Comunicaciones
VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE CULTURA ORGANIZACIONAL DE DENISON (DOCS) EN CENTROS EDUCATIVOS EN CHILE
VALIDATION OF THE ORGANIZATIONAL CULTURE SCALE OF DENISON (DOCS) IN EDUCATIONAL CENTERS IN CHILE
VALIDAÇÃO DA PESQUISA DE CULTURA ORGANIZACIONAL DE DENISON (DOCS) EM CENTROS EDUCACIONAIS NO CHILE
VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE CULTURA ORGANIZACIONAL DE DENISON (DOCS) EN CENTROS EDUCATIVOS EN CHILE
Interciencia, vol. 44, núm. 4, pp. 222-228, 2019
Asociación Interciencia
Recepción: 18 Julio 2018
Corregido: 25 Abril 2019
Aprobación: 26 Abril 2019
Resumen: Este estudio tiene como finalidad analizar las características psicométricas de la Escala de Cultura Organizacional de Denison (Denison Organizational Culture Survey), en su versión traducida y validada al español en 2010, para su aplicación en centros educativos en Chile, basándose en el estudio realizado en una muestra de 323 docentes de 16 instituciones. Mediante una revisión se determinó que este instrumento ha sido utilizado en diversos países y contextos organizacionales; sin embargo, existe un número acotado de estudios realizados en América Latina, no existiendo evidencia de su aplicación y/o validación en Chile, así como tampoco en organizaciones educativas. A través de un análisis de fiabilidad y un análisis factorial confirmatorio se logró establecer que el instrumento tiene una consistencia interna aceptable, la que mejora considerablemente al eliminar algunos de los ítems de redacción negativa, además de tener una estructura dimensional concordante con la teoría que le da origen, evidenciado características psicométricas adecuadas para su aplicación en centros educacionales en Chile.
Palabras clave: Análisis Factorial Confirmatorio , Cultura Organizacional , Denison , Educación , Modelo DOCS , Psicometría .
Resumo: O objetivo deste estudo é analisar as características psicométricas da Pesquisa de Cultura Organizacional Denison, traduzida e validada para o espanhol em 2010, por meio de sua aplicação em centros educacionais no Chile, a partir de uma amostra de 323 professores de 16 instituições. Por meio de uma revisão, determinou-se que este instrumento tem sido utilizado em vários países e contextos organizacionais; no entanto, há um número limitado de estudos realizados na América Latina, não havendo evidências de sua aplicação e/ou validação no Chile, nem em organizações educacionais. Por meio de uma análise de confiabilidade e um fator de análise de confirmação, estabeleceu-se que o instrumento tem uma consistência interna aceitável, o que melhora consideravelmente eliminando alguns dos itens da formulação negativa, além de ter uma estrutura tridimensional concordante com a teoria que lhe dá origem, evidenciaram características psicométricas adequadas para sua aplicação em centros educacionais no Chile.
Abstract: The purpose of this study is to analyze the psychometric characteristics of the Denison Organizational Culture Survey, translated and validated into Spanish in 2010, through its application in educational centers in Chile, based on a sample of 323 teachers from 16 institutions. Through a review, it was determined that this instrument has been used in various countries and organizational contexts; however, there is a limited number of studies conducted in Latin America, there being no evidence of its application and/or validation neither in Chile nor in educational centers. Through a reliability analysis and a confirmatory factor analysis, it was established that the instrument has an acceptable internal consistency, which improves considerably by eliminating some of the negative writing items, in addition to having a dimensional structure consistent with the theory that gives rise to it, demonstrating adequate psychometric characteristics suitable for its application in educational centers in Chile.
Introducción
La cultura organizacional (CO) es parte sustantiva de la dinámica de toda institución, configurándose a partir de un conjunto de creencias, valores y normas, aceptadas y compartidas por las personas y grupos que la conforman (Schein, 1990;1996; Denison et al., 2014). Existen diversas definiciones de la CO, siendo una de las más difundidas y aceptadas, la de Schein, quien la define como: “El patrón de supuestos básicos que un grupo dado ha inventado, descubierto o desarrollado para aprender a lidiar con sus problemas de adaptación externa y de integración interna, y que ha trabajado lo suficientemente bien como para ser considerado válido y, por lo tanto, ser enseñado a los nuevos miembros como la forma correcta de percibir, pensar y sentir en relación con esos problemas.” (Schein, 1984: 3).
El estudio de la CO ha evidenciado desde sus inicios diversas problemáticas que surgen por múltiples factores, tales como: la naturaleza compleja de las organizaciones, la dinámica de relaciones entre factores externos e internos, los diversos niveles y ámbitos del funcionamiento organizacional, así como aspectos metodológicos para su análisis y evaluación (Barney, 1986; Pettigrew, 1979; Schein, 1984, 1990, 1996). Por otra parte, las perspectivas de análisis han sido diversas, predominando desde un inicio los enfoques de tipo cualitativos por sobre los cuantitativos (Cújar et al., 2013), existiendo algunos autores que destacan las ventajas prácticas de este último enfoque metodológico, como la comparabilidad y replicabilidad de este tipo de estudio (Cooke y Rousseau, 1988), así como la optimización del tiempo para su aplicación, como lo indican Puppatz et al. (2017).
Medición de la cultura organizacional
La evaluación de la CO ha sido abordada por diversos autores, siendo relevante la recopilación de instrumentos realizada por Jung et al. (2009), quienes identifican 70 instrumentos de naturaleza cualitativa y cuantitativa, de los cuales señalan que al menos 48 pueden ser sometidos a evaluaciones psicométricas; mientras que Bonavia et al. (2009) hacen referencia a la gran diversidad de estudios que proponen instrumentos para evaluar la cultura organizacional, casi todos ellos provenientes del mundo anglosajón.
Puppatz et al. señalan que “inicialmente, el uso de instrumentos estandarizados para estudiar un fenómeno tan complejo como la cultura organizacional fue altamente controversial” (Puppatz et al., 2017: 44); sin embargo, hoy se consideran como medios apropiados dependiendo del propósito para el cual se utilicen. Es así como ha crecido de manera significativa el número de instrumentos cuantitativos en las últimas tres décadas, logrando que las encuestas sobre CO permitan el desarrollo de nuevas áreas de investigación (Denison et al., 2014).
La medición de la CO y su vinculación con distintos aspectos de la gestión ha sido abordada por estudios realizados en distintos países e industrias, como lo muestran los trabajos de Yilmaz y Ergun (2008), Gregory et al. (2009) y Hartnell et al. (2011), entre otros. Un lugar destacando ocupa el estudio de la vinculación entre cultura y desempeño organizacional realizado por Denison, siendo abundantes las publicaciones que ha realizado haciendo referencia al cuestionario conocido internacionalmente como Denison Organizational Culture Survey (DOCS), entre ellas Denison (1990), Denison y Neale (1994),Denison y Mishra (1995), Denison et al. (2003, 2004, 2014) y Nieminen et al. (2013), así como otros trabajos donde se ha aplicado y/o validado dicho instrumento, entre ellos Casida (2008), Zheng et al. (2010),Puppatz et al. (2017) y Bell et al. (2014).
En América Latina, la investigación sobre CO es un área en desarrollo, destacando algunos estudios realizados en países como Brasil y Venezuela, entre otros que identifican Cújar et al. (2013) en una amplia revisión realizada en la región. En relación al uso de DOCS, solo se posible reportar los trabajos de validación (realizados en el contexto organizacional empresarial), de Martínez Avella (2010) en Colombia, y Vargas-Halabi y Mora-Esquivel (2017) en Costa Rica.
Para el caso de Chile, los estudios existentes sobre CO denotan que es una temática incipiente que ha sido abordada desde diversas perspectivas, destacando los trabajos de Rodríguez (2010),Rodriguez y Gómez (2009) y Rodriguez y Stewart (2017). Sin embargo, no se encontró evidencia de estudios de validación o análisis de DOCS.
En cuanto al desarrollo de investigaciones sobre CO en contextos educativos en Iberoamérica, Gairín (2000) destaca la relevancia de su análisis para la comprensión de la cultura escolar. En Chile, su estudio ha sido abordado por los trabajos de Correa (2008) y López et al. (2012), así como el de Marcone y Martín Del Buey (2003), enfocado en la construcción y validación de un inventario de cultura específico para organizaciones educativas (ICOE).
Escala de Cultura de Organizacional de Denison (DOCS)
El instrumento original fue construido por Denison (2001), tras una amplia revisión acerca de la influencia de la CO en la efectividad organizacional, cuyo diseño preliminar data de la década anterior (Denison, 1990). Para Bonavia et al. (2009), la vinculación explícita entre CO y desempeño organizacional es una característica especifica de este instrumento que “lo diferencia de otros cuestionarios sobre cultura organizativa y le dota de un importante valor añadido” (Bonavia et al., 2009: 633). La Tabla I muestra la composición del instrumento, dimensiones y subdimensiones, y el número de ítems que lo componen.
Por otra parte, es importante destacar que, si bien se han realizado esfuerzos por desarrollar instrumentos en nuestro idioma, la utilización de DOCS presenta un conjunto de ventajas, tales como: contar con un fuerte soporte conceptual y empírico, su diseño bajo un paradigma de evaluación cuantitativa, su libre acceso y fácil aplicación, junto con ser un instrumento ampliamente utilizado en otros culturas y contextos organizacionales, lo que permite la comparación de resultados y un análisis dimensional específico (Bonavia et al., 2009; Zaderey y Bonavia, 2016; Vargas-Halabí y Mora-Esquivel, 2017).
Metodología
Participantes
El estudio, de tipo instrumental (Carretero-Dios y Pérez, 2005), describe el proceso de evaluación de las propiedades psicométricas del DOCS (Denison, 2001; Bonavia et al., 2009) en el contexto de instituciones educacionales. Participaron 323 profesores de 16 colegios elegidos a través un muestreo no probabilístico intencionado (Etikan et al., 2016). Se utilizó este tipo de muestreo ya que las instituciones educacionales de donde se obtendría la muestra debían cumplir con ciertos requisitos o cualidades predeterminadas: primero, que fueran instituciones con financiamiento público y segundo, que una mitad de ellas se encontraran en el cuartil superior y la otra mitad en el cuartil inferior de desempeño académico, medido a través de los resultados en los últimos cinco años (2012-2016) y obtenidos en la prueba estandarizada SIMCE, aplicada por organismos gubernamentales en Chile (ACE, 2019).
Instrumento
Se utilizó la adaptación al castellano de DOCS (Bonavia et al., 2009), instrumento que evalúa la cultura organizacional, la cual es conceptualizada como un constructo que se divide en cuatro dimensiones o factores de primer orden. Cada una de estas cuatro dimensiones se divide a su vez en tres subdimensiones o factores de segundo orden, los que son medidos mediante cinco ítems, respectivamente. Así, el instrumento cuenta con 15 ítems por dimensión, llegando a un total de 60 ítems. El instrumento es respondido por los participantes utilizando una escala Likert balanceada en 4 niveles (desde 1= ‘completamente en desacuerdo’, a 4= ‘completamente de acuerdo’).
Plan de análisis
Se analizó la confiabilidad de la escala mediante el alfa de Cronbach y la validez de constructo mediante un análisis factorial confirmatorio (AFC) descrito en Kline (1994). El método de estimación fue el WLSMV (mean and variance-adjusted weighted least-squares method) acorde al nivel de medición de la escala utilizada. Se estimaron tres modelos en competencia: el modelo 0 que asume la existencia de un gran factor de cultura que agrupa la varianza en común de todos los ítems; el modelo 1 que asume la existencia de cuatro factores de primer orden (correspondientes a las dimensiones de: Implicación, Consistencia, Adaptabilidad y Misión); y el modelo 2 o modelo DOCS que asume la estructura factorial propuesta por Denison (doce factores de primer orden y cuatro factores de segundo orden). El ajuste de los modelos especificados fue valorado a través de indicadores de bondad de ajuste (Hu y Bentler, 1998). Se utilizó la prueba χ2, un indicador de ajuste absoluto que testea la diferencia entre la matriz de varianza-covarianza resultante del modelo hipotetizado y la matriz de varianza-covarianza resultante de los datos obtenidos de la muestra, en donde valores no significativos indican un buen ajuste del modelo a los datos. La prueba χ2, sin embargo, es muy sensible al tamaño muestral (Choi et al., 2015;Hu y Bentler, 1998), razón por la cual también se utilizaron indicadores de ajuste incremental, específicamente el comparative fit index (CFI) y el Tucker-Lewis index (TLI), que indican la proporción de mejora que muestra el ajuste al comparar el modelo hipotetizado con un modelo nulo (i.e. un modelo con ausencia de correlaciones). Para el CFI y el TLI valores cercanos a 0,95 indican un buen ajuste entre el modelo y los datos. Finalmente, se utilizó el RMSEA (root means square error aproximation), un indicador de ajuste absoluto corregido por parsimonia que favorece los modelos con menos parámetros; para este último indicador valores <0,05 indican en buen ajuste (Schreiber et al., 2006). Los análisis se realizaron con el programa SPSS v.20 y con el Programa Mplus v.7.
Resultados
En la Tabla II se resumen los principales estadísticos obtenidos, observándose resultados homogéneos a nivel de media y desviaciones estándar de las diferentes dimensiones y subdimensiones que componen la escala.
Por otra parte, en la Tabla III se observa que los valores del alfa de Cronbach para las cuatro dimensiones indican una alta consistencia interna, ya que todos son mayores o cercanos a 0,80, lo que es consistente con los resultados de la escala original y su versión adaptada al español. Al revisar los indicadores para cada una de las 12 subdimensiones, se observa una consistencia aceptable para un estudio exploratorio, con α>0,60 (Huh et al., 2006). De esta manera, se procedió a eliminar aquellos ítems que compartían menos varianza con los demás en aquellas subdimensiones que mostraron α<0,70 (se eliminaron seis ítems en total). Al realizar esta eliminación se observó que todas las dimensiones y subdimensiones incrementan su nivel de consistencia interna, logrando indicadores en rangos aceptables o altos (con α>0,64). En resumen, para mejorar los niveles de confiabilidad del instrumento, fueron eliminados los ítems: 24, 29, 34, 39, 43 y 58. Como elemento común se observa que todos corresponden a ítems con redacción en sentido negativo, siendo seis de los ocho ítems totales que contiene la escala.
La evaluación del ajuste de los modelos en competencia se realizó a través de un análisis factorial confirmatorio. La Tabla IV muestra los indicadores de bondad de ajuste obtenidos. Se puede observar que el modelo 2, es decir el modelo DOCS propuesto por Denison, presenta un mejor ajuste que el resto de los modelos testeados en el estudio.
Las Tablas V y VI muestran las cargas factoriales estandarizadas de los ítems correspondientes a los doce factores de primer orden del modelo DOCS. En general se observan positivas, balanceadas y >0,50. Las excepciones son los ítems 15, 19, 24, 29, 34, 39, 43, 50 y 58, es decir todos los ítems del cuestionario que tienen una redacción negativa (excepto el 19). Finalmente, la Tabla VII muestra las cargas factoriales estandarizadas de los factores de segundo orden del modelo DOCS. Todas se observan positivas balanceadas y >0,86.
Discusión
El instrumento mostró una consistencia interna aceptable, la que mejoró considerablemente al eliminar la mayoría de los ítems de redacción negativa. Al observar la estructura factorial se encontró que esta correspondía con la teoría que le dio origen. Los ítems de redacción negativa son de larga data en la medición en ciencias sociales (Nunnally, 1978). Sin embargo, ya Cronbach (1950) criticaba su uso señalando que disminuían la consistencia interna de la escala y desorganizaban su dimensionalidad. Hay estudios recientes que confirman estas críticas (Sonderen et al., 2013).
Los resultados del presente estudio indican que los ítems de redacción negativa del instrumento de Denison causan dificultades en las personas que los responden o por lo menos así parece suceder en individuos pertenecientes a instituciones educacionales; situación similar se reporta en el trabajo de Vargas-Halabí y Mora-Esquivel (2017). Dichas dificultades disminuyen la consistencia interna del instrumento y/o afectan la relación entre los ítems de redacción negativa y sus respectivas dimensiones. Se recomienda realizar una re-visión semántica de los ítems, ya sea para revisar su traducción al español y su pertinencia a contextos educacionales, o bien, redactar estos ítems en un sentido positivo, de manera de eliminar los sesgos derivados de esta situación.
Por otra parte, se observa que la dimensión Adaptabilidad y todas sus subdimensiones, muestran el nivel de confiablidad más débil, especialmente en la subdmensión Orientación al cliente (α<0,6), mientras que las dimensiones Misión e Implicación, muestran un comportamiento más consistente. Esto puede tener una explicación en la naturaleza de carácter público que tienen los centros educativos incluidos en este estudio, que es un aspecto que se debe analizar con mayor profundidad en futuros trabajos.
Finalmente, es importante destacar la relevancia que implica contar con instrumentos técnicamente validados para su aplicación en organizaciones educacionales, que permitan analizar de manera pertinente y confiable los rasgos de cultura organizacional en este tipo de instituciones, particularmente mediante la aplicación de DOCS, cuyo desarrollo conceptual y empírico muestra resultados relevantes a nivel internacional.
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Notas de autor
vcancino@santotomas.cl