Editorial

RELACIÓN COSTO/BENEFICIO DE LA PUBLICACIÓN CIENTÍFICA

Miguel Laufer
Asociación Interciencia Venezuela, Venezuela

RELACIÓN COSTO/BENEFICIO DE LA PUBLICACIÓN CIENTÍFICA

Interciencia, vol. 44, núm. 6, p. 315, 2019

Asociación Interciencia

RELACIÓN COSTO/BENEFICIO DE LA PUBLICACIÓN CIENTÍFICA

El costo de publicar los resultados de la investigación científica, entendido como aquel que corresponde a su aparición en una publicación periódica o un trabajo monográfico que permitan la difusión y utilización eventual de el conocimiento generado, representa una fracción mínima del costo agregado de producir ese conocimiento; del costo de hacer ciencia. Este último costo es medible de diversas maneras y comúnmente se corresponde con los presupuestos que integran el concepto de inversión en ciencia, tecnología e innovación de los países.

Los costos de operación de los establecimientos de investigación científica, generalmente instituciones de educación superior o centros de investigación en campos específicos del saber, son por demás elevados. Sin considerar los costos de la formación de los investigadores que integran su plantel, la cual abarca todo el proceso educativo que los respalda, ni aquellos computables como planta física ya construida a través de los años, los mencionados presupuestos incluyen los costos directos e indirectos del personal administrativo y científico; la adquisición y mantenimiento de equipos, que en las ciencias experimentales pueden ser muy costosos, así como los insumos de laboratorio, gastos operativos y de mantenimiento de la planta física ya existente.

Al final de una larga lista de conceptos habría que añadir el costo de publicar en medios adecuados de difusión los trabajos generados. En muchos casos la cifra es tan pequeña que se le incluye dentro de categorías más amplias. En el caso de las subvenciones y fondos para investigación, las publicaciones corresponden a un último y pequeño renglón de gastos que, con pocas excepciones, representa un ínfimo porcentaje de los costos.

Por otra parte, cabe revisar los beneficios que en el mundo de la ciencia y en el académico en general, se derivan de publicar. A nivel individual, quienes publican (u obtienen patentes) tienen el beneficio del reconocimiento intelectual y profesional, y también laboral, en este mundo en el que impera el principio de “publicar o perecer”. Algunas instituciones otorgan bonificaciones en especie a sus miembros por publicar en revistas reconocidos y en algunos países de nuestra región se han implementado sistemas de premiación para los investigadores, los cuales se basan en sus publicaciones. Estos sistemas constituyen fuente de complementos a salarios que a menudo son muy bajos, y pueden llegar a ser una parte muy importante de los ingresos personales de los miembros de la planta de profesores e investigadores.

A nivel institucional los beneficios son inmensos. Cabe decir que, en general, los centros de investigación científica y las universidades deben su prestigio y “ranking” al número y calidad de las publicaciones de sus miembros. Igual sucede con los fondos y subvenciones que obtienen. Otros factores, como lo son el número de profesores y la aceptación (en el mundo laboral) de los graduandos, son de un peso minúsculo comparado con las publicaciones. En países donde las universidades reciben certificaciones o acreditaciones oficiales de sus cursos, actividades o departamentos, las publicaciones son de nuevo el factor esencial para su logro. De esas certificaciones, a su vez, dependen los presupuestos o fondos que les son concedidos, la capacidad de captación de docentes de calidad y de estudiantes, así como las tasas y matrículas que requieren, cuando ello es el caso, de quienes aspiran a cursar estudios.

Los costos involucrados en las actividades de investigación científica son ciertamente muy elevados, y los beneficios que se obtienen de la ciencia misma y de la tecnología son discutibles. Los costos de las publicaciones mismas y los beneficios que de ellas obtienen personas e instituciones hacen de ellas el ítem con mejor relación costo/beneficio de la actividad y de la vida del sector de ciencia y tecnología.

COST/BENEFIT RELATION OF SCIENTIFIC PUBLICATION

The cost of publishing the results of scientific research, understood as that which corresponds to its appearance in a periodical publication or a monographic work that allow for the diffusion and eventual utilization of the generated knowledge, represents a minimal fraction of the aggregate cost of producing such knowledge; of the cost of making science. This last cost is measurable in different manners and commonly corresponds to the budgets that conform the concept of investment of the countries in science, technology and innovation.

The cost of operation of the scientific research establishments, generally institutions of higher education or research centers in specific fields of knowledge, are indeed very high. Without consideration of the cost of training the researchers that make up their staff, which covers all of the formative process that they went through, nor the cost of already existent physical plant built through the years, said budgets include the direct and indirect costs of administrative and scientific personnel; the acquisition and maintenance of equipment, which in the experimental sciences can be very costly, as well as laboratory supplies, operational expenses and, the maintenance of the already existing physical plant.

At the end of a long list of items it is necessary to add the cost of publishing in appropriate diffusion media the papers generated. In many cases the amount is so small that it is included within wider categories. In the case of subventions and research funds, publications correspond to a last and small expense item that, with few exceptions, represents a tiny percentage of the costs.

On the other hand, it is pertinent to review the benefits that, in the world of science and in the academic world in general, are derived from publishing. At an individual level, those who publish (or register patents) have the benefit of intellectual and professional recognition, and also of their working status, in this world where the principle of “publish or perish” prevails. Some institutions give bonuses in cash to their members for publishing in recognized journals and in some countries of our region award systems have been put in place for the researchers, based on their publications. Such systems constitute a source of complements to salaries that often are very low, and can become a very significant part of the personal income of the members of the teachers and researchers staff.

At the institutional level the benefits are immense. It can be said that, in general, the scientific research centers and the universities owe their prestige and ranking to the number and quality of the publications of their members. The same is true in the case of the funds and grants they receive. Other factors, such as the number of teachers and the acceptance (in the work market) of their graduates, are of a minuscule weight, compared to the publications. In countries where the universities are certified or receive official accreditation of their courses, activities or departments, publications are again the most important elements for their achievement. From such certifications depend, in turn, the budgets or funding they obtain, the capacity to recruit quality teachers and students, as well as the fees and tuitions that they require, when this is the case, from those who aspire to pursue studies.

The costs involved in the scientific research activities are indeed very high, and the benefits that can be obtained from science itself and from technology can be discussed. The cost of the publications and the benefits that persons and institutions obtain from them make them the item with the best cost/benefit relation in the activity and in the life of the science and technology sector.

RELAÇÃO CUSTO/BENEFÍCIO DA PUBLICAÇÃO CIENTÍFICA

O custo da publicação dos resultados da investigação científica, entendido como aquele que corresponde à sua divulgação através de um meio periódico ou então um trabalho monográfico que permitam a difusão e utilização eventual do conhecimento gerado, representa uma fração mínima do custo agregado para produzir esse conhecimento; do custo de fazer ciência. Este último custo pode ser medido de diversas maneiras e normalmente se corresponde com os orçamentos públicos que integram o conceito de investimento em ciência, tecnologia e inovação dos países.

Os custos de operação dos estabelecimentos de investigação científica, geralmente instituições de educação superior ou centros de investigação em campos específicos do saber, são altos demais. Sem considerar os custos da formação dos investigadores que integram suas equipes, que abrangem todo o processo educativo que os apoia, nem aqueles computáveis como espaço físico já construído através dos anos, os orçamentos mencionados incluem os custos diretos e indiretos do pessoal administrativo e científico; a aquisição e manutenção de equipamentos, cujos custos podem ser muito elevados nas ciências experimentais, assim como os insumos de laboratório, gastos operativos e de manutenção dos espaços físicos já existentes.

No final de uma longa lista de conceitos deveria ser incluído o custo para publicar, nos meios adequados de difusão, os trabalhos gerados. Em muitos casos a cifra é tão pequena que fica embutida dentro de categorias mais amplas. No caso das subvenções e fundos para investigação, as publicações correspondem a uma última e pequena categoria de gastos que, com poucas exceções, representa uma ínfima porcentagem dos custos.

Por outra parte, cabe revisar os benefícios que no mundo da ciência e no acadêmico em geral, se derivam de publicar. Em nível individual, quem publicam (ou detêm direitos) têm o beneficio do reconhecimento intelectual e profissional, e também laboral, neste mundo no qual impera o princípio de “publicar ou perecer”. Algumas instituições outorgam bonificações em espécie a seus membros por publicar em revistas reconhecidas e em alguns países de nossa região tem se implementado sistemas de premiação para os investigadores, os quais se baseiam em suas publicações. Estes sistemas constituem fonte de complemento de salários que com frequência são muito baixos, e podem chegar a ser uma parte muito importante dos ingressos pessoais dos membros da equipe de professores e investigadores.

Em nível institucional os benefícios são imensos. Cabe dizer que, em geral, os centros de investigação científica e as universidades devem seu prestígio e “ranking” ao número e qualidade das publicações de seus membros. Igual acontece com os fundos e subvenções que obtêm. Outros fatores, como o número de professores e a aceitação (no mundo laboral) dos formandos, são de um peso minúsculo comparado com as publicações. Em países onde as universidades recebem certificações ou acreditações oficiais de seus cursos, atividades ou departamentos, as publicações são mais uma vez o fator essencial para consegui-las. De essas certificações, por sua vez, dependem as verbas ou fundos designados, a capacidade de captação de docentes de qualidade e de estudantes, assim como as taxas e matrículas que requerem, quando aplicável, de quem aspiram a cursar estudos.

Os custos envolvidos nas atividades de investigação científica são certamente muito elevados, e os benefícios que se obtêm da ciência mesma e da tecnologia são discutíveis. Os custos das publicações propriamente e os benefícios obtidos por pessoas e instituições fazem delas o item com melhor relação custo/benefício da atividade e da vida do sector de ciência e tecnologia.

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