Editorial
Revistas científicas y crisis. Universidad de Los Andes, Venezuela
Scientific journals and crisis. University of Los Andes, Venezuela
Revistas científicas y crisis. Universidad de Los Andes, Venezuela
Revista Geográfica Venezolana, vol. 60, núm. 1, pp. 6-9, 2019
Universidad de los Andes
La Universidad de Los Andes es una de las más antiguas de Venezuela. Cumplió en fecha reciente, 234 años de existencia. Sus antecedentes se remontan al Seminario ‘San Buenaventura’, fundado por el fraile Juan Ramos de Lora el 29 de marzo de 1785. Recién en 1883 pasa a denominarse Universidad de Los Andes (ULA), nombre con el que se le conoce hasta la actualidad.
Como institución académica, la ULA tiene como norte formar profesionales en distintas áreas del saber, pero a la par producir y divulgar resultados de las investigaciones que se adelantan en el seno de su comunidad, así como proyectarse a través de la extensión en su entorno local, regional y nacional. En este sentido, cumple con rigurosidad lo establecido en el artículo 1 de la Ley de Universidades vigente, el cual reza: “La Universidad es fundamentalmente una comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad y afianzar los valores trascendentales el hombre”. Desde fines del siglo XIX, la difusión del conocimiento tuvo en las publicaciones periódicas una ventana abierta para llegar a sus lectores, siendo el papel impreso el instrumento utilizado para divulgar viejos y nuevos descubrimientos, nuevas formas de aproximarse a la realidad; lo que se pretendía era que el conocimiento estuviese al alcance de la mayor cantidad posible de personas.
Al igual que el resto de las universidades nacionales, la ULA desde siempre ha hecho grandes esfuerzos por publicar los resultados de lo que hacen sus investigadores, pero también de la producción intelectual de la academia nacional e internacional: cuantos libros, tesis, monografías, trabajos de grado, informes técnicos, novelas, poemarios, revistas, por mencionar solo lo más visible, no se imprimieron y publicaron en estos largos años de fructífera existencia. Sin embargo, desde fines del pasado siglo, la era digital ha tocado la puerta de nuestras universidades, al punto que ahora convive lo impreso con lo digital, y de manera progresiva inclinándose la balanza cada vez más por lo segundo.
En el caso de nuestra ULA, el salto a la era digital se da, entre otras cosas, de la mano de investigadores con una clara visión futurista. El proyecto Saber ULA es uno de estos resultados. Se desarrolla entre 1997 y 1999 comenzando a prestar sus servicios a la comunidad universitaria a partir del año 2000.
Así como en la era del papel, la cara de la Universidad lo eran sus publicaciones impresas, hoy día el repositorio institucional Saber ULA es su cara digital: Saber ULA es el depositario del patrimonio intelectual en la web de las publicaciones de sus investigadores y docentes; es el acceso a través de Internet de los documentos electrónicos originados en nuestra casa de estudios, siendo la forma más eficiente que tiene la Universidad para posicionarse en el mundo académico de nuestros días. Es por ello que la Universidad de Los Andes, a pesar de las circunstancias adversas con las que tiene que convivir desde hace ya algunos años, ha ocupado puestos importantes de visibilidad en la Web, gracias a los contenidos difundidos a través del repositorio.
No se puede dejar de mencionar en este largo transitar por la visibilización de lo que se hace en la ULA, al Consejo de Desarrollo, Científico, Humanístico, Tecnológico y de las Artes (CDCHTA), el que, a través de la Comisión de Publicaciones, ha brindado todo el apoyo para que de manera progresiva nuestras publicaciones periódicas se adecúen a las exigencias editoriales del momento. El que tengamos revistas en índices especializados como Scopus, Redalyc, Web of Science o índices generales como Revencyt y Latindex, por mencionar solo algunos, se le debe al trabajo arduo y tesonero de la Doctora Mariela Ramírez, asistente académica del Programa de Publicaciones del CDCHTA, y la dupla que ha hecho con la Ing. Eddy Paredes, actual coordinadora del repositorio Saber ULA. El que podamos decir que la ULA tiene 99 revistas científicas alojadas en el repositorio, de las cuales 79 están activas y 48 en la plataforma OJS (Open Journal Systems), implementada hace ya 10 años, es resultado de esa labor callada, tesonera y, sin duda ninguna, de identificación institucional de todos aquellos que tenemos que ver con el mundo editorial de nuestra Universidad.
Todo lo mencionado induce a pensar que en nuestra Universidad todo está marchando bien; muy lejos de ser así. Todos los que hacemos vida en la ULA estamos plenamente conscientes de que la realidad por la que infelizmente transita Venezuela no es precisamente nuestra mejor aliada. Las particulares circunstancias por la que atraviesa la Universidad son reflejo fiel de lo que ocurre en el país. Esta situación ha afectado de manera importante a las publicaciones periódicas de la ULA; pero, gracias al repositorio Saber ULA y a la voluntad de los que están al frente del CDCHTA (Programa de Publicaciones) se ha podido mantener la visibilidad de lo que se hace en nuestra universidad.
No ha sido fácil la transición de lo impreso al papel, mucho más cuando una buena parte de nuestras revistas, a través de la figura del canje, habían permitido mantener diversas colecciones de sus bibliotecas. El haber entrado de lleno a la era digital ha contribuido a enfrentar la crisis, aun cuando el equipamiento con el que cuenta el repositorio y el CDCHTA sea absolutamente obsoleto. El espíritu indoblegable de todos los que creemos que los desafíos están para asumirlos y superarlos, nuestro repositorio sigue siendo el primero de Venezuela y el cuarto de América Latina.
El que nos hayamos concentrado en resaltar lo que si se ha hecho y se sigue haciendo, no sólo en el campo editorial, sino en todos los ámbitos de la academia, es una clara demostración de que la Universidad de Los Andes está por encima de las adversas circunstancias que está viviendo. El esfuerzo y la constancia, sustentados en la profunda convicción de que las universidades venezolanas tienen como superar los obstáculos, es lo que nos impulsa y motiva a seguir adelante. En tiempos de oscuridad, nuestra ULA, mantiene su luz. Por ello, es una más de las casas que vencen a las sombras.