que tiene el todo-saber como agente de la ecuación. El a en el lugar del otro caracteriza la posición del estudiante y el $ en la posición de producto supone a pretensión de un sujeto pensante. El significante amo está en la posición de verdad.
Otro matema importante es del discurso del capitalismo (Figura 4) en que hay una inversión en las posiciones de agente y verdad del discurso del amo. En este discurso no opera la disyunción de imposibilidad entre agente y otro, ni la disyunción de impotencia entre producto y verdad. El $ asume protagonismo frente al S1 y la limitación al goce desaparece.
Las discusiones anteriores sobre el sujeto, lo político, la política, la desinformación y la dinámica de los discursos según Lacan son los fundamentos del análisis que hacemos sobre los lazos de las redes sociales, en específico, del contenido desinformativo. Quizás mejor sería trabajar con la expresión des/información, porque estamos tratando de lazos establecidos por prácticas comunicacionales, en el nivel de lo simbólico, de lo que es aparente y representado. Estamos trabajando también con la dinámica de la falta en el sujeto y en el objeto, teniendo en cuenta los mecanismos de equivalencia y diferenciación, las estrategias de exclusión e inclusión en acción por los points de capiton y los significantes vacíos.
La des/información o la información barrada es parte de la vida política construida en sociedad. Aunque no sea un fenómeno enteramente nuevo, el ambiente de las redes sociales se inscribe en un proceso histórico social contemporáneo en que el potencial informativo promete un alcance sin precedentes en la historia humana. En este contexto, la pregunta que hacemos es, en términos lacanianos, ¿cuál es la configuración de los lazos sociales del discurso de la des/información o la información barrada?
En este sentido, identificamos tres funciones principales del discurso de la des/información, las cuales tienen la función de: supuesto/aparente conocimiento, supuesto/aparente estado emocional y mercado. El supuesto conocimiento tiene que ver con los mensajes y el contenido compartido. Sean textos de Facebook, los contados caracteres de Twitter, los pasos de danza de TikTok y los stories, reels, fotos y demás videos de Instagram – para enumerar apenas algunas de las principales plataformas. El supuesto emocional está relacionado con la inversión sentimental, siendo la representación de deseos y necesidades y los ámbitos de expresión previstos por las distintas plataformas (botones de compartir, me gusta, corazones, palmas entre otros). Son los espacios de reacción previstos en que los sujetos se manifiestan emocionalmente. La dimensión mercadológica es explícita en los anuncios, en la estructura algorítmica y demás materiales promocionados por las plataformas.
Ahora bien, desde esas tres funciones dibujamos tres matemas-resumen (Figura 5) que definen los lazos sociales de la desinformación en las redes sociales. Esos matemas no respetan el orden dispuesto por Lacan en la elaboración de los matemas originales, pero sí mantienen la vectorización, los lugares y los elementos. Son ellos:
El matema número I de la Figura 5, en el ámbito del conocimiento, es el discurso del supuesto conocimiento o aparente universitario. El S1 toma la forma de un significante empoderado en términos de la información o contenido que comparte. El S2, como significante de saber y de lo que no se sabe, está en el lugar de la verdad, lo cual no tiene conexión con el lugar del agente. El objeto a y el $ están dispuestos en los mismos lugares que configurarían el discurso del universitario según Lacan. Entonces, el supuesto conocimiento se caracteriza por una inversión de los roles del agente y de la verdad del discurso del universitario y eso es lo que le da la definición de supuesto o aparente.
En lógica similar, el discurso del supuesto emocional o aparente analista es una inversión de las posiciones de agente y verdad del discurso del analista dibujado por Lacan en el Seminario XVII (Lacan, 1992). Por fin, el matema III es el mismo del discurso del capitalismo de la teoría de Lacan sin inversiones o modificaciones.
En suma, el lazo social de la desinformación en las redes sociales es constituido por la articulación entre tres discursos: del supuesto universitario, del supuesto analista y el del capitalismo. A partir de eso, construimos una perspectiva de análisis de este fenómeno en referencia a la teoría política social fundamentada en Lacan y las formulaciones de autores en trabajos posteriores.
Conclusiones
En este artículo, reflexionamos sobre el aporte de la teoría social política lacaniana para el análisis de la desinformación en las redes sociales. Desde el enfoque en algunos conceptos principales elaborados por Lacan, trazamos la conexión entre su definición del sujeto y la vida política, teniendo como componente de análisis la desinformación en el ambiente de las redes sociales. En esta vía, encontramos puntos de articulación entre los mecanismos analíticos del análisis sociopolítico basado en la producción de Lacan – metáfora, metonimia, points de capiton, significantes vacíos – con el análisis sociológico y comunicacional. Desde este lugar de observación, fue posible dislocar conceptos como lo de desinformación y a partir de esto construir matrices específicas de análisis para entender la realidad política desde los lazos establecidos entre personas en las plataformas de relaciones sociales digitales a través del contenido des/informativo creado y compartido, componiendo una dimensión más de análisis de su impacto social y político. Entendemos que algunos de los conceptos centrales de la teoría lacaniana – goce, real, objeto, entre otros – no están presentes en este texto, pero aportarían al análisis como percibimos en la lectura de otros estudios de temática similar (Blanco & Sánchez, 2017; Castro, 2013, 2016; Miranda & Caldas, 2021; Paz, 2017).
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Notas de autor
Áreas de investigación o interés: Comunicación, Política y Medios.
Afiliación institucional actual: Departamento de Ciências da Comunicação, Universidade Federal de Santa Maria, RS, Brasil, Escuela de Política y Gobierno, Universidad Nacional de San Martín, Buenos Aires, Argentina.
Dirección postal: Av. Roraima, 1000. Santa Maria, Rio Grande do Sul, Brasil. Código postal: 97105-900
Dirección electrónica: lucas.durr@gmail.com
Teléfonos: +55 55 997202063
Fecha de nacimiento: 18/08/1983.
Fecha de envío del artículo: 07/12/2022
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9719-7772
Información adicional
redalyc-journal-id: 3239