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DISEÑO INDUSTRIAL, CREATIVIDAD E IDEACIÓN: ESTUDIO SOBRE EL DESARROLLO DE PRODUCTOS EN LA INDUSTRIA MANUFACTURERA DEL BIOBÍO, CHILE
INDUSTRIAL DESIGN, CREATIVITY AND IDEATION: A STUDY ON PRODUCT DEVELOPMENT IN THE MANUFACTURING INDUSTRY IN THE BIOBIO REGION, CHILE
DESENHO INDUSTRIAL, CRIATIVIDADE E IDEAÇÃO: ESTUDO SOBRE O DESENVOLVIMENTO DE PRODUTOS NA INDÚSTRIA MANUFATUREIRA DO BIOBIO, CHILE
DISEÑO INDUSTRIAL, CREATIVIDAD E IDEACIÓN: ESTUDIO SOBRE EL DESARROLLO DE PRODUCTOS EN LA INDUSTRIA MANUFACTURERA DEL BIOBÍO, CHILE
Interciencia, vol. 42, núm. 5, pp. 293-300, 2017
Asociación Interciencia
Recepción: 03 Agosto 2016
Aprobación: 19 Abril 2017
Resumen: La creatividad e ideación a través del diseño industrial, aplicados en contextos productivos, pueden ser elementos claves para que las empresas regionales logren la diferenciación y competitividad en el mercado actual globalizado. La Región del Biobío, Chile, se caracteriza por ser un polo manufacturero que históricamente ha estado orientado a la producción y fabricación, en el que se desconoce el nivel de incorporación de creatividad e ideación a través del diseño industrial en el desarrollo de nuevos productos. Para ello, en un diagnóstico se encuestaron 163 empresas manufactureras. Los resultados indican que en este contexto regional la creatividad e ideación a través del diseño industrial están presentes en el desarrollo productivo, siendo dicha presencia reactiva, es decir, en respuesta a requerimientos externos de clientes y, en ocasiones, usuarios. A pesar de que se reconoce el valor de la diferenciación cuando se planea el diseño de un nuevo producto, la baja asociatividad del proceso de diseño a una disciplina formal dentro de la organización incide en que la cultura innovativa escasee y los procesos creativos persigan entregar respuestas rápidas, útiles, pero que no logran convertirse en innovación.
Palabras clave: Creatividad Aplicada, Chile, Diseño Industrial, Ideación, Industria Manufacturera Regional.
Abstract: Creativity and ideation through industrial design, applied in productive contexts, can be a key for regional businesses to achieve differentiation and competitiveness in today’s globalized markets. The Biobio region of Chile is characterized as a manufacturing pole that has historically been oriented to production and assembly, where the level of incorporation of creativity and ideation through industrial design in the development of new products are unknown. To this end, a diagnostic survey of 163 manufacturing companies was carried out. Results indicate that in this regional context creativity and ideation through industrial design are present in the development of production, but such presence is reactive, in response to external customers requirements and, sometimes, those of users. Although the value of differentiation is recognized when designing a new product, the low association of the design process to a formal discipline within the organization leads to a scarce innovative culture and the creative processes attempt to deliver fast and useful answers but fail to be innovative.
Resumo: A criatividade e ideação através do desenho industrial, aplicados em contextos produtivos, podem ser elementos chave para que as empresas regionais consigam a diferenciação e competitividade no mercado atual globalizado. A Região do Biobio, Chile, se caracteriza por ser um polo manufatureiro que historicamente tem estado orientado à produção e fabricação, no qual se desconhece o nível de incorporação de criatividade e ideação através do desenho industrial no desenvolvimento de novos produtos. Para isto, em um diagnóstico se aplicaram enquetes a 163 empresas manufatureiras. Los resultados indicam que neste contexto regional, a criatividade e ideação através do desenho industrial estão presentes no desenvolvimento produtivo, sendo reativa dita presença, ou seja, em resposta a requerimentos externos de clientes e, em ocasiões, de usuários. A pesar de ser reconhecido o valor da diferenciação quando se planeja o desenho de um novo produto, a baixa associatividade do processo de desenho a una disciplina formal dentro da organização incide em que a cultura de inovação seja escassa e os processos criativos procurem entregar respostas rápidas, úteis, mas que não conseguem se converter em inovação.
Introducción
La innovación, como base para la competitividad empresarial en un mercado dinámico y globalizado, requiere herramientas que permitan el desarrollo continuo de soluciones de impacto, a partir del levantamiento de necesidades que representen fielmente la realidad. En particular, el diseño y desarrollo de nuevos productos es una estrategia clave para las empresas que buscan incrementar su diferenciación y competitividad en un mercado altamente globalizado (Ashby y Johnson, 2014); estimula la búsqueda de soluciones, a partir de un sinnúmero de variables y factores que incluyen por ejemplo, la función, la usabilidad, la apariencia y el mercado. En esencia, el diseño y desarro-llo de nuevos productos convoca un proceso donde se explora la innovación, respondiendo a requerimientos del consumidor, el usuario y la producción, con el propósito de atender en su integridad la complejidad multidimensional del producto (Aguayo y Soltero, 2002). No obstante, aunque el proceso de diseño en la industria se hace complejo, suele carecer de la rigurosidad con la que debería aplicarse. Esto se evidencia en el incumplimiento de las etapas estándar (identificación de problemas, generación de soluciones, selección de soluciones y implementación de soluciones), o en la poca continuidad de las mismas (Kumar y Sarkar, 2017). Asimismo, debido a la falta de recursos, las pequeñas y medianas empresas deben ingeniar cómo llevar a cabo la generación de nuevas ideas. Ante esto, la creatividad colectiva puede ser un enfoque para enfrentar dichas debilidades, incorporando colaboradores externos y las competencias de los usuarios (Cullmann et al., 2015).
En general, los enfoques disciplinares y la sistematización de técnicas que se proponen para los procesos de diseño y desarrollo de nuevos productos, emergen como referentes teóricos foráneos (Briede et al., 2014) que no se relacionan con la realidad socio-técnica y cultural de Chile, cuyo desar rollo se basa en un modelo de libre mercado, configurado por la explotación de commodities y recursos naturales (López y Miller, 2008). Motivado por lo anterior, se ha llevado a cabo un diagnóstico del grado de incorporación de la creatividad e ideación a través del diseño en la empresa manufacturera de una región de Chile, la Región del Biobío, con el fin de conocer los procedimientos y recursos con los que se abordan las etapas de creación y desarrollo de un producto, y sentar las bases que permitan, en un futuro, proponer modelos para la implementación incremental y sustentable del diseño dentro de las prácticas industriales locales. Se incluyeron empresas de siete comunas de la región, pertenecientes a las industrias de fabricación de maquinaria agropecuaria y forestal, productos de madera y derivados, productos elaborados de metal y maquinaría de uso general, las cuales constituyen las actividades económicas más importantes de la zona.
Creatividad e Ideación a Través del Diseño Industrial
La ‘innovación de producto’ es definida en el Manual de Oslo (OECD, 2005) como “la introducción de un bien o de un servicio nuevo, o significativamente mejorado, en cuanto a sus características o en cuanto al uso al que se destina”. La misma implica “la mejora significativa de las características técnicas, de los componentes y los materiales, de la informática integrada, de la facilidad de uso u otras características funcionales”. El Manual explica que el diseño es un componente clave en el desarrollo y la introducción de las innovaciones en los productos, siempre y cuando su aplicación se traduzca en “un cambio significativo en las características funcionales o las utilizaciones previstas”. Es en este entorno en que el diseño de nuevos o mejorados productos obliga a buscar nuevas formas de organizar procesos como los de innovación abierta, donde se abren instancias de colaboración con agentes externos expertos y usuarios distribuidos a nivel global (Chesbrough, 2003). Ahí es cuando la ideación, instancia en la cual comienza el concepto de diseño y se determina el valor del negocio asociado al mismo (Han et al., 2016), se torna fundamental.
Las fases tempranas del proceso de ideación, conocidas como Front End of Innovation (FEI) o Fuzzy-Front End (FFE), constituyen la instancia en la cual se formula la estrategia del producto, se identifican y seleccionan las oportunidades, se generan ideas, se evalúan, seleccionan, se desarrolla el concepto y se prueba (Smith y Reinertsen 1991, Koen 2001, Stevanović et al., 2016), dando lugar a diversas iteraciones de exploración, ideación, refinamiento, negociación, convergencia y consolidación (Heck et al., 2016). Desde otra perspectiva, el FFE da lugar a controversias que de alguna forma hacen complejo el avance del proceso de innovación. Se han identificado cinco controversias: ganancia, producción, diseño, marca y clientes/mercado (Christiansen y Gasparin, 2016), las cuales deben ser manejadas por una gerencia activa y multifacética, capaz de enfrentar estos problemas.
Lo anterior no se encuentra lejos de la propuesta de Riel et al. (2013), quienes señalan que el éxito en la ideación a través del FFE radica en la presencia de seis factores: inicio del proceso en la alta dirección, necesidad de un foco claro y definido, activación de redes, activación de la creatividad, emprendimiento y orientación organizacional. Su implementación requiere integrarse en un modelo que considere el contexto organizacional, de modo tal de permitir su contribución a la instalación y el reforzamiento de una cultura organizacional de innovación abierta, que integre a diversas partes interesadas en el proceso de ideación.
La activación de la creatividad es un componente relevante. Dilling-Hansen (2017) recoge la literatura de Stein (1953), Kaufman y Sternberg (2007) , Mumford (2011) y Runco y Jaeger (2012) para definir a las empresas creativas en torno a tres factores inherentes al producto: Cuando el producto es nuevo e innovador, cuando el producto es de alta calidad y cuando el producto es efectivo. Esto se asocia a la forma en que el Manual de Oslo (OECD, 2005) define a una empresa creativa, siendo aquella que introduce un nuevo producto o servicio en el mercado. Como se observa, la creatividad puede entregar como resultados un objeto, una acción o una idea, los cuales son concebidos como nuevos, de alta calidad y útiles (Carruthers, 2011). Sin embargo, aunque la creatividad de los conceptos propuestos determina el potencial de innovación (Yilmaz et al., 2013), ésta no suele ser evaluada en el proceso del que emergen las ideas creativas (Yuan y lee, 2014). Se ha demostrado que el clima creativo tiene efectos positivos en la innovación de la empresa, estimulando la creatividad del recurso humano y, con ello, la capacidad de innovación en la organización (Cekmecelioglu y Günsel, 2013). Pero, además, la creatividad requiere de mecanismos de apoyo como lo son, por ejemplo, el uso de bocetos y evaluación para la exploración de las ideas de diseño (Adams, 2012).
Según plantean Hernandis y Cabello (2006), las técnicas de creatividad actúan como herramientas eficaces para la concepción de ideas y la búsqueda de soluciones frente a una problemática que presenta diversas alternativas. Plantean técnicas genéricas, como el brainstorming, la analogía, y otras técnicas más específicas en el proceso de diseño de produc-tos, como el método Delphi, el análisis morfológico y el TRIZ. En tanto, Liao et al. (2015) refieren el método Kano como un método específico adicional (Tabla I).
En general, la variedad y la comparación de las herramientas que apoyan el proceso de diseño visibilizan las fortalezas y las debilidades de cada una de ellas. Así como algunas son eficaces en la comprensión de problemas o en la identificación de requisitos, otras lo son en la generación de ideas o bien, durante la selección y evaluación de ideas. Por lo tanto, se torna complejo determinar la más adecuada en un proceso de ideación en particular (Kumar y Sarkar, 2017).
Contexto de Estudio
En particular, los enfoques disciplinares y la sistematización de técnicas que se proponen para los procesos de diseño y desarrollo de nuevos productos no se condicen con la historia y la realidad manufacturera de la Región chilena del Biobío, la cual se encuentra inmersa en la producción de materia prima y productos terminados a partir de operacio-nes que adaptan tecnologías avanzadas y prácticas ina-decuadas para el contexto local, orientándose tradicionalmente a la búsqueda de beneficios a corto plazo, abordando el diseño y desarrollo de productos de manera intuitiva e improvisada (Briede et al., 2016).
Al año 2014, año en el cual se realizó el presente estudio, la Región del Biobío se ubicaba en el segundo lugar a nivel nacional en cuanto a número de empresas manufactureras metálicas y no metálicas, con 10.143 empresas (SII, 2014). En primer lugar se ubicaba la Región Metropolitana, con 41.795 empresas y en tercer lugar la Región de Valparaíso con 8.393 empresas. En relación a las ventas anuales, la Región del Biobío se ubicaba en el tercer lugar, con un promedio por empresa de US$ 823.066,97; tras la Región Metropolitana (US$ 2.275.480,83 por empresa) y la Región de Valparaíso (US$ 1.837.379,79 por empresa). En tanto, en 2013 el Índice de Competencia Regional posicionó a la región en el puesto número 10 entre las 14 regiones (CEEN ICORE, 2013), evidenciando debilidades competitivas respecto del nivel país, junto con la desarticulación de los esfuerzos del sector académico regional para promover el desarrollo conjunto (Falabella y Gatica, 2014).
Material y Método
La investigación corresponde a un estudio exploratorio (Creswell, 2003), donde se empleó una triangulación de metodologías cuantitativas y cualitativas (Bericat, 1998). La instancia cuantitativa consistió en la aplicación de un cuestionario a 163 empresas manufactureras de la Región del Biobío que incorporarían prácticas de diseño y desarrollo de productos en sus procesos, además de un análisis estadístico descriptivo de los datos recogidos. La instancia cualitativa consistió en la realización de dos grupos focales conformados por 16 empresarios y académicos de la Región del Biobío, quienes analizaron los datos mediante la codificación abierta de la teoría fundamentada. En la fase cuantitativa, los encuestados respondieron un cuestionario de 44 preguntas dentro del cual se abordaron las siguientes dimensiones: ‘necesidad de lanzar nuevos productos’, ‘deci-sión de iniciar el diseño de un nuevo producto’, ‘estrategias que se abordan para diseñar un nuevo producto’, ‘responsable del proceso creativo’, ‘participantes en el diseño y desarrollo de nuevos productos’, ‘impacto que tienen algunos criterios en la evaluación de los resultados del proceso creativo y de ideación’, ‘características del proceso de ideación de un producto’ y ‘forma de desarrollo del proceso de visualización de ideas’.
Con el propósito de distribuir la aplicación del cuestionario proporcionalmente en la zona geográfica de estudio, el tamaño de la muestra se determinó mediante una estratificación de la población; esto es, proporcionalmente al tamaño de las comunas involucradas: Concepción, San Pedro de la Paz, Coronel, Talcahuano, Chiguayante, Los Ángeles y Chillán. De este modo, la muestra representa el 28% de la población de estudio, en tanto que cada empresa encuestada representa a cuatro empresas de su mismo rubro y/o condición. Si bien inicialmente se buscó realizar una selección aleatoria, las condiciones de la investigación en cuanto a restricciones de tiempo y la baja respuesta obtenida por las empresas preseleccionadas obligaron a considerar aquellas empresas que se mostraron plenamente dispuestas a participar en el estudio, realizando un muestreo no probabilístico por cuotas. La muestra de la fase cuantitativa finalmente quedó conformada por 163 microempresas, pequeñas empresas y medianas empresas pertenecientes a las industrias de fabricación de maquinaria agropecuaria y forestal, productos de madera y derivados, productos elaborados de metal y maquinaría de uso general.
Para la fase cualitativa, los dos grupos focales buscaron recoger datos a través de la interacción entre los participantes mediante una discusión enfocada en tópicos específicos (Abrocesi y Focesi, 2001). En el primer grupo focal participaron ocho personas, de los cuales tres eran empresarios, cuatro académicos y un académico-empresario. En el segundo grupo focal participaron ocho personas, de los cuales tres eran empresarios y cinco académicos. Ambos se estructu-raron de acuerdo a un guion que buscó medir las variables ‘diseño conceptual’, ‘desarrollo de producto’, ‘usuario’, ‘cliente’, ‘especialista’ e ‘ideación colaborativa’, las cuales se describen en la Tabla II.
Análisis estadístico
Los datos cuantitativos fueron procesados mediante un análisis estadístico descriptivo con el paquete estadístico IBM SPSS 21. El propósito fue conocer la distribución de los datos y la relevancia de determinados atributos de las variables categóricas involucradas. Adicionalmente, mediante un análisis factorial se redujeron datos y se establecieron grupos de variables, cuyas relaciones fueron evaluadas con el coeficiente r de Pearson.
El análisis cualitativo de los datos, mediante codificación abierta, se realizó en el programa Atlas.ti 1.0.34.
Resultados
Los resultados del estudio de-tallan lo obtenido en las fases cuantitativa y cualitativa, según las dimensiones abordadas en la fase cuantitativa, las cuales, a su vez, se agrupan en torno a dos macro-dimensiones: ‘diseño de nuevos productos’ y ‘creatividad e ideación’ (Figuras 1 y 2).
Los porcentajes expuestos en algunas de las preguntas no conforman en su totalidad el 100%, ya que recogían respuestas múltiples. En el caso de los resultados cualitativos, se muestran en citas textuales donde se indica el número de grupo focal con números romanos (I ó II) y el párrafo con número arábigo (1, 2, etc.).
Diseño de nuevos productos
Necesidad de lanzar nuevos productos.
Del total de empre-sas que respondieron, sobre un 60% reconoce los requerimientos de clientes y las necesidades del usuario como base, mientras que cerca de un tercio considera la política de la empresa o la intuición o creatividad de algún directivo. El tamaño de la empresa no se asocia a la necesidad de lanzar nuevos productos; sin embargo, se observa que la caída de ventas y el reemplazo/renovación de colecciones se encuentran medianamente correlacionadas (r=0,45, significativo al 1%). Lo anterior es coherente con el escenario que se retrata en los grupos focales, donde los participantes sostienen que el desarrollo de nuevos productos, que es una realidad poco usual, sólo ocur re ante la demanda de los grandes sectores económicos locales (industria forestal, minera, etc.) y que para responder a esta demanda se prefieren las ideas más rápidas y eficientes, buscando mantener a f lote la empresa, sin dar tiempo a la planif icación a largo plazo. “…[los empresarios] son tipos que están presionados por el día a día, que están tomando decisiones básicamente operativas donde la estrategia no existe entonces introducir el tema del diseño” (I 186).
Decisión de iniciar el diseño de un nuevo producto.
Tres cuartos de las empresas que respondieron considera a la gerencia como un área relevante en esta decisiónmientras que otras entidades no son consideradas por más del 20%, como el área de Producción o los departamentos de Diseño o Comercial. No obstante, se observa una correlación levemente negativa entre la gerencia y el departamento de diseño como actores que deciden iniciar el desarrollo de un nuevo producto en la empresa, lo que revela un escenario de discrepancias a la hora de la toma de decisiones. Esto puede explicarse en los grupos focales, donde se indica que la decisión de invertir o no en diseño está supeditada principalmente a la evaluación del costo del mismo. Así, el costo de innovar, hace que los empresarios usualmente rechacen esta posibilidad. “…yo fui uno de los que hablando con las personas indicadas en su momento les plantee la necesidad de hacer nuevos productos, desarrollos. Pero a ese precio ni me pescaron (sic; significa ‘ni me tomaron en cuenta’)” (I15).
Esto ocurre incluso cuando el diseño ya se ha generado y sólo se invita a las empresas a participar en su producción. Persona 1: “…No todas las empresas que uno invita a participar de un proyecto de investigación tienen los recursos para poder hacerlo…”. Persona 2: “Las lucas (sic; significa ‘el dinero’) y el interés…” (II 5-6)
Y si se decide innovar, se prefiere las alternativas de menor escala y menor inversión.“…acordaron que había un proyecto más macro que no cabía dentro del resultado que se esperaba para el proyecto. Entonces fue el (nombre de producto)… que este es un producto más barato y que estaba dentro de los plazos, y del dinero”. (I 136).
Estrategias que se abordan para diseñar de un nuevo producto.
Dentro de estos objetivos, sobre la mitad de las empresas participantes consideraron los requerimientos impuestos por el cliente o la busca la diferenciación con la competencia, seguido de dos quintas partes que consideraron la opinión y experiencia del usuario. En los grupos focales también se destaca la influencia de los requerimientos del cliente en el diseño, no obstante, se reconoce que se suele responder a estos través de la replicación de diseños ya existentes y la respuesta a requisitos altamente definidos por las empresas. “…y hazme esta pieza, y hartas (sic; significa ‘muchas’) y más baratas, porque si no con la misma pieza voy al otro y le digo hazme mejor, más barata… Y así todo el mundo hace pernos así, pernos auto rompientes. Entonces el mismo proveedor es el que se encarga de distribuir para tener… y son prácticas reales y conocidas…” (I 15).
Participantes en el diseño y desarrollo de nuevos productos.
Tres cuar tas par tes de las empresas consultadas reconocen a la gerencia con una participación relevante en esta área. Mientras que las otras entidades no superan el 40%; por ejemplo, el cliente, el departamento de diseño o el usuario. Menos de una quinta par te de las empresas consideraron a la Ingeniería de Producción, el Depar tamento Comercial y los Proveedores. Esto coincide con los grupos focales, donde el entorno que enfrenta el trabajo del diseñador es visto como adverso, impidiéndole desarrollar su labor y promoviendo la copia de diseños ya establecidos por sobre la generación de nuevos. “Pero tú ayer decías sinceramente que los diseñadores no hacían diseño porque no les dejan…” (I79).
Creatividad e ideación
Responsable del proceso creativo.
Sobre la mitad de las empresas consultadas afirma que el proceso creativo es dirigido por el gerente. La participación del diseñador o el personal de producción se da en menos del 20%, y en menos de una décima parte de los casos es el ingeniero es quien lo lidera. No obstante, desde el punto de vista del tamaño de la empresa, se aprecia una similitud entre las prácticas de las microempresas manufactureras y de las medianas empresas manufactureras, quienes delegan la responsabilidad del proceso de diseño en la gerencia y en el diseñador, principalmente. En contraparte, las pequeñas empresas manufactureras de la Región del Biobío, manifiestan que la dirección del proceso de diseño recae en la gerencia y en el personal de producción, y por tanto, la participación de la unidad de diseño es mínima. El rol reducido de la unidad de diseño, de acuerdo a lo expuesto en los grupos focales, está asociado también a una búsqueda de evitar los costos y riesgos asociados al diseño, en donde se prefiere la búsqueda en el extranjero de diseños ya desarrollados y probados, o que sean los diseñadores quienes se acerquen a las empresas locales con sus propuestas ya desarrolladas para comercializar. De hecho, que el diseñador sepa acercarse a la empresa se considera como una competencia que debe tener. “Lo que me gustaría de un diseñador que me hiciera, que un día llegara y me dijera “mire señor, yo tengo esta idea...” (II 55).
Impacto que tienen algunos criterios en la evaluación de los resultados del proceso creativo y de ideación.
Del total de empresas que respondieron, más de tres cuartas partes valoran considerablemente la incidencia de la percepción del usuario. Algo menos frecuentes, pero aún implicando a más la mitad de la muestra, las empresas consideran la apariencia y los objetivos. En relación a esto, los grupos focales muestran que la relevancia del usuario-cliente como foco del diseño, aunque es un efecto que aúna esfuerzos en el proceso, enfrenta la dificultad de convertir los modelos teóricos del diseño, comprensibles para los diseñadores y especialistas en el tema, en indicaciones operativas para el trabajo cotidiano de las empresas. Aquí, si bien el diseñador podría actuar como puente entre los lineamientos sugeridos y la realidad, no termina cumpliendo este rol. “La necesidad es hacer esa bajada a tierra y sobre todo de un punto de vista sistémico, es decir cómo debería procurarse la integración de los actores en cierta etapa del proceso y tener las bases o las herramientas para que puedan interactuar y que se puedan medir, y transferir al producto, entonces ahí veo mucha dispersión, no hay ninguna cosa que puede integrar bajo esa mirada, sobre todo acotado a nuestra realidad” (I 185).
Características del proceso de ideación de un producto.
Sobre de un 40% de las empresas participantes reconoce en sus procesos de ideación que o se da un carácter colaborativo, las ideas se evalúan de manera inmediata o se define un protocolo con etapas de creación y evaluación. Cerca de un tercio menciona que es un proceso rápido y dinámico. En particular, existe una correlación negativa entre la evaluación inmediata de ideas y la aplicación de protocolo, así como también, entre la evaluación inmediata de ideas y el proceso ref lexivo, y finalmente la correlación positiva entre la evaluación inmediata de ideas y la a la bajísima valoración de solo un 3% respecto a la suspensión del juicio en dicho proceso, que refleja claramente una práctica que se contradice radicalmente con el postulado de técnicas creativas e ideación como es la tormenta de ideas donde se debe asegurar una fase inicial de creatividad absoluta, con reglas estrictas como la suspensión del juicio con objeto de no inhibir y coartar dicho proceso.
Por lo tanto, si bien se observa una práctica donde se estimula un entorno que incluye diversos puntos de vista, también se aprecia una tendencia que busca responder a la demanda del cliente rápidamente sin construirla a partir de una amplia exploración de alternativas de solución, así como la investigación de la necesidad.
Formas y medios utilizados en proceso de visualización de ideas.
Más de la mitad de las empresas manifiesta que el proceso de diseño se desarrolla colaborativamente, mientras que poco más de un tercio usa bosquejos generales o lo desarrolla individualmente, utilizando pizarra para el bosquejo y trazando diagramas y esquemas. Lo anterior, de acuerdo a los grupos focales, tiene que ver con que las empresas no buscan invertir en prototipaje o pref ieren que esto esté a cargo de los diseñadores. “Ahí vienen una dificultad que hay en todo, que es el prototipo, quién paga el prototipo, si un diseñador y le lleva y le dice ‘mira esto es lo que te propongo’ es diferente a si llega ‘oye no, mira el papelito’…” (I 74). La construcción de maquetas básicas o modelos de baja fidelidad con menos de una quinta parte de la muestra de muestra la poca incidencia de este medio tanto para retroalimentar la idea además para facilitar la comunicación y lograr una comprensión compartida de lo que se busca desarrollar.
Esto implica una subutilización de recursos, dado que algunas empresas ya tienen la capacidad técnica instalada, pero no colaboran en el prototipaje con los diseñadores. Sin embargo, emerge como una ventaja de la Región, la existencia de fondos públicos que financian el prototipaje, siendo algunos de éstos propios de la zona. “…a mí me ha ayudado en el fondo de prototipaje. Porque fondo de prototipaje hay en la región, y somos una de las pocas regiones que tenemos nuestro propio elemento, que invierte, innova, porque en Santiago yo he visto que gente se eterniza pidiendo lucas (sic; significa ‘el dinero’) y no pasa nada…” (II 74).
Discusión y Conclusiones
La creatividad e ideación se presentan reactivamente en el sector manufacturero de la Región del Biobío, lo que se transforma en una cualidad deficitaria de la realidad local. Se busca dar respuesta a la demanda proveniente de clientes y, en ocasiones, de usuarios principalmente provenientes de grandes sectores económicos del país. No obstante, se reconoce el valor de la diferenciación y las intenciones de integrarla cuando se baraja la posibilidad de reemplazar la colección de productos, sin embargo, la baja asociatividad del proceso de diseño a una disciplina formal dentro de la organización incide en que la cultura innovativa escasee y genere iniciativas derivadas de un proceso creativo que persigue entregar respuestas rápidas, útiles y no necesariamente nuevas o de mayor valor, por lo que finalmente, no logran convertirse en innovación.
Las debilidades en el sector estudiado se concentran en el papel de la gerencia como principal actor que incide en la toma de decisión de iniciar el desarrollo de un nuevo producto. Se observa una discrepancia entre dicho rol y el naturalmente asociado al departamento de diseño. Si bien entre las fuentes que motivan la introducción de un nuevo producto, se infiere que la gerencia mantiene conocimiento de las demandas de clientes y usuarios. Finalmente, se revela que las decisiones gerenciales de invertir o no en diseño se encuentran supeditadas al costo de la propuestas.
En cuanto a las estrategias utilizadas para el desarrollo de nuevos productos, la tendencia indica que se recogen los requerimientos de los clientes, además de incorporar prácticas que persigan diferenciar la oferta frente a la de sus competidores. No obstante, las acciones no parecieran estar dirigidas a investigar a fondo las necesidades de los usuarios, sino que más bien, se orientan a interpretar los requerimientos de los clientes en productos con especificaciones predefinidas por la organización, o bien, basados en soluciones ya aceptadas en el mercado. De ahí que durante la evaluación del proceso creativo y de ideación, prevalecen criterios relacionados con la percepción del usuario, la apariencia del producto y los objetivos, descuidando, por tanto, criterios vinculados al carácter mismo del diseño y del proceso productivo. Si bien el diseñador puede traducir los modelos teóricos en indicaciones operativas para los demás participantes del proceso de desarrollo de productos, en la realidad no cumple ese rol.
Lo anterior se convierte en un tema sensible, pues se evidencia que las operaciones creativas y de ideación en las empresas, si bien suelen involucrar la participación y liderazgo de la gerencia, no reconocen en gran medida la incorporación de clientes, usuarios y diseñadores. Esto deriva de la baja importancia que se le asigna a la investigación en el proceso de diseño, motivada por una percepción asociada a gasto, así como también por una cultura que acepta la creatividad como un valor que debe adquirirse fuera de la organización.
En cuanto a la caracterización del proceso de ideación, la rapidez con la que se discuten y evalúan las ideas refleja una baja disposición a la construcción de la solución desde un estudio cabal de la necesidad del usuario o cliente. Sumado a ello, el empleo de representaciones que no requieren ser materializados y de bajo costo, tales como diagramas o esquemas en pizarra o papel, implica poca inversión y complejidad en el proceso, además de la subutilización de recursos.
No obstante, algunas fortalezas que emanaron del presente estudio dicen relación con las intenciones de formalizar el proceso de desarrollo de producto y a emplear prácticas que gatillen un entorno de diálogo de rigurosidad, y el im-pulso de la creatividad en las empresas. Entre ellas, la utilización de políticas empresariales para el desarrollo de productos, la colaboración y la creación de protocolos para el proceso de ideación, y el empleo de una visión estratégica de parte de los directivos, en la búsqueda de tendencias en el mercado. Igualmente, la existencia y crecimiento de programas que apoyan el prototipaje, por ejemplo, emergen como ventaja para las manufactureras de la región.
En base a las conclusiones descritas en los párrafos predecesores, se sugieren las siguientes estrategias:
En primer lugar, para que sean tomados en serio, las técnicas de creatividad y los espacios de ideación colaborativa deben contar con una normativa formal como cualquier otra actividad de la empresa. De esta manera debería empoderarse al diseñador para que pueda implementar de manera sistématica estas técnicas dentro de la empresa. Las empresas que han conseguido innovar radicalmente lo hicieron porque fueron capaces de tomar medidas radicales respecto al proceso de diseño integrando planes, espacios y tiempos destinados a la creatividad.
Adicionalmente, esta tarea debe pensarse y normarse desde la colaboración entre disciplinas. Dado que la creatividad y la ideación son facultades del ser humano, el propósito es ser capaces de identificarlas, evaluarlas y desarrollarlas desde una perspectiva multidisiplinar y permitir y proveer de los canales de colaboración dentro de la misma empresa.
Por otro lado, también parece necesario implementar seminarios sobre estrategias creativas que utilizan los diseñadores durante el proceso de diseño para directivos con el objetivo de sensibilizarlos sobre la importancia de la empatía y la creatividad dentro del proceso de diseño de nuevos productos.
Y, finalmente, a largo plazo, aspectos relativos a la ideación y diseño de productos deben ser incluídos en la formación universitaria de profesiones afines a la dirección empresarial, con el propósito de que los futuros directores de empresa, tengan noción respecto de la importancia de generar espacio para la creatividad orientada al diseño de nuevos productos.
Agradecimientos
Los autores agradecen a CO-NICYT/ FONDECYT 11121570 el financiamiento de esta investigación.
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Notas
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