Ladeterminación de la lógica como cienciacomún intencional en Duns Escoto*
Thedetermination of logic as intentional common science in Duns Scotus
Ladeterminación de la lógica como cienciacomún intencional en Duns Escoto*
Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, vol. LVIII, núm. 165, pp. 51-86, 2016
Universidad de San Buenaventura
Recepción: 11 Junio 2015
Aprobación: 30 Junio 2015
Resumen: El presente trabajo estudia las dos primeras cuestiones del comentario de Juan Duns Escoto a la Isagoge de Porfirio. En ellas, Escoto establece en primer lugar la cientificidad de la lógica, frente a la objeción aristotélica que ve en la lógica el método de la ciencia. Y, en segundo lugar, frente a la definición aristotélica del objeto de la ciencia como un género determinado, Escoto establece el carácter de la lógica como ciencia común. Se ofrece en anexo la traducción castellana de estas dos cuestiones.
Palabras clave: Duns Escoto, Robert Kilwardby, lógica medieval, historia de la lógica.
Abstract: This paper studies the first two questions of John Duns Scotus’s Commentary on Porphyry’s Isagoge. In these questions, Scotus es- tablishes the scientific character of logic against the Aristotelian objection which defines logic as method of science. And, against the Aristotelian definition of a scientific object as a determined genre, Scotus establishes logic as a common science. The Spanish traduction of these two questions is presented as appendix.
Keywords: Duns Scotus, Robert Kilwardby, medieval logic, history of logic.
Introducción
En el comentario de Duns Escoto a la Isagoge1 de Porfirio,se encuentran dos momentos iniciales claramente definidos enla distribución de las cuestiones. En el primero de ellos, se busca determinar cuál es el objeto propio de la ciencia lógica2. El segundomomento corresponde a la determinación del objeto propio de la cienciaestudiada en la Isagoge de Porfirio, es decir, la ciencia de los predicables3.
Las tresprimeras cuestiones del comentario tienen un alcance mucho más largo que el dela pregunta por la determinación del universal como objeto de la Isagoge. Estascuestiones cumplen la función de preámbulo general al conjunto de comentarioslógicos de Escoto4, fundamentalmente porque presentan ladeterminación escotista de la cientificidad de la lógica. En ellas encontramoscondensada la filosofía escotista de la lógica en tanto ciencia y en surelación con las otras ciencias. En ese sentido, este preámbulo introduce a laproblemática de la cientificidad en general.
q. 1 Utrumlogica sit scientia
q. 2 Utrumlogica sit scientia communis
q. 3 Utrum syllogismus sit subiectum logicae
En la primeracuestión (utrum logica sit scientia), Escoto se enfrenta a la distinción aristotélica entre la scientia y el modus sciendi5. Puesto que la lógica es identificada con el método de adquisición del saber, el modus sciendi, la lógica es vista más como condición previa del saber, quecomo una ciencia en sentido propio. Esta situaciónde la lógica, como condición de la ciencia,sin definirse como ciencia, nos recuerda el debate entre los primeros comentaristas de Aristóteles a propósito de la lógica como instrumento o como parte de la filosofía6. En esta primera cuestión del comentario escotista aúnhay algo de ese debate que oponía la lectura peripatética (instrumentalista) a la lectura estoica y platónica(cientificista) de la lógica.
La segundacuestión (utrum logica sit scientiacommunis), una vez determinada la naturaleza científica de la lógica, se ocupa de laposibilidad de que la lógica sea una ciencia racional o intencional común. Eneste punto, la discusión se establece con la exigencia científica derivada delos Segundos Analíticos, según la cual cada ciencia se ocupa de un género determinado, excluyendo por lo tanto, la posibilidad de una ciencia común. Sin embargo, dada la naturaleza de la lógica (y, por lo demás, de la metafísica), es legítimo preguntarse entonces por laposibilidad de una ciencia común. Y, parael caso de la lógica, Escoto defiende la tesis de la lógica como ciencia comúndelimitando su espacio en tanto ciencia racional.
La tercera cuestión afronta el problema de determinar el objetode la lógica. Con esta cuestión, el lector tiene la oportunidad de observarcómo Escoto se da a la tarea de analizarla diversidad de opiniones en disputa afinales del siglo xiii. Apoyándose en los criterios de cientificidad que, deacuerdo a los Segundos Analíticos, debe cumplir el objeto de una ciencia,Escoto somete a un análisis de fondo cada una de estas opiniones, parafavorecer finalmente al silogismo7 comoobjeto propio de la lógica.
En este trabajonos ocuparemos de estudiar únicamente las dosprimeras cuestiones, de lasque ofrecemos su traduccióncastellana. Aunque dejaremos para otro trabajo el análisis detallado de la determinación del objetode la lógica, lo tendremos presente permanentemente, pues esta tercera cuestión funge como conclusión de este primer momento del comentario. Aquí nos concentraremos en mostrar cómo y para qué la lógica esconsiderada por Escoto como ciencia intencional común
1. Los argumentos contra lacientificidad de la lógica
No debeextrañar que las tres objeciones contra la tesis de la cientificidad de la lógica reposen sobre la autoridad de Aristóteles. Al parecer, Aristóteles no pensó en exigir que la lógica cumpliera con los criterios de cientificidad que estableció en los Segundos Analíticos. La preocupación por evaluar la cientificidad de la lógica a la luzde los Segundos Analíticos no parece una preocupación de Aristóteles,sino de su tradición interpretativa.
En efecto,la primera objeción se apoya en la distinción aristotélica entre el modus sciendi y la scientia, que se encuentra en el libro ii (a) de la Metafísica: «Absurdum est simul quaerere scientiam et modum sciendi»8. Alidentificar el modus sciendi y la lógica, la objeción concluye sin grandificultad que el modus sciendinon est scientia9. Habría pues una anterioridad necesaria de la lógica, como condición transversal de laadquisición de todo saber científico que haría de ella un instrumento de la ciencia antes que una ciencia; en todo caso, incluso si su estatuto instrumental haya de ser definido, la lógica no sería una ciencia. No podrían buscarse, en el sentido de la investigación científica, la lógica yla ciencia al mismo tiempo. Esto no querría decir que la lógica cumple un rolnegativo o exterior a la ciencia. Por el contrario, en tanto instrumento deadquisición del saber, la lógica encontraría su lugar en eldispositivo de la ciencia, pues ella sería anterior (tanto en el tiempo como en el mismo orden lógico) y necesaria para laadquisición de la ciencia.
La segunda objeción se apoya en la división de las cienciasteóricas expuesta en el libro vi (E) de la Metafísica. Para la objeción esta división es exhaustiva y en ella se presentan las ciencias teóricas superiores, es decir, las más generales. Estas son «la matemática, la física y la divina o metafísica». Sin embargo, nos dice la objeción, «bajo ninguna de ellas está contenida la lógica»10. La fuerza delargumento se concentra en la suposición de que esta división es,repitámoslo, exhaustiva, pues el campo entero de los objetos teóricosestá cubierto por esas tres ciencias. De otro lado, dado que la lógicano está subordinada a ninguna de ellas, la lógica no puede perteneceral orden de estas ciencias11.
Por último,la tercera objeción se funda sobre el contraste entre uno de los rasgospropios de toda ciencia, según seexpone en los SegundosAnalíticos,y uno de los rasgospropios de la lógica:«scientiaest ex propriis [principiis] sicut etdemonstratio»; mientras que «logica estex communibus»: «hay ciencia a partir de [principios]propios, como también demostración; hay lógica a partir de [principios]comunes»12. Las propiedades que toda ciencia demuestra de su objeto,son propiedades demostradas apartir de principios propios. Y tanto el objeto como sus propiedades pertenecen almismo género, y ellas se deducende él. La demostración se construye pues dentro de un único género queconstituye el objeto de la ciencia en cuestión. Esta concentración decada ciencia en su objeto propio explica que el punto de partida dela demostración científica sean los principios propios de su objeto,de tal modo que estos no se pueden extender a otras ciencias,salvo en el caso de la subordinación entre ciencias. Esta permiteque las conclusiones de una ciencia superior, subalternante, seanlos principios de la demostración en una ciencia subalternada.Salvo este caso, la demostración se produce siempre en el espaciode un género determinado que delimita tanto el objeto como losprincipios de la ciencia que le conciernen13.
Por su parte, la lógica se presenta como una actividad que no llamamos científica pues tiene por punto de partida esa dimensión común, «ex communibus», es decir, en tanto tiene por principios, no los principios propios de un género del que se ocuparía la ciencia lógica, como si la lógica misma fuera una ciencia, sino que ella tendría por punto de partida unos principios comunes a todas las ciencias. De esta consideración se seguiría que la lógica no cumple con uno de los rasgos del conocimiento científico en tanto toda ciencia se delimita por un género propio. Dichoesto, la lógica no demostraría nada pues supera el dominio de un género determinado, al extendersesobre lo común o al operar en un espacio común a todas las ciencias y no propio a ella. En consecuencia, la lógica no sería una ciencia.Así pues, la restricción a un único objeto limitado por un género determinado, la posesión de principios propios y la posibilidad de construir demostraciones científicas a propósito de ese objeto, son todos rasgos interdependientes que definen un saber científico y queno se encuentran en la lógica dado que ella parte ex communibus.La tensión entre lo propio y lo común como criterio de identificación de una ciencia excluye pues la lógica de la actividad científica, entodo caso, en tanto ella misma no es una ciencia.
Sobre estepunto tan delicado, hay dos pasajes de los SegundosAnalíticos que ofrecen una aclaración sobre el alcance de la objeción. En primer lugar, el pasaje citado en la objeción distingue los principiospropios y los principios comunes en el conocimiento científico. En efecto, según Aristóteles hay una dimensión en la que los principios comunes cumplen unafunción en la ciencia: «De los [principios] que se utilizan en las cienciasdemostrativas, unos son propios de cada ciencia, y otros son comunes, aunquecomunes por analogía, puesto que se puedeutilizar solo lo que está incluido en el género subordinado a la ciencia [encuestión]»14. A pesar de ser comunes, al entrar en elespacio genérico, estos principios se ajustan a la delimitación propia de cada ciencia. En el ejercicio de la demostración, los principios solo pueden ser propios a cada ciencia o solo pueden volverse propios dado que la demostración se construye dentro deun género que define el objeto de una ciencia.
Según otro pasaje, «todas las cienciasse comunican entre sí en virtud de las [cuestiones] comunes (llamo comunes a aquellas de las que uno se sirve demostrando a partir de ellas, pero no aquellas acerca de las cuales se demuestra ni aquellas que se demuestran)»15. En este sentido, las proposiciones comunes constituyen el puntode convergencia y de tensión entre la lógica inscrita en la dimensióncomún de los principios y las ciencias en su limitación genérica. Consideramos que según el espíritu de la objeción, la lógica ofrecería, en esta dimensióndel conocimiento científico, los axiomas comunes a todas las ciencias; axiomas que harían posible, junto con el objeto y sus propiedades demostrables, la demostración científica. La lógica seguiría siendo anterior a la ciencia en tanto estaría a cargo de presentar los principios comunes a la demostración científica de los cuales la ciencia misma nopuede ocuparse y que solo encuentra para servirse de ellos.
En este mismosentido de identificar la lógica al modus sciendi, nos parece relevante citar un pasaje delprólogo de Egidio Romano a su comentario a los Segundos Analíticos, pues nos permite ver en obra esta consideración instrumental de la lógica. Se trata de untexto en el que Egidio sostiene la tesis de la distinción entre lógica (modus sciendi)y ciencia. Egidio construye esta distinción a partir del contraste entre una definición estricta y otra amplia de lademostración. Según la definición amplia de la demostración, que incluye los razonamientos formados a partir de premisas comunes, lalógica misma sería una ciencia; por el contrario, según la definiciónestricta, en la que únicamente se aceptan las premisas extraídas de los principios propios de cada ciencia, la lógica no sería una ciencia.
Nos permitimoscitar in extenso este texto fundamental en el que observamoscómo en función de la definición de demostración que se acepte se produce laexclusión o la inclusión de la lógica en el campo de las ciencias:
Puesto que el lógico, al ocuparse del artelógico, forma argumentos, nospreguntamos qué tipo de argumentos son estos. Hay que decir que, puesto que la lógica no es propiamente una ciencia, sino el método de la ciencia, estos argumentos no son propiamente demostraciones, sino que enseñan el método de demostrar (docent modum demonstrandi).Es por esto que, en la medida en que el lógico es considerado como enseñante (docens) y en la medida enque, en tanto tal, produce argumentos necesarios (porque todo argumentonecesario no es una demostración, salvo aquel que procede a partir deprincipios propios en cualquier disciplina y engendra en nosotros la ciencia),los argumentos de que trata el lógico son argumentos en tanto él es enseñante (docens), en tanto trata delarte de demostrar y de silogizar (porque, de un lado, de esta manera tales argumentos proceden de algunos [puntos] comunes(ex quibusdam communibus), y que, de otro lado, ellos no engendran entodos la ciencia, sino el método de la ciencia). Estos argumentos no debenser llamados demostraciones, salvo quizá tomando «demostración» en unsentido amplio, a saber, para todo argumento necesario. Este es un modode hablar en función del cual se puede decir que incluso el metafísicodemuestra, puesto que él produce muchos argumentos infalibes. Poresta razón, hablando propiamente, los científicos especiales (artificesspeciales) demuestran, puesto que proceden a partir de principios propiosde una enseñanza (disciplina) especial; mientras que los científicoscomunes (artifices communes) propiamente hablando no demuestran,salvo si se toma «demostración» en un sentido amplio: sea porque procedea partir de principios comunes o propios, sea porque engendra la cienciao el método de la ciencia16.
Los dossentidos de «demostración» producen, evidentemente, efectos distintos. Al tomar«demostración» en su sentido propio, únicamente las ciencias especiales sonsusceptibles de producir demostraciones, pues una demostración solo se sigue deprincipios propios, por lo tanto, de los principios de cada una de las cienciasespeciales. En el sentido amplio, el lógico y el metafísico producirían también demostraciones, puesto que seaceptarían también como demostraciones, los argumentos necesarios producidos apartir de principios comunes. La objeciónse apoya pues sobre el sentido propio en que debe entenderse la demostración.Allí se distingue entre los argumentos necesarios, es decir, entre todo razonamiento que produce una conclusión necesaria, los razonamientos que parten de principios propios. A estos se limita el campo de la demostración stricto sensu. Así, aunque el lógico produzca argumentos necesarios,dado que ellos se construyen ex communibus, no son demostraciones, pues se limitan a enseñar el modus sciendi.
Para que haya demostraciónse exige que los argumentos necesariossean ex propriis y que engendren en nosotros, no el modus sciendi,sino la ciencia misma. Egidio Romano lo subraya sin ambigüedades: «non omnis necessaria ratio est demonstratio». El ámbito de la demostración es unsubconjunto de los argumentos necesarios. Estos se dividen entre los que son ex communibus,que parten de principios comunes y nos enseñan el modussciendi; y los argumentos queson ex propriis, que parten de principios propios y nos enseñan la ciencia. Si aceptamosesta distinción de Egidio Romano, ni los argumentos del lógico, ni los delmetafísico son demostraciones.
Sin embargo,según el sentido amplio de «demostración», sepodría admitir que los argumentos necesarios del lógico y el metafísico son demostraciones. Si el sentidoestricto impide la equivalencia entrerationecessaria y demonstratio; el sentido amplio, por su parte, la permite. De hecho, el punto departida constituye toda la diferencia: partiendo excommunibus, se produce una ratio necessaria ynos ocupamos del modus sciendi; por el contrario, partiendo ex propriis, seproduce una demonstratio y nos ocupamos de la scientia. En el sentido propio, solo hay demostración por las ciencias especiales (artes speciales).Sin embargo, según el sentido amplio, también hay demostración en el caso de lalógica y la metafísica, que parten deprincipios comunes. Egidio Romano las llama ciencias comunes, y tanto el lógicocomo el metafísico son artifices communes17.
No deja desorprender que para Egidio Romano la lógica y la metafísica compartan ese destino de no ser ciencias según una de las alternativas de la clasificación propuesta por él. Desafortunadamente,en ese pasaje no nos ha dado una explicación más amplia sobre lacientificidad o no cientificidad de la metafísica y sobre lo que ellapodría ofrecer, allí donde la lógica ofrece el modo de la ciencia.
En resumen:Escoto presenta tres objeciones a la tesis según la cual la lógica es unaciencia. (a) La lógica es el método de la ciencia (modussciendi), buscado yestablecido antes de la investigación científica; (b) la lógica no se encuentraentre las ciencias teóricas enunciadas por Aristóteles: la matemática, la física y la ciencia divina o metafísica; yfinalmente (c) la ciencia opera a partir de principios propios y produce demostraciones.La lógica, por su parte, opera a partir de principios comunes y produce razonesnecesarias pero no demostraciones (si atendemos al sentido propio de«demostración» según Egidio Romano).
2. La cientificidad de la lógica
Frente a este diagnóstico, Escoto presenta dos argumentos a favor de la cientificidad de la lógica. Nosotros nos concentraremos aquí en el primero,con el que Escoto subraya la finalidad de la ciencia: la producción del saber. Por ello afirma que «la ciencia es el efecto de la demostración, y en la lógica muchas cosas se muestran por medio de la demostración»18. Este argumento busca eliminar la distinción entre razónnecesaria y demostración,de tal modo que los razonamientos de la lógica se consideren como verdaderas demostraciones en tanto producen saber.
El núcleo de este argumento se encuentra en el pasaje de los Segundos Analíticos en que Aristóteles define la demostración:«A la demostración la llamo razonamiento científico (syllogismum scientificum), y llamo científico a aquel “razonamiento” en virtud de cuya posesión sabemos»19. Si, de un lado, ciertos pasajes deAristóteles pueden sostener la distinción entre lógica y ciencia; deotro lado, la definición aristotélica de la demostración es para Escotola prueba de la cientificidad de la lógica, dado que en lógica también se producen demostraciones, y todo conocimiento que construye su saber por medio de demostraciones es una ciencia. Este es el primer parágrafo de la solución de Escoto:
Hay que decir que la lógica es una ciencia,puesto que lo que se enseña en ella (quae docentur) se concluye por medio de una demostración, como en las otras ciencias;en consecuencia, esto es sabido (sciuntur), pues «la demostración es el silogismo que hace saber (scire)» (Aristóteles¸ Anal. post. I, 2, 71b18-20). Enla lógica también se halla todo aquello que es exigido (omnia requisita) para lademostración: como el objeto y la propiedad demostrable del objeto por el[término] medio, que es la definición20.
El rasgo quehace de la lógica una ciencia es precisamente su talante demostrativo que hacesaber. Para Escoto, todo lo que se sabe en lógica, se sabe sicut in aliis scientiis, es decir, pormedio de una demostración21.Desde ese punto de vista, la lógica es una ciencia entre las otras, una cienciacomo las otras. Para que unaactividad sea llamada científica, debe obtener su conocimiento por medio dedemostraciones. Escoto se propone demostrar precisamente que la lógica se comporta como las ciencias y para ello lista las condicionesque debe cumplir un razonamiento para ser una demostración. Escoto presenta dos condiciones: (a) que haya un objeto y (b) una propiedaddemostrable del objeto por un término medio22.
La respuestade Escoto distingue dos sentidos enlos que se entiende la lógica: (a)en tanto ciencia, la lógica es docens, es decir, doctrina de la lógica, saber lógico; y (b) comoinstrumento, la lógica es utens, lógica «aplicada» a la actividad delas otras ciencias:
Sin embargo, hay que saber que la lógica seconsidera de dos modos. En primer lugar, entanto logica docens.Y así, a partir de principios propios y necesarios, la lógica conduce aconclusiones necesarias y es una ciencia. En segundo lugar, en tanto usamos la lógica (utimur logica),aplicándola a aquello en lo cual se hace uso de ella (est usus). Y así, la lógica no procede a partir de principios propios, sino a partir de principios comunes y no es una ciencia23.
Según estadistinción, la logica docens es una ciencia porque produce conclusionesnecesarias a partir de principios propios y necesarios a la lógica en tantodoctrina de su propio saber. Por su parte, la logica utens ayuda a producir conclusiones a partir deprincipios comunes aplicados a las otras ciencias, pero la logicautens no es una ciencia. Esta distinción está en el centro de laestrategia escotista para incluir la lógica dentro del conjunto delas ciencias. Ella produce conclusiones a partir de principiospropios (en tanto logica docens), pero en tanto logica utens lalógica preserva su dimensión instrumental y no científica alaplicarse a las otras ciencias a partir de principios comunes. Lasconclusiones que se producen en todas las ciencias pertenecen asus respectivas ciencias y, al mismo tiempo, estas conclusioneshan sido producidas por medio de principios comunes tomadosde la logica utens.
Parece muy claro que para Escoto y para Egidio (en el caso en queaceptáramos el sentido estricto de la definición de la demostración), hay ciencia cuando el razonamiento parte de principios propios a un género determinado. Sin embargo, laparticularidad de la posición de Egidio Romano consiste en solo ver en la logica docens el empleode principios comunes que se utilizan en las razones necesarias y, por tanto, en no ver en ellosprincipios propios al saber lógico. Por ello, Egidio ve la logica docens comoun instrumento y no como una ciencia en sentido estricto. Por su parte, Escoto introduce la logica docens enel conjunto de las ciencias, mientras deja la logicautens en el campo de loinstrumental. La apuesta principalconsiste en determinar la distinción entre principios propios (que constituyenel punto de partida de la construcción del razonamiento científico dentro y a partir del género de una ciencia determinada) y principios comunes (como elementosinstrumentales de aplicación del saber lógico en todas las ciencias). Veremos que lo que constituye lo propiode la lógica como ciencia es eso mismo que constituye lo común de la lógica atodas las ciencias en tanto la lógica es un instrumento de saber. Poresta razón, consideramos que la lógica es por sí una ciencia de communibus en la medida en que, lo que le es propio, es eso mismo que es común a todas las ciencias.
Las respuestasde Escoto a las objeciones acentúanlas particularidades de lalógica como ciencia. (a) En primer lugar, laposibilidad de la ciencia, determinada por la unidad genérica de su objetopropio, no impide la idea de una ciencia lógica de lo común, en laque esta dimensión de lo común es para esta ciencia lo que le es propio. De allí que la lógica tambiénrespete la restricción impuesta a las ciencias de ocuparse de lo que estálimitado por un género determinado. (b) En segundo lugar, frente a la triple división de las ciencias teóricas del libro VI (E) de la Metafísica, que ademásse presentan como ciencias reales, Escoto abre un espacio para la lógicaentendida como scientia rationalis24. Por último,(c) frente a la distinción que opone la ciencia en tanto se ocupa de un génerodeterminado y la lógica que se ocupa de lo común, Escoto demuestra que la lógica misma demuestrasus propiedades con premisas y conclusiones que se mantienen dentro del dominio del objeto propio de la lógica, aunque debido a suaplicación a las otras ciencias, la lógica pueda ser común a todas las ciencias25.
En la primerarespuesta, Escoto distingue dos tipos de ciencias consideradas desde el punto de vista de sus principios: «A la primera objeción se responde que el métodode la ciencia (modus sciendi) no es una ciencia especial; sin embargo, puede ser una ciencia común»26. Esta solución suscita una pregunta de fondo:¿qué es una ciencia común? ¿Cómo definirla y diferenciarla de una ciencia especial, es decir, de una ciencia delimitada por su objeto propio? Esta vez Escoto se apoya en Robert Kilwardby parafundamentar la tesis de la lógicacomo scientia communis.
En Kilwardby,en especial en su comentario a los Primeros Analíticos, aún encontramos la separación de dominiosentre las ciencias especiales (doctrinaespeciales) y la lógica. De unlado, las ciencias especiales se ocupan de las ciencias mismas (scientias ipsas); y deotro lado, la lógica se ocupa del modus sciendi. Este último comporta dos elementos: el arte del descubrimiento (ars inveniendi) y el arte del juicio (arsiudicandi). Para Kilwardby,«el método del descubrimiento y el del juicio no deben ser determinados en ningunaciencia especial. Es por ello que son determinados en la lógica, que es una ciencia común»27. Puesto que cada ciencia se circunscribe a ungénero que constituye su objeto, cuando en una operación racional se supera eselímite, como en el caso de la construcción de razones necesarias en general,esa actividad se sitúa inmediatamente en el orden de los modi communes. Este es el caso de la lógica: «el métododel descubrimiento y el método del juicio son métodos comunes a muchas cienciasy es por ello que no pueden ser determinados en ninguna ciencia especial»28.
Estos dos modi, el descubrimiento yel juicio, compartidos por todas lasciencias, constitutivos de su actividad, debido a su naturaleza común, competeny solo pueden competer a una ciencia común, es decir, a una ciencia cuyo objeto propio es aquello mismo que hay de común a todas las ciencias especiales.
En la cuestión, Escoto precisa la forma de comunidad que corresponde a la lógica, al presentar una distinción entre dos sentidos de «communis», siendo ambos sentidos relativos al rol del objeto de una ciencia con respecto a las otras ciencias. El primer sentido considera que hay una forma de anterioridad del objeto de una ciencia con respecto a los objetos de otras ciencias, de tal modo que «él es predicable de los objetos de las otras ciencias». El segundosentido, por el contrario, subraya que el objeto «cae en el uso (caditin usum) de las otras ciencias». En este segundo sentido, en el queel objeto es útil o utilizable por las otras ciencias, la lógica es unaciencia común, en virtud de las relaciones que su objeto mantienecon los objetos de las otras ciencias:
Hay que decir que una ciencia es llamada común por su objeto. Se puede entender «común» de dos modos: oporque el objeto es predicable de losobjetos de las otras ciencias; o porque el objeto cae en el uso (cadit in usum) de las otrasciencias. Según el primer modo, la lógica no es común, salvo quizá poraccidente, si su objeto es aplicable a todas las cosas. Según el segundo modoes común29.
El primer sentido corresponde, en nuestra opinión, al caso en que el objeto de la lógica podría estar contenido en el objeto o los atributos de otras ciencias. En otras palabras, debido al roldel silogismo, la lógica sería una ciencia de un género superior con respecto alas otras ciencias. Sin embargo, es evidente que el silogismo no es un atributo esencial de las otras ciencias y, por lo tanto, no es predicable esencialmente de los objetos de las otras ciencias. Esto será posible,sin embargo, si se considera al silogismo como un atributo accidental. Es por esta razón que la distinción sobre la que se funda esta solución, supone que ella solo es viable en tanto la comunidad se da peraccidens. Por el contrario, este primer sentido nos invita a considerarla posibilidad de que el objeto sea predicable esencialmente de losobjetos de las otras ciencias. Dicho de otro modo, se trata de unobjeto que cubriría de un modo común, por una predicabilidad noaccidental, los objetos de las otras ciencias, incluido el objeto de lalógica. ¿Es este el punto de separación entre metafísica y lógica? Escoto no toca este problema. Lo único que podemos constatar porahora es la equivocidad del término «común».
Ahora bien,según el otro sentido, las otras ciencias utilizan el objeto de la lógica y esde ese modo que ella es una ciencia común. Es como si el empleo de la lógicafuera algo exterior a su estatuto científico, algo accidental. Cuando ella esutilizada por las otras ciencias, la lógica no es una ciencia. Solo es una cienciacuando se repliega sobre ella misma y deduce los atributos propios de su objeto a partir de sus principios propios.
La convergencia entre la solución deEscoto y la de Kilwardby,aunque parcial, es aún más evidente cuando leemos el De Ortu Scientiarum de Kilwardby. Al preguntarse cómo puede haber una ciencia del razonamiento (ratiocinio)30, Kilwardby distingue en el razonamiento, un modo según el cual es común a las ciencias y otro según el cual espropio a la lógica: «Elrazonamiento es propioa la lógica por esencia oen tantoque objeto, sin embargoes común a muchas, o más bien a todas [las ciencias], según eluso (secundum usum)»31.
Pero, finalmente, ¿por qué debería la lógica ser una ciencia?¿Cómo puede ser una ciencia? De nuevo, Kilwardby nos ayuda acomprenderlo. La ciencia lógica es el método de la ciencia de todas lasotras ciencias y, al mismo tiempo, en el ejercicio de la lógica misma, es decir, en la construcción de sus propias demostraciones, la cienciay el método de la ciencia constituyen una única actividad. No hayuna ciencia previa a la lógica que haga el trabajo de corrección que lalógica procura a las otras ciencias. De otro modo se correría el riesgode caer en la trampa del regressum ad infinitum. Por el contrario, lalógica es rectora de ella misma, ella se corrige a sí misma en tantométodo de la ciencia de su propio saber, de la doctrina lógica o logicadocens. A ojos de Escoto ese doble rol no reviste ningún riesgo ocontradicción. Con respecto a ella misma, la lógica es ciencia ymétodo de la ciencia, así como ella es el método de la ciencia de lasotras ciencias. A ese respecto, Kilwardby sostiene en su comentarioa los Segundos Analíticos:
La lógica determina simultáneamente la ciencia y el método de la ciencia,y esto no es inconveniente. En efecto, la lógica se ocupa del método de la ciencia y es por ello que ella puederectificarse a sí misma en el método. Y es por ello que ella no necesita de unaciencia preexistente que la rectifique, porque cuando ella determina la cienciay el método de la ciencia, allí, estas no son dos en la lógica, porque aquello que es el método de todas las ciencias, es elmétodo de la ciencia lógica32.
En el De Ortu Scientiarum, Kilwardby mantiene esta misma tesis concediendo a la lógica este dobleestatuto de ciencia rectora de las otras ciencias y de sí misma:
Hay que saber que la ciencia razonante (scientia ratiocinativa) no solo esuna ayuda (adminiculans) para las otras ciencias, sino también para ellamisma. En efecto, en primer lugar, ella enseña a constituir yconstituye el razonamiento (ratiocinationem). Y luego una vez constituido, se utiliza tantosobre las cosas propias como sobre los ajenas (…). Pues ninguna persona quedispone del saber (sciens)enseña el método de razonar (modus)salvo el lógico. Es por ello que todos [los que saben] necesitan en primer lugar saber lógica (scire logicam) y estar informados por ella. Y es porello que el razonamiento es llamado instrumento de todos y la lógica ciencia detodos (…) la lógica es llamada arte de las artes y cien ciade las ciencias, es decir, porque ella se rectifica y se perfecciona a símismay rectifica y perfecciona las otras [ciencias]33.
En esta misma obra, Kilwardby presenta una historia condensada del origen de la lógica. Enella, a partir de la constatación de la multitud de opiniones filosóficas y, en consecuencia, de la multitud deerrores que se derivaban de ellas «quia non suntcontraria simul vera de eodem», se comprendió que la causa era la falta de destrezapara razonar (ex imperitia ratiotinanci). De allí que el único medio para alcanzar lacerteza científica fuera alcanzar la destreza para razonar. De esta situaciónsurgió el esfuerzo que dio lugar a la constitución del método de razonar (modus ratiocinandi)como arte y como ciencia: «por él se constituyeron y se ordenaron tanto [la lógica]misma (semetipsam) como las otras ciencias. Y esta ciencia se ocupa del método de razonar en todas [las ciencias]»34.
En resumen,la lógica en tanto modus sciendi es rectora de todas las ciencias, y por lo tanto también de ella misma. Esta es la razón por la cual,en la perspectiva de Kilwardby, que coincide con lade Escoto, no es necesariodistinguir la lógica entanto método de la ciencia y su propia naturaleza de ciencia. La lógica es al mismo tiempo, el método de la ciencia y la ciencia de ese método sometido a sus propias exigencias.
Esto es lo quedebe demostrarse frente a la primera objeción, que separa la lógica como modus sciendi y la ciencia, haciendo de laprimera un instrumento de la segunda. Con la respuesta de Escoto se imponen dosajustes a esta teoría: la lógica en tanto tal, más allá de su distinción en logica docens y logica utens es modus sciendi y ciencia común, no ciencia especial. En tanto tal, la lógica esciencia de lo que es común a todas las ciencias, pero esto mismo eslo que le es propio en tanto lógica. Cuando ella se aplica a las otrasciencias, ellas es modus, cuando ella se aplica a sí misma, ella es almismo tiempo, pero bajo aspectos distintos, modus et scientia. Conlas observaciones de Kilwardby, es posible, en el mismo movimientode autoconstitución de la lógica, hacer de ella tanto ciencia comomodus, lo que no es posible en el caso de las otras ciencias.
Así, considerada desde elpunto de vista de su relación conlas otras ciencias, como logica utens, es formalmente falsodecir que el modus sciendi es una ciencia,puesto que el modus es una condición de la ciencia. Sin embargo, es verdad materialmente: «esta predicación“el método del saber es una ciencia” es verdadera,porque la lógica enseña (docet) el método de saber tanto más cuanto que ella se ocupa del silogismo o argumento, el únicomedio por el cual se obtiene (habetur) la ciencia»35. Solo por su condiciónde ser modus scientiae, la lógica puede también ser considerada una ciencia, pues ella enseña elúnico instrumento disponible para obtener conocimientos científicos. Es pues con respectoa su objeto y a su finalidad como doctrina, que la lógica puede ser concebida como ciencia. Asimismo, Escoto indica que si se comprende que la lógica presenta a la cienciasu método de saber, es decir, que su finalidad consiste en la constitución y regulación de la actividad de la ciencia, elenunciado «el método del saber es una ciencia» podríaentenderse en el sentido de«la investigación del método del saber es la investigación de la ciencia». «Esta investigaciónes aquella investigación debido a su concomitancia, así como la investigación de una cosa es la investigación de todo lo que viene con ella necesariamente, aunque lo uno nosea lo otro»36.
Desde este punto de vista la lógica es muy distinta de la ciencia. Ellas se relacionan por concomitancia, es decir,por un vínculo que considera que adquirir el método de la ciencia es, dealgún modo, adquirir la ciencia, entendiendo por ello que no se puede adquirirla ciencia sin el método de la ciencia, que no se puedesuprimir el aprendizaje de la lógica para alcanzar directa einmediatamente la ciencia. Dicho de otromodo, no hay ciencia sin modus sciendi, aunque aquella no sea este. En este sentido,siendo diferente de la ciencia, la lógica es simultáneamente una instancia previa necesaria para la adquisición de la ciencia.
Ahora bien, aunque Escoto no emplea ese vocabulario, podríamos afirmar que se puede ver en lalógica, considerada como modus sciendi, una condición necesaria de la investigación de la ciencia. Y, puestoque la lógica se rige a sí misma, se puede ver en ella una ciencia en sentidoestricto, una ciencia como las otras, es decir,sometida a las condiciones impuestas por su método, que en este casopreciso, es ella misma tomada bajo el ángulo del método de la ciencia (logica utens) y no de la doctrina lógica (logica docens).
3. La lógica como ciencia intencional
Aún tenemos queconsiderar un tercer rasgo de la lógica. Esta es una ciencia común racional o intencional.Recordemos que la segunda objeción excluía a la lógica del campo de lasciencias teóricas. En su respuesta a esta objeción, Escoto incluye a la lógicaen este dominio, pero distingue dos tipos de ciencias teóricas. Así, si la matemática, lafísica y la metafísica son ciencias reales, la lógica es una ciencia racional37.
Esta consideración de la lógica como ciencia racional esfundamental en la comprensión escotista de la naturaleza de lalógica. Tanto en la cuestión 2 como en la cuestión 3 sobre el objeto de la lógica, Escoto evoca la célebre tesis aviceniana (que en ambasocasiones atribuye a Boecio) según la cual la lógica se ocupa de lassegundas intenciones en tanto se aplican a las primeras intenciones38.
En la cuestión 3 esta tesis será analizada minuciosamente, puescorresponde a uno de los candidatos al rol de objeto de la lógica.Aunque Escoto finalmente se inclina a favor del silogismo comoobjeto de la lógica, las segundas intenciones definen el espacio lógicocomo espacio de las operaciones propias de la razón, distinguiendoeste espacio del espacio de las ciencias reales y de las ciencias dellenguaje.
La terminologíaque hace referencia a las primeras y a las segundas intenciones provienedirectamente de las traducciones latinas de la obra de Avicena. Tanto su Metafísica comola modesta parte de su Logyca traducidas al latín van a suscitar laconcepción de la lógica como el espacio propio de las operaciones delintelecto. Norman Kretzmann llama a esta nueva concepción, Avicenismo39.
En un famoso pasaje de su Metafísica, Avicena enuncia elfundamento textual de esta concepción medieval de la lógica:«En efecto, el objeto de la lógica, como sabes, son las intencionesinteligidas en segundo lugar, ellas se aplican a las intencionesinteligidas en primer lugar, en tanto que por ellas se llega de loconocido a lo desconocido»40.
Avicena distingue en este pasaje dos intentiones. La noción deprimera intención corresponde, grosso modo, a aquellos conceptos que designan entidades extramentales. Por su parte, las segundasintenciones recubren aquellos conceptos que designan intencionesprimeras41.
En su Logyca, Avicena introduce otra distinciónfundamental cuando acota el espacio de la lógica al orden intencional o de lasoperaciones del intelecto, y lo vincula únicamente bajo una relaciónaccidental al orden del lenguaje. Con esta distinción, Avicena permitela fundación de la lógica como scientiarationalis. Nos permitimoscitar in extenso, este pasaje fundamental:
La necesidad nos conduce a tomar en consideración las expresiones (dictionum). En efecto, el lógico en tanto es lógico no tiene que ocuparseen primer lugar de las primeras palabras, salvo en tanto conciernen al hablar y al obrar. Pues, si fuera posible aprender lalógica por el pensamiento solo, de tal modo que solo se tuviera que examinarlos pensamientos, entonces bastaría [el pensamiento solo]. Y si un doctor delarte [lógico] pudiera mostrar lo que hay en su alma de otro modo distinto [aluso de palabras], siempre prescindiría de ellas. Pero, puesto que la necesidad nos conduce a obrar principalmente con las palabras (en efecto, la razónno puede componer pensamientos sin proferir palabras con ellos, puesto que el acto de pensar es como unaconversación entre el hombre mismo y sus pensamientos por medio de palabras imaginadas), de allí se sigueque las palabras tienen distintas disposiciones que corresponden a diferentesdisposiciones de las intenciones que las acompañan en el alma, de tal modo quede allí resultan juicios que solo se obtendrían por las palabras. Por ello es necesario, en la disciplinalógica, que una parte de sus partes se consagre al examen de las disposicionesde las palabras (dispositionibus verborum). Si no fuera como lo hemos dicho, no sería necesario que la lógica comportara necesariamente esta parte. En efecto,hablar de las palabras que acompañan los pensamientos equivale a hablar de los pensamientos que les corresponden. Es pues apropiado comenzar hablando de las palabras. Pero, por esta razón, no tiene valor lo que dijo aquel (Al Farabi), a saber que la lógica fue instituida para examinar las expresiones (dictionem) en tanto ellas designan los pensamientos (intellectus), y que la disciplina lógica consiste en hablar de palabras en tantodesignan los pensamientos (intellectus)42.
El lógico seocupa de las palabras por necesidad, pues no puede aprehender los pensamientos sin la mediación del lenguaje; aunque sabe que la lógica trata delpensamiento y no del lenguaje. Avicena sesitúa contra una posición tradicional43,defendida en la filosofía árabe por Al-Farabi, quien pensaba que el objeto dela lógica se situaba en el doble juego de reglas que rigen las relaciones entreconceptos y palabras, es decir, losconceptos en tanto significados por las palabras y las palabras en tanto significan los conceptos44.
Gracias a estadistinción aviceniana se funda la ciencia lógica como ciencia de la razóndistinta de las ciencias reales y de las ciencias del lenguaje. En Escotoencontramos los efectos de esta decisión teórica en otras de sus obras. Por ejemplo, en su comentario a la Metafísica,Escoto distingue el sentido en que debe entenderse una scientia speculativa realis, para excluir de ella a la ciencia lógica, abriendo simultáneamente el espacio para la lógica como scientiaspeculativa rationalis.
Hay que saber lo que aquí se entiende [porciencia especulativa]. En primer lugar, laciencia especulativa real, a saber, queconsidera las intenciones primeras abstraídas de los singulares reales y dichas de ellos en el que [esencialmente].Por esta razón se excluye la lógica,pues ella se ocupa de las segundas intenciones, que no se predican de ningunacosa de primera intención en el que «esencialmente»45.
Del mismo modo, en su comentario a las Categorías, Escoto define el espacio lógico como espacio de los actos dela razón y lo separa de las ciencias reales y de las ciencias del lenguaje:
La lógica no es una ciencia real ni una ciencia sobre el discurso (sermocinalis), porque noconsidera ni el discurso (sermonem) ni las propiedades del discurso, ni considera su objeto bajo la razón de discurso. Por el contrario, que esta división sea insuficiente se prueba así: el medio entre la cosa (rem) y el discurso (sermonem) o la voz es la propiedad «del intelecto»; por lo tanto, así como hay una ciencia por síde las cosas y alguna ciencia por sí de las voces significativas, como lagramática o la retórica, que consideran las propiedades de la voz en tanto voz,a saber la coherencia (congruum) y la belleza (ornatum), así puede haber alguna ciencia del concepto por sí; esta es la lógica. Es por ello que debe llamarseciencia racional, no solo porque se ejerza por la razón como cualquier ciencia,sino en cuanto se ocupa de los conceptos formados por el acto de la razón46.
Conclusiones
Dado que en este estudio no hemos considerado la cuestión 3 delcomentario escotista a la Isagoge, consagrada a la determinación del objeto de la lógica, nuestra conclusión no puede aún dar cabal cuenta del rol que cumple el pensamiento de Avicena en la concepción de la lógica en Duns Escoto. Sin embargo, síhemos podido observar tres movimientos fundamentales en la configuración de esta concepción. La lógica es ciencia común intencional. (a) La lógica es ciencia porque produce un saber por medio de demostraciones. Escoto se aparta dela interpretación fundada en un pasaje de Aristóteles según la cual la lógicano puede ser ciencia dado que es método de la ciencia. Con todo, lacientificidad de la lógica le corresponde en tanto logicadocens o doctrina lógica,pues en tanto logica utens no puede ser ciencia. (b) La lógica es común en tanto su doctrina se aplica o se usa en todas las ciencias para garantizarla rectitud de sus operaciones racionales. Aquí no hay contradicción, pues lopropio de la lógica, su objeto propio y sus atributos, se usan y se aplican entodas las ciencias y en ese sentido puede ser una ciencia común. (c) La lógicaes intencional o racional porque se ocupa de las operaciones propias de la razón. No se confunde ni conlas ciencias teóricas reales como la física, la matemática y la metafísica quetratan de dimensiones de lo real, ni con las ciencias del lenguaje que seocupan del medio con el que se exterioriza el pensamiento.
El objeto de la lógica, determinado en la cuestión 3 del comentario a la Isagoge, será el silogismo como operación propia de la razón e intención segunda. Por su parte, la tarea de la lógica consistirá en estudiar las partes y las propiedades del silogismo así como otras formas de argumentación asociadas con él. Sobre esta cuestión nos ocuparemos detenidamente en otro trabajo.
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Juan Duns Escoto. Comentario a la Isagoge de Porfirio qq. 1-247
q. 1: ¿Es la lógica una ciencia?
Parece que no
En favor de la tesis opuesta, que sí:
[I. Solución de la cuestión]
Sin embargo, hay que saber que la lógica seconsidera de dos modos. En primer lugar, entanto logica docens. Y así, a partir de principios propios ynecesarios, la lógica conduce a conclusiones necesariasy es una ciencia. En segundo lugar,en tanto usamos la lógica (utimur logica), aplicándola a aquello enlo cual se hace uso de ella (est usus). Y así, la lógicano procede a partir de principios propios, sino a partir de principios comunes y no es una ciencia. Esto es manifiesto en la Física (in naturalibus) donde Aristóteles54 pone razones lógicas queproceden de un [término] medio común y no hacen saber (non faciunt scire), hablando en sentidopropio (proprieloquendo).
[Respuesta a los argumentos principales]
Al primer argumento55 se responde56 que el método del saber no es una ciencia especial; puede sin embargo ser [una ciencia] común.
En contrade esto: si esta proposición es verdadera de algún modo «el método del saber (modus sciendi)es una ciencia», puesto que es una predicación en abstracto, será una predicacción del primer modo. El consecuente es falso, porlo tanto también el antecedente. La inferencia es manifiesta, porque toda predicacción en abstracto es esencialmente verdadera. La falsedad del consecuente es manifiesta,porque en el concepto (in intellectu) el predicado no está incluido en el sujeto.
El métododel saber es posterior al saber, porlo tanto es posterior a la ciencia, porque saber es posterior a la ciencia.
Por ello se dice, de otro modo, que la premisa menor57 es falsa, hablando formalmente58.
[Adición posterior] ƪƪ O puede decirse que la premisa mayor59 esfalsa, porque hay verdadera ciencia a propósito del método del saber. Esto porque el intelecto entiendesu objeto, del cual posee la ciencia. Y, enuna segunda ocasión, reflexionando sobre ese acto de entender, puede adquirir la ciencia de sí. Porque, aunque al principio haya sido comoun método, sin embargo, luego se posee en la razón de objetoƪƪ60.
Para la prueba puede afirmarse que esta afirmación (expositio) debe entenderse materialmente, de tal modo que esta predicación«el método del saber es una ciencia» es verdadera, porque la lógica enseña elmétodo del saber tanto más cuanto este es el silogismo o argumento. Y solo através de este se posee la ciencia.
De otromodo puede decirse que si «el método del saber» se explica por «lógica», lacópula no debe caer entre «ciencia» y «métododel saber», sino entre «buscar la ciencia» y «buscar el método delsaber». En efecto, este buscar es aquel buscar por concomitancia, como buscaralgo es buscar cualquier cosa conexa a aquel por necesidad, aunque el unono sea el que queda (reliquum).
Conrespecto al segundo argumento61 digo queAristóteles distingue allí las ciencias reales. Sin embargo, la lógica es unaciencia racional62.
Con respecto al tercer argumento63 es evidente (patet) que la lógica demuestra (ostendit) surpropiedades (passiones) a partir de principios propios, aunque suuso sea sobre principios comunes64.*
* Sigue un texto interpolado65: Digo que cuando procede a partir deprincipios propios hacia conclusiones propias, entonces es una ciencia. Pero cuando procede a partir de principios que son comunes a las conclusiones de las otrasciencias, entonces no es una ciencia.
q. 2: ¿Es la lógica unaciencia común?
Se pregunta si la lógica es una ciencia común.
[ISolución de la cuestión]
Notas
Notas de autor