Original
El Mantenimiento en las Relaciones de Pareja: Una Forma de Medirlo1
Maintenance in Couple Relationships: An Assessment
El Mantenimiento en las Relaciones de Pareja: Una Forma de Medirlo1
Acta de investigación psicológica, vol. 12, núm. 1, pp. 117-138, 2022
Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Psicología
Recepción: 29 Agosto 2021
Aprobación: 25 Febrero 2022
Financiamiento
Fuente: DGAPA
Nº de contrato: PAPIIT IN306417
Descripción del financiamiento: DGAPA-PAPIIT IN306417
Resumen: El presente estudio tuvo como objetivo conocer la estructura factorial de la escala de mantenimiento en las relaciones de pareja en hombres y mujeres. Participaron de manera voluntaria y confidencial 731 personas (49.8% hombres y 50.2% mujeres). Se elaboró una escala con 178 reactivos, para evaluar el mantenimiento de las relaciones de pareja con base en un estudio exploratorio, con un formato de respuesta tipo Likert de 5 puntos. Esta consta de cuatro subescalas: Significado (46 reactivos y 6 factores), Motivos (30 reactivos y cuatro factores), Estrategias (46 reactivos y 6 factores) y Consecuencias (56 reactivos y 4 factores). Para cada subescala se obtuvo el análisis psicométrico. Los resultados indican una escala valida y confiable en sus cuatro subescalas, a través de análisis factoriales exploratorios y análisis de consistencia interna. Los hallazgos permiten contar con un instrumento robusto que permite evaluar en sus diferentes subescalas las áreas que componen el mantenimiento en la pareja, esto con la finalidad de realizar evaluaciones en las relaciones diádicas que fomenten parejas saludables, así como intervenciones, basadas en esta primera aproximación.
Palabras clave: Mantenimiento, Pareja, Adultos, Relaciones personales, Medición.
Abstract: The purpose of this research was to obtain the factor structure of the Couple Relationship Maintenance Scale using a Mexican sample of men and women. A total of 731 voluntary people (49.8% men, 50.2% women) were part of this study and agreed to do so confidentially. Based on results from an exploratory study, the scale was initially developed considering 178 items in order to assess maintenance of couple relationships with a 5-point Likert response style. The scale was divided into four subscales: Meaning (46 items, 6 factors), Motives (30 items, 4 factors), Strategies (46 items, 6 factors), and Consequences (56 items, 4 factors). Each subscale required its own psychometric analysis. Exploratory factor analysis and internal consistency analysis show a valid and reliable scale in all four subscales. These findings allow for a robust scale that allows the evaluation of maintenance throughout several of its components. The development of instruments like the one presented becomes fundamental in the evaluation of dyadic relationships that in turn develop healthy couple relationships, as well as evidence-based interventions.
Keywords: Maintenance, Couple, Adults, Personal relationship, Measurement.
Al estudiar las relaciones interpersonales, uno de los principales objetivos es comprender los factores que promueven relaciones saludables. A partir de 1980, diversos investigadores identificaron el mantenimiento de las relaciones como uno de varios factores que las mejora (Ayres, 1983; Canary & Stafford, 1992). En general el mantenimiento se ha estudiado en varios contextos de relación como matrimonios (Weigel & Ballard, 1999), con parejas del mismo sexo (Haas & Stafford, 2005) y amistades (Oswald & Clark, 2006).
Desde entonces, autores como Stafford y Canary (1991) durante la construcción de: Five-Factor Relational Maintenance Strategies Measure (RMSM) describen el mantenimiento de la relación de pareja como los comportamientos que los dos miembros de la pareja llevan a cabo para mantener las características relacionales deseadas tales como compromiso, amor y satisfacción. Desde ese momento hasta ahora, la noción de mantenimiento se utiliza para identificar qué se hace para mantener una relación estable (Noller & Feeney, 2006).
En la literatura se puede corroborar varias definiciones de mantenimiento que se han propuesto en investigaciones pasadas, en donde se señala que el mantenimiento incluye continuidad relacional, estabilidad de relación y relaciones en reparación (Dindia & Canary, 1993). Por lo anterior, es posible resumir todas esas definiciones desde la perspectiva de Canary y Dainton (2009) los cuales concuerdan en que el mantenimiento dentro de una relación se puede definir en cinco maneras.
En México, Díaz-Loving (1999) con la finalidad de explorar la conceptuación de las etapas correspondientes a su Teoría Bio-Psico-Socio-Cultural de la relación de pareja desarrolló un estudio en el cual aplicaron a 120 mexicanos un cuestionario abierto en el cual se le pedía a los sujetos que caracterizaran en términos de pensamientos, emociones, sentimientos y conductas cada una de las etapas del ciclo. Los resultados arrojaron que el mantenimiento es sinónimo de compromiso o estabilidad, representa una lucha conjunta contra obstáculos y se considera importante, ya que permite seguir creciendo como pareja y formar una familia. Se encontró que hay un interés por la pareja, aceptación y fidelidad. Las emociones y sentimientos durante esta etapa son principalmente el amor, la confianza, comprensión, felicidad y seguridad. De igual forma asociaron al mantenimiento, el cumplimiento de responsabilidades, la comunicación, el apoyo, respeto, paciencia, cuidado y tolerancia.
Lo cierto es que más allá de las distinciones que cada autor hace al conceptualizar este constructo, los comportamientos de mantenimiento se han clasificado en dos grupos: de rutina y estratégicos. Los comportamientos de mantenimiento rutinario generalmente ocurren sin la intención de mantenimiento de la relación y consisten en interacciones cotidianas que cumplen implícitamente la función de mantenimiento. En contraste, los comportamientos de mantenimiento estratégico se realizan con la intención explícita de mantener una relación (Dainton & Stafford, 1993) y son estos últimos en los que se ha basado la mayoría de las investigaciones.
Además de las definiciones, así como las clasificaciones que se proporcionan respecto al mantenimiento, Canary, Stafford, Hause y Wallace (1993) después de varios estudios revisados declaran algunas proposiciones que ayudan a describir y entender el papel del mantenimiento en las relaciones.
Proposición 1: Todas las relaciones requieren comportamientos de mantenimiento, de lo contrario se deterioran. En otras palabras, las relaciones se desmoronan y las características deseadas de una relación decaen a menos que las personas inviertan la energía para mantenerlos unidos.
Preposición 2: Las personas están más motivadas para mantener relaciones equitativas que las relaciones no equitativas. La teoría de la equidad apoya la premisa y predice que las personas están más satisfechas en las relaciones equitativas que las relaciones no equitativas. Por ello las personas se contentan con las relaciones en las que ambas personas tienen proporciones iguales (resultados - contribuciones), en contraste las personas se angustian cuando participan en una relación no equitativa, es por eso que las personas intentan restaurar y mantener la equidad.
Preposición 3: Las actividades de mantenimiento varían según el desarrollo y el tipo de relación. Las actividades de mantenimiento aumentan a medida que las parejas se vuelven más interdependientes con el tiempo. Las estrategias de mantenimiento varían según las condiciones de la relación, dependiendo si esta va en escalada, desescalada o se encuentra estable. Las personas cuya pareja desea desescalar la relación tiene más probabilidades de usar el equilibrio que aquellas en la condición de escalada (es decir, mantener las emociones consistentes, recordarle a la pareja las decisiones tomadas en el pasado etc.). Aunado a esto las personas comprometidas y casadas perciben más garantías que las personas que apenas inician una relación de pareja.
Preposición 4. Las acciones y actividades de mantenimiento involucran comportamientos interactivos y no interactivos. Los comportamientos interactivos están basados en la comunicación, implican algún tipo de intercambio simbólico entre las partes. En cambio, los comportamientos no interactivos, no implican intercambios simbólicos entre los participantes. Por ejemplo, compartir tareas no requiere un intercambio de símbolos, aunque es factible que, haciendo una parte equitativa de las responsabilidades del hogar, un compañero esté “comunicando” sus buenas intenciones al otro compañero.
Entre otras características, es importante mencionar que las conductas de mantenimiento abarcan el nivel individual, diádico y social. A nivel individual incluye las cogniciones de cada individuo para mantener la relación, a nivel diádico incluye las estrategias y rutinas que la pareja planea con el objetivo de mantener la calidad de la relación, y a nivel sociedad, se incluye la red social que cultiva la pareja como es el caso de las normas que indica la propia cultura para el desarrollo de una relación (Canary et al., 2009). En cualquiera de estos tres niveles las estrategias de mantenimiento poseen tres funciones: expresar emociones, definir la relación y preservar la relación a partir de las actividades que se coordinen Dindia (2000).
Teorías que explican el mantenimiento
Teoría de intercambio social
La variable mantenimiento puede ser comprendida a partir de la teoría del intercambio social, de acuerdo con esta teoría, las personas continúan en relaciones que se perciben como equitativas y gratificantes. A medida que se desarrollan sus relaciones, las personas invierten tiempo, energía y otros recursos, con lo que esperan reciprocidad de tales inversiones. Además de mayores inversiones, los socios relacionales satisfechos se vuelven interdependientes en términos de cómo logran sus metas futuras y cómo coordinan sus rutinas de comportamiento Kelley y Thibaut (1978 en Stafford et al., 1991).
Teoría de equidad
Canary et al. (1992) defendieron el uso de la teoría de la equidad para comprender el mantenimiento relacional, la cual predice que la satisfacción relacional será alta cuando la pareja crea que la relación de entradas a salidas es igual para ambos miembros en la relación. En esa misma línea entonces, las personas que reciben más recompensas en comparación con los insumos que llegue a dar a su pareja se consideran sobre beneficios. Las personas que reciben menos recompensas con relación a los insumos que dan en la relación se consideran poco beneficiados, por lo que aquellos que perciben un equilibrio se dice que tienen una relación equitativa, Canary y Stafford (2001 en Dainton, 2011) argumentaron que los comportamientos de mantenimiento operan como entradas y salidas en los cálculos de equidad; los insumos (costos) se pueden concebir como la promulgación de mantenimiento, y los productos (recompensas) se pueden entender como percepciones del mantenimiento del socio al momento de darlos.
Teoría Bio-Psico-Socio-Cultural de la relación de pareja. Ciclo de acercamiento - Alejamiento
Esta teoría menciona que al estudiar a la pareja es importante delimitar la etapa del desarrollo en la que se encuentra, por lo que, a la relación se le debe concebir como una serie de pasos que se dan a través del tiempo y que definen el nivel de acercamiento que perciben los individuos respecto a su pareja, a su vez el ciclo de acercamiento-alejamiento permite definir el tipo de relación e información que los miembros de esta pareja están atendiendo, y dependiendo del grado de acercamiento - alejamiento cada miembro va a evaluar cognoscitiva y afectivamente las conductas del otro de diferente manera (Díaz-Loving et al., 2002), el anterior ciclo se desarrolla en las siguientes etapas, en donde se puede ubicar la etapa de mantenimiento:
Etapa extraño conocido: Ya establecida la percepción del otro y al evaluar la misma, se puede categorizar a la persona como alguien que puede convertirse en conocido o seguir como extraño.
Etapa de amistad: El interés de acercarse más a la relación conlleva una motivación afectiva común a la amistad.
Etapa de atracción: Se da cuando las parejas inician la construcción de cogniciones en intereses románticos.
Pasión y romance: Al pasar la atracción y la unión de esta con satisfacción o excitación, el individuo pasa a la etapa de amor romántico o pasional. Aquí ya se encuentra una respuesta fisiológica y una interpretación cognoscitiva de intensidad. Etapa de compromiso: Hace referencia a aquellas situaciones en las cuales los sujetos están de acuerdo en continuar dentro de su relación a largo plazo.
Etapa de mantenimiento: Una vez consolidado el compromiso es necesario contar con procesos dirigidos al mantenimiento, esta etapa permea la convivencia diaria de la pareja, base de la estabilidad. El mantenimiento implica resolver problemáticas que se presentan por el advenimiento de los hijos, sustento económico y emocional de la familia, entre otros.
Etapa de conflicto: En la vida de pareja hay obligaciones, cambios y situaciones en general que pueden provocar tensiones y que, en caso de no resolverse la problemática, se puede crear una relación en la cual el mantenimiento se ve afectado por el conflicto.
Etapa de alejamiento y desamor: En esta etapa desaparece el gusto por interactuar con la pareja y se opta por evitar el cotidiano contacto con esta.
Etapa de separación olvido: Al pasar por el alejamiento y desamor empiezan a volverse atractivas otras opciones como tener otra pareja, lo cual orilla a la separación, así se pasa a la última etapa, el olvido.
Medición del mantenimiento
En la Tabla 1 se describen los distintos instrumentos utilizados para medir el mantenimiento de la pareja. El primero de ellos es Five-Factor Relational Mainteance Strategies Measure (RMSM) en su primera versión (1991) conformado por 78 reactivos administrados a 956 personas cuya relación era de noviazgo o matrimonio. En 1992 nuevamente los mismos autores prueban la confiabilidad de la escala quedando sólo por 28 reactivos en 5 factores.

Stafford, Dainton y Hass (2000) agregan 31 nuevos reactivos a los 299 originales de five-factor Relational Maintenance Strategies Measure (RMSM) para transformarla en una versión. El análisis factorial siguiere siete factores.
Posteriormente, Retana-Franco y Sánchez-Aragón (2006) evaluaron las estrategias de mantenimiento sustentando la investigación en las estrategias y tácticas de Stafford y Canary (1991) y Buss (1994), las autoras realizaron un análisis factorial de componentes principales de cuatro factores, a saber:
comunicación y compasión: siendo el comportamiento que hace saber a la otra persona que es importante por medio de la conversación y expresión de afecto
expresión de amor: es la manifestación de lo que se siente o piensa por su pareja;
dar: es otorgar algo a la pareja como detalles.
novedad y sociabilidad: se refiere a los cambios que vive la relación para evitar la monotonía en la pareja.
Stafford (2008) utiliza la teoría de la construcción de reactivos, eliminando aquellos que evalúan más de un aspecto en un sólo enunciado, mostrando que la estructura factorial con una solución de cinco factores no podía sostenerse, ni siquiera el modelo de siete factores, ya que el factor de supervisión desaparecía totalmente. La solución factorial reportó siete nuevas dimensiones. Las dimensiones encontradas, así como algunos reactivos asociados fueron: 1. Sentimientos positivos: Actúa de manera positiva hacia mí 2. Comprensión: No me juzga, “Es comprensivo” 3. Auto divulgación: Habla acerca de sus sentimientos 4. Comunicación sobre la relación: Discute la calidad de nuestra relación 5. Garantías: Tenemos charlas acerca de eventos futuros 6. Tareas: Ayuda en las tareas que sean necesarias y 7. Red Social: Incluye a nuestros amigos en nuestras actividades.
En contraste a las escalas anteriores, Buss (2004) no realizó ninguna escala, pero a partir de diversos estudios encontró que las relaciones de igual forma se mantienen utilizando un tipo de estrategias que denominó como “táctica” ya que son de carácter negativo:
Satisfacción de los deseos de la pareja, implica actos de amor y de compromiso, proporcionar recursos (especialmente los hombres) y realzar el aspecto físico (mujeres).
Uso de la manipulación emocional, haciendo que la pareja se sienta degradada y culpable, así como provocarle celos.
Posibles competidores (hacer saber a la pareja que hay otras personas interesadas), incluye exhibiciones públicas de afecto, señales públicas de vigilancia y resguardo de la pareja.
Medidas destructivas, como castigo a la pareja con la infidelidad y agresión hacia los rivales.
Otros modelos mencionan que las estrategias para preservar la relación dependerán en ocasiones de: estrategias de evitación, lo cual implica ignorar cosas que la otra persona hace y que puedan afectar la relación, estrategia de balance es decir toda acción que ayude a sostener los factores emocionales que brindan estabilidad, y estrategias asertivas que es hablar abiertamente con la pareja (Ayres et al., 1983) (ver Tabla 1).
Tomando en cuenta lo anterior, el propósito de este estudio fue someter a prueba la estructura factorial y la consistencia interna de la Escala de Mantenimiento de las Relaciones de Pareja para obtener su validez de constructo y confiabilidad en una muestra de adultos, hombres y mujeres mexicanos, en cuatro subescalas.
Método
Participantes
Se aplicó a 731 voluntarios (49.8% hombres y 50.2% mujeres), con una edad entre 18 y 83 años (M=36.07, D.E.=12.75), con un tiempo promedio de 140.34 meses en la relación (equivale a 11 años y medio, aproximadamente). El 75% cohabitaban y el resto eran solteros que tenían una relación de pareja. En la Tabla 2 se observan los datos sociodemográficos totales y divididos por sexo.

Instrumentos
Se elaboró una escala para evaluar el mantenimiento de las relaciones de pareja con base en un estudio exploratorio (Rivera et al., 2021) con un formato de respuesta tipo Likert de 5 puntos que van de Totalmente en desacuerdo (1) a Totalmente de acuerdo (5). Constó de cuatro subescalas: Significado, Motivos, Estrategias y Consecuencias. La escala total tenía 178 reactivos.
Resultados
La escala de Significado del Mantenimiento mostró una estructura adecuada para hacer el análisis mediante la prueba Kaiser-Meyer-Oklin (KMO) con 0.979 y los datos también son apropiados para el análisis factorial, de acuerdo con la prueba de esfericidad de Bartlett con una significancia de 0.0001, La escala cuenta con 6 factores y un total de 46 reactivos, muestra una varianza explicada del 63.69% y un alfa total de α=0.98 (ver Tabla 3).


En la Tabla 4 se muestran las definiciones de cada factor.

La Escala de Motivos del Mantenimiento, mostró una buena estructura con la prueba KMO de 0.916 y una significancia de la prueba de Bartlett de 0.0001. Esta escala cuenta con un total de 30 reactivos, divididos en 4 factores, como se muestra en la Tabla 5, tuvo un alfa total de α=0.91 y una varianza explicada de 49.06%.

Las definiciones de cada uno de los cuatro factores se muestran a continuación (ver Tabla 6)

La Escala de Estrategias de Mantenimiento cuenta con 46 reactivos, que se agrupan en 6 factores, tiene una varianza total explicada del 63.69% y un alfa total de α=0.98 (ver Tabla 7). En esta escala tuvo una estructura adecuada de acuerdo con la prueba KMO con 0.979 y los datos también fueron adecuados, de acuerdo a la Prueba de Bartlett, con una significancia de 0.001


Las definiciones de los factores de la escala de estrategias de mantenimiento se muestran en la Tabla 8 que está a continuación.

Finalmente, la Escala de Consecuencias del Mantenimiento, tuvo una estructura adecuada en la prueba de KMO con 0.957 y los datos también fueron adecuados, con una significancia de 0.0001 en la prueba de Bartlett. Esta escala tiene cuatro factores que están conformados por un total de 56 reactivos (ver Tabla 9), que explican el 41.39% de la varianza y muestra una confiabilidad total de α=0.93.

La Tabla 10 muestra las definiciones de los factores de la escala de consecuencias del mantenimiento.

Discusión
La configuración factorial de la escala incorpora todas las dimensiones que la literatura plantea acerca del mantenimiento en la pareja (i.e. Buss, 2004, Canary & Stafford, 1992), dando como resultado una escala válida y confiable. Así mismo las cuatro subescalas resultantes, dan constancia de la estructura conceptual del constructo.
En cuanto a la subescala de significado, Szalay y Bryson, (1973; 1974) mencionaban que el concepto (significado) produce una disposición para llevar a cabo o evitar llevar a cabo alguna conducta porque abarca componentes derivados de la socialización o de la experiencia previa (Binder, 2016; Murphy, 1991) que crea una predisposición, actitud o reacción y muestra la cultura subjetiva de la persona (Malt, 1991; Valdez, et al., 2013). De esta forma el significado del mantenimiento muestra todo el bagaje que el individuo tiene sobre el constructo.
Por otro lado, se ha encontrado que varias teorías han postulado que el concepto o significado psicológico tiene un efecto sobre el comportamiento de los individuos (DeGrandpre, 2000; Schwanenflugel, Blount, & Lin, 1991). Ponari, Norbury, y Vigliocco (2017) mencionan que el significado es un intermediario entre la persona y su conducta.
En la subescala de significado del mantenimiento se encontraron 6 factores: entendimiento, dedicación, entretenimiento, cuidado, compañía y complicado.
Los factores encontrados en el significado del mantenimiento aducen a elementos muy similares a otros autores. Canary y Dainton (2009) definen el mantenimiento como estabilidad y cuidado, es decir, el mantenimiento se refiere a las conductas que ayudan a que una relación se mantenga a través del tiempo.
Por otra parte, Buss (2004) planteó que el mantenimiento podía transitar de la satisfacción hasta las medidas destructivas con tal de mantener una relación, de ahí que definir este constructo como complicado, refrenda estos usos negativos (castigo, infidelidad, culpa y celos).
Nina-Estrella (2011) menciona que el compromiso se percibió como un factor que crea conciencia sobre el rol como pareja y por medio de él se acerca a su construcción de convivencia. Al respecto, menciona que de este constructo derivan muchas connotaciones vinculadas al mantenimiento como acuerdo mutuo, seriedad, responsabilidad y tiempo de duración de la pareja. También incluye dedicación personal con la pareja y la atención, expresión de afectos y cuidado de la pareja. Elementos que en esta investigación se reportan como importantes al definir el mantenimiento.
En este estudio se encontraron cuatro motivos del mantenimiento que configuran esta subescala: necesidad, convivencia romántica, confianza y Compromiso.
Peel y Caltabiano (2021) mencionan que los motivos para mantener una relación son confianza, comunicación, compromiso, seguridad y aceptación, mismas que son usadas para autosabotearse. Finalmente, se ha demostrado que el detectar el autosabotaje y trabajar en ello, hace que las relaciones se mantengan por más tiempo.
De manera particular, el compromiso ha sido ampliamente estudiado a través del uso del modelo de inversión, que postula que el compromiso es una función de alta satisfacción e inversiones y pocas alternativas. Realizar conductas de mantenimiento de la relación es un vehículo mediante el cual las personas pueden comunicar el compromiso con sus parejas (Rusbult, 1983). Varios estudios han encontrado apoyo para esta asociación positiva entre el compromiso y el mantenimiento (Canary & Stafford, 1992; Dainton & Aylor, 2002, Peel & Caltabiano, 2021). De la misma forma Canary, Stafford y Semic, 2002 y Ogolsky & Bowers, 2013, mencionan que el mantenimiento predice el compromiso.
Con referencia a la subescala de estrategias de mantenimiento, se dice que estas son consideradas como conductas que auxilian en el mantenimiento de la relación, aunado a esto, reflejan la adaptabilidad que los individuos tienen a lo largo de los cambios que se van dando en la relación de pareja (Sánchez, 2009). De acuerdo con Dindia (2000) las estrategias de mantenimiento poseen tres funciones: expresar emociones, definir la relación y preservar la relación a partir de las actividades que se coordinen.
En esta subescala de estrategias del mantenimiento se encontraron cuatro factores: comunicación - convivencia, lealtad, empatía, protección, sexualidad-ternura y automodificación.
Con respecto a la comunicación, Dindia and Baxter (1987), Canary et al. (1993), Dainton y Stafford (1993), y Haas y Stafford (1998) dentro de sus clasificaciones y tipología mencionan que la comunicación es una conducta de mantenimiento. Peel y Caltabiano (2021) mencionan que para mantener una relación debe haber comunicación.
Nina-Estrella (2011), encontró que lo factores frecuentemente señalados en una relación de pareja para mantenerla, fueron amor, respeto, acuerdo voluntario, lealtad, exclusividad, confianza, responsabilidad y comunicación, elementos que en este estudio aparecen en diferentes subescalas.
En cuanto a sexualidad dentro de las relaciones románticas, el deseo sexual puede motivar el proceso de apego y conducir a experiencias significativas que afectan la calidad de una relación y su destino, pues el sexo promueve lazos duraderos entre las parejas sexuales. Al describir sus creencias sobre la actividad sexual con la pareja romántica, tanto los hombres como las mujeres a menudo indican que el sexo fomenta la cercanía entre las parejas y nutre su conexión emocional (Birnbaum & Reis, 2006). Existen investigaciones experimentales que revelan que la exposición subliminal a estímulos sexualmente excitantes aumenta las tendencias a iniciar nuevas relaciones o a fortalecer las existentes (Gillath, Mikulincer, Birnbaum, & Shaver, 2008). Estos hallazgos sugieren que la excitación sexual hace que las personas se inclinen más a emplear estrategias que le permitan acercarse a una nueva pareja potencial o mantener una relación con una pareja actual.
Birnbaum (2015) postula que, en todas las etapas, el deseo sexual puede promover una variedad de mecanismos de mantenimiento en la relación, que aumentan la probabilidad de que mantenga su relación a través del tiempo.
Burkem y Young (2012), mencionan que la teoría de interdependencia propone que entre más conductas íntimas estén en una relación, es el mayor número de recompensas percibido, mientras que un menor número de estas estén, se percibe como costos de la relación. Asimismo, los cambios que haga un individuo en sus conductas íntimas (abrazos, tomarse de la mano, acurrucarse, dar masajes, acariciar, usar apodos cariñosos, hacer cosquillas o pellizcar para divertirse, besar y actuar con cariño) con el fin de satisfacer a su pareja, generará un mayor compromiso, mantenimiento y satisfacción de la relación.
Etcheverry, Le, Wu, y Wei (2013), plantean que hay una relación negativa entre la evitación y la acomodación, con el compromiso y el mantenimiento. La automodificación, está muy ligada a la acomodación, ambas se construyen en función de la adaptación y cambio que hace el individuo para permanecer en una relación, lo que, como consecuencia, aunque mantiene la relación a la larga la destruye.
Para las consecuencias del mantenimiento, se ha visto que estas, se han definido como un hecho o acontecimiento derivado o que resulta inevitable y forzosamente de otro, es un suceso o acontecimiento que deviene o que resulta de otro suceso, es el efecto de un evento, de una elección o de una circunstancia.
Esta subescala de consecuencias se conformó de 4 factores, satisfacción, bienestar personal, desconfianza, responsabilidad.
El primer factor fue la satisfacción, De acuerdo con la teoría de la interdependencia, las personas deben estar satisfechas en la medida en que sus relaciones o parejas superan sus expectativas. Los comportamientos de mantenimiento en las relaciones representan un posible barómetro que las personas pueden usar para evaluar las contribuciones de sus parejas a la relación. Por lo tanto, se espera que a niveles más altos de comportamiento de mantenimiento de la relación sean predictivos de mayor satisfacción Kelley y Thibaut (1978, en Stafford & Canary, et al., 1991). Por su parte Canary, Stafford y Semic, 2002 y Ogolsky & Bowers, 2013, mencionan que el mantenimiento predice la satisfacción.
Baker et al. (2012) estudiaron la relación entre las conductas de mantenimiento y el bienestar individual. Diversas investigaciones indican que comportamientos como perdonar (Fincham, Hall, & Beach, 2006), complacer (Rusbult, Verette, Whitney, Slovik y Lipkus, 1991), proporcionar apoyo (Pasch & Bradbury, 1998), autorrevelar (Finkenauer, Engels, Branje, & Meeus, 2004) y expresar gratitud (Lambert, Fincham, & Graham, 2011) mantienen las relaciones. Los resultados muestran que una relación satisfactoria genera bienestar individual y hace que sigan existiendo conductas de mantenimiento para que la satisfacción sea constante. Estos hallazgos son importantes ya que en la investigación se está agregando la importancia del contexto (tipo de relación, situación en la que se vive, problemas, etc.). El hecho de que las conductas de mantenimiento tienden a beneficiar el bienestar relacional sugiere que deberían beneficiar el bienestar individual. Investigaciones indican que tener una relación íntima satisfactoria está fuerte y positivamente asociado con el bienestar individual (Dávila, Karney, Hall, & Bradbury, 2003; Chonody & Gabb 2019; Whisman & Bruce, 1999).
Pero también existe el lado negativo del mantenimiento como antes ya se había planteado (Buss, 2004). Peel y Caltabiano (2021) mencionan que las principales causas para sabotear una relación son el miedo a ser lastimados, al rechazo, al abandono y al compromiso; autoestima y autoconcepto negativos; desconfianza o confianza rota, con un papel importante de celos; altas expectativas, como los medios lo han hecho creer; y falta de habilidades, ligado a inmadurez, apatía y compromiso, donde mencionan que las personas sabotean su relación para protegerse, aunque no siempre tienen la intención de ser autodestructivas. Esto se ve reflejado en dos factores de las subescalas que hablan de lo complicado que es mantener una relación
En conclusión, se encuentra una escala válida y confiable que permite evaluar el mantenimiento desde diferentes aristas (significado, motivos, estrategias y consecuencias). Estas a su vez transitan en general por aspectos positivos que implican características relacionales importantes, como el compromiso, la satisfacción relacional, la estabilidad, el gusto y el amor a los demás (Canary, Stafford & Semic, 2002; Ogolsky & Bowers, 2013). Hasta situaciones negativas como complicado, una responsabilidad y la desconfianza.
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Notas
Notas de autor
*Autor para Correspondencia: Sofía Rivera Aragón. Correo electrónico: sofiar@unam.mx.