INTRODUCCION

Este artículo tiene por finalidad realizar un aporte a la evaluación psicológica a través de la difusión de las conclusiones finales de la investigación: Los vínculos adolescentes y la autoestima.

Profundizamos el estudio de las temáticas de interpretación del TAT a las que apuntan algunas láminas de la técnica: Tristeza, obstáculos, conflictos y aspiraciones.

Se realiza el análisis de las respuestas de varones y mujeres a los fines de poder señalar sus características y detectar indicadores.

La exploración llevada a cabo con los adolescentes nos permitió conocer algunas situaciones que los problematizan y la modalidad que adoptan ante los desafíos y la respuesta a los mismos.

Las temáticas que indagamos en investigaciones anteriores acerca de aspectos vinculares generaron la necesidad de profundizar a través de las respuestas de la muestra la modalidad de afrontamiento de la adversidad con los estímulos que presenta la técnica proyectiva administrada.

MARCO TEORICO

La vivencia de adversidad por parte de los adolescentes, es una situación bastante común, en función a las exigencias de esta etapa evolutiva, en la que los sentimientos y pensamientos se sobredimensionan producto de factores biológicos, psicológicos y sociales. La adolescencia como fase intermedia entre la niñez y la adultez coloca al sujeto frente a un conjunto de desafíos que en muchas oportunidades sobrepasan las posibilidades del mismo. Particularmente cada uno de estos eventos se direcciona claramente en el camino de la construcción de su identidad.

Los jóvenes frente a la adversidad, son sujetos especialmente carentes de recursos protectores o adaptativos y proclives a múltiples posibilidades de riesgo. Sin embargo, sus historias personales favorables o adversas, va dando cuenta de las distintas formas de adaptación a circunstancias conflictivas, lo que muestra que cada adolescente elabora de forma diferente una experiencia similar. (Gómez de Giraudo, 2000).

Incluso, en ciertas circunstancias los eventos displacenteros y potencialmente peligrosos pueden fortalecer a los individuos frente a eventos similares.

Por eso es importante considerar que ciertas experiencias desagradables que deben enfrentar, son fundamentales para desarrollar las capacidades necesarias para superar otros obstáculos.

Estas experiencias facilitan la flexibilidad, fortalecen y preparan para superar conflictos propios de la historia de vida, puesto que los adultos no estarán en todo momento, ni tampoco pueden asumir la capacidad de controlar o evitar determinadas situaciones.

La confianza en sus propias fortalezas, que deben primero ser percibidas y reconocidas, favorecerá los cambios que conlleven a efectos adaptativos en su identidad y a su vez en su conducta.

La autopercepción de la superación de la adversidad es de suma importancia, puesto que esto implica la incorporación de una fortaleza en el concepto individual.

Es posible que dicha elaboración conlleve a una movilización y a un cuestionamiento de las necesidades y los recursos para enfrentar diversas situaciones. (Rutter, en Kotliarenco et. Al. 2007).

Desde una perspectiva intersubjetiva, estas situaciones de adversidad en la adolescencia, involucran distintos procesos, tales como: angustias, dudas y temores que surgen en su desarrollo, posibilitando la capacidad de enfrentar o superar dichos obstáculos en virtud de la construcción propia de una identidad más madura.

En este sentido, desde el punto de vista psicoanalítico, en los adolescentes varones, la etapa los coloca frente a diversos desafíos que son vividos con gran intensidad en la construcción de su propia identidad. Esto produce un intenso trabajo psíquico desde el proceso identificatorio y narcisístico, involucrando el ideal, la identificación hacia el padre (progenitores) y la especificidad del superyó. “Pasar de la identificación con el padre (ideal) a una propia identidad más adulta, supone un desafío, una lucha interna compleja que demanda tiempo y capacidad de elaboración”. (Palazzini, en Hornstein, et. Al. 2006:72). Este “pasaje” puede ser entendido como una de las situaciones de adversidad personal más complejas en el desarrollo adolescente.

Freud (1921) conceptualiza la formación del ideal en el varón mediante la identificación con el padre. Es decir, toma al padre como su ideal.

A posteriori en El yo y el ello, planteará que en el tiempo pre-edípico, antes de la diferenciación sexual, tanto la madre como el padre pueden ocupar el lugar del ideal. El ideal (los padres) es un modelo investido por dos fuentes: por un lado, representa los valores alcanzados por la humanidad, la cultura; en tanto que por el lado del niño, el ideal es modelo renovado de completud por desplazamiento en el padre de la perfección narcisista perdida. El ideal desde esta posición, primero recubre de narcisismo al niño que luego va quitando al hacerlo pasar por las fases típicas del desarrollo (destete, control de esfínteres, etc.).

El quitar y ofrecerse como ideal condiciona la evolución del yo, la posibilidad de que el yo madure. El papel de los padres como ideal, es un modelo esencial, para la “evolución del yo” y, en especial, para el “aprendizaje” a lo largo de la vida. (Palazzini, en Hornstein, et. Al. 2006).

En ese aprendizaje se podría incluir el despliegue de recursos para superar situaciones adversas o difíciles del desarrollo, como es el pasaje de ese yo de la niñez con sus padres como modelo, al propio ideal del yo.

Por otra parte, el ideal, tiene una función de observador (superyó), ayudando al yo a reconocer las propias imperfecciones y enseñando a discriminarlas. Forzando al yo a reconocer la realidad y la existencia de los otros.

El afrontamiento de desafíos en la adolescencia normal, da cuenta del desarrollo de estrategias adaptativas que incluyen una restructuración cognitiva, la acción sobre el problema y la búsqueda de apoyo emocional.

Al respecto se observó que en las mujeres el estilo de afrontamiento del problema está más centrado en la emoción, mientras que el varón tiende a eludirlo a través de la acción.

Las respuestas de distintos adolescentes a la misma situación adversa dan cuenta de las diferencias en el complejo entramado de su identidad y el contexto que lo precede. (Melillo, 2007).

METODOLOGIA

Composición y amplitud de la muestra

Se realizó un estudio descriptivo exploratorio.

La muestra está conformada por 74 adolescentes de sexo masculino y femenino de entre 14y 16 años que concurren a escuelas medias del GBA.

En relación al entorno sociocultural se administró una breve entrevista a través de la cual se obtiene como dato que 30 alumnos de la muestra integran familias uniparentales.

Respecto al nivel educativo los padres cumplimentaron la escolaridad primaria.

Test de Apercepción Temática de Murray

Descripción de la técnica:

Se trata de 31 láminas con escenas temáticas, frente a las cuales el entrevistado debe crear historias.

A los fines de esta investigación serán utilizadas las láminas:

L 1: explora frustración, ideal del yo.

L13N: carencia, soledad, expectativas.

L 17VH: nivel de aspiración, exhibicionismo, narcisismo.

L20: preocupaciones, abandono, culpa, castigo.

Las láminas seleccionadas enfrentan al sujeto con la adversidad.

“El TAT dice W.Henry constituye un instrumento especialmente indicado para los estudios sobre el comportamiento social que tratan de averiguar los factores psicológicos y maneras sociales de mayor importancia en el comportamiento personal, y así mismo para el estudio de la acción interpersonal que se desarrolla en los grupos grandes o pequeños, en la medida en que posean características persistentes e interrelacionadas que lo diferencian de otros grupos”.

Las respuestas a las láminas se interpretarán de acuerdo a las normas aperceptivas que se construyen en función del material estímulo, es decir, de los aspectos descriptivos de la respuesta del sujeto en relación con el texto de la lámina como lo establece Murray en sus normas de aplicación las que serán categorizadas según los indicadores creados ad hoc por el equipo de investigación y evaluados según su presencia o ausencia.

Se estudian las siguientes variables creadas ad hoc por el equipo de investigación.

Definición de las variables

1. Superación de la adversidad. En las historias se mencionan sentimientos relacionados con resolución de situaciones conflictivas

2. Tristeza: En las historias se mencionan temas de desaliento y de no logro de objetivo

3. Actitud positiva frente a los otros: En las historias se menciona actitud de colaboración

4. Aislamiento: En las historias se menciona la separación de los demás, la evitación de compartir o acercarse a otro.

Procesamiento de los datos y resultados obtenidos

Procesamiento de los datos y resultados obtenidos

Se procedió a clasificar cualitativamente cada uno de los 74 protocolos del TAT identificando en ellos los ítemes de análisis ya conceptualizados.

En primer término fueron capacitados todos los evaluadores. En este contexto y para probar la similitud de criterios de clasificación, se evaluaron casos testigo con la técnica de doble ciego, con la correspondiente puesta en común para evaluar el nivel de similitud en la manera de clasificar y eliminar las discordancias.

Se presenta la interpretación de las variables que tuvieron mayor presencia en las respuestas

En la lámina 1 la variable Tristeza fue la que tuvo mayor presencia en el relato de las historias de ambos grupos, siendo en las mujeres la más significativa en cuanto a frecuencia del resto de las variables estudiadas (ver cuadro) Las respuestas a esta lámina permiten hipotetizar que las adolescentes mujeres a diferencia de los varones se desalientan y se sienten frustradas cuando no pueden resolver una situación difícil.

En la lámina 17VH las respuestas de los varones coinciden con la de las mujeres en otorgarle a la variable Superación de la adversidad la mayor frecuencia (ver cuadro)

La variable Superación de la adversidad aparece en ambos grupos en las respuestas de la lámina 17 VH cuando ante un estímulo desafiante los adolescentes de la muestra intentan superarlo.

Método cuantitativo (ver tablas)

1. T.A.T

El T.A.T fue administrado al mismo grupo de adolescentes generando 37 respuestas del grupo de varones y 31 del grupo de mujeres.

En las Tablas 1 y 2 se describe cuáles fueron las respuestas que obtuvieron mayor frecuencia según las Láminas evaluadas.

Como se observa en la Tabla 1, para la muestra de varones, la variable con mayor frecuencia para todas las láminas es la p13 (presencia de la superación de la adversidad) seguida de la p 11 (presencia de tristeza).

En cuanto a cada lámina en particular vemos que en la L 1, la variable p13 con una frecuencia del 49% y la variable p 11 con una frecuencia del 46% son las más significativas.

Luego, en la L 13N y en la L 17 VH, la variable p 13 con una frecuencia del 32% y del 49% respectivamente, es la más significativa. Por último en la

L 20 la variable p 11 con una frecuencia del 16% es la más significativa, pero es seguida de las variables p 7 (presencia de expectativa), p 19 (presencia de actitud positiva frente a los otros) y p 13 con el mismo nivel de frecuencia (14%).

Según la Tabla 2, respecto de la muestra de mujeres, la variable con mayor frecuencia para todas las láminas es la p11 (presencia de tristeza) seguida de la p13 (presencia de la superación de la adversidad).

En cuanto a cada lámina en particular vemos que en la L 1, la variable p11 con una frecuencia del 58% y la variable p 13 con una frecuencia de 29% son las más significativas.

Luego, en la L 13N la variable p 7 (presencia de expectativa) con una frecuencia del 32% es la más significativa. En la L 17 VH, la variable p 13 con una frecuencia del 32% es la más significativa.

En cuanto a la L 20 la variable p 11 con una frecuencia del 23% es la más significativa.

Como resultado podemos destacar:

En la L1 las respuestas de los varones priorizan la variable” presencia de superación de la adversidad” y en las respuestas de las mujeres la variable “presencia de tristeza”.

En la L 17VH las respuestas en ambos grupos de la variable “superación de la adversidad” fue la de mayor presencia.

CONCLUSIONES

Consideramos que en la etapa adolescente los desafíos son fundamentales ya que al sortear las dificultades con la finalidad de superarlas se facilita el pasaje de la transición por esta etapa generándose la capacidad de autonomía.

La mencionada capacidad posibilita la separación de los modelos parentales al ponerse en juego las propias potencialidades.

Coinciden ambos grupos en la búsqueda de alternativas para poder desafiar situaciones ambiguas y desconocidas.

Hay diferencias en la aceptación y resolución de lo instituido entre ambos grupos ya que las mujeres presentan sentimientos de tristeza y frustración ante estímulos en los que se proyectan aspectos superyoicos relacionados con el deber,en cambio los varones dan como respuesta salidas alternativas ante el mismo estímulo.

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