Recepción: 22 Agosto 2018
Aprobación: 01 Octubre 2018
Resumen: En la literatura existen numerosos artículos que evalúan la Inteligencia Emocional en estudiantes universitarios, sin embargo, la mayoría de ellos solo contemplan el aspecto cuantitativo olvidando la experiencia personal del alumnado. Por lo anterior, este estudio busca analizar la variable en estudiantes de Ciencias Sociales y Humanidades a través de técnicas mixtas. Para cumplir con el propósito anterior, en la primera fase de la investigación, se aplicó el TMMS-24 (Trait Meta Mood Scale) a una muestra estatificada de 255 sujetos; en la segunda fase, con base a los resultados del primer instrumento, se seleccionaron 8 estudiantes que representan los casos extremos de cada licenciatura quienes dieron su consentimiento para participar en una entrevista semiestructurada diseñada para profundizar en las habilidades emocionales adquiridas a lo largo de la licenciatura. Los resultados señalan que los estudiantes con altos puntajes en el TMMS-24 tienden a describir mayor número de ejemplos dónde se identifica el desarrollo de habilidades de la IE en contraposición con sus pares de la misma licenciatura con bajos puntajes en el instrumento.
Palabras clave: inteligencia emocional, educación superior, técnicas cualitativas, técnicas cuantitativas.
Abstract: Currently there are numerous articles about Emotional Intelligence’s evaluation in university students; however, most of them only address the quantitative aspect forgetting the personal experience of the scholars. Therefore, the aim of this study is to analyze the emotional intelligence (IE) in university students of Social Science and Humanities through the application of qualitative and quantitative techniques. In order to fulfill the above purpose, in the first phase of the research, theTMMS-24 (Trait Meta Mood Scale) was applied to a stratified sample of 255 subjects. In the second phase, based on the results of the first instrument, 8 students were selected to participate in a semistructured interview previously designed to deepen the emotional skills acquired along their professional studies, because they represent the extreme cases of each degree. The results suggest that students with high scores in the TMMS-24 tend to describe more examples of emotional intelligence skills opposed to their peers from the same degree with low scores in the instrument.
Keywords: emotional intelligence, higher education, quantitative techniques, qualitative techniques.
INTRODUCCIÓN
Hoy en día, a pesar de ser un concepto ampliamente aceptado por la comunidad científica la Inteligencia Emocional (IE) ha sido objeto de diversas críticas como las de Roberts, Zeidner y Matthews (2001), quienes afirman que el constructo es más un “tipo de conformidad social” que una nueva inteligencia. Adicionalmente Extremera Pacheco y Fernández Berrocal (2015) han detectado diversos mitos, ampliamente difundidos sobre el término entre los que destacan que: la IE está determinada genéticamente; es posible desarrollar la IE a través de capacitaciones breves; las mujeres tienen más IE que los hombres; o tener IE implica ser muy emocional. Lo anterior se debe al uso indiscriminado del término y al surgimiento de modelos elaborados al vapor sin ninguna rigurosidad científica olvidando que la IE es el producto de una larga y rigurosa evolución que Mayer (2001) ha dividido en 5 grandes fases: la primera, que data del año 1900 a 1969, donde se concebía a emoción y razón como elementos antagónicos; la segunda, que comprende del año 1970 a 1989, que se distingue por el surgimiento de autores precursores del concepto como son Gardner (2005) y Sternberg (2000); la tercera, de 1990 a 1993, periodo en el que Mayer y Salovey (1997) crean y refinan el constructo; la cuarta, que comienza en 1994 y finaliza en 1997, la cual se distingue por la popularización de la IE; finalmente la quinta, que inicia en 1998 y se extiende hasta la actualidad cuyo rasgo característico es la consolidación del modelo del habilidad basado en las teorías del procesa- miento de información.
A partir de ésta última fase se puede apreciar un incremento en las investigaciones de la IE en educación superior ya que es cada vez más demandada en los egresados universitarios debido a que se relaciona directamente con un liderazgo efectivo; el éxito en el trabajo en equipo; la empatía hacia los integrantes del centro laboral; la capacidad de automotivación; la resolución constructiva de conflictos, y el manejo efectivo del estrés (Danvila del Valle & Sastre Castillo, 2010; Peñalver, 2009; Caruso y Salovey, 2004; Goleman, 2000, 2002; Cooper y Sawaf, 1998). Lo anterior, ha sido reconocido dentro del informe DeSeCo (Desarrollo y Selección de Competencias Clave), financiado por la OCDE, donde se afirma que “los cambios ocurridos tanto en las empresas como en la economía están poniendo un creciente énfasis en los elementos de la Inteligencia Emocional” (Rychen y Hersh Salganik, 2006, p. 111). Adicionalmente, Bisquerra Alzina (2009, 2007) afirma que la EI es la base para el desarrollo de competencias emocionales, las cuáles son competencias genéricas que deben poseer todos los profesionistas sin importar el campo laboral en el que se desempeñen. Los estudiantes de Ciencias Sociales y Humanidades no son la excepción e igual que sus pares de otras áreas del conocimiento deben perfeccionar habilidades propias de la IE.
Actualmente existen diversos artículos de corte cuantitativo sobre IE en estudiantes universitarios, sin embargo, hasta el momento no se han encontrado trabajos desde las perspectivas mixtas que podrían: ayudar a formular nuevas hipótesis sobre la problemática; complementar la informa- ción previamente obtenida ya obtenida por otros métodos; y ampliar los alcances de la investigación sobre la variable (Muñoz Poblete, 2013). Por lo anterior y con la finalidad de brindar una aportación a la temática se estructura el siguiente objetivo general:
Analizar las habilidades de la IE con las que cuentan los estudiantes de Educación Superior de último semestre de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en las áreas de Ciencias Sociales y Humanidades a través de técnicas cualitativas y cuantitativas.
Para cumplir con el propósito antes mencionado se utilizará como sustento la teoría de Mayer y Salovey (1997) quienes definen a la IE como un elemento de la inteligencia social que contiene un conjunto de capacidades que explican las diferencias individuales en el modo de percibir y comprender nuestras emociones. Dichas capacidades son las de supervisar los sentimientos y las emociones propias así como las de los demás; de discriminar entre ellas; y usar la información para guiar el pensamiento y las acciones de uno. De la definición anterior se desprenden cuatro compo- nentes de la Inteligencia Emocional: la percepción, valoración y expresión de las emociones; la facilitación emocional del pensamiento; la comprensión de las emociones; y la habilidad de regulación reflexiva de las emociones
METODOLOGÍA
DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN Esta es una investigación mixta, ya que emplea técnicas del paradigma cuantitativo y cuantitativo. Además es un estudio descriptivo ya que busca especificar las propiedades de la variable IE en estudiantes universitarios con un diseño no experimental (Hernández Sampieri, Fernández Collado& Baptista Lucio, 2014)
POBLACIÓN En la primera fase del estudio, que corresponde a la aplicación de las técnicas cuantitativas, se seleccionó una muestra estratificada de 255 estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap): 163 inscritos en la licenciatura de Psicología; 37 adscritos a la licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica; 33 pertenecientes a la licenciatura en Historia; 14 inscritos en la licenciatura de Procesos Educativos; y 8 adscritos a la licenciatura en Filosofía. De dichos estudiantes el 59% son hombres y 41% mujeres y cuentan con una media de 22 años de edad. Como criterio de inclusión se tomó en cuenta que los alumnos estuviesen cursando los últimos semestres de cada programa académico ya que han estado expuestos a diversas experiencias de formación.
En la segunda fase, donde se aplicaron técnicas cualitativas, se elaboró un muestreo de casos extremos después de haber obtenido los resultado del instrumento cuantitativo (Flyvbjerg, 2004). De esta forma se armaron dos grupos de entrevista: el primero, conformado por los puntajes más altos de cada una de las licenciaturas, y el segundo, integrado por los puntajes más bajos. En ambos grupos la mayoría de sus integrantes accedieron a ser entrevistado a excepción de los estudiantes de Filosofía quienes se abstuvieron de participar en el estudio. En seguida, en la Tabla 1, se muestra la distribución de los sujetos por programa académico con su respectivo código

INSTRUMENTOS
Para el análisis cuantitativo se empleó el Trait Meta Mood Scale en su versión de 24 reactivos (TMMS-24) el cual se basa en la teoría de Mayer y Salovey (1997). La escala que mide la inteligencia emocional percibida (IEP) o el metaconocimiento del individuo sobre sus habilidades emocionales en 3 procesos: atención emocional, puntualizada como la capacidad de sentir y expresar los sentimientos de forma adecuada; claridad emocional, como la capacidad de comprender correctamente los estados emocionales; y reparación emocional, detallada como la capacidad de regular los estados emocionales correctamente (Fernández-Berrocal, Extremera & Ramos, 2004). La traducción de éste instrumento al idioma español fue elaborada por Fernández-Berrocal, Extremera y Ramos (2004). En la población mexicana su confiablidad y validez ha sido estudiada por Rodríguez Nieto, Sánchez Miranda, Valdivia Vázquez y Padilla Montemayor (2005) y Valdivia Vázquez, Rubio Sosa y French (2014).
Dentro del análisis cualitativo se empleó una entrevista a profundidad semiestrucutrada cuya estructura final se elaboró fue aprobada por 5 jueces expertos en educación superior y cuyo contenido fue enfocado a detectar las habilidades de la IE que los estudiantes habían aplicado a lo largo de la licenciatura (De la Peña et al., 1998; Tarrés, 2001).
PROCESO DE RECOLECCIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS
Al aplicar el TMMS-24, proceso que corresponde a la fase cuantitativa, se solicitaron los permisos correspondientes a las autoridades de las diferentes licenciaturas seleccionadas quienes asignaron horarios y aulas para la administración de la escala. A continuación, se procedió a informar a los estudiantes que su participación en el estudio era voluntaria y que los datos proporcionados serían confidenciales. Posteriormente se recogió la información y se analizó mediante el programa SPSS 21.
Una vez procesados los datos se comenzó la fase cualitativa seleccionando los casos extremos de cada licenciatura, 10 en total, a quienes fue posible contactar mediante los datos proporcionados en la ficha de identificación, solo 8 accedieron a participar en la investigación. En seguida se procedió a realizar las entrevistas a profundidad cuyo contenido fue analizado en función de categorías elaboradas previamente con base al trabajo de Mayer y Salovey (1997) y que corresponden a las dimensiones estudiadas por el TMMS-24. En la Tabla 2, se muestran los criterios que fueron tomados como evidencia para identificar habilidades emocionales en los discursos de los participantes con los códigos que sirvieron para identificarlos en el texto

Para clasificar la información se empleó el programa MaxQdA y para evitar cualquier sesgo en investigación se solicitó a un experto en el área que revisara la codificación de las entrevistas. Hay que destacar que además de las categorías antes mencionadas se incluyó una adicional para indicar deficiencias en habilidades emocionales (DHE) que derivaban en comportamientos nocivos para los alumnos
RESULTADOS DEL INSTRUMENTO CUANTITATIVO
Para tener una visión global de los resultados del TMMS-24 por licenciatura se estructuraron los siguientes cuadros comparativos. En la categoría atención emocional resalta que las licenciaturas en Psicología y Filosofía perciben tener niveles adecuados de la habilidad con 61% y 62% respectivamente mientras que los programas de Historia y Procesos educativos cuentan con porcentajes del 48% y 43%. En la carrera de Lingüística y Literatura Hispánica solo el 38% de los estudiantes presentan una adecuada atención emocional. El resto de los estudiantes, el 45%, debe mejorar la habilidad

En relación a la categoría Claridad Emocional, la licenciatura donde se localiza el mayor porcentaje de alumnos que perciben deben mejorar la habilidad es en Historia con un 48%, seguida de Lingüística y Literatura Hispánica con un 46%. Mientras que en el programa de Psicología el 42% siente debe mejorar la habilidad, en Filosofía el 38% y en Procesos Educativos el 29%. El resto de los estudiantes percibe contar con niveles adecuados o excelentes de la habilidad

En la categoría Reparación Emocional los alumnos que más perciben, deben mejorar la habilidad son los de Lingüística y Literatura Hispánica con una proporción del 38%, seguidos de los estudiantes del programa de historia con un 33% y Psicología con un 31%. Mientras que en las licenciaturas de Historia y Procesos Educativos solo el 25% y 21% aprecian tienen que hacer mejorar a la habilidad. El resto de los estudiantes evalúan contar con una adecuada o excelente reparación

RESULTADOS DEL INSTRUMENTO CUALITATIVO
En relación a los resultados cualitativos se elaboró una tabla donde se muestra la presencia de habilidades de la inteligencia emocional congruentes con el TMMS-24 obtenidas a través de un análisis de contenido de las entrevistas de los 8 casos extremos. En esta tabla se puede apreciar que los sujetos 1, 5, 7, que cuentan con puntajes altos en el instrumento cuantitativo, registran numerosas intervenciones donde exhiben poseer las habilidades percepción y expresión emocional, comprensión emocional y regulación emocional. No obstante, el sujeto 3 a pesar de obtener altas calificaciones en el TMMS-24 manifestó poca presencia de las habilidades analizadas. También al comparar los resultados de los puntajes altos y bajos de cada programa académico se puede apreciar que los casos 2, 6 y 8 presentan menos intervenciones que sus compañeros de licenciatura.

También es importante señalar que solo en los casos con bajos puntajes en el instrumento cuantitativo se presentaron conductas disruptivas ocasionadas por el mal manejo emocional, en especial de la habilidad regulación emocional:
… Cuando estoy presionado siento desesperación, bastante desesperación porque siento como que como que no avanzo me desespero y a veces pues me perjudica porque no hago las cosas bien (…) [S4, DHE, p. 6]
Dentro del mismo caso se distingue otro mal manejo de la habilidad:
… no me puedo concentrar en la escuela por el hecho de que ehhh… pensaba en la situación que estoy viviendo si es muy difícil y es un factor que no me permite concentrarme en lo que quiero hacer. [S4,DHE, p. 7]
Algo similar ocurre en otro sujeto que percibe deficiencias en regulación emocional:
...un amigo hizo una fiesta y yo le dije a mi amiga- ¡Invítalo!¡Háblale!¡Háblale por teléfono!- En lugar de hablarle yo no sé si por temor o por temor o por pena y eso que ya nos llevábamos, incluso ya él me había pasado su teléfono y todo… le dije – Es que yo no puedo, háblale tu- y dice – Bueno, le voy a hablar- y él dijo que sí iba a ir- Y dije ¡Ahhh!- y me quedé ¡Si va a venir!¡Si va a venir! Después de eso me puse super nerviosa, empecé a tomar y pues me perdí… [S6,DHE, p.10]
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Con base a los resultados obtenidos a partir del TMMS-24 un 45% de los estudiantes percibe debe mejorar su atención emocional; un 42% requiere mejorar su claridad emocional, y un 31% su reparación emocional. Desarrollar todas las habilidades que integran la IE es fundamental ya que se encuentran interconectadas. No manejar adecuadamente alguna de ellas puede afectar el rendimiento de las otras y generar diversos problemas como la aparición de conductas de riesgo (Extremera y Fernández-Berrocal, 2003: Goleman, 2002). Lo anterior se ilustra al analizar los resultados de las entrevistas de los sujetos 4 y 6, ambos pertenecientes al grupo de casos extremos con bajos puntajes en el instrumento cualitativo, quienes presentaron falta de concentración e ingesta de alcohol por un mal manejo de la habilidad regulación emocional.
Sin embargo, en el caso del sujeto 3, quien pertenece al grupo de casos extremos con puntajes altos, se desempeñó de forma regular en la entrevista y se mostró poco colaborativo a las preguntas planteadas lo que no sucedió con los otros estudiantes. Este problema fue contemplado por Extremera y Fernández-Berrocal (2004) quienes advierten que aunque existen ventajas en la aplicación de medidas de autoinforme de la IE, como el TMMS- 24, relacionadas con su eficacia, confiablidad y practicidad no están exentas de problemáticas como el sesgo del sujeto causado por la deseabilidad social de las respuestas, memoria, percepción, estado de ánimo.
También sobresale que en cada licenciatura resalta el desarrollo de una habilidad específica de la IE. Por ejemplo en la parte cuantitativa, se encuentra que en Psicología más del 50% de los alumnos estudiados poseen una adecuada Atención Emocional y en Procesos Educativos más del 70% de sus estudiantes cuentan con una adecuada o excelente Claridad Emocional y Reparación Emocional. Las diferencias entre licenciaturas también se pueden apreciar desde el punto de vista cualitativo, por ejemplo en Lingüística y Literatura Hispánica se hacen numerosas referencias a la habilidad Percepción y expresión emocional, más que en ningún otro programa educativo, como se observa en los Sujetos 5 y 6. Esto mismo sucede en la habilidad Regulación Emocional, además durante la entrevista estos estudiantes destacaban por su fluidez en el discurso y capacidad de expresión. En relación a la habilidad de Comprensión Emocional son los casos de la Licenciatura en Procesos Educativos los que registran un mayor número de intervenciones.
Al triangular los resultados del TMMS- 24 con las entrevistas analizadas se pudo apreciar que los estudiantes que contaban con perfiles adecuados o excelentes de Inteligencia Emocional presentaban dentro de sus diálogos numerosos ejemplos y situaciones personales donde se observan las habilidades del modelo de habilidad de Mayer y Salovey (1997). Incluso destacan algunos extractos del sujeto 1, donde se elaboran metáforas y diálogos internos que reflejan el proceso de razonamiento en conjunto con las emociones. También el sujeto 5, explica como a través de la lectura y la escritura ha podido desarrollar estrategias para la comprensión y manejo emocional lo cual coin- cide con las investigaciones de Mayer y Salovey (1997) de la importancia de la mediación del len- guaje en el desarrollo emocional.
A modo de conclusión se puede afirmar, después de revisar los datos obtenidos, que no existe un método sencillo para evaluar la IE en Educación Superior debido a la complejidad del constructo por lo que para obtener resultados más precisos hay que emplear tanto métodos mixtos (cuantitativos y cualitativos) como las observaciones de padres y maestros.
Referencias
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