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CONTEXTOS Y VIRAJES CONCEPTUALES EN LAS GESTIONES DE LOS DOCTORES PIÑERO Y MOUCHET EN EL LABORATORIO DE PSICOLOGÍA EXPERIMENTAL DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS, UBA. (1901-1948)
CONTEXTS AND CONCEPTUAL TURNS IN THE MANAGEMENT OF DOCTORS PIÑERO Y MOUCHET IN THE LABORATORY OF EXPERIMENTAL PSYCHOLOGY OF THE FACULTY OF PHILOSOPHY AND LETTERS, UBA (1901-1948)
Anuario de Investigaciones, vol. XXVII, pp. 367-374, 2020
Universidad de Buenos Aires

Historia de la Psicología



Recepción: 30 Marzo 2020

Aprobación: 20 Octubre 2020

Resumen: El Laboratorio de Psicología Experimental de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) constituyó uno de los hitos inaugurales de la Psicología en la Argentina. El artículo estudia los contextos (político, institucional e intelectual) y el viraje conceptual producido en las gestiones de sus dos directores: los Doctores Horacio Piñero y Enrique Mouchet. Del análisis surge que en sus inicios el Laboratorio a cargo del Dr. Piñero se proponía como espacio para la investigación y la práctica de los estudiantes. Esta etapa registra la mayor cantidad de instrumental adquirido y la conformación del emplazamiento físico. El contexto de ideas se caracterizaba por la influencia europea continental enmarcada en el positivismo argentino. En otro contexto, Enrique Mouchet incluyó ideas humanistas y valorativas considerando a la psicología desde una matriz vitalista. Si bien sostuvo los postulados de la psicología experimental en el laboratorio, incluyó otros métodos para el abordaje del conocimiento humano completo.

Palabras clave: Historia, Psicología, Argentina, Laboratorio, Experimental, Contextos, Piñero, Mouchet.

Abstract: The Laboratory of Experimental Psychology of the Faculty of Philosophy and Letters (UBA) was one of the inaugural milestones of Psychology in Argentina. The article studies the contexts (political, institutional and intellectual) and the conceptual turn produced in the management of its two directors: Doctors Horacio Piñero and Enrique Mouchet. From the analysis it appears that in the beginning the Laboratory in charge of Piñero was proposed as a space for research and student practice. This stage records the largest amount of instruments purchased and the conformation of the physical location. The context of ideas was characterized by continental European influence framed in Argentine positivism. In another context, Enrique Mouchet included humanistic and evaluative ideas considering psychology from a vitalist matrix. Although he supported the postulates of experimental psychology in the laboratory, he included other methods for approaching complete human knowledge.

Keywords: History, Psychology, Argentina, Laboratory, Experimental, Contexts, Piñero, Mouchet.

INTRODUCCIÓN

Desde comienzos del siglo XX tanto en Argentina como en el resto del mundo[1], comenzaron a emerger distintos esfuerzos por documentar la trayectoria disciplinar e institucional de la psicología. Específicamente en nuestro país esos primeros ensayos, se relacionaron con la enseñanza universitaria de la psicología en los distintos centros educativos de la época y por ello tuvieron como temática central a la enseñanza de la psicología experimental por un lado y los abordajes clínico-criminológicos por otro. Tempranamente el Dr. Horacio Piñero incluía al Laboratorio de Psicología Experimental de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) dentro del extenso y significativo listado de laboratorios creados a partir de 1878 en el mundo (Piñero, 1988, 1902). También el Dr. José Ingenieros (1909, 1910a y 1910b entre otros) hacía referencia a los aspectos inaugurales que significaba la creación del mismo. Estas primeras publicaciones que historizan los albores de la psicología en Argentina giran en torno a las líneas conceptuales legitimadas en la época, propias del positivismo, y representadas por Horacio Piñero y José Ingenieros. Los dos autores privilegiaban los criterios que la Prof. Ana María Talak (2002) denomina como logros institucionales-académicos y que tendían a definir, por un lado, lo que se consideraba “psicológico” en ese momento y por otro, lo que “debería serlo”. De este modo, los textos de Piñero y de Ingenieros tenían una función legitimante.

Si bien el Profesor Víctor Mercante creó en 1891, en la provincia de San Juan, el primer laboratorio de Psicología Experimental en el país, Piñero es reconocido como el fundador del primer Laboratorio de Psicología Experimental en el Colegio Nacional Buenos Aires en 1899 y posteriormente, en 1902, lo inauguró en la Facultad de Filosofía y Letras. Tiempo más tarde dictó una conferencia en Francia titulada “La Psicología experimental en la República Argentina” donde expuso los avances vernáculos respecto de la psicología experimental, a los que inscribió dentro de la tradición de la clínica francesa. En dicha conferencia el autor destacó la importancia de tres autores fundamentales: el abordaje de Charcot respecto de la histeria y el hipnotismo (observación clínica); la creación del laboratorio de psicología (investigación experimental) por parte de Wundt, y, una referencia a la importancia de la divulgación científica representada por el trabajo de Ribot. A partir de estos antecedentes buscará “la base anatomo-fisiológica, experimental y patológica” que, con la ayuda de los instrumentos y aparatos, permitiría igualar los progresos de la enseñanza europea (Ferro y Rodríguez Sturla, 2018).

En el estudio del tema se debe mencionar el clásico trabajo del Prof. Américo Foradori (1935; 1944) que constituye un invaluable compendio de datos y documentos exhaustivos hasta 1935. En la segunda mitad del siglo XX se destacan los trabajos de René Gotthelf (1969a,b) Mauricio Papini (1976, 1978, 1985), M. Papini y Alba Mustaca (1979), entre otros quienes avanzaron en la compilación de datos sobre los asentamientos académicos de la psicología experimental. También el Prof. Hugo Vezzetti (1988) realizó una compilación de documentos inaugurales de la Psicología en la Argentina, entre ellos los textos de Piñero.

Dentro de los investigadores argentinos contemporáneos en Historia de la Psicología que abordaron la temática puede mencionarse los estudios realizados por el Prof. Hugo Klappenbach (1988, 1994, 2006a). El autor focalizó específicamente en la genealogía y la recepción de las conceptualizaciones francesas y alemanas en la temprana psicología experimental argentina, desde la perspectiva de la historia de las ideas. Estudió también la temática exclusivamente en el período que denominó “Período de la psicología clínica, experimental y social (1865-1916)” (Klappenbach, 2006b). En este sentido restan profundizar las derivaciones de los tópicos en los períodos posteriores. Si bien el autor correlacionó las dimensiones científicas y académicas de un período específico del Laboratorio, resulta significativo avanzar en el estudio de los aspectos tecnológicos o sea, en los instrumentos utilizados, la lógica de su conformación y sus posibilidades aplicativas, así como también el decurso de las ideas sobre la psicología experimental en los períodos siguientes.

Con estos antecedentes, en 2018 se ha presentado y aprobado el Proyecto de Investigación Trienal UBACYT 2018-2020 denominado “El Laboratorio de Psicología Experimental de La Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires: 1901-1948. Historización Contextualizada de sus Discursos y Prácticas”. El objetivo fundamental de la investigación actualmente en curso atiende al relevamiento exhaustivo de los documentos y objetos correspondientes al Laboratorio, su historización y análisis desde contextos político-sociales, científico-tecnológicos e institucionales entre 1901 y 1948. Con el supuesto de que el entramado de discursos (teorías) y de prácticas (aplicaciones) es susceptible de ser investigado históricamente desde el análisis de dichos contextos, el artículo aborda un momento muy particular en la historia del Laboratorio que corresponde con el cambio de gestión entre sus dos primeros directores.

En efecto, en el año 1919, y luego de las modificaciones concursales provistas por la Reforma Universitaria, Enrique Mouchet (1886-1977) quedó a cargo de la cátedra de Psicología Fisiológica y Experimental debido a la renuncia y posterior fallecimiento de Horacio Piñero. En este contexto, comenzaron a emerger nuevas voces provenientes de los estatutos del reformismo. Son ejemplos de ello, el texto “La libertad creadora” de Alejandro Korn con su “Libertad creadora” y el concepto de “axiogenia” de Coriolano Alberini. En ese marco y a partir de la presencia de Mouchet, la psicología comenzó a ser pensada con un tinte más humanista, donde lo subjetivo entraba en juego nuevamente a partir de sus planteos sobre la Psicología Vital. Vemos en ello una discontinuidad respecto de la concepción positivista de la psicología prevalente a principios de siglo. Se suma a este contexto, la fundación del Instituto de Psicología (1931) a través de una ordenanza de Coriolano Alberini que enmarcó al Laboratorio y amplió sus alcances, no solo en lo referido a las investigaciones realizadas allí, sino también respecto de sus publicaciones y de los métodos considerados. El primer director del Instituto fue Enrique Mouchet.

De este modo, el presente artículo focaliza en el estudio del viraje conceptual producido en las gestiones de sus dos directores: los Doctores Horacio Piñero y Enrique Mouchet buscando contextualizar el cambio de gestión producido en la dirección del laboratorio y analizar su impacto en el marco conceptual de la noción de psicología del momento.

DESARROLLO

Los albores del Laboratorio bajo la dirección del Dr. Piñero

En 1896, mientras que el Doctor Horacio Piñero se encontraba en Europa visitando a los grandes clínicos en Italia y París y realizando un curso en el Instituto Pasteur, bajo la dirección de Jules Bordet (Cutolo, 1978), en Argentina se creaba la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En el contexto de ideas de la época, la Facultad de Filosofía “nació positivista” (Buchbinder, 1997, p. 59). Dichas ideas que provenían de Europa adquirieron en nuestro país un “matiz diferencial” (García de Onrubia, 1994), de aquellas ideas derivadas de “las corrientes cientificistas de Comte, Darwin, Spencer y Le Dantec, en los primeros años del siglo XX” (Falcone, 2012, p.89). A su regreso, Piñero fue designado Jefe de Laboratorio de Fisiología Experimental y Profesor Suplente de la cátedra de Fisiología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA. Dicho nombramiento se extendió hasta 1904 cuando obtuvo el cargo de profesor Titular en reemplazo de Pedro Coronado (Rodríguez Sturla y Ferro, 2019b). Casi paralelamente, en 1898 el Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Osvaldo Magnasco, lo nombró a cargo de la asignatura “Psicología” en el Colegio Nacional Central que desde 1863 dependía de ese Ministerio. Según las notas aportadas por Hugo Klappenbach[2], en 1899 comenzó a funcionar el Laboratorio de Psicología Experimental del Colegio con una dotación de unos 80 aparatos.

En 1901 el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía invitó a Piñero a dictar un curso libre de “Psicología Experimental y Clínica”, paralelo al curso oficial que dictaba desde 1896 el abogado Rodolfo Rivarola. Piñero acordaba con la postura de Rivarola respecto de la psicología, pero también consideraba que “no siendo médico, no tenía los conocimientos anatomo-fisiológicos indispensables para el estudio fisiológico; podemos añadir, asimismo, los conocimientos de medicina, que no pueden faltar en toda enseñanza de psicología científica y especial” (Piñero, 1988, p. 52).

Los primeros escritos de Piñero muestran que era indispensable el apoyo brindado por el Laboratorio a su programa de enseñanza. Por ello, en esta etapa inaugural, dedicó sus esfuerzos a la conformación del Laboratorio de la Facultad focalizándose en la obtención de los instrumentos para realizar las prácticas y en conseguir un local adecuado a sus fines. Teniendo en cuenta que en 1901 ya se dictaba el curso libre, los alumnos debían realizar las prácticas en el Colegio Nacional debido a que los instrumentos destinados al Laboratorio de la Facultad se encontraban aún en proceso de adquisición (Ibarra y Nur, 2019).

En 1902, nuestro autor se hizo cargo del curso oficial de la asignatura “Psicología”, presentando ese mismo año el Primer Programa de la materia a su cargo. Los alumnos en el laboratorio realizaban prácticas sobre tres secciones: 1) física (aparatos eléctricos, fotografías, esquemas, mapas, dispositivos de proyección), 2) vivisección y fisiología (investigación de la anatomía e histología del sistema nervioso), 3) estudio de los sentidos en el estado normal y patológico, psicometría, fenómenos mórbidos del sonambulismo y diferentes trastornos mentales (Ferro, Rodríguez Sturla, 2018).

Ese mismo año, Piñero se convirtió en el primer profesor concursado para la cátedra de Psicología en la Facultad de Filosofía y Letras (Rodríguez Sturla y Ferro, 2019 b). De ese año también data el primer inventario manuscrito que se conserva en el Museo de la Psicología Experimental en Argentina “Dr. Horacio G. Piñero” que detalla las existencias del mobiliario e instrumentos recientemente adquiridos para el Laboratorio de la Facultad.

Las primeras investigaciones llevadas adelante por Piñero hacen referencia al concepto de psicofisiología de la atención y de la consciencia para demostrar que la acomodación es la preparación previa de la corteza para la percepción y atención. De allí que afirmó que “los órganos de los sentidos son la puerta de comunicación al exterior” y la característica principal de todo cuerpo vivo es la adaptación al mismo. En este proceso son importantes tanto la tonicidad cerebral (noción de la propia existencia) y la tonicidad medular (mantener en actividad permanente todos los órganos, por ejemplo, el equilibrio con el medio que nos rodea). En la mente o cerebro se produce el mismo fenómeno. Entonces se es consciente cuando la corteza cerebral tiene todos sus neurones (sic) en plena actividad. Es indudable la convicción de nuestro autor respecto de separar a la psicología de los antiguos enunciados filosóficos. Y siguiendo las apreciaciones de su referente Wundt, afirmó que la tonicidad cerebral o consciencia se podrían observar experimentalmente estudiando los reflejos (Ferro y Rodríguez Sturla, 2018).

Dado que el Dr. Piñero se desempeñó como Médico de Sala del Hospital Nacional de Alienadas[3] en el cual realizó experiencias cuasi-experimentales con las enfermas, pudo establecer una curiosa comparación entre los fakires y las histéricas. Para él, el primero es un profesional, que ha logrado formar centros y vías de inhibición en la recepción y percepción del dolor. El fakir aprendió a no sentir para crear esa misteriosa personalidad y asegurarse un medio de vida. No acomodaría el cerebro a la sensación de dolor sino a la idea de lucro. Además, como él mismo indica, cualquier profesión, modela al sujeto según el trabajo. En cambio las histéricas no obtendrían un beneficio económico. En ellas, una idea fija intensa concentraría la atención y exaltaría el fanatismo, produciendo analgesias como los casos de histerias con ataques de éxtasis místico. La confirmación teórica era un punto fundamental en su práctica, por eso realizó presentaciones de diversos casos patológicos entre ellos los fakires y las histéricas. Estos casos le permitieron concebir a la conciencia desde las conceptualizaciones psicofisiológicas y al sujeto como un organismo adaptado al medio. Estas investigaciones efectuadas por el Dr. Piñero fueron las primeras prácticas del Laboratorio de Psicología (Ferro y Rodríguez Sturla, 2018).

Ambas actividades, la clínica y la experimentación, eran un eje fundamental para el laboratorio, y su personal demostraba tener la formación científica aceptada por los cánones de la ciencia de la época. El plantel estaba conformado por Eugenio Marín (doctor en Filosofía y Letras) quien fue el primer jefe entre 1902 y 1905. Se encargó de reunir las experiencias realizadas completándolas con una explicación teórica para el estudio de las sensaciones y la psicología de los órganos de los sentidos. Colaboró en la divulgación de la enseñanza para los alumnos de las Facultades de Filosofía y Letras y la de Medicina. Publicó las experiencias acompañándolas con interpretaciones y cuadros estadísticos. Lo sucedió hasta 1909 Guillermo Navarro (profesor graduado de la Escuela Normal de Profesores) y en ese año fue designado como encargado de la Sección Antropométrica. Estableció una sistematización de los trabajos realizados por los alumnos. Contribuyó con las clases prácticas y dispuso de la construcción de un archivo.

Pastor Anargyros (Doctor en Medicina y profesor graduado en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario en las especialidades “Ciencias Biológicas” y “Filosofía”) fue encargado de la Sección Experimentos en 1909, y entre 1912 y 1921 asumió el cargo de Jefe del Laboratorio. Se encargó de la exposición sobre psico-fisiología de los fenómenos sensoriales y las funciones de los actos intelectuales y afectivos. Entre sus investigaciones encontramos las referidas al pulso cerebral y periférico durante el sueño y el trabajo mental aplicado en sujetos normales y enfermos. También desarrolló la técnica y la aplicación para la gráfica psicométrica de la atención. Actuaron también en el Laboratorio como ayudantes: Enrique Mouchet (1912-1914), Adela Núñez (1915) Adolfo Bernard (1916-1918) y José Caldas acompañó como preparador durante más de tres lustros (Rodríguez Sturla y Ferro, 2018 y 2019a).

El Jefe de Laboratorio Navarro, afirmó que hasta 1905 los estudiantes realizaban en el Laboratorio, trabajos prácticos de adiestramiento que comprendían “los realizados en las clases prácticas por los alumnos, bajo la dirección del personal técnico del Laboratorio, para familiarizarse con el conocimiento y manejo del instrumental para la obtención de trazados gráficos, cronografía, cronometría, psicometría, estesiometría, etc” (Navarro, 1911, p. 241).

Recién a partir de 1905, Piñero presentó un Programa de la asignatura que incluyó como novedad una sección titulada “Programa de Trabajos Prácticos”. En la Revista de la Universidad de Buenos Aires dijo al respecto: “Ha llegado el momento en que los alumnos de Psicología de nuestra Facultad inicien ejercicios prácticos en el Laboratorio; no sólo como disciplina saludable del espíritu, sino como estímulo y orientación científica en los estudios fundamentales de la Psicología y ciencias conexas” (Piñero, 1905, p. 418). Por su lado, Navarro especificó que se trataba de “Trabajos prácticos de investigación” como condición de aprobación de la asignatura. De este mismo año data el segundo de los inventarios conservados en el Museo, cuya variedad de existencias ya se encontraban clasificadas en concordancia a las secciones del Laboratorio: Psicofisiología; Psicometría; Estesiología y Estesiometría; Electrofisiología y aparatos para el método gráfico; Fisiología Operatoria; Antropometría; Museo; Proyecciones Luminosas; Ilustraciones y Archivo de trabajos prácticos. (Ibarra y Aranda, 2018a).

Recordemos que en 1904, el presidente saliente Julio Argentino Roca, había firmado un decreto en el que se establecía que en la Escuela Normal de Profesores de la capital, era necesario instaurar un Gabinete de Psicología Experimental y de Antropometría Escolar, también dirigido por Piñero. A su vez el Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Joaquín Víctor González, firmaba otro decreto que sustentaba la obligatoriedad de la enseñanza de la psicología experimental en los ámbitos oficiales.

Con los datos precedentes, podemos afirmar que el Laboratorio de Psicología Experimental comenzó a funcionar en 1902. Es significativo el incremento paulatino en la cantidad y variedad de instrumentos destinados fundamentalmente a las funciones de enseñanza. Su pleno funcionamiento comenzó recién en 1905.

En 1906 el Laboratorio recibió a los alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras y también a los estudiantes y profesores de los colegios nacionales y escuelas normales, permitiendo realizar prácticas experimentales para sus experiencias. Se encargó la compra de nuevos aparatos e instrumentos de medición a Europa con el objetivo de transformarse en uno de los más completos en psicología. Durante este año, la enseñanza de la psicología se amplió a una segunda cátedra y Félix Krueger dictó de manera interina. Ese año el Dr. Piñero se ausentó del dictado del curso para realizar un viaje de estudios a Europa. Francisco de Veyga fue designado de forma interina para ocupar la vacante establecida.

Para 1907 se incorporaron los instrumentales no solo del Instituto Nacional del Profesorado Secundario, sino los adquiridos en la casa Zimmermann de Berlín bajo la supervisión del profesor Wundt y su escuela. El doctor Piñero sostuvo que el laboratorio representaba un importante material de enseñanza objetiva de la disciplina. Propuso ampliar las instalaciones justificando el gran tamaño de algunos aparatos y ciertas condiciones de aislamiento que exigían las investigaciones.

En la memoria anual de 1912, el laboratorio quedó conformado de la siguiente manera: psicofisiología (veintiocho aparatos), psicometría (siete), estesiología y estesiometría (veintinueve), electrofisiología y aparatos inscriptores (cuarenta y dos),fisiología operatoria (diecinueve), antropometría (veintiocho), cuerpos plásticos (siete), preparaciones anatómicas (dieciséis) un aparato de proyecciones luminosas y anexos, ilustraciones varias, archivos de trazados y monografías (catorce volúmenes). Finalmente se solicitó ciento un aparatos por intermedio de la casa Lutz y Schulz.

En los años sucesivos el Laboratorio de Psicología aumentó sus instrumentales considerablemente, por ejemplo, en 1913 adquirió veinticuatro aparatos nuevos alcanzando un total de doscientas veinte piezas. También se amplió el público consultante, por ejemplo, visitaron numerosas personas en calidad de oyentes y los alumnos de la Escuela Normal de Lenguas Vivas y del Liceo de Señoritas. (Rodríguez Sturla y Ferro, 2018).

La conformación del espacio muestra un recorrido similar de paulatino incremento. Apenas cedida la cátedra al Dr. Piñero, se tropezó con el “inconveniente del local para instalar cómodamente el laboratorio, inconveniente que fue subsanado mediante el empeño y la gentileza del ilustrado decano Doctor Miguel Cané. De esa manera fue posible obtener un salón apropiado, con laboratorio adjunto al salón de las conferencias magistrales y con aparatos habilitados para la enseñanza y la investigación” (Foradori, 1935, p. 356, la itálica nos pertenece). El primer emplazamiento del Laboratorio tuvo lugar en el piso inferior de la Facultad de Filosofía y Letras que, desde su fundación en 1895 funcionaba en el mismo solar que el Rectorado de la UBA, esto es en Viamonte 430-444. A fines de 1924, cuando el Museo de Etnografía fue trasladado a la Calle Moreno, quedó desocupado todo el subsuelo de Viamonte 430 y allí fue trasladado definitivamente el Laboratorio.

La transformación del Laboratorio bajo la dirección del Dr. Mouchet

En el contexto político de democracia ampliada (1916-1930) (Rossi, 1997), cuando tiene lugar la Reforma Universitaria, el Dr. Enrique Mouchet, sucesor del Dr. Piñero, relativizó las experiencias directas del laboratorio e inició un viraje hacia la psicología vital. A diferencia de los autores anteriores para Mouchet, la psicología no podía ser exclusivamente una ciencia experimental, pues si bien los fenómenos más elementales podían ser estudiados con el método rigurosamente experimental, las manifestaciones más elevadas de nuestra vida psíquica requerían de otras herramientas. A raíz del análisis intradiscursivo de los contenidos y la bibliografía de los programas de su asignatura Psicología Experimental y Fisiológica, puede concluirse que su pensamiento abrevó en temas y referentes bibliográficos concernientes a las emociones, los sentimientos y la psicología patológica propios de George Dumas, Theodule Ribot y Pierre Janet.

Así, los planteos de Mouchet conjugaban posturas humanistas y valorativas de inspiración orteguiana propias del momento, tales como el raciovitalismo. Las visitas de José Ortega y Gasset a nuestro país (1916, 1928 y 1940), contribuyeron al desplazamiento del positivismo naturalista dando lugar a corrientes vitalistas centradas en las posturas psicológica-filosóficas de inspiración alemana (Rossi, 1997). Ortega y Gasset recomendaba autores de psicología y filosofía alemana que ejercieron influencias en Alejandro Korn y Coriolano Alberini, protagonistas instituyentes de la Reforma Universitaria acontecida en 1918.

En Buenos Aires, la Reforma adquirió un perfil antipositivista y humanista que tornó a la psicología subjetivista y axiológica en consonancia con el raciovitalismo orteguiano (Rossi, 1997). Por entonces, las nuevas generaciones se nutrían de la lectura de Edmund Husserl y su fenomenología, Martin Heidegger, Max Scheler y el humanismo de Wilhelm Dilthey. Alberini, en 1921, propuso para su asignatura Psicología II, un programa denominado “La personalidad” definiendo a la psicología en términos de personalidad y valoración. Por su lado, Mouchet a cargo de la asignatura arriba mencionada “provee los fundamentos fisiológicos de lo anímico: pasiones, emociones, afectos, deseos; próximos a la noción orteguiana de Alma, la que Mouchet define como “sentimiento vital” (Rossi, 1997, p. 87).

En 1923 se reunió el Primer Congreso Argentino del Trabajo en Rosario y surgió el Instituto de Psicotecnia y Orientación Profesional. Para la misma época en la Universidad de Buenos Aires se estaba estableciendo la investigación de los Doctores Alfredo Palacios junto con José Alberti, este último fue Jefe del Laboratorio de Psicología Experimental (UBA) y de otros laboratorios. Ambos llevaron adelante los estudios de la fatiga, antecedente de lo que más tarde fue el debate por las leyes laborales (Ibarra, 2018).

En 1931, se fundó el Instituto de Psicología a través de una ordenanza de Alberini. Su primer director fue el Dr. Mouchet, cuya actuación se extendió entre 1931 y 1943. Tanto Falcone (2015) y Aranda y Falcone (2016) abordaron específicamente “el destino” de la tradición psicofisiológica y de la psicología experimental inaugurada a principios de siglo por Piñero a partir del análisis de los contenidos de los programas de la asignatura y de la publicación del Instituto a partir de 1931. Según Falcone, el decurso de la temática, mostró que a partir de la presencia de Mouchet (a cargo del curso de Psicología Fisiológica y Experimental) se abandonaron “las experiencias directas del laboratorio relegándolas en sus discípulos [se refiere a José L. Alberti, León Jachevsky, Américo Foradori, y Juan R. Beltrán] e inicia un camino nuevo hacia la psicología vital” (Falcone; 2016, p.469). De este modo podemos observar cómo se amplían los horizontes de la psicología fisiológica hacia la incorporación de métodos subjetivos.

Otros elementos coadyuvarían también al paulatino eclipse de la tradición experimentalista de principios de siglo: el alejamiento de Mouchet de la cátedra en 1943; la paulatina adhesión de Beltrán, su sucesor, al psicoanálisis; la incorporación de los test en la enseñanza de la psicología; el resurgimiento de la psicotecnia y la orientación profesional durante el peronismo; las prácticas psicodiagnósticas y los estudios psicoestadísticos que comenzaron a emerger en institutos y centros vinculados a Universidades Nacionales.

El hallazgo y la preservación de un expediente en el Archivo Histórico de la UBA dio a conocer el destino del Laboratorio originalmente creado por Alfredo Palacios en 1926 en la Facultad de Ciencias Económicas. En efecto, el documento mostró que a partir, de la solicitud de compra realizada por Vallejos Meana, finalmente fallida, se resolvió ceder los instrumentos a la Facultad de Filosofía y Letras, donde el laboratorio funcionó hasta 1948 (Ibarra & Aranda, 2018b).

Con el alejamiento de Mouchet a partir de 1944 y desde el análisis que se realizó en 1947 en adelante, a los contenidos de los programas de la asignatura, las menciones a la psicología experimental fueron reemplazadas por la incorporación de los temas más generales de la psicología. A su vez los “aparatos de bronce” iban siendo reemplazados por los test psicotécnicos realizados en papel y lápiz. La materia Psicología Fisiológica y Experimental, que conservó esta denominación hasta 1948, produjo una paulatina transformación en sus programas y, estando a cargo de Eugenio Pucciarelli, pasa a denominarse específicamente “Psicología”. Este acontecimiento coincidió temporalmente con el Congreso de Filosofía que tuvo lugar en Mendoza en 1949, donde el Prof. Luis Felipe García de Onrubia propuso a la psicología como una disciplina autónoma. También ese mismo año se derogó la enseñanza de la psicología experimental (tal como lo señala; Falcone, 1997, entre otras publicaciones).

CONCLUSIONES

Desde el año 1902 el Dr. Piñero fundó el Laboratorio de Psicología Experimental en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA con dos grandes propósitos, uno investigativo y otro para la realización de la práctica de los estudiantes. A partir de 1905, los alumnos debían efectuar sus pruebas además de la confección de monografías para la aprobación de la asignatura. También se recibieron las visitas de diferentes instituciones educativas. Adquirió los instrumentos en el exterior en diferentes momentos. Realizó diversos viajes de estudio para conocer el estado actual de la disciplina con la posibilidad de replicar las experiencias y verificación de resultados mundiales. Su influencia europea estaba basada en tres autores fundamentales Charcot con la histeria y el hipnotismo (observación clínica), Wundt con la creación del laboratorio de psicología (investigación experimental) y Ribot por la divulgación científica. A partir de estos antecedentes buscará “la base anátomo-fisiológica, experimental y patológica” que, con la ayuda de los instrumentos y aparatos, permitiría igualar los progresos de la enseñanza europea.

Como médico en el Hospital Nacional de Alienadas estudió a las pacientes y concibió a la conciencia desde las conceptualizaciones psicofisiológicas y al sujeto como un organismo adaptado al medio. Estas prácticas le sirvieron para demostrar sus teorizaciones como método de enseñanza.

Enrique Mouchet, su sucesor, difiere con Piñero ya que consideró a la psicología desde una matriz vitalista. El autor incluyó ideas humanistas y valorativas tales como el raciovitalismo tomadas de las visitas de Ortega y Gasset al país. Si bien sostuvo los postulados del laboratorio, propuso que no son suficientes, siendo necesaria la inclusión de otros métodos para el abordaje del conocimiento humano completo. Con la creación del Instituto en 1931, el laboratorio logró mayor difusión de sus investigaciones a través de los “Anales del Instituto” logrando un alcance internacional.

Con el retiro de Mouchet se produjo una importante transformación en la psicología experimental donde los “aparatos de bronce” cedieron lugar a los tests psicotécnicos.

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Vezzetti, H. (Comp.). (1988). El nacimiento de la Psicología en la Argentina. Buenos Aires. Puntosur.

Notas

1 De la vasta producción en el mundo y en Latinoamérica, pueden mencionarse los siguientes trabajos compilatorios sobre la temática referida

Klappenbach, H. (2014). Acerca de la metodología de Investigación en la Historia de la Psicología. Psyckhe; 23(1), 1-12.

Klappenbach, H. y Pavesi, P. (1994). Una Historia de la Psicología en Latinoamérica. Revista Latinoamericana de Psicología, 26(3), 445-481.

Ardila, R. (1969). Desarrollo de la Psicología Latinoamericana. Revista Latinoamericana de Psicología, 1(1), pp. 63-71.

2 El Dr. Hugo Klappenbach ha traducido el texto de Horacio Piñero La psychologie expérimentale dans la République Argentine que fue publicada en Hugo Vezzetti (Ed.). El nacimiento de la psicología en la Argentina (pp. 43-54). Buenos Aires: Puntosur, 1988. Algunas modificaciones de dicha traducción y el agregado de notas realizada por Klappenbach se encuentran disponibles en http://elseminario.com.ar/biblioteca/Pinero_Psicologia_Experimental_Argentina.pdf
3 Respecto de la historia del Hospital de Alienadas puede consultarse el artículo de Jardón, M. Los diseños de Historias Clínicas del Hospital Nacional de Alienadas (1900-1930). II Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVII Jornadas de Investigación Sexto Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, pp. 361-363. Disponible en http://jimemorias.psi.uba.ar/index.aspx?anio=2010

Respecto de la actuación del Dr. Piñero en el Hospital Nacional de Alienadas, Papini señala que:

En 1912, y por iniciativa de José A. Estévez, se le encargó la dirección de un laboratorio de neurobiología en el Hospital Nacional de Alienadas (actual Hospital Neuropsiquiátrico de Mujeres "Braulio Moyano", quien fue discípulo suyo), al que organizó en forma similar al que había creado en el Hospicio de las Mercedes. Estaba dividido en secciones que comprendían autopsias, histología, anatomía comparada, microfotografía, análisis bioquímicos, embriología y un museo de preparados. (Papini, 1978, p.246).



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