SATISFACCIÓN DOCENTE Y SU INFLUENCIA EN LA SATISFACCIÓN DEL ALUMNADO
TEACHER SATISFACTION AND ITS INFLUENCE ON PUPIL SATISFACTION
SATISFACCIÓN DOCENTE Y SU INFLUENCIA EN LA SATISFACCIÓN DEL ALUMNADO
International Journal of Developmental and Educational Psychology, vol. 3, 1, pp. 37-56, 2019
Asociación Nacional de Psicología Evolutiva y Educativa de la Infancia, Adolescencia y Mayores
Recepción: 08 Febrero 2019
Aprobación: 30 Abril 2019
Resumen: En la actualidad, una de las profesiones más afectadas por el Burnout o síndrome de quemado, como se pone de manifiesto en numerosas investigaciones (Ilaja y Reyes, 2016), es la docencia. Esta profesión está marcada por sentimientos contradictorios, ya que los docentes sienten satisfacción por la importancia de la labor que llevan a cabo y por el trato constante con sus alumnos, pero, al mismo tiempo, se enfrentan a constantes conflictos que surgen a raíz de las exigencias del con- texto educativo. Entre estas exigencias encontramos la falta de colaboración de las familias, la falta de atención y motivación del alumnado y la limitación de recursos y de libertad para llevar a cabo su labor.Por otro lado, la satisfacción del alumno está influenciada por diferentes factores, tanto internos al individuo (motivación, intereses, implicación en el aprendizaje, etc.), como externos, en los que podríamos enmarcar la labor del docente. Por ello el objetivo de nuestro trabajo es, a través de una revisión teórica y, posteriormente una comprobación empírica, tratar de conocer en qué medida la satisfacción del docente influye en la satisfacción de su alumnado.Para llevara a cabo esta investigación hemos seleccionado una muestra intencional, en concreto hemos seleccionado docentes de un Instituto de Enseñanza Secundaria Obligatoria, el Valles de Gata, de la localidad de Hoyos, Cáceres, y sus alumnos correspondientes. El cuestionario elegido es la Escala de Satisfacción Laboral para Profesores (ESL-VP) de Anaya y Suárez (2007) y además un cuestionario elaborado para los estudiantes.Tras analizar los resultados comprobamos que la satisfacción docente influye en la satisfacción del alumnado.
Palabras clave: bienestar docente, Burnout, satisfacción docente, satisfacción del alumnado.
Abstract: At present, teaching is one of the professions most affected by the burnout síndrome, as was made evident by numerous investiga- tions (Ilaja & Reyes, 2016). This profession is characterized by contradictory feelings, since teachers feel rewarded by the importance of the work they carry out and by the constant contact with their students, but, at the same time, face constant conflicts that arise as a result of the demands the edu- cational context imposes on them. Among these demands, the lack of collaboration of the families can be noted, along with the lack of attention and motivation of the students, as well as the limited resources and the lack of freedom to carry out their work.On the other hand, student satisfaction is influenced by different factors, both internal (motiva- tion, interests, involvement in learning, etc.), and external. The influence of the teacher coud be included in this last category. For this reason, the objective of this work is to find out through a the- oretical review and an empirical verification, to what extent the satisfaction of the teachers influen- ces the satisfaction of their students.To carry out this research a purposive sample was selected. Concretely, teachers and their corresponding students were chosen from a Compulsory Secondary Education Institute call Valles de Gata in Cáceres. The chosen questionnaire was the Job Satisfaction Scale for Teachers (ESL-VP) of Anaya and Suárez (2007), along with a questionnaire designed by the authors.After analyzing the results it was verified that the teacher satisfaction influences the satisfaction of the students.
Keywords: teacher well-being, Burnout, teacher satisfaction, student satisfaction.
INTRODUCCIÓN
Una de las profesiones más afectadas por el estrés laboral o Burnout es la docencia. El docente se enfrenta en su día a día a numerosos retos que pueden generar malestar como la desmotivación de los estudiantes, las exigencias de las familias y la falta de recursos de los centros, lo que impide que los docentes puedan llevar a cabo su labor satisfactoriamente.
La definición de Burnout más aceptada es la de C. Maslach (1986), que describe el síndrome como una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos componentes principales son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del desempeño personal.
El cansancio o agotamiento emocional se entiende como la pérdida progresiva de energía, desgaste, fatiga; el segundo rasgo es la despersonalización caracterizada por la defensa del sujeto para protegerse de los sentimientos de impotencia, indefensión y frustración; el último factor es el abandono de la realización personal por la que el trabajo que se realiza pierde su valor para el sujeto.
Estos rasgos o componentes se presentan de forma paulatina, cíclica y pueden repetirse a lo largo del tiempo, de modo que una persona puede experimentar los tres componentes en el mismo trabajo o en otro distinto y varias veces en diferentes épocas de su vida.
Por otro lado, Gil-Monte (1999) lo define como: “una respuesta al estrés laboral crónico integrado por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de encontrarse agotado”. Ambas definiciones coinciden en apuntar que es una inadecuada respuesta al estrés crónico el detonante de este padecimiento.
Este síndrome presenta una serie de manifestaciones mediante las cuales podemos detectarlo como: la ansiedad, la depresión, el aislamiento, el miedo, cambios de personalidad, cambios en la alimentación y la higiene personal, cambios en la personalidad o trastornos del sueño entre otros.
Pero, lo que realmente nos acontece en este trabajo, no es conocer este síndrome o su incidencia en el profesorado, sino todo lo contrario, su nivel de satisfacción con su trabajo.
Podemos definir la satisfacción laboral como una perspectiva positiva o negativa hacia determinados aspectos del trabajo, implicando una serie de procesos emocionales. De este modo, algunos autores como Fisher (2000) y Brief (1998), definen la satisfacción laboral como una respuesta afectiva o emocional en relación al agrado o desagrado que experimenta el sujeto hacia su puesto de trabajo.
Carrión y cols. (2000), definen la satisfacción como una valoración cognitiva y personal que hace un sujeto sobre sus expectativas, aspiraciones, objetivos propuestos y conseguidos y su calidad de vida, determinando, según los criterios del propio sujeto, su satisfacción con la vida.
Cantón y Téllez (2016), coincidiendo con González y Barroso (2008); De Pablo et ál. (2008); y Anaya y Suárez (2010), consideran que “en la satisfacción laboral confluyen tres ámbitos: afectivo, actitudinal y cognitivo”, es decir, consideran que la emoción que se despierta al evaluar la situación laboral (si es positiva o negativa) condiciona la conducta que tenemos en nuestro trabajo.
De la satisfacción laboral, extraemos el concepto de satisfacción docente, definida por Torres González (2010), coincidiendo con Díaz (2005), como “el resultado de comparar lo que la realidad le invita a ser y lo que según sus expectativas debería ser”.
La satisfacción docente podría quedar delimitada en la afirmación de Fernández et ál. (2015), que la definen como “una actitud o conjunto de actitudes que desarrolla el trabajador en su puesto de trabajo y que proyecta ante su situación laboral”.
La consecución del bienestar docente es “el resultado de un conjunto de factores interactivos, unos internos y otros externos al docente, cuya confluencia condiciona su satisfacción profesional” (Marchesi 2012, p.9).
Por otro lado, la satisfacción del profesorado influye en el desarrollo de la docencia, por lo que constituye un indicador que tiene repercusión en la calidad de la enseñanza. No debemos olvidar que tanto los docentes como el alumnado son dos piezas clave en el engranaje que es la educación, sien- do ambos claros determinantes de la calidad de la educación (Küster y Vila, 2012).
Relacionada con el bienestar de los decentes, se encuentra la satisfacción del alumnado, que implica y garantiza la existencia de organizaciones educativas. “El docente con su actuar, su empatía, la confianza que brinda a sus estudiantes, su alegría y su forma de enseñar, son los aspectos más relevantes para obtener el éxito académico” (Corredor, 2016, p.14).
El bienestar pedagógico, basándonos en las palabras de De Pablos y González (2012), podríamos definirlo como la valoración cognitiva y emocional del profesorado sobre variables que influyen decisivamente en la satisfacción y bienestar de docentes, y de los discentes. Un docente motivado facilitará métodos y estrategias innovadoras que mejorarán la satisfacción del alumnado.
Son muchas las variables que se han investigado en relación al bienestar docente y la satisfacción del discente. En el presente trabajo se ha optado por hablar de aquellas que se consideran más relevantes. Estas variables son: el clima (tanto emocional como del entorno), el apoyo social del entorno y los agentes educativos, el sentimiento de valoración y autoeficacia, y por último la ansiedad y el estrés experimentados.
Clima
Herzberg et al. (1959) en su “teoría de la higiene-motivación” planteaban que “la satisfacción se encuentra fundamentalmente determinada por los atributos que generan motivación en los trabaja- dores, denominados motivadores (o intrínsecos); mientras que la insatisfacción se halla principal- mente ligada a otro conjunto de factores, denominados higiénicos (o extrínsecos)” (Pujol, 2016, p.268). Es decir, que los motivadores generan satisfacción mientras que la ausencia de estos pro- duce una clara insatisfacción En el clima emocional se destacan la satisfacción que tiene el docente consigo mismo, su nivel de autoestima, su motivación, el control emocional, sus valores morales y el placer de disfrutar enseñando, entre otros (De Pablo y González-Pérez, 2012).
Otro aspecto influyente en relación al clima, es el clima motivacional de clase. Leal-Soto, Dávila y Valdivia (2014) definen el clima motivacional de clase como el conjunto de actitudes, respuestas afectivas y percepciones del alumnado sobre la relación con sus profesores y las actividades de aprendizaje que estos proponen (Heather, 2006). Alonso-Tapia, J. añade que el clima motivacional de clase la importancia de las prácticas docentes para la generación de motivación al aprendizaje en el estudiantado; de modo que “las metas personales y los modos de enfrentarse al trabajo escolar, de modo que “las metas personales y los modos de enfrentarse al trabajo escolar no dependen solo de las características de la tarea y los avatares que tienen lugar a lo largo de su realización, sino también de la actividad de profesores y profesoras (Alonso-Tapia, 2000).
El clima motivacional de clase se configura atendiendo a tras orientaciones: el clima orientado al aprendizaje, el clima orientado a la competición y el clima orientado a la evitación. El clima moti- vacional de clase orientado al aprendizaje se caracteriza por formas de actuación del profesorado que buscan y promueven la mejora y el dominio de las habilidades para aprender de los estudian- tes. Alonso-Tapia (2000) ofrece un modelo de clima motivacional de clase orientado al aprendizaje que se configura desde las pautas de actuación conocidas como prácticas docentes con efectos motivacionales orientadas al aprendizaje. El profesorado como elemento motivacional del entorno, pueden crear un contexto o clima que favorezca y estimule la motivación por aprender en los estu- diantes, sin embargo, no serían el único factor influyente, ya que en los procesos de motivación escolar intervienen factores cognitivos que inciden en la motivación por aprender de los niños y jóvenes.
Sentimiento de valoración y autoeficacia
Una de las variables que resultan más importantes para el buen desempeño tanto de estudian- tes como de profesorado, es que estos se sientan motivados y satisfechos (Donoso y Muñoz, 2013). La actividad docente se sitúa dentro del grupo de “profesiones de ayuda”, ya que para una intervención eficaz es determinante la relación personal y el contacto directo, además se considera como un trabajo de desgaste y con riesgos para la salud física, mental y emocional.
Los docentes, según el informe de la Fundación Santa María (2007) no se sienten valorados socialmente ni por la Administración educativa, y expresan una falta de responsabilidad e implica- ción por parte del alumnado. Atendiendo a un estudio realizado en el Departamento de Educación de los Estados Unidos se llegó a la conclusión de que “el apoyo de la dirección, el comportamiento del estudiante, la ayuda de los padres, el clima social y la autonomía del profesor son condiciones de trabajo asociadas a la satisfacción del profesor”. (De Frutos, González, Maíllo, Peña y Riesco, 2007, p. 24)
López y Gallegos (2014), abordan la concepción de que la eficacia colectiva determina la satis- facción laboral de los docentes. En relación con la eficacia colectiva, el autor defiende que el profesorado estará satisfecho en su trabajo si se creen capaces de cumplir con las obligaciones y de hacer frente a los cambios y demandas del centro.
Los docentes consideran su profesión como muy valiosa, tienen vocación y gracias a esta se sienten motivados para mejorar su trabajo, aunque un 57,5% manifiesta que el ritmo de trabajo es estresante, ya que no son capaces de cumplir las exigencias derivadas de su trabajo, estar actualizados en cuanto a normativa se refiere y no están suficientemente preparados para todas las asignaturas que imparten. Lo que menos estrés les genera son las reuniones con los padres y la indisciplina de los alumnos de hoy en día.
Apoyo social del entorno y agentes educativos
Según los autores García, Gabari e Idoate (2014), dos determinantes que cobran especial importancia en la salud de los docentes son el control sobre su trabajo y el apoyo recibido de sus iguales y superiores.
Por su parte, Aranda, Aldrete y Pando (2008) recalcan que la red social que rodea tanto a estu- diantes como a docentes correlaciona satisfactoriamente con su salud, ayudándoles a contrarrestar los efectos adversos del trabajo. De esta red social forman parte los compañeros, la familia y los supervisores, entre otros (Donoso y Muñoz, 2013).
De esta manera, el Apoyo Social se convierte en un elemento fundamental en la Satisfacción Laboral que percibe el empleado en su puesto de trabajo (Bradley & Cartwright, 2002).
Uno de los agentes que más limita el bienestar del docente es el Ministerio de Educación, sus cambios de sistema se orientan a elevar el rendimiento académico del estudiantado (Mendivil, 2011) pero no tienen en cuenta a los docentes (Marchesi, 2007), quienes consideran que tienen restringido el acceso a cargos superiores.
Ansiedad y estrés
En relación al apoyo social, nombrado en el apartado anterior, Gil-Monte y Peiró (2009) ponen de manifiesto que la ausencia de éste tiene una estrecha relación con la aparición de la ansiedad y el estrés en el ámbito laboral y escolar.
Este apoyo mitiga y amortigua las consecuencias del estrés (Pérez y Martín, 2004), en palabras de Jiménez, Jara y Miranda (2012) “el Apoyo Social se manifiesta como un elemento fundamental para ayudar a las personas a sobrellevar situaciones estresantes y vivir de forma más saludable” (p.126).
Por ello, podemos afirmar que cuando una persona no se logra adaptar a los eventos de estrés, podría desencadenar sensaciones de no poder dar más de sí mismo (agotamiento) y responder con una actitud negativa de autocrítica, desvalorización y pérdida del interés. Esto se refleja negativamente tanto en la salud como en el rendimiento académico (Viñas y Chaparrós, 2000).
METODOLOGÍA
Hipótesis
Para la presente investigación se han planteado una serie de hipótesis. La primera de ellas, de carácter general, que hace referencia a que existe una relación directamente proporcional entre la satisfacción de los docentes y la del alumnado y dos específicas:
Hipótesis 1: los docentes se encuentran muy satisfechos con su trabajo.
Hipótesis 2: los alumnos están muy satisfechos con sus docentes.
Participantes
La población objeto de estudio se compone de un total de 15 profesores de educación secundaria elegidos de forma intencional del Instituto de Educación Secundaria Valles de Gata, de la localidad de Hoyos (Cáceres, Extremadura) y 123 alumnos de estos.
Instrumentos
El principal elemento utilizado para la obtención de los datos acerca de la satisfacción en los docentes ha sido la Escala de Satisfacción laboral para Profesores (ESL-VP) de Anaya y Suárez (2007). La cual consta de buena validez convergente y discriminante y con un coeficiente Alpha de 0.92.
Ésta evalúa la satisfacción de los facultativos en relación a tres niveles (global, dimensional y de faceta) a través de una escala tipo Likert en la que 1 hacía referencia a muy baja y 5 a muy alta, según la consideración que el participante tiene respecto a su trabajo.
En el caso del alumnado, se ha optado por un cuestionario (elaborado para el estudio) que evalúa la satisfacción de estos con la actividad docente. Se compone de 20 preguntas a las que se res- ponde a través de una escala tipo Likert de 1 a 5, en la que los niveles 1-2 se corresponden con una satisfacción muy baja y baja, 3 con satisfacción media y 4-5 con alta y muy alta.
Además de esto, también se recogió de cada uno de los docentes el sexo y los años que llevaban impartiendo la docencia. En el caso de los alumnos, solo se tuvo en cuenta a qué curso perte- necían.
Procedimiento
Previo a la recogida de información se habilitó una versión online de la escala (ESL-VP) entre los meses de enero y febrero de 2019. Además, se creó una base de datos en la cual se añadieron las respuestas aportadas de dicho cuestionario.
Para llevar a cabo la recogida de la información se estableció contacto con el director del centro educativo y se le facilitó una dirección web a través de la cual los profesores podían acceder al cuestionario.
Además, se les informó de que los datos recogidos aparecen como anónimos y se les invitó a todos aquellos que desearan participar. Este proceso de recogida se produjo durante los meses de marzo y abril.
Finalmente, una vez recogidos los datos se procedió al análisis de los mismos a lo largo de los meses de abril y principios de mayo.
Análisis de datos
Para el análisis, se ha optado por hacer una tabla descriptiva con el porcentaje de respuesta dada para cada pregunta en el cuestionario de Satisfacción Laboral de los Profesores (ESL-VP).
En el caso de los estudiantes, se han emparejado previamente las respuestas atendiendo a tres niveles bajo- muy bajo (1-2), medio (3) y alto-muy alto (4-5) para posteriormente proceder a ela- borar una tabla descriptiva.
RESULTADOS
Atendiendo a las respuestas obtenidas, se ha llevado a cabo un análisis global de las respuestas aportadas tanto por profesores como por alumnos.
Satisfacción docente
Lo primero que se tuvo en cuenta a la hora de llevará cabo los resultados, fueron las variables sexo y años de docencia.
Respecto a la muestra total de docentes participantes, como podemos apreciar en el gráfico 1, el 40% de estos eran hombres mientras que el 60% restantes eran mujeres.

En cuanto a la a los años de docencia, se puede apreciar en el gráfico 2, que la parte de la muestra más destacada eran los que llevaban ejerciendo 3 años (20% de la muestra) y aquellos que lle- vaban 10 (20% de la muestra).


En la dimensión 1, que hace referencia al diseño del trabajo, la mayoría de los facultativos han respondido que se encuentran en un nivel medio de acuerdo respecto a esta variable (41,2 %).
En la 2, condiciones de vida asociadas al trabajo, también se decretó el nivel medio como el más seleccionado por la mayoría del profesorado (34,3 %), seguida de un 23,8% de ellos que lo cate- gorizan como bajo.
Para la dimensión 3, realización personal, podemos encontrar que un 44,2 % de la muestra encontraba esta variable con un nivel alto de satisfacción.
En cuanto a la dimensión 4, promoción y superiores, el 45% de los participantes lo colocaban en un nivel medio de satisfacción. Y por último para la dimensión 4 que hace alusión al salario, se obtiene que un 43,3% de la muestra se encuentra en un nivel medio de acuerdo, seguido por un 30% que lo categoriza como bajo.
Satisfacción del alumnado
En total la muestra de estudiantes obtenida fue de 123, repartidos en distintos cursos. En el grá- fico 1 podemos observar los participantes por curso.
Se puede apreciar que la mayoría de estos se condensan en los cursos 1 y 9.


Como podemos observar en la tabla del grupo 1 los estudiantes están bastante satisfechos con aspectos que se evalúan en el cuestionario en relación con el profesorado. El aspecto que más se valora positivamente es que el profesor está disponible para atender dudas (10), con un 95% de respuestas con niveles 4 y 5 de satisfacción. El criterio que obtiene menos porcentaje de satisfacción es el fomento de la participación de los alumnos (6) con un 68,42% entre los niveles 4 y 5, y con un 31,58% en nivel 3 de satisfacción. Por tanto, podemos decir que el bienestar del alumnado de este grupo presenta un porcentaje alto.

En relación con la tabla anterior, vemos que en este caso los porcentajes están más repartidos. A nivel global los estudiantes presentan un nivel de satisfacción elevado, aunque en algunos aspec- tos presentan menor bienestar. Es el caso del criterio 4 relacionado con la bibliografía y otros materiales que se ofrece al alumnado que presenta un porcentaje de 55, 56% (niveles 4 y 5) y un 22,22% en niveles inferiores, (siendo el criterio que mayor porcentaje de insatisfacción tiene); y del criterio 22 relativo al grado de satisfacción global de la asignatura que presenta un 63,16% en niveles altos de satisfacción, 21,05% y 15,79 % en los niveles intermedio e inferior respectivamente.

En la tabla del grupo 3 se observa que el criterio que mejor valorado está por los estudiantes es la ayuda del profesor para el aprendizaje de sus alumnos (14) con un 100% de satisfacción. Por otro lado, el criterio que presenta una satisfacción media es el de la claridad en las explicaciones (2), en el que se valora con un 50% en nivel intermedio y con un 41,67% en niveles 4 y 5 de satisfacción y el que presenta un nivel de satisfacción mas repartido entre los alumnos es el criterio 5 referido al interés que despierta el profesor, con 41,67% (niveles 4 y 5) , 33,33% (nivel 3) y 25% (nivel 1y 2).

En los datos recogidos sobre el curso 4, se observa que el alumnado perteneciente a este curso está muy satisfecho con la labor docente, obteniendo 15 de los ítems el 100% de la valoración posi- tiva, siendo los menos valorados el fomento de la motivación a la asistencia y la consideración de las actividades propuestas como útiles para mejorar su aprendizaje, aunque también han sido valo- radas como muy satisfactorias, con un 91,67%.

En el curso 5, se observa que en general el alumnado está muy satisfecho con la labor de sus docentes, obteniendo en 9 de los ítems un 85,7%, mostrando una menor satisfacción en la cues- tión de fomentar la participación del alumno. En el límite, también encontramos el grado de satis- facción con la asignatura y el fomento de la motivación a la asistencia.

En la tabla del curso 6 observamos que, el alumnado en general no está muy satisfecho con la actividad docente. Muestran niveles bajos de satisfacción en cuestiones como el fomento de la motivación a la asistencia, la participación y el interés por la asignatura y la satisfacción general con la asignatura.
El ítem más valorado es el relacionado con las explicaciones claras del profesor, con un 90,91%.

Como podemos observar en la tabla del curso 7, la mayor parte de los alumnos están totalmente satisfechos con la actividad docente en todos los campos. Se podría considerar que aquellos en los que están menos satisfechos serían en la bibliografía y otros materiales (61,54%) y en el interés que despierta el profesor en los alumnos (46,15%). Respecto a el aspecto mejor valorado con un 100% es la disponibilidad que ofrece el profesor (10), seguido de las clases bien preparadas con un 92,31% (1). Por tanto, podemos decir que el bienestar del alumnado de este grupo presenta un porcentaje alto.

Atendiendo a lo recogido en la tabla 9, para el curso número 8, los alumnos muestran niveles más bajos de satisfacción en la mayoría de los campos con respecto a cursos anteriores. Los valores que tienen mayor porcentaje positivo son el uso adecuado de medios con un 100% y la dispo- nibilidad del profesor también con un 100%.
Por otro lado, las variables con menos porcentaje de satisfacción son:
-La claridad en las explicaciones (50%) -Explicación del sentido y el porqué de las cuestiones (50%) -Consigue despertar el interés por la asignatura (50) -Adecuados criterios de evaluación (50%) -Las actividades han servido para mejorar la preparación en general (50%)

Por último, para el curso 9 podemos afirmar que hay una clara satisfacción general con respecto a las variables, encontrándose en menor nivel el uso de biografía y otros materiales (39,13%), si el profesor despierta el interés por la asignatura (40, 91%), y si motiva a la asistencia (39,13%).
En cuanto a las variables más positivamente puntuadas, encontramos que el profesor se muestra correcto con el alumno con un 95,65%, la disponibilidad del profesor con 95,56% y el uso ade- cuado de los medios didácticos con un 90,91%.
CONCLUSIONES
A la luz de los resultados aportados por nuestra investigación, podemos afirmar que los docentes se encuentran en términos generales en un nivel de satisfacción medio con respecto a la docencia. Con la excepción de las relaciones personales en las que se sienten con un nivel de satisfacción alta.
Para el caso de los alumnos, los datos recogidos nos muestran que los alumnos presentan un alto nivel de satisfacción con sus docentes, sobre todo en variables como la disponibilidad del profesor para consultar las dudas, la buena preparación de las clases y el uso adecuado de los medios didácticos. No es este el caso de aquellas que hacen referencia a la bibliografía y otros materiales, la claridad en sus explicaciones, el despertar del interés del alumnado y la participación en clase.
Por tanto, podemos concluir que nuestra investigación ha logrado dar respuesta a las tres hipótesis que planteamos al inicio de la misma.
En cuanto a la hipótesis general que hacía referencia la existencia o no de relación directamente proporcional entre la satisfacción del profesorado y del alumnado, podemos afirmar que esta se cumple ya que mientras más satisfechos estén los docentes en su empleo más satisfechos estarán sus alumnos.
En cuanto a las específicas, podemos afirmar que no se cumple la hipótesis 1 (los docentes se encuentran muy satisfechos con su trabajo), podemos concluir que no se cumple la misma ya que los datos nos informan de que se encuentran, en general en un nivel medio de satisfacción. En el caso de la hipótesis 2 los alumnos están muy satisfechos con sus docentes, podemos afirmar que se cumple la misma ya que se han encontrado valores muy altos de satisfacción en la mayoría de los ítems estudiados, a excepción de los comentados anteriormente.
Para finalizar, destacamos entre los puntos débiles de la investigación la escasa muestra aportada y que no se ha ahondado en profundidad en los resultados, pero la consideramos como un buen punto de partida para futuras investigaciones.
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