Revisiones
Violencia filio –parental: Una revisión sistemática de la literatura
Child to-parent-aggression: A systematic review of the literature.
Violencia filio –parental: Una revisión sistemática de la literatura
Revista Argentina de Ciencias del Comportamiento, vol. 14, núm. 2, pp. 13-46, 2022
Universidad Nacional de Córdoba

Recepción: 20 Julio 2020
Aprobación: 10 Febrero 2021
Resumen: La Violencia Filio-Parental (VFP) puede ser descrita como comportamientos agresivos que dirige un niño/adolescente hacia sus cuidadores. La literatura que ha abordado la VFP evidencia divergencias respecto a su conceptualización, a las variables asociadas, y la utilización de distintas aproximaciones metodológicas. Con el propósito de responder a esta necesidad, el objetivo de este artículo fue realizar una revisión de las investigaciones que han abordado explícitamente la VFP. Mediante la aplicación de un protocolo basado en PRISMA, se identificaron 121 publicaciones en bases de datos WoS, Scopus, Proquest y Scielo, donde finalmente 27 fueron analizados. Los resultados indican una diversidad de conceptualizaciones de VFP. En las variables asociadas, se evidencian factores psicológicos del adolescente, variables contextuales relacionadas con los cuidadores y sociodemográficos. La aproximación metodológica predominante es cuantitativa. Los resultados muestran la necesidad de enriquecer la conceptualización de la VFP y contar con un marco comprensivo para abordar su complejidad.
Palabras clave: violencia filio-parental, agresiones, adolescencia revisión sistemática.
Abstract: Child to-parent-aggression (CPA) can be described as aggressive behaviors directed by a child / adolescent towards their caregivers. The literature that has addressed CPA shows divergences regarding its conceptualization, associated variables, and the use of different methodological approaches. To respond to this need, the objective of this article was to conduct a review of the research that has explicitly addressed CPA. By applying a protocol based on PRISMA, 121 publications were identified in WoS, Scopus, Proquest and Scielo databases, where 27 were finally analyzed. The results indicate a diversity of conceptualizations of CPA. In the associated variables, adolescent psychological factors, contextual variables related to caregivers and sociodemographic are evidenced. The predominant methodological approach is quantitative.The results show the need to enrich the conceptualization of CPA and have a comprehensive framework to address its complexity.
Keywords: child to-parent-aggression, aggression, adolescence, systematic review.
Introducción
Recientemente se ha descrito un tipo de violencia familiar especifico denominado Violencia Filio-Parental (en adelante VFP) (Cottrell & Monk, 2004). A diferencia del maltrato infantil, donde un adulto/cuidador agrede a un niño (Cicchetti & Barnett, 1991) o de la violencia en la pareja/conyugal, donde la agresión se da entre adultos (Rubio, López, Carrasco, & Amor, 2017), en la VFP, los comportamientos agresivos son realizados por niños, niñas y/o adolescentes y dirigidos hacia sus padres o cuidadores (Del Hoyo-Bilbao, Gámez-Guadix, & Calvete, 2017). El estudio de este tipo de violencia es relativamente reciente (Brezina, 1999; Harbin & Madden, 1979), y al compararlo con el abordaje de otros tipos de violencia intrafamiliar, como por ejemplo el maltrato infantil (Cicchetti & Valentino, 2006), no constituye aun un cuerpo homogéneo de conocimiento sobre un fenómeno en particular. Al revisar la literatura empírica se constatan inconsistencias en la conceptualización de la VFP. En algunos casos la VFP se describe como el comportamiento agresivo del adolescente, definiendo el fenómeno a nivel conductual y asociándolo a un solo actor (Cottrell & Monk, 2004). En otros casos se describe la VFP como una “relación” agresiva (Coogan, 2011), resaltando un componente relacional entre el adolescente y el adulto cuidador. En otros casos, se menciona que se trata de un fenómeno que da cuenta de problemas a nivel de relaciones de poder al interior de la familia (Ibabe, Jaureguizar, & Bentler, 2013), sin que estos aspectos sean necesariamente abordados a la hora de medir el constructo. Por otra parte, en los estudios sobre VFP, se observa la consideración de una serie de variables que muestran, de una u otra manera, asociaciones estadísticas con la variable de estudio, como por ejemplo el género, el control de impulsos o el consumo de sustancias, entre otras (Ibabe et al., 2013; Ilabaca & Gaete, 2021; Rico, Rosado, & Cantón-Cortés, 2017), sin necesariamente contar con un marco conceptual que organice la relación entre las variables consideradas de manera comprensiva. Finalmente, se observa que, si bien hay una mayoría de estudios de tipo transversal, la investigación en VFP ha sido abordada desde distintas aproximaciones metodológicas que es importante caracterizar para comprender la manera en que se ha abordado este fenómeno y su alcance. A modo de ejemplo, en algunos estudios se priorizan el reporte de los adultos agredidos (Del Moral Arroyo, Varela Garay, Suárez Relinque, & Muaitu Ochoa, 2015), en otros se considera la voz del adolescente y en otros se focalizan en las concepciones de los profesionales que intervienen en la temática (Del Moral Arroyo, Martínez Ferrer, Suárez Relinque, Ávila Guerrero, & Vera Jimenez, 2015; Loinaz, Andrés-Pueyo, & Pereira, 2017; Orue, Calvete, & Fernández-González, 2021; Schut, Sorenson, & Gelles, 2020). Esta variabilidad en los elementos mencionados dificulta el contar con una percepción global acerca del estado actual en que se encuentra el estudio de la VFP. Dadas las aparentes inconsistencias respecto a la conceptualización de la VFP, la diversidad de variables consideradas en los estudios y su relación con la VFP, las distintas metodologías utilizadas en su investigación, así como la relevancia de contar con un cuerpo de conocimiento que dé cuenta de estos elementos, se considera relevante la realización de una Revisión Sistemática (RS) de la literatura empírica que aborde estas temáticas y permita caracterizar el estado del arte respecto del estudio de la VFP. De esta manera, el presente artículo tiene por objetivo realizar una RS de la literatura sobre la VFP para conocer cómo se describe conceptualmente la VFP, las variables consideradas y las metodologías utilizadas en los estudios empíricos. Se espera así, contar con un cuerpo de información que mejore la comprensión de la VFP y favorezca el desarrollo de futuras investigaciones.
Método
El presente artículo tiene por objetivo realizar una RS de la literatura empírica sobre VFP guiado por las siguientes preguntas: (1) ¿Cómo se describe conceptualmente el fenómeno de la VFP en la literatura empírica? (2) ¿Qué variables se han estudiado en asociación al fenómeno de VFP y los supuestos en los que se basa el estudio de esas relaciones? y (3) ¿Qué aproximación metodológica se ha utilizado para el estudio de este fenómeno?
El protocolo de esta RS fue registrado en PROSPERO (CRD42021224983) y se siguieron los estándares de revisiones sistemáticas y meta-análisis (PRISMA), así como los lineamientos planteados por Sapiro y Ward (2020).
Criterios de inclusión y de exclusión
Los artículos se seleccionaron en base a los siguientes criterios de inclusión: (1) estudios publicados en inglés o español en una revista que cumpla con la política de revisión de pares; (2) estudios empíricos con metodología cuantitativa o cualitativa; (3) estudios que consideraron conductas de agresión por parte de niño(s), niña(s) y/o adolescentes hacia sus cuidadores desde cualquier ámbito disciplinar; y (4) estudios donde los(as) niño(s), niña(s) y/o adolescentes, y/o cuidadores (adultos responsables), fueron directamente evaluados, o donde se recopilara la información a partir de la evaluación de profesionales de intervención, registro de bases de datos o análisis de documentación institucional o de sistemas judiciales. En esta fase se excluyeron (1) estudios que no abordaban directamente la Violencia Filio-Parental, (2) estudios de revisión bibliográfica, (3) artículos donde se construyan o validen instrumentos psicométricos.
Estrategia de búsqueda
Se utilizaron las bases de datos electrónicas WoS, Scopus, Proquest y Scielo sin limitación de año dado lo reciente de este campo de estudio. Las búsquedas se realizaron durante octubre de 2019 y marzo de 2020. La estrategia de búsqueda de la primera fase (Figura 1) incluyó los siguientes vocablos en inglés y castellano: “child”, “parent” “aggression” “violencia” “filio” “parental” y se utilizaron los conectadores booleans AND y OR para unirlos. La técnica de muestreo de “bola de nieve” (snowballing) se utilizó para acceder a investigaciones relevantes que podrían haber sido publicadas en otras bases de datos. Los resultados de la bola de nieve fueron: “violence towards parents” (8), “adolescent aggression to parent” (1), “adolescent child-to-parent aggression” (1), “parent-directed aggression” (4), “parent-to-child relationship” (5), “teenage violence” (21) y “parent-to-child violence” (12). Sin embargo, del total de 72 registros, 42 no cumplían el criterio de ser estudios empíricos, mientras que, de los 30 restantes, 12 no abordaban directamente la VFP y 18 eran duplicados (de la fase de idoneidad).
Estrategia de revisión
Como resultado se obtuvo un total de 121 registros. De estos se identificaron 95 artículos originales de investigación, de los cuales 12 corresponden a estudios cualitativos, 79 cuantitativos y 3 Mixtos; 2 son presentaciones del editor, 2 son informes y 22 son artículos de revisión. En la selección de los artículos participaron tres investigadores. Un investigador revisó en los metabuscadores y el segundo revisó su concordancia. Se utilizará codificación Excel con criterios PRISMA y un formulario creado por los autores. Dos investigadores revisaron la calidad de los documentos y en el caso de desacuerdo se discutió el caso particular hasta llegar a consenso. El tercer investigador revisó y ordenó los documentos en tablas de manera manual.
En la segunda fase, se realizó un cribado de los registros. De esta manera, se eliminaron 51 artículos duplicados de manera manual en tabla Excel. En término de relevancia y evidencia, se seleccionaron sólo referencias donde el objeto de estudio fue explícitamente la VFP, quedando una selección de 70 artículos. Posteriormente, se excluyeron 21 registros donde el eje de investigación no era la VFP, quedando una selección de 49 artículos.
Del total de referencias, la muestra final seleccionada quedó compuesta por 27 artículos, completando la fase cuatro de inclusión (Figura 1). La información relativa a la conceptualización de la VFP se extrajo del apartado de introducción de los artículos revisados. Las variables de estudio asociadas, así como las aproximaciones metodológicas empleadas se extrajeron de los apartados de introducción, método y resultados principalmente. La información extraída fue contrastada con la lectura del artículo en su totalidad.

Las investigaciones seleccionadas fueron publicadas entre los años 2011 a 2018 (Tabla 1), donde el 40.7% (11) de los textos fueron de idioma español y el 59.3% (16) en inglés. No obstante, en cuanto al origen, el 88.9% (24) eran de España, 7.4% (2) de Estados Unidos y 3.7% (1) de Chile. En cuanto a los enfoques metodológicos utilizados, el 81% (22) fueron cuantitativos y el 19% (5) cualitativos.
| Estudio y origen | Definición | Método | Medidas | Participantes | |
| 1 | Calvete, Gámez-Guadix & Garcia-Salvador, 2015 España | Forma de agresión que se enmarca en la violencia familiar. | L. D. C. CT. | VFP: Child-to-Parent Aggression Questionnaire (CPAQ). Psicológicas: Perfil de evaluación social-cognitiva (SCAP). Inventario de procesamiento de información social (SIPI). Cuestionario de procesamiento de información social (SIPQ): escenarios ficticios. | Selección de escuelas al azar. No se define muestreo de adolescentes. N = 1272 adolescentes, 619 hombres, 653 mujeres. 13 a 17 años. |
| 2 | Calvete, Gámez-Guadix & Orue, 2014 España | Modalidad de maltrato con inversión de roles y jerarquías. VFP es crimen de asalto contra uno de los padres de manera intencional para causar daño físico, psicológico o económico con el fin de lograr control y poder. | T. D. C. CT. | VFP: Child-to-Parent Aggression Questionnaire (CPAQ). Psicológicas: Young Parenting Inventary (YPI). Contextuales: Versión adaptada de la Escala de Exposición a la Violencia (EEV). Escala de Estilo Parental (EEP) | Muestreo aleatorio. N = 1698 adolescentes, 870 hombres, 828 mujeres. 12 y 17 años. |
| 3 | Calvete & Orue, 2016 España | Agresiones reiteradas ejercidas por los hijos hacia sus progenitores, que pueden causar un considerable sufrimiento a las víctimas para ejercer control sobre ellos. Puede ser físico, psicológico y económico. | T. D. C. CT. | VFP: Cuestionario de Violencia Filio-Parental revisado. | No se define muestreo. N = 1274 adolescentes, 654 hombres, 620 mujeres. 14 a 18 años. |
| 4 | Calvete, Orue, Bertino, Gonzalez, Montes, Padilla & Pereira, 2014 España | Misma definición de estudio 2. | T. D. C. CL. | VFP y Contextuales: Conduct of Focus Group Sessions. Entrevista semi estructurada. Límites y reglas en el hogar, disciplina, relaciones entre padres e hijos, funcionamiento familiar y la esfera de la violencia. | No se define muestreo de adolescentes. Grupos focales (4). N = 21, 7 madres, 4 padres, 5 adolescentes (2 mujeres y 3 hombres) y 5 profesionales (4 hombres y 1 mujer). |
| 5 | Calvete, Orue, Gámez-Guadix, Del Hoyo & De Arroyabe, 2015 España | No se define | T. E. D. CL. | VFP y Contextuales: Entrevista semiestructurada, con guía de entrevista en profundidad. Temas: Exposición a la violencia familiar; Ausencia parental y negligencia emocional; Disciplina con aplicación de reglas y disciplina parental; Permisividad y disciplina inconsecuente. | Muestreo intencional teórico. N = 30, 15 adolescentes, 10 hombres y 5 mujeres.14 y 17 años. 15 madres, 3 tutoras y 5 padres |
| 6 | Calvete, Orue & Gámez-Guadix, 2015 España | Misma definición 2 y 4. Agrega que surge en contextos de discusión entre adolescentes y sus padres buscando privilegios como dinero, internet, permiso para llegar tarde a casa, etc. | L. D. C. CT. | VFP: Child-to-Parent Aggression Questionnaire (CPAQ). Psicológicas: Adolescent Drug Abuse Inventory (ADAI). Self-report questionnaire developed. | Escuelas seleccionadas al azar. No se define muestreo de adolescentes. N = 981 adolescentes, 390 hombres, 580 mujeres, 11 no indicaron sexo. 13 y 17 años |
| 7 | Calvete, Orue, Gámez-Guadix & Bushman, 2015 España | Misma definición de estudios 2 y 4. | L. D. C. CT. | VFP: Child-to-Parent Aggression Questionnaire (CPAQ). Psicológicas: Subescala de justificación de la violencia. Cuestionario del esquema joven – forma corta. Young Schema Questionnaire – short form. Autoinforme de la juventud. Contextuales: Escala de exposición a la violencia (EEV). Escala de violencia intrafamiliar. Escala de Estilo Parental (EEP). subescala de afecto y comunicación. | Escuelas seleccionadas al azar. No se define muestreo de adolescentes y padres. N = 591 adolescentes, 293 hombres, 298 mujeres. 12 a 17 años. |
| 8 | Calvete, Orue & Sampedro, 2011 España | Es un tipo de violencia intrafamiliar. Se denomina como “abuso de padres” y es cualquier acto perpetrado por un NNA para amenazar, intimidar y controlar al cuidador. | T. D. CT | VFP: Escalas de Tácticas para Conflictos – hijos padres (CTS-CP). Psicológicas: Subescala de justificación de la violencia de la Escala de Creencias Irracionales para Adolescentes. Cuestionario utilizado por Narnow, Lucht y Freyberge (consumo drogas). Subescala de problemas afectivos. Inventario de Consumo de Drogas en Adolescentes. Inventario de autoestima. Cuestionario de Esquemas – Forma reducido (SQ-SF). Inventario de Solución de Problemas Sociales Revisado. Contextuales: Escala de Exposición a la Violencia. Escala Multidimensional de Apoyo Social Percibido. Inventario de Dimensiones de Disciplina Forma C: subescalas de disciplina de castigo; supervisión; y disciplina inductiva. | Escuelas seleccionadas al azar. Muestreo por conglomerado. N = 1427 adolescentes, 682 hombres, 728 mujeres, 17 no indicaron sexo. 12 y 17 años. |
| 9 | Castañeda, Del Moral Arroyo & Suárez Relinque, 2017 España | No se define | T. D. C. CL. | VFP: Grupos de discusión y entrevistas a fondo. Guion-base de preguntas abiertas. | Muestreo intencional teórico. N = 25, 9 adolescentes con sanción de VFP, 12 cuidadores (7 padres y 5 madres) y 4 expertos de programa de tratamiento (2 psicólogos, 1 trabajadora social, 1 director del centro). |
| 10 | Contreras & Cano, 2016. España | Se enmarca de la Violencia Familiar que trae consecuencias para la salud física y mental de sus víctimas. Es cualquier acto perpetrado por un adolescente destinado a causar daño en su progenitor. Son agresiones reiteradas ejercidas por los hijos hacia sus progenitores, que puedan causar sufrimiento a las víctimas para ejercer control sobre ellos | T. D. C. CT. | VFP: No la miden directamente. Psicológicas: Cuestionario de Actitudes y Estrategias Cognitivas Sociales (AECS). Contextuales: Escala de exposición a la violencia (EVS). Escala de calidez - Warmth Scale (WS). | Selección de participantes en Servicio Juvenil. No definen muestreo de adolescentes. N = 90 adolescentes, 69 hombres y 21 mujeres. |
| 11 | Del Hoyo-Bilbao, Gámez-Guadix & Calvete, 2018 España | Relación conflictiva que trasciende limites que se convierte en relaciones abusivas entre adolescentes y sus padres. | L. D. C. CT. | VFP: Child-to-parent Aggression Questionnaire (CPAQ). Contextuales: Inventario de Dimensiones de Disciplina (DDI): subescala de Castigo Corporal y subescala de crianza | Muestreo aleatorio por conglomerado (escuelas). No definen muestreo de adolescentes. N = 896 adolescentes, 369 hombres y 527 mujeres. 13 a 19 años. |
| 12 | Del Moral Arroyo, Varela Garay, Suárez Relinque & Muaitu Ochoa, 2015 España | Misma definición de estudios 2, 4 y 7. | T. D. CL. | VFP: Cuestionario con preguntas abiertas sobre: definición, principales causas, características de agresores/as; víctimas; familias. | Muestreo intencional teórico. N = 43 profesionales de servicios sociales, 35 mujeres, 8 hombres. |
| 13 | Martínez Ferrer, Suárez Relinque, Ávila Guerrero, & Vera Jimenez, 2015 España | Misma definición de estudios 2, 4, 7 y 12. | T. D. C. CL. | VFP y Contextuales: Grupos de discusión (6). Entrevista semiestructurada. 10 preguntas sobre: conductas agresivas, explicación de la agresión, solución al problema, comportamiento de los miembros, actividades familiares, situación con otros jóvenes, tiempo libre, amistades, relación con otros miembros de la familia y relación en colegio | Muestreo intencional teórico. N = 42, 18 padres y 24 madres. 35 a 56 años |
| 14 | Gámez-Guadix, Jaureguizar, Almendros & Carrobles, 2012 España | Misma definición de estudio 11. | T. D. C. CT. | VFP: Escala de Violencia Filio-Parental (a partir de CTS2). Contextuales: Escala de apoyo y afecto (sección D del DDI). Escala ad hoc sobre control parental. | Muestra por conveniencia. N = 1343 estudiantes universitarios, 994 mujeres, 347 hombres y 2 no indicaron sexo. |
| 15 | Garcia Aranda & Cerezo Dominguez, 2017 España | No se define | T. E. D. CT. | VFP: Dossier del menor: expediente judicial, sentencias condenatorias por delitos de violencia filio-parental dictadas y ficha personal. Archivos de la Fiscalía de Menores de Málaga: variables sociodemográficas, familiares y educativas. | Adolescentes entre 14 a 17 años. 227 expedientes judiciales (2011 a 2014). |
| 16 | Ibabe & Bentler, 2016 España | Acto cometido por un niño para causar intencionalmente daño físico, psicológico o financiero a un padre, o para ejercer poder y control sobre ellos | T. D. C. CT. | VFP: Escalas tácticas para conflictos Hijo-Padre (CTS 1). Contextuales: Inventario de dimensiones de disciplina (DDI-C). Subescala de la Escala de Clima Social Familiar (FES). Sociodemográfico: Cuestionario sociodemográfico. | No definen muestreo. N = 585 adolescentes, 287 hombres y 298 mujeres. 12 y 18 años. |
| 17 | Ibabe, 2015 España | No se define | T. D. C. CT. | VFP: Escalas tácticas para conflictos Hijo-Padre (CTS 1). Psicológicas: Adaptación de Escala de Conductas hacia las Figuras de Autoridad (Jaureguizar & Ibabe, 2012). Contextuales: Escalas tácticas revisadas (CTS 2). Inventario de dimensiones de disciplina (DDI-C). Subescala de la Escala de Clima Social Familiar (FES). Sociodemográfico: Cuestionario sociodemográfico. | No definen muestreo. N = 585 adolescentes, 280 hombres y 305 mujeres. 12 a 18 años. |
| 18 | Ibabe, Arnoso & Elgorriaga, 2014 España | Violencia que se genera para ejercer poder y control. | T. C. CT. | VFP: Escala de violencia intrafamiliar. Subescala de VFP. Psicológicas: Test autoevaluativo multifactorial de adaptación infantil – TAMAI. Sistema de evaluación de comportamiento para niños (BASC). Millon Adolescent Clinical Inventory (MACI). Magallanes Scale of Identification for Attention Deficit. | Muestreo no probabilístico. N = 231 adolescentes, 152 hombres, 79 mujeres. 14 y 18 años. |
| 19 | Ibabe & Jaureguizar, 2011 España | Es cualquier acto perpetrado por un NNA para obtener poder y control y que tenga como objetivo causar daño físico, psicológico o financiero. Las víctimas son las personas que deberían entregar protección (padres o cuidadores). | T. D. C. CT. | VFP: Escala de violencia intra-familiar. Psicológicas: Sistema de evaluación de la conducta de niños (BASC). Subescala de consumo de drogas del Inventario Clínico de Millon (MACI). | Muestreo no aleatorio. N = 485 adolescentes, 267 hombres y 218 mujeres. 12 y 18 años. |
| 20 | Ibabe, Jaureguizar & Bentler, 2013 España | Misma definición de estudio 19 | T. D. C. CT. | VFP: Escala de violencia intra-familiar. Psicológicas: Test autoevaluativo multifactorial de adaptación infantil (TAMAI). Sistema de evaluación de la conducta de niños (BASC). Subescala de consumo de drogas del Inventario Clínico de Millon (MACI) | Muestreo no aleatorio. N = 485 adolescentes, 267 hombres y 218 mujeres. 12 y 18 años |
| 21 | Ilabaca & Gaete, 2021 Chile | Misma definición de estudios 19 y 20 | T. D. C. CT. | VFP: Cuestionario de agresión hijo a padre (ad hoc). | Muestreo estratificado en grupos proporcionales. N = 1861 adolescentes. 898 hombres y 963 mujeres. 13 y 20 años |
| 22 | Izaguirre & Calvete, 2017 España | Misma definición de estudios 19, 20 y 21. | L. D. C. CT. | VFP: Child-to-Parent Aggression Questionnaire (CPAQ). Psicológicas: Inventario de Conflictos en las Relaciones de Citas Adolescentes. Contextuales: Cuestionario de exposición de violencia. | Muestro por conglomerado. N = 845 adolescentes, 410 hombres, 398 mujeres y 37 no indican sexo. 13 a 18 años. |
| 23 | Margolin & Baucon, 2014. Estados Unidos | No se define | L. D. C. CT. | VFP: Adolescents´Parent-Direct aggression. Psicológicas: Parents´PPA. Parents´CPA. Other Risks for Parent-Direct Aggression. | Muestreo voluntario. N = 93 adolescentes, 53 hombres y 40 mujeres. 9 y 10 años. |
| 24 | Orue, Calvete & Fernández González, 2019 España | Violencia física o psicológica repetida de un NNA dirigida a su progenitor o cuidador | L. C. CT. | VFP: Child-to-Parent Aggression Questionnaire (CPAQ). Psicológicas: Young Schema Questionnaire (YSQ-3). Irrational Beliefs Scale for Adolescents (IBSA). Social Information Processing in Child-to-Parent Conflicts Questionnaire (SIPQ-CP). | Muestreo al azar de escuelas. N = 903 adolescentes, 460 chicas y 443 chicos. 13 a 18 años. |
| 25 | Rico, Rosado & Cantón-Cortés, 2017 España | Es un tipo de violencia doméstica. Es cualquier comportamiento violento repetido a lo largo del tiempo, que no consiste en un incidente aislado, sino que perpetrado contra uno o ambos padres o aquellos que ejercen esta función, para que el menor obtenga lo que se quiere a través del control y poder. Puede ser físico, psicológico o emocional. | T. D. C. CT. | VFP: Child-to-Parent Aggression Questionnaire (CPAQ). Psicológicas: Barratt Impulsiveness Scale (BIS-11). Sociodemográfico: Cuestionario sociodemográfico. | Muestreo al azar de escuelas. N = 934 adolescentes, 438 hombres y 496 mujeres. 13 a 21 años. |
| 26 | Schut, Sorenson & Gelles, 2020 Estados Unidos | No se define | L. E. D. CT. | VFP y Sociodemográfico: Formulario del departamento de Policías (Filadelfia): Descripción del incidente, datos de demográficos (víctima y victimario) | No se describe el muestreo. N = 10953 incidentes de violencia doméstica. 2.979 incidentes de padres a hijos menores de edad (POCV). 7.979 incidentes de hijos a padres (COPV). |
| 27 | Zuñeda, Llamazares, Marañón & Vázquez, 2016 España | Misma definición de estudios 19, 20, 21 y 22. | T. D. C.CT. | VFP: Escala de Tácticas para Conflictos – Hijo Padres (CTS-CP). Psicológicas: Agression Questionnaire (AQ). Brief Symptoms Inventory-18 (BSI-18). The Children´s Perception of Interparental Conflict Scale (CPIC-VER). Contextuales: Family Adaptability and Cohesion Evaluation Scale (FACES II). Family Communication Scale (FCS-VE). Sociodemográfico: Cuestionario sociodemográfico. | Muestreo intencional. N = 115 adolescentes (34VFP + 81GC), 54 hombres y 61 mujeres. 10 y 21 años. |
Siguiendo las preguntas de investigación, la síntesis de resultados se ordena en cuatro apartados. El primer apartado contendrá la definición conceptual del constructo, descriptores conductuales y motivacionales, la finalidad de la agresión, categorías o tipos, frecuencia y consecuencias. En el segundo apartado las variables psicológicas del adolescente que se han estudiado, donde se encuentra la impulsividad, consumo de sustancias, autoestima, género, salud mental, conductas delictivas y desajuste escolar. En el tercer apartado se revisarán las variables contextuales proximales y sociodemográficas, donde destacan los estilos educativos parentales, violencia de cuidadores, el castigo psicológico o emocional, la exposición a la violencia, género de los cuidadores, la cultura, tipo de familia, nivel de estudios de los cuidadores y jóvenes. Finalmente, en el cuarto apartado se revisarán las aproximaciones metodológicas que se han utilizado para estudiar la VFP, diferenciándolos por enfoques cuantitativos donde se utilizan mayoritariamente escalas psicométricas con tipos de respuesta Likert y otros de revisión documental de expedientes judiciales, mientras que en los cualitativos con entrevistas semiestructuradas y focos grupales.
Resultados
Definición conceptual de VFP
En la revisión de literatura, la mayoría de las definiciones utilizadas son descriptivas, teniendo como punto de encuentro que en todos los artículos seleccionados se señala que es un problema social en alza importante de estudiar. La conceptualización de la VFP no siempre es presentada de manera explícita en los trabajos. En seis investigaciones, no se entrega ningún tipo de definición sobre este constructo (Calvete, Orue, Gámez-Guadix, Del Hoyo & De Arroyabe, 2015; Castañeda, Del Moral Arroyo, & Suárez Relinque, 2017; García Aranda & Cerezo Dominguez, 2017; Ibabe, 2015; Margolin & Baucom, 2014; Schut et al., 2020). Mientras que en los veintiún restantes, se aborda de manera breve sólo en el apartado de introducción (Calvete, Gámez-Guadix & García-Salvador, 2015; Calvete, Gámez-Guadix, & Orue, 2014; Calvete & Orue, 2016; Calvete, Orue, Gámez-Guadix & Bushman, 2015; Calvete, Orue & Sampedro, 2011; Contreras & Cano, 2016; Del Hoyo-Bilbao et al., 2017; Del Moral Arroyo, Martinez Ferrer, et al., 2015; Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015; Gámez-Guadix, Jaureguizar, Almendros, & Carrobles, 2012; Ibabe et al., 2013; Ibabe, Arnoso, & Elgorriaga, 2014; Ibabe & Bentler, 2016; Ibabe & Jaureguizar, 2011; Ilabaca & Gaete, 2021; Izaguirre & Calvete, 2017; Orue, et al., 2021; Rico et al., 2017; Zuñeda, Llamazares, Marañón, & Vázquez, 2016).
Algunos estudios enmarcan a la VFP como un tipo de violencia doméstica o intrafamiliar particular, que se da por un intercambio de roles de víctimas y victimarios que se diferencia de otros tipos de violencia, donde en este caso las personas agredidas son las que debiesen entregar protección, ya sean padres o cuidadores que ejerzan este rol (Ibabe & Jaureguizar, 2011).
Se aprecia en algunas definiciones de VFP una combinación de descriptores conductuales y motivacionales. En trece estudios, existe consenso en que la VFP la ejercen adolescentes con la finalidad de obtener poder y control sobre uno o ambos padres o figuras paternas, por medio de cualquier acto violento o agresivo de carácter intencional para evitar que otros impongan demandas que les desagradan (Calvete, Gámez-Guadix, et al., 2014; Calvete & Orue, 2016; Contreras & Cano, 2016; Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015; Ibabe et al., 2013; 2014; Ibabe & Bentler, 2016; Ibabe & Jaureguizar, 2011; Ilabaca & Gaete, 2021; Izaguirre & Calvete, 2017; Rico et al., 2017; Zuñeda et al., 2016).
En ocho estudios señalan que la finalidad de los actos del agresor es causar daño intencional, ya sea físico, psicológico o económico (Contreras & Cano, 2016; Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015; Ibabe et al., 2013; Ibabe & Bentler, 2016; Ibabe & Jaureguizar, 2011; Ilabaca & Gaete, 2021; Izaguirre & Calvete, 2017; Zuñeda et al., 2016).
Se plantea además que se trata de conductas que se dan en contextos relacionales disfuncionales o conflictivos (Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015). En cinco estudios postulan que se enmarca en el historial de exposición de la violencia, falta de afecto de los cuidadores y crianza permisiva, lo cual afecta la relación filio-parental en cuanto a las normas y límites dentro de la familia (Calvete et al., 2011; Calvete, Gámez-Guadix, et al., 2015; Calvete, Orue, et al., 2014; Del Hoyo-Bilbao et al., 2017; Ibabe & Bentler, 2016). Solo un estudio señala que la VFP se da en contextos de discusión cuando adolescentes buscan privilegios, como dinero, internet o permiso para llegar tarde a casa (Calvete, Orue, & Gámez-Guadix, 2015).
En cuanto a sus categorías, existe consenso en once estudios de que el comportamiento puede clasificarse en agresiones de tipo físico, psicológico, emocional y financiero, pero sin describir operacionalmente las conductas (Calvete, Gámez-Guadix, et al., 2014; Calvete & Orue, 2016; Calvete, Orue, et al., 2014; Ibabe et al., 2013; 2014; Ibabe & Jaureguizar, 2011; Ilabaca & Gaete, 2021; Izaguirre & Calvete, 2017; Orue et al., 2021; Zuñeda et al., 2016). Solo un estudio describe explícitamente las conductas de VFP de tipo física como empujar, golpear o patear, y psicológicas como amenazar, chantajear, insultar, romper objetos valiosos, intimidar, aterrorizar y humillar (Rico et al., 2017). En un estudio, donde participaron profesionales que intervienen en centros terapéuticos, se señaló que la VFP pudiese incluir conductas de carácter sexual (Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015), sin embargo, no se evidencia explicación alguna que sustente esta afirmación o descriptor que la operacionalice.
Respecto a la frecuencia de la VFP, en general, las definiciones fundamentan que implica conductas que se presentan de manera reiterada y no necesariamente un hecho aislado (Calvete & Orue, 2016; Orue et al., 2021; Zuñeda et al., 2016), sin embargo, ningún estudio explicita cuál es la frecuencia, relevando solo que el aumento de la frecuencia con que se ejerce la VFP puede aumentar en intensidad, alcanzando al abuso emocional o psicológico hacia sus víctimas (Del Moral Arroyo, Martínez Ferrer, et al., 2015).
En términos de consecuencias, algunas definiciones incluyen este aspecto como una característica de la VFP. De esta manera, las principales serían el daño físico, psicológico o financiero en sus víctimas (Calvete, Gámez-Guadix et al., 2014; 2015; Calvete, Orue, & Gámez-Guadix, 2015; Calvete, Orue, Gamez-Guadix, Del Hoyo et al., 2015; Contreras & Cano, 2016; Ibabe et al., 2013; Ilabaca & Gaete, 2021; Zuñeda et al., 2016). Se trataría de conductas que generan sufrimiento, problemas emocionales y vergüenza de los cuidadores (Calvete & Orue, 2016; Calvete, Orue & Gámez-Guadix, 2015), los cuales se sentirían amenazados, intimidados y controlados por sus hijos (Calvete, Orue, et al., 2014; Ibabe & Jaureguizar, 2011), afectando de manera importante la seguridad familiar (Ilabaca & Gaete, 2021).
En algunas de las definiciones se plantean además elementos explicativos de la VFP. Uno de los principales es que se trataría de conductas violentas y agresivas, que podrían estar relacionadas con la impulsividad de los adolescentes, la falta de control de emociones, dificultades para generar relaciones interpersonales, incumplimiento de reglas, irritabilidad y agresividad (Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015). En otras, se plantea que la VFP puede estar relacionada con comportamientos de internalización, que se caracterizan por un control emocional excesivo, aislamiento social, demanda de atención, sentimiento de inutilidad e inferioridad (Calvete et al., 2011; Ibabe et al., 2014). Calvete, Orue, y Gámez-Guadix (2015) señalan que la VFP puede ser entendida como una agresión reactiva de ira intensa y proactiva como acción deliberada. Solo en un estudio se menciona que agresores pueden tener diagnósticos asociados, tales como trastornos disruptivos, de control de impulsos, conducta y TDAH (Ibabe et al., 2014).
A continuación, se presentan las variables asociadas a la VFP reportadas en la literatura empírica revisada. La información se organiza en dos apartados, la primera en variables psicológicas del adolescente y la segunda en variables contextuales proximales y sociodemográficas.
Variables Psicológicas del adolescente
En varios estudios describen una asociación positiva entre la impulsividad adolescente y la VFP, la cual permite comprender la agresión hacia sus cuidadores. En uno de ellos se propone que los problemas de comportamiento permiten predecir la conducta violenta (Ibabe et al., 2014), mientras que otros estudios señalan que la impulsividad y el bajo autocontrol generan mayor nivel de conducta violenta (Del Hoyo-Bilbao et al., 2017; Rico et al., 2017). Por otra parte, en un estudio longitudinal, se muestra que la impulsividad se relaciona significativamente con el aumento de la probabilidad de ejercer VFP física y psicológica (Calvete, Orue, Gámez-Guadix & Bushman, 2015). En otro estudio, Calvete y Orue (2016) afirman que el enfado es la razón más frecuente en que jóvenes ejerzan VFP psicológica. También se señala que los actos más repetidos de impulsividad por parte de jóvenes que ejercen VFP es gritar frecuentemente a sus cuidadores, sobre todo a las figuras femeninas que masculinas (Ibabe, 2015). Mientras que, en otras investigaciones, señalan que la impulsividad es un acto no planificado que tiene alto nivel predictivo en el género femenino por sobre el masculino (Calvete, Gámez-Guadix, et al., 2015; Contreras & Cano, 2016; Rico et al., 2017).
Respecto a la VFP física, tres estudios concluyen que la motivación del uso de violencia se puede fundamentar como un modo de defensa hacia las figuras maternas víctimas de violencia de pareja, modo de sobrevivencia y descarga de tensiones (Calvete et al., 2011; Calvete, Orue, et al., 2014; García Aranda & Cerezo Dominguez, 2017). En un estudio precisan que la impulsividad del adolescente fundamenta que la VFP no necesariamente se da de manera planificada (Rico et al., 2017), sino que solo como un medio de actuación. Se propone como explicación que los adolescentes ejercen VFP solo por estar enojados, por lo que aumenta la probabilidad que se utilice violencia en otros contextos como de pareja, pares y virtualmente (Orue et al., 2021).
También se ha encontrado una asociación entre el consumo de sustancias en adolescentes y la VFP, sin embargo, en la literatura revisada solo en seis estudios se aborda con exactitud esta variable, donde la información es más bien descriptiva en cuanto al consumo (Ibabe & Jaureguizar, 2011). En particular, se ha mostrado que existen una asociación entre consumo de sustancias y el aumento de probabilidad de ejercer VFP a nivel psicológico y económico, pero sin relación significativa en cuanto a lo físico (Rico et al., 2017). Por su parte en el estudio de Calvete, Orue y Gámez-Guadix (2015) se reportó que el uso de sustancias logra predecir la agresión física que ejercen adolescentes, pero no directamente la agresión hacia sus cuidadores. También se ha descrito que el consumo se relaciona con VFP y otras variables como rupturas de normas y agresividad interpersonal (Calvete et al., 2011; Del Moral Arroyo, Martínez Ferrer, et al., 2015; Ibabe et al., 2014).
En términos del rol que juega esta variable en la relación con la VFP, se ha planteado que es un factor causal. En un estudio donde evaluaron a padres de jóvenes agresores de VFP, mencionaron que el consumo de drogas antecede a la VFP y pudiese ser una causa de este fenómeno (Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015). No obstante, otros estudios mencionan lo contrario. Calvete, Orue, Gamez-Guadix, Del Hoyo et al. (2015), señalan que es un factor que permite aumentar la probabilidad de ejercer dicha agresión, mostrando que los jóvenes que consumen sustancias reportan mayores niveles de VFP que los que no consumen. Esta relación se reporta en un estudio judicial donde el consumo de sustancias de adolescentes que ejercen VFP fue del 51% (García Aranda & Cerezo Dominguez, 2017).
Otra variable asociada a la VFP es la autoestima del adolescente. En tres estudios se muestra una asociación entre una baja autoestima y la VFP (Calvete et al., 2011; Ibabe & Jaureguizar, 2011). Este hallazgo también es descrito en un estudio que recolectó información judicial evidenciándose que el 13.7% de los jóvenes que ejercieron VFP tenían una baja autoestima (García Aranda & Cerezo Dominguez, 2017). En dos estudios se observó una asociación entre baja autoestima y otros tipos de conductas como la violencia escolar, generando además sentimientos de inferioridad (Castañeda et al., 2017; Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015). Solo un estudio indica una diferencia de género, mostrando que se da más en los hombres que en las mujeres (Orue et al., 2021).
En el género del adolescente, se aprecian algunas diferencias entre los participantes. En cuanto al femenino, en un estudio evaluaron que tiene menor tasa de problemas de comportamiento fuera del contexto familiar que los hombres, pero sin diferencia significativa en la VFP psicológica (Ibabe et al., 2014). Otra investigación agrega que las mujeres presentan mayor VFP instrumental, afectiva y verbal (Calvete, Orue, et al., 2014; Calvete & Orue, 2016; Rico et al., 2017), mientras que en otro estudio evaluaron que las mujeres ejercen más VFP psicológica que los hombres (Margolin & Baucom, 2014). Ilabaca y Gaete (2021), encontraron que existe mayor victimización en otros tipos de violencia, por ejemplo, en las relaciones de pareja.
En cuanto al género masculino, se ha demostrado que el consumo de sustancias predice la agresión física y no en el femenino, indicando además que agreden mayormente de manera física a sus cuidadores (Calvete, Gámez-Guadix et al., 2014; Calvete, Orue, Gámez-Guadix, Del Hoyo et al., 2015; Gámez-Guadix et al., 2012; Ibabe et al., 2013; Ilabaca & Gaete, 2021). Mientras que otro estudio señala que los hombres tienen más probabilidades de ser agresores, pero sin encontrar diferencias significativas en la VFP psicológica y emocional al compararlo con las mujeres (Ibabe & Jaureguizar, 2011). En estudio judicial, se comprobó que más del 70% de agresores son hombres (García Aranda & Cerezo Dominguez, 2017). No obstante, existen tres estudios que señalan que no existe diferencia significativa que permita describir que género ejerce más VFP (Calvete et al., 2011; Gámez-Guadix et al., 2012; Izaguirre & Calvete, 2017).
Respecto a la asociación entre VFP y salud mental de los adolescentes, (Ibabe et al., 2014) se muestra que a pesar de que los agresores cuentan con altos niveles de adaptación social, también cuentan con sintomatología depresiva. Se ha reportado que los adolescentes que ejercen VFP presentan altos niveles de desequilibrio emocional como parte de sintomatología depresiva, que aumenta al ejercer VFP física y psicológica, mientras que, en características de personalidad, se reportó una asociación entre el narcisismo y la VFP. Estos jóvenes fueron descritos como adolescentes con auto opiniones sobrevaloradas de grandiosidad y vanidad, lo cual permite predecir futura VFP en género masculino (Calvete et al., 2011).
También se ha señalado que las conductas de autoagresión se relacionan significativamente con la VFP, sin embargo, se desconoce si una variable antecede a la otra (Ibabe et al., 2014). Otro estudio señala que no existe asociación entre VFP y síntomas como ansiedad, somatización o pánico adolescente (Zuñeda et al., 2016). Uno de los estudios que logran cruzar la información de VFP con trastornos que padecen jóvenes es un estudio judicial, donde indican que de los infractores por VFP el 14% presentó trastorno por déficit de atención e hiperactividad y un 5% trastorno disocial, trastorno conductual, trastorno negativista desafiante, cuadro ansioso-depresivo, intentos autolíticos y retraso mental (García Aranda & Cerezo Dominguez, 2017).
Otra variable estudiada en menor medida es la relación entre conductas delictivas del adolescente y VFP. Un estudio evaluó que el desajuste adolescente a nivel delictivo se da en varios niveles en infractores de ley que ejercen VFP (Ibabe et al., 2014), mientras que el otro que utiliza dos muestras (clínica y no clínica), reportaron que el grupo de jóvenes delincuentes informan mayores niveles de exposición a violencia familiar que adolescentes sin conductas delictivas, donde estos últimos presentan mayores niveles de exposición de violencia en su comunidad (Contreras & Cano, 2016).
Por su parte, se ha reportado una asociación entre desajuste escolar y social y VFP, indicando que esta variable es un factor de riesgo en jóvenes que ejercen VFP, existiendo diferencias significativas en cuanto a educación inadecuada y desajuste escolar (Ibabe et al., 2013). En otro estudio se evidenció que existe una asociación entre VFP y desajuste en su contexto escolar (Ibabe et al., 2014). También se ha reportado que el desajuste se presenta en contexto social, siendo un riesgo de aprendizaje para la integración social y ruptura de normas (Calvete et al., 2011). Castañeda et al. (2017), señalaron que los jóvenes agresores de VFP buscan la aceptación de pares a través de conductas violentas en el entorno escolar pero que los pares no alientan la VFP.
En dos estudios obtienen resultados similares exponiendo que la asociación entre desajuste escolar y VFP se da por modificar dinámicas sociales ejerciendo más violencia, donde además cuidadores mencionan que jóvenes que asisten a centros de intervención en VFP, hacen nuevas amistades que favorecen ambientes de violencia y aumentan conductas antisociales (Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015). Finalmente se ha reportado una asociación entre la grandiosidad de los jóvenes (exageración de logros y capacidades) y un aumento de VFP hacia figuras maternas (Orue et al., 2021).
Variables Contextuales Proximales y sociodemográficas
A nivel de relaciones parentales, se observa una asociación importante entre algunos estilos educativos parentales y la VFP. En cuanto a los estilos educativos permisivos, los resultados muestran una asociación negativa entre un bajo control parental y agresiones físicas ejercidas por adolescentes (Del Hoyo-Bilbao et al., 2017). En otro estudio, evaluaron que jóvenes que ejercen VFP tienden a invertir roles con sus cuidadores, favoreciendo la parentalización de los adolescentes (Del Moral Arroyo, Martínez Ferrer, et al., 2015). Mientras que una investigación longitudinal y otra transversal, evidenciaron que cuidadores con estilos permisivos no necesariamente se relacionan con VFP (Calvete, Orue, Gámez-Guadix & Bushman, 2015; Gámez-Guadix et al., 2012). Por otra parte, los adolescentes evalúan negativamente a los cuidadores permisivos por tener reglas poco claras y carecer de supervisión (Ibabe, 2015; Ibabe & Bentler, 2016).
Respecto a la parentalidad permisiva, existe consenso en considerar que este estilo parental es un factor de riesgo (Calvete, Orue, et al., 2014; Izaguirre & Calvete, 2017), lo cual es concordante a lo reportado en estudio judiciales, donde el 40% de jóvenes con sanción por VFP tienen cuidadores permisivos, siendo el estilo educativo parental más predominante (García Aranda & Cerezo Dominguez, 2017).
En cuanto a los estilos educativos estrictos, se ha reportado que las respuestas a las demandas de sus hijos generan mayor reacción negativa en los adolescentes, aumentando la probabilidad de ejercer VFP (García Aranda & Cerezo Dominguez, 2017; Rico et al., 2017). Este estilo educativo que se caracteriza por un alto control conductual y se ha asociado significativamente con la VFP, tanto a nivel físico (Ibabe, 2015) como en abuso verbal (Calvete et al., 2011; Gámez-Guadix et al., 2012). Esta relación es concordante con lo observado en un estudio con adultos jóvenes que tuvieron cuidadores estrictos, donde este estilo educativo parental se asoció directamente a un aumento de la VFP (Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015). Ibabe y Bentler (2016) proponen como explicación de lo anterior, que el desarrollo de la VFP se debe a los patrones conductuales aprendidos por los adolescentes a partir de los comportamientos asociados a este estilo educativo parental. Se evidenció, tanto para los estilos educativos permisivos como para los estrictos una mayor probabilidad de VFP psicológica (Ibabe et al., 2013).
En general, existe una asociación entre la VFP y la violencia de cuidadores hacia sus hijos, donde doce de veintisiete artículos lo desarrolla en dos subdimensiones, el castigo corporal y el psicológico (emocional). En cuanto al primero, existen estudios que han evaluado que cuidadores y adolescentes justifican el uso de violencia (Calvete, Orue et al., 2014; Calvete, Orue, Gámez-Guadix, Del Hoyo et al., 2015). Se observa además, una asociación entre violencia parental y la VFP física y psicológica sin importar género o edad del adolescente (Del Hoyo-Bilbao et al., 2017). En otras investigaciones corroboran que la agresión física ejercida por cuidadores aumenta la agresión por parte de los adolescentes (Ibabe & Jaureguizar, 2011), sin embargo, solo Margolin y Baucom (2014) evidencian que es predominante la que ejerce la figura materna. Solo un estudio señala que esta asociación solo se manifiesta en adolescentes de género masculino (Calvete, Orue, Gámez-Guadix & Bushman, 2015). Finalmente, solo un estudio determinó que el castigo corporal permite predecir la VFP (Ibabe & Bentler, 2016).
En cuanto al castigo psicológico o emocional, se reporta en dos investigaciones que este tipo de conductas se asocia con un mayor nivel de VFP. Cabe mencionar que los participantes de estos estudios son adolescentes, quienes reportan que la falta de afecto, victimización y crianza permisiva como parte de lo que se consideran castigo psicológico y emocional ejercido por sus cuidadores (Calvete et al., 2011; Calvete, Orue, et al., 2014).
Otra variable considerada es la exposición a la violencia, donde se reporta que la exposición a la violencia en la infancia y adolescencia predice actos violentos futuros por parte de los adolescentes (Calvete et al., 2011). Un subtipo de violencia es la violencia de pareja intima (VPI), donde en dos estudios evidenciaron que la exposición de adolescentes a este tipo de agresiones a nivel físico, constituye un factor de riesgo predictivo de VFP, sobre todo de tipo psicológico y emocional (Ibabe, 2015; Ibabe & Jaureguizar, 2011). Otro estudio menciona además que, si la VPI es ejercida por la figura paterna hacia la materna, se genera una mayor actitud violenta en los adolescentes (Margolin & Baucom, 2014). Estos resultados concuerdan con lo reportado por los adolescentes en un estudio cualitativo donde señalan que la VFP se relaciona con la exposición a la violencia de pareja. Sin embargo, los adultos atribuyen la VFP a características de los adolescentes, tales como el temperamento o responsabilizan a instituciones como los establecimientos educacionales o centros de intervención en VFP (Calvete, Orue, et al., 2014).
Otro factor asociado a la VFP, relacionado con la violencia es el entorno familiar violento. Varias investigaciones abordan esta variable, sin embargo, no se cuenta con una definición clara de la misma, aludiendo a una serie de diferentes componentes como el contexto intrafamiliar, el entorno, el contexto escolar y espacios de socialización con pares. En un estudio longitudinal, se concluyó que la exposición de jóvenes a un entorno familiar violento permite predecir la VFP, aumentando considerablemente al año 3 (Calvete, Gámez-Guadix et al., 2015), mientras que en un estudio transversal mostraron que el entorno familiar violento aumenta además el comportamiento violento general de los adolescentes, la hostilidad intrafamiliar y las conductas sociales inadaptadas (Contreras & Cano, 2016). En otro estudio, Calvete et al. (2011) hallaron que los adolescentes que ejercen VFP tienen mayores relaciones de amistades con jóvenes que tienen problemas conductuales y delictivos. En un estudio cualitativo, algunos adolescentes señalaron que el consumo abusivo de alcohol y drogas de sus padres lo identifican como un entorno violento que ha incidido en la VFP (Calvete, Orue, & Gámez-Guadix, 2015). En otro estudio se reportó que cualquier exposición de violencia a nivel familiar durante la infancia y adolescencia constituye un factor de riesgo que incide considerablemente en la VFP (Calvete et al., 2011), sin embargo, no se precisa el tipo de entorno violento que se vincula a la VFP. La exposición a la violencia, en particular el abuso infantil y la violencia parental ha mostrado una fuerte asociación con el ejercicio de violencia a futuro, sobre todo en relaciones de pareja y en el ejercicio de la parentalidad (Ibabe et al., 2013).
Por otra parte, se han encontrado diferentes asociaciones entre el género de los cuidadores y la VFP. Dos estudios reportaron que existe mayor agresión verbal hacia los padres que hacia las madres, pero que en el caso de la agresión física ocurre lo contrario (Calvete, Orue et al., 2014; Margolin & Baucom, 2014). Otro estudio señala que las madres son más agredidas que los padres (Calvete & Orue, 2016). En general se evidencia que las madres son más agredidas por sus hijos adolescentes que los padres (Contreras & Cano, 2016; Ibabe et al., 2013; Ibabe & Jaureguizar, 2011; Ilabaca & Gaete, 2021; Margolin & Baucom, 2014). Un estudio agrega que el alto nivel de abuso verbal hacia las madres constituye un factor de riesgo en escalada que puede llegar a la VFP física (Ibabe & Jaureguizar, 2011). Esta tendencia es concordante con lo reportado en un estudio con archivos judiciales, donde se evidenció que las víctimas de VFP son 54% madres, 20% padres (ambos sexos), 17% madre y otros familiares, y el 8 % solo padres (García Aranda & Cerezo Dominguez, 2017).
En cuanto a la cultura, solo un estudio aborda este factor, donde universitarios españoles reportaron que uno de los factores que inciden en la VFP es la influencia de mensajes machistas transmitidos socialmente (Gámez-Guadix et al., 2012). Respecto a las configuraciones familiares, se reportó una mayor asociación con VFP económica en familias monoparentales con antecedentes psiquiátricos en comparación a otro tipo de familias (Ilabaca & Gaete, 2021). Otro estudio mostró una asociación entre el origen de las familias y la VFP en España, donde se observó mayores niveles de VFP en familias migrantes en comparación a familias no migrantes (Ibabe, 2015). En otro estudio se reportó que la ausencia de figuras parentales y la negligencia emocional por muerte de uno de sus cuidadores, emigración, abandono y adopción, se vincularon directamente con un mayor grado de VFP (Calvete, Orue, Gámez-Guadix, & Bushman, 2015). Respecto al nivel de estudios de los cuidadores, no se evidenció una relación significativa entre esta variable y la VFP (Ibabe et al., 2013).
Aproximación metodológica para el estudio de la VFP
Pese a las divergencias en cuanto a la definición conceptual del constructo, la mayoría de los estudios revisados cuentan con medidas que permiten conocer y medir la agresión de adolescentes hacia sus cuidadores y otras variables o factores. De los estudios revisados, el 81% (22) abordaron esta temática desde enfoques cuantitativos, de los cuales dieciocho utilizaron fuentes primarias y dos secundarias. En el primer grupo de estudios, se evaluó directamente a adolescentes, cuidadores o profesionales de intervención. Solo tres estudios utilizaron muestras clínicas (Castañeda et al., 2017; Contreras & Cano, 2016; Zuñeda et al., 2016). En el segundo grupo, todos los estudios recopilaron datos a partir de expedientes judiciales. El 19% (5) del total de los estudios utilizó un enfoque cualitativo, recolectando datos a partir de fuentes primarias. En cuanto al alcance temporal de las investigaciones, el 70% (19) fueron de cohorte transversal y el 30% (8) restante, longitudinales.
Investigaciones empíricas desde enfoques cuantitativos. Escalas psicométricas
En general, para estudiar la VFP y variables asociadas se utilizaron escalas de auto reporte con modalidad de respuesta tipo Likert. Los instrumentos utilizados para estudiar VFP fueron la Escala de Tácticas para Conflictos – Hijo Padres (CTS-CP – CTS 1) y su segunda versión para VFP (CTS-2), representando el 25% (5) del total de artículos revisados. En tres estudios explican que consta de seis ítems para evaluar actos agresivos de hijos a cuidadores, tres sobre violencia verbal (insultar, gritar y amenazar con pegar) y tres sobre violencia física (abofetear, golpear con un objeto que pueda causar daño y dar patadas) (Calvete et al., 2011; Gámez-Guadix et al., 2012; Zuñeda et al., 2016). En un estudio utilizan CTS 1 en cuatro dimensiones por medio de 16 ítems: razonamiento, agresión psicológica (gritar a padres), violencia física leve y violencia física grave (Ibabe, 2015), mientras que otro eliminaron la dimensión de razonamiento (Ibabe & Bentler, 2016).
Otro instrumento utilizado es el Child-to-Parent Aggression Questionnaire (CPAQ), creado por Calvete, Gámez-Guadix et al. en el año 2014, estando presente en el 40% (8) de los artículos revisados. El CPAQ es un cuestionario de auto reporte, que contempla el adolescente, con una escala de respuesta tipo Likert que permite conocer frecuencia de agresiones que ejercen adolescentes hacia sus cuidadores. Consta de 20 ítems paralelos, 10 ítems que evalúan agresiones dirigidas contra la figura paterna y 10 contra la figura materna. Del total de ítems, siete de ellos presentan aseveraciones sobre agresión psicológica (insultar, tomar dinero y amenazar), mientras que los tres restantes evalúan agresión física (golpear con algo o patear para lastimar) (Calvete, Gámez-Guadix et al., 2014; Calvete & Orue, 2016; Calvete, Orue, & Gámez-Guadix, 2015; Calvete, Orue, Gámez-Guadix & Bushman, 2015; Ilabaca & Gaete, 2021; Izaguirre & Calvete, 2017; Orue et al., 2021; Zuñeda et al., 2016). Tanto para el CTS 1, CTS 2 y CPAQ, todos los estudios que lo han utilizado mencionan que cuentan con excelentes propiedades psicométricas.
Dos estudios (10%) realizados con muestras de adolescentes españoles utilizaron sus propios cuestionarios ad hoc. En un estudio crearon un cuestionario con dos partes, la primera compuesta por 10 ítems que evalúan agresión contra la madre y 10 contra el padre, siete ítems con aseveraciones sobre agresiones psicológicas (insultar o amenazar) y los otros tres ítems con agresiones físicas (pegar o empujar). La segunda parte del instrumento incluye 10 ítems que exploran las razones para ejercer VFP hacia la figura materna y 10 ítems hacia la figura paterna (Ibabe et al., 2014). En el segundo estudio se utilizó un cuestionario compuesto por 30 ítems, 15 orientados hacia la figura materna y 15 hacia la paterna, de los cuales cinco fueron para evaluar conductas de agresión física (golpear, patear, morder o usar armas), cinco sobre agresión verbal, no verbal y emocional, y cinco sobre agresión financiera (robo, venta o destrucción de objetos, generación de deudas y uso de tarjetas bancarias) (Ilabaca & Gaete, 2021).
En un estudio longitudinal con muestra de adolescentes estadounidenses, utilizaron la escala Adolescents´Parent-Direct Aggression, la cual tiene 11 ítems, cuatro para evaluar agresiones físicas, tres para daño a la propiedad y cuatro para la agresión verbal (Margolin & Baucom, 2014).
En los estudios restantes, se utilizan distintos instrumentos para medir diferentes variables asociadas a la VFP (53), pero que no necesariamente permiten conocer directamente la VFP, donde en el 49% (26) son para evaluar variables intrapsíquicas, 49% (26) para evaluar variables contextuales familiares y solo el 2% (1) para dar cuenta de variables sociodemográficas.
En una de las investigaciones donde se extrajo la información de fuentes secundarias se trabajó directamente con expedientes judiciales de la Fiscalía de Málaga de adolescentes procesados por VFP, donde se extrajeron datos de tipo sociodemográfico como edad, sexo y nivel de estudios, variables psicosociales como consumo de drogas y variables relacionales conductuales (García Aranda & Cerezo Dominguez, 2017). En el segundo de estos estudios, se extrajo la información del Formulario del Departamento de Policías de Filadelfia, donde se describía el incidente de VFP, así como datos demográficos de la víctima y el victimario dando cuenta del nivel socioeconómico y dinámicas familiares (Schut et al., 2020). En ambos estudios no se explicitaron los procedimientos metodológicos utilizados para la extracción de los datos.
Investigaciones empíricas desde enfoques cualitativos
Solo un artículo aborda las concepciones de la VFP, donde participaron cuidadores y profesionales de servicios sociales que intervienen con jóvenes que han ejercido VFP, utilizando un cuestionario de preguntas abiertas sobre la definición de VFP, sus causas, características de agresores, de las víctimas y del contexto familiar (Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015). Otro estudio utiliza una entrevista semiestructurada, con guía de entrevista en profundidad con adolescentes y otra para cuidadores de manera separada, con el fin de conocer la exposición a la violencia familiar, la ausencia parental y negligencia emocional, disciplina con aplicación de reglas y disciplina parental, permisividad y disciplina inconsecuente (Calvete, Orue, Gámez-Guadix, Del Hoyo, et al., 2015).
Un tercer estudio en el que participaron profesionales de servicios sociales que intervienen en la VFP, utilizaron un cuestionario de preguntas abiertas sobre la definición de VFP, sus causas, características de los agresores, de las víctimas y de sus familia (Del Moral Arroyo, Varela Garay, et al., 2015). Un cuarto estudio realizó grupos de discusión y entrevistas a fondo, donde se utilizó un guion base de preguntas abiertas a partir de las teorías sobre la VFP, conformando cuatro grupos de discusión, uno con adolescentes, dos con padres y uno con expertos (Castañeda et al., 2017). El último estudio cualitativo utilizó dos contextos de evaluación, uno en centro de reforma de menores y otro en un programa de tratamiento para personas que han ejercido VFP, donde se realizaron entrevistas semiestructuradas con 10 preguntas asociadas a conductas agresivas, actividades familiares, situación con otros jóvenes, tiempo libre, amistades, relación familiar y relación con el colegio (Del Moral Arroyo, Martínez Ferrer, et al., 2015).
En estos estudios no se reportó las categorías de análisis que se utilizaron, la estrategia para la realización de la revisión de los videos o audios, ni tampoco se explicitó la manera en que se construyeron los criterios de investigación.
Discusión
El propósito de este artículo fue realizar una RS de la literatura empírica con el fin de describir conceptualmente la VFP, sus variables asociadas y las aproximaciones metodológicas que han utilizado para estudiar este fenómeno.
En términos conceptuales se observan dificultades a la hora de definir este constructo. Se aprecia una serie de descriptores conductuales poco específicos, que se combinan de manera poco clara con aspectos motivacionales, efectos o consecuencias de estos actos. El único aspecto en que hay consenso es que se trata de conductas emitidas por niños, niñas o adolescentes dirigidas a sus cuidadores. Respecto a las conductas en cuestión, estas son definidas de manera poco específica, nombrándolas como agresiones o como violencia, sin embargo, no son descritas operacionalmente en términos conductuales, salvo en dos casos.
Si bien se nombran aspectos como la intensidad y la frecuencia, estos componentes no son definidos explícitamente. En cuanto al componente motivacional, se presuponen una serie de motivadores tales como la búsqueda de poder, control o causar daño. Estos aspectos, no son evaluados explícitamente en los instrumentos utilizados, por lo que cabe preguntarse por la pertinencia de este componente, como un descriptor del constructo.
Respecto a sus consecuencias, estas serían siempre negativas, afectando la salud y el bienestar de los adultos agredidos, sin embargo, no queda claro si es un aspecto condicional para definir la presencia de la VFP o bien un efecto de ella. Una definición que incluye aspectos conductuales, motivacionales y consecuencias, implica el contar con un dispositivo complejo de evaluación que aborde cada uno de estos componentes, lo que no se evidencia en los estudios revisados. Las dificultades para definir el constructo claramente afectan su evaluación y por consiguiente la posibilidad de estudiarlo de manera precisa (Ibabe et al., 2014). En ninguno de los estudios se hace referencia explícita a un marco de referencia que enmarque la definición de la VFP.
En términos de las variables estudiadas que se asocian con la VFP, se aprecia la inclusión de variables psicológicas de adolescentes, contextuales y sociodemográficas. Se describen una serie de asociaciones entre algunas de ellas y VFP, sin embargo, en términos generales no se observa un marco conceptual que regule el estatus de las variables, salvo en el estudio longitudinal de Calvete, Gámez-Guadix et al. (2015).
En los trabajos revisados no se explicita claramente la relación entre las variables, no se sabe con claridad si son causales, factores de riesgo, consecuencia, mediadoras o moderadoras de la VFP. Sin un marco conceptual explicito, es difícil comprender la justificación de las relaciones estudiadas, así como interpretar los resultados obtenidos. En ese sentido, el reporte de asociaciones estadísticas no implica necesariamente la determinación de relaciones entre las variables que aumenten la comprensión del fenómeno estudiado (Calvete, Orue, & Gámez-Guadix, 2015; Castañeda et al., 2017; Del Hoyo-Bilbao et al., 2017; Ibabe, 2015; Margolin & Baucom, 2014; Schut et al., 2020).
A nivel metodológico, se aprecian aproximaciones cuantitativas y cualitativas, así como diseños transversales y longitudinales. En los estudios transversales se evidencia la descripción de asociaciones entre la VFP y una serie de variables. Por su parte, los estudios longitudinales establecen un marco conceptual en que se describen procesos relacionados con la manifestación de la VFP, dando una organización a las variables de estudio, lo que permite una mejor interpretación de los resultados (Arnau & Bono, 2008).
En términos de los instrumentos de medición utilizados, en los estudios cuantitativos, la VFP y las variables asociadas fueron evaluadas preferentemente mediante cuestionarios de auto reporte con modalidad de respuestas múltiples. En el caso de la VFP, se aprecia la utilización de diversos cuestionarios que incluyen reactivos que describían comportamientos de agresión hacia sus cuidadores y la frecuencia de estos actos, donde la mayoría reportan excelentes propiedades psicométricas. Además, se observan estudios en los cuales se evalúa la VFP mediante cuestionarios ad hoc, donde si bien permiten cuantificar presencia y frecuencia de las conductas, dificulta la comparación de los resultados, ya que es posible que no se esté midiendo el mismo constructo en los diferentes estudios. También se observa la recopilación de información mediante el acceso a bases de datos de sistemas judiciales, los cuales, tienen la limitación de que dependen de las características de los registros previos. Por su parte, los estudios cualitativos utilizaron entrevistas en profundidad, semiestructuradas y grupos focales, lo que permitió describir la VFP de manera más compleja, focalizándose en la experiencia de los participantes.
En síntesis, esta revisión permite evidenciar un interés y avance en el estudio de la VFP, sin embargo, se aprecian limitaciones conceptuales y metodológicas. En la literatura sobre maltrato infantil existen modelos comprensivos y sistemas de clasificación que podrían utilizarse para enriquecer el estudio de la VFP (Cicchetti & Valentino, 2006; Muela Aparicio, 2008). De esta manera proponemos como marco conceptual una aproximación bioecológica del fenómeno, que permita consignar a priori el estatus de la variable de estudio, así como los procesos que podrían estar involucrados en su manifestación, identificando variables en términos de factores de riesgo y protectores, ubicándolas en distintos sistemas interconectados desde un nivel ontogenético a uno macrosistémico (Bronfenbrenner & Morris, 2007; Cicchetti & Valentino, 2006). Desde esta perspectiva, la VFP podría ser entendida como un patrón interaccional entre el niño/adolescente y sus cuidadores. Desde este modelo las conductas agresivas podrían ser concebidas como un resultado del desarrollo del adolescente (impulsividad, regulación emocional o consumo de sustancias) que surge a partir de interacciones especificas con factores ubicados en un contexto proximal, como por ejemplo características particulares de los cuidadores (estilos educativos parentales, rasgos de personalidad, entornos familiares violentos u otros), y verse influenciadas por variables en distintos niveles. En términos conceptuales, la VFP se da en una relación violenta entre hijo/a y cuidador/a, donde el adolescente agrede de manera verbal, física, emocional o económica. La agresión se puede dar de manera impulsiva para comunicarse y/o ejercer control hacia el/la adulto/a. Consideramos que una aproximación como esta permitirá organizar las variables de estudio en términos de variable resultado, factores de riesgo, variables moderadoras y mediadoras, favoreciendo la elaboración de estudios multivariados y de mayor complejidad. Dentro de las medidas utilizadas, la escala CPAQ es la que cuenta con mayor evidencia y es confiable. Sin embargo, sería necesario agregar elementos como edad de inicio de la agresión y motivaciones para ejercerla.
En términos del constructo VFP, consideramos necesario precisar sus características operacionalmente de manera que se puedan diferenciar con claridad la existencia de tipos y subtipos. Estimamos pertinente incluir elementos que den cuenta de su severidad, en términos de características de la agresión, nivel de daño, frecuencia y duración. Consideramos también relevante incluir el aspecto motivacional, situacional y relacional, que permitiría comprender la manifestación de estas conductas. Creemos que a partir de este planteamiento será posible incluir variables que pudiesen estar involucradas en la VFP.
El presente estudio posee algunas limitaciones que se detallan a continuación. Primero, si bien se reconoce que los idiomas seleccionados en la búsqueda en las bases de datos (inglés y español) excluyeron estudios que fueron publicados en otros idiomas como por ejemplo el francés y el portugués. Segundo, el que solo se incluyeran artículos publicados en revista que cumpliera con la política de revisión de pares, excluyó estudios interesantes y que permiten comprender de mejor manera la VFP. Tercero, no se tomaron en cuenta otras bases de datos electrónicas que pudiesen haber ampliado la búsqueda, como por ejemplo Dialnet Plus, EBSCO, Pubmed y Latindex. Cuarto, no se incluyeron las propiedades psicométricas de los instrumentos que se utilizan para evaluar la VFP, lo cual pudiera derivar en un estudio independiente que dé cuenta de la calidad psicométrica de los instrumentos. Quinto, el que la búsqueda la realizara un solo investigador podría haber generado mayor riesgo de sesgo pese a la revisión de otros dos investigadores.
Finalmente, podemos señalar que esta revisión permitió reportar que el estudio de la VFP es un campo en desarrollo que da cuenta de un fenómeno de gran complejidad y que ha sido estudiado principalmente en España, donde once estudios son del mismo equipo de investigación, dos fueron de origen estadounidense y uno de origen chileno. Es por esto que, debido a la escasez de estudios latinoamericanos, se evidenció la necesidad de contar con aproximaciones de estudio comprensivas y multivariadas que permitan avanzar en el entendimiento de este tipo de comportamientos y sus consecuencias.
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Notas de autor
Enviar correspondencia a: Contreras Sáez, M. E-mail: milton.contreras@utalca.cl
Información adicional
Citar este artículo como: Contreras Sáez, M.; Fresno Rodríguez, A.; Hernández González, O. (2022). Violencia filio – parental: Una revisión sistemática de la literatura. Revista Argentina de Ciencias del Comportamiento, 14(2), 13-36
Enlace alternativo
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