Artículos
Recepción: 07/12/2017
Corregido: 07/05/2018
Aprobación: 09/05/2018
Resumen: La aparición periódica de eventos irritantes en las relaciones entre Perú y Chile contribuye a perpetuar una inestabilidad que mantiene estancadas las posibilidades de una cooperación más amplia peruano-chilena. Esto ha sido estudiado por diversas disciplinas y múltiples enfoques a través de la historia, pero el análisis psico-social es escaso. Para intentar comprender las dinámicas intergrupales entre Perú y Chile, la presente investigación analiza las relaciones entre la ideología política, la identidad nacional, las representaciones estereotípicas y la valoración exogrupal de peruanos y chilenos como factores asociados a las mismas. La muestra está compuesta por 223 personas en Perú y 196 personas en Chile. Los resultados sugieren que las ideologías conservadoras se relacionan negativamente con las representaciones estereotípicas y la valoración exogrupal. Esto es particularmente claro en el caso del autoritarismo. Asimismo, una representación auto-estereotípica positiva tenderá a influir positivamente en la representación estereotípica del correspondiente exogrupo nacional.
Palabras clave: Autoritarismo de Derecha, Dominancia Social, Estereotipos, Identidad Nacional, Prejuicio.
Abstract: Periodical appearance of irritating events in the relations between Peru and Chile contributes to perpetuate an instability that keeps stagnant the possibilities of a broader Peruvian-Chilean cooperation. This has been studied by various disciplines and multiple approaches throughout history, but psycho-social analysis is scarce. In order to try to understand the intergroup dynamics between Peru and Chile, the present study analyzes the relations between political ideology, national identity, stereotypical representations and the exogrupal assessment of Peruvians and Chileans as factors associated with them. The sample is made up of 223 people in Peru and 196 people in Chile. The results suggest that conservative ideologies are negatively related to stereotypical representations and exogrupal assessment. This is particularly clear in the case of authoritarianism. Likewise, a positive self-stereotypical representation will tend to positively influence the stereotypical representation of the corresponding national exogroup.
Resumo: A aparição periódica de eventos irritantes nas relações entre o Peru e o Chile contribui para perpetuar uma instabilidade que mantém estagnadas as possibilidades de uma cooperação mais ampla peruano-chilena. Isso tem sido estudado por diversas disciplinas e múltiplos enfoques através da história, mas a análise psicossocial é escassa. Para tentar compreender as dinâmicas intergrupal entre Peru e Chile, a presente investigação analisa as relações entre a ideologia política, a identidade nacional, as representações estereotipadas e a valorização exogrupal de peruanos e chilenos como fatores associados aos mesmos. A amostra está composta por 223 pessoas no Peru e 196 pessoas no Chile. Os resultados sugerem que as ideologias conservadoras se relacionam negativamente com as representações estereotipadas e a valorização exogrupal. Isto é particularmente claro no caso do autoritarismo. Da mesma forma, uma representação auto estereotipada positiva tenderá a influenciar positivamente na representação estereotipada do correspondente exogrupo nacional.
Relaciones Intergrupales e Identidad Social
Desde la Psicología Social, diversos autores han contribuido a la comprensión de los conflictos intergrupales, los estereotipos, los prejuicios y otros fenómenos relacionados (Jost et al., 2015), a través del estudio de las relaciones intergrupales (Jussim et al., 2001).
Las relaciones intergrupales se establecen entre dos o más grupos y sus respectivos miembros (Sherif, 1958), e indican la forma en que las personas, en tanto miembros de un grupo o categoría social, perciben, piensan, sienten y actúan con relación a otras personas en función a su pertenencia a otros grupos o categorías (Hogg y Abrams, 2001). Sherif (1967) planteó que la competencia entre grupos provoca actitudes prejuiciosas y hostiles entre los mismos, que el conflicto puede originarse aún sin diferencias significativas entre los miembros del grupo, y que para reducir la hostilidad más allá del contacto, se requiere un largo periodo de instancias de cooperación intergrupal enfocadas hacia metas supraordinadas.
El conflicto intergrupal implica relaciones de poder y de competencia, es decir, relaciones políticas, económicas y sociales entre los grupos y sus miembros. Asimismo, el conflicto entre grupos se relaciona también con la percepción subjetiva del otro como amenazante (Bobo, 1983; Jackmann y Muha, 1984).
Un proceso fundamental para la comprensión de las relaciones intergrupales es el proceso de categorización social. Este proceso se define como la organización del medio que rodea al individuo en unidades comprensibles de información social (Abrams y Hogg, 1990). La organización categorial de la información social, en función de la categoría endogrupal y las categorías exogrupales, determina los estereotipos acerca de un grupo social (Hogg y McGarty, 1990).
En el estudio de las relaciones intergrupales se ha puesto particular énfasis en analizar el rol de la identidad colectiva, como causa y consecuencia de la hostilidad intergrupal (Jussim et al., 2001). En este sentido, la Teoría de la Identidad Social define este tipo de identificación como “aquella parte del autoconcepto de un individuo que deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo (o grupos) social junto con el significado valorativo y emocional asociado a dicha pertenencia” (Tajfel, 1984: 292), y se plantea que a menudo esta es reforzada por una distinción positiva del propio grupo frente a otros grupos (Forgas et al., 2015). De este modo, una identidad social específica es puesta en evidencia a través de la comparación social (Hinkle y Brown, 1990). La comparación entre la categoría social endogrupal con categorías exogrupales ocurre especialmente en dimensiones en las cuales el endogrupo es estereotipadamente positivo (Abrams y Hogg, 1990).
Las personas tendrían la necesidad de justificar los valores del endogrupo en forma de superioridad moral y de desempeño respecto de un exogrupo relevante. Los procesos de comparación social conectan de esta manera la identificación y lealtad endogrupal con cierta desvalorización exogrupal. Existirá una relación directa entre el favoritismo endogrupal y el antagonismo exogrupal, de modo que los estereotipos y los prejuicios tendrían un rol central respecto de los conflictos intergrupales y de la identificación social (Brewer, 1999).
Los estereotipos son estructuras cognitivas que simplifican las relaciones sociales, determinando la pertenencia de un individuo a un grupo o categoría social a partir de un conjunto de rasgos perceptuales salientes (Stangor, 2009). Los estereotipos son contextualizados, y transmitidos a través de la socialización, llegándose a constituir como creencias sociales (Stangor, 2009). Estos tienen un fuerte impacto sobre la interacción social; pues estructuran y perpetúan las formas en que los grupos se relacionan (Marger, 2011).
Por otra parte, el prejuicio va a ser entendido como una carga afectiva negativa que puede ser dirigida directamente a un grupo como un todo o hacia un individuo por su pertenencia a ese grupo (Allport, 1954; Stangor, 2000).
Se ha establecido que el prejuicio actúa como una fuente de autoafirmación, es decir, las amenazas a la identidad pueden llevar a las personas a realizar evaluaciones más prejuiciosas de los demás. Las personas encuentran en los estereotipos y prejuicios una manera fiable y eficaz para proteger su autoestima, permitiendo que la gente se sienta mejor consigo misma frente a situaciones de amenaza o, de modo inverso, la autoafirmación debería hacer a los individuos menos propensos a recurrir al uso de estereotipos y prejuicios para mantener sus auto-imagen (Fein y Spencer, 1997).
Relaciones Internacionales e Identidad Nacional
La identidad colectiva es un elemento importante en la comprensión de la dinámica intergrupal y este hecho no es ajeno a la dinámica de las relaciones entre países. Lo anterior puede ser asumido considerando que la identidad nacional es un subtipo específico de identidad colectiva (Nigbur y Cinnirella, 2007).
Existe consenso entre muchos autores en proponer que los procesos de identificación con una nación y la construcción del nacionalismo, se asocian a un territorio de referencia, una cultura compartida y una memoria histórica sobre un origen común (Anderson, 1993; Salazar, 1996; Herranz y Basabe, 1999). En el contexto latinoamericano, los elementos antes descritos confluyen ante la presencia de los Estados-Nación que actuarán como categorías sociales (Béjar y Capello, 1986; Salazar, 1996; Salazar y Salazar, 1998; Pérez, 1999; Gellner, 2008).
La concepción del nacionalismo entendido como un proceso ideológico, subsume su funcionalidad en el ideal de alcanzar y mantener la autonomía, la cohesión y fortalecimiento de la identidad de un conjunto de personas con las que se comparte la pertenencia a una categoría nacional (Smith, 2004). En relación con esto, la tradición investigativa de las ciencias sociales ha relacionado esta representación ideológica con discursos de partidos políticos y élites intelectuales, y ha establecido que las representaciones del nacionalismo y de la identificación con un endogrupo nacional parecen estar relacionadas, estrecha y frecuentemente, con posiciones ideológicas conservadoras como el autoritarismo de ala derecha (Altemeyer, 2004).
Existen diversas investigaciones que han evidenciado una relación consistente entre el conservadurismo político y el prejuicio, lo que se expresa en la tendencia de los conservadores a presentar actitudes menos favorables que los liberales respecto de las minorías o de grupos antagonistas. De hecho, habría una amplia evidencia respecto de que los conservadores tenderían a ser menos igualitarios y menos tolerantes (Chambers et al., 2013).
No obstante lo anterior, las especificidades de la relación entre los aspectos ideológicos e identitarios ha sido poco explorada desde la Psicología Social en América Latina. De manera específica, estudios recientes en varios países de la región dan cuenta de que los componentes relacionados a la identificación con el país se asocian al autoritarismo de ala derecha (Espinosa et al., 2017), lo cual sugiere que la ideología conservadora, autoritaria y excluyente, parece vincularse, al menos en muestras de clase media, a una mayor adhesión y cohesión endogrupal nacional (Espinosa et al., 2017).
Por otra parte, el espectro ideológico del conservadurismo expresado en la orientación a la dominancia social (Pratto et al., 1994), se relaciona con una representación negativa de los endogrupos nacionales en Argentina, Brasil, Colombia, México y Perú (Espinosa, 2010; Monsegur et al., 2014; Espinosa et al., 2017), más no en Chile (Espinosa et al., 2017), lo que parece estar vinculado a la auto-percepción de la mayoría de los países de la región como grupos de bajo estatus (Espinosa, 2010; Monsegur et al., 2014). Ello se puede explicar a través del hecho que personas que presenten una orientación hacia la dominancia social manifiesten valoraciones y afectos positivos hacia los grupos de alto estatus, y un afecto negativo hacia los grupos de menor estatus, sin importar la adscripción identitaria del individuo (Levin y Sidanius, 1999), siendo posiblemente uno de los antecedentes del fenómeno de altercentrismo observado en algunos países de América Latina, que es entendido como un favoritismo hacia exogrupos nacionales percibidos como de mayor desarrollo, instrumentalismo y estatus (Montero, 1992, 1996).
Surge un debate interesante sobre los condicionantes ideológicos del nacionalismo y la identidad nacional, pues en los países donde se ha podido recopilar información no se aprecia una expresión ni marcadamente excluyente o xenófoba relacionada a la ideología autoritaria de derecha, ni un aspecto marcadamente cívico o de interés en el bienestar de los miembros de los endogrupos nacionales expresados en la descripción positiva del patriotismo (Espinosa et al., 2017).
Dinámicas Intergrupales entre Perú-Chile
Históricamente, las relaciones entre Perú y Chile han estado impregnadas de intercambios de hostilidades. Algunos de los episodios más relevantes que se pueden mencionar son la Guerra del Pacífico (1879-1884) y su secuela del Cautiverio de Tacna y Arica, que culminó en el Tratado de Paz, Amistad y Límites de 1929 (Salazar, 2005; Ramírez, 2007); o más recientemente, el diferendo marítimo limítrofe cuyo fallo fuera dado a conocer el 27 de febrero de 2014 por la Corte Internacional de La Haya.
En efecto, la Guerra del Pacífico ha sido considerada como el primer conflicto que involucra sentimientos nacionalistas en el ámbito de la América independiente (Hosiasson, 2011) y resulta en algunos estudios sobre identidad nacional en el Perú, uno de los eventos más recordados en las representaciones de la historia de ese país (Espinosa, 2010; Rottenbacher y Espinosa, 2010).
Ahora bien, la historia entre ambos países supone momentos y circunstancias en que los sentimientos nacionalistas se ven incrementados por la exacerbación de una imagen amenazante y poco amistosa del respectivo exogrupo nacional (Genna et al., 2010). De este modo se instaura un círculo vicioso expresado en la estrategia de los derrotados, de repudio al expansionismo chileno, y la de los vencedores, de repudio al revanchismo peruano (González, 2014). En el caso específico de las relaciones peruano-chilenas, estudios realizados en Perú sugieren que estudiantes universitarios de este país perciben a su vecino sureño como un país con mayor armamento, lo que lo vuelve amenazante para el Perú (Genna et al., 2010). Considerando los criterios de comparación social, un exogrupo significativo de comparación del Perú ha sido Chile y por ello se esperaría que muchos aspectos relevantes de la identificación con el endogrupo nacional peruano se asociarían a una constante comparación con este país (Genna et al., 2010). Por otra parte, la existencia de un contencioso histórico vinculado a las dos guerras acontecidas durante el siglo XIX, que provocaron pérdidas territoriales, económicas, humanas y la ocupación de Perú por parte de Chile (Rodríguez, 2004), tal como lo sugiere la teoría, haría suponer que la identidad nacional peruana podría constituirse sobre la base de la desvalorización del exogrupo chileno. Sin embargo, estudios recientes no confirman con claridad esta idea (Espinosa, 2010).
La identificación nacional peruana no se asocia necesariamente a la desvalorización del exogrupo chileno, sino todo lo contrario, lo que sugiere la presencia de creencias latinoamericanistas que expresarían una identidad suprarregional bien valorada (Espinosa, 2010). Además, se da el hecho de presentar una mejor valoración del exogrupo nacional chileno, en aspectos basados en el instrumentalismo vinculado a la imagen de relativo desarrollo socioeconómico de Chile (Genna et al., 2010).
Por otra parte, Ibáñez (2013) analiza, a través de un estudio experimental con estudiantes universitarios, el papel que la información provista juega en las representaciones sobre el endogrupo peruano y el exogrupo chileno, introduciendo situaciones de conflicto y cooperación intergrupal. Los resultados muestran que la saliencia de una situación de amenaza intergrupal relacionada con el exogrupo chileno, incrementa la cohesión endogrupal y la identificación con el Perú; asimismo, la percepción de conflicto intergrupal genera más estereotipia negativa y prejuicio hacia los chilenos, mientras que la percepción de cooperación intergrupal disminuye la estereotipia y el prejuicio.
Es en este contexto, en que a pesar de que hay elementos que podrían ayudar a construir sendas identidades chilenas y peruanas de manera positiva y que afiancen una cultura de paz entre los ciudadanos de ambos países, los riesgos de una exacerbación propia de sentimientos nacionalistas asociados a posiciones ideológicas conservadoras y autoritarias, y una representación del otro como amenazante, hacen pertinente plantear el presente estudio, con el fin de detectar factores estratégicos que, potenciándolos, puedan tener un efecto de mitigación respecto de una representación estereotípica negativa y una desvalorización del exogrupo nacional.
En ese sentido, el objetivo general de la presente investigación es analizar las relaciones existentes entre las medidas ideológicas autoritaria y conservadora, los componentes de la identidad nacional, y la representación y valoración del exogrupo nacional, pues de acuerdo con la literatura revisada estas dimensiones son las que permitirían detectar los fundamentos psicosociales de potenciales escenarios de conflicto.
Método
Participantes
Participaron en el estudio 419 personas; 223 (53,2%) de los participantes eran naturales de Perú y 196 (46,8%) eran naturales de Chile. El 50,6% del total de la muestra estuvo conformada por hombres. Las edades de los participantes fluctuaron entre los 17 y 71 años (media ±desviación típica de 31,55 ±11,46). Considerando la condición socio-económica, la mayoría de los participantes en el estudio se autoclasificó como de clase media (46,1%) y en segundo lugar como de clase media-alta (32,9%). La Tabla I presenta las características demográficas de las muestras.

Medidas e instrumentos de recolección de información
Escala de Orientación de la Dominancia Social (Social Dominance Orientation; SDO) (Pratto et al., 1994). Analiza los niveles de dominancia social de los participantes. Se utilizó la versión validada por Cárdenas et al. (2010) en población chilena. La escala de respuesta del cuestionario fue del 1 al 6, donde 1 era ‘totalmente en desacuerdo’ y 6 ‘totalmente de acuerdo con las afirmaciones esbozadas en cada ítem. La consistencia interna de la escala fue muy buena (α=0,87).
Escala de Autoritarismo de Ala Derecha (Right Wing Authoritarianism; RWA) (Altemeyer, 2004). Analiza los niveles de autoritarismo de los participantes. Se utilizó la versión abreviada de 12 ítems validada por Cárdenas y Parra (2010) en Chile. La escala de respuesta a los ítems del cuestionario iba de 1 a 6 puntos, donde 1 reflejaba un desacuerdo total y 6 un acuerdo total con los enunciados propuestos en cada ítem. El nivel de consistencia interna de la puntuación general de la escala fue aceptable (α=0,74).
Sub-escala de Autoestima Colectiva Privada (Luhtanen y Crocker, 1992). La sub-escala consta de cuatro ítems que evalúan la relación de los participantes con respecto a una categoría social. Para el presente caso, las preguntas fueron adaptadas a las categorías nacionales relevantes para el estudio, ‘peruanos’ para la muestra recolectada en el Perú y ‘chilenos’ para la muestra recolectada en Chile. El patrón de respuesta a los ítems se encuentra en una escala tipo Likert del 1 al 5, donde 1 es ‘totalmente en desacuerdo’ y 5 es ‘totalmente de acuerdo’. Los ítems 1 y 4 fueron invertidos para, junto a los ítems 2 y 3, obtener la puntuación general sobre este indicador, donde a mayor puntuación mayor auto-estima colectiva. La consistencia interna de la escala para el total de la muestra fue muy buena (α=0,90).
Grado de Identificación con el País (Espinosa, 2010). Se utilizó un ítem que mide el grado de identificación que posee un individuo con los miembros de su país a través del enunciado ¿Cuál es su grado de identificación con Chile / Perú? La escala de respuestas va del 1 al 5, donde 1 es ‘nada’ y 5 es ‘total’.
Escala de Auto-Estereotipos Nacionales (Espinosa, 2010). Consta de 23 ítems que comprenden una lista de 23 adjetivos positivos y sus respectivos antónimos que caracterizan qué tanto esos atributos son representativos del endogrupo nacional. La versión utilizada de la escala es la versión aplicada en estudios realizados en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Venezuela (Espinosa et al., 2016) y en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú (Espinosa et al., 2017). La escala de respuestas por ítem está estructurada como un diferencial semántico de siete puntos. De esa manera, los participantes debían marcar el número que más se acercaba al adjetivo que creyeran era distintivo de las personas de Perú o Chile, como endogrupo nacional. Así por ejemplo, en la dupla ‘egoístas-solidarios’: 1 sería el acuerdo con que los miembros del endogrupo nacional son muy egoístas, 4 el acuerdo con que los miembros del endogrupo no son ni egoístas, ni solidarios y 7 sería el acuerdo con que los miembros del endogrupo son muy solidarios. Las dimensiones auto-estereotípicas derivadas de la escala y su consistencia interna se vinculan a los estudios reportados y dan cuenta de cuatro dimensiones auto-estereotípicas: Moralidad (α=0,88), Calidez (α=0,82), Competencia (α=0,84) y Nacionalismo ideal (α=0,48).
Escala de Hetero-Estereotipos Nacionales. Se retoma la escala anterior, que comprende una lista de 23 adjetivos positivos y sus respectivos antónimos, en esta ocasión para caracterizar qué tanto esos atributos son representativos de los peruanos desde la perspectiva de los chilenos o los chilenos desde la perspectiva de los peruanos. La escala de respuestas por ítem y la calificación de la escala comprenden el mismo patrón y dimensiones propuestas en la Escala de Auto-estereotipos Nacionales. Los niveles de confiabilidad para las dimensiones hetero-estereotípicas son los siguientes. Moralidad (α=0,84), Calidez (α=0,75), Competencia (α=0,83) y Nacionalismo ideal (α=0,57).
Valoración del Exogrupo Nacional. Como medida general de prejuicio se incorporó esta valoración, realizada a partir de una adaptación de la Escala de Valoración de Grupos Étnicos y Sociales (Espinosa, 2010). Se utilizó una única pregunta: ¿cuál es la valoración que usted hace de Chile / Perú? Dicha pregunta busca establecer una valoración de carácter global por parte de los encuestados respecto del exogrupo nacional (‘Chile’ para la muestra peruana y ‘Perú’ para la muestra chilena), cuyas respuestas se encontraban en una escala de 1 a 7, donde 1 era ‘muy mala’ y 7 era ‘muy buena’.
Procedimiento
La recolección de datos se desarrolló a través de una encuesta virtual, desarrollada con el programa google.docs, que permitía tener acceso a la población general. La decisión de realizar una aplicación virtual se debe a que el uso específico de esta estrategia funciona adecuadamente como un método equivalente, e incluso con algunas ventajas sobre las aplicaciones presenciales (Lyons et al., 2005). Entre las ventajas identificadas en el uso de cuestionarios virtuales están la disminución de la deseabilidad social en la respuesta y la reducción de errores vinculados al proceso de tabulación de datos (Lyons et al., 2005).
La aplicación de los cuestionarios estuvo acompañada de un consentimiento informado que daba cuenta del objetivo general del estudio, el carácter voluntario de la participación en el mismo, el respeto por la confidencialidad de las respuestas, la salvaguarda del anonimato de los participantes y el uso de la información con fines estrictamente académicos.
La información obtenida fue sometida a un procesamiento estadístico a partir de técnicas descriptivas, correlacionales, inferenciales y multivariadas pertinentes para los objetivos del estudio.
Resultados
Ideología Política
A nivel descriptivo, considerando el indicador de dominancia social (SDO), la puntuación media del mismo para el total de la muestra es baja (media ±desviación típica de 1,90 ±0,75; punto medio de la escala= 3). Se detectan diferencias estadísticamente significativas sobre la prevalencia de este indicador por país, donde la muestra peruana (2,03 ±0,80) presenta un mayor nivel de dominancia social que la muestra chilena (1,74 ±0,66; t(372,85)= 3,95; p<0,001).
En cuanto al indicador de autoritarismo de derecha (RWA), la puntuación media del mismo para el total de la muestra es moderada (3 ±0,86; punto medio de la escala= 3). Existen diferencias significativas en RWA entre las muestras por país: la muestra peruana (3,18 ±0,84 presenta un mayor nivel de autoritarismo que la chilena (2,76 ±0,83; t(399)= 5,03; p<0,001.
A nivel correlacional, los indicadores de SDO y RWA se encuentran relacionados directa y moderadamente (r(360)= 0,40; p<0,001, siendo la intensidad de la relación menor en el caso de la muestra peruana r(195)= 0,32; p<0,001) que en la muestra chilena (r(165)= 0,45; p<0,001).
Componentes de la Identidad Nacional
A nivel general, los participantes presentan un nivel medio-alto de identificación con su país (3,87 ±1,14; punto medio de la escala= 2,5) y una auto-estima colectiva nacional también elevada (3,92 ±1,05; punto medio de la escala= 2,5). Sin embargo, se aprecian diferencias estadísticamente significativas en estas expresiones identitarias según el país: los participantes peruanos (4,25 ±0,91) están más intensamente identificados con su endogrupo nacional que los chilenos (3,44, ±1,22; t(350.790)= 7,53; p<0,001) y algo similar ocurre con la valoración de la pertenencia al endogrupo nacional, donde la muestra peruana (4,34 ±0,81, presenta una mayor puntuación en auto-estima colectiva que la chilena (3,43 ±1,09; t(341.454)= 9,35; p<0,001.
Con relación a las dimensiones auto-estereotípicas, a nivel descriptivo se aprecia que en la muestra general existe un consenso elevado en reconocer al endogrupo nacional como con Competencia (5,04 ±1,05) y Calidez (4,98 ±1,10), y en representar al endogrupo como con un nivel medio bajo de Nacionalismo ideal (4,0 ±1,12) o Moralidad (3,83 ±1,12; punto medio de la escala en todos estos casos= 3,5). Consistentemente con los indicadores de identificación y auto-estima colectiva, los resultados muestran que los participantes de la muestra peruana representan una visión auto-estereotípica más positiva que la de los participantes de la muestra chilena como se detalla en la Tabla II.

Asimismo, a nivel correlacional se muestra que los distintos componentes de la identificación nacional se relacionan entre sí con magnitudes del efecto moderadas a altas en todos los casos (Tabla III). Estas relaciones positivas se replican en las muestras peruana y chilena, con muy pequeñas variaciones en la magnitud del efecto del estadístico por país.

Componentes de la Representación Estereotípica y Valoración Exogrupal
A nivel general, la representación estereotípica del otro tiende a ser en promedio un poco más positiva que la representación del endogrupo nacional. Asimismo, el orden de las dimensiones hetero-estereotípicas evaluadas se modifica un poco en comparación con la representación del endogrupo nacional. El exogrupo nacional suele ser percibido como con Competencia (5,09 ±0,95), con Nacionalismo ideal (4,88 ±1,12), con Moralidad (4,31 ±0.95) y en último lugar con Calidez (4,16 ±0,94; punto medio de la escala en todos los casos= 3,5). Entonces, ordinalmente no se aprecian diferencias en la representación de Competencia entre el endo y el exogrupo, pero la representación de Calidez pasa de ser la percibida como más representativa del endogrupo a ser la menos representativa en la descripción del exogrupo. Esta representación moderadamente positiva del exogrupo es consistente con una valoración relativamente positiva del mismo (4,94 ±1.31; punto medio de la escala= 3,5).
A pesar de lo anterior, existen diferencias significativas en las representaciones estereotípicas y valoración del exogrupo que presentan los participantes de las dos muestras. De manera específica, los peruanos perciben a los chilenos como con más nacionalismo ideal y los chilenos valoran mejor a los peruanos. Las otras dimensiones evaluadas no presentan diferencias por país, tal como se muestra en la Tabla IV.

A nivel correlacional se muestra que existen asociaciones positivas entre los distintos componentes del estereotipo y la Valoración exogrupal, con excepción de la relación de la representación del exogrupo como con Nacionalismo ideal y Valoración del exogrupo nacional (Tabla V).

Al igual que con los componentes de la identificación nacional, las relaciones positivas entre los hetero-estereotipos y la valoración exogrupal se replican en las muestras peruana y chilena, con muy pequeñas variaciones en la magnitud del efecto del estadístico por país, observándose que, de manera específica, la relación entre el estereotipo de Nacionalismo ideal y la Valoración exogrupal se asocian positivamente, tanto en el caso peruano como el chileno.
Relaciones entre Ideología Política y los Componentes de la Identidad Nacional
Se realizaron análisis de correlación de Pearson para establecer la asociación entre las medidas de SDO y RWA con los distintos componentes de la identificación nacional. Los resultados revelan para la muestra general que el autoritarismo de derecha tiende a relacionarse positivamente con todas los componentes de la identidad nacional, mientras el indicador de dominancia social se relaciona positivamente con el Grado de Identificación, la Autoestima colectiva y el Autoestereotipo de calidez (Tabla VI). Se observa que los tamaños del efecto de las relaciones entre el indicador de SDO son consistentemente menores que los del RWA.

En el caso de la muestra peruana, el RWA se relaciona positivamente con todos los componentes de la identidad nacional: con el Grado de Identificación (r(214)= 0,17; p<0,05), con la Autoestima Colectiva (r(210)= 0,17; p<0,05), con la dimensión de Moralidad, r(203)= 0,19; p<0,01) con Calidez (r(212)= 0,19; p<0,01), con Competencia (r(210)= 0,17; p<0,05) y con Nacionalismo ideal (r(211)= 0,21; p<0,01). Sin embargo, en el caso peruano la SDO no presenta asociación alguna con los componentes de la identidad nacional.
Por su parte, en la muestra chilena se aprecia que el RWA también se asocia con todos los componentes de la identidad nacional: con Grado de identificación (r(184)= 0,29; p<0,001), Autoestima colectiva (r(180)= 29; p<0,001), Moralidad (r(179)= 0,18; p<0,05), Calidez (r(180)= 27; p<0,001), Competencia (r(176)= 0,16; p<0,05) y con Nacionalismo ideal (r(181)= 0,20; p<0,01). Adicionalmente, en el caso chileno se hay asociaciones positivas entre la medida SDO y la Autoestima colectiva (r(166)= 0,21; p<0,001), y la SDO y el Nacionalismo ideal (r(169)= 0,16; p<0,05).
Relaciones entre Ideología Política, Dimensiones Estereotípicas y Valoración Exogrupal
También fueron analizadas las relaciones entre las medidas ideológicas y los componentes de la representación hetero-estereotípica y la valoración exogrupal. Los resultados para la muestra general evidencian que el RWA incide positivamente en una percepción del exogrupo como con más Nacionalismo ideal (r(384)= 0,20; p<0,001). Además, el RWA mitiga la valoración positiva sobre el exo-grupo nacional (r(384)= -0,26; p<0,001). Por su parte, el efecto de la SDO sobre la representación y valoración del exogrupo nacional aparece como más negativa, pues esta dimensión ideológica, aunque débilmente, se asocia inversamente con los hetero-estereotipos de Moralidad (r(354)=-0,11; p<0,05), Calidez (r(363)= -0,11; p<0,05) y Competencia (r(351)= 0,13; p<0,05), y con la Valoración del exogrupo (r(357)=-0,26; p<.001).
La tendencia descrita varía un poco cuando se analiza la relación entre las medidas ideológicas y la representación y valoración del exogrupo nacional. Así, en el caso peruano se aprecia que el RWA se asocia inversamente con la valoración del exogrupo chileno (r(210)= -0,17, p<0,05) mientras que la SDO se asocia inversamente con todos los componentes de la representación del exogrupo como: Moralidad (r(193)= -0,14; p<0,05), Calidez (r(198)=-0,20; p<0,01), Competencia (r(191)= -0,23; p<0,01) y Nacionalismo ideal (r(197)= -0,21; p<0,01), así como con la Valoración del exogrupo chileno (r(197)= -0,21; p<0,01). Por su parte, en la muestra chilena, tanto el RWA como la SDO se asocian inversamente con la Valoración del exogrupo peruano (r(174)= -0,27; p<0,001 y r(160)=- 0,27, p<0,001; respectivamente).
Relaciones entre Identidad Nacional, Representaciones Estereotípicas y Valoración Exogrupal
Finalmente, se estudiaron las relaciones existentes entre los distintos componentes de la identidad nacional con las representaciones estereotípicas y la valoración del exogrupo nacional. Los resultados para la muestra general (Tabla VII) dan cuenta de que una representación más favorable del endogrupo va a incidir en una representación más favorable del exogrupo, aunque no necesariamente en una mejor valoración del mismo. De manera específica, el patrón de relaciones observado se mantiene con pocas variaciones en el caso de las muestras peruana y chilena (Tablas VIII y IX).



Discusión
A nivel general existe una percepción más positiva en el grupo peruano y más conservadurismo autoritario y dominante. La expresión más positiva de los componentes de la identidad nacional en la muestra peruana parece vincularse a su mayor nivel de autoritarismo.
Por otra parte, en el caso chileno, aunque los niveles de autoritarismo y dominancia son menores que en la muestra peruana, y la representación de los aspectos de la identidad nacional chilena aparecen como menos positivos. Llama la atención la magnitud del efecto de la relación entre autoritarismo y dominancia en Chile, lo que sugiere que en este país la expresión del conservadurismo integra de manera más intensa las dos vertientes ideológicas basadas en las motivaciones de poder (dominancia) y seguridad (autoritarismo).
Los resultados sugieren que el autoritarismo, grosso modo, es predictor de una identificación más positiva (Altemeyer, 2004; Smith, 2004; Ibáñez, 2013; Espinosa et al., 2017). De manera específica, tanto para el caso peruano como el chileno, la RWA incrementa todos los componentes de la identificación (Altemeyer, 2004; Espinosa et al., 2017). Contra lo esperado, la SDO en Perú no se asocia a la identificación, ya que en otras muestras la relación era negativa (Espinosa et al., 2017). Cabe señalar que, entre las décadas de 1880 y 1890, la ciudadanía en Perú se impregnó de prejuicios raciales, llegándose a considerar que la abundancia de una población de razas inferiores en el país era la causa de los problemas que dificultaban o hacían imposible la creación de un proyecto nacional (Aljovín de Losada y Araya, 2006). Es factible pensar que este factor cultural continúe afectando la identificación con el endogrupo nacional por parte de los sectores más dominantes de la población.
En el caso chileno, la SDO se asocia positivamente a algunos componentes de la identidad, lo que refuerza la idea de que la SDO y RWA, al menos en la muestra chilena, explican una expresión más homogénea del conservadurismo político. Resulta interesante el poder profundizar en el análisis de esta diferencia entre las muestras y su posible relación con un continuo histórico que explique la mantención y la reproducción de estas tendencias.
Para comprender estos resultados es necesario aproximarse a la construcción de una conciencia nacional desde una perspectiva histórica. Así, Manrique (2005) señala que la Guerra del Pacífico fue más importante que la independencia para Perú y, en consecuencia, al no existir “…las condiciones para la formación de un nacionalismo positivo, en base a lo que los peruanos tenían en común, la conciencia nacional surgió de la oposición frente los chilenos” (Manrique, 2005: 19). Es por ello que la percepción de amenaza provocada por el ‘expansionismo’ chileno (Genna et al., 2010; González, 2014) se relaciona fuertemente con el autoritarismo observado en las distintas muestras realizadas a población peruana (Genna et al., 2010; Ibáñez, 2013; González, 2014; Espinosa et al., 2017).
Asimismo, las dimensiones ideológicas aparecen como predictoras de representaciones y evaluación negativa de los exogrupos, lo que corrobora la teoría. En otras palabras las ideologías autoritaria y dominante, esta segunda sobre todo en el caso de los peruanos, es predictora de una representación y mayor prejuicio sobre los chilenos, aunque este patrón también se encuentra en la muestra chilena. Así, tanto los discursos autoritarios como los dominantes derogan la representación del otro. Ambos pueblos se ven a sí mismos como virtuosos y pacíficos y consideran al otro como agresivo y hostil, y terminan forjando un círculo vicioso que privilegia el antagonismo (Rodríguez, 2004).
Finalmente, los resultados muestran que una representación identitaria positiva, tiene un efecto positivo en la representación del otro, constituyendo una extensión de lo que Fein y Spencer (1997) planteaban para el prejuicio; es decir, que las representaciones positivas sobre sí mismo, lejos de exacerbar los estereotipos y el prejuicio los reducen e, incluso, incrementan una representación positiva del otro. O sea, mejoran la estereotipificación.
Sin duda, esto representa una esperanza para el futuro de las relaciones entre ambos países y señala una posible estrategia para el desarrollo de una cultura de paz: mejorar integralmente las condiciones de vida de las respectivas poblaciones en busca del desarrollo de representaciones más positivas de los endogrupos nacionales y fomentar de esta manera el incremento de la representación positiva del correspondiente exogrupo nacional. Es en ese sentido, que los resultados legitiman la idea de desarrollar una cultura de paz a partir del desarrollo de narrativas basadas, no solo en la exacerbación de los aspectos conflictivos de las relaciones entre Perú y Chile, sino en los aspectos de cooperación que han existido a lo largo de la historia entre estos países (Ibáñez, 2010; González, 2014).
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