Resumen: Se describieron las disputas políticas y los arreglos morales de una red partidaria municipal, para abordar las singularidades de las prácticas políticas, de organización partidaria y de los distintos significados que los actores políticos ponen a jugar en la construcción y permanencia de esa red. El concepto de arreglos morales pretende superar la dicotomía o contraposición entre comportamiento colectivo y acción racional. A partir de nociones que vinculan moral con intereses, es que el artículo reconstruye la trama política como proceso y relación social. El trabajo de campo, con registros de observaciones, se desarrolló entre agosto y diciembre de 2015.
Palabras clave: Arreglos morales, Redes partidarias, Prácticas políticas, Trabajo político.
Abstract: The political disputes and the moral arrangements of a municipal party network were described to address the singularities of political practices, party organization and the different meanings that political actors put to play in the construction and permanence of that network. The concept of moral arrangements aims to overcome the dichotomy or opposition collective behavior and rational action. Based on notions that link morality with interests, the article reconstructs the political scheme as a process and social relations. The fieldwork, with records of observations, took place between August and December 2015.
Keywords: Moral arrangements, Party networks, Political practices, Political brokerage.
Arreglos morales, organización partidaria y prácticas políticas en Santiago del Estero. Conflictos dentro de una red partidaria municipal en las elecciones presidenciales 2015
Moral arrangements, party organization and political practices in Santiago del Estero. Conflicts inside a local party network in the 2015 presidential elections
Recepción: 28 Agosto 2021
Aprobación: 30 Noviembre 2021
José, militante peronista y Secretario de obras públicas de la municipalidad de Tres Arroyos1 ingresa al despacho nervioso y contándoles a los presentes que: “Marcelo [secretario de gobierno de la municipalidad, de origen radical] le dice a la gente del barrio Quebrachal que vote a diputados nacionales del Frente Cívico, pero que no importa si se niega votar a Scioli. Es un traidor este radical de mierda. Lo está cagando a Antonio [el intendente]”.
El intendente Antonio Godoy, de origen radical, forma parte del Frente Cívico por Santiago del Estero. El Frente Cívico gobierna en la provincia desde el año 2005. Su líder, es Gerardo Zamora, actual Gobernador de la Provincia.
El gobierno provincial es una alianza de redes partidarias del radicalismo, del Partido Justicialista y de otros partidos y movimientos sociales, que emergió como coalición gobernante luego de la crisis del gobierno provincial juarista2 y de la última Intervención Federal en 2004. Otro elemento para destacar del Frente Cívico, es que surgió en el contexto nacional de la transversalidad impulsada por Néstor Kirchner, siendo aliado del Frente para la Victoria en las elecciones nacionales del 2015 (Ortiz de Rozas y Campos, 2021).
En esas elecciones3, Gerardo Zamora apoyó electoralmente al Frente para la Victoria y convocó a todas sus redes partidarias a trabajar en la campaña electoral presidencial de Scioli-Zannini. Todos los intendentes que responden al Frente Cívico se organizaron políticamente para trabajar por su candidatura. En ese momento, el Frente Cívico contaba con veintiséis intendentes propios, sobre veintiocho existentes en todo el territorio provincial.
Antonio Godoy es intendente de Tres Arroyos, un municipio de tercera categoría con menos de 10.000 habitantes4, que se caracteriza por “tener pocas posibilidades de conseguir trabajo”. Según los habitantes de Tres Arroyos, “casi todos somos empleados”, “hay mucha ayuda del Estado” y, el “intendente es importante en el pueblo y no conviene andar peleando con la gente del municipio”.
Antonio Godoy, en un mensaje durante un acto político en el Barrio Cristo Redentor, pidió a sus funcionarios y militantes de Tres Arroyos que apoyen a Scioli para la presidencia, porque “apoyar a Scioli es apoyar a Zamora, y apoyar a Zamora es apoyarme a mí. El que no apoya a Scioli no me quiere como intendente. Peronistas y radicales que integran mi espacio político, les pido que me apoyen en estas elecciones”.
El “espacio político” del intendente, o la red partidaria municipal que conduce Antonio es una alianza de grupos del radicalismo y del peronismo, que gobierna desde el 2014, luego de 30 años que gobernó el Partido Justicialista con la conducción de Ricardo y Sara Cappeletti.
Las tensiones que se advierten con el juicio moral de José que citamos en la apertura del artículo sobre las prácticas políticas de Marcelo, nos introducen a pensar en los conflictos dentro de una red partidaria y a indagar cómo se anudan los arreglos morales para la permanencia de una red.
A partir de la experiencia situada entre José (Secretario, de origen peronista), Marcelo (Secretario, de origen radical) y Antonio (Intendente, de origen radical), el artículo pretende investigar las disputas políticas y los arreglos morales de una red partidaria municipal, para abordar las singularidades de las prácticas políticas, de organización partidaria y de los distintos significados que los actores políticos ponen a jugar en la construcción y permanencia de esa red. Para ello, nos detendremos en el proceso electoral nacional que llevó a la presidencia a Mauricio Macri.
El artículo describe conflictos internos del Frente Cívico en la escala municipal, en un contexto de coalición provincial entre radicales y peronistas. Sobre ese escenario, los arreglos morales ordenan las identificaciones políticas y preservan la organización partidaria.
El concepto de arreglos morales ayuda a situamos en las relaciones políticas de “lo político en el territorio” y de “la gestión”, que recuperan visiones de los actores políticos que den cuenta de sus competencias, la tensión entre asimetría y negociación, y entre cultura y estrategia pueden ser estudiadas en las prácticas de los actores y en el funcionamiento de las redes partidarias (Vommaro, 2014: 233).
La perspectiva teórica utilizada pretende superar la dicotomía o contraposición entre “comportamiento colectivo y acción racional” (Balbi, 2007; Vommaro, 2014;Vommaro y Quiros, 2011). A partir de nociones que vinculan moral con intereses, es que el artículo reconstruye la trama política como proceso y relación social (Vommaro, 2017; Frederic, 2004; Sawicki, 2011; Godoy, 2014; Soprano, 2008).
Dicha perspectiva, considerada societales (Sawicki, 2011; 2020), buscan conocer las experiencias de los partidos en relación con su mundo socio cultural5. Indagar en la relación de valor moral con los intereses de los actores políticos es transitar por dicha perspectiva. El concepto de arreglos morales orienta en la comprensión de los anclajes sociales que proveen marcos de sentido, a la vez condicionamientos y recursos para la acción de los actores políticos (Vommaro, 2017).
El texto sociológico es un ensamblado de las voces de los actores políticos con el análisis de los hallazgos de la investigación (Vommaro, 2017; Balbi, 2007), que se desarrolló entre agosto y diciembre de 2015. Se trabajó con registros de observación, en donde el sujeto investigador ejerció una participación como funcionario municipal. A partir de las recomendaciones metodológicas de Bourdieu, sobre la objetivación participante (Bourdieu, 2003), se trató de desnaturalizar las prácticas nativas y objetivarlas para comprender ese mundo político desde las ciencias sociales. Los hallazgos presentados en el artículo, se insertan en una investigación doctoral sobre las redes políticas y los procesos electorales en la provincia de Santiago del Estero (Campos, 2021).
El artículo tiene tres apartados: el primero, abordó las identificaciones partidarias como elemento de diferenciación dentro de una red partidaria6, en donde se visualiza cómo las identificaciones partidarias nacionales tensionan las formas de organización territorial en el nivel municipal; el segundo, se describió una reunión partidaria, en donde se manifiesta dichas tensiones; por último, se indagó en los arreglos morales para pensar en la permanencia de una red partidaria.
“Jamás voy a votar un peronista. Estoy en la campaña del espacio de Antonio y haré todo lo que me pida. Foto, camino, viajo a donde me pide Antonio, pero no voy a votar al candidato de Cristina [Fernández de Kirchner]. Yo trabajo políticamente para el proyecto de Antonio”. Marcelo, profesor de inglés de un colegio secundario, de “origen radical”, acompaña a Antonio en la gestión porque “soy su primo, su sangre, en la familia hay confianza”.
Recordemos que el Frente Cívico es una alianza provincial de radicales y peronistas que gobiernan desde el 2005, en articulación con los gobiernos kirchneristas del Frente para la Victoria (Campos, 2015). En ese contexto, es en donde el radical Marcelo “hace política”. En una conversación, él comentó que lo movilizó el acuerdo UCR-PRO y la posibilidad concreta de que su identificación partidaria pudiera volver a la presidencia después del 20017.
Marcelo, comprende que su “trabajo político”8 (Vommaro y Combes, 2016; Gaztañaga, 2008) se basa en la gestión municipal y en su pertenencia dentro de la red partidaria de Antonio. Para Marcelo y una gran parte de los radicales de Tres Arroyos, “hacer política” es sobre todo “hacer política municipal”, más allá de las alianzas provinciales o nacionales. Es decir, lo que sucede a nivel provincial y nacional, no altera el compromiso y la adhesión de Marcelo y los radicales hacia el liderazgo de Antonio.
Ahora, ese énfasis en lo local y la personalización de lo político de Marcelo se constituye como valor moral (Balbi, 2007), junto con la identificación radical. Como se relató, la red partidaria de Antonio es una alianza de radicales y peronistas. Y a pesar de que los actores políticos ponen énfasis en lo local y la sociabilidad política mediada por la personalización, la identificación partidaria nacional es un elemento de ordenamiento y de diferenciación de la red partidaria de Antonio. Radicales y peronistas “estamos juntos, pero no entreverados”.
En un contexto de fragmentación del sistema de partidos nacionales y de fortaleza de los liderazgos provinciales (Calvo y Escolar, 2005; Leiras, 2007), las experiencias provinciales de coaliciones o frentes partidarios que se vuelven predominantes, como el Frente Cívico en Santiago del Estero, han comenzado a ser estudiadas (Ortiz de Rozas, 2014; Campos, 2018; Abdulhadi, 2016; Quilici, 2017; Maidana, 2016; Vaca Ávila, 2017). La literatura se enfocó primordialmente en las relaciones de las fuerzas provinciales con los gobiernos nacionales y con movimientos sociales. Sin embargo, poco sabemos sobre su relación con las formas de organización partidaria a nivel municipal.
Los partidos en Argentina, están caracterizados por una centralidad de los líderes e importancia de la vida informal de los partidos (Levitsky, 2005, Auyero, 2001); dependencia de los recursos del Estado y enraizamiento social en su funcionamiento cotidiano (Vommaro y Armesto, 2015:116). Ahora, también es necesario retomar los valores morales o los arreglos morales que anudan la permanencia o consolidación de una red partidaria.
La red partidaria de Antonio -que se encuentra dentro del Frente Cívico provincial- se conforma por grupos peronistas y radicales que gobiernan desde el año 2014 y que se sostuvo en el tiempo, con una forma de organización territorial coherente. Por supuesto, con la particularidad de una fuerza política que contiene a dos identificaciones partidarias como el peronismo y el radicalismo.

La forma de organización territorial de la red estudiada se caracteriza por construir su base de electores por medio de la estrategia de formar Unidades Básicas o Comités y contener dentro de su estructura a los empleados municipales y diversos contratistas de la municipalidad- en su mayoría son pequeños y medianos comerciantes locales-.
La red partidaria que conduce el Intendente Antonio Godoy tiene una implantación territorial sólida y una organización sostenida en un conjunto de redes de interdependencia. Cuatro estratos podían ser identificados en su interior: los militantes barriales, los dirigentes territoriales que “tienen” sus unidades básicas o Comités, los dirigentes intermedios –concejales y funcionarios municipales– y, en la cúspide, el líder principal, Antonio Godoy. Es a través de esta organización que la red política estudiada pone en circulación los recursos públicos bajo su control, y regula -a partir de representaciones situadas de “justicia social”, “ayuda a los pobres” e “inclusión”- el acceso de los sectores populares a los mismos convirtiendo a los dirigentes territoriales en mediadores legítimos de las necesidades o demandas de los militantes o adherentes. Las unidades básicas o los comités son unidades ejecutoras de las políticas sociales. Son, a la vez, unidades de recolección de información para la distribución de recursos públicos. Y en períodos electorales, son la base de la logística del proselitismo territorial.
Las formas de organización territorial (Campos, 2018) suponen un conjunto de prácticas vinculadas al sostenimiento de la presencia de las redes partidarias dentro de un barrio, una comunidad, una localidad. Ellas comprenden tareas concretas y funciones específicas distribuidas según la posición que ocupan los distintos miembros dentro de la jerarquía de la red política o de la división del trabajo político. Estas tareas y funciones se inscriben dentro de la tradición política en la que fueron socializados los dirigentes de la organización, imprimiendo una determinada sensibilidad política que se moviliza en la relación con los sectores sociales y sus demandas. El peronismo y el radicalismo, han sido las tradiciones políticas más influyentes en la configuración de una forma de politicidad, basada en una determinada forma de “trabajo político”. Entendiéndose este último como la actividad que incluye una inversión de su capacidad productiva (“poner el cuerpo” o “dedicarle tiempo”) y que puede implicar una retribución de capital económico, político o social.

Antonio es una persona “dispuesta a la conversación y a la confianza”. Cuando ingresa a la municipalidad, demora en llegar a su despacho “porque siempre charla con uno y con otro”. Es un atributo necesario para ser Intendente de un municipio de 9.000 habitantes. En la calle, los vecinos siempre dicen lo mismo: “Aquí, todos nos conocemos. La vida y la obra de todos”. Antonio, años antes de ser intendente, había emprendido el camino en la actividad política profesional (Offerlé, 2011). De empresario exitoso, con estaciones de servicio de combustibles, concesión de casino, productor ganadero y emprendedor inmobiliario, entre otras actividades económicas, se volcó a la política cuando Gerardo Zamora asumió su primer mandato en el año 2005. Arrancó como asesor del Gobernador, y unos años después asumió como Diputado provincial. “En ese momento me di cuenta que podía ser intendente”, relata Antonio.
Hasta ese momento, en Tres Arroyos, siempre gobernó el Partido Justicialista. El radicalismo “era más de la gente de la zona céntrica del pueblo” describe Godoy. Entonces, se dio cuenta que la única forma de ganar las elecciones era acordar con el grupo peronista que estaba alejado del intendente de ese momento. “Yo no hice distinción. A los radicales y a los peronistas les di los mismos recursos y las mismas posibilidades para que trabajen políticamente. Hice que cada grupo maneje lo suyo y que me apoyen”.
Él sabía que iba ser complicado construir y mantenerse con dos grupos de diferentes identificaciones partidarias nacionales, pero entiende que para los actores políticos de Tres Arroyos, entre su jerarquía de valores, lo local aparecía como prioritario. “Con esto de las presidenciales, algunos de los míos andan molestos de que tengamos que trabajar para Scioli. Pero bueno, esto es un proyecto político y van a tener que trabajar para Scioli, sino que dejen la política”, decía Antonio mientras recorría el barrio Reconquista revisando el avance de la construcción de viviendas sociales.
En los momentos de campaña, había reuniones permanentes entre el Intendente y los grupos radicales y peronistas en la Casa del Bicentenario Néstor Kirchner9. En ese momento, el tema central era la recriminación del grupo peronista hacia el poco compromiso con la campaña del grupo de radicales. Mientras que el grupo peronista realizaba actos y visitas por las casas “pidiendo el voto” a Scioli, el grupo radical apenas recorría algunos barrios, tiraba “el voto” [la boleta] debajo de las puertas sin hablar con los vecinos y en los actos movilizaba pocos militantes.
Esa recriminación, en tanto juicio de valor, jugó como una estrategia para el grupo peronista cuando Antonio decidió ampliar el organigrama municipal, al crear la Dirección de Educación y definir funcionarios en el área. Hasta ese momento la mayoría de las secretarías y direcciones las tenía el grupo de radicales.
José estaba en la camioneta de la secretaría de Obras públicas de la municipalidad y les decía a militantes peronistas, que eran docentes del único colegio secundario del pueblo: “No podemos poner a un gorila en Educación. Hay que poner a un compañero. Antonio no es boludo. Sabe que nos va dar ese lugar”.
“REUNIÓN POLÍTICA” EN LA CASA DEL BICENTENARIO NÉSTOR KIRCHNER
Las reuniones del Intendente con los dirigentes, referentes barriales y rurales en la campaña electoral, se realizaban una vez a la semana en la Casa del Bicentenario Néstor Kirchner. En la mesa se ubican Antonio, Marcelo y José. De frente se encuentran todos los dirigentes, referentes barriales y rurales, sentados en sus sillas. Generalmente en el sector izquierdo, cerca de los parlantes, estaban los peronistas. José, siempre decía, “míralos a esos que se esconden atrás [señalando a unos dirigentes radicales], esos van a traicionar”.
Las reuniones eran el momento donde cada dirigente y referente hacia público su trabajo político electoral de la semana. Se escuchaban desde “ayer visité 10 casas en la zona rural, y están necesitando que se le lleve agua”, o “El jueves pasado visité la casa de Don Orona, Ahí votan 8, el señor me dijo que se va comprometer en darnos los 8 votos”. También había pedidos concretos sobre salud, trabajo o alguna determinada ayuda. La secretaria personal del Intendente anotaba todo lo que expresaban los actores políticos.
Antes de que cada dirigente y referente tome la palabra y dé cuenta del estado de situación del barrio o zona rural en el que tiene responsabilidad política, el Intendente brinda un “discurso político”. Antonio siempre contextualiza la política local, anclando en su pertenencia al Frente Cívico por Santiago del Estero. En esa reunión explicó que el Frente Cívico tiene dos expresiones diferentes. Y qué desde el 2014, intendentes del espacio que no proviene del PJ van “ocupando terreno” en la política. “Nosotros ganamos en el 2014 gracias al apoyo de la gente, que quería un cambio, y gracias a Zamora. Tenemos que militar por él”.
Desde las elecciones municipales de 2014 se consolidó un proceso de transformación dentro del Frente Cívico que generó recambios de “gestiones” municipales en toda la provincia. Cuando se analiza el período 2006-2018, hubo una pérdida de bases territoriales del PJ, que se materializó en las elecciones municipales de 2014 y se consolidó en el 2018.
El agotamiento de las gestiones municipales del PJ con varios mandatos consecutivos, no se manifiesta en un cambio de las formas territoriales de representación política. Ésta, es una construcción socio histórica basada en redes de sociabilidad e intercambio. Mientras se presentaron recambios de las élites locales, hay una relativa continuidad de las formas de “hacer política”.


En concreto, el cambio de gestiones municipales y la pérdida de organización territorial del PJ expresa que:
1) el agotamiento de las gestiones municipales con varios mandatos consecutivos de la misma facción política, no se manifiesta en un cambio de las formas territoriales de representación política. Ésta, es una construcción socio histórica basada en redes de sociabilidad e intercambio.
2) El crecimiento de las redes radicales u otros grupos no institucionalizados del PJ en los años de gobierno provincial del Frente Cívico se expresó en un cambio de perfil de los intendentes electos (Campos, 2021). En el caso de Tres Arroyos, el perfil de Antonio como empresario vinculado al desarrollo ganadero, es un rasgo que se manifiesta en otros intendentes electos de la provincia. Donde antes gobernaba un intendente que provenía de la docencia o de la militancia partidaria, ahora se hace más notorio otros perfiles.
Regresando al relato de la reunión política en la Casa del Bicentenario Néstor Kirchner. Luego del discurso de Antonio, se inició la presentación del trabajo político de cada dirigente. En un momento, un dirigente radical que pertenece al grupo de Marcelo, solicitó boletos de colectivo para jóvenes de Tres Arroyos que estudian en la ciudad que se encuentra a 200km de distancia, la ciudad de Córdoba. El objetivo es que “puedan venir a votar”. En ese momento José, conociendo rumores que circulaban, le pidió a Antonio que no les paguen boletos a esos jóvenes, “esos chicos son hijos de Laureano, están con Macri”. “Me ofende José, son nuestros, siempre apoyaron. Votaron a Antonio en el 2014”, contestó el dirigente radical. Se advertía tensión en la reunión, los peronistas y radicales discutían sobre la lealtad y el compromiso. Godoy interrumpió las distintas discusiones que había en el salón. Pidió calma y aclaró que consideraba lo que dijo José, “no son elecciones a intendente, el chico que quiera venir a votar a presidente, que se pague su boleto. Yo no puedo pagar un boleto para que luego nos vote en contra”.
LOS ARREGLOS MORALES PARA PENSAR EN LA PERMANENCIA DE UNA RED PARTIDARIA
“No se la podemos dejar pasar a Marcelo. ¿Por qué él tiene que jugar en contra de Antonio y Zamora? Antonio se tiene que dar cuenta”. Reflexionaba José mientras atendía en su oficina los pedidos de limpieza de calles. La moral, cómo dimensión de interés sociológico, es parte integral de la producción de la vida social por sujetos socialmente situados (Balbi, 2016)10.
Los arreglos morales son relaciones políticas situadas, que se construyen en lazos fundados en nociones de justicia y reconocimiento (Vommaro y Combes, 2016). Su riqueza epistémica reside en que posibilitan acercarse a las formas de regulación situada, a las configuraciones morales dentro de las que son definidos méritos, derechos y jerarquías políticas, así se podrá comprender por qué José exige la Dirección de Educación para su grupo, o la explicación de Marcelo de su sentido de la política o la construcción de mayorías electorales de Antonio. Dentro de esa organización criteriosa de circulación de bienes –materiales y simbólicos–, los arreglos morales (Vommaro y Combes, 2016:149) remiten a las formas cotidianas en que esa red partidaria negocia los valores de los intercambios y los propios criterios vigentes. Respecto a esto último, los vínculos de interconocimiento existentes y asimilados resultarán un elemento importante como factor comprensivo de la productividad política de las relaciones personales y de las tensiones/acuerdos políticos en Tres Arroyos (Quirós, 2018).
“Marcelo es mi primo, confío en él. No lo puedo echar porque no va apoyar a Scioli”. Eso fue lo que le dijo Antonio ante el reclamo de José por la falta de compromiso del Secretario de Gobierno municipal. Siguiendo a los aportes de Balbi (2007), la lealtad es un valor moral y, también es un medio desplegado por estos actores a fin de posicionarse y de disputar entre sí.
José comprende que a Antonio le afectó la falta de compromiso de Marcelo y, que es el momento de pedir la Dirección de Educación para el grupo de peronistas. Antonio entiende que debe ceder para conservar la red política y seguir gobernando la intendencia. Así expuesto, se generan condiciones para arreglos morales en pos de estabilizar la organización partidaria.
“Vos quieres a Ponce en Educación, ahí va estar entonces. Fíjate qué puede hacer para el trabajo político de las elecciones que se nos vienen”. Esas fueron las palabras de Godoy a José. El secretario de obras públicas sabía que se abría una oportunidad política para el grupo peronista.
Los valores morales son productos de la acción social11. Es imprescindible entender que el comportamiento es producido en función tanto de las constricciones morales que pesan sobre los actores políticos como de sus intereses, aspiraciones u objetivos políticos (Balbi, 2007; Vommaro, 2014). Balbi, señaló que la moral es
“…un aspecto de las formas de conocimiento que sujetos socialmente situados producen, despliegan y se imponen unos a otros en el curso de su construcción cooperativa del mundo social, el cual refiere a la formulación y al despliegue de representaciones socialmente eficaces sobre la naturaleza simultáneamente deseable y obligatoria de ciertos cursos de acción, relaciones sociales, arreglos institucionales, etc.” (Balbi 2016:50-51).
En el acto de asunción de Ponce como Director de Educación estuvieron el Intendente, Marcelo y José. Las expresiones en los rostros hablaban por sí sola. La exaltación de José hacia la figura de Ponce y el entusiasmo por la campaña política, se contraponía a los gestos serios y pocos expresivos de Marcelo, que parecía estar de compromiso. Como era de esperar Ponce, agradeció al intendente por la oportunidad y se identificó con José, al señalarlo como ejemplo de militancia y de “defensa del proyecto nacional y popular”.

Antonio utilizó su tiempo en el discurso para valorar la “unidad” y el “proyecto político local y provincial”. Ese énfasis de lo local y provincial, abría la posibilidad de anudamientos de las distintas identificaciones e intereses de los grupos peronistas y radicales que conforman la red que conduce Godoy. Ese discurso de lo local y lo provincial legitimaba, por un lado, el énfasis de la política local y la identificación radical de Marcelo, por el otro lado, también legitimaba la lealtad y el compromiso del grupo peronista de José.
El discurso de lo local y lo provincial de Antonio fue una constante durante la campaña electoral nacional de 2015.
En el proceso electoral, el grupo radical de la red de Antonio respondió con el trabajo político que se exige a cualquier militante o funcionario municipal. Fiscalizar la elección, trabajar en el comité, coordinar la recepción y acompañamiento de votantes a los establecimientos escolares donde se realiza la votación. Marcelo fue fiscal general en una institución educativa y acompañó al Intendente en el momento de los resultados.
Cambiemos, la fuerza nacional que compitió en las elecciones, en el ballotage obtuvo 800 votos. Sin militantes ni red partidaria propia, obtuvo una cantidad importante en relación al padrón electoral de Tres Arroyos. Este resultado, despertó en José el malestar que expresó luego de los resultados electorales: “Son de terror estos radicales”.
Las perspectivas societales se refieren a investigaciones que buscan conocer las formas partidarias en relación con el mundo socio cultural que las contiene, su entorno partidario. En ese sentido pensar la relación de valor moral con los intereses de los actores político nos ayuda a transitar por dicha perspectiva. El concepto de arreglos morales contribuye a prestar atención en los anclajes sociales que proveen marcos de sentido, a la vez condicionamientos y recursos para la acción de los actores políticos.
Al referirnos a anclajes sociales no queremos dar cuenta de una suerte de determinismo social de la vida política, sino identificar conexiones sociales y complicidades culturales que la constituyen, y que sólo pueden conocerse si se abandonan las miradas centradas en instituciones políticas o en sistemas cerrados sobre sí mismos (Vommaro, 2017). El desafío es indagar la vida política más allá de las reglas y los incentivos racionales de la acción, para interesarnos por las prácticas políticas y los conflictos morales implicados en su construcción de jerarquías, en la definición de principios de justicia en los intercambios de recursos materiales y en la definición de valores políticos legítimos.
El artículo investigó las disputas políticas y las formas de organización de la red partidaria municipal de Antonio Godoy, para abordar las singularidades de las prácticas políticas en Tres Arroyos, de organización partidaria con la alianza de grupos peronistas y radicales; y de los distintos significados que Antonio, José y Marcelo definen sobre la construcción de esa red partidaria.
Entre los principales hallazgos, encontramos que las identificaciones partidarias nacionales son un elemento de diferenciación dentro de la red partidaria municipal. Allí, se configuraron dos grupos políticos: por un lado, el grupo radical de Marcelo, por el otro, el grupo peronista de José. El proceso electoral nacional para elegir presidente en el año 2015, acentúo esa diferencia como elemento de ebullición dentro de la red partidaria del Intendente Antonio Godoy. Otro hallazgo para destacar es que, los arreglos morales fueron un elemento importante para la permanencia de la red partidaria. La posibilidad de poner énfasis en la “política local”, garantizó margen de maniobra al Intendente para contener a los dos grupos en tensión. También posibilitó a Marcelo no comprometerse con la campaña del Frente para la Victoria y a José a negociar mejores posiciones para los integrantes de su grupo de peronistas. Estos anudamientos políticos en forma de arreglos morales posibilitan la organización partidaria.




