Investigación arbitrada
Ontopercepción de la música y su relación con la motricidad fina
Ontoperception of music and its relationship with the fine motricity
Ontopercepción de la música y su relación con la motricidad fina
Educere, vol. 22, núm. 72, pp. 407-420, 2018
Universidad de los Andes
Recepción: 12 Noviembre 2017
Aprobación: 02 Abril 2018
Resumen: La investigación permitió indagar sobre la ontopercepción de la música y su vinculación con la motricidad fina en niños de educación inicial. Se orientó bajo el paradigma post positivista con el enfoque cualitativo, orientada hacia el modelo hermenéutico-dialéctico. Los informantes clave fueron una directora, una subdirectora y tres. Se utilizó la técnica de la entrevista semiestructurada, elaborando una guía de entrevista como instrumento. Se aplicó la triangulación. Entre los hallazgos encontrados se tiene que las docentes conocen variedad de actividades y técnicas para mediar el desarrollo de la motricidad fina, pero omiten la música como elemento para potenciar dicho desarrollo. Sólo la utilizan como medio recreativo y de entretenimiento sin fines pedagógicos, y en algunos casos para la expresión corporal.
Palabras clave: música, motricidad fina, educación Inicial.
Abstract: The research allowed us to investigate the ontoperception of music and its link with fine motor skills in children in early childhood education. It was oriented under the post-positivist paradigm with the qualitative approach, oriented towards the hermeneutic-dialectical model. fte key informants were one director, one assistant director and three. The technique of the semi-structured interview was used, elaborating an interview guide as an instrument. The triangulation was applied. Among the findings found that teachers know a variety of activities and techniques to mediate the development of fine motor skills, but omit music as an element to enhance this development. ftey only use it as a recreational and entertainment medium without pedagogical purposes, and in some cases for corporal expression.
Keywords: music, fine motor skills, initial education.

Introduccion
La presente investigación se orientó hacia un acercamiento hermenéutico que permitió develar la ontopercepción que tiene el docente de una institución de educación inicial acerca de la música y la motricidad fina, en virtud de que la música ejerce un impacto sobre la tonalidad del ser infantil, estimulando el desarrollo de movimientos, habilidades y destrezas de la motricidad fina en el niño para ejecutar con seguridad las funciones, tareas y acciones motoras que le exige el desenvolvimiento en su entorno. De allí surgen como propósitos Conocer lo inherente a la música y su vinculación con la motricidad fina y Develar e interpretar la ontopercepción que posee el personal directivo y docente de educación inicial acerca de la temática abordada.
Desde el punto de vista pedagógico resultó una herramienta oportuna el asumir la música para ubicarla en el contexto de la motricidad fina de los niños y niñas de educación inicial, resaltando el fortalecimiento del desarrollo de la motricidad fina por medio de la música desde la visión del profesorado.
En concordancia con lo antes planteado y los propósitos de esta investigación, la misma se enmarcó en la tendencia cualitativa, específicamente bajo la visión de la hermenéutica, el cual percibe de manera integral y total, tanto el conocimiento como al quien conoce.
Por consiguiente, se despliega el abordaje teórico y seguidamente los hallazgos expresados en las estructuras particulares y la general que surgieron de la categorización aplicada a la entrevista semiestructurada realizada a cada informante, la triangulación producto de los ejes heurísticos que emergieron, lo expresado por los informantes, el aporte de los teóricos y la contribución de las investigadoras, todo reflejado finalmente en la síntesis interpretativa. Posteriormente, se presentan las reflexiones.
Efectos de la música en los niños y niñas de educación inicial
Algunos tipos de música tienen un efecto muy calmante y sosegador, mientras que otros pueden alterar totalmente los nervios. Si un niño o niña se siente cansado y escucha cómodamente una música relajante como una obra clásica o relajante, el agotamiento se irá disipando puesto que la música lo absorbe. En cambio con el ritmo de una música pesada, todo el cuerpo es arrojado a un estado de alarma, esto se puede reflejar en ellos con un rendimiento más bajo en la escuela, hiperactividad e inquietud. En los adultos se puede reflejar en el trabajo, más errores, ineptitud general, menor capacidad para tomar decisiones, y un sentimiento de fastidio sin razón aparente, inclusive puede reducir hasta la fuerza física; esto está demostrado con estudios científicos. Según Benenzon (2004) “La música tiene como finalidad hacer un intercambio emocional entre el niño y la música, pues esta le permite exteriorizar de una manera diferente sus sentimientos más profundos” (p. 96). Dentro de los beneficios de la música se encuentran los siguientes:
De esta manera se busca con la música potenciar en los niños y niñas concientizar aquellos mecanismos de afrontamiento, que como la creatividad son fuente de fortalecimiento individual y comunitario e indispensable para su desarrollo integral.
Motricidad fina
El conocer el desarrollo humano permitirá mejorar la comprensión predicción y orientación del mismo. Al respecto, González (2001) define el desarrollo como “una serie ordenada de cambios progresivos dirigidos hacia la madurez” (p.15). Esto implica que la maduración está muy asociada al desarrollo y se refiere al hecho de que las habilidades funcionales del individuo emergen y progresivamente cambian hacia una realización total, no sólo de cambios fisiológicos sino que incorpora cambios funcionales; aquí interfieren factores hereditarios, ambientales y la experiencia.
Dentro de estas aéreas de desarrollo humano, Ponce y Burbano (2001) especifican el desarrollo motor consiste en el proceso continuo de cambios por los que atraviesan los individuos, facilita la realización de una función determinada en relación a habilidades que le permitan dominar las diferentes partes de su cuerpo de una forma progresiva. Es ahí donde se produce la combinación de la influencia, de la maduración y el medio. Las autoras defienden la idea que conforme los niños van desarrollando habilidades motrices el niño y la niña amplían oportunidades de explorar el mundo, lo que les llevará a estructurar sus aprendizajes. Los movimientos básicos adquiridos durante los primeros años de vida constituyen la base de cualquier habilidad posterior.
De igual forma, Molina de Costallat (2000) señala que “la motricidad es fundamentalmente la capacidad de generar movimientos entendiéndose por movimiento toda acción del desplazamiento desde un lugar o espacio a otro y los efectos que de ello resulte” (p.10). Esto implica la utilización de las capacidades psíquicas, además el niño puede integrar movimientos o expresiones motrices de acuerdo al nivel de desarrollo que ha alcanzado, por ello es necesario brindarle a cada uno atención individual, para facilitarle un crecimiento armónico, de acuerdo a sus posibilidades y propio ritmo de desarrollo.
La Música y su Vinculación con la Motricidad Fina
La música desarrolla el sentido del ritmo, lo que incide en la formación física y motora del niño, proporcionándole un mejor sentido del equilibrio, lateralidad y motricidad.
En tal sentido, la gran diferencia del aprendizaje de la música con otras disciplinas del conocimiento, está además, en la forma como se acerca a ese conocimiento. La música es parte de nuestra vida cotidiana y se encuentra presente en todas las actividades de la cultura del hombre: en el juego, en las rondas, en las expresiones religiosas, en las expresiones emocionales, etc., entonces, acercarse al maravilloso mundo de la música es acercarse de manera más profunda al género humano, de tal modo que la habilidad para percibir y criticar las interpretaciones musicales parece apoyarse en las estructuras del hemisferio derecho. En individuos con preparación musical, existen efectos crecientes al hemisferio izquierdo y decreciente al derecho.
A tal efecto, la motricidad hace énfasis en el dominio que adquiere el individuo de manera consciente de los desplazamientos de su cuerpo, de la coordinación motriz, del ajuste postural, del equilibrio, es decir de sus habilidades motoras. Los movimientos además de constituir una necesidad social para convivir, permiten y facilitan (a través de la educación) la adquisición de aprendizajes superiores. Por ende la actividad motriz es importante para el conocimiento al comienzo, luego cuando el conocimiento ya está establecido, éste será utilizado para nuevos logros, a medida que la actividad motriz se aumenta y perfecciona las habilidades mentales se van desarrollando.
Por consiguiente los 7 primeros años de vida marcan un período muy importante en el desarrollo del niño. El infante adquiere las habilidades motoras básicas que estarán establecidas para toda su vida diaria y pueden verse alimentadas por la práctica y aprendizaje musical: postura, equilibrio, coordinación motriz gruesa y fina, coordinación ocular, coordinación vocal, coordinación ojo-mano, coordinación visomotora, y coordinación oculopédica.
Es por ello que a través de la vivencia del pulso, acento y ritmo, se vivencia el elemento rítmico musical, caminando, palmeando con un tambor u otro instrumento. De esta forma el ritmo y la música ayudan muy directamente al desarrollo de logros psicomotrices: por esta razón la atención del niño se dirige al tema inducido por el ritmo o la canción y, por lo tanto, la realización de movimientos o percusiones corporales se facilitan en gran medida, la coordinación se activa y se desarrolla no sólo, por medio de la repetición, sino haciendo variar el tipo de ejercitación que se realizan, relacionada con el aprendizaje y la capacidad de transferir experiencias motrices anteriores a situaciones nuevas.
Aunque la coordinación fina no solamente se limita a un ojo-mano, sino también a ojo-pies (oculopédica), acciones que requieren puntería, lanzamiento, está relacionado con las cualidades psicomotrices del equilibrio, la capacidad de concentración, la capacidad de relajación y la velocidad.
De tal modo que existen muchas actividades en música que se realizan con movimientos y actividades que desarrollan la motricidad fina. El manejo de instrumentos musicales tanto percusivos (baquetas), como de las otras familias instrumentales (familias de flautas, instrumentos de arco, instrumentos pulsados, piano, etc.), permiten un alto desarrollo de la motricidad fina y de todas las actividades de coordinación.
Para Gesell (1985), la motricidad involucra el estudio de todos los movimientos, lo que supone adecuaciones del organismo total a las condiciones del entorno. Todas las formas de conducta motriz constituyen para el autor actividades postulares; es decir, que cualquier forma de locomoción o presión es en esencia una serie de sucesivas adecuaciones posturales. Además sostiene que los primeros años de la niñez constituyen un período de integración y estabilización de los modos básicos de la conducta motriz fundamentales para el desarrollo de las actividades más evolucionadas. Para un mejor estudio la motricidad ha sido dividida en dos clases: motricidad gruesa y motricidad fina. La motricidad gruesa son acciones de grandes grupos musculares y posturales, movimientos de todo el cuerpo o de grandes segmentos corporales.
Hallazgos de la investigación
La información que se presenta a continuación constituye la interpretación de los hallazgos profundos de este estudio, procesados mediante la técnica denominada entrevista, la cual fue aplicada a los informantes que conforman este proceso de investigación.
Estructuras











Síntesis Conceptual
La educación inicial constituye el primer eslabón de todo el Sistema Nacional de Educación en el país, en el cual se sientan las bases para el desarrollo de la personalidad de los niños/as y tiene como objetivo fundamental garantizar el pleno desarrollo del ser humano en el orden físico, intelectual, moral y estético.
En tal sentido la motricidad fina tiene una gran importancia en las primeras etapas de la vida del niño, y por tanto es necesaria su inclusión dentro de la etapa infantil. No obstante, se piensa que el trabajo psicomotriz que se lleva a cabo en la escuela es bastante escaso, lo que supone desaprovechar una de las formas más idóneas y enriquecedoras con las que se cuenta, para que los niños/as aprendan y se desarrollen adecuadamente sin olvidar ninguna de las áreas que conforman su globalidad.
Por lo tanto, el desarrollo de la motricidad en los infantes depende por una parte, del conjunto de experiencias perceptivas cognoscitivas y socio afectivas alcanzados por el desarrollo y madurez física de los músculos que intervienen. La motricidad refleja todos sus movimientos y determina el comportamiento motor, que se manifiesta por medio de las habilidades motrices básicas. Pero al hablar de motricidad se hace necesario abordar además la motricidad fina.
Es por ello que la motricidad fina, tiene relación con la habilidad motriz de los pequeños músculos de las manos y los dedos; que permite la movilidad de las manos centrada en tareas como el manejo de las cosas; orientada a la capacidad motora para la manipulación de los objetos, para la creación de nuevas figuras y formas, y el perfeccionamiento de la habilidad manual.
Por tal razón la motricidad fina es el tipo de motricidad que permite hacer movimientos pequeños y muy precisos. Se ubica en la Tercera Unidad funcional del cerebro, donde se interpretan emociones y sentimientos (unidad efectora por excelencia, siendo la unidad de programación, regulación y verificación de la actividad mental) localizada en el lóbulo frontal y en la región pre-central. Es compleja y exige la participación de mu- chas áreas corticales, hace referencia a la coordinación de las funciones neurológicas, esqueléticas y musculares utilizadas para producir movimientos precisos. El desarrollo del control de la motricidad fina es el proceso de refinamiento del control de la motricidad gruesa y se desarrolla a medida que el sistema neurológico madura.
La motricidad fina, implica precisión, eficacia, armonía y acción, lo que podemos llamar movimientos dotados de sentido útil, y es lo que hace la gran diferencia entre el hombre y los animales. También puede definirse como las acciones del ser humano en cuya realización se relaciona la intervención del ojo, la mano, los dedos en interacción con el medio, aunque no es exclusiva de la mano, donde además se incluyen los pies y los dedos, la cara con referencia a la lengua y los labios.
La motricidad refleja todos los movimientos del ser humano. Estos movimientos determinan el comportamiento motor de los niños de 0 a 6 años que se manifiesta por medio de habilidades motrices básicas. Por lo que, el docente de educación inicial desempeña un papel muy importante en el proceso de aprendizaje. Muchas veces el aprendizaje no llega igual a cada niño, cada individuo aprende de acuerdo a su propio ritmo, de allí, la necesidad de aplicar otras estrategias y recursos que faciliten una mejor comprensión de los contenidos planteados. Si el docente utiliza la música en el quehacer diario correlacionando con los objetivos propuestos del plan de estudio, estará facilitando la adquisición de nuevos aprendizajes y estimulando a la vez, el desarrollo de habilidades cognoscitivas y motrices.
En tal sentido, la música provee al igual que el recurso lúdico, innovadoras formas para explorar realidades acordes con los contenidos programáticos, permite desarrollar actividades con menos presión y disminuye considerablemente la ansiedad que comúnmente desarrollan los niños al sentirse bloqueados por el grado de complejidad que pueda presentar el desarrollo y comprensión de una actividad.
Cabe destacar que la música es utilizada como recurso activo para estimular, llamar la atención facilitar la participación, elevar el trabajo creativo, en fin motivar, permitiendo con ella salir del método tradicional de enseñanza e innovando con mecanismos que sean agradables y placenteros para los educandos. Por tal motivo, es considerable utilizar la música como recurso pedagógico en el proceso de aprendizaje de los niños y niñas de la educación inicial.
No obstante, se pudo evidenciar mediante los hallazgos encontrados en la presente investigación que los docentes poseen conocimientos acerca de las actividades que se pueden realizar para potenciar el desarrollo de la motricidad fina en los niños y niñas del nivel inicial, tales como: el rasgado, el abotonado, el trenzado, pespunteado, el recortado, modelado con plastilina, entre otras. Esto hace suponer que aplican estas actividades con la finalidad pedagógica de estimular este desarrollo, desde actividades simples como colorear sin control, hasta actividades más complejas que ameritan mayor precisión como son el recortado, el plegado pespunteado, dibujar sin salirse del contorno de una figura, incluso hasta escribir letras y palabras conocidas o copiadas.
Esto se corroboró con las respuestas emitidas por algunas docentes entrevistadas , al manifestar que incentivan a los niños y niñas a realizar actividades de prensión en pinza y manipulación, tales como: tomar el color, el creyón, pincel o lápiz correctamente, actividades grafico plásticas para favorecer el desarrollo de las habilidades con los dedos y manos, tales como: estrujado, rasgado, modelado, salpicado, y realización de creaciones experimentando con diversos materiales (hojas, flores papeles de colores, masa para modelar. También, las docentes consideran relevante aplicar estrategias interactivas para favorecer en los niños y niñas el dominio de la coordinación dedos-mano, al realizar actividades donde requiera precisión en la coordinación dedos mano.
De aquí, que la coordinación motriz fina juega un papel importante para ejecutar este tipo de actividades y especialmente para afianzar el proceso de escritura, pues, consiste en la capacidad para utilizar los pequeños músculos- como resultado del desarrollo de los mismos- para realizar movimientos muy específicos que requieren la participación de nuestras mano y dedos.
Por consiguiente, la mano es, en el cuerpo, el instrumento inigualable, privilegiado, que interviene siempre y cuyas posibilidades deben acrecentarse al máximo. Por ello, los músculos de la mano tiene, a nivel del cerebro, una representación cortical relativamente mucho más importante que los otros músculos del cuerpo. Pero, es lamentable que la mayoría de los educadores tienen poco conocimientos de estos aspectos del desarrollo del niño, por lo cual puede ser una de las razones que le restan importancia a la hora de planificar actividades de motricidad fina donde intervenga la música como estrategia pedagógica.
También los docentes coincidieron en opinar, que se puede utilizar la música instrumental para crear un ambiente más agradable y estimulante mientras realizan dichas actividades, lo cual ayuda al desarrollo cognitivo por la motivación a ejecutar las acciones de la rutina diaria. Por lo cual, consideran que es importante propiciar estrategias innovadoras para que los estudiantes de este nivel adquieran el aprendizaje de manera significativa. La música es un elemento favorable que se debe considerar para que el niño y la niña relajen su nivel corporal y participe con entusiasmo en todo lo que el docente le ofrezca.
Sin embargo, las docentes admiten que en la práctica solo aplican actividades de música o canciones para el fortalecer el desarrollo de la motricidad gruesa y que se les ha hecho difícil utilizarla para potenciar la motricidad fina. Esto evidencia, que desconocen el valor de la música para favorecer en el niño y la niña el aprendizaje en las diferentes áreas. Además, omiten los elementos y los diferentes tipos de música que se pueden emplear en el campo educativo, lo cual indica las limitaciones que poseen los educadores al momento de usar la música como herramienta didáctica.
Asimismo, la ejercitación puede realizar con las manos y dedos para fortalecer el desarrollo de habilidades y destrezas manuales.
Esto nos indica que los docentes presentan ciertas debilidades en la práctica de estrategias para desarrollar actividades de expresión musical, por lo cual requieren apoyo de nuevas herramientas que les permita mediar estos aprendizajes en los niños y niñas de educación inicial, no sólo como entretenimiento sino con una finalidad pedagógica.
De allí, que el docente debe estar más atento a la forma como el estudiante percibe el entorno, conoce y comprende las cosas a través de los estímulos cerebrales internos y externos que captan los sentidos y los convierten en acciones y movimientos. Así, los estímulos que reciben auditivamente, recibe la respuesta de la vibración y acción de todo su cuerpo, generando movimientos de los músculos y tendones, grandes y pequeños, que a su vez produce una cadena de reacciones para convertirlas en comportamientos y aprendizajes significativos y duraderos.
En tal sentido, la ausencia de aplicación de la música para fomentar el desarrollo de la motricidad fina se debe fundamentalmente al desconocimiento de la temática por parte de las docentes de educación inicial, que no lo han adquirido en los procesos de formación profesional ni en los de formación continua; o tal vez, si recibieron esta temática pero carecen de disposición para ponerla en práctica por priorizar solo actividades para potenciar el proceso cognoscitivo, sin que el niño y la niña hayan adquirido el necesario proceso de desarrollo motor.
Por consiguiente, la falta de aplicación de la música para favorecer la motricidad fina, en niños y niñas de educación inicial, determinará que existan docente que afirmen que el desarrollo motor en sus estudiantes no es el adecuado porque no manifiestan dominio manual, lateralidad no definida, no tienen control ni precisión en los movimientos finos, llegando en muchas ocasiones a pensar que es el niño y la niña que no pueden realizar las tareas a encomendadas, sin darse cuenta que eso es producto del desconocimiento de los procesos madurativos de los niños, que es parte de la psicomotricidad. Además, el poco estimulo en esta área, puede generar debilidades en los otros aspectos del desarrollo.
En líneas generales, es importante resaltar que el docente en su rol de mediador del aprendizaje debe propiciar con frecuencia actividades a través de la música en el aula, que favorezcan la sensibilidad auditiva y kinestésica, el desarrollo de la creatividad, el lenguaje, las habilidades sociales y las destrezas motrices. Pues, mediante la percepción, la información recopilada por todos los sentidos se procesa, y se forma la idea de un sólo objeto. Es posible sentir distintas cualidades de un mismo objeto, y mediante la percepción auditiva, el niño y la niña puede adquirir una comprensión de entorno y por ende facilitar su aprendizaje en cualquier a rea de conocimiento.
Reflexiones
La motricidad fina consiste en sistemas de movimientos coordinados en función de un resultado o intención y no como fruto del reflejo. Por ello, está vinculada al desarrollo de competencias en el ser humano que ameritan mayor precisión y exactitud en la coordinación de los músculos pequeños para la acciones, como es el caso de la escritura.
De este modo, la evolución de la especie humana la liberalización de las manos constituye un hito clave de su desarrollo. La mano adquirió a partir de ese momento un creciente refinamiento de sus posibilidades funcionales (oposición del pulgar, singularización de los dedos) lo que aumentó las posibilidades exploratorias y la capacidad discriminativa. Ahora bien, la evolución y mejora de la motricidad de la mano manifiesta un control más refinado y mejora la capacidad de procesar información visual para relacionarla con acciones precisas y eficaces.
En este sentido, la mano es el órgano del tacto activo, percibe al tocar más que al ser tocada. La información la capta principalmente a través de las posibilidades motrices de los dedos que seleccionan los datos de los objetos que los identifican por su forma, contorno o textura. La mano es, pues, fundamental para el desarrollo perceptivo, el desarrollo cognitivo y, desde luego para el desarrollo afectivo (la mano que acaricia). La mano es algo así como el intérprete en la relación con el mundo de los objetos.
Al hablar de desarrollo de habilidades motrices, el niño y la niña van a cimentar las bases para posteriores aprendizajes, potenciar las capacidades de movimiento es uno de los principales soportes para el conocimiento del mundo real y la construcción de la personalidad del sujeto. En la medida en que vayan automatizando los procesos motores, podrá ocuparse en el desarrollo de capacidades de otro tipo como, lenguaje, pensamiento, ya que se busca la adaptación, ésta supone aprendizajes, lenguaje y recursos de pensamiento para resolver situaciones, todo ello fundamentado en el cuerpo, el movimiento y el juego de los pequeños, para que llegue un momento en que puedan dejar de estar pendientes de ellos.
De este modo, el desarrollo de habilidades motoras básicas se logra al vivenciar con otros niños y niñas, lográndose la interacción social y creando valores de convivencia y respeto al prójimo, el apoyo o colaboración para que su compañero logre el objetivo, sentido de pertinencia. Es aquí donde el docente debe tener presente incluir las actividades de música para estimular el desarrollo de las habilidades motrices. No obstante, esto requiere de una planificación adecuada y acorde a las necesidades e intereses de los niños y niñas, también debe tener una actitud creativa hacia la sensibilidad de los pequeños, donde se establezca como prioridad el desarrollo integral del niño para promover el bienestar del mismo, orientándolo hacia la construcción de sus aprendizajes y el conocimiento de su parte biopsicosocial, sensorial y motriz con la finalidad de que pueda realizar las mejores interrelaciones con el ambiente y su semejantes.
En consecuencia, el educador debe crear el ambiente agradable mediante la música, que permita que el niño tenga un mejor desempeño en las actividades recreativas programadas. Su construcción y organización dependen del docente, según los intereses de los niños y niñas. La organización del espacio contempla también su equipamiento, de allí que el docente debe prever, seleccionar y ubicar los materiales, el mobiliario y los equipos, recomendados para el trabajo de acuerdo al grupo etàreo que le corresponda, a fin de obtener satis- facción, felicidad y bienestar, donde expresen espontáneamente sus sentimientos y emociones a través de la música.
En este contexto, la práctica pedagógica de educación inicial procura aprendizajes significativos para asegurar que los conocimientos adquiridos en los espacios educativos puedan ser utilizados en circunstancias de la vida cotidiana del niño y la niña. Para lograr este tipo de aprendizaje, la metodología que utilice el docente debe tomar en cuenta los intereses y potencialidades de los y las estudiantes, así como sus conocimientos previos. En este caso sobre estrategias de expresión musical que potencien la motricidad fina. Es por eso, que la psicomotricidad no debe estar aislada de las actividades mentales o cognitivas, porque ambos son experiencias claves para un buen desarrollo integral.
Finalmente, se puede decir que la educación del infante, debe ser funcional y productiva, las actividades recreativas deben basarse en situaciones creativas para estimular el desarrollo de las habilidades motoras en los niños y niñas del nivel Inicial mediante la música, que les ayude a despertar la sensibilidad de los sentidos y percibir el mundo en un ambiente más agradable, natural y espontaneo. Por ello, se debe tomar en cuenta ciertos aspectos de la presente investigación que contribuyan a la formación integral del ser humano; como por ejemplo la inclusión en la planificación del docente de estrategias basadas en la música para fortalecer la motricidad fina, que tenga continuidad en el tiempo, pues la música es un elemento esencial para los niños y niñas del nivel de educación inicial, es decir, que se convierta en herramienta diaria de trabajo.
Referencias
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Notas de autor