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Marcelo Gavirati y Fernando Williams (compiladores). 150 años de Y Wladfa. Ensayos sobre la historia de la colonización galesa en la Patagonia. Trelew: Remitente Patagonia, 2021. 394 pp.
Revista Pilquen - Sección Ciencias Sociales, vol. 25, núm. 4, pp. 161-166, 2022
Universidad Nacional del Comahue

Los trabajos presentados en Revista Pilquen, Sección Ciencias Sociales deben ser originales e inéditos y no estar postulados simultáneamente en otras revistas. El envío de todo tipo de colaboración implica la aceptación de las normas editoriales de la revista y la autorización al Comité Editorial para que difunda los trabajos tanto en la revista como en las bases de datos o sistemas de indización en donde se alojan los contenidos de Pilquen.
Gavirati Marcelo, Williams Fernando. 150 años de Y Wladfa. Ensayos sobre la historia de la colonización galesa en la Patagonia. 2021. Trelew. Remitente Patagonia. 394pp.. 978-987-1412-87-7

Recepción: 15 Septiembre 2022

Aprobación: 30 Diciembre 2022

Resumen: La obra que aquí reseñamos representa un esfuerzo colaborativo entre distintos investigadores de Argentina y Gales, ofreciendo una serie de ensayos sobre distintos aspectos de la colonización galesa en la Patagonia (Y Wladfa en galés), iniciada en 1865. Originalmente publicada en 2015, como parte de la colección “Biblioteca del Sesquicentenario” que celebraba los 150 años de la presencia galesa, esta reseña refiere a la segunda edición del libro, publicada en 2021.

Marcelo Gavirati y Fernando Williams (compiladores). 150 años de Y Wladfa. Ensayos sobre la historia de la colonización galesa en la Patagonia. Trelew: Remitente Patagonia, 2021. 394 pp.

La obra que aquí reseñamos representa un esfuerzo colaborativo entre distintos investigadores de Argentina y Gales, ofreciendo una serie de ensayos sobre distintos aspectos de la colonización galesa en la Patagonia (Y Wladfa en galés), iniciada en 1865. Originalmente publicada en 2015, como parte de la colección “Biblioteca del Sesquicentenario” que celebraba los 150 años de la presencia galesa, esta reseña refiere a la segunda edición del libro, publicada en 2021.

Como manifiesta su introducción, esta compilación constituye el resultado de las presentaciones y discusiones entabladas en el “Foro Internacional de los Galeses en la Patagonia” que, desde 2002, ha congregado a investigadores dedicados a estudiar la colonia galesa en sus diversos aspectos. Si bien existen numerosas publicaciones referidas a Y Wladfa, la riqueza de este libro responde a su carácter compilatorio, ofreciendo al lector estas diversas perspectivas de análisis.

Tras una introducción, en la que se propone una breve historiografía de la colonia galesa, encontramos catorce capítulos dedicados a explorar diversos aspectos de su historia.

El capítulo de Bill Jones inaugura la obra, ubicando el movimiento colonizador galés hacia la Patagonia dentro del contexto internacional de mediados del siglo XIX, y enmarcándolo como una experiencia dentro la más amplia diáspora galesa, que incluía movimientos migratorios hacia destinos como Estados Unidos o Australia, pero también atendiendo a la propia situación de Gales, explorando los motivos que llevaron a miles de galeses a emigrar.

A este siguen tres capítulos dedicados al establecimiento de la colonia que, interesantemente, se solapan al narrar dicho proceso, ofreciendo también interpretaciones diferentes. Elvey Macdonald describe los preparativos para la emigración a la Patagonia, describiendo la formación de la sociedad migratoria, así como sus negociaciones con el gobierno argentino. También cubre la travesía marítima de los primeros colonos hasta su desembarco en Chubut en julio de 1865, y el inicio de su viaje hasta las tierras otorgadas por el Estado argentino en el valle inferior del rio Chubut. Fernando Coronato continúa la narrativa desde el desembarco, finalizando con la fundación del primer asentamiento, denominado Rawson. David Williams, por su parte, describe los primeros dos años de existencia de la colonia, enfocándose en la ubicación del asentamiento inicial, la vida y la organización de los migrantes, y posteriormente, el inicio de la ocupación y del trabajo de la tierra, enfatizando su interés en la agricultura, y su negativa a dedicarse a la ganadería, decisión fundada desde sus principios culturales y religiosos. El texto finaliza narrando el primer encuentro con los indígenas, así como en el descubrimiento de la irrigación, descrita como la clave para cultivar la tierra en el valle.

A partir del capítulo “Y Wladfa en el Chupat. Una pequeña colonia galesa en medio del territorio indígena de la Patagonia”, de Marcelo Gavirati, el texto se aparta de una lógica narrativa, orientándose al análisis de temáticas específicas. En este caso, el autor aborda la relación entre galeses e indígenas en las primeras dos décadas de la colonia, argumentando que el trato cordial y pacífico entre ambos grupos devino en un beneficioso intercambio económico. Gavirati muestra cómo el comercio con los indígenas fue crucial para el desarrollo temprano de la colonia, cuya producción agrícola era todavía muy reducida. Incluso, en el periodo inmediatamente anterior a la llamada “conquista del desierto”, la colonia era uno de los pocos lugares donde los indígenas podían comerciar, representando un lucrativo negocio para los galeses. Finalmente, plantea que el avance del Estado sobre la Patagonia, y el exterminio y confinamiento de las comunidades indígenas implicó el fin de este modelo económico para la colonia, que debió enfocarse exclusivamente en la producción agrícola.

Seguidamente, el capítulo escrito por Fabio González presenta un análisis de las instituciones establecidas en la colonia. Partiendo del “Manual de la colonia galesa”, publicado en 1862 como un texto que promocionaba el proyecto colonizador, el autor establece un recorrido por las distintas negociaciones con el Estado argentino a la hora de pensar la administración de la futura colonia. Asimismo, se describe la formación, función y desarrollo de los primeros órganos de gobierno, inspirados en principios republicanos, que planteaban, por ejemplo, representatividad y división de poderes, así como la sanción de una constitución y el establecimiento de un poder judicial. El autor también destaca los conflictos y contradicciones que conllevaban estas instituciones a la hora de enmarcarse dentro del aparato político del Estado argentino.

Por su parte, Glyn Williams propone una genealogía de las ideas socialistas y liberales que inspiraron al proyecto colonizador galés, ideas que circulaban tanto por Europa como por Estados Unidos a mediados del siglo XIX. El republicanismo y el nacionalismo también influyeron en los ideólogos del proyecto. Williams continúa su argumento al analizar el desarrollo de la colonia, enfatizando el espíritu cooperativista entre los colonos a la hora de trabajar la tierra y establecer sus instituciones, tanto políticas como económicas, como la Sociedad de Riego o la Sociedad Cooperativa. En este sentido, plantea que éstas pueden ser pensadas como corporaciones capitalistas, pero donde las ganancias eran colectivas y orientadas al desarrollo de la comunidad.

Considerando que el propósito de la colonia era la producción agrícola, la transformación del territorio fue un factor central en su historia. Fernando Williams aborda esa temática, tanto desde el aspecto simbólico y cultural como del material. Para ello, el autor analiza las formas en que el territorio fue interpretado y narrado, desde los orígenes del proyecto colonizador, así como en los inicios de una literatura galesa patagónica, conformada por la literatura de viaje, pero también por la prosa. El autor plantea que la Biblia fue un texto que medió la percepción y representación de la estepa como desierto y del valle como jardín. Al analizar la transformación material, Williams hace hincapié en el impacto del sistema de irrigación, así como de la división de la tierra mediante cuadriculas que definían las unidades productivas, que llevaban a una domesticación y apropiación del espacio. Por otro lado, se analiza la urbanización del valle y la llegada del ferrocarril como dos elementos que también ayudaron a transformar el territorio, estableciendo una particular dinámica entre lo urbano y lo rural. Finalmente, el autor analiza el desarrollo de la colonia galesa en la región andina, donde el territorio se presentaba efectivamente como un jardín rico y naturalmente productivo, que inspiró una lectura simbólica desde lo sublime, pero también invitó a nuevas formas de producción.

La expansión de los galeses a la región andina es trabajada por María Marta Novella y Jorge Oriola, en el capítulo titulado “Cwm Hyfryd - Colonia 16 de Octubre: aspectos económicos, sociales y culturales”, planteando que dicho proyecto, iniciado con la expedición de los “Rifleros del Chubut” significó la convergencia de los intereses del Estado nacional, que buscaba consolidar su soberanía en territorios disputados con Chile, y el de los galeses, que expandían su territorio y su capacidad productiva. Los autores destacan que dicho territorio había sido ocupado por grupos indígenas hasta su desplazamiento y exterminio por parte del Estado argentino en el periodo inmediatamente anterior. También muestran cómo se estableció un modelo económico diferente, con un fuerte énfasis en la ganadería, así como en el establecimiento de molinos harineros, que cambiaron el perfil económico de la región.

Por su parte, Gerallt Nash dedica su capítulo al análisis el papel de las capillas protestantes en la colonia. Tras describir el desarrollo de las denominaciones no conformistas en Gales y las características de sus capillas, Nash se avoca a estudiar la historia de esos mismos edificios en la Patagonia, mostrando que su función trascendía la religiosa. Además de oficiar de lugar de encuentro y sociabilidad, las capillas jugaban un importante rol en la educación. El autor no descuida la faceta arquitectónica, atendiendo a las diversas tipologías y lenguajes de los edificios, y sus cambios a lo largo del tiempo.

Al igual que la religión, la lengua representa un aspecto esencial de la colonia galesa, como muestra el capítulo de Robert Owen Jones, quien analiza su papel desde la propia concepción del proyecto migratorio así como en los órganos de gobierno, en la propia práctica religiosa, en la educación y en otras instituciones conformadas en la colonia. Jones plantea que dichas entidades operaron como espacios de preservación del idioma, y como su eventual desaparición llevó también una disminución del uso el galés dentro de la comunidad, especialmente a partir de la década de 1930.

La educación fue, al igual que el idioma, un espacio de disputa entre el Estado argentino y la comunidad galesa. En su capítulo, titulado “La batalla por la enseñanza: el idioma galés en las escuelas de la Patagonia” Geraldine Lublin desarrolla esta disputa, explicando que, a pesar de haber desarrollado un modelo educacional en sus primeros años, el avance del Estado nacional en la Patagonia implicó una argentinización (y, por consiguiente, una castellanización) de la educación, que en última instancia, reconfiguró la lengua –y la cultura- galesa al ámbito de lo privado.

A continuación, Walter Brooks se detiene a analizar el rol de la prensa étnica dentro de la colonia galesa, haciendo hincapié en el papel central que tuvo en el propio desarrollo del proyecto colonizador: la prensa operaba como una tribuna de discusión de dichas ideas, donde emergían voces tanto de apoyo como de crítica al mismo. Además, Brooks demuestra cómo la prensa adquirió una temprana relevancia en la colonia desde su propio establecimiento, mediante la emergencia de diversos periódicos. Posteriormente, Brooks enfoca su análisis en el caso de Y Drafod, periódico que sigue publicándose hasta la actualidad.

Finalmente, Paul W. Birt realiza un análisis de la conformación de una identidad galesa en la Patagonia, centrada en la lengua y la religión, pero también atendiendo a su transformación a partir del propio desarrollo de la colonia, mediante una apropiación del espacio, así como de otras características culturales locales, y además formando una narrativa épica de sus primeros años, que permitió consolidar un carácter identitario propio. El autor concluye evaluando el estatus actual de la identidad galesa, señalando su fortalecimiento a partir de los festejos del centenario, en 1965, así como del apoyo recibido por los estados argentinos y galés.

La obra constituye un valioso aporte para el estudio de la colonia galesa, ofreciendo lecturas panorámicas, pero también en profundidad, de los diversos aspectos que dicha temática ofrece. Sin embargo, el texto no avanza lo suficiente a la hora de proponer lecturas críticas de dicha temática, particularmente en lo que refiere a la lógica colonial de la misma, una perspectiva que actualmente está siendo abordada por otros investigadores.



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