Investigaciones

El rol de la mujer: una perspectiva sociocultural en el fenómeno del fútbol

The role of women: a sociocultural perspective in the soccer phenomenon

O papel da mulher: uma perspectiva sociocultural sobre o fenómeno do futebol

Eliana Yulieth Ramírez Cardona
Universidad de Manizales, Colombia
Jaime Alberto Restrepo Soto
Universidad de Manizales, Colombia

El rol de la mujer: una perspectiva sociocultural en el fenómeno del fútbol

Ánfora, vol. 25, núm. 44, pp. 157-175, 2018

Universidad Autónoma de Manizales

Recepción: 03 Octubre 2016

Aprobación: 09 Octubre 2017

Resumen: Objetivos: caracterizar y comprender los roles de la mujer en el mundo del fútbol y el barrismo en relación con las concepciones sobre lo femenino y lo masculino. Metodología: se optó por un método cualitativo. Para ello, se aplicaron entrevistas que permitieron obtener información que se analizó a través de matrices. La unidad de análisis del estudio fue el mundo social del fútbol, la cual se dividió en las categorías Género: masculinidad y feminidades, cuerpos, subjetividades y movimientos, identidades y vinculaciones, estigmas, emblemas, territorialidades, ritmos, rituales, simbología. Tiempos: cronológico, social, emocional, movimientos emocionales, orden social: racionalidades. Al igual, dicha información se recopiló a través de entrevistas abiertas y se registró por medio de observación en un diario de campo, siendo estas las herramientas implementadas como instrumento. La población estuvo conformada por jóvenes barristas organizados en grupos focales. Resultados: se evidenció la inclusión femenina en el mundo del fútbol; existen mujeres barristas y futbolistas; mujeres que hacen parte de las prácticas de los hinchas del equipo; sin embargo, también se constató que en otros ámbitos de dicho mundo social futbolístico, la mujer sigue relegada a un segundo plano. Conclusiones: la mujer hincha es parte importante de la barra del equipo; no obstante, la práctica del fútbol, pese al esfuerzo de sectores de la sociedad, sigue siendo relevante sólo para hombres.

Palabras clave: Fútbol, Mujer y desarrollo, Estereotipos masculinos.

Abstract: Objectives: to describe and understand the roles of women in the world of soccer and its fan bases in relation to female and male conceptions. Methodology: a qualitative method, where interviews were used in order to collect data to be analyzed through matrices. The unit of analysis was the soccer`s social world. This unit was divided into the following categories Gender: male and female, bodies, subjectivities and movements, identities and consistency, stigmas, emblems, territorialities, rhythms, rituals, symbolism. Times: chronological, social, emotional, emotional movement, social order, rationalities. Equally, this data was collected through open interviews and recorded by observation in a field diary where these tools served as instruments. The population consisted of young groups of fans who were organized in focal groups. Results: the inclusion of women was evident in the soccer world. There are women soccer fans, women soccer players and women who take part in the fan experience; however, it was also established that in other areas of this social world of soccer, women are still pushed into the background. Conclusions: women are an important part of the fan base, nevertheless, the soccer custom, despite the efforts from some sectors of society, continues being relevant only for men.

Keywords: Soccer, Women and development, Male stereotypes.

Resumo: Objetivos: caracterizar e compreender os papeis da mulher no mundo do futebol e das torcidas em relação às concepções sobre o feminino e o masculino. Metodologia: foi escolhido um método qualitativo. Para fazer isso, aplicaram-se entrevistas que permitiram obter informação a qual foi analisada através de matrizes. A unidade de análise do estudo foi o mundo social do futebol, que foi dividida em categorias, Gênero: masculinidade e feminilidades, corpos, subjetividades e movimentos, identidades e vínculos, estigmas, emblemas, territorialidades, ritmos, rituais, símbolos. Tempos: cronológico, social, emocional, movimentos emocionais, a ordem social: racionalidades. Do mesmo modo, tais informações foram coletadas através de entrevistas abertas e registradas por meio de observação de um diário de campo, sendo estas as ferramentas implementadas como instrumento. A população foi composta por jovens de torcidas de futebol organizados em grupos de foco. Resultados: a inclusão das mulheres no mundo do futebol era evidente; existem mulheres torcedoras e jogadoras de futebol; mulheres que fazem parte das práticas das torcidas da equipe; No entanto, também foi encontrado em outras áreas do mundo social do futebol, que as mulheres são ainda relegadas para um segundo plano. Conclusões: a mulher torcedora é uma parte importante das torcidas organizadas das equipes; No entanto, a prática de futebol, apesar dos esforços dos setores da sociedade, ainda é relevante só para os homens.

Palavras-chave: Futebol, Mulher e desenvolvimento, Estereótipos masculinos.

Introducción

El presente artículo es producto de un estudio sobre una temática prácticamente inexplorada: “El rol de la mujer: una perspectiva sociocultural en el fenómeno del fútbol”. El trabajo caracteriza, en primer lugar, el fútbol y, posteriormente, los roles desempeñados por la mujer en este deporte. Esto, con el fin de determinar y comprender las facetas en las que se desenvuelven las mujeres que hacen parte del mundo social del fútbol, en el caso específico de la barra brava Holocausto Norte del Once Caldas de Manizales, Colombia.

El fútbol es una actividad deportiva que integra, cohesiona y transforma; no hay otro deporte que sea más popular en el mundo y que encienda pasiones en individuos y en los colectivos que se conforman en su ámbito. Cada partido de fútbol puede traer lo inesperado, a pesar de las estrategias preparadas para el grupo y cada jugador, lo que aviva pasiones dentro y fuera del terreno de juego Medina (2009), por ejemplo, dice que

El fútbol puede dar lugar a lo imprevisible, al suspenso, a lo sorpresivo y lo sensacional, al azar, y esto lo llena de entusiasmo y emoción. La acción en la cancha es viva, no se juega con un libreto preciso, los movimientos de los jugadores no obedecen a un plan exacto varias veces ensayado, ni el resultado no se puede predecir con seguridad. En la cancha el jugador es libre en su desempeño y puede lucirse individualmente en el juego. Cada partido es único: sobre la cancha se crean situaciones imposibles de repetir que parecen impuestas por el destino, esto lo hace apasionante, le confiere su sentido estético y su plasticidad. (p.3)

En consecuencia, el fútbol capta el interés de la sociedad y sobresale por encima de otras prácticas deportivas; como afirma Panzeri (2011) “El deporte y el fútbol en particular, absorben la atención pasajera o permanente de un porcentaje considerable de población mundial como difícilmente alguna de las otras atracciones humanas alcance a hacerlo en forma separada” (p. 43).

Este deporte es una manifestación característica de nuestra civilización. Es uno de los fenómenos que forma parte de la cotidianidad del ciudadano de este tiempo, independientemente de los gustos; ello, se constata constantemente en la radio, en la televisión, en los periódicos o en las conversaciones corrientes, tal como dice Riera (1985) “el deporte se ha convertido en un rico y apasionante aspecto de nuestra sociedad, digno de ser estudiado desde perspectivas educativas, económicas, sociológicas, políticas, biológicas y psicológicas” (p. 22).

Todos los seres humanos pertenecen a una cultura determinada, y en el caso particular (Latinoamérica), puede decirse que la mayoría de los miembros pertenecientes a esta sociedad se ven afectados e influenciados por dicho fenómeno; es decir, el fútbol afecta tanto el entorno general como el contexto particular. En este artículo se destacará a la mujer, quien tiene en este ámbito unas características especiales (aunque este entorno sea propio del hombre); la intención es resaltar el rol de la mujer, cuyo género siempre se ha relacionado con la delicadeza, la ternura, la protección y la maternidad. Características alejadas de lo masculino. Según Arcila, Cardona y Giraldo (2012):

Los estereotipos y patrones establecidos marcan limitantes respecto a las mujeres desde la infancia; estos tratos diferenciados ejercidos por los diferentes actores de la sociedad (padres, docentes, entrenadores, educadores físicos, entre otros), hacen que se vayan cultivando las identidades tanto en las niñas, como también en los niños (p. 2).

Por ende, la identidad femenina se construye desde la infancia a partir del imaginario social de la pasividad y la vulnerabilidad, contrario al hombre que va construyendo un rol activo; esto es, desde el trato diferenciado, la mujer construye su personalidad basada en la fragilidad.

En cuanto al fútbol, la situación no es muy distinta, en la mayoría de barras bravas los roles activos son protagonizados por hombres.

La mayoría de sus integrantes son estudiantes o jóvenes con bajos ingresos económicos y pocas oportunidades laborales o de inclusión social, con altos niveles de impulsividad y agresividad, y que en su necesidad de buscar una identidad y reconocimiento social y dentro del grupo, terminan involucrándose en actos de violencia para crear zonas de dominio y control social (p. 87).

Es un mundo muy agresivo y violento, pero no lejano, ya que como menciona Vygotsky (citado por Carrera y Mazzarella, 2001): “un comportamiento sólo puede ser entendido si se estudian sus fases, su cambio, es decir; su historia” (p. 42). O sea que lo que se estudia es la interacción del individuo con su entorno para comprender los procesos sociales, históricos y políticos que lo están formando.

Es decir, el sujeto aprende dependiendo del contexto donde se desarrolla, y es por medio del lenguaje y los símbolos que se genera un aprendizaje. Esto se puede observar en una barra de fútbol donde hay similitudes en el lenguaje, los símbolos, la corporalidad, los cánticos y los “trapos” que conforman una identidad social, aunque, se habla del individuo en términos de subjetividad porque cada sujeto tiene un pasado, una historia particular que lo hace ser diferente a todo el conglomerado que lo rodea y desde esta subjetividad da entender sus pensamientos, sus sueños y sus expectativas. También cuando se habla de subjetividad se menciona lo que afirma González (2008) “El sentido subjetivo expresa las producciones simbólicas y emocionales, configuradas en las dimensiones histórica y social de las actividades humanas” (p.9).

Esta subjetividad se manifiesta también en las mujeres que pertenecen a este mundo social, aquí se busca evidenciar los roles que la caracterizan. Para su comprensión, los roles fueron divididos en futbolistas, barristas, periodistas etc.; y desde el exterior: madre, hija, esposa, etc.

Desde que se tiene registro (como puede verse en la Odisea y en la Biblia) a la mujer se la ha designado un rol doméstico sustentado en actividades principales: ser madre y ama de casa. En Colombia, pese a que se considera un país machista, el rol doméstico se ha transformado y después de que a la mujer se le otorgó en 1954 el derecho al voto, comenzó a desenvolverse y a hacer parte activa de la sociedad, desempeñando trabajos que hasta el momento eran designados para el hombre, aunque todavía hay una brecha muy amplia entre hombres y mujeres, como se constata con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) (s. f):

En cuanto a los indicadores relacionados con el género, la participación política de las mujeres ha aumentado del 6% al 11% en los cargos de elección popular, y del 7% al 21% en las elecciones del Congreso en los últimos 20 años. Sin embargo, es uno de los países de América Latina con la menor representación de las mujeres en la política. En 2015 son tan sólo el 14% de concejalas, el 17% de diputadas, el 10% de alcaldesas y el 9% de gobernadoras. Cifras aún muy por debajo de la paridad que haría justicia a la proporción de mujeres dentro de la sociedad. En relación a los derechos económicos, el acceso de las mujeres al empleo formal y su participación en el Mercado laboral, si bien ha ido creciendo, es aún limitada (párr.5)

Y como también mencionan Arcila, Cardona y Giraldo (2012):

La sociedad colombiana ha estado influenciada por el “patriarcado” donde el hombre toma un rol dominante y se establecen claramente las actividades propias de cada género. Esta influencia sociocultural durante años ha truncado las posibilidades de desarrollo de la mujer, y aunque en las últimas décadas ella ha alcanzado a incursionar en el campo político, económico, educativo y religioso, no está en igualdad de condiciones que el hombre, porque socialmente se le sigue considerando inferior (p. 5)

A continuación el grupo de roles que fueron asignados en la investigación.

Roles que cumplen las mujeres en el mundo social del fútbol

La condición de la mujer en Latinoamérica y el Caribe ha experimentado una transformación considerable en las últimas décadas. El reconocimiento de sus derechos ciudadanos gracias al voto, la mayor aceptación social de su incorporación en el mundo político y el mercado laboral y la disminución de fecundidad, entre otros factores, han transformado el rol de la mujer (Ramírez, 1995); por lo tanto, debido a la inclusión en ámbitos que antiguamente eran netamente masculinos, no es extraño que para el tema que compete esta investigación, la mujer haga parte del mundo social del fútbol. Según Vélez (2011):

El fútbol es un juego considerado a lo largo del tiempo hegemónicamente masculino, por ello la participación de la mujer en este deporte hasta hace algunos años era limitada; la autora plantea en el libro la exclusión de la mujer y la reafirmación cultural del hombre como principal protagonista en este juego que le permite agenciar su identidad masculina (p. 2).

Ya mucho se ha hablado de la poca participación de la mujer en este deporte, pero hoy esto ha cambiado; actualmente hay equipos femeninos de fútbol y las mujeres hacen parte de las “barras bravas”. Sin embargo, Conde y Rodríguez (2002) mencionan que:

Privadas de la pasión por el fútbol, según el discurso masculino, y sin cambiar las reglas, a las mujeres les restaría tomar distancia y analizarlo. Y aunque puedan participar y hasta disfrutar de este deporte, difícilmente serían percibidas y se percibirían ellas mismas como alcanzando los estados emocionales que revisten las prácticas de los varones: “el amor”, “el alma”, “la camiseta”. Los hinchas aceptan la presencia de la mujer, pero consideran que ellas nunca podrán sentir “como los hombres” la “pasión” por el fútbol (p.100).

Por lo tanto, hay rechazo y la subestimación de la mujer de parte de los hinchas; trato que, como se constata en la realidad, se asemeja al recibido en los otros ámbitos en los que la mujer se desenvuelve.

Madre (del futbolista y del barrista)

La mujer ha librado una dura batalla para entrar al mundo laboral y ganar el espacio que tenían negado; ello ha incrementado el trabajo y su responsabilidad, ya que con esto no se deja de lado uno de sus papeles más importantes que tiene: el rol de madre. Aunque se tenga una jornada laboral, la mujer siempre está pendiente de satisfacer las necesidades de sus hijos y de toda la familia: alimentación, vestido, educación, y salud física y emocional. Características de lo maternal, que Jung define del siguiente modo:

La mágica autoridad de lo femenino, la sabiduría y la altura espiritual más allá del intelecto; lo bondadoso, protector, sustentador, lo que da crecimiento, fertilidad y alimento; el lugar de la transformación mágica, del renacer; el instinto o impulso que ayuda (Jung, 2002, p. 79).

La madre del barrista es quien sufre si su hijo se va de viaje para acompañar a su equipo, quien le ayuda para costear el valor de la boleta del partido; es la madre la que cuando hay un partido que genera gran tensión se pone a rezar para que a su hijo no le pase nada; la que a veces no entiende porque su hijo está en un grupo que se hace llamar “barra brava”[1], pero aun así lo apoya.

Pese a la importancia de la madre, hay otra figura femenina muy cercana al barrista: su compañera de vida:

Esposa, novia, compañera o amiga (del futbolista y del barrista)

Para cualquier ser humano estar acompañado por alguien que lo acepte tal como es (con sus costumbres y sus creencias), sentir el apoyo emocional es importante para el desarrollo personal y cuando se habla de futbolistas, aún más. Esto, porque actualmente el estadio y el fútbol se convirtieron en un escenario que hace las veces de pasarela y sirve para para mostrar y exhibir a las mujeres.

En Europa, por ejemplo, se le llama wags a las novias/esposas de los futbolistas. Se caracterizan por aprovechar la fama de sus parejas y también se convierten en famosas (unas haciendo carrera aparte y otras, por el solo hecho de tener una relación sentimental con el futbolista). López (2009) dice que “en el caso de las mujeres como aficionadas y esposas/novias/amigas de los aficionados, se utilizan como adorno del fútbol o la ven como la ignorancia plena, aparte de objeto sexual” (p. 3). Conde y Rodríguez afirman (2002) “Los cuerpos de las mujeres se convierten en sujetos de alguna forma de panóptico de una mirada masculina que, aunque parece incluirlas, reproduce el orden social de género” (p. 103).

Así mismo, argumenta Carias (2014) que “Este es el tipo de mujeres que la industria del fútbol, impregnada por el racismo, clasismo y sexismo de nuestra época, promueve y fructifica; mujeres que sobresalen por su belleza y no por su inteligencia” (p. 2). Y aunque puede darse el caso opuesto (el caso de Victoria Beckham –que hace parte de las de las Spice Girls– y David Beckham, por ejemplo, donde ambos tenían una brillante carrera antes conocerse). La mayoría de futbolistas se fijan sólo en el prototipo de belleza; igualmente, parte de las mujeres que acompañan a los futbolistas desempeñan el rol de wag (se aprovechan de la fama y del dinero del futbolista).

En cuanto a las mujeres barristas, el prototipo y las razones para conformar una pareja son distintas: la belleza no es tan importante, en su lugar, las mujeres pertenecen a las barras por gusto al equipo y están motivadas por un afán de pertenencia e identidad. “Las mujeres colocadas en el escenario son ahora hinchas anónimas que portan atributos: gorros, banderas, remeras de los seleccionados, caras pintadas y son capaces de exaltarse, gritar, saltar e incluso llorar por el seleccionado” (Conde y Rodríguez, 2002, p.101). Su estilo y costumbres empiezan ser muy masculinas, al igual que su forma de hablar y sus actitudes.

No obstante, no tienen el protagonismo de los miembros masculinos (no lideran barras y no toman decisiones), sólo son usadas, como medios, por los hombres en beneficio de la barra, es decir, los barristas hombres aprovechan a sus compañeras para ingresar armas cortopunzantes, droga y otros utensilios, que le servirán al barrista en el estadio; tal como dice Clavijo (2010) “Las requisas que se le hacen a las mujeres son menos intensas y rigurosas, lo que hacen que ellas aprovechen esta situación para esconder elementos prohibidos e ingresarlos al estadio” (p. 56).

En síntesis, pese a que los motivos son diferentes, ambos tipos de mujer son considerados objetos, sea por su belleza o por el beneficio común que le presta a la barra; en el mundo social del futbol es la mujer quien debe ceder ante el hombre.

Mujer Periodista

La mujer que quiera hacer parte del fútbol, en el caso del periodismo deportivo, además de periodista debe ser bella “esto es debido a que el fútbol está concebido para el disfrute del hombre. De ahí que resulte necesario cosificar el cuerpo de las mujeres y convertirlo en un objeto que se compra y se vende junto con él fútbol” (Carias, 2014, p.3). Lo anterior, puede constatarse en los canales deportivos donde las mujeres que salen en cámara, cumplen con los estereotipos implementados por la sociedad. Así como dice Mosse (citado por Conde y Rodríguez, 2002):

La producción de un ideal nacional es el reverso de la construcción de un estereotipo masculino, los modos en que se articulan estas representaciones femeninas (en especial la línea significante: juventud, belleza, sensualidad) permiten desplegar ciertos atributos femeninos que complementan ese estereotipo sin ponerlo en cuestión (p. 103).

Mujer futbolista

Aunque el origen del fútbol puede remontarse hasta el siglo II a.C., fue en 1863 con la consolidación de The Football Association en Inglaterra, que se originó tal como se conoce en la actualidad; sin embargo, fue hasta 1894, tres décadas después, que las mujeres hicieron su aparición en este deporte, gracias a Nettie Honeyball, una activista de los derechos de la mujer, quien fundó el primer club deportivo llamado British Ladies Football Club; lo creó para demostrar que la mujer podía emanciparse y hacer parte de la sociedad que la excluye.

La incorporación femenina al deporte en general y al fútbol en particular ha sufrido las mismas dificultades que el reconocimiento de la mujer en la sociedad y la implantación del deporte femenino internacional. Y ha debido superar diversos aspectos culturales, educativos, médicos, periodísticos… (Castañón, 2004, p. 5).

En Manizales, se han realizado estudios acerca del estigma de discriminación cultural de las mujeres que practican fútbol en esta ciudad; se expone cómo la cultura machista ha condicionado la práctica y masificación del fútbol femenino, que en este marco de referencia, se percibe que las reivindicaciones sociales feministas se originan en los estratos más bajos de nuestra sociedad, son ellas, las que ponen en acción las teorías esgrimidas por las intelectuales de la feminidad (Murcia y Jaramillo,2011).

Cardona (2005) aborda el fútbol femenino a nivel departamental (Antioquia) y el compromiso que tiene el educador físico, entrenadores y la sociedad, en la promoción, apoyo y difusión del fútbol femenino desde la edad escolar, llamando la atención sobre los beneficios que trae el deporte para las niñas y mujeres, con el fin de quitar el estigma social que prevalece y en un futuro poder aumentar el nivel de competitividad de esta práctica e igualarla con las ligas de otros países.

De acuerdo con datos de la FIFA, del 2000 al 2006, el incremento de la participación de las mujeres en estructuras organizadas se dio en 54%. En el caso de los jóvenes, aumentó el 54.7% en hombres y 69.6% en mujeres. El fútbol de aficionados creció en 16% en hombres y 138% en mujeres. Los torneos femeninos también se han incrementado: 135 selecciones femeninas absolutas figuran en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola y en el próximo mundial que se llevará a cabo en Canadá, participarán 24 selecciones (López, 200, p. 2)

En síntesis, la mujer ha tenido que trabajar para hacer valer sus derechos. Una de esas luchas ha estado relacionada con la opinión, la participación y la manera de contarle al mundo su forma de pensar, sentir y actuar. Así como sucedió con el derecho al voto y al trabajo, hubo otras actividades tradicionalmente machistas, como el fútbol y el periodismo deportivo, en las que el género femenino empezó a abrirse campo y que de seguirse apoyando, es probable que un futuro sean muchas las mujeres que sobresalgan.

Metodología

El proyecto Fútbol y ciudad del cual se desprende este artículo se ubica en un tipo de investigación mixta: cualitativa y cuantitativa (sobre abuso de sustancias y motivaciones para la agresión, cuyos resultados están siendo procesados), para el caso de este escrito, se presentan datos de origen cualitativo. En su dimensión cualitativa el proyecto pretende alcanzar los niveles descriptivo y comprensivo, su diseño es de tipo etnográfico, lo que significa que se enfoca en un tipo de población.

En el proceso metodológico se utilizaron las técnicas de grupo focal y entrevista abierta, con guías como instrumentos; simultáneamente la información se registró en diarios de campo. Los insumos recogidos por medio de estos instrumentos fueron usados para comparar y analizar a la luz de los roles que desempeña la mujer en el fútbol.

La unidad de análisis fue el mundo social del fútbol, la cual se dividió en las siguientes categorías:

· Género: masculinidad y feminidades, cuerpos, subjetividades y movimientos, identidades y vinculaciones, estigmas, emblemas, territorialidades, ritmos, rituales, simbología.

· Tiempos: cronológico, social, emocional, movimientos emocionales, orden social: racionalidades.

La unidad de información estuvo constituida por los siguientes actores: funcionarios de la alcaldía, empresarios, periodistas, futbolistas, parejas-hijas, madres, vecinos, policía, hinchas y barristas.

La técnica que se utilizó para el análisis de la información fue la reconstrucción de matrices por agregados, iterativa y de hallazgos. La matriz de agregados consiste en agrupar los testimonios comunes sobre una misma temática; la matriz iterativa busca agrupar los testimonios divergentes sobre el mundo social del fútbol y la matriz de hallazgos se construye con los testimonios no agrupados en las matrices anteriores y con las categorías generales de las primeras matrices, para con esta información plantear los enunciados que condujeron a los hallazgos de la investigación.

Resultados

Se encontró, respecto al mundo social del fútbol, que los entrevistados (barrista, periodista, director técnico miembros, jugador y preparador física) coinciden en la definición de los barristas, sus rituales, sus apegos, las prácticas y la gran importancia que tiene el equipo de fútbol (en este caso el Once Caldas) para sus vidas; de hecho, se constató una rebeldía de los barristas contra los valores tradicionales y la carencia de tolerancia y respeto por el otro. Tal como llama la atención la periodista entrevistada:

Si no hay formación y oportunidad para todos los jóvenes, no sé dónde vamos a parar, olas muertes por barras y agresiones es un tema social que tienen que saber manejar el gobierno con unas leyes fuertes como acabaron ese problema en Europa, se debe de establecer una ley estricta de menores, aquí no hay leyes, no hay respeto a las autoridades y eso se evidencia desde la familia donde los hijos ya no respetan a sus padres (Psicóloga, entrevista personal)

Y también se evidenció, la enajenación de los miembros barristas en sus palabras: “El hincha es pasional, poco racional, tiene picos de alegría y de tristeza”, “la identidad, el trapo es todo, todos aquí tienen que dar la vida por él. Porque si muere el trapo, muere todo paila”.

Lo segundo, se evidencia claramente en la inclusión femenina en el mundo del fútbol, ya que en la actualidad existen mujeres barristas y futbolistas que hacen parte de las prácticas tanto del deporte, el periodismo o la hinchada. A pesar de estos logros, también se constata que la mujer sigue siendo sometida a los estereotipos tradicionales, y por supuesto, el juego de la pelota y la comunicación no son la excepción; la mujer es relegada a un segundo plano.

Y aunque la fémina fanática es parte importante de la barra y del equipo, no obstante, en la práctica deportiva y profesional no se le ha dado la validez e importancia requerida, pese al esfuerzo y al empuje de ciertos sectores de la sociedad. En definitiva, se requiere un cambio de mentalidad por hombres, políticos y familia, etc.

También se evidenció en las mujeres barristas la rebeldía y el afán de romper esquemas establecidos, sobre todo aquellos impuestos por su familia; se notó una pretensión de identidad y de pertenencia real a la barra del equipo. Esto muestra la forma de pensar de la mujer barrista; sin embargo, hay un sentimiento constante de angustia y preocupación en las demás mujeres (madres, esposas, etc.) que están vinculadas a este ambiente, puesto que comúnmente el caos y al consumo de sustancias expone al peligro; aunque según una de las mujeres barristas entrevistadas, actualmente dichas dinámicas han cambiado:

Uno va a alentar, uno va es a aprender, todos los que estamos acá somos barristas 100%, uno con las drogas no se da cuenta de nada, vivir el fútbol mal vivido, acá se cambia la forma de vivir el fútbol, tomando conciencia, acá entendemos la vuelta de otra forma, tenemos que asentar cabeza, si vamos a seguir drogándonos no vamos a llegar a ningún lado, es una madurez diferente, ahora se vive la fiesta el carnaval pero como es: alentando, a ver y dar un espectáculo bonito, nosotros somos fanáticos al fútbol, que la buena gente vea el espectáculo, que los que vayan al estadio no tengan miedo, que pueda ir el hijo, el nieto que digan que eso es una barra organizada, que no haya riesgo de que lo vayan a robar, a nosotros nos gusta el carnaval, cantar, alentar, tirar papeles. Ahora podemos llevar a nuestras mamas, porque antes los jóvenes mantenían fumando, ya acá no se ven peleas, ni olores extraños... (Mujer barrista, entrevista personal).

Ahora bien, los estereotipos y patrones establecidos marcan limitantes respecto a las mujeres; la estética del futbol y de las barras se opone a la esencia femenina y es por el contrario, masculino, brusco, violento. Para acceder al mundo cultural del fútbol como lo es una barra brava, altera por conveniencia o gusto su imagen y se adapta a la moda impuesta o por ejemplo, si practica el deporte, al contacto de fuerza, decisión y competitividad.

Lo anterior, ha permitido a la mujer asumir actividades más activas y masculinas; actualmente es pro-activa, fuerte, capacitada e independiente. Como consecuencia, se rompe la dicotomía entre lo salvaje y lo doméstico, es decir, lo doméstico abandona su lado femenino, se ingresa a la vida pública, y lo hogareño es susceptible de ser masculino. En otras palabras, la mujer se ha venido empoderando lentamente.

Sin embargo, todavía existe una brecha muy amplia entre hombres y mujeres, como se constata con la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los indicadores destacan que Colombia es de los países en América Latina con la menor representación de las mujeres en la política. En 2015 son tan sólo el 14% de concejalas, el 17% de diputadas, el 10% de alcaldesas y el 9% de gobernadoras. Cifras que confirman la discriminación que sufren las mujeres y la poca paridad que hay entre géneros.

La igualdad a su vez entra en juego. Desde la equidad, la identidad crea el equilibrio. Y en lo concerniente al mundo de las barras, la identificación compite con el ánimo de igualarse, de imponerse bajo la máscara de rudeza, de masculinidad y de pertenencia. Dicho de otra forma, se persiguen otros derechos femeninos

En relación con los derechos económicos, el acceso de las mujeres al empleo formal y su participación en el mercado laboral, si bien ha ido creciendo, es aún limitada. Todavía persiste la tendencia al patriarcado, a los imaginarios impuestos por el hombre, donde ha sido él quien ha tomado la batuta dominante, relegando a la mujer a lo secundario.

Esta tendencia ha impedido el desarrollo completo de la mujer, y aunque en las últimas décadas se ha venido incursionado en el campo político, económico, educativo, religioso, deportivo, artístico y cultural, la ilación parece lejana con el hombre; es más, la lucha por sus derechos le ha traído más trabajo: por incursionar en la vida pública y laboral, y por dejar de lado su vida doméstica, tiene muchas veces más cargas de ocupación que los hombres.

A modo de ejemplo, mucho se ha hablado de la poca participación de la mujer en varios sectores de la sociedad, el deporte y las barras, y aunque esto ha venido cambiando y se han creado más equipos de fútbol de mujeres, el fútbol aún sigue siendo un juego considerado masculino, aunque este deporte ha venido evolucionando y abriéndole paso a la participación.

Tanto es así que hoy en el futbol profesional es común escuchar que las parejas de los futbolistas están en divina forma física, son lindas y con excelente registro fotográfico, ayudando a manejar la publicidad del futbol. Es decir, en el mundo social del balompié se tiene a la mujer cosificada, se le trata como adorno, trofeo y objeto sexual; son consideradas mercancías y prototipos de belleza.

Y en el caso de las mujeres en las barras, se las trata como a uno más, sometiéndolas a la violencia, la droga, el peligro. Así mismo, algunas mujeres cambian el estilo y sus costumbres, empiezan a ser varoniles, alteran su forma de hablar y sus actitudes. Por supuesto, no tienen el protagonismo que tienen los hombres; son consideradas solo medios tanto para ingresar armas corto punzantes, droga y otros utensilios al estadio, o, como para apaciguar la violencia. Igual ocurre con las periodistas deportivas de futbol, deben ser bellas y representar, de alguna forma, los estándares masculinos en goce del hombre.

Por último, las jugadoras de futbol aunque han venido incursionando, todavía les es difícil dedicarse a ello profesionalmente; no se les otorga la seriedad y compromiso que merecen. Esto sugiere que es necesario hacer un homenaje a Nettie Honeyball, quien fundó el primer club deportivo llamado British Ladies Football Club, creado con la misión de demostrar que la mujer podía hacerse independiente y hacer parte de la comunidad que la excluye.

Así pues, el estudio evidenció que los barristas hombres llevan a sus esposas, novias, amigas o compañeras a un partido para demostrar el poder que ellos pueden tener sobre ellas, también ellas se convierten en agentes protectores y aisladores de conflicto entre los barristas. García y López (2000), por ejemplo, llaman la atención sobre esto:

Esta presencia femenina incipiente merece especial atención, ya que son muchos los autores que señalan que la mayor presencia femenina en el seno de estos grupos aminora el riesgo de violencia. No queriendo decir que quede excluida de ser víctima de una agresión, si no que adquieren el papel de agente apaciguador y de control. (p.38)

Conclusiones

La mujer tiene un papel preponderante en el entorno social del fútbol. En el caso de la Barra brava, Holocausto Norte del equipo Once Caldas la mujer es la encargada de instaurar y mantener el orden tanto para que el dinero alcance como para que el ambiente de la barra sea adecuado, además de hacer parte de las diversas actividades que se llevan a cabo allí. Como afirma uno de los barristas entrevistados: “Ellas son más organizadas, también hay algunas que tocan instrumentos, y hay dos parches de mujeres, las futboleras y fortineras” (Barrista hombre, entrevista personal). Fenómeno que no es habitual en otras barras.

Sin embargo, en los otros ámbitos que conciernen a este mundo social (directivos, deportistas, periodistas, etc.) las mujeres siguen en un segundo plano; tal como constata Vélez (2011):

En pequeño número se cuentan las mujeres que han sido jugadoras, entrenadoras, árbitras, juezas de línea, reporteras de noticias de fútbol, etc., y sus papeles, a menudo, son minimizados o presentados bajo un ambiguo juego de palabras con el cual se ratifica la hegemonía masculina en el fútbol (p. 28).

Todo esto se debe a que socialmente se vincula al fútbol con la hombría, acarreando inconvenientes sociales, pues restringe las posibilidades de juego para las mujeres. La cultura patriarcal dominante en el país que durante décadas ha acentuado la discriminación de género, incluso en el deporte, pues de acuerdo con el imaginario que se tiene frente a lo que es femenino y masculino, la mujer no debe participar en deportes de choque, fuerza y rudeza, y la mujer que practique este tipo de actividades deportivas ha sido estereotipada y se le ha caracterizado como ruda, poco femenina, “marimacho” y se ha colocado en entredicho su identidad sexual (Cardona, 2005).

De todas formas, algunas han conseguido abrirse un lugar en ese universo, si se tiene en cuenta el crecimiento del número de jugadoras de fútbol en diversas sociedades (Vélez, 2011). Igualmente, puede afirmarse que el fútbol femenino ha experimentado una enorme progresión en la última década. Se han multiplicado los equipos y el interés de diversas entidades, muestra de ello fue la noticia publicada en El Espectador por Luis Guillermo Montenegro, en la que se percibe un apoyo por parte de la FIFA y la Dimayor para la creación y consolidación de La Liga Profesional Femenina de Colombia, según Montenegro en 2017 se iniciará una Liga Femenina Colombiana.

En general, puede concluirse con las palabras de Gonzales (2013):

La resistencia feminista ha llevado primordialmente a su protagonista principal “la mujer” a dar un giro en esa historia de la humanidad donde se concebía como un ser pasivo, como un ser objeto, que podía moldearse y ajustarse a la necesidad del hombre, pero ya es evidente en nuestros tiempos como “la mujer” empieza a tomar riendas de su propio sistema y a ser sujeto de sus acciones, a ser proactiva en el día a día, a insertarse laboralmente, a ocupar cargos de gran índole, a nutrir esa resiliencia con todo y los problemas que se le presenten, sigue adelante (p. 3).

El fútbol es pues uno de los deportes más populares del mundo, donde la mayor parte de sus seguidores son hombres, que ha logrado cautivar al género femenino, de tal manera que hoy se ven mujeres futbolistas, hinchas y periodistas que disfrutan de este deporte, o sea que hay un horizonte esperanzador en este ámbito deportivo. Sin embargo, todavía el papel de la mujer está en segundo plano respecto al del hombre y es responsabilidad de la sociedad y de los entes encargados otorgarle a la mujer el lugar que se merece, y más importante aún, la mujer es la encargada de sí misma ella y debe posicionarse como es debido.

Referencias

Arcila, J.C., Cardona, L.M. y Giraldo, J.C. (2012). Influencia sociocultural en la mujer futbolista de Medellín. EF Deportes. Com Revista Digital. Recuperado de http://www.efdeportes.com/efd171/influencia-sociocultural-en-la-mujer-futbolista.htm

Cardona, L. M., Torres, J. E. y Vásquez, J. I. (1999). Balompié como Actividad Motriz para la Mujer en la Edad Escolar (Tesis de Grado, inédita). Universidad de Antioquia. Instituto Universitario de Educación Física, Medellín, Colombia.

Castañón, J. (2007). Mujer, idioma y fútbol en España (1904-2004). EFDeportes.com Revista Digital, 12(107). Recuperado de http://www.efdeportes.com/efd107/mujer-idioma-y-futbol-en-espana-1904-2004.htm

Conde, M. y Rodríguez, M. (2002). Mujeres en el fútbol argentino: sobre prácticas y representaciones. Alteridades. 12 (23). Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/747/74702308.pdf

Carias, A. (2014). Las WAGS, el espectáculo sexista del Mundial. Recuperado de https://www.fucsia.co/actualidad/personajes/articulo/el-espectaculo-sexista-de-las-wags/53008

Carias, A. (2014). Periodistas deportivas son víctimas de su belleza. Recuperado de https://www.fucsia.co/belleza-y-salud/articulo/periodistas-deportivas-atractivas/53259

Clavijo, J. (2010). Cantar bajo la anaconda, un análisis sociocultural del barrismo en el fútbol. Bogotá, Colombia: Pontificia Universidad Javeriana.

Carrera, B. y Mazzarella. C. (2001). Vygotsky: enfoque sociocultural. Educere, 5(13), 41-44. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/356/35601309.pdf

Castaño, A., Uribe, N. I. y Restrepo, S. M. (2014). Barras bravas en el fútbol consumo de drogas y violencia [PDF]. Fundación Universitaria Luis Amigó. Medellín, Colombia. Recuperado de http://www.funlam.edu.co/uploads/fondoeditorial/Barras_Bravas.pdf

Garriga, J.A. (2005). Lomo de macho. Cuerpo, masculinidad y violencia de un grupo de simpatizantes del fútbol. Cuadernos de Antropología Social, (22), 201-216. Recuperado de http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1850-275X2005000200012

García, D. F y López, L. M. (2000). ¿Un autogol al fútbol? barras bravas de santa fe de Bogotá. Bogotá, Colombia: Pontificia Universidad Javeriana.

Gonzales, FA. (2013). El entorno familiar de una madre soltera: un Relato de Vida. Vol. 3. ISSN 2244-808X Revista de Trabajo Social, 3 (2), 209-235. Recuperado de https://docplayer.es/49474350-El-entorno-familiar-de-una-madre-soltera-un-relato-de-vida.html

González, F. (2008). Subjetividad social, sujeto y representaciones sociales. Brasilia, Brasil: Centro Universitario de Brasilia.

Jung, CG (2002). Los arquetipos y lo inconsciente colectivo, Madrid, España: Trotta.

López, C. y Neumark, Y. (2012). Membresía a barras bravas y su influencia en el uso de drogas. Rev. Perú Med Exp Salud pública, 29(1), 21-27. Recuperado de http://www.scielo.org.pe/pdf/rins/v29n1/a04v29n1

López, L. (2009). Las mujeres en el fútbol: Una mirada feminista. En: Recordar Para Pensar - Memoria Para Democracia_La Elaboracion Del Pasado Reciente en El Cono Sur de America Latina. Heinrich Boll Stiftung. México, Centroamérica y el Caribe.

Medina, F. (2009). El fútbol y la vivencia festiva de la nacionalidad. Razón y palabra, 69. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=199520330004

Montenegro, LG. (23 de Agosto de 2016). Así será la Liga Profesional Femenina en Colombia. El Espectador. Recuperado de http://www.elespectador.com/deportes/ fútbolcolombiano/asi-sera-liga-profesional-femenina-colombia-articulo-650719

Murcia, N. y Jaramillo, LG. (2001). Fútbol femenino: estigma de discriminación cultural de las mujeres que practican fútbol en la ciudad de Manizales. Manizales. EFDeportes.co Revista Digital, 32. Recuperado de http://www.efdeportes.com/efd32/fútbolf.htm

Organización de las Naciones Unidas -ONU (s. f.). Las mujeres en Colombia. Recuperado de http://colombia.unwomen.org/es/onu-mujeres-en-colombia/las-mujeres-en-colombia

Ramírez, C. (1995). Cambios en la familia y en los roles de la mujer. Santiago de Chile: Comisión económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Centro Lationoamericano de demografía (CELADE).

Riera, J. (1985). Introducción a la Psicología del Deporte. Barcelona, España: Martínez Roca.

Panzeri, D. (2011). Fútbol Dinámica De Lo Impensado. Colombia: Carvajal Soluciones.

Vélez, B. (2011). Fútbol desde la tribuna, Pasiones y fantasías. Medellín, Colombia: Silaba editores.

Notas

[1] “La ‘hinchada’ es uno de los nombres nativos con que se identifican uno de los grupos organizados de espectadores que acompañan a un club de fútbol. Éstos son denominados “barras bravas” por el sentido común y los medios de prensa” (Garriga, 2005, p.202).
* El presente artículo se desprende de una de las categorías del Proyecto de Investigación y Desarrollo “FÚTBOL Y CIUDAD”, como trabajo de grado para optar al título de psicóloga y en el que el segundo autor se desempeñó como asesor y corrector. El proyecto está en el grupo de investigación “PSICOLOGIA DEL DESARROLLO” de la Facultad de psicología. La Investigación se inició en el mes de mayo de 2013 y terminó el mes de mayo de 2016.
HTML generado a partir de XML-JATS4R por