ARTÍCULOS
LA IMPROVISACIÓN ORAL EN VERSO COMO RECURSO PARA LA CREATIVIDAD Y LA MEMORIA
LA IMPROVISACIÓN ORAL EN VERSO COMO RECURSO PARA LA CREATIVIDAD Y LA MEMORIA
International Journal of Developmental and Educational Psychology, vol. 1, núm. 2, pp. 283-288, 2016
Asociación Nacional de Psicología Evolutiva y Educativa de la Infancia, Adolescencia y Mayores

Recepción: 25 Agosto 2016
Aprobación: 01 Octubre 2016
Resumen: La improvisación oral en verso es una de las manifestaciones más interesantes del patrimonio inmaterial de los pueblos. En la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en el programa Peritia et Doctrina, he tenido la oportunidad de trabajar con las estrofas poéticas en las que esta tradición se manifiesta en las Islas Canarias. Busqué con ello estimular la creatividad y la memoria de las personas mayores que se encuentran, tal vez por primera vez, con el carácter creativo de la poesía usando, por ejemplo, una estrofa del siglo XVI, que, sin embargo, tiene un futuro brillante por delante.
Palabras clave: poesía, improvisación oral en verso, personas mayores, creatividad, memoria.
Abstract: Oral improvisation in verse is one of the most interesting manifestations of intangible heritage of peoples. At the University of Las Palmas de Gran Canaria, in the Peritia et Doctrina program, I have had the opportunity to work with the poetic strophes in which this tradition is manifested in the Canary Islands. I searched thereby stimulate creativity and memory of older people who find, perhaps for the first time, with the creative nature of poetry using, by example, a strophe of the sixteenth century, that, however, it has a bright future in front.
Keywords: poetry, oral improvisation in verse, older people, creativity, memory.
ANTECEDENTES
Contrariamente a lo que podría pensarse, la improvisación oral en verso no es, ni mucho menos, un fenómeno caduco. Y no me refiero a la febril actividad mediática y social de los iconos más comerciales como el rap o el hip hop, sino a las manifestaciones tradicionales que utilizan estrofas literarias centenarias y que no solo mantienen el vigor sino que han aprovechado las nuevas tecnologías y los elementos contextuales con los que cuenta nuestro presente para fortalecerse, encontrarse y difundirse a mayor escala. Sin embargo, desde hace décadas se vio la necesidad de que la transmisión de este caudal tradicional se pudiera de alguna forma regular a través de talleres o escuelas que aseguraran su perpetuación. A nadie se le esconde que nuestras modernas formas de vida no parecen las más propicias para que la transmisión tradicional, de abuelos a padres y de padres a nietos, pueda darse. Por ello, en distintos contextos, se pusieron en marcha iniciativas que han dado frutos y que han hecho que la improvisación oral en verso se pueda enseñar, derribando con ello el mito de la predestinación verseadora, del que podríamos hablar largo y tendido si no fuera otra nuestra intención en el presente texto. Así, muchos jóvenes, que de otro modo hubieran crecido ajenos a la tradición de sus propias coordenadas, hoy en día practican el canto y el toque acompañante del verso improvisado allí donde lo hay o, al menos, se han convertido en privilegiados partícipes de lo que sucede cuando la improvisación toma el mando. Sin embargo, el objetivo último de estos talleres, o quizá su resultado menos intuido, es la sensible mejora de la relación con el lenguaje puesto que los discentes pueden acercarse naturalmente a las competencias que deben tener los improvisadores: memoria, creatividad, enriquecimiento léxico, hábil manejo sintáctico, control del miedo escénico… He aquí algunas de las bondades que estos talleres aportan más allá del posible desempeño como verseador más o menos profesional en el que sus receptores pueden desembocar. Pero, ¿son únicamente los jóvenes los beneficiarios de este tipo de actividades didácticas? Durante las últimas décadas, en Canarias se ha vivido una suerte de resurgimiento de estos géneros folclóricos que empezó por reconquistar las generaciones mayores, que en su momento tuvieron contacto con una manifestación que, en unas islas más que en otras, perdió visibilidad y audibilidad durante décadas. Esa suerte de reconquista tuvo que orientarse rápidamente al resto de generaciones, puesto que mal le iría a un género que quisiera perpetuarse contando únicamente con el afecto de la generación de mayor edad. El esfuerzo entonces fue intergeneracional y se apostó no solo por la divulgación artística sino, como se ha dicho, por la realización de talleres más o menos regulares. Pero he aquí que cerramos el círculo cuando planteamos dentro de la asignatura Taller de Artes Verbales, del primer curso del programa formativo especial de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Peritia et Doctrina, la realización de los talleres para mayores de 55 años que constituyen el objeto de estudio de esta comunicación. Esta es, hasta donde sabemos, la única experiencia con continuidad que se desarrolla dentro de los programas universitarios para mayores que tiene la poesía popular como herramienta y no únicamente como contenido. He encontrado, en las actas del Congreso de Aepum de 2015 (Lorenzo Blanco, 2015) un trabajo que recopila trovos, formas estróficas de improvisación con arraigo en el sur de España, especialmente en Las Alpujarras de Andalucía y en la Región de Murcia, pero en este caso de la inspiración de un alumno que trata con ellos de ilustrar su experiencia formativa. El presente trabajo da continuidad al presentado en 2013 en la edición correspondiente a las actas de otro congreso de Aepum celebrado en Valencia (Bravo de Laguna et al., 2013)
OBJETIVOS
Los objetivos de la actividad, trazados antes de la impartición del taller, eran los siguientes:
Dotar de contenido específico la asignatura Taller de Artes Verbales, del primer curso del Programa Formativo Especial de la ULPGC Peritia et Doctrina.
Dar a conocer los géneros de la poesía popular con especial atención a los que forman parte del patrimonio inmaterial canario y a los vinculados con la improvisación oral en verso.
Valorar la pervivencia de los géneros folclóricos canarios trabajados y su relación con manifestaciones de otros contextos con los que guardan estrechos vínculos.
Descubrir los pasos del proceso creativo para la elaboración de décimas espinelas y para el manejo del octosílabo, presente en la mayor parte de las composiciones populares.
Desarrollar, a través del juego, actividades de grupo que fortalezcan la estabilidad del grupo de clase y que, teniendo en cuenta que son alumnos de nuevo ingreso, ayuden a una rápida integración y cohesión de los discentes.
Desarrollar las competencias que le son inherentes a la prácticas de la improvisación, especialmente la memoria y la creatividad, tan deseables para un envejecimiento realmente activo.
Incentivar la escritura como rutina positiva y enriquecedora para el autoconocimiento y la autoestima.
PARTICIPANTES
Los talleres, la base que sustenta la actividad, tienen una conformación que hace posible su desarrollo, por supuesto con matices, en todos los segmentos de edad. Cuento con la experiencia de haberlos realizado en centros de primaria, de secundaria, universitarios, centros de adultos y en los programas formativos especiales de la ULPGC para mayores de 55 años. En este caso, los destinatarios fueron en principio los estudiantes de primer curso de Peritia et Doctrina, puesto que era en el primer semestre de dicho curso donde se encontraba ubicada la materia. Algunos de los juegos requerían la participación expresa de un número concreto: 10 estudiantes, lo que no impedía la implicación y participación del resto, unos 90. En el segundo curso las actividades resultaban quizá más provechosas puesto que el grupo se dividía en dos y recibía clases durante la mitad del curso y, además, se visualizaba una mayor confianza y cohesión en el grupo de clase.
METODOLOGÍA
En la citada ponencia del Congreso de Aepum en Valencia reseñamos una serie de actividades que aquí concreto en dos: el juego de la fila, citado en aquel entonces (Bravo de Laguna et al., 2013), y las tácticas de creación de décimas espinelas, las dos actividades que la experiencia de varios cursos me ha mostrado como más provechosas y eficaces. La primera que se realiza sin que medie una explicación previa para no agotar la sorpresa ni el carácter espontáneo del juego. Comencemos por el juego de la fila.
Se trabaja en principio con diez alumnos, si bien el resto de la clase, como se indicó más arriba, participará activamente en el mismo, puesto que de su atención dependerá la posibilidad de que algunos alumnos entren a jugar. Los alumnos se colocan alineados, a la misma altura y frente a sus compañeros. El profesor lee o recita una décima en voz alta. La elección de la misma tendrá también repercusión en la eficacia del ejercicio. Teniendo en cuenta el perfil de los destinatarios, aquellas con contenido humorístico, socarrón o irónico resultarán mucho más provechosas. Una vez recitada, se repite pero encomendando a cada uno de los diez alumnos uno de los versos, de tal manera que tenga que aprenderlo inmediatamente para dar continuidad al recitado del grupo.
Seguidamente, cuando se supone que ya cada uno ha memorizado su parte, se hace una nueva ronda, señalando en orden a cada uno de los participantes que debe decir, alto y claro, el verso que le corresponde. Si alguno no recuerda en su turno el verso que le toca, se abre la posibilidad de que cualquiera de los alumnos restantes del aula levante la mano y, si dice correctamente el verso, ocupe el lugar del compañero. Las rondas se repetirán hasta que se observe que los diez alumnos que realizan directamente la actividad manejan con soltura sus respectivos versos. En este momento al juego se le abren varias posibilidades que pueden ser sucesivas o no, dependiendo de factores diversos:
Una de las posibilidades es situar a los participantes en un lugar distinto al que les corresponde e iniciar una nueva ronda en la que tendrán que decir el verso que le tocó al compañero que estaba inicialmente en ese lugar, de tal manera que se vuelve a abrir la posibilidad de que el resto de la clase participe activamente y cualquier alumno que diga el verso correspondiente cuando le sea solicitado puede entrar a formar parte del grupo.
Se le puede pedir a los participantes que, fijándose en la última palabra de su verso, busquen compañeros que tengan versos que rimen con los suyos. Para ello se les dará un tiempo limitado. Sabemos que habrá cuatro grupos: el que formarán los participantes que tengan los versos 1, 4 y 5; el de los versos 2 y 3; el de los versos 6, 7 y 10 y el de los versos 8 y 9. Una vez que se han agrupado de este modo, con mayor o menor colaboración del profesor, se le pedirá a cada grupo que con una rima distinta a la que los ha unido, busquen palabras (una por alumno) que sigan dando cohesión al grupo; esto es, que compartan rima. Convendrá que las nuevas rimas sean propuestas por el profesor, para evitar que coincidan. Cuando cada participante ha encontrado su palabra, les pediremos que regresen a los lugares originales en la fila, lugar que viene dado por el número del verso que en un principio les tocó. En ese momento tendrán que inventar una frase que termine con la nueva palabra. Eso hará que, independientemente del número de sílabas que tenga la frase que digan, logren una secuencia de versos con rima y, exactamente, con la misma distribución de la rima que tiene la décima espinela. No debe preocuparnos tanto la coherencia del nuevo texto como la posibilidad creativa que damos a los discentes.
Esta misma variante del juego ofrece otra posibilidad. Una vez que asumiendo su pertenencia a un grupo los participantes vuelven a situarse en su antigua posición, se les puede pedir que digan palabras sueltas que comprometan a los de su grupo a encontrarle rima, pero la secuencia del juego respetará escrupulosamente el orden del principio, de tal manera que no sólo deberán esforzarse para recordar la rima sino también para memorizar la rima de sus compañeros de grupo. Un paso más, sin duda más complejo, es realizar este ejercicio no sólo con palabras sino con versos completos.
Otra posibilidad, que es la que realmente da nombre al juego, es situar a los alumnos en fila india para que intenten decir la décima completa. Cuando no sean capaces de seguir regresarán a la fila y así hasta que alguno, con más o menos ayuda, pueda completarla. En ese caso, ese participante sería el ganador del juego y, desde ese momento, se situaría al lado del profesor para ayudar a los compañeros que siguen en la fila a decir completa la décima. Su ayuda consistirá únicamente en la utilización de la mímica para sugerir las palabras o el verso completo que en cada momento debe decir el compañero. Los que vayan diciendo la décima pasaran de la fila al grupo de la mímica y así hasta completar los diez. Como se imaginará, la incorporación de la mímica da mayor atractivo al juego y abre infinitas posibilidades por su eficacia y carácter lúdico.
Tácticas de escritura
Una vez llevado a cabo el juego de la fila, una vez que se ha explicado la estructura de la décima espinela y los alumnos la han interiorizado, se les sugerirá una posibilidad de acercarse a su escritura. La mayor dificultad estriba en la consecución exacta de los octosílabos, circunstancia que facilitará la repetición del juego previo, que ayuda a la asunción del ritmo octosilábico.
El siguiente escollo que debemos superar es la coherencia del texto, puesto que la rima, que inicialmente plantea dudas y desconcierto a los discentes, es siempre una decisión del autor que puede o no complicar su horizonte creativo. Para tratar de dotar al texto de cierta coherencia se utilizarán, como en el juego de la fila, los recursos de la improvisación, en este caso uno abundantemente utilizado por reputados verseadores de todo el mundo: construir la décima desde el final. Una vez explicado el motivo, que no es otro que garantizar la contundencia que deja el texto, se propone la realización de parejas de versos que completen sentidos y se plantea que se elaboren los versos en el siguiente orden: 9 y 10, 7 y 8, 3 y 4, 1 y 2 y 5 y 6. En un primer momento pueden ofrecerse incluso las palabras que aportan la rima para, seguidamente dar absoluta libertad a los creadores. Los resultados, desde un primer momento, son sorprendentes.
RESULTADOS ALCANZADOS
Aunque asumo que es difícil calibrar en un artículo científico este parámetro, me atrevería a decir que el principal resultado alcanzado tras el desarrollo continuado de la actividad es el entusiasmo de los participantes en los talleres. No me atrevo a medir sonrisas, gestos de complicidad y hasta de fe y autoestima, pero todos los he advertido y me atrevo por ello en este apartado a poner al principio lo que suele ponerse al final.
Sin embargo, si señalo, como corresponde a un texto de estas características, resultados tangibles, uno de los más destacados sería el del número de discentes que se incorporaron a la escritura de forma relativamente activa a través de estos talleres. Incluyo en estos resultados a los que, teniendo inclinaciones hacia la escritura, las reafirmaron con los talleres o se acercaron desde la voluntad narrativa al universo de la poesía a través de estas composiciones.
Si bien se trata de parámetros mensurables desde otras disciplinas ajenas a la filología, otro resultado es el fortalecimiento de la memoria y la creatividad de los discentes, evidente a través de rutinas que nuestro tiempo no favorece y que el cultivo expreso de los resortes de la oralidad sí. El progreso palpable entre las primeras décimas escritas por algunos estudiantes al principio del primer curso y al final del segundo es otro resultado que anotar. Sumemos, además, los casos de los estudiantes que han incorporado la escritura (y también la lectura) a sus vidas más allá de las tareas propias de la materia señaladas por el profesor. Como ejemplo palmario puedo citar una parte del discurso protocolario de una de las promociones de Peritia et Doctrina que contenía, para mi sorpresa, unas décimas escritas con soltura e ingenio por uno de los estudiantes orlados.
Como último resultado me atrevo a citar que la asignatura y los talleres en concreto han estimulado la afición y el interés de los estudiantes no solo por la improvisación oral en verso y la poesía popular sino por los géneros folclóricos canarios y de otras latitudes. Como en los resultados anteriores, sumo en una misma dirección a los que acrecentaron ese interés y a los que empezaron a vivirlo por vez primera. En este desarrollo de la afición hay que citar como elemento clave la visita constante de improvisadores profesionales canarios e internacionales a los cursos, aprovechando sobre todo en el último caso las visitas realizadas por estos para participar en eventos internacionales de repentismo. En los últimos años, además, una de las visitas fijas en el calendario social de Peritia et Doctrina, se realiza al Encuentro de Verseadores Verseando con Ingenio, que primero en Teror y últimamente en Guía, reúne a un buen número de estudiantes entre el público.
CONCLUSIONES
La conclusión más positiva de esta puesta en práctica es que la poesía puede, desde su condición más popular y espontánea, dotar de herramientas comunicativas a quienes con ella se relacionen y, al mismo tiempo, seguir ofreciendo el habitual camino a la introspección y la búsqueda personal. Y, por supuesto, que la escritura y la lectura se retroalimentan. El peso de esa conclusión lo acrecienta la necesidad de las personas mayores de encontrar actividades que mantengan activas su memoria y su creatividad.
Otra conclusión, en este tiempo de artilugios, avances impredecibles y artefactos varios, es que se pueden desarrollar dinámicas de grupo basadas únicamente en el ejercicio de la palabra que sean, al mismo tiempo, lúdicas y provechosas.
Y otra conclusión, no por sabida menos provechosa, es que es una experiencia más que enriquecedora el trabajo con las personas mayores. Si buen profesor es aquel que debiendo enseñar es también capaz de aprender, nadie lo pone tan fácil como estos voluntariosos y motivados estudiantes que son una inyección constante de ánimo y empuje para el profesorado que tiene la inmensa fortuna de aprender de ellos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bravo de Laguna, Fabelo, Pérez y Rodríguez. (2013). La improvisación oral en verso: recurso educativo interdisciplinar e intergeneracional en los programas formativos de “Peritia et Doctrina” de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En XII Encuentro Estatal de Programas Universitarios para mayores(522 532). Valencia: Universidad de Valencia.
Lorenzo Blanco A. (2015). Unas rimas para hacer sonreír y reflexionar. Trovos surgidos en las clases del APFA de la UGR. En XIV Encuentro Nacional Aepum 2015(201206). Granada: Universidad de Granada.