PSICOLOGÍA SOCIAL, POLÍTICA Y COMUNITARIA
SATISFACCIÓN VITAL Y FELICIDAD EN PRIMERA Y SEGUNA OLA DE LA PANDEMIA POR COVID-19
VITAL SATISFACTION AND HAPPINESS IN THE FIRST AND SECOND WAVE OF THE COVID-19 PANDEMIC
SATISFACCIÓN VITAL Y FELICIDAD EN PRIMERA Y SEGUNA OLA DE LA PANDEMIA POR COVID-19
Anuario de Investigaciones, vol. 28, núm. 1, pp. 339-346, 2021
Universidad de Buenos Aires
Recepción: 07 Septiembre 2021
Aprobación: 04 Noviembre 2021
Resumen: La catástrofe sanitaria y social que produjo el advenimiento de la pandemia por COVID-19 afectó la vida de las personas en su dimensión física, económica, psicológica y vincular, alterando su forma de percibir al mundo. Considerando este contexto se realizó un estudio descriptivo, de diferencias de grupo, de diseño longitudinal de tendencia. Se aplicó un cuestionario virtual autoadministrado durante abril de 2020 y junio de 2021. Las muestras, no probabilísticas intencionales, de población general, quedaron compuestas: T1, 241 participantes, 35,3% hombres y 64,7% mujeres y T2, 268 participantes, 39,2% mujeres; 60,8% hombres. Los resultados muestran diferencias entre T1 y T2, encontrándose en T1 menores niveles de satisfacción con la vida y por dominios, como así también de felicidad, que son los principales indicadores del bienestar subjetivo. A su vez se reportan diferencias en función del posicionamiento ideológico, si trabaja o no y auto percepción de clase social. No se encontraron diferencias en función del género.
Palabras clave: Bienestar Psicosocial, Pandemia, Satisfacción con la Vida, Felicidad.
Abstract: The health and social catastrophe caused by the advent of the COVID-19 pandemic affected people’s lives in their physical, economic, psychological and bonding dimensions, altering their way of perceiving the world. Considering this context, a descriptive study of group differences was carried out, with a longitudinal trend design. A self-administered virtual questionnaire was applied during April 2020 and June 2021. The samples, not intentional probabilistic, of the general population, were composed: T1, 241 participants, 35.3% men and 64.7% women, and T2, 268 participants, 39.2% women; 60.8% men. The results show differences between T1 and T2, finding in T1 lower levels of satisfaction with life and by domains, as well as happiness, which are the main indicators of subjective well-being. In turn, differences are reported based on ideological positioning, whether or not they work and social class self-perception. No differences were found by participant’s gender.
Keywords: Psychosocial Well-being, Pandemic, Life satisfaction, Happiness.
Fundamentación y objetivos
A lo largo de la historia la psicología ha concentrado sus esfuerzos en estudiar más la infelicidad que su contraparte, “la felicidad”. Sin embargo, puede decirse que los individuos felices tienen mejores apreciaciones de sí mismos, un mejor dominio del entorno y mejores habilidades sociales (Castro Solano, en Fernández, Muratori y Zubieta, 2013). Considerando esta perspectiva, es dable destacar el impacto que genera en la salud de una persona mantener una percepción positiva de su vida en general.
En concordancia con esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo con la interpretación de Ryff & Singer (citados en Delfino, Muratori, y Zubieta, 2014), resalta que la salud de un sujeto no depende pura y exclusivamente de la ausencia de una patología, sino que además resulta menester contar con un aspecto “positivo” para poder hablar con propiedad de bienestar, es decir, un estado pleno de “salud”. Ampliando esta idea, la OMS sostiene que “la Salud” refiere no solo al estado completo de bienestar físico y mental sino también social. Es así, que la salud en sentido amplio es básicamente una medida de la capacidad de cada persona de hacer o convertirse en lo que quiere ser, como propone Feldenkrais (citado en Zubieta y Delfino, 2010).
Es así como la psicología comienza, hace casi cincuenta años, a efectuar estudios sobre la vertiente positiva del psiquismo, dando lugar en su desarrollo a dos grandes tradiciones a) la hedónica, que se ha ocupado del estudio del bienestar subjetivo, esto es, cómo y por qué la gente experimenta su vida en forma positiva, incluyendo tanto juicios cognitivos como reacciones afectivas y b) la eudaemónica, centrada en el bienestar psicológico.
La primera de ellas, y sobre la cual nos centraremos, focaliza en los pensamientos (aspectos cognitivos) y emociones orientadas hacia el placer mientras que la segunda se centra en la percepción de una vida orientada a metas y logros significativos, vinculada al desarrollo del potencial humano basándose tanto en aspectos psicológicos como sociales (Fernández et al., 2013).
Profundizando en la tradición hedónica, de acuerdo a Delfino et al. (2014), la felicidad junto a la satisfacción con la vida son los principales indicadores del bienestar subjetivo. Por un lado, la felicidad implica altos niveles de emociones y estados de ánimos placenteros y/o positivos, bajos niveles de emociones y estados de ánimo displacenteros y/o negativos y, por otro lado, una alta satisfacción con la vida refiere a las creencias y sentimientos de los individuos sobre si tienen una vida deseable y gratificante. Es decir, trata el cómo y el por qué las personas experimentan su vida de forma positiva, incluyendo en dicha experiencia juicios cognitivos y reacciones afectivas. La satisfacción con la Vida es un proceso crítico-cognitivo que refiere a qué tan satisfecha está la persona con la vida que lleva. Estos juicios dependen, en gran medida, de la comparación de lo que la persona ha logrado y su satisfacción, y puede darse como una evaluación global, de la vida como un todo o por dominios (en áreas tales como la familia, amigos, trabajo, ingresos etc.).
La satisfacción con la vida es el grado en que una persona evalúa la calidad global de su vida en conjunto, de forma positiva. En otras palabras, cuanto le gusta a una persona la vida que lleva.
En el actual contexto de Pandemia (SARS-CoV-2) la forma de percibir el mundo por parte de las personas se vio alterada, el estrés generado por el aislamiento, la incertidumbre de una enfermedad poco conocida y sus posibles consecuencias han generado un impacto considerable en la vida de las personas (Zacher & Rudolph, 2021) y definitivamente en la manera de interpretar su bienestar.
El COVID-19 no solo ataca al organismo, deteriora la economía de las personas, genera incertidumbre sobre el futuro, sino que también induce repercusiones en la forma de experimentar el mundo, de vincularnos con nuestro prójimo, obligándonos también a reformular estrategias de afrontamiento (Anglim & Horwood, 2021) que nos permitan adaptarnos eficientemente a una nueva realidad.
En un estudio realizado por Murata et al (2021), desarrollado virtualmente sobre una muestra norteamericana que incluyó adolescentes, adultos y trabajadores de la salud que padecieron la enfermedad, se identificaron varios síntomas psiquiátricos/psicológicos asociados al post coronavirus como “ansiedad”, “depresión”, “estrés post traumático”, “ideaciones suicidas” y “trastornos del sueño”, resultando significativamente más frecuente experimentarlos en adolescentes que en la población adulta. Estos datos refuerzan el interés por indagar en cómo interpretamos la felicidad en un escenario teñido por la influencia de la primera y segunda oleada de COVID-19.
Bojanowska, Kaczmarek, Koscielniak & Urbańska (2020) en su estudio con una muestra polaca indagaron en el inicio de la pandemia, como ciertos acontecimientos externos influyen en el BH; apoyando la idea de la existencia de una inestabilidad temporal que incide en la evaluación del bienestar subjetivo. Los autores destacan que la pandemia provocó también, una significativa disminución en la percepción del BH en países tales como China, Estados Unidos, Japón, Irlanda y Nueva Zelanda durante el inicio de la pandemia.
El equipo de investigación local orientado al estudio del bienestar psicosocial, llevó adelante una serie de estudios que permitieran dar cuenta de los correlatos psicosociales de la Pandemia por COVID-19. En este marco, se analizaron las distintas dimensiones del bienestar: hedónica, eudaemónica y social, observándose en los datos preliminares que, en general, es la dimensión hedónica la que se ve menos afectada. En este marco, se buscó indagar qué sucedía al interior del bienestar hedónico, entendido en términos de satisfacción con la vida y felicidad en dos tiempos: primera y segunda ola de la pandemia. Se realizó un estudio empírico para explorar en los niveles de satisfacción con la vida y felicidad, en una muestra de población general, así como de indagar en diferencias en función de variables de agrupación tales como género, trabaja o no y posicionamiento ideológico.
Metodología
Tipo de estudio y Diseño
El estudio realizado es descriptivo, de diferencias de grupo, de diseño longitudinal de tendencia.
Población y Muestra
Se trabajó con dos muestras no probabilísticas intencionales de población general y residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del conurbano bonaerense. La primera de ellas, correspondiente al año 2020 -mediados de abril-, Tiempo 1 (T1), está compuesta por 241 participantes, de los cuales el 64,7% son mujeres (n= 156) y el 35,3% son hombres (n= 85). Mientras que la muestra del año 2021 -junio-, Tiempo 2 (T2) está integrada por 268 participantes, de los cuales el 39,2% son mujeres (n= 105) y el 60% son hombres (n= 163). La media de edad en T1 fue 30,60 (DE=10,70; min=18; max=70), mientras que la media de edad en T2 fue 38,84 (DE=15,78; min=18; max=81).
Instrumento
El cuestionario utilizado se aplicó de manera virtual autoadministrada y estuvo integrado por las siguientes escalas y preguntas sociodemográficas y psicosociales:
-Escala de satisfacción general con la vida -reducida- (Cummins, 2000). Compuesta por cinco ítems, evalúa el grado de satisfacción general con la vida. En un continuo de 1 (No, en absoluto) a 7 (Si, totalmente), se debe indicar hasta qué punto se está de acuerdo o en desacuerdo con frases tales como: Mi vida, en casi todo, responde a mis aspiraciones; Las condiciones de mi vida son excelentes; entre otras. Alfa de Cronbach=0,72.
-Escala de Satisfacción con la vida por dominios (Satisfaction with Life Scale, SWLS; Diener, 1996). Compuesta por 7 ítems, evalúa el grado de satisfacción de las personas con ciertos aspectos de su vida como: familia, dinero e ingresos, amigos, trabajo, sí mismo, salud y la vida en general en un continuo de 1 (Muy insatisfactoria) a 10 (Muy satisfactoria). Se obtiene un valor para cada área o dominio de la vida. Alfa de Cronbach=0, 76
- Escala de felicidad e infelicidad Subjetiva (SHS, Subjective Happiness Scale, Lyubomirsky & Lepper, 1999). Integrada por cuatro ítems que refieren al rasgo de felicidad e infelicidad y a la comparación social, tales como “En general, me considero…” No muy feliz (1), Muy feliz (7), y “En comparación con la mayoría de mis pares (amigos, compañeros de trabajo, etc.) me considero…” Menos feliz (1) y Más feliz (7), siendo 1 el extremo negativo y 7 el extremo positivo. Alfa de Cronbach=0, 79.
La participación de los individuos fue voluntaria y anónima, previo consentimiento informado. La aplicación del cuestionario fue individual, vía internet. Para el análisis de la información se utilizó el paquete estadístico SPSS. En relación con la información obtenida, en una primera etapa se realizó un análisis descriptivo de los datos y luego se calcularon estadísticos de diferencias de grupos, prueba t de student y Anova.
Resultados
Cómo se observa en la Tabla 1, las diferencias son significativas en las puntuaciones de Satisfacción con la vida -SWLS- por dominios y tendencial en Satisfacción con la vida Total y en el dominio de la propia persona, obteniéndose mejores puntuaciones en T2 en comparación con T1. Los datos reflejan que los niveles de bienestar son más bajos en la primera etapa de la pandemia, en la que rigió el aislamiento social preventivo y obligatorio -ASPO-, y en la que los niveles de incertidumbre frente al suceso desconocido que irrumpía en la vida de las personas eran mayores. En el T2, en la segunda ola, donde ya regía el distanciamiento social preventivo y obligatorio -DISPO-, aparecía el tema de las vacunas y se reducía el nivel de incerteza respecto de la catástrofe, los niveles de felicidad y satisfacción son más altos.
Al indagar en los niveles de satisfacción y felicidad en función de algunas variables de agrupación, no se detectan diferencias estadísticamente significativas en función del género. Sí surgen datos interesantes al comparar entre quienes trabajan o no, observándose (Tabla 2) que, tanto en la primera ola como en la segunda ola de la pandemia, quienes trabajan exhiben mayores niveles de Satisfacción General con la Vida y de Felicidad. En este aspecto se evidencian diferencias en los índices de Felicidad Total durante T1 y Satisfacción Total (SWLS) en T2. De ello se desprende que quienes sí trabajaban en 2020 se percibían más felices que quienes no lo hacían, diferencia que desaparece con la segunda ola de la pandemia. Asimismo, quienes manifestaron estar trabajando durante T2, exhibieron mayores niveles de satisfacción en general en comparación con quienes no trabajaban.
Este dato probablemente esté relacionado con el hecho de que la falta de trabajo y la problemática por el dinero e ingresos, incrementadas por el contexto de emergencia sanitaria, se suman a la crisis económica y social iniciada en el país con anterioridad, afectando fuertemente a los grupos de no trabajadores. No se observan diferencias significativas en dominios como la satisfacción familiar, con los amigos o, llamativamente, con lo vinculado a la salud.
Si se considera a las personas que sí trabajan y se comparan sus respuestas en ambos tiempos, T1 (2020) y T2 (2021), se detecta que dominios como el Dinero e Ingresos adquieren valores significativamente diferentes, acentuando lo mencionado en el párrafo precedente (x̄ T¹= 5,93; x̄ T²= 6,51; t (355) = -2,45; p= 0,02), la Familia (x̄ T¹= 7,77; xT²= 8,29; t (355) = 2,31; p= 0,02) y el Trabajo (x̄T¹= 6,51; x̄T²= 7,12; t (355) = 2,63; p= 0,00).
Una tendencia similar, y que se ajusta al resto de los datos reportados, ocurre con quienes manifestaron no trabajar durante la administración de la encuesta en ambos tiempos de la pandemia. Observándose diferencias en la satisfacción con la Familia (x̄ T¹= 7,90; x̄ T= 8,59; t (141) = -2,33; p= 0,02) y el Trabajo (x̄ T¹= 3,42; x̄ T²= 4,72; t (124) = -2,42; p= 0,01).
En lo que hace al posicionamiento ideológico (ver Tabla 3) se observan diferencias significativas únicamente en la primera ola, en 2020 recién iniciada la pandemia, en relación a la satisfacción con el Dinero e ingresos, donde quienes se auto posicionan ideológicamente más a la izquierda son quienes menos satisfechos están en este dominio.
En el tiempo 2, en 2021, estás diferencias desaparecen dando lugar a pensar que la dimensión de la crisis económica y las consecuencias del ASPO se generalizaron en los grupos y en la sociedad, anulando así las diferencias ideológicas y mostrando a la preocupación por el dinero y los ingresos, como un tema central general, independientemente del auto posicionamiento ideológico de las personas
En la primera ola de la pandemia, 2020, la satisfacción respecto de la Familia y Amigos es mayor en los participantes que se consideran perteneciendo a la clase media alta. Este resultado puede estar relacionado con el hecho de que el acceso a la tecnología y medios de conexión virtual entre quienes se perciben con mayores ingresos, han permitido conservar ciertos grados de bienestar en cuanto a los vínculos familiares y de amistad. De todos modos, las puntuaciones medias del 2020 son más bajas que las puntuaciones observadas en la segunda ola del 2021 en los tres grupos, hecho que podría explicarse por el ASPO que, en el T1, restringió fuertemente la vincularidad.
En T2, 2021, las diferencias surgen en el dominio Trabajo donde quienes se perciben pertenecientes a la clase baja presentan mayor malestar o insatisfacción, dando cuenta, probablemente, de la profundización de la crisis económica y social y del acceso al trabajo, especialmente en sectores con mayor informalidad y vulnerabilidad laboral.
De manera coherente, el dominio del Dinero y la Satisfacción con la Vida en General arrojan diferencias significativas tanto en la primera como en la segunda ola, siendo quienes se auto perciben de clase baja los menos satisfechos en ambos tiempos.
Respecto del posicionamiento ideológico, en la primera ola, en 2020, quienes se ubican más cerca de la izquierda mostraban menores niveles de satisfacción respecto del Dinero y los Ingresos, pero esta diferencia desaparece en 2021, complementando en parte lo mencionado respecto de que se agudiza el impacto de la crisis económica y social, y que este dominio de la satisfacción vital es igual de importante para todos, más allá de la orientación política.
Finalmente, en los dos momentos, 2020 y 2021, exhiben mejores niveles de satisfacción en general y por dominios quienes se auto perciben de clase media, pero, en lo que hace al Trabajo, las diferencias respecto de quienes se perciben de clase baja o alta se dan en 2021 mostrando una clara asociación positiva entre percepción de clase y la satisfacción.
Discusión
Diener (2000) explica que, si bien el bienestar subjetivo puede depender de circunstancias contextuales externas y de los rasgos de personalidad, la gente presenta una fuerte tendencia a lo largo del tiempo a sostener un estado de equilibrio y estabilidad, en cuanto a la percepción de su bienestar y felicidad; esto, pese a los cotidianos cambios de humor que se experimentan en el día a día y que pueden generar un desbalance temporal. De esta manera, propone la existencia de un proceso de “adaptación” para explicar este fenómeno. (Diener, 2000).
El fuerte impacto generado por el encierro, la incertidumbre provocada por una enfermedad altamente contagiosa y desconocida, la ruptura de actividades cotidianas, como así también la inestabilidad económica ocasionada por el coronavirus son variables que pueden explicar las puntuaciones obtenidas durante T1(2020). Asimismo, los resultados obtenidos durante T2 (2021) tras un largo proceso de habituación, parecen acercarse más a los valores esperables, coincidente con lo propuesto por Diener (2000) y la teoría de un estado de equilibrio y de estabilidad en relación al bienestar subjetivo.
Los niveles de satisfacción aquí reportados para el T2 o segunda ola, van en línea general con los hallazgos de estudios previos (Zubieta, Muratori y Fernández, 2012) en los que los participantes presentan buenos niveles de bienestar y expresan sentirse felices en general. Como indica Páez (2008), la mayoría de las personas reportan altos niveles de satisfacción vital, y la felicidad coexiste mayoritariamente con los problemas y las preocupaciones. Esto se confirma a la hora de desagregar la satisfacción vital en dominios y confirmar que, llamativamente no aparece la salud, pero sí, y de manera esperable, las puntuaciones más bajas se observan en el dominio referido al Dinero y el Trabajo, ambos motivadores extrínsecos en los que las personas perciben menor nivel de controlabilidad. El trabajo es una de las mayores preocupaciones y un canal para sentirse seguros, útiles y reconocidos. Este fenómeno toma especial relevancia en el contexto de pandemia por la novedad, incertidumbre y falta de sensación de control imperantes. En ambos casos el tiempo 2 de la segunda ola, permite observar niveles levemente más altos.
Los hallazgos aquí reportados permiten tener una idea más acabada de lo que sucede en los niveles de bienestar hedónico. Como se mencionara, si bien el bienestar hedónico aparece en los datos de otro estudio del equipo de investigación como la dimensión menos afectada en comparación con el bienestar psicológico -que refiere a la calidad de las relaciones con otros- y con el bienestar social -que alude a lo que el contexto provee para que las personas se sientan mejor-, hay algunas variaciones al interior de la mirada hedónica que resultan interesantes. Los niveles de bienestar y los cambios entre la primera y segunda ola no tienen que ver con el género, no hay una percepción diferencial entre hombres y mujeres, tampoco aparece la salud como dominio crítico, pero sí aquello que refiere a la economía y al trabajo. En términos de correlatos psicosociales, hay perfiles diferenciales en función del posicionamiento ideológico de los participantes, que luego se disipa, y en función de la percepción de los participantes de su pertenencia a una clase social.
Aún remarcando el hecho de que se trabaja con muestras intencionales y limitando por tanto la generalización de los resultados, estos datos preliminares abren una línea de investigación en la que actualmente se continúa trabajando a través de la replicación de estudios. Se espera contar con nuevas mediciones en otros momentos de la pandemia, así como poner en relación las tres dimensiones del bienestar y avanzar en análisis de mayor poder explicativo que permitan dar cuenta de cuáles son los factores que más contribuyen a la comprensión de la pandemia por COVID 19, el bienestar y otros correlatos psicosociales.
Referencias
Anglim, J. & Horwood, S. (2021). Pandemic and Big Five Personality on subjective and psychological well-being. Social Psychological and Personality Science, 1-11. doi:10.1177/1948550620983047
Bojanowska, A., Kaczmarek, L., Kościelniak, M., & Urbańska, B. (2020). Values and well-being change amidst the COVID-19 pandemic in Poland. https://doi.org/10.31234/osf.io/xr87s